Tainted Love
Por Katsumi Kurosawa
Capítulo 1
Sueños
Esa tipa quiere todo de mí. No voy a dárselo, pero me halaga que me coquetee de este modo.
Su cabello es castaño, corto… no tan corto como un hombre, pero me recuerda a Jiyong, en definitiva.
Jiyong…
Llevo la copa a mis labios y la bebo hasta el fondo. Ya era hora de terminar esa absurda velada en la cual le daba alas a esa pobre mujer gracias a mi frustrado deseo por uno de mis compañeros en Bigbang, los cuales están en la pista de baile, ebrios y vigilados por nuestros managers.
Al terminar la copa puedo ver polvo blanco en el fondo.
Pero qué mierda…
─Tú le has puesto algo a mi bebida… ─digo incrédulo y ella abre los ojos desmesuradamente para intentar negarlo, pero su nerviosismo la ha hecho flaquear.
─Me largo ─le digo ofendido y voy con mi manager que me ve asustado.
─ ¿Pasa algo, Seunghyun? ─pregunta dándome un abrazo preocupado.
─Esa perra puso algo en mi bebida. Llévame a casa… ─le confieso y me apoyo en su hombro.
Estoy ebrio.
Y aparentemente, drogado. Sea lo que esa tipa puso en mi vino.
El mánager, quien es un hombre regordete y bonachón, me arrastró entre la multitud para del modo más discreto llevarme a una de las camionetas de YG.
Iba a dejarme en la casa…
─Mañana te haremos unos estudios, Seung… esa mujer pudo haberte puesto algo que podría destruir tu carrera ─comenta con el ceño fruncido.
─Ya ni siquiera recuerdo su cara… ─admito con una sonrisa. Comienzo a sentirme muy mareado.
No sé si es por el alcohol o por eso que la mujer me puso en el vino. Cierro los ojos para descansar en mi asiento. Escucho hablar a mi manager con el de Jiyong.
Al parecer se ha sentido mal y lo llevaron a casa. Bien, no estaré sólo al menos si me da un ataque o empiezo a alucinar o lo qué mierda me dé con esa cosa.
El manager me deja después de hacerme cuarenta mil preguntas. Sólo quiere asegurarse de que estaré bien, pero qué puede pasarme en el apartamento de Bigbang.
Sé que Ji está en su habitación. Llegó cinco minutos antes de mí según mi manager, pero al parecer se fue directo a acostar por el cansancio.
Es raro porque Jiyong adora ir de fiesta…
Siento calor.
Tomo un vaso de agua.
Tomo otro.
No se va.
El clima en el apartamento según el medidor de temperatura, es agradable así que no entiendo esta reacción mía.
De pronto me encuentro jadeando.
Me da una risa tonta.
Muy tonta y veo todo borroso.
Seguro me quedé dormido en la sala.
Cuando la puerta de Jiyong me golpea la cara, me doy cuenta de que en verdad me quedé dormido porque no pude haber caminado hasta ahí sin darme cuenta así y ahora estoy disfrutando de otro de esos sueños en los que mi Ji aparece en una cama, dispuesto a complacerme.
¿Cuántas veces he soñado lo mismo?
Con todos sus distintos tonos de cabello. Lo he soñado con todos ellos y en todos mis sueños me lo follo sin piedad ya que no puedo hacerlo en persona, Ji parece homosexual pero no lo es… y está con esa zorra de Mizuhara que estoy seguro le pone el cuerno en Japón.
Mientras, yo muriendo de amor por él.
Mientras, yo muriendo de lujuria por él.
Estoy parado frente a su cama.
Se ve precioso ahí, tirado como si su manager simplemente lo hubiese aventado a la cama.
Le acaricio las piernas blanquecinas que están descubiertas gracias a que sólo viste boxers y una camiseta blanca.
Ji no se mueve.
Es como otro de esos sueños enfermos en donde le reviento el orto a mi adorado Jiyong y él ni se inmuta. Un amigo me dijo que esa es una clara señal de mi subconsciente que me indica cuánto me frustra amar a este desgraciado con tanta fuerza y que él no me corresponda.
Me da rabia…
Me consume…
Esa golfa de Mizuhara se atrevió a amenazarme años atrás.
Antes de amenazarme le dijo que los rumores incómodos de la homosexualidad de GD&TOP durante sus promociones acabarían con la compañía y Yang… Yang estuvo de acuerdo por lo que evitó que hiciéramos come back como sub unidad durante cinco años.
Nos prohibió hacer fanservice también así que cambiamos de parejas.
Y entonces llegó a mí diciéndome que no era estúpida. Que era obvio que yo estaba que quemaba la puta agua por Jiyong… y que me alejara de él porque no era un desviado… como yo.
Estás loca, Kiko
Le dije riendo y me fui. Sin embargo, no tuvo idea de cuánto he llorado porque ella… no dice nada más que la verdad. Llevo años enamorado ciegamente de Jiyong.
Todo está lleno de neblina, como es natural en mi sueño.
Mi pene está muy erecto y hasta duele.
Ha pasado antes.
El cerebro es una puta máquina perfecta que puede hacernos creer que el más sencillo sueño puede ser real.
Como esos en los que vas al baño y meas de lo lindo y de pronto algo no se siente bien y abres los ojos en tu cama. Tu cerebro hijo de puta te jugó una pasada y llevó tu más profundo deseo a la realidad, pero la realidad no era… real así que te measte en la cama.
Algo así me pasa con Jiyong.
Estoy más que acostumbrado.
Le quito la ropa.
Su respiración es tranquila, como la de un niño.
Me siento como un puto pedófilo, pero qué más da, yo quiero follarme a ese niño. Reprimo demasiados impulsos en mi vida diaria.
Lo acaricio, le quito la camiseta blanca. Jiyong ni se inmuta y yo jadeo temblando por la pura excitación que me provoca tenerlo así, aunque sea sólo un sueño.
Mis dedos recorren todos los centímetros posibles de su piel suave. Debo admitir que mi cerebro se ha lucido esta vez con la textura de su piel y su olor. Desde nuestro come back con Zutter recordé lo que era tocar su piel, oler su perfume, bien jugado cerebro.
Ahí está boca abajo, mostrándome sus nalgas y durmiendo como un tronco. Estoy cansado, no quiero llenarlo de besos como siempre, no quiero lamer hasta el último rincón de su cuerpo como siempre, sólo quiero meter mi polla en su culo y ya…
Me desnudo. Sacudo mi polla un par de veces aprovechando el líquido preseminal y la llevo a esa pequeña hendidura, acariciándola y logrando aflojarle un poco para apenas meter la cabeza.
Él se retuerce pero no despierta.
Vamos a fingir que Ji me responde. Vamos a fingir que el Ji del día de hoy va a pelear al sentir su culo profanado.
Levanté ambas manos del lánguido cuerpo sobre su cabeza para sostenerlas con fuerza y mi pene ya en el punto exacto, simplemente me hundo entre sus nalgas llegando hasta el fondo.
Y la puta madre.
Estaba riquísimo.
Apretado, caliente. Mi pene no puede soportarlo así que lo embisto como un bruto y escucho su voz melodiosa llamarme.
─ ¡HYUNG! ─oh sí, dilo… dilo más fuerte mientras te cojo…
Siento que quiere girarse. Gracias cerebro, hoy vienes con efectos especiales y maldita sea es genial.
Aquellos ojitos chocolate alcanzan a girarse y verme con horror.
Soy tu puto amo Jiyong, ya deberías saberlo.
─Para hyung… duele… por favor… detente… ─ él lloriquea. Sí, suplica… pero nadie va a oírte ji, como tú nunca has oído mi corazón latiendo por ti.
Me importa una mierda, la verdad.
Ahora quiero probar su piel y lo hago. Una capa de sudor cubre su piel y yo la devoro, chupo, muerdo. Me encanta su hombro así que lo mordisqueo.
Tomo sus manos con una sola mía para juguetearle las nalgas y asegurar su cadera, voy a metérsela con otro ritmo. Él gime, grita, patalea y en un sentido muy retorcido, me encanta… por fin lo domino, por fin es mío… SÓLO MÍO.
─Hyung… detente… detente… por favor…
Quiere escapar de mí.
No lo hagas, bebé. Nunca.
Lo jalo, lo mantengo en la misma posición. Está en cuatro. Siento que soy Dios porque tengo una fuerza bruta que lo domina como siempre he querido.
Lo tomo de los cabellos para que me mire con esos bellos ojos llenos de lágrimas y la boca entre abierta.
Mírame bien Kwon Jiyong. Mírame bien que soy yo quien te está cogiendo como te mereces.
Gruño del puro placer y lo suelto.
Quiero que intente escapar. De nuevo lo hace y yo me aferro a sus caderas metiendo y sacando mi polla lo más duro que puedo mientras él grita y se aferra a sus sábanas blancas.
Pero como está libre lo sigue intentando y yo hundo su omóplato en el colchón para dejarlo con el culo al aire y la mitad del cuerpo recostado.
Al parecer lo hice fuerte. Se aturde y es mi oportunidad al sentir el cosquilleo en mi cuerpo avisándome que estoy próximo a venirme.
Le doy la vuelta y pongo sus piernas en mis hombros. Alcanzo a ver mi polla ensangrentada, me da igual, la vuelvo a meter y él como drogado sólo me observa follarlo.
De pronto grita y su vientre se llena de semen. Su semen caliente que es evidencia de todas las veces que le toqué la próstata.
Es mi turno así que me inclino hacia él con intención de besarlo. Pero no lo hago… en mis sueños jamás lo beso.
Porque sé que sus labios son algo que nunca he probado y no quiero que despertarme al darme cuenta de que eso es falso.
Sólo lo miro.
Parece un muñequito de trapo con los ojos llorosos y una expresión corrompida.
Mírame Jiyong… mírame como te cojo… voy a llenarte como a mi pavo en navidad… voy a marcarte como mío… eres mío… sólo mío…
Y exploto.
Exploto con todo lo que hace tiempo he estado guardando y me río… sí, gimo de placer cuando mi miembro tiene espasmos y me muevo al ritmo de ellos.
Vaya sueño. Me recuesto y lo abrazo.
Eres mío Jiyong. Sólo mío… aunque sea en mis sueños.
Y todo se vuelve negro.
Hasta que la luz de la mañana me despierta. Me duele la cabeza, me mata el dolor así que me decido a levantarme por una aspirina.
Y oh… sorpresa.
No estoy en mi habitación.
No estoy solo.
Nunca estuve solo…
─Dios, NO…
Veo a Jiyong desnudo envuelto en las sábanas. Estoy en su habitación. Estoy desnudo también por lo que al hincarme y ver sus sábanas manchadas de sangre entro en shock.
Esto no puede ser…
─No fue un sueño… maldita sea no fue un sueño… ─los flashbacks de su rostro angustiado, de sus gritos doloridos, de sus intentos de escape, de sus lágrimas… todo me golpea como un camión y mis ojos se humedecen.
Yo no soy así…
Yo no soy así…
¡No soy así!
Yo no quería hacerle daño, sólo era una efímera fantasía que tengo en sueños, yo en verdad no…
Él se remueve entre las sábanas y abre los ojos lentamente para mirarme horrorizado. Lo recuerda. LO RECUERDA TODO.
Me arrebata la sábana y se cubre todo el cuerpo como si temiera que lo ataque.
─Dios, Jiyong, Dios… Dios… ─busco mi ropa por toda la habitación y me la pongo a la velocidad de la luz repitiendo el nombre de Dios en vano y hago lo único que me pasa por la mente─ Lo lamento…
Me mira con odio.
Sus ojos están llenos de lágrimas.
La he cagado. He violado al amor de mi vida… y si llegué a tener oportunidad alguna vez, ahora menos la tendría.
Antes me conformaba con su amistad.
Ahora ni eso tendré…
─En verdad lo siento… yo… no sé lo que me pasó… ─y era verdad, no tengo idea de qué sucedió o por qué no pude distinguir la realidad del sueño─ Yo… ─pero callo. No hay argumento que pueda regresar el tiempo e impedir que violara al amor de mi vida.
Huyo de su alcoba.
Me doy un baño y desnudo me hago bolita en mi cama repitiendo en mi cabeza una y otra vez las escenas de sexo salvaje en las que Ji sólo pide que me detenga.
Soy un grandísimo hijo de puta.
Lloro…
Lloro en silencio.
─Top-hyung ¡El desayuno está listo! ─Youngbae toca a mi puerta y yo sólo respondo con un gruñido.
No puedo.
No puedo bajar y puedo explicarles a todos… que he violado al miembro más valioso de Bigbang.
Mucho menos enfrentar a Jiyong después de lo que le hice…