El móvil de Midorima confirmo al ver que Daiki lo llamaba, Kise al oír el tono del aquél aparato infernal le pidió con la mirada a su amigo que no contestase, haciéndole caso al rubio y dejándole pasar a su humilde morada
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Daiki tiro el móvil contra el colchón con enojo, la había cagado como los mejores, molesto a todos sus amigos y nadie le contesto, ¿acaso el rubio había pensando en desaparecer? Tomo su teléfono pensando en la última opción que tenía
- ¿Hola?
- Hola, necesito tu ayuda...
- Oh, eres tu Aomine, ¿Qué te sucede?
- Akashi, necesito que busques a Kise
- ¿Qué le has hecho?
- Le dije que no quería tener hijos – la línea quedo en silencio para después, el pelirrojo amigo comenzara la búsqueda de su pareja
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Midorima intentaba calmar a Kise, quién se sentía más que pequeño entre ambos muchachos, se quedaron toda la noche con él, con los balbuceos pudieron entender más o menos lo que pasaba, Takao intentaba animarlo, mientras que Midorima apaga su teléfono por si Aomine volvía a llamar. Después de una madrugada desgarradora para el rubio, se quedo dormido en la habitación de huéspedes, al ser sábado, ambos muchachos decidieron dormir, ya verían que hacer con el chico
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Un poco más tarde, en la residencia de Satsuki y Kotaro, apareció un rubio y un morocho, la pelirosa se sorprendio al ver a Kazunari y Ryota en su puerta, los dejo pasar, el último nombrado se veía demacrado, unas grandes ojeras se encontraban debajo de sus ojos, estos estaban rojos, su cabello despeinado, era todo lo contrario a Takao
- ¿Kise-kun? ¿Qué te ha pasado? – los ojos de Kise se aguaron de nuevo, contándole toda la historia a Momoi, quién no podía creer lo que sucedia, ¿su mejor amigo había echo eso? – Seguro que el ya querrá tener una familia
- Momoicchi, lo dudo demasiado – el animo del rubio estaba por los suelos. Ya no sabían como animar al chico, el pobre estaba muy devastado por el problema surgido, realmente pensaba que Daiki querría formar familia alguna vez con su persona, pero se equivocaba
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En el otro lado de Tokio, un moreno y un pelirrojo se encontraban en la oficina del último, mientras intentaban dar con el paradero del rubio
- Akashi, ¿y si llamas a los chicos? – preguntaba, Aomine, por decima vez, mientras daba vueltas en su lugar
- Aomine, por última vez, me gustaría hacer eso, pero no lo haré, se harán las cosas a mi forma ya que has interrumpido en mi aniversario con Kouki
- Sei, no deberías ser tan así – le dijo Furihata, mientras el pelirrojo volvia a su postura tranquila. Después de unos minutos más, dieron con la ubicación del rubio, quién aun se encontraba con la pelirosa. En la casa de Momoi, se encontraban Takao y Kise, quienes la ayudaban con Sakura tanto como podían, al tocar el timbre, Kise fue quién decidio abrir
- ¿Qué mierda? ¿Qué haces aquí? – intento cerrar la puerta pero el contrario no lo dejo
- Tenemos que hablar
- ¿hablar? ¡JA! Me dejaste bien en claro que no querías tener una familia – Kise estaba afectado, pero Aomine más.
- Kise, escuchame – lo agarro de los hombros, Momoi y Takao, quienes habían escuchado los gritos, se asomaron por la puerta de la cocina, el moreno suspiro pesadamente, preparándose mentalmente – Yo quiero tener una familia contigo, no pensé que simplemente lo quisieras ya
Los ojos de Kise se aguaron, sonrió susurrando un ''aominecchi'' abrazandolo fuertemente, mientras ambos comenzaron a sollozar
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''Ser padre será difícil''