15—Una apasionada noche.
Un momento—dijo Kaiba y Joey Wheeler reaccionó de manera inesperada dándole un beso.
Los labios se contactaron intensamente y un fuego apasionado surgió en el interior de cada uno. Joseph posó sus manos sobre el pecho del castaño. La fuerza del otro era superior a la suya pero una extraña sensación le prohibía alejarse de su cuerpo.
Para Seto era algo irracional que esos labios lo atrajeran tanto, su sabor dulce era casi empalagoso. No era normal que otro hombre le provocará esa sensación, pensaba él.
Las bocas se buscaban, las lenguas se enredaron—Tus hijos…--susurró el rubio cómo pudo. Igualmente Joseph empezó a perder el control.
Joey empezó a gemir lentamente mientras los labios del castaño viajaron a su cuello debajo de su oído. El rubio comenzó a sentirse inquieto.
Kaiba, aquí no… tus hijos podrían vernos si… salen—dijo.
Dices eso pero tú cuerpo ya está reaccionando—dijo Seto palpando la pelvis despierta del otro, haciéndolo lanzar un quejido—Verdaderamente eres un perro caliente—susurró Kaiba en su oído provocando aún más la excitación del ojos mieles.
Los labios de Joey buscaron los labios del ojos azules para unirse en un ósculo apasionado nuevamente, de repente un ruido alertó a la pareja de que en uno de los cuartos alguien se aprestaba a salir ambos por impulso buscar un cobijo detrás de un sofá cercano Joey casi sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared y Seto inclinado sobre el, arrodillado.
De repente atisbaron sobre el sofá la figura de un chico que saliendo del dormitorio se dirigía el baño con pasos poco precisos mientras se restregaba los ojos. Esperaron quietos hasta que el chico volvió a su cuarto y con un suspiro de alivio el rubio pretendió levantarse chocando entonces con el hombro del castaño mientras decía—Eso estuvo cerca—
Ambos se miraron entonces repentinamente cerca sintieron de nuevo el mismo impulso que llevo a Seto Kaiba a apoderarse de sus labios de manera apasionada mientras uno de sus brazos se deslizaba por el talle del otro para acercar sus cuerpos. La sorpresa hizo que el ojos mieles bajara sus defensas inesperadamente dándose cuenta de lo que pasaba segundos después pero imposibilitado de reaccionar debido a que su cuerpo no le escuchaba.
Los ojos azules estaban entrecerrados mirando la fina estructura del cuello y la mejilla del otro. Quizás nunca había sentido tal deseo ni siquiera con su ex esposa. Wheeler siempre le había provocado esos estallidos de adrenalina. Su mano involuntariamente se poso en una nalga del otro y atrajo su pelvis hacia la propia. el roce entre ambas hizo patente para ambos que las delicadas pieles que se encontraban encerradas se habían vuelto mucho más sensible que en el pasado y bregaban para salir de su encierro.
Joseph se contrajo con un gemido de placer mientras su espalda se curvaba y su mano derecha se agarraba firmemente a la espalda de la camisa del ojos azules. La mano izquierda de kaiba se puso sobre el pecho del Rubio erotizado la zona de su pezón izquierdo. Los labios se volvieron más agresivos. Los cuerpos se tensionaron más fuertemente. La espalda de Joseph chocó contra la pared mientras su trasero tocaba el frío suelo. Seto estaba arrodillado sobre él y de pronto metió su mano por dentro de la camiseta alcanzando el mismo lugar que antes provocando un nuevo escalofrío en el melado.
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