El pequeño Arthur después de enterarse como era la verdadera forma de Diaval , no dejaba de seguirlo a todas partes, lo que atormentaba al pobre cuervo ya que en más de una ocasión cuando este no se encontraba en su forma humana y en ocasiones pasaba volando por precipicios. Arthur quería imitarlo lo cual lo hacía saltar pensando que también podía volar pero siempre era salvado por Diaval y en ocasiones por Malefic.
-Cuantas veces tengo que repetirte lo mismo- Comento alterado Diaval en su forma humana- No puedes volar, eres humano –
-Lo siento-Arthur hundió un poco su cabeza sobre su cuello mientras se tambaleaba de un lado a otro haciéndole dar una imagen demasiado tierna.
-Oh no, no me hagas ese rostro-
-No lo volveré a hacer- Lo volvió a mirar.
-Haa está bien pero no intentes hacer lo mismo- Diaval era débil ante esos hermosos ojos azules.
Y después de ese pequeño reproche Diaval dejo a Arthur en la cabaña con las hadas, aunque con mucho cuidado de no ser visto por ellas dado que aun creían que eran buenas tutoras y que Arthur estaba bajo su completa responsabilidad. Cosa que obviamente no era verdad.
-Bueno ya me voy pequeño-Sonrió para luego convertirse en cuervo y volar en dirección al palacio de Malefic.
-Nos vemos Diaval- Se despidió el rubio antes de entrar en la cabaña y encontrar a sus tías planeando algo.
Mientras tanto Diaval ya había llegado al palacio y encontró a Malefic sentado en su trono –En serio Arthur quiere morir antes de su tiempo fijado-
-Al parecer si, espera un momento- el cuervo se acercó para convertirse en humano y acercarse al hechicero oscuro- ¿Estas preocupado por Arthur o me equivoco?-Sonrió ahora el esclavo de manera maliciosa.
-No sonrías así Diaval –Malefic tomando su cetro de madera y con este le propino un fuerte golpe en la cabeza del esclavo- Y no estoy preocupado por él.
-¡Eso dolió!- Se llevó una mano a la cabeza para tratar de autocurarse-No tenías que golpearme bastaba que me lo dijeras.
-Dejémoslo así quería que vieras algo- el hechicero oscuro se puso algo serio mientras desplegaba de su mano una nube de color verdosa hacia la esfera que tenía en medio del gran salón, aquella nube se adentró en la esfera y de esta comenzó a revelar imágenes de Ivan, quien estaba con diversos guardias de su palacio- Al parecer es otro plan para invadir mi territorio-
-No será problema- Sonrió Diaval- Puedes transforme en algo grande e inmediatamente acabare con ellos, además tenemos a los otros seres mágicos-
-Lo se Diaval pero esta vez es diferente al parecer Ivan recordó mi debilidad y la de los otros seres mágicos-
-Pero… ¿No habías borrado su memoria?-Diaval miraba a su amo totalmente desconcertado.
-Eso fue lo que hice pero al parecer encontró alguna manera de recordarlo todo, mis hechizos de memorias siempre son efectivos- Malefic volteo a mirar a Diaval- Siempre lo son
-¿Por qué me miras así? Espera…¡Usaste uno de esos hechizos conmigo!- Grito casi alterado el esclavo.
-Como te seguía diciendo- Malefic estiro una de sus manos para ampliar la esfera verdosa- Lo que tenemos que hacer fortalecer la barrera que puse antes con aun más cosas-
-Me parece bien mi amo yo me encargare de eso pero aún queda pendiente la conversación de si usaste o no un hechizo en mi –Diaval gruño levemente para ser envuelto en un humo negro y cambiar su vestimenta normal por una estilo militar, que consistía en un saco largo color negro con verde oscuro que le quedaba hasta las rodillas, adornado con diferentes pines color dorados, unas botas que llevaban cintones verdes.
-Claro que quedara pendiente y ahora-Malefic volteo a mirarlo para sonreír ligeramente mientras que de sus ojos brotaba una chispa verde- Encárgate de la barrera
-Sí, mi amo-
Tras aquella Diaval salió del palacio para encontrarse con otras criaturas mágicas y dirigirse a la barrera para reforzarla con distintas trampas o con seres hechos de espinas.
Mientras esto sucedía en la frontera de ambos reinos, en la pequeña cabaña las hadas se encontraban emocionadas mirando a Arthur.
-Pequeño Arthur pronto pasara un evento emociónate- Comento Fauna
-Así es y para ello hemos decidido salir de viaje todos juntos- Menciono Flora
-Nos iremos al lugar de las cuatro estaciones, eso será tu regalo de cumpleaños- Dijo Primavera
- Gracias por la oferta tías- Sonrió Arthur de manera un poco incomoda- Sé que pronto cumpliré ocho años pero..-Bajo un poco el rostro para jugar con sus dedos como niño pequeño- Me gustaría pasar este cumpleaños aquí como siempre lo hemos hecho-
-¡¿Qué?!- Gritaron las tres al mismo tiempo.
-Pero querido Arthur tú solo conoces los alrededores de la cabaña y tal vez un poco más y estaría una buena ocasión para que expandas tus horizontes-Comento Primavera.
-Lo se tía y me gustaría viajar pero en otra ocasión, por ahora si no es mucho pedir-Se tomó un momento para decírselo a ellas- Me gustaría como regalo un peluche de un cuervo-
-¿De un cuervo? Pero esas aves no son tan lindas como lo podría ser un picaflor- Dijo Fauna
-Oh podríamos hacerte un peluche de un lindo gorrión- Menciono Flora
-Por favor- Arthur elevo su rostro hacia sus tías haciendo que sus ojos azules se tornaran más tiernos de lo normal, haciendo que su cabello rubio también lo hiciera ver adorable.
-Nos rendimos- Dijeron las tres al mismo tiempo.
¿Quién podía resistirse a los tiernos encantos de aquel niño?
-Tendrás tu peluche de cuervo-Sonrió Primavera.
-Como para tu cumpleaños solo faltan tres días creo que para esa fecha ya estará listo- Comenzó a planificar Flora.
-Mientras ellas tratan de hacerte el peluche yo me encargare de tu pastel de cumpleaños este año- Sonrió orgullosa Fauna pues ya tenía en mente que pastel hacer.
-Muchas gracias tías- Arthur las abrazo y deposito un suave beso en la mejilla de cada una de sus tías.
-De nada pequeño Arthur- Menciono la mayor de las tres Primavera.
-¿No quieren que las ayude con algo?- El rubio movió su cabeza a un lado esperando la respuesta.
Las tres se miran entre ellas y sonrieron nerviosas- No te preocupes querido Arthur por el momento queremos que vayas a jugar por el bosque- Sonrió Fauna
-Sí y si quieres puedes traernos muchas cerezas de esas que encuentras en el camino- Comento rápidamente Primavera.
-Está bien- Suspiro un poco el rubio para salir de aquella cabaña llevando con el una canasta para recolectar las cerezas.
Al haberse ido ya por completo Arthur de la cabaña las tres hadas suspiraron de alivio y sacaron sus varitas mágicas.
-Bien señoritas si queremos que este cumpleaños salgo todo bien tenemos que usar magia.. Ya sabemos que no somos buenas para estas cosas- Dijo Flora recordando los antiguos cumpleaños en donde la mayoría habían regalos mal hechos y los pasteles paraban o mal decorados, o quemados , etc.
-Yo como mencione me encargare del pastel-Dicho esto Fauna se fue a la cocina con su varita mágica y comenzó a hechizar todas lo que había en ella.
-Entonces las dos haremos el peluche de cuervo- Primavera y Flora se miraron entre ellas y comenzaron a hechizar cada utensilio de costura.
En otro lado Malefic había salido a caminar un momento por el bosque, sabía que Diaval se encargaría de la barrera pero tenía algo en mente que lo molestaba.-“¿Cómo Ivan recobro sus recuerdos?”- Comenzaba a cuestionarse mentalmente el hechicero oscuro, no tenía mucho sentido, las tres hermanas no tenía el poder que el poseía e Ivan no tenía otro aliado mágico que ellas tres – “Algo aquí no encaja”- Y por estar caminando sin ver a donde miraba el hechicero oscuro se tropezó con la rama de un árbol y cayó sobre un montón de hojas secas –Que vergonzoso..-
Intento pararse pero se distrajo cuando escucho una melodiosa voz cerca de el -¿Pero miren nada mas con quien me ando encontrando- Se levantó y sacudió un poco , comenzó a caminar un poco en aquella dirección de la melodiosa voz y encontró a Arthur recolectando flores y cerezas.
-Pequeña bestia ¿Qué no te enseñaron que si andas cantando atraerás a los seres salvajes?- Malefic mientras hablaba se apoyó sobre el tronco de un árbol.
-Y al parecer si funciona- Sonrio Arthur , tomo su cesta que estaba casi llena y corrió hacia Malefic para enseñarle todo lo que había recolectado- Mira todos estos colores.
-Nada mal- El hechicero oscuro tomo una cereza del cesto de Arthur para luego comérsela- Al parecer si sabes escoger las más dulces-
Arthur al ver que Malefic se comió esa fruta sonrió mas radiante que nunca – Si te gustan recolectare las mas dulces que pueda y te las daré todas-
-No hagas eso pequeña bestia además es curioso que este recolectado esas cosas-
-Lo hacía porque mis tías me lo pidieron ya que como están arreglando cosas por mi cumpleaños- Arthur junto sus dos brazos y miro a Malefic- Sé que sería mucho pero..-
-¿Qué? Quieres acaso que también te dé un regalo – Se cruzó de brazos Malefic mirando al pequeño.
Y ante esa sola idea el pequeño rubio asintió con la cabeza- ¿Puedes?-
-Lo pensare- Sonrió el hechicero
-Gracias Malefic- Arthur soltó su cesta y abrazo al hechicero oscuro, pero como aún era pequeño solo alcanzo a abrazarle hasta el torso- Estaré esperando ese regalo con muchas ansias- Le sonrió de manera tan emocionada que las mejillas del rubio se pusieran algo rojas y sus ojos azules comenzaron a ponerse un poco claros.
-Suficiente bestia- Malefic se apartó un poco del ya que al haber visto aquella sonrisa sintió algo en el pecho.
-Ya se hace tarde creo que volveré donde mis tías- Tomo su cesta del suelo y se despidió de Malefic para ir corriendo en dirección de la cabaña.
-“¿Pero qué demonios estoy haciendo?”- Se preguntó internamente Malefic mientras miraba como se alejaba Arthur.