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Love Me Harder por LaXy

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Notas del capitulo:

 

A leer~

 

 

Capitulo II 

::Rain::

 

—Maldito Hoseok, maldito libro, maldita estatura. Los odio a todos, incluyéndome a mí — las palabras resentidas de Jimin podían ser escuchadas por casi todos los presentes en la biblioteca, algunos reían por ver al chico estirándose para tomar el libro, otros simplemente pasaban de él.

Jimin volvió a renegar de todas las personas que pasaban y no le bridaban una mano. Qué no podían ayudar a alguien enano en problemas. Apretó sus dientes para suprimir un grito desesperado y se volvió a alzar en puntillas para alcanzar el libro.

—¿Puedo darte una mano? — Jimin dejó lo que estaba haciendo para mirar a la persona que le hablaba.

Su ceño se frunció en confusión al ver a Jeon Jungkook parado a un lado del estante. ¿Acaso debía preguntar para saber que sí necesitaba la ayuda? Jimin se reprochó mentalmente, su yo interno  se palmeó la frente.

Jeon Jungkook era un año menor que él, estaban en la misma clase extra que Jimin había decidido tomar meses atrás. El bello pelinegro con sonrisa amable y rostro de niño no rondaba mucho por su círculo social, si es que tenía alguno. La vida social era tan abundante como su amor por despertar en las madrugadas entre gritos y jadeos.

A  pesar de ser un año menor, Jungkook era uno de los chicos más populares, al lado de Hoseok y Taehyung, por lo mismo no rondaba mucho en los gustos en cuanto a amigos se refería, de Jimin. Taehyung era diferente porque estaba con Yoongi, y Yoongi daba suficiente miedo como para tener alejadas a muchas personas que acechaban a Taehyung.

Claro, Jimin no olvidaba que era realmente malo para hacer nuevos amigos desde tres años atrás. En verdad que sí había perdido muchas cosas desde entonces. En lugar de progresar, Jimin parecía que sólo sabía caminar hacia atrás.

 Sabía que le estaba regalando una mala mirada a Jungkook, pero aun así, el menor se acercó y estiró su brazo para bajar el libro que Jimin tanto necesitaba. Una vez que estuvo entre sus manos, se lo extendió a Jimin, acompañado de una sonrisa amistosa.

En lo que cabía, Jimin había observado un poco a Jungkook, lo suficiente como para asegurar que era diferente a Hoseok. Aunque el menor era muy famoso en la escuela, el pelinegro resaltaba por una sencillez que atraía a cualquiera.

Pero había una razón más por la cual Jimin no se acercaba a Jungkook…

—Jungkook, por qué tardas tanto.

Ahí estaba la razón del por qué no se molestaba en hablarle a Jungkook…

Jimin rodó los ojos al ver a Seokjin acercándose hacia ellos.

Kim Seokjin, el segundo idiota ante los ojos de Jimin, casualmente pareja de Jungkook, y mejor amigo de Jung Hoseok. He ahí la razón del por qué no conversaba en nada con el pelinegro.

En sí, Seokjin nunca le había hecho nada a Jimin, ni siquiera iban en el mismo salón de clases. Jin era dos años mayor que Hoseok, así que estaba en un grado más adelantado al igual que Yoongi; pero Jimin guardaba extrema precaución con Seokjin por ser el mejor amigo del idiota número uno.

Jimin dio un paso atrás, ya con el libro entre sus manos, al ver a Seokjin acercándose más a ellos. Vio las mejillas de Jungkook colorearse con un tono rojo manzana al ser abrazado por la cintura. Seokjin le susurró algo al oído, Jungkook sonrió y negó despacio.

—¿Eres el compañero de clase de Hoseok, verdad? — ¡Mierda, mierda! Tenía que salir de ahí ahora mismo.

Jimin abrió y cerró la boca varias veces, seguramente viéndose y quedando como un completo idiota al balbucear cosas sin sentido, pero en verdad no quería entablar conversaciones innecesarias con Seokjin.

Apretó los dos libros entre sus brazos antes de hacer un ligero movimiento con su cabeza, asintiendo a la pregunta de Seokjin.

—Gracias por la ayuda, Jungkook…

—De nada, Jimin.

La sonrisa de Jungkook fue lo último que Jimin vio antes de salir corriendo de los estantes y llegar con la encargada de la biblioteca para pedir los libros.

«

Exijo venganza, Jung Hoseok, esto no se quedará así» pensó.

 

 

—Hoseok, fuiste muy cruel — regañó Jungkook con su ceño fruncido y sus brazos cruzados firmemente sobre su pecho. Hoseok estaba sentado en una de las gradas, con la mirada perdida en sus zapatos, recibiendo el regaño de Jungkook sumisamente.

—No pude evitarlo — murmuró como un niño de seis años recibiendo un regaño de su madre.

—No sé por qué eres mi primo, Hoseok.

Hoseok bajó aún más su cabeza, creando una cortina de cabello castaño cobrizo, ocultando su rostro de Jungkook. Sonrió. Aunque su primo lo regañase cuanto quisiera, nadie le quitaba la dicha de haberle hecho eso a Jimin.

 

 

El fin de semana llegó y se fue velozmente, Jimin tenía unas pronunciadas ojeras bajo sus ojos, producto de las interminables pesadillas que lo acosaban noche tras noche, despertándolo en medio de gritos, llanto y sudor.

Estaba estresado, cansado tanto mental como físicamente, se sentía al bordo de la histeria; como todos los años, se alejaba de Taehyung y Yoongi para no tener peleas innecesarias con ellos. Sabía que estaba muy susceptible por las primeras fechas de diciembre, pero era algo que no podía evitar.

Sentía que explotaría con cualquier provocación. Cansado o no, era más fácil de provocar. Jimin lo sabía, pero no se podía permitir faltar a clases en los últimos días. Él no era de los que huían.

Al abrir la puerta de su salón, encontró la misma vista de todos los días: Hoseok, sentado en la banca después de la suya, con las piernas estiradas y los ojos cerrados. Jimin entrecerró los ojos, siempre había algo de Hoseok que lo cegaba; era como si el chico trajera brillos incluidos.

Bufó… Como si ser guapo no era más que suficiente, tenía que ser como una jodida campanita.

Soltó otro bufido antes de acomodarse la mochila sobre su hombro y caminar con paso firme a su asiento. Ignoró la mirada que Hoseok le regaló en cuanto lo sintió acercándose a su banca de siempre.

Jimin estrechó sus ojos en cuanto un papel hecho bolita voló desde atrás y cayó en su banco. Sabía de quién venia, pero no sabía si era buena idea abrir y leer el papel. Suspiró y decidió echar un ojo.

«¿Listo para comenzar con la tarea pendiente?»

Jimin rodó los ojos. ¿Cuál era la prisa?

«No. Te jodes y te esperas hasta que yo quiera»

Hizo bolita el papel y lo aventó hacia atrás, sabiendo que Hoseok lo atraparía en cuanto lo viera venir. Escuchó una risa melodiosa a su espalda, pero la ignoró como siempre solía hacerlo.

Jimin suspiró pesadamente al ver el mismo papel rebotando sobre su banca nuevamente. Cansado, lo tomó entre sus manos y lo abrió con la pereza y lentitud más grande del mundo. El pelirrojo se sentía peor que una tortuga, tenía sueño y quería regresar a casa con Chanyeol.

«Genial, entonces hoy, saliendo de clases, te veo en la biblioteca ;)»

«¡Yo nunca dije eso!»

Jimin frunció el ceño y aventó de regreso el papel. El papel volvió a él en cuestión de segundos. En él, sólo había dos palabras y una carita feliz mal dibujada.

«Está hecho»

 

 

—Tiene un déficit de atención severo — gruñó Jimin, picando su comida. Taehyung rió por lo bajo y metió un pedazo de fruta picada en su boca.

Jimin llevaba diez minutos quejándose con Yoongi y él, sobre lo malo que era tener a Jung Hoseok como compañero de trabajo, y lo pésimo que era hacer un proyecto tan extenso él solo. Él sólo podía reírse de la desgracia de Jimin mientras que Yoongi se dedicaba a ignorarlo de forma olímpica.

Quizá Jimin estaba siendo muy severo con Hoseok al tratarlo así, o en verdad tenía serias razones para hacerlo. De todas formas, Taehyung pensaba que Jimin estaba sobre reaccionando con respecto al proyecto final de su clase.

Jimin murmuró una nueva ofensa contra su profesor y para Hoseok. Picó una vez más su comida antes de meter  un poco de pasta a su boca y masticarlo sin ganas. La comida estaba simple, igual que siempre.

—Hola, Jimin — Jimin levantó la mirada y vio a Jungkook acercándose a ellos con una sonrisa amable en su rostro y un vaso de malteada en una de sus manos. Jimin lo siguió con la mirada hasta que el menor llegó a un lado suyo.

—Jeon Jungkook — respondió Jimin en respuesta, con cierto tono de sorpresa en su voz.

No esperaba que Jungkook se acercara a él después del incidente con el libro, en la biblioteca. Una vez más, maldijo en voz baja a Hoseok.

Jungkook parecía tener una sonrisa amable en su rostro, a diferencia de Hoseok; Jimin no sabía que pensar, una parte de él deseaba hablarle a Jungkook, pero la otra le decía que era mejor mantener distancia.

—Almuerza con nosotros, Jungkook — ofició Taehyung de manera amistosa. Jungkook dio un salto y miró a Jimin por un momento.

—¿Puedo?

Jimin deseó poder decirle que no, pero el menor lo miraba con ojos brillosos e iguales a los de un cachorro mojado. No podía decirle que no, o quedaría como el villano, Taehyung le echaría mierda encima y Yoongi le reprocharía sobre lo malo que fue con el bello pelinegro.

Si Taehyung le tiraba mierda, y  Yoongi no estaba para frenar a Taehyung y apoyarlo, estaría más que acabado. Necesitaba a Yoongi para parar a Taehyung. Resignado, se dio cuenta que no tenía más opción que decir que sí.

—Claro, como quieras — dijo finalmente.

 

En el poco tiempo que duró el almuerzo, Jimin descubrió un par de cosas interesantes de Jungkook; como que era el jefe de la clase que compartía con Taehyung, era un año menor que Taehyung, era novio de Kim Seokjin desde un año atrás, aunque eso ya lo sabía.

Jungkook tenía un primo, del cual hablaba mucho. Vivía prácticamente solo ya que sus padres viajaban la mayor parte del tiempo. Jimin casi habría jurado que la vida del pelinegro era un lecho de rosas.

Taehyung y Jungkook parecían ser muy amigos, ya que habían hecho un par de bromas entre ellos. Risas a las cuales Jimin no se sumó, y Yoongi  parecía sumamente irritado con la presencia de Jungkook. Jimin se extrañó, Yoongi se irritaba con casi cualquier presencia escandalosa, pero Jungkook no era escandaloso o molesto; aun así, su amigo parecía irritado.

Cuando la alarma sonó, Jungkook se apresuró a levantarse de la silla, murmuró una despedida para Jimin  y Yoongi, volvió a reír con Taehyung, pero no se despidió del mayor, alegando que lo vería después en clases. Yoongi bufó y rodó los ojos en cuando Jungkook se alejó de ellos.

Jimin ladeó su cabeza, más que confundido. Definitivamente nunca terminaría de entender a su amigo.

—¿Cuál es tu maldito problema, Yoongi? — reclamó Taehyung, girando su cuerpo hacia el chico. Su ceño fruncido denotaba irritación por la actitud de su novio.

Jimin miró la molestia de Taehyung y el desinterés de Yoongi. Llevó su lata de jugo a su boca y observó cada acción por parte de ambos con los ojos bien abiertos. Si se levantaba ahora, Yoongi le gritaría un «Ándate» y Taehyung lo obligaría a quedarse sentado en donde estaba.

—No tengo ningún maldito problema, Taehyung, déjame en paz.

Jimin pasó un trago de su jugo, expectante a todo. Taehyung tomó una bocarada de aire y cerró los ojos, seguramente contando hasta diez y pidiendo paciencia por la respuesta de Yoongi.

Las peleas de ellos parecían ser más constantes con cada día que pasaba. Aunque Jimin no quisiera aceptarlo, Taehyung y Yoongi estaban mal desde dos años atrás, desde el accidente.

Quizá Taehyung y Yoongi querían dejar las cosas y cada quien ir por su lado, pero no lo hacían por Jimin. Las pechas finales de noviembre y las primeras semanas de diciembre eran las más difíciles para Jimin, sus amigos lo sabían y estaban ahí para él.

—Pareces tirar mierda por los ojos, Yoongi, no me digas que no tienes nada — volvió a decir Taehyung.

Para la sorpresa de Taehyung, Yoongi golpeó la mesa con sus manos. Jimin dio un salto y se agachó para tomar su mochila, ellos necesitaban hablar asolas y en un ambiente más tranquilo o cosas malas comenzarían a suceder.

—¡Dije que no y es no!

Taehyung le dio una mirada impasible a Yoongi. Imitó la acción de Jimin y se levantó, sin mirar de más a Yoongi, su pronunciado ceño fruncido fue cubierto por su cabello al ponerse de pie y comenzar a caminar rumbo a la salida.

—Pues háblame cuando madurez un poco más.

Jimin se levantó, sería imposible hablar con su amigo si estaba así.

 

 

Genial, lo que faltaba para que el día fuera una pesadilla entera: que lloviera.

Jimin levantó la mano y dejó que el chorro de agua empapara su mano. Observaba el agua que chocaba contra el asfalto, desde la entrada de la escuela, siempre le había gustado mirar los días lluviosos acompañado de unos brazos rodeándolo desde la espalda.

Ahora que miraba la lluvia caer, no había nada de gusto, sólo un triste hueco en su pecho y una nostalgia que parecía no querer irse aun después de dos años.

Había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba parado ahí, mirando el agua mojar todo a su paso. No le molestaba estar así, abrazándose a sí mismo y con la mirada perdida en cualquier lugar. Un suave toque en su hombro lo hizo mirar a un lado.

—¿Quieres una mano? — preguntaron a un lado suyo.

Jimin miró a Jungkook con una sonrisa en su rostro. ¿Por qué siempre aparecía cuando necesitaba ayuda con algo?

—No, voy a la biblioteca en realidad — respondió con una sonrisa en sus labios. Jungkook volvió a sonreír. Era la primera sonrisa que Jimin le dedicaba a él, lo había notado y lo consideraría como un avance.

—Muy bien.

Jungkook se apresuró a ponerse su suéter y la capucha, cubriendo su cabello negro y lacio con ella. Extendió a Jimin el único paraguas que tenía, el pelirrojo lo observó sin entender nada a lo que el menor volvió a reír.

—Tómala — dijo en tono amable —. La vas a necesitar para llegar hasta haya sin mojarte.

—Oh, no, así estoy bien — respondió Jimin, negando con su cabeza, extendiendo la mano para regresar el paraguas. Jungkook negó y regresó la mano de Jimin.

—No te preocupes, Jin pasara por mí.

Antes de que Jimin respondiera algo a las palabras de Jungkook, un todo terreno se estacionó frente a ellos. La pintura negra impecable casi impresiona a Jimin.

Seokjin bajó del todo terreno y se encaminó hacia ellos, sin importarle que el agua comenzara a mojar su ropa sencilla y su gorra que le cubría la cabeza. Con sus pasos tranquilos, el agua se le hacía indiferente.

Subió los escalones y quedó frente a Jungkook. Se quitó la gorra y sonrió al menor antes de rodear su cintura, murmurar un Hola a Jungkook y besar castamente sus labios. Tomó su mano y entrelazó sus dedos cuando se alejó de los labios del menor y se volvió a Jimin. 

—Hola Park — musitó con su voz dulce. Se volvió a Jungkook —. ¿Nos vamos, cariño?

—Claro.

—¿Jimin, quieres un aventón? — la pregunta de Seokjin impresionó un poco a Jimin.

—No, me dirijo a la biblioteca.

Seokjin dio un paso atrás y frunció el ceño, miró a Jimin mientras parecía pensar en algo. Chasqueó sus dedos y se rió en voz alta. Jungkook y Jimin lo miraron sin entender mientras el mayor de los tres se quitaba la gorra con su mano libre.

—¿Tú eres el compañero de trabajo de Hobi? — preguntó en tono divertido. Jungkook se giró a Jimin.

—Eso explica el incidente con el libro en la biblioteca.

Jimin sonrió apenado por ello. No era que todos los días un loco se ponía a maldecir a una persona a media biblioteca escolar, ignorando los llamados de atención y las miradas burlonas de muchas personas.

Sacó su móvil y miró la hora. ¡Demonios! Se le había pasado volando el tiempo y ahora iba cuarenta minutos tarde, Hoseok lo colgaría por el retraso y le volvería a hacer otra broma de mal gusto.

—Me tengo que ir — se aceró para darle un ligero y rápido abrazo a Jungkook, apenas logrando ser correspondido por el menor —. Voy tarde.

—Espera, Jimin.

Jimin detuvo sus pasos y se giró para mirar a Seokjin. Cerró sus ojos al sentir que el mayor colocaba su gorra de los Dallas Cowboys en su cabeza. Miró al chico, confundido, recibió una sonrisa como respuesta.

—Es de la suerte.

Jimin sólo atinó a regresar la sonrisa, sin muestras sus dientes. Se imaginó que, al igual que con el paraguas, recibiría una negación en caso de que quisiera regresar el regalo por parte de Seokjin.

Murmuró un «gracias» antes de volver a su camino y abrir el paraguas de Jungkook.

Al llegar a la biblioteca, se encontró con Hoseok sentado en la entrada, con sus manos recargadas en sus rodillas y con un gesto de puro aburrimiento. Jimin se mordió el labio al pensar en lo que el castaño le podría decir.

Subió rápidamente los pocos escalones que faltaban y se acercó con unas largas zancadas hasta el mayor. Cerró el paraguas y se colocó mejor la gorra de los Dallas que Seokjin le había dado.

Jimin abrió su boca para decir algo, alguna disculpa que lo salvara del mal humor de Jung Hoseok, pero parecía que su garganta se había tragado todas sus palabras y su cerebro era incapaz de decir algo más haya de puros balbuceos sin sentido.

Se detuvo al ver que el castaño levantaba la mirada para fijarla en él. Se sintió ligeramente perdido al ver aquellos ojos de color de la obsidiana. Hoseok soltó un suspiro y se levantó. Jimin abrió su boca.

Hoseok estaba completamente mojado. Algunos mechones de su cabello castaño cobrizo estaban pegados a su frente y se veía más oscuro que su color habitual. Su piel se veía ligeramente más pálida y su camisa de manga larga se ceñía a su pecho y marcaba su cintura y su cadera estrecha.

Sin poder evitarlo, los ojos de Jimin vagaron y parecieron disfrutar de la vista que tenían frente a él.  Pasó saliva y relamió sus labios, no quería verse afectado por la vista de Hoseok, su Némesis, de esa forma, pero sabía que estaba fallando miserablemente.

Vio al mayor rodearse a sí mismo en busca de calor, claro, si estaba completamente mojado de pies a cabeza. Cómo no tendría frio. Jimin se sonrojó al ver que la camisa se pegaba a los brazos de Hoseok y le permitía una vista clara. Volvió a pasar saliva.

Dejó a un lado el paraguas y se apresuró a quitarse su sudadera, quedándose en su camisa ligera, el frio lo hizo estremecerse y se preguntó por qué estaba haciendo eso por Hoseok, pero la respuesta no llegó a su mente por más que deseó encontrarla.

—Toma — Jimin extendió la prenda y rompió el silencio.

Hoseok miró la sudadera que le extendía Jimin y abrió sus ojos con un ligero brillo de sorpresa en ellos. ¿Debería tomar la sudadera o quedarse con el frio congelando sus huesos?

—Gracias… supongo — respondió mientras tomaba la sudadera.

Frunció el ceño. Sería lo mismo si se la colocaba sobre su camisa mojada, y terminaría nuevamente con frío y pescaría un resfriado de muerte.

—¡¿Qué diablos haces?!

Hoseok se detuvo al escuchar el casi grito de Jimin. Quiso reír al que el pelirrojo se cubría los ojos con sus manos y trataba de ocultar su cara sonrojada entre sus manos. La acción de Jimin le pareció extrañamente tierna a Hoseok.

—Debo quitarme la camisa mojada para no volver a empapar tu sudadera, genio.

Jimin quitó sus manos de su cara al escuchar la respuesta. Si era idiota, por qué no pensó en eso antes. Miró a Hoseok hacer un mohín antes de agacharse a tomar su mochila botada en la pared de la biblioteca.

Jimin no evitó que sus ojos vagaran por la porción de piel que se dejó ver cuando Hoseok tomó su mochila. La sudadera era quizás un poco pequeña para él a comparación de la estatura de Jimin, pero admitía que se le veía bien a Hoseok.

—Vamos, Jimin — la voz de Hoseok lo regresó a su situación actual. Lo miró por unos segundos antes de preguntar.

—¿Ir a dónde?

—Bueno, estoy mojado, quiero ponerme ropa seca, tomar una taza de chocolate caliente, y envolverme en una cobija caliente — respondió Hoseok, confundiéndolo más —. Vamos a mi casa.

Jimin dio un paso atrás. No muy seguro de que aquello fuera la mejor idea por parte del castaño.

—Vamos, Jimin, muero de frío — tomó su mano y lo comenzó a guiar, sin importar que el agua empezara a mojar los cuerpos de ambos. Jimin sólo atinó a caminar a la par de Hoseok, abrir el paraguas y colocarlo sobre la cabeza de ambos.

No estaba muy seguro de esto. Tenía un mal presentimiento que le apretaba el estómago.  

Algo va a salir mal, muy mal, se dijo a sí mismo. Mordió su labio, sin saber qué hacer o qué pensar. Todo va a salir mal y tú tendras la culpa por dejarlo pasar…  

—No…

Hoseok se detuvo al escuchar el murmullo de Jimin. Se detuvo y se giró para mirar al menor.

—Estás…

—No quiero

Fue lo último que dijo, y lo último que Hoseok escuchó antes de que Jimin soltara el paraguas y saliera corriendo.

 

Notas finales:

Cecilia, he perdido oficialmente ;A; 

Espero les haya gustado el capi, espero regresar pronto por aquí XD 

Cualquier error gramatical es unicamente culpa de mi dedo. El capi no esta del todo corregido (/._.)/ 

L@s amo

PD1: Feliz navidad (por si no vulevo antes de) 

PD2: No tomen en exceso (jajaja okno :V) 

PD3Amen el HopeMin :3  


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