Ninguno de los dos despegaba la vista del contrario. La mirada oscura de Kanda se mesclaba con la mirada plateada de Allen. Inconscientes de lo que pasaba a su alrededor, hasta que:
- ¿Que sucede aquí?—pregunto una seria oji verde. Allen al escuchar la voz de su amiga se separo rápidamente de esos cálidos brazos, lo cual disgusto a Kanda
- Nat Etto—trataba de hablar Allen pero el contacto con el moreno le había acelerado el corazón
- Este sujeto trato mal a una de las empleadas—dijo fríamente Sasuke mientras se acercaba y señalaba al sujeto de traje. Natsuki miro a la dirección que señalaba Sasuke.
- ¿eso es verdad?—pregunto la chica con voz de ultratumba, que hizo sudar frio a todos los del lugar.
- Es..esto tiene una explicación—trato de excusarse el señor—la chica me tiro la bebida encima
- Pero eso no le da el derecho de tratarla mal—mencionó con el mismo tono y cruzada de brazos –
- Pero yo…— dijo sudando frio el sujeto
- O se marcha en este momento –le sonrió tétricamente— o pierde el contrato con el grupo Kanou Usami—el señor se quedo frio , pero reacciono y se fue lo mas rápido que pudo dejando un simple rastro de polvo
- ¿Quien era ese sujeto?—pregunto mas que confundido Allen
- Uno de los socios de mi abuelo—dijo con un suspiro—siempre causando problemas
- ¿De tu abuelo?—
- Si—dijo suspirando—esta en la cuerda floja, mi abuelo encontró varios trompicones en su contrato—dijo mirándolo. Hasta ahora que había repararlo en observarlo detenidamente, puedo apreciar el pequeño sonrojo que poseía en sus mejillas—Allen—llamo
- ¿Si?—la miro con curiosidad aun teniendo ese lindo sonrojo
- ¿Que paso para que te sonrojaras?—dijo seria. Kanda que seguía cerca de donde estaban los dos peli plateados, escucho la pregunta nada discreta de la chica, pero le dio curiosidad, observó detenidamente al peli plateado y una pequeña curvatura en su rostro se formo. En efecto observó el lindo sonrojo que se había acentuado en la linda cara de Allen.
- Nada!!—exclamo nervioso – no a pasado nada!! Asi que hay que retomar el trabajo—dijo alzando un poco la voz para que los empleados que estaban viendo la escena se regresaran a lo suyo.
- Si tu lo dices—dijo en un susurro mientras veía a Allen marcharse. Cuando Allen se perdió en la cocina, vio por el rabillo del ojo a Kanda que se encontraba a su lado y tenia una sonrisa de satisfacción— no te atrevas ha acercártele—dijo con voz amenazante y retirándose del lugar.
- ¿y ha esta que le pasa?—dijo enarcando una ceja mirando a la chica marcharse. Regreso a su mesa, para continuar con su comida. Pensó que Sasuke ya estaría sentando comiendo como siempre sin esperar a su acompañante, pero se sorprendió al encontrar la mesa solo con sus cosas. Busco con la mira al bastardo de su amigo, cuando lo encontró una mega gotera se estalo en su nuca.
Lo que veía Kanda era sin duda una escena de lo más llamativa. Un rubio estaba siendo acorralado contra una pared, siendo su pelinegro amigo quien lo tenía en dicha posición. Mientras tanto la peli plateada era retenida por la cintura por el oji gris que anteriormente había tenido en sus brazos. La mirada de la chica parecían ser dos dagas apunto de ser lanzadas contra Sasuke, quien ya se encontraba besando el cuello del rubio, mientras este ultimo forcejeaba para detener al peli negro. El intento de Allen de detener a la chica fue inútil.
- SASU!!!!!!!—grito a todo pulmón, mientras separaba a Sasuke del rubio.
Lo siguiente que la vista obscura puedo apreciar fue a Sasuke siendo zarandeado, golpeado, y lanzado, por una furiosa peli plateada. Mientras el bello ángel (según sus ojos) se llevaba a un abochornado rubio hacia la cocina.
- Ya te dije que no hagas esta clase de escenitas Sasuke!!—regaño la oji verde mientras sentaba al moreno en la mesa como un niño chiquito. Kanda solo se les quedo viendo.
- Y yo ya te dije que no me importa lo que pienses Natsuki—dijo serio y cruzándose de brazos como haciendo berrinche-
- Yo no se como te sigo aguantando—suspiro
- Eso es fácil—dijo con superioridad—por que soy un encanto—tanto a Kanda como a Natsuki les salió una mega gota en la nuca
- Engreído—dijo suspirando—sino fueras el novio de Naru ya te hubiera mandado al diablo
- Si, yo también te quiero—dijo sarcástico el moreno
- Jum—articuló mientras sonreía—contigo no se puede—susurro a lo que el otro no escucho—tengo que trabajar, te veo luego—dijo mientras se encaminaba para la cocina—ha! Por cierto Naru sale en media hora—menciono por ultimo para luego marcharse
Kanda se quedo muy confundido, ¿Qué acaso esa chica era bipolar?, primero mandaba a volar a Sasuke por acercarse a su novio (no era necesario ser genio para reconocer al dueño del corazón frio del Uchiha) y ahora le decía a que hora salía, pues ¿Qué le pasaba por la cabeza a esa chica?. Un momento ahora que recapitulaba, esa chica había llamado “Sasu” a Sasuke, eso era mas que raro puesto que a su amigo no le gustaba que le llamaran asi y mucho menos una ¿desconocida? Ahora caía en cuenta.
- Sasuke ¿la conoces?—dijo fríamente como si no le importara (Reí: claro pro en el fondo esta que se muere de la curiosidad)
- ¿A quien? –dijo soltando su pedazo de carne, puesto que ya se encontraba comiendo— ¿a Natsuki?
- Si – dijo empezando a comer
- Es una amiga—dijo con una sonrisa de medio lado—¿porque?—pregunto extrañado era raro que Kanda preguntara algo relacionado con su vida
- Curiosidad—se encogió de hombros—¿y se conocen ase mucho?
- Ok eso ya es raro—dijo mientras apoyaba sus codos en la mesa entrelazando sus manos y colocando la barbilla en ellas— ¿Qué te pasa?
- ¿De que?—menciono haciéndose el desentendido –
- No te hagas Kanda tu nunca preguntas cosas tan insignificantes—dijo viéndolo fijamente—
- ¿Tan observador eres?—pregunto burlón, Sasuke solo lo miro levantando una de sus finas cejas — después del escándalo con el sujeto del saco ella le pregunto algo a su amigo el de ojos grises—dijo mirando a su acompañante, pues sabia que quería una explicación de su comportamiento— después de el chico se marchara a la cocina ella me dijo que no me acercara a el.
- Oh! Le echaste el ojo al oji gris—dijo un burlón Sasuke, ganándose un bufido de su acompañante
- Yo nunca dije eso—dijo molesto
- Mm… si lo que digas—dijo aun con su tono de burla—solo una cosas te digo Natsuki Usami es intimidante pero es una buena chica—dijo mientras recordaba eventos pasados—aun asi ten cuidado por que si te amenazo quiere decir que ese chico le importa y mucho.
Kanda ya no dijo nada y se dispuso a comer junto con Sasuke, aun asi le intrigaba el porque de la amenaza y mas en parte la advertencia de su amigo. No le sorprendía que la chica se apellidara Usami puesto que se parecía mucho a su padre Usami Akihiko y el hecho de que la había visto muy seguido por la universidad y que todos le dijeran Usami-sensei. Se tuvo que despedir de Sasuke puesto que el oji negro iba a esperar a su adoración rubia como solía llamar a su novio. En todo el camino de regreso a casa, no dejaba de pensar en ese chico con luz propia, le había llamado la atención, y el esperaba que solo fuera eso, pero la calidez que sintió teniendo el cuerpo del menor entre sus brazos, era algo que no podía explicar. Un sentimiento empezaba a crecer en su interior, un sentimiento que hace años se había extinguido o eso pensaba el.
Los días pasaron, esos días se convirtieron en semanas y no podía dejar de pensar en esos ojos oscuros, en esos fuertes brazos que lo habían sostenido. Había empezado ha actuar raro y el mismo lo reconocía, comenzó a suspirar, a perderse en sus pensamientos y lo peor de todo empezaba a equivocarse. Hace unos días atrás, se encontraba tan perdido en el recuerdo del moreno que no se dio cuenta que ponía sal en las azucareras, por kami-sama como le había pasado eso, se dio cuenta de su error hasta que los clientes empezaron a quejarse. Definitivamente tenia que dejar de pensar en ese moreno, por dios ni siquiera sabia su nombre y ya lo extrañaba!, sacudió su cabeza como si con eso pudiera alejar el recuerdo del pelilargo. Decidido a olvidar sus pensamientos se dirigió a tomar la orden del nuevo cliente que acaba de entrar. Era el día libre de Natsuki asi que ella se encontraba haciendo cuentas y demás mientras el se encargaba de atender a los clientes. Iba con una pequeña tabletita electrónica* en la mano dispuesto a tomar la orden del cliente. Se dirigió a paso firme hacia la mesa, el cliente le daba la espalda solo podía ver su cabellera azul oscura.
- se parece a la de el—pensó recordando a cierto moreno—ya Allen deja de recordarlo—se dijo mental mente mientras se detenía junto a la mesa—¿puedo…— ni bien termino de preguntar cuando se perdió en esos ojos, los mis ojos que había visto hace unas semanas atrás—tomar su orden?—
En efecto, Kanda ya no aguantaba más. Llevaba aproximadamente dos semanas desde que fue a comer con Sasuke y de que había sostenido a tan delicado ser en sus brazos. El no creía lo que estaba haciendo. Tanto pensarlo y negarse a aceptar que extrañaba a ese peli plateado que ni siquiera le conocía el nombre, para que al fin de cuentas terminara por ir de nuevo al café “la flor plateada” donde sabía exactamente que este se encontraría. Por kami-sama se estaba convirtiendo en una persona que no era. Estaba tan sumido en sus pensamientos y recuerdos, que no se dio cuenta de que el lindo chico que abarcaba parte de su cabeza ( y aunque no se diera cuenta parte de su corazón también) se acercaba.
- Puedo…— esa dulce voz lo saco de su cabeza trayéndolo de vuelta. Esa voz se le hacia muy conocida, y de inmediato voltio para encontrarse con unos ojos grises mirándolo con sorpresa – tomar su orden?—se quedaron viendo por unos minutos hasta que el moreno reacciono
- Un café helado por favor—dijo con una sonrisa de medio lado. Allen solo se le quedo mirando hasta que reacciono y puso su orden en la tableta—
- ¿Algo mas joven?—menciono con un lindo sonrojo en su rostro, el cual ocasionó que la sonrisa del moreno se ensanchara
- Por el momento no, gracias—dijo mirándolo fijamente, provocando que el sonrojo del oji gris se acentuara—
- En… entonces con…con permiso—la mirada del moreno lo ponía nervioso, solo teniendo esos ojos mirándolo detenidamente su corazón latía a mil por hora.
- Propio—susurro viendo que el oji gris se marchaba.
Kanda se le quedo mirando hasta que desapareció por la puerta de la cocina. Sin duda haberlo visto sonrojado le asía sentir satisfecho, por el simple motivo de ser él quien produjera ese lindo color en la mejillas del chico. Allen llego a la cocina, su corazón latía tan rápidamente como si hubiera corrido un maratón. Una sonrisa se coloco en su rostro. Con solo verlo se sintió feliz.
La que no estaba para nada feliz era Natsuki. Después de terminar de hacer las cuentas, quiso estirarse un poco (estar sentada por casi cuatro horas no era lo suyo), se dirigió hacia la cocina y al pasar por la puerta de esta, ve por la pequeña ventanita (Shizu: de esas redonditas que tienen las puertas de la cocina de los restaurantes owo) ve a un nervioso y sonrojado Allen hablando con un moreno de lo mas contento. Esto sin duda la intrigaba. En estos momentos se encontraba viendo ha Allen con esa sonrisa que ya era por mas conocida por ella, claro como no reconocer esa sonrisa, la sonrisa de un enamorado!!!.
Se dirigía hacia la mesa del moreno con la orden de este, sin que se diera cuenta de que la mirada de oji verde lo seguía muy de cerca. Llego a su destino y se encontró a un moreno de lo mas tranquilo. Sus ojos estaban cerrados, apoyaba su cara en su mano, la cual a su ves se apoyaba en la mesa, Allen pensó que era la vista mas hermosa que había visto en su vida, si el moreno era guapo al verlo asi se veía guapísimo.
- Dis… disculpa—llamo nervioso, no le gusto interrumpir la tranquilidad del moreno , pero si no lo asía de seguro empezaría a babear de tanto mirarlo.—aquí esta lo que pidió
- Gracias – le dedico una leve sonrisa. Allen coloco el café sobre la mesa frente a el y en seguida coloco una rebanada de pastel de queso—oye… disculpa pero yo no pedí esto—dijo señalando la rebanada
- Etto… eso es en agradecimiento—dijo desviando la mirada, ya que esta ves se había dado cuenta de que su cara ardía sabia que estaba rojo como tomate.
- ¿Agradecimiento?—pregunto con una sonrisa prepotente adornando su rostro. Pero sin duda el peli plateado le había dado una fantástica idea.
- Si—dijo mas que nervioso—por ayudarme el otro día
- Oh! Eso—dijo mientras le tomaba la mano, que tenia sujetando la bandeja (en la cual había traído el pedido)—pero sabes a mi no me gusta lo dulce
- ¿Haa no?—dijo mas rojo de lo que ya estaba (si es que se podía mas)—¿en… entonces que te gustaría? – articulo lo único que se le vino a la mente pues el lindo contacto que tenia con el moreno no lo dejaba pensar con claridad—
- ¿Lo que yo quiera?—dijo con una sonrisa seductora—
- Hai—
- En ese caso—dijo mientras presionaba un poco la mano de Allen—ten una cita conmigo Allen
- ¿¡¡¡Qué!!!?—fue lo único que su boca pudo pronunciar—