Arthur estaba literalmente hecho un lio, le dolía la cabeza después de tanto llorar y ahora simplemente se encontraba cubierto por la manta que años atrás le regalo Diaval y tenía su mirada perdida a través de la única ventana de su habitación. Comenzó a analizar lo poco que había escuchado para de alguna manera tratar de descubrir el porqué de todo ello, pero simplemente nada se le venía a la cabeza, poco le preocupaba ahora si iba o no a morir el hecho por el cual seguía dolido era el que Malefic no tratara de arreglar las cosas. Con un simple "hablemos" o con solo levantar la mano él se hubiera quedado para escuchar el resto de la historia pero no fue así.
Apretó sus puños con fuerza al igual que sus dientes, frunciendo las cejas se levantó de donde estaba y se preparó para salir. No sabía cómo iba a terminar eso pero no iba a dejar que lo logro con Malefic se arruinara o se echara a perder. Cuando considero que tenía lo necesario abrió la ventana para salir por esta ya que si bajaba iba a despertar a sus tías, trepo unas cantas ramas que estaban cerca y logro estar ya en camino hacia el castillo de Malefic.
Camino a duros pasos ya que su cabeza aun le dolió por lo que se tambaleaba de vez en cuando lo que origino que tropezara con una piedra que callera contra el suelo. –Auch...- se quejó debido a que la caída le raspo un poco el mentón. Trato de levantarse pero sintió que alguien estaba cerca así que espero un rato tirado en el suelo para ver quién era , cuando noto que "aquella presencia" ya estaba junto a él con su codo hizo que este cayera lo cual aprovecho para que lograra levantarse.
-Nunca pensé que un príncipe o mejor dicho un humano notara mi presencia- Rio la persona que ahora estaba en el suelo.
-¿Príncipe?- Pregunto confundido Arthur sin dejar de estar alerta- ¿Quién eres?-
-Alguien no tan importante pero que puede ayudarte a tener respuesta a aquello que te mantiene tan distraído- sonrió el hombre mientras se dejaba ver mostrando su cabellera bicolor.
-Antes que nada ¿Por qué me llamas príncipe?- Retrocedió unos cuantos pasos el rubio al sentir cierta aura oscura en el nuevo sujeto.
-Porque lo eres, vaya al parecer las personas que te rodean nunca te dicen quién eres verdaderamente –Comento con burla –Creo que es momento de que te vayas enterando de ciertas cosas-
Arthur al mirar que este comenzó a acercarse más saca una cuchilla que había llevado por las dudas y ahora con ella apuntaba justo en la yugular del ajeno. –No sé quién eres y me estas confundiendo –
El sujeto levanto sus manos como dando a entender que se rinde así que alejándose un poco para darle espacio al rubio realizo una pequeña reverencia- Perdóneme "alteza" soy Vetzel un simple servidor –
-Levántate no tienes por qué hacer eso – Frunció el ceño nuevamente .
-Al parecer no poder seguir con mi charla – chasqueo la lengua Vetzel al notar que no muy lejos de allí se encontraba Malefic- Pero si tienes alguna duda sobre esto solo debes de pronunciar mi nombre en el límite del muro del páramo-realizo nuevamente una reverencia mostrando aquella sonrisa para luego solo desvanecerse en el suelo.
Arthur solo se quedó quieto sosteniendo aun la pequeña cuchilla inseguro si ese sujeto se había ido o no –"No entiendo ¿Príncipe? ¿Yo?"- pensó el rubio sin darse cuenta de que ahora cierto conocido de ojos verdes estaba cerca de él.
-Al parecer ahora que sabes que morirás por mi causa vas a matarme – Dijo Malefic quien ocultaba su rostro en un casco que llegaba hasta sus cuernos y cubrió casi todo menos su boca.
-Esta cuchilla no es para ti..-Comento cansado , tirando a un lado dicho objeto y caminando ahora en dirección al hechicero oscuro-¿No quieres hablar de algo?-
-No recuerdo que tengamos una conversación pendiente- Dijo vagamente Malefic.
-Malefic ..yo..no quiero esto- El rubio comenzó a hablar pero al notar que el hechicero desviaba su rostro a un lado al igual que su cuerpo hizo que se enfadara por lo que exploto en gritos-¡Tratar de asimilar esto no es fácil y tú lo haces aún más difícil! ¡Es incomodo estar en esta situación solo pido que me digas algo! ¡No es tan difícil hablar o gritar o hacerme señas con las manos!-
-¡Es difícil para mí Arthur!-Contesto Malefic quien ahora también gritaba-¡Me es difícil explicarte toda esta situación! –
Arthur se acercó más hacia el contrario para tomarlo por los hombros y quedar frente a frente-¡Entonces hagamos que sea fácil no tienes que guardártelo todo para ti! ¡No ves que estoy aquí gritando como un loco en medio del bosque solo por ti!-
-¡El problema no eres tú, el problema soy yo!- Malefic solo se le quedo mirando pero Arthur no podía ver con claridad por culpa del casco- ¡Porque estamos gritando!-Trato de ocultar su vergüenza como podía al haberse puesto tan sincero antes.
-¡No lo sé!- Arthur ahora lo atrajo mas así el para darle un abrazo y calmarse –No sé por qué estamos gritando..-Suspiro levemente para dirigir su mirada hacia el rostro del hechicero y darse cuenta de lo molesto que era aquel casco-Antes de hablar ¿Y si te quitas el casco?-
-Prefiero llevarlo a un puesto- Murmuro el hechicero.
-Entonces solo quedémonos así un rato hasta resolver el problema-suspiro mas cansado Arthur apoyando un poco su cabeza en el hombro ajeno-¿Fue por algo que hice?-
-Claro que no, tu no haces nada para enojarme- murmuro el hechicero.
-¿Soy alguna clase de príncipe?-Dijo Arthur
-Estoy seguro de que lo eres-
-¿Moriré de alguna forma terrible y dolorosa?-
-No lo harás-
-¿Por qué es tan difícil para ti decirme esto?-
-Porque..-Malefic trago un poco de su propia saliva y sintió que no podía hablar más ya que detrás de la máscara sus ojos se comenzaba a humedecer-No tenía ni idea de cómo ibas a reaccionar y todo eso sucedió en un momento de ira para mí.
-No voy a negar que me dolió y mucho pero me dolería mas que dejemos de hablar..-Arthur levanto un poco el rostro y podía sentir algo húmedo por su cabello, con una de sus manos la dirigió al rostro de Malefic y le quito aquel casco dejando a la vista pequeñas gotas, lo que origino que el menor también comenzara a llorar-No es justo.. ¿No hay forma de evitar que muera?- comento sollozando.
-Si pero... es difícil- Murmuro el hechicero sintiendo su rostro arder por la vergüenza de llorar frente a alguien, aún estaba confundido no sabía bien que era lo que sentía hacia "el príncipe"-Se que no quieres morir.. Tienes mucho porque vivir-En ese momento Malefic no pudo evitar recordar aquella chica pelirroja e imaginarla a ella con Arthur lo que le origino un sentimiento de ¿Tristeza? Que aún no sabía.
-Exacto..- Arthur rodeo el rostro de Malefic con las palmas de sus manos- Quiero vivir para estar contigo, desde pequeño lo he estado y quería que sea así hasta el día en que este demasiado viejo como para moverme- Sonrió ante lo que había dicho originado que el hechicero oscuro sonriera también.
-Seguro tengo una cara terrible.. tú te ves tan mal llorando y sonriendo al mismo tiempo bestia- Dijo Malefic.
-Al menos origine que con eso podamos hablar tranquilamente- Comento Arthur tratando de calmarse –Teniendo tu rostro tan cerca puedo decir que eres hermoso Malefic-
El hechicero no dijo nada y solo se sonrojo aún más de lo que estaba. Ambos rostros por inercia comenzaron a acercarse más y más hasta sentir la respiración ajena, se quedaron mirando por unos segundos hasta que Arthur con su mano apretó un poco más fuerte la cara de Malefic lo que origino que sus labios se sellaran en un beso profundo, húmedo por las lágrimas y a la vez largo.
Malefic sentía muchas cosas en ese momento así que quería escapar de aquello pero Arthur movió una de sus piernas para que el beso ahora se abriera paso a una invasión en lo ajeno, sin saber cómo o en qué momento ambas lenguas se encontraron juntas, moviéndose a la voluntad del rubio. Aquel beso se volvió sofocante, necesitado y hacia que el espacio en donde estaban se volviera pesado y caliente. Cuando la falta de aire se comenzó a sentir se separaron breve mente dejando atrás un pequeño hilo de saliva que fue cortado por Arthur al momento de relamerse los labios.
-En que momento tú..- Malefic estaba más que sorprendido al ver tal acciones, jamás se hubiera imaginado esa faceta del rubio.
-Aún no hemos terminado de "hablar" Malefic- Sonrió el menor ahora de una forma distinta a siempre , bajo sus manos llegar a la espalda del hechicero y con una sorprendente habilidad logro escabullirlas debajo de la túnica del hechicero, recorrió sus manos por aquella piel que inconscientemente deseaba ya tocar.
-Espera, espera- Dijo el de ojos verdes muy alterado por lo rápido que estaba avanzando todo ello, pero de poco le sirvió reclamar ya que fue silenciado nuevamente con otro beso pero esta vez Malefic fue quien tomó el mando, ambos labios se movían con deseo y para que negar que el hechicero era bueno besando ya que estaba originando que a Arthur le temblaran un poco las piernas.
Sin más ahora eran ambos quienes se habían rendido , con sus manos comenzaron a recordar el cuerpo ajeno y poco a poco las prendas que cubrían sus torsos iban quedando abandonadas en el suelo mientras ellos caminaban en la oscuridad en medio del bosque siendo solo alumbrados por la luz de la luna y por los destellos en los ojos de cada uno.
Los dos se dejaban llevar, ambos tenían el control, no estaban seguros de cómo iba a terminar esto pero si estaban seguros de que era el momento y el tiempo adecuados.
Arthur soltaba leves quejidos al sentir las manos frías del hechicero y este se contenía su propia vergüenza al sentir lo calientes de las manos del rubio que contra su piel daban inicio a nuevas sensaciones. El de ojos azules bajo un poco su rostro para recorrer con su lengua el cuello del hechicero y toqueteaba poco a poco mas abajo de la cintura de este, sus manos lograron atravesar el resto de tela que quedaba haciendo que los dos cayeran y se apoyaran en unos arbustos que estaban cerca .
Separando sus labios, se podía ver las bocanadas de aire caliente de salia de sus bocas,un silencio comenzó a invadirlos hasta que fue irrumpido cuando el menor saco aquel miembro ya erecto del hechicero, aprovechando que estaba acorralándolo para dominar la situación y comenzó a masajear torpemente de arriba hacia abajo aquel miembro.
-Hgh.... que torpe eres bestia- Rió Malefic mientras jadeaba y apoyaba sus manos en los brazos del rubio haciendo que sus uñas se hundieran en la piel blanca de este dejando pequeñas marcas rojas.
-Eso dejara marcas mañana...-Hablo con burla Arthur quien seguía con su labor anterior.
Para la sorpresa de este ultimo el hechicero realizo lo mismo con su miembro,la excitación era evidente en ambos y pequeñas gotas de sudor comenzaban a asomarse y deslizarse por sus cuerpos para terminar mezclándose con el liquido preseminal que salpicaba en sus torsos. Los movimientos comenzaban a acelerar al igual de los jadeos y leves gemidos.
Un liquido espeso y de apariencia lechosa se desparramo por ambas manos y llego salpicar los cuerpos de ambos, habían llegado juntas al clímax lo que hizo que su respiración se acortarse breve mente. Malefic al poder respirar con tranquilidad movió su cabeza hacia atrás , no explicaba como había llegado a esto su cabeza y corazón estaban hechos un lió, cuando estaba a momentos de desvanecerse en su típica nube verdosa una sensación incomoda, viscosa y agradable lo saco de sus pensamientos.
-¿Arthur?- bajo un poco su mirada para notar que estaba pasando y al darse cuenta de la acción se sonrojo hasta mas no poder -¡Arthur! -con sus uñas apretó aun mas fuerte los brazos ajenos y este cerro los ojos con fuerza al sentir que otra cosa se iba metiendo en su privacidad.
-No te preocupes no te haré daño- Sonrió confiando el rubio quien ya tenia introducido dos dedos dentro del hechicero- Diaval me dio una interesante charla sobre que hacer en estas situaciones-Y aquella sonrisa se volvió la de un hombre demasiado confiado en su hombría.
-Maldito cuervo...enseñarle esto a un niño..- Carraspeo entre dientes Malefic quien ahora se dedicaba a arañar los brazos ajenos.
-Auch... la verdad es que desde hace un tiempo deje de ser un niño- Rió levemente el rubio quien introducía otro dedo con sumo cuidado mas en aquella cavidad.
Cuando sintió que era suficiente de la preparación el joven rubio ya despeinado miro al de ojos verdes-¿Puedo?-Le pregunto en un tono bastante provocativo.
-Para que preguntas... si de todos modos ya llegaste aquí- Jadeo el hechicero desviando su mirada ante tal escena.
Arthur tomo su propio miembro con una mano y la fue introduciendo poco a poco-Hgmhn...- Ya estando casi por completo dentro ambos se dieron un momento para disfrutar de esa nueva sensación por una parte el hechicero estaba avergonzado pero sabia que si era con Arthur estaría bien y por otra parte el menor tenia la cabeza en blanco no podía creer lo que sentía así que cerro levemente los ojos mientras jadeaba.
El rubio comenzó a dar estocadas algo lentas, meneando su cadera en un vaivén, pero para su sorpresa Malefic fue quien empezó con las estocadas mas rápidas y al mismo tosca lo que origino que Arthur al seguir su ritmo llegara mas rápido al climax llenando el interior del hechicero.
-Eso fue rápido..- aprovecho para burlarse Malefic sin darse cuenta de que al mirar el rostro del rubio y notar aquella expresión tan lasciva hizo que el también se viniera.
Ambos se quedaron en silencio y solo se escuchaba el sonido de las hojas de los arboles moviéndose.
-Espero que esto demuestre aunque sea un poco cuanto te amo Malefic- Arthur rompió aquel silencio acercándose de nuevo al rostro del hechicero pero esta vez solo apoye su frente con la de el mostrando un sonrisa mas cálida.
-....- Malefic aun no podía aclarar del todo el sentimiento hacia el rubio, puesto que aun estaba en conflicto con el "deber" de su magia y sus traumas con el amor del pasado, así que para no quedarse en silencio simplemente empuja a Arthur contra el césped y este se subió encima de el sonriendole.-Pequeña bestia espero que hallas disfrutado esta vez de ser el activo, porque a la siguiente seré yo quien tome ese papel-
-No tengo ningún problema con eso- Sonrió Arthur- Me alegra que digas eso al menos ya se de que habrá una próxima vez-Guiño un ojo para luego solo soltar fuertes carcajadas.
¡Tu...!- Malefic estaba que se maldecía internamente por lo que había dicho y al mismo tiempo maldecía a Diaval por la manera en la que crió al de ojos azules.