YoungJae se dejaba caer en su desentendida cama miro el techo para después leer el reloj digital que colgaba sobre una de sus pantallas, pasaban de las 12 de la noche era la primera vez en una larga temporada que se encontraba fuera de esas cuatro paredes tan tarde, era consciente que JunHong trataba de que el grupo no se disolvería agradeció su acciones pero la fractura entre los integrantes era demasiado profunda mientras él no logrará hablar honestamente con Dae y HimChan con Up, el círculo vicioso de resentimiento aumentaba, varias pantallas se encendieron en la principal se desplegó la imagen de un auto frente a un edificio que contenía luces color neon, en el centro el anuncio de “Paradise” brillaba con ímpetu, el pelinegro mordisqueo sus labios intrigado de un salto escapo de su cómoda posición para para caminar hacia su silla giratoria apretando una tecla para darle zoom a las placas del auto.
—¿Que haces tan tarde en ese burdel barato?.— Sus delgados dedos recorrieron el teclado para obtener los videos de las cámaras de vigilancia de zona.—Juró que si has estado con una maldita prostituta no voy dejar que me toques.— Los celos carcomía sus entrañas aunque no existiera un contrato real entre ambos la lealtad estaba implícita.— Eres un maldito mentiroso ¿No se supone que amas a Cara? Soy un idiota por creer tus estúpidas palabras.
Mientras miraba las imágenes se percato de un pequeño detalle varias cuadras a la redonda el número de transeúntes disminuía considerablemente comenzó con un escaneo exhaustivo de las edificaciones mientras su sistema se ejecutaba trato de buscar algunos sospechosos, los minutos pasaban y conforme más tecleaba su desespero aumentaba su instinto le susurraba sobre una catástrofe venidera, hizo una llamada a sus amigos pero Jepp no contestaba, JongUp no se encontraba cerca debido a que debía ir a recibir un cargamento a otra zona, HimChan no se conectaba cuando visitaba a su familia y marcarle a JunHong era una petición imposible, Jepp le tenia prohibido al menor salir de casa en las noches, la zona donde habitaban era bastante peligrosa para un cyborg a altas horas de la noche, ya una vez había sido cazado por los recolectores, una experiencia que dejo traumatizado al maknae.
—Diablos han bloqueado la red para los dispositivos.—El pelinegro llevo la mano a su cabeza, DaeHyun era bastante precavido y llevaba una fuerte escolta pero la trampa estaba muy bien planeada.—Maldita sea DaeHyun si mueres juró nunca perdonarte.
El hacker trato por todos los medios posibles para prevenir a su “amante” pero era más que obvio que los atacantes llevaban tiempo ideando su travesía, al notar que no tenia éxito tomo la decisión de salir de su guarida, odiaba andar por las calles en la noche ya que sus temores aumentaban pero la sensación de saber que algo le pudiera pasar a Daehyun lo aterrorizaba, tomo los dos cuchillos de caza que Jepp le había regalado, los escondió en su mochila, se puso una chamarra de cuero negra y subió el cierre hasta el cuello, su frente se pego detrás de la puerta principal de madera cerró los ojos tratando de normalizar su respiración habían pasado tres año,s Jepp le enseño defensa personal, nadie conocía su rostro, las personas que anteriormente lo secuestraron ahora todas estaban muertas, obra de DaeHyun, se repetía una y otra vez esa lista de eventos como un mantra, quería dejar de tener miedo atrás.
—Ya paso mucho tiempo debo superarlo.—Se reprimió a si mismo estirando la mano para girar la perilla.—Cara esta muerta, yo sobreviví y nadie podrá lastimarte, Jeep y Daehyun no me abandonara. —Abrió la puerta de golpe, no podía quedarse encerrado mirando como alguien iba a lastimar a la persona que amaba.— Ya fue suficiente.
Con un par de pasos fuera de su hogar observó el vacío callejón, el aire frío golpeo sus mejillas se giro hacia la cochera donde saco su vieja motocicleta, Jepp se la había regalado cuando cumplió 18 años, a todos el líder de BAP les regalo una, ese hombre fue su segundo padre mejor dicho su abuelo ya que se comportaba como uno, hecho arrancar el transporte para apretar el acelerador mientras recorría las calles continuaba marcando al numero del móvil personal de DaeHyun.
Una comitiva de hombres salía del burdel Paradise, en el centro un joven de cabellos negros con mechones rojos se acomodaba la gabardina una mediana sonrisa se dibujaba en su rostro para ladear su cabeza, subió a una camioneta color negra blindada donde se acomodo a la mitad del asiento donde se agacho para sacar la katana que se encontraba escondida en la parte inferior, miró su teléfono móvil no contaba con señal inalámbrica torció el cuello fascinado, esa era la primer señal que necesitaba para corroborar sus dudas, el auto encendió motores, la caravana de autos avanzo por las calles vacías cuando lograron una notable distancia un repentino frenado capto la mirada del líder que trataba de hacer funcionar su comunicador.Varias motocicletas rodeaban la caravana provocando que se detuvieran al mismo tiempo dos autos que escoltaban a la camioneta principal explotaban debido a que bombas eran lanzadas en la parte inferior.
—Cobarde sal de una vez.— La voz del líder de la manada de motocicletas gritaba golpeando del auto blindado con una barra de metal logrando estrellar la carroceria.— Disparen hasta que despedacen al bastardo.
La balas golpearon aquella gruesa capa de metal las llantas explotaron causando una desviación en la trayectoria del vehículo, los vidrios comenzaron a colapsar para resquebrajarse mediante fuerza bruta lograron abrir una de las puertas donde descubrieron como el líder principal del clan estaba tranquilamente sentado con una enorme sonrisa en los labios,15 individuos conformaban el grupo de atacantes que con armas, cadenas, cuchillos se disponían a sacrificar a su presa, que extrañamente se encontraba solo en el interior del vehículo que terminó estrellándose con un muro.
—No me agrada esto.—Hablo un castaño a su jefe, quien chasqueo la lengua de pronto un grito desolador los sorprendió.—Es una maldita trampa.
En medio de los autos anteriormente explotados aparecían tres sombras que se movían rápidamente entre los motocicletas que en cuestión de segundos rebanaron sus cuerpos, una lluvia de disparos se desató, DaeHyun deslizo su katana fuera de su saya para saltar por la puerta y enfrentarse a sus atacantes desgarro la garganta del primer enemigo, continuó con el segundo, repelía las balas con la hoja de su arma mientras se deslizaba con una sobrehumana velocidad entre sus rivales, gotas de sangre salpicaron manchando su mejilla izquierda, cuando se ha perdido la empatía hacia el dolor del prójimo las personas pierden parte de su humanidad dejan de seres vivos y se convierten en mensajeros del infierno continuo con su carnicería abriéndose paso entre cuerpos de moribundos que eran rematados por Zico y sus dos acompañantes.
—Enserio creían que podían dañar a su amo.—El pelinegro hablo fuertemente levantando su katana hacia el líder de los vándalos.—Pequeños peones que son enviados hacer el trabajo de sus maestros, usados como carne de cañón.
El líder de ese grupo entendió que solo fueron los peones que sirvieran de botana para ser picada por el enemigo, nunca tuvieron la mínima oportunidad de terminar su misión con éxito, de hecho nunca hubo tan objetivo, cuerpos destazados cubrían las aceras de esa fría calle él era el único enemigo de pie, DaeHyun clavo la punta de esa afilada hoja de acero en el corazón, era claro que esa trampa solo fue un pequeño saludo de su enemigo que había despertado, el nuevo sonido de una motocicleta capto su atención volvió a elevar su arma pero la figura era distinta, arrugo su frente al descubrir quién era corrió rápidamente a su lado debido a que francotiradores comenzaban a disparar.
—Eres un idiota ¿Que haces aquí?.—Le reprimio el líder repeliendo con su katana los disparos.—Zico encárgate de llevar a Jae a un lugar seguro si algo le sucede las cabezas de tu equipo van a rodar.—Le ordenó, dos sombras aparecieron para encargarse de la seguridad del hacker que miraba sorprendido la escena.—Por cada rasguño que tenga uno de sus dedos desaparecerá.
DaeHyun se oculto entre las sombras que se creaban en los rincones de los muros para llegar a los francotiradores que se posesionaban escondidos en las terrazas de algunos edificios, YoungJae no pudo reaccionar debido a que fue escoltado por un numeroso grupo de hombres que se formaban para ser escudos humanos fue lanzado en el interior de una auto miro el chofer y al copiloto, que era el famoso Zico quien al notar una mirada en su persona le respondió con una sonrisa, el hombre le paso unos audífonos que rápidamente Jae se coloco, el sonido de los disparos no se lograba percibir se perdían entre las melodías de las canciones, cerro sus ojos, se repetía una y otra vez que se encontraba an un lugar seguro, aunque la escena fue impactante no entro en un ataque de pánico el encontrarse rodeado de los hombre del clan Jung lo tranquilizaba, fue entonces que su mente se sumergió en los recuerdos, las lagrimas de DaeHyun, sus gritos, la forma que le pedía perdón una y otra vez, se abrazo a si mismo el olor a sangre lo ahogaba.
“ —¿Por qué estas callado? —La bella mujer de cabellos rubios casi castaños le cuestionaba a su acompañante quien apretaba fuertemente las rejas que rodeaban una terraza.—Sé que te a sorprendido mi confesión pero necesito tu apoyo, eres mi hermano.—La chica rodeo por la espalda al rubio que miraba el paisaje que se lograba admirar desde el quinto piso.—Por favor contéstame muero de ansia por saber tu opinión.
—Creo que harían una maravillosa pareja.—El hombre se giro para mirar de frente a la chica.—Eres mi hermana pequeña, juntos crecimos en ese espantoso lugar, logramos superar los experimentos a los que nos sometieron en ese laboratorio del infierno, Cara si él es tu felicidad lucha por ella. —Tomo por la mejilla a la rubia para besar su frente.—Sé que DaeHyun siente lo mismo por ti.
La pareja se abrazo fuertemente, YoungJae repartió cálidos besos por esa brillante cabellera para él por muchos años esa niña fue su única familia, su motivo para luchar, para levantarse todas las mañanas y soportar el terror en el cual vivían agobiados, él también estaba enamorado de DaeHyun, su corazón fue conquistado por ese rebelde niño de molestos modales pero siempre supo que era cuestión de tiempo para que las dos personas que adoraba quisieran estar juntos fue un tonto al pensar que tenía una oportunidad.
—Ahora es tu turno debes confesar para quien son los chocolates. —La mujer cuestionó interesada, esa escena fue causada inicialmente por el fervor que tenia por saber el destinatario de esos chocolates caseros que su hermano había estado cocinando toda la mañana-—Me dijiste que se trataba de un amor no correspondido ¿Quién es él?
—Jepp Blackman.—Contesto rápidamente era el único nombre que cruzo por su mente.—Él nos rescato, nos dio un identidad y una familia, sé que jamas podrá verme de otra manera pero lo admiro y respeto, por favor nunca le digas a nadie.—Tomo las manos de su hermana.—Por favor que nunca, ni a DaeHyun le vas a comentar sobre mis sentimientos hacia el líder. —La mujer asintió para abrazarlo fuertemente.—Mi amor es unilateral, no sirve de mucho.”
DaeHyun corría por los largos pasillos de su mansión los sirvientes hacían reverencias al pasar por su lado pero el jefe no les prestaba atención ya que su mente se encontraba en saber sobre el estado de salud de su visitante, su boca se encontraba seca por la ansia de arribar a su objetivo cuando llego dos hombres hacían guardia, uno de ellos era su mano derecha quien abrió la puerta.
—Se encuentra bien, DaeHyun-sama—Zico hizo una ligera reverencia señalando con la cabeza al visitante que descansaba sobre una cama.— ¿Hubo prisioneros? ¿los interrogamos?
—No, no hay prisioneros quiero que investigues y que mates todos aquellos que estuvieron involucrados en el atentado asegurare que no hubo testigos que hayan visto el rostro de Jae.—Le ordeno adentrando a la habitación tomo la perilla y antes de cerrar la puerta.—Si algo le sucede no habrá muerte que sacie mi ira.—Zico asintió para sellar la entrada, el líder del Clan Jung dejo caer su katana al piso para caminar en dirección a la cama donde Jae encontraba mirándolo fijamente.— ¿Qué hacías en un lugar tan peligroso?
—Lo sabias ¿Verdad?.—Le cuestiono molesto saltando fuera de las cobijas para tomar un par de cojines y usarlos como arma encontrar del líder.—Sabias que te estaban tendiendo una trampa por eso saliste tan tarde de ese burdel de quinta.—El mayor trataba de cubrirse pero al hacker tenia muy buena puntería. — Sabes lo preocupado que estaba, era una maldita trampa tan bien armada, eres un estúpido, un idiota, un cabeza hueca, un niño llorón.
El líder se quito las sandalias que llevaba puestas para saltar encima de la cama para sujetar a su atacante, el hacker comenzó a golpear el pecho del líder quien emitió una enorme sonrisa trato de sujetar a su enemigo así que le aplico una llave de judo para que ambos cayeran, Jae había salido de su escondite para prevenirlo de la trampa esa idea sacudía su frío corazón, una pequeña llama se encendía sumerigiendole en un dulce calor sujeto de las muñecas al pelinegro para acercar sus labios pero el menor alejo su rostro.
—¡¿Me vigilabas? .—Le cuestionó coquetamente levantando sus cejas de forma sensual.— Mi pequeño belly Jae estaba celoso, eres tan adorable .—Trato de pellizacar esas morenas mejillas pero el menor se liberó de la llave abruptamente.—Yo soy quien controla esta zona, nadie respira sino lo ordeno jamás me lastimaran en mis terrenos.
—Tenía miedo que algo te sucediera.—Admitió dándose por vencido al notar como lo abrazaban por la espalda.— No puedo perderte también a ti .—Lo dijo en un suspiro casi inaudible.—Cara nunca me lo perdonaría.
La manos de DaeHyun tomaron ese bello rostro por la barbilla para acercar esos labios a los suyos, los beso al inicio delicadamente pero el ritmo aumento con salvajismo introdujo su lengua saboreando esa esencia a té verde, las manos de YoungJae se deslizaron de forma ascendente por los hombros del contrario hasta llegar a su cabello donde sumergió sus dedos por esas hebras negras, la falta de aire finalizó con el beso pero no detuvo el ataque, gruesos labios fueron abriendo paso por un largo cuello color canela, pequeños machones rojos aparecieron, sus miradas se cruzaron fue entonces que un golpe detuvo la actividad, Jae le daba una patada a su compañero en medio de sus piernas.
—No me has explicado que hacías tan tarde en ese tugurio de mala muerte.—Le grito enfadado el menor mirando como su compañero se retorcía de dolor a su lado.—No soy como tus niñas que un beso me basta así que es mejor que vayas pensando que excusa o respuesta me vas a dar.
Otro sitio.
Gritos desgarradores invaden la calma de una vieja edificación, el edificio que antiguamente era una maquiladora que se encargaba de la creación de vestimentas y ahora convertida en un hogar para drogadictos sus muros se cubrían de un color carmín, un ligero río de sangre se va formando en el piso, el liquido escarlata escapa por las coladeras, los cuerpos inertes de seres humanos se van apilando, el hueco golpe de un bat estrellando con un craneo capta la atención de los presentes, los dueños de la zona K terminan el trabajo solicitado de sus compañeros del Clan Jung, con esa masacre queda más clara su reciente alianza.
—Es una pena que Dae no esté interesado en conocer el autor intelectual de este atentado.—Comentó un joven de cabellos color plata que elevaba su bat metálico por los aires, simulando golpear una bola ficticia.—Él solo quiere ver rodar cabezas y debo seguir los deseos de mi socio.—El hombre volvió a estampar su bat en la pierna de un de los detenidos, huesos rotos fue el sonido consecuente del ataque.—Te voy a matar pero quiero saber antes quien esta tratando de matar al líder de los Jung.
—Ustedes saben quien es mi jefe.—Le escupió el malherido joven que era sostenido por RapMon y Hoon—Sabían que el hermano mayor de JR vendría por venganza, ustedes mataron al líder de NU’EST y eso Taecyeon nunca se lo perdonará, él está seguro que el robo fue una trampa, un motivo.
JongUp asintió a la confesión, les resto importancia por ello sin el menor rastro de conciencia volvió a elevar el bat metálico para golpear la cabeza del hombre, una fractura cruzo el cráneo de esa desdichada alma, el líder de la zona K ordenó al resto de sus aliados a sumergir en llamas el sitio, ya suficientes cadáveres la policía iba a levantar en la calle del atentado como para darles más trabajo, el hombre saco su móvil para comunicarse con su socio pero la llamada nunca se completo debido a que Dae desconecto la linea, señal de no querer ser molestado .