-Hola mamá - saludó Gokú amablemente al entrar a la casa seguido de Milk
-¡hijo! – Correspondió mientras limpiaba la cocina - ¿Qué tal el día?
-bien, esto, madre, traje a Milk
-ella viene a menudo, no te preocupes por eso
La joven pelinegra se sonrojó poniéndose detrás de Gokú y jalándolo para que la llevara al cuarto, no es que le diera pena, pero venir con el novio si, además estaba su suegra ahí
Gokú se percató de eso – mamá, iré a hacer tareas al cuarto
Gine en la cocina apenas sonrió mientras susurraba para sí - como no que tareas- abrió sus ojos al recordar algo y volteándose para salir a la sala – ¡ah espera! -Ya no estaba ahí, se marchó suponiendo que después almorzaría
…
Ya más tarde una despeinada Milk salió del cuarto de Gokú dejándolo solo y con mucha hambre
-es una buena chica - comentó Gine mientras le pasaba la bandeja llena de comida
-¿mamá? Sabes que me haces sentir incómodo con lo que dices - Gokú evitaba la mirada de su madre mientras saboreaba a gusto una deliciosa sopa
- entonces no seas tan sinvergüenza – la mujer abandonó al tiempo que soltaba burlonas risas
~~~~~~~~~~~~
Él era entusiasta, la noche pasó volando y el sol asomó en las montañas que rodeaban la enorme ciudad, se levantó casi moviéndose de un lado al otro de su cuarto yendo al baño a darse una buena ducha y quitarse el sueño
Abrió la llave y dejó que el agua corriera por su cuerpo – Vegeta - susurró pensando en el príncipe arrogante que parecía esconder algo debajo de esa mascara de orgullo, toda la maldita noche soñó con él - maldición – volvió a susurrar tratando de sacarlo de la cabeza °°° “esto no es amistad” °°° bien se lo había dicho, además esos amigos que tenía parecían estar bien a gusto
Ya más enérgico bajó cruzó la sala a buscar algo de comer- ¡padre! Hola
Un hombre casi idéntico a él estaba tomando desayuno y eso era casi un milagro - Gokú ¿Qué son estas horas de despertar?
-ah bueno es que la beca me puso en clase A, ya sabes, los mejores – dijo jalándose el cuello de la camisa con mucha seguridad – los más brutos entran una hora antes
Bardock sonrió mientras tomaba un sorbo de café; el ultimo e iba a despedirse de su esposa
-oye, ¿ese milagro que andes todavía en casa? – preguntó Gokú
-es la ventaja de ser prestado a las fuerzas militares de este país, no asistes a las reuniones de seguridad interna - con esto el hombre salió de la casa
- adiós hermano - alguien corpulento lo abrazó por detrás y tomó una dona que estaba en la mesa
Vio al de larga cabellera pasar corriendo hacia la puerta - adiós Raditz ¿Qué te pasa?
-Llegaré tarde al trabajo, adiós mamá - y otro que se largaba
Que bien, ahora él tendría que tomar como tres auto buses para llegar al Orange Star. Tendría que aprender esos cambios de humor de su compañero de pupitre y lidiar con su novia, bueno eso era su día: llegar, entrar, recorrer pasillos y tomar asiento al lado de ese de pelos parados en forma de flama
-¿Qué tal? - preguntó amablemente
--que te importa --- ambos lo habían dicho al tiempo, el menor en voz baja y Vegeta casi en un grito
-¿eh? – el príncipe pensó todo menos que esperara ese trato, se veía muy amable, pero al parecer no le preocupaba el hecho de saber cómo estaba, sólo lo vio sonreír viendo al tablero, no podía evitar la ironía de ser el único que se atrevía a molestarlo, de hecho le agradaba.
Ya había pasado el recreo, como el día anterior Gokú se fue con los de “clase baja”. Reían mucho y hasta jugaban mientras que Vegeta evitaba a toda costa seguir las tonterías de esos “bobos que lo acompañaban”
-oye llamó el príncipe al de al lado – codeó para llamar su atención - te pregunté ayer qué hacías - hablaba tan bajo, por suerte sus amigos estaban en las sillas de adelante, así evitaría que le reclamaran por hablar con uno de clase baja
Gokú volteó a verlo y se acercó para también hablarle – pues estaba en una escuela de artes marciales, pero aquí ya no puedo, no creo que me quede dinero
-da igual no eres bueno - rio el príncipe volteando al tablero para prestar atención a la clase de biología
- lo que digas - concluyó Gokú haciendo lo mismo
El día parecía estar más sombrío que el de ayer, y ¿i probaba que tan bueno era? Oh no, el príncipe no iba a rebajarse a seguir a ese idiota.
Gokú en cambio parecía muy relajado, no le preocupaba de a mucho lo que Vegeta llegara a pensar, además tendría que empezar a averiguar dónde entrenar si es que no quería hacerlo en casa, fue donde sus amigos a la hora de salir e inició una conversación sobre peleas callejeras, finalmente Krilin comento de un proyecto de la escuela que nadie utilizaba
-es un robot fabricado por la Capsule Corp. Se supone que es para combate y aprendizaje, pero nadie lo usa, y yo no tengo ganas, esa cosa te da muy buenos golpes - suspiraba el joven – y Bulma dice que no lo repara porque está bueno y es para entrenar no para que te abrace. Ella es buena, pero a veces suele ser muy arrogante
Gokú ya estaba en más confianza, eso era muy buena información - ¿Krilin, porque te quitas el cabello?
-Pues soy de una congregación, es la ley ¿quieres ir?
-¿a meditar? No, ni loco – el de cabellos alborotados puso su mano en la nuca y se echó a reír mientras Krilin mascullaba con desprecio esa burla
- nos vemos mañana, o si decides salir más tarde – Yamcha intentaba calmar la situación
-no, esto – dudó Gokú – tengo que hacer cosas en casa, más bien después
Los compañeros lo abandonaron, apenas y se habían ido y sacó su teléfono, buscó entre sus contactos para llamar, timbró dos veces y ya había alguien al otro lado de la línea
-hola mamá
-hijo ¿Qué sucede?
-es que llegaré un poco tarde, guárdame el almuerzo, comeré algo aquí
-está bien – suspiró la mujer al otro lado de la línea – no te vayas de confiado con alguno de tus amigos
-no mamá, es sólo que debo buscar algo aquí en la escuela
La llamada terminó y el de cabellos alborotados se fue a buscar el gran salón donde estaban todas las máquinas de hacer ejercicio, escudriñó cada esquina hasta que al fin; algo empolvado estaba el susodicho robot, más bien parecía un humano, si no fuese porque era programable.
Pesaba unos ochenta kilogramos, eso sentía al intentar llevarlo a una cancha de microfútbol - ¿y si lo enciendo? – susurró agarrando una Tablet que estaba junto al robot
Sonrió al ver que funcionaba a la perfección, utilizó los controles para que caminara hasta la cancha, allí identificó el campo de lucha y lo marcó dentro de los parámetros que el robot debía seguir, había que asegurarse que no dañara nada.
“principiante” ese nivel escogió pero era demasiado fácil, intentó con “medio” y tampoco; al final puso el nivel “experto”
Golpeaba de frente, parecía tener buenos movimientos, era una pelea media para el joven, a pesar que el aparato era bueno no pudo servir de nada cuando empezó a usar sus piernas para saltar y dar patadas, volvió a revisar entre la programación, una casilla demás se mostraba “experto avanzado” intentó varias veces marcarla pero una advertencia aparecía
“lo sentimos, esta opción es sólo para uso de adultos y privado, este robot es pertenencia de una institución pública y está restringido por la ley de protección a menores”
-Maldición – bufó programándolo en el nivel experto, continuó peleando hasta que definitivamente se aburrió con ese pinche aparato, mejor se puso a practicar ejercicios libres
Saltos mortales hacia atrás y hacia adelante, flexiones, abdominales o cualquier otra cosa que le ayudase a mejorar fuerza y agilidad, nada parecía difícil, de hecho casi ni sudaba
Todo lo que hacía estaba siendo observado por el príncipe Vegeta que sonreía con agrado al ver que por fin encontró a uno que podía llegar a serle de utilidad cuando entrenara, sólo un inconveniente, le había ignorado todo el día, aparte también estaba el problema que le dijo que no era bueno en combate, y por ultimo pero no menos importante estaba su orgullo, no se iba a rebajar a decirle que entrenara.
-¿Qué haces aquí? – preguntó con molestia saliendo de su escondite
Gokú estaba dando un salto mortal hacia atrás, de una vez se desconcentró y cayó al piso de cabeza, por suerte sabía caer bien, más o menos bien; el golpe lo dejó aturdido
Al príncipe le preocupó, salió corriendo para ayudar a levantarse – te lo dije eres malo
-Jejeje - sobó su cabeza - es que me desconcentré, lo siento, no sabía que era tu lugar de entrenamiento – agachó la cabeza y tomó las cosas para salir de ahí
~~~~~flashback~~~~~~~~~~~
-no tiene nada de malo relacionarse con el príncipe – decía Gokú mientras tomaba avena
-eso dices, ya verás, él detesta a los de clase baja – Krilin apretaba sus dientes de rabia, odiaba eso – te doy el mejor consejo que quieras seguir, no te cruces en su camino, no sabes lo que puede llegar a hacerte
-está bien – suspiró para voltear a ver a Vegeta que se encontraba al otro lado de la sala de la cafetería
~~~~~~~fin del flashback~~~~~~~~
-yo no entreno en lugares de poca clase como este, además ya viste a ese robot bueno para nada, es más; el nivel experto avanzado tampoco te serviría – Vegeta se quedó viendo a ver si volteaba
Y en efecto el más joven miró hacia atrás – gracias, bueno ya me voy
-¿A dónde vas?
- a casa
-te propongo algo – se acercó el príncipe
-¿sí? – el menor alzó una ceja intrigado porque le hablara así de repente
- vamos al palacio y entrenamos, allá hay hielo para el golpe - soltó una burlona risa al ver que todavía se sobaba
-esto, esto - ¿Cómo diablos saldría de esta? - no puedo irme de la escuela, le prometí a mi madre. Y pues no creo que sea un buen rival
El mayor titubeaba entre largarse e insultarlo o darle una solución, si era lo primero hasta ahí llegaba su intento por tenerlo de compañero de entrenamiento – quédate aquí - salió por una de las tantas puertas de ese salón en dirección a la cafetería, allí había una señora terminando con el aseo, pidió un poco de hielo y volvió, pero no estaba
El de cabellos alborotados se escondía detrás de una mesa de Pool, por un momento pensó que volvería con secuaces a darle una golpiza
-¡Gokú! - llamó el mayor – maldita sea mocoso engreído se largó
-Jejeje estoy aquí – intentaba no darle la cara por miedo y vergüenza
-¿Por qué te escondes? – preguntó con burla, pero al detenerse y pensar por un momento se dio cuenta que era miedo por su posición social - olvídalo, no importa, entrenemos aquí
-¿en serio? - Gokú se admiró por ese acto, podría jurar que estaba otra vez soñando como la noche anterior - ¿eh?
-¿Qué sucede?- entono seco el príncipe respondía el teléfono
-Vegeta, ¿entrenamos?
- No Broly estoy ocupado, después
- si claro, hablamos en la noche, iré a quedarme en el palacio ¿vale?
-vale - colgó la llamada y volteó - ¿Qué miras?
Gokú sonrió acercándose al mayor - ¿es para mí? – señalaba el hielo
-colócate y luego entrenamos- le alcanzó el hielo y sonrió de medio lado, y no por haber logrado que entrenara sino por sentirse a gusto con ese chico nuevo, en verdad era distinto. Así que se sentó a esperar y se dejó llevar por los momentos de su vida
Minutos después…
-listo – se acercó Gokú volviendo a dejar su mochila al lado del príncipe
-listo – sonrió saliendo del trance en el que estaba – eso sí, no te atrevas a tratarme de débil, ataca con todo
El menor se había metido en algo de lo que debió salir hace unos minutos – esto si algo pasa, no me hagas nada malo
-lo que va a pasar es que entrenaremos todas las tardes aquí hasta que cierto miedoso decida ir al palacio a entrenar con mejores herramientas
-soy de clase baja ¿ya se te olvidó? – el menor demostraba un toque de disgusto por ser discriminado
-¿podrías no ponerle cuidado a todo lo que digo? – y con esto Vegeta se lanzó a atinarle un puñetazo en la cara pero antes de impactar fue detenido por la uno igual pero que venía del menor
Ambos sonrieron dando inicio a una buena pelea que sin duda les dejaría más de un moretón