II
-Shuichi… ¿de verdad vas a salir con Megumi-chan?
-Sí ¿Por qué?
-Es que… ¿ya no amas a Yuki-san?
-No te permito que pongas en duda mi amor por Yuki
-¿Entonces…?
-Yo… aun soy joven y no puedo desperdiciar así mi vida, esperando a que el avance conmigo
-¿Avance contigo?
-Yo lo veía así: cuando nuestra relación marchaba bien él se empeñaba en mirar atrás y regresar, de nuevo íbamos bien y ahí iba otra vez… y así no se puede
-Lo siento pero no te entendí ^_^u… lo único que entiendo es que él ya se disculpo de la mejor manera que pudo y tu estas de caprichoso- se oye el timbre- voy a ver quien es
-¿Capricho? No, culpable
-¡Shuichi! ¡tienes visita!
-¡Voy!- baje saludando con mi forma habitual-¡Larihooo…! Ah, Yuki… hola
-Shuichi ¿que necesito hacer para que me creas?
-Nada, ya te dije que ya no hay mas que hacer y de que hablar
-Después de todo ese bastardo tenia razón, ya te has vuelto como yo
-Eso nunca, yo nunca podría ser como tu, porque si así fuera no te amaría- suena el teléfono- disculpa, ¿bueno? ¡ah! Megumi-chan, hola, sí. ¿eh? ¡oh! Espera por favor… ah, Yuki no te molesta, tomare la llamada arriba, cuelgas por mi- subí las escaleras rápidamente, dejándote ahí sin siquiera darte las gracias, podías oírme platicar amenamente, esperaba que te fueras pero… sin disimular suspire…
-Esta él ahí ¿cierto?
-Perdón, Megumi-chan
-Yuki Eiri, ¿hasta cuando vas a dejar de jugar Shuichi?
-Jugar ¿jugar a que?
-Nos vemos en media hora en el café de siempre, para platicar bien- salí gritando el nombre de mi hermana, sin éxito, baje y nada… bueno sí…
-¡Maiko! ¡Maiko! ¿dónde se habrá metido?... ¡Maiko voy a verme con Megumi-chan, en segui…! Yuki, aun estas aquí
-Sí vine a verte, es lógico que aun siga aquí
-Ah, pues gracias, pero… etto… discúlpame la grosería pero tengo que salir, y ah… pues… mira no vengas a buscarme aquí, es que ya va a iniciar la gira y no quiero darle molestias a mi familia
-¿De verdad ya no quieres que te busque? ¿ya no quieres verme?- mientras acaricias mí mejilla
-Yo… ¡mira la hora! ¡ya es tardísimo! no llego, adiós- salí rápidamente y así regrese- ¡ah! por favor aliméntate bien y no comas tantos pastelillos, te quedas en tu casa
-Shuichi… ah, sí
Corría a mi destino reflexionando mis palabras “… aliméntate bien y no comas tantos pastelillos…” me detuve en seco, sin poder evitarlo comenzaron a caer lagrimas por mis mejillas, tome mi pecho apretándolo… después de todo el amor que siento por ti aun se vislumbra entre los trozos de mi destrozado corazón.
Fui a buscarte a casa; después de platicar con Megumi-chan, llegamos a la conclusión de que era yo el que tenía que arreglar esto; quería oír de tus labios algo que me molestaba desde hace tiempo. Entre y todo estaba oscuro y silencioso, como ya era muy tarde supuse que estarías durmiendo, así que me fui directo a al recamara…
-¿Yuki?... –no estabas ahí, fui a tu estudio
-¿Yuki?...- y tampoco, así que, discreto como siempre, comencé a llamarte…
-Yuki ¿estas en casa?- en la cocina- por fin se deshizo de esas cervezas- seguí- ¡Yuki! creo que no esta- ya me iba cuando oí ruidos… ¿de latas? en la sala, apresurado fui a ver…
-Yu… ¿Yuki?-
-Shu…Shuichi ¿eres tu?- no creía lo que mis ojos veían, estabas ebrio, por tu estado tenias las mejillas sonrojadas te mirabas lindo
-Tú… ¿te bebiste todas solo?
-Querías que me deshiciera de ellas ¿cierto?
-Sí, pero no de esta forma ¬_¬… pero ¿por qué?
-No se… quería evitar un momento mi estupida realidad
-Yuki… pero tu no eres así
-Sí lo se, esa estupidez me sonó a una línea de mis novelas… que irónico… ven, siéntate a mi lado- obedecí siempre me ha gustado estar juntito a ti
-Shuichi, ya no te vas a ir ¿verdad?... no me gusta que andes de casa en casa… no tienes porque, sábete de una vez que esta es y siempre será tu casa…nuestra casa
-Yu-Yuki… no, no volveré a irme- armándome de valor- solo quiero que me digas algo ¿es verdad lo que yo sospecho?
-No pedo evitarlo…después de todo él siempre ha estado ahí… siempre muy pendiente de mi…yo no lo soporto pero… quiera o no varias veces me ha tendido su mano desinteresadamente y yo…- no pudiéndolo evitar comenzaste a llorar
-Tal vez, pero esa no es razón para atormentarte con cosas que te hacen daño
-S-sí pero…
-Vamos Yuki, tu no eres hombre de pretextos- lo abrace bien recargándolo en mi pecho, acurrucándose bien, no dejaba de llorar. Así te dormiste, te ves tan encantador cuando duermes… me aparte lentamente, cubriéndote con una manta deje que durmieras.
Me encontraba frente a la puerta de “ese”, toque siendo recibido por una serena voz
-Adelante- entre- ¡oh! Shindou-san ¿sucede algo?
-Yo lo creía capaz de todo pero no de tanto
-¿Perdón?
-Y dice que es la persona que más ama
-¿A que viene todo esto? Shindou-san
-No voy a permitir que siga haciéndole daño a Yuki
-Yo seria el ultimo en…
-¡Ya deje de jugar al santo! ¡se muy bien que para alejarlo de mi le ha hecho creer que es la persona mas vil que existe!
-No tienes como comprobar lo que dices
-No necesito mas prueba, que las lagrimas de dolor que cortan el hermoso rostro de Yuki
-¿Qué…?
-Se que voy a pagar caro lo que le voy a decir pero no me importa… es usted la persona mas arrogante y egoísta que he conocido en mi vida. Solo piensa en sus propios intereses y nada más
-¿Eso es lo que piensas de mí? muchos me han dicho lo mismo… y la verdad no me importa
-Pues a mí tampoco, solo le pido que deje en paz a Yuki
-Y si no quiero ¿qué?
-Lamentara toda su vida haber conocido a Shindou Shuichi
-¿Eso crees? Mira, cuando quiero algo no descanso hasta obtenerlo, incluyendo a Eiri-san
-Usted no entiende ¿verdad?
-¿Entender que…?
-Seguchi Tohma, escúcheme y escúcheme bien, Yuki Eiri…Uesugi Eiri es mío, mío y de nadie mas… y si llego a perderlo, jamás será con usted… ¡antes tendrá que pasar sobre mi cadáver para que así sea!... y ni así será tan fácil- me sentía molesto, hubiera querido decirle mas pero no lo creí necesario, recorría su rostro con la mirada, descubriendo un ligero gesto de sorpresa y molestia que difícilmente se distinguían en su tatuada mascara de serenidad…
-Advertido queda… hasta mañana- me retire tranquilo, con lo poco que lo conocía, sabia que no tomaría represalias contra Bad Luck, siendo que no le convenía. Me recargue un momento en la puerta pudiendo oírlo
-¡Demonios…!- golpeando la mesa con su puño; sonreí satisfecho, no había ganado la guerra pero si una batalla de tantas que tendré que enfrentar contra aquellos que se interpongan entre Yuki y yo.