Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Room por LovingTales

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segundo capítulo de Room :)

 

Los personajes pertenecen a Eiichiro Oda. 

Kid despertó sobresaltado, había tenido una pesadilla donde moría a causa de un tiroteo dentro del pueblo. Hacía dos años que la policía había capturado a Killer y a Heat en un asalto a un banco en el centro de la ciudad, él no se encontraba presente ese día por lo que no pudo hacer nada para ayudar a sus amigos. En cuanto supo lo ocurrido se dirigió al cuartel de policía para intentar hacer algo pero no tuvo oportunidad alguna de irrumpir, el edificio se encontraba rodeado por guardias armados hasta los dientes era un suicidio intentar entrar así que se dio por vencido. Consiguió  dinero vendiendo las armas que había fabricado y comprando ropa y una peluca se disfrazó para llevar algunas cosas a sus amigos a la cárcel, después no todo no podía arriesgarse a que los polis recodaran su rostro.

Durante todo este tiempo el pelirrojo se había convertido en uno de los criminales más buscados en toda la ciudad. Era conocido por traficar drogas y armas dentro y fuera del bajo mundo. Sus negocios habían llegado a oídos del Rey quien en más de una ocasión lo contrató por sus servicios.

-Cuando trabajes para mí sacaré a tus amigos de la cárcel- le dijo un día el hombre al cual todos temían-

Si bien con sus transacciones ilegales ya había logrado juntar mucho dinero, continuaba viviendo en la misma alcantarilla ya que esta le traía alegres recuerdos con sus amigos, aunque esta faceta suya no la conocía nadie. Durante el día dormía largas siestas para iniciar sus actividades al caer la noche, la ciudad ya no era un desafío para él.

Se levantó sintiendo el cuerpo pesado. Su torso desnudo y bien trabajado se encontraba lleno de cicatrices producto de sus violentos enfrentamientos con grupos mafiosos. Entró en una vieja ducha mohosa y echando a correr el agua la hizo escurrir por su cabello. La ducha era lo que más disfrutaba, aunque el agua estaba fría su cuerpo ya se había acostumbrado. Estaba sumergido en sus pensamientos cuando de pronto sintió que alguien entraba al cuarto, tomó un revolver que había dejado entre las cañerías y sin cortar el agua miró por entre la cortina sin ver a nadie. Volvió a dejar el arma donde estaba y sin verlo venir en unos segundos sintió que alguien lo tomaba por detrás con fuerza inmovilizándolo completamente. Con esfuerzo trató de mirar a su agresor y que sorpresa se llevó al ver al Rey detrás de él.

-Una palabra y te vuelo la cabeza… ¿entendiste?-

El pelirrojo asintió momento en que el hombre rubio lo soltó, cortó el agua buscó una toalla y salió de la ducha no sin antes posar las manos sobre sus rodillas para respirar mejor. Ese individuo tenía una fuerza monstruosa.

-¿Nadie te ha dicho que luces fantástico en la ducha?- exclamó el Rey con tono lujurioso-

-¿A qué has venido?- preguntó Kid cortante-

-Verás  necesito que hagas algo por mí… nada complicado es sólo otro de aquellos trabajos- aquel hombre caminaba hacia él. Se sentía tan pequeño a su lado que todos sus músculos se tensaban, sentía su mirada clavada en él a pesar de las oscuras gafas que cubrían sus ojos.-

De pronto el Rey lo tomó con fuerza y sacó a rastras del baño tirándolo con fuerza en su cama. El pelirrojo trataba de zafarse pero era inútil, aquel hombre lo tenía totalmente sometido. Sintió la hombría del Rey pegada su entrepierna, estaba tan dura que comenzaba a doler pero su orgullo le impedía responder al dolor. De pronto todo el peso del hombre rubio se cargó en su cuerpo mientras éste le besaba el cuello… no se sentía tan mal después de todo.

-ehh Kid te ves apetecible cuando estás sonrojado… no pensé que lo fueras a disfrutar-

Kid se sobresaltó al escucharlo pues al parecer si lo estaba disfrutando incluso hasta deseaba que no se detuviera. Sus mejillas se sonrojaron aún más y sus ojos tenían un extraño brillo. El Rey lo observó durante unos momentos hasta que una sonrisa perversa cruzó su rostro y bajándose el pantalón arremetió con fuerza hasta la entrada del chico quien comenzó a dar gritos de dolor. Cuando el Rey hubo vaciado todo su ser en él, se hizo a un lado y le señaló.

-Muy bien Kid… ¿entonces harás este trabajo?-

El pelirrojo asintió con dificultad, se encontraba empapado en sudor ajeno y en completa humillación.

-Buen chico… entonces te espero- exclamó el Rey mientras salía de su guarida-

Kid permaneció en la cama, le dolía todo el cuerpo especialmente su trasero. No podía negar que había algo en aquel hombre que le atraía y hacía tensar cada músculo de su cuerpo, sin embargo a esto se le sumaba una sensación de temor como si en cualquier momento aquel infeliz pudiera sacar un cuchillo y enterrárselo en la espalda. A pesar de esto no podía negarse a ningún trabajo que él le pidiera, en primer lugar porque le pagaba bastante bien y en segundo por ese temor que le hacía sentirse tan pequeño a su lado… odiaba admitirlo pero esa era la única persona a la cual le tenía miedo. Se levantó con dificultad, vistiéndose lo mejor que pudo. Debía ir al casino de la ciudad e interceptar la limusina de un político que se sabía ganaría un enorme pozo de dinero esa noche. Habían arreglado el juego de forma tal que aquel hombre ganara y pudiera financiar su campaña electoral, lamentablemente para su suerte una parte muy pequeña del bajo mundo lo apoyaba, mientras que la otra quería verlo acabado. Por esta razón el Rey le había pedido que robara el dinero y acabara con el político. Del resto del plan se encargarían otros hombres cuya misión era principalmente volar el casino. Para ello habían dispuesto bombas en ubicaciones estratégicas. Kid tenía alrededor de 10 minutos para robar y huir de las explosiones, pero ese tiempo era más que suficiente para él.

Se subió a su moto, que él mismo logró fabricar a partir del prototipo que construyó años atrás, y aceleró en dirección al casino. Le tomó alrededor de 15 minutos llegar no obstante dejó escondida su moto en una fábrica de colchones que se encontraba cuadras antes del edificio y caminó hasta llegar a la parte trasera.  A las 22:00 ingresaría el viejo al casino junto con su séquito y a las 22:50 anunciarían que había ganado el pozo, por lo que a las 23:00 harían estallar las bombas. Tomaría el dinero a las 22:55 y huiría por la puerta trasera. Si algo fallaba tendrían que retrasar las explosiones 10 minutos más y eso ya le daba tiempo a la policía de llegar, por lo que debía ser en ese lapso. Según le había comentado el Rey el dinero lo cargarían al vehículo del viejo mucho antes de que fuera anunciado ganador así que eso facilitaba las cosas enormemente, sólo debía ir y tomarlo luego esperaría que el viejo huyera y acabaría con él y sus guardias.

Se deslizó al camarín de los trabajadores donde encontró un smoking que le sentaba bien. Debía pasar desapercibido entre los asistentes así que ese traje lo ayudaría. Divisó a los camareros y los siguió para encontrar la salida. Nadie lo desconoció ni preguntó nada así que se sintió un tanto más relajado pues no tendría que matar a nadie más. Encontró las escaleras  hacia el estacionamiento subterráneo y como una sombra se escabulló en ellas, descendiendo con rapidez. Ya eran las 22:00 así que el viejo debía estar llegando por la entrada principal, no tardó mucho en ver cómo la limusina entraba al estacionamiento mientras era escoltada por dos guardias. De ella bajaron alrededor de cinco hombres, todos armados y se dirigieron a una sala que se encontraba un tanto más lejos.

-Así que ahí está la pasta- se dijo a sí mismo-

Efectivamente estaba en lo correcto. A los pocos minutos los hombres cargaban cuatro maletines con lo que obviamente era el dinero. Al parecer se encontraban totalmente relajados puesto que sólo dos de ellos se quedaron a custodiar el vehículo mientras que los otros se dirigían hacia el ascensor, probablemente para escoltar al viejo cuando lo anunciaran ganador. De pronto sintió su celular vibrando en el bolsillo, se apresuró a contestar era uno de los hombres del Rey.

-Kid ha habido un cambio de planes…-

-Dime-

-¿Dónde estás ahora?- preguntó el hombre, a Kid le costaba escuchar pues la señal parecía perderse-

-En el estacionamiento esperando para tomar el dinero-

-Bien… mira a tu alrededor ¿ves un deportivo negro?-

Kid observó atentamente a su alrededor hasta que consiguió localizarlo.

-Afirmativo-

-Bien escucha con atención. Son las 22:15 y el dinero ya está en el auto. El Rey ha solicitado que para evitar sospechas este deportivo debe salir a más tardar a las 22:30 del estacionamiento y dirigirse a la zona sur. Yo conduciré… bajaré al subterráneo en cinco minutos voy con una mujer alta de pelo negro, no nos dispares. He desactivado las cámaras de seguridad del estacionamiento así que debes ir por el dinero ahora. Las llaves del deportivo están bajo la rueda derecha trasera, cárgalo y luego sube a la sala de juegos, para ese entonces yo ya me habré ido.-

-Entendido- dicho esto Kid colgó y nuevamente observó a su alrededor. Se deslizó entre los autos de forma silenciosa y con paso firme avanzó hasta encontrarse a metros de los guardias. Le parecía una locura que sólo hubiera dos hombres custodiando aquella lujosa limusina pero supuso que ellos tampoco querían levantar sospechas. Una última vez observó que no hubiera nadie más y con su revolver disparó sin emitir sonido alguno. Los hombres se desplomaron en el acto. Forzó el maletero con una herramienta metálica similar a una llave abriéndolo sin mayores complicaciones. Ahí estaba el dinero, se aseguró de revisar los maletines comprobando que todo estuviera en orden, una vez hecho esto vació con cuidado su contenido en un gran saco procurando dejar el maletero tal y como estaba.

Se precipitó al deportivo y buscó la llave dónde se supone estaba. La encontró y de prisa cargó el maletero con el dinero. En ese momento su celular volvió a vibrar.

-Kid…- era la voz del Rey, su cuerpo sintió un extraño escalofrío-

-diga… -

-¿cargaste el deportivo?-

-sí, acabo de terminar-

-Bien… Sanji va en camino con una mujer, pásales las llaves personalmente y luego sale de ahí por la puerta trasera del casino-

-Entendido- Kid no entendía por qué el Rey volvía a darle las instrucciones-

A lo lejos pudo divisar como se acercaba un hombre rubio acompañado con una mujer de pelo negro muy alta. Espero a que llegaran y les entregó las llaves personalmente.

-Bien hecho Kid… sólo falta la segunda parte… son las 22:23… suerte, recuerda que esto se vendrá abajo a las 23:00-  exclamó el hombre de cabello rubio al tiempo que se subía al auto-

Kid se dirigió a las escaleras por donde había venido, al pasar por un baño entró y se acomodó la corbata mientras se lavaba del rostro la sangre que había salpicado al disparar antes. Corrió hacia una de las salidas y apareció en un elegante vestíbulo. Rodeado por lujosas alfombras y máquinas de juego caminó en dirección a dónde se encontraba la gente. Tomó una bandeja con champagne que encontró  en una mesa y se dispuso a servir a los asistentes tal y cómo lo hacían los demás camareros. Nadie parecía desconocerlo ni mirarlo de forma extraña así que mantuvo la calma.

Eran las 22:35 cuando de pronto entre la multitud un rostro le llamó la atención. Era un hombre moreno, alto y delgado, vestía de una forma tan elegante que parecía opacar a todos los presentes. Su pelo negro iba despeinado dándole a su look un toque juvenil. Por alguna razón aquel hombre le resultaba muy familiar, se dirigió más cerca para poder verlo mejor, a medida que caminaba recuerdos fugaces invadían su mente hasta que logró reconocerlo. Aquel hombre lo había salvado aquella vez que terminó herido después del asalto a la farmacia, de no ser por él habría muerto desangrado y tirado en la calle.

Seguía en sus pensamientos hasta que sintió la mirada de aquel hombre posarse en sus ojos. Se detuvo y correspondió de forma efusiva hasta perderse nuevamente en la multitud. El moreno había mirado intrigado aquel rostro pálido, antes de que desapareciera, le resultaba muy familiar. Bebió de su copa de champagne y se acercó a la mesa de las apuestas.

Kid caminó hacia una sala alejada de las demás. No había nadie así que bebió una de las copas de champagne casi de un trago. Trataba de concentrarse en su trabajo, sin embargo no podía sacarse de la cabeza a aquel hombre.

-Su nombre… recuerdo que lo dijo aquel día… uh- pensaba al tiempo que nuevamente se disponía a ofrecer copas de champagne- Law… sí así era, me pregunto qué hará en este lugar... no es seguro-

Por un momento se detuvo. No entendía por qué razón le preocupaba tanto aquel tipo. Sí era cierto que una vez lo había salvado, y era cierto también que en pocos minutos el edificio se vendría abajo pero eso qué, era parte del plan. Nadie que estuviera en ese casino en esos momentos era una buena persona, todos pertenecían al submundo, todos estaban podridos en dinero y sus acciones sólo los beneficiaban a ellos mismos así que no era asunto suyo.

A lo lejos pudo ver al viejo político sentado en una enorme mesa junto con sus seguidores. Bebía una copa de vino y parecía acosar a la camarera, una chica de no más de 18 años. Sintió repulsión hacia aquel ser humano y ni una duda cruzó su mente, acabaría con aquel sujeto tan despreciable. Nuevamente miró el reloj, ya eran las 22:45 en cinco minutos anunciarían al ganador del pozo, por lo que lentamente comenzó a avanzar hacia él.

Repentinamente su celular comenzó a vibrar.

-Kid debes matar al viejo inmediatamente- exclamó una voz bastante agitada, pudo identificar que se trataba de Sanji- los policías van hacia allá, al parecer irán a escoltarlo. Las bombas estallarán en cinco minutos-

-¿Qué hago con la gente?-

-Tú sólo preocúpate de disparar al viejo y desaparecer, dudo mucho que puedan identificar quien lo hizo, aun así ten cuidado-

-comprendido- Kid guardo su celular, dejó la bandeja a un lado y caminó rodeando la mesa del viejo. Los segundos transcurrían rápidamente y la cantidad de gente no le permitía avanzar bien. Logró llegar atrás de unas máquinas, sin embargo era una pésima ubicación puesto que quedaba a la vista de todos, no podía disparar desde ahí. Comenzó a buscar con la vista rápidamente un lugar que le permitiera terminar su trabajo, estaba cabreado de esa gente tan ruidosa. Inesperadamente se escuchó un estruendo y el edificio comenzó a temblar.

-imposible… aún no han pasado cinco minutos-se dijo a sí mismo al tiempo que corría hacia una de las salidas-

Se había formado un caos en el salón principal. La gente corría desesperada aglomerándose en el hall para intentar salir. El viejo político se encontraba rodeado por sus hombres abriéndose paso entre mujeres y ancianos sin importarle nada. Una ira invadió a Kid quien al presenciar esto avanzó entre la multitud dispuesto a terminar su trabajo, pero una segunda explosión se lo impidió. Grandes bloques de concreto comenzaron a caer, el temblor hizo que Kid cayera al igual que su revólver, comenzó a buscarlo entre los escombros sin perder de vista su objetivo hasta que logró encontrarlo. Una nube de polvo le hizo desviar la vista unos segundos y en ese momento pudo ver a aquel hombre moreno en problemas. Estaba tendido en el suelo con una de sus piernas inmovilizadas por un bloque de concreto que con todas sus fuerzas trataba de empujar.

Kid se cuestionó si debía o no ayudarlo, en apenas unos segundos su mente se convirtió en una maraña de pensamientos.

-ese tipo… está en problemas, si no lo ayudo morirá. No es mi problema… aunque gracias a él estoy aquí… - el humo que entraba al salón lo sacó de sus pensamientos- de todas formas el viejo morirá.

Corrió y se abalanzó donde se encontraba el joven moreno, empujando con todas sus fuerzas aquel bloque que le impedía moverse, aquel tipo lo miraba sorprendido. Lo tomó entre sus fuertes brazos cargándolo como pudo y se dirigió a toda prisa a la salida trasera que era la más segura en esos momentos. Una nueva explosión los amenazó pero consiguieron salir a tiempo. Una vez fuera del edificio Kid se sacó la corbata y pasó las manos por su cabello quitando el sudor. El hombre lo miraba en silencio hasta que exclamó:

-Vaya así que tú me has salvado a mí ahora-

Kid lo miró sorprendido.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).