Otra perspectiva por Goodbye

Lunes otra vez, un día bastante horrible ¿verdad? Donde hay que volver a moverse y afrontar cinco días de trabajo, madrugando y esforzándose.
Shisui miró a su primo, no podía con su alma.

—Izuna, encórvate un poco más y terminas besando el suelo—Le dijo al moreno .Solo suspiró—Deberías contarlo

— ¿El qué? —Preguntó el moreno, Shisui le dedicó una mirada que decía “¿Me estás vacilando?” —El profesorado no me cree

— ¿Y Madara?

—No quiero darle más problemas, la matrícula de esta escuela cuesta sudor, sangre y lágrimas, no seré desagradecido, se preocupa por mi educación.

—Veo tu punto…solamente, sigue resistiéndote, te admiro, tío

—Te veo en el descanso, Shisui

Miró su horario, le tocaba inglés. Tragó saliva, esa era la única signatura que compartía con Tobirama, y, por cuestión divina, era la que peor se le daba, sacaba notables preparando el examen con un mes de antelación .Irónicamente, Tobirama era un as en el inglés, y sin ir a ningún tipo de particular, si ,el mundo odiaba a Izuna.

El timbré sonó, indicaba el inicio de la clase. Miró de reojo al albino. Parecía no percatarse mucho de él. Volvió a sus apuntes y se concentró, habían empezado con un nuevo tema y tendría que esforzarse.

Como pan de cada día, Minato, el profesor, empezaba a repartir sus clases, era un hombre jovial y carismático, además de gracioso, siempre sabía cómo hacer entretenidas sus clases y se esforzaba para que cada alumno aprendiese.
Con una sonrisa en la boca respondía dudas y explicaba temario.
Tobirama miraba a Izuna, realmente, era un chico curioso, muy orgulloso, bastante fuerte, pero no tanto como él. Estaba hecho un matojo de nervios, copiaba cada palabra que Minato decía y hacía alguna que otra pregunta. Aun así, tenía cara de no entender nada ¿Y ese chaval era uno de los mejores estudiantes?

Por un preciso instante, sus miradas coincidieron, la del albino era neutra y sin alma, la del moreno intentaba ser una de esas, pero se podía notar la tensión en sus ojos.
Hoy daban las notas del examen hecho la semana pasada, normal que estuviera nervioso, como ya se ha mencionado antes, Izuna es un negado para el inglés.

— ¡Muy bien clase! Ahora os daré las notas de los exámenes, son en general muy reguleras, habrá que esforzarse más—El rubio empezó a repartir hojas de ese grueso taco, que se iba vaciando poco a poco.

“10/10” Es lo que estaba escrito en la parte superior derecha del examen de Tobirama, sonrió satisfecho, él siempre fue un chaval que sacaba la máxima puntuación, casi nunca se equivocaba.

Minato se acercó a Izuna, le extendió la hoja, Izuna la miró

“3,25/10” Casi se le salen los ojos de las órbitas, repasó el examen, sintió su respiración acelerarse ¿Él? ¿Un 3,25? ¡Ni siquiera había llegado al 4! Era terrible, él se había esforzado, en verdad lo había hecho, estaba enfadado, no, estaba triste, lo tenía jodido para aprobar con buena nota.

La campana sonó, los alumnos se empezaron a levantarse lentamente

Izuna aún seguía un poco paralizado, a duras penas logró levantarse.

—Uchiha Izuna, tome asiento—Le dijo Minato, el moreno suspiró, la clase había quedado vacía y no podía escabullirse. Tragó saliva y se sentó en una silla al azahar.
El rubio lo miró con preocupación.

— ¿Qué te ha pasado en este examen? —Le reprendió Minato —Eres un alumno excelente, sé que te cuesta el inglés pero aun así… —Dejó la frase en el aire.

— ¡Si yo me he esforzado! —Respondió

—Obviamente lo haces Izuna, pero ¿Qué te ha pasado?

—Simplemente…Me fue mal

—Esa clase de cosas suelen pasar, pero aun así, suspender con una nota tan baja…Izuna ¿Estás bien?

—No volverá a pasar

—Responde

— ¿A qué?

—A la pregunta… ¿Estás bien?

—Si
— ¿Seguro? Sabes que me preocupo por ti, eres mi favorito —Se sintió bien escuchar esas palabras, seguramente por pensar que él era el favorito de alguien, y no Tobirama


—Anda, vete, ya arreglaremos detalles otro día—Izuna se levantó bastante extrañado “arreglar detalles otro día”, es lo que había dicho, a saber lo que se le pasa por la cabeza.
Cogió la mochila y se fue de su clase. Intentó calmarse, era solo una mala nota que podía subir, solo tenía que estudiar desde ahora mismo en los siguientes exámenes y ya estaba todo bien, la gente suspende, su hermano también lo hizo un par de veces, no pasa nada.

—Oe, Uchiha marica —Sintió que la piel se le erizaba, esa voz y ese apodo solo podía ser de una persona

—No veo nada de malo ser homosexual—Le respondió de mala gana ¿Quería guerra? guerra tendía. Tobirama sonrió, le gustaba que se opusiera.

—No, el insulto de la frase no era “marica”, si no “Uchiha”, debe ser asqueroso ser tú, no me extraña que solo tengas de amigo a tu primo —Golpe bajo

—Mejor solo que mal acompañado, prefiero tener a Shisui que a ti —Bueno ¿Qué clase de persona quiere a su acosador como amigo?

—Pero bien que estas aquí conmigo, cuando eres libre de irte...A ver si es verdad que eres una masoquista…además de bisexual

— ¡Cállate!

— ¡Oh! ¿Di en el clavo?

—Llego tarde a biología, déjame —Se empezó a agobiar, los pasillos se habían vaciado y el timbre ya había sonado

—Todos los Uchihas sois igual de gilipollas

—Y ahora insultas a mi familia…eres despreciable, Senju

— ¿Despreciable cualquiera que te odia? Entonces, todo este instituto es despreciable…profesores, alumnos, todos comentan mierdas sobre ti, bueno, lo extraño es que no lo hicieran.

— ¿Tan vacío te sientes que tienes que meterte en mi vida?

—No, cariño, mi vida no está vacía, solo me estoy encargando de hacerte todo lo que mereces —Concluyó con una aire de superioridad para luego golpearle en el estómago fuertemente, Izuna no tuvo tiempo a reaccionar, ese golpe había dolido.

Y ahora a clases

Genial.

Y por si no lo habíais notado, eso era sarcasmo

Tobirama, por otro lado, se sentía bien ¡Oh, como le gustaba fastidiar a ese chaval! , le hacía sentir bien, y lo mejor de todo, es que todo el establecimiento le apoyaba, ¿Qué había hecho ese chaval para que todo el mundo le odiase? Nada, absolutamente nada, bueno, sí, ser odiado por Tobirama, ese hecho le hace ser despreciado.
Miró de reojo al chaval, seguía apoyado en la pared por el golpe asentado. Intentó avanzar mientras se llevaba las manos a la barriga, le había dado fuerte, no le costaba admitirlo.

Algo se encendió en su cabeza, era un sentimiento amargo ¿Por qué sentía eso? Se sacudió la cabeza, se acercó al moreno y le cogió de la barbilla obligándole a mirarle, le quitó el diminuto hilillo de sangre que salía de su boca y le empujó bruscamente la cabeza contra la pared. Se podía permitir llegar tarde, o saltarse la clase, los profesores lo adoraban y siempre iba adelantado a la materia.

Izuna sabía lo que venía pero el golpe que le había dado en la cabeza le había dejado desconcertado.

Oh, la rutina, monótona y puñetera.

—Venga, hoy no te golpearé en la cara, deberías estar agradecido

………………

— ¡Tobirama!—Se asustó al escuchar el grito que decía su nombre—Llevas todo el día ausente—Le reprochó Hashirama

—Lo siento, hermano, hoy no estoy a lo que esto—Le respondió mientras empezaba a mirar por la ventanilla ¿En qué momento las clases habían pasado? ¿En qué momento se había subido al coche? Había estado pensando en Izuna todo el maldito día. Se maldecía a sí mismo, tenía que despejárselo de la mente

¿Pero cómo lo iba a hacer si, en medio del atasco estaba el caminando lentamente por la acera?

— ¿Ese no va contigo a clases?—Le habló su hermano mayor, obviamente que conocía a Izuna, no en lo personal, pero sí de vista.

— ¿Qué? ¿Ah? ¡Si, si! Vamos juntos a clases de inglés—Respondió torpemente e intentando ocultar su odio

— ¿Por qué no vas a saludarle? —Le dijo su hermano inocentemente

—Tendrá cosas más importantes que hacer—Se excusó “como lavarse las heridas”

—Que soso eres, hijo de mi vida—Le dijo su hermano, el cual empezó a saludar enérgicamente a Izuna en un intento de llamar su atención, se veía ridículo y daba vergüenza, pero daba aún más cuando Tobirama vio sus intenciones

— ¡¿Qué haces?! —Exclamó el albino— ¡Para! ¡Das vergüenza ajena! —Demasiado tarde, Izuna había los había visto, extrañado, agitó su palma lentamente a modo de saludo

— ¡Te odio! —Exclamó el menor

— ¡Solo te estaba ayudando!

— ¡Cállate! —Hashirama se deprimió al oír los gritos de su hermano. —Solo… sigue conduciendo—Le ordenó a su hermano al ver que el atasco había desaparecido. Hashirama acató las órdenes.

Tras quince minutos, lograron llegar a su deseado hogar. Un casa grande y bonita. Como debe ser.
Subió las escaleras rápidamente y se encerró en su cuarto, hizo su tarea y estudió.

Miró el reloj, eran las 4:30 PM.

A las 5:00 PM tenía clase de kendo, así que empezó a preparar su equipo, no tenía nada mejor que hacer

……………………

Izuna miraba aquel par de hermanos extrañado, nunca imaginó ver al serio y arrogante Tobirama pelear de una manera tan infantil. Pero punto a parte ¿Por qué le saludaban? Ah, claro, seguramente el hermano del albino vivía engañado, bueno, no tenía nada que recriminarle, él también engañaba suyo.
Logró responder al saludo a duras penas por dos motivos, uno; le dolía la mano, ya os imagináis el porqué, dos; Era un golpe bajo el tener que saludar al hombre que hace de tu existencia un castigo.

Siguió andando como si nada, cuanto antes se quitase a Tobirama de la cabeza y de la vista, antes podría calmarse.

Y al fin, llegó a casa

Ah, dulce paz y tranquilidad

— ¡Uchiha Izuna!—Oyó su nombre a manos de su hermano, y por su tono de voz, no sonaba muy contento. De las escaleras acababa de ver a su hermano descender con una de las sudaderas del menos en la mano, la que llevó el viernes el pasado, concretamente.

— ¿¡Que significa ESTO!? —Gritó perdiendo los papeles mientras su dedo señalaba una mancha de sangre, ya bastante seca, adherida a la prenda.
Se maldijo mentalmente. Se le había pasado limpiar una mancha.
Los nervios se apoderaron de él, sabía perfectamente que su hermano había estado sospechando del hace ya bastante tiempo.

Ahora sí que la había cagado