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Room por LovingTales

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Notas del capitulo:

Hola mis queridas lectoras :D 

Perdón por la demorilla en actualizar, pero aquí les dejo el capítulo VI de Room :), espero lo disfruten y deseen con todo su corazón el siguiente! Me da mucho ánimo para seguir escribiendo. Un besote a todas!

 

Los personajes pertenecen a Eiichiro Oda (que avance luego el manga!!! u-u )

 

Kid se encontraba totalmente destruido, su orgullo, sus sentimientos, sus ilusiones… todo se había ido al carajo por culpa de aquel sujeto quien lo había utilizado y humillado completamente y él había caído en su trampa, eso nunca se lo perdonaría a sí mismo. Todos estos pensamientos iban y venían en su mente mientras caminaba en dirección a cualquier lugar, porque siendo sincero no tenía donde ir, se encontraba completamente solo en el mundo y que más daba si era lo que un delincuente como él merecía. Sin embargo y a pesar de todos estos sentimientos negativos que su corazón comenzaba a dictar, de una cosa estaba seguro y esta era que nunca lo atraparía la policía. Huiría hasta donde sus piernas pudieran llevarle pero sería libre a como diera lugar.

Odiaba usar la ropa de Law pues esta conservaba su olor, pero no le había quedado otra opción pues no tenía nada más con que vestirse. Había algo importante que le estaba carcomiendo por dentro… no podía dejar que lo capturasen nuevamente esos perros enviados por el Rey… si lo hacía seguro sería hombre muerto. Reflexionó en torno a esta situación, ¿Cuál era la insistencia de aquel tipo en atraparlo si sabía que el político estaba muerto y posiblemente ya enterrado?... quizás había algo más detrás y él no lo había pensado, de ser así su captura podría llegar a tener consecuencias mucho más drásticas de lo que había considerado.

Iba caminando distraídamente cuando de pronto chocó con alguien que venía por la misma vereda. Se fijó bien y era un chico moreno de cabello negro que lo miraba con curiosidad.

-Ehhhh lo siento pelirrojo…-exclamó haciéndose a un lado a la vez que Kid le dirigía una mirada indiferente-

Sorprendido por la actitud de aquel tipo el chico se dio la vuelta y quedó viendo cómo se alejaba. ¿Qué se creía?, después de todo había sido su culpa que chocaran y ni siquiera se había disculpado. Vio como un auto negro se estacionaba unos metros más adelante, se dio la vuelta y decidió seguir su camino avanzando unos cuantos pasos hasta que de pronto sintió gritos atrás de él. Era el pelirrojo forcejeando con un grupo de tipos que habían bajado del vehículo, al sacar armas de fuego el chico decidió que era momento de largarse y  entrando a un callejón echó a correr. 

Kid se encontraba golpeando a un sujeto, dándole un puñetazo con toda su fuerza, sin embargo otros tres lo retenían y amenazan con pistolas.

-Suéltenme joder- exclamaba Kid-

Uno de los sujetos le pegó el arma al cuello, logrando que Kid se calmara.

-Sube al auto-

El pelirrojo pareció ceder, después de todo no tenía con qué defenderse  por lo que optó por subirse, planeando como poder escaparse después. El auto aceleró a toda velocidad subiendo por la misma avenida en dirección a la mansión  del Rey. Kid supo enseguida donde se dirigían y una angustia comenzó a invadirlo, pero  prefirió mantenerse callado y tratar de calmarse, sin embargo uno de los hombres lo había golpeado en el rostro dejándole un chichón bastante pronunciado y eso lo tenía cabreado.

Al llegar al enorme lote alrededor de diez guardias esperaban para custodiarlo. Comenzó a planear como poder escapar, no obstante todos sus planes se fueron al carajo al venir uno de ellos y ponerle unas esposas, estaba acabado pero no dejaría que lo capturasen tan fácil. Dio un salto y con una patada derribó a dos sujetos y como consecuencia de esto todos los hombres se le tiraron encima, luchó por noquear a los demás a la vez que su cuerpo se llenaba de golpes. Repentinamente un disparo hizo que todos se detuvieran.

-Deténganse- exclamó aquel rubio de cejas extrañas-

-Jefe Sanji- exclamaron los hombres-

-Basta de golpes… él podrá intentar todo lo que quiera, sin embargo ya no tiene cómo salir de aquí… y recuerden que el Rey lo necesita vivo, no a punto de morir. Llévenlo a la habitación subterránea-

-entendido-

Kid fue arrastrado hasta la entrada de la mansión y posteriormente hacia el subterráneo. Se imaginó que estaría en una celda, sin embargo era una pequeña habitación con una cama, televisión y un baño equipado. Lo tiraron en el suelo al tiempo que le sacaban aquellas esposas y  posteriormente cerraron la puerta con llave. Permaneció boca abajo un buen rato ya que le dolía todo el cuerpo. Maldijo su suerte y lentamente se puso de pie. Prefirió no pensar en lo que le esperaba porque probablemente moriría a manos de aquel demente… al menos eso pondría fin a su miserable vida y si es que existía una después trataría de hacer mejor las cosas.

Aunque estaba en un estado deplorable y lleno de ira en su corazón, no dejaba de pensar en Law. Una parte de él lo odiaba y la otra, aunque tratara de reprimirla, lo extrañaba y quería verlo de nuevo.

-Soy un imbécil hasta en estos momentos- se decía a sí mismo.

Transcurrieron unas horas hasta que sintió que alguien abría la puerta. Se encontraba acostado boca abajo en la cama por lo que no vio quien era hasta que sintió su voz y levantó la cabeza.

-¿Qué tal pelirrojo?-

-Tú… ¿qué quieres de mí?-

Se trataba de Sanji.

-Yo absolutamente nada, más bien el Rey requiere tu presencia… no tengas miedo creo que no es nada grave-

-¿Qué puede no ser grave como para que me hayan secuestrado?-

-jajaja perdón por eso, pero sabíamos que no vendrías por tu cuenta-

-Jodanse- exclamó cabreado el pelirrojo-

- Están de más los insultos Eustass, pero no te preocupes te he traído algo de comer que yo mismo he preparado para ti, por encargo del Rey. Ven come un poco… no está envenenado si eso piensas- dijo el rubio al tiempo que sonreía-

Kid miró con desconfianza el plato, aunque se veía y olía delicioso.

-Venga prueba siquiera un bocado-

-¿Por qué insistes tanto en que lo coma?- preguntó Kid-

-Pues ya te dije que lo preparé especialmente para ti por encargo del Rey… mira si no me crees- respondió Sanji a la vez que tomaba el tenedor y probaba  la comida-

-Está bien, comeré-

Kid tomó el plato y comenzó a comer.

-ehh! está delicioso- exclamó –

-Lo ves… bien ahora debo irme… te vendré a buscar cuando llegue el Rey-

Dicho esto Sanji salió de la habitación cerrando con llave nuevamente.

Kid permanecía sentado en la cama comiendo con el plato en las manos, aunque odiara admitirlo aquella comida estaba realmente buena, era lo único positivo de todo aquel ajetreado día. Al haber terminado volvió a recostarse en la cama, sentía los ojos pesados y el sueño comenzó a invadirlo cediendo lentamente hasta dormirse.

Se encontraba durmiendo profundamente hasta que sintió un cosquilleo en todo su cuerpo, una sensación cálida lo rodeaba y sintió algo húmedo que se deslizaba por su entrepierna. Abrió los ojos lentamente y pudo ver a Law lamiendo su piel.

-¿Qué rayos haces aquí?- exclamó Kid sorprendido-

-Estoy aquí contigo mi pelirrojo-

-Aléjate… tú me traicionaste-

Law se levantó un poco apoyándose en las rodillas  estaba completamente desnudo y lo miraba fijamente a los ojos. Kid apenas pudo resistir esa imagen sintiendo como su hombría comenzaba a crecer rápidamente. El moreno se sentó sobre sus caderas y cercándose a él comenzó a besarlo. Sus mejillas ardían así como también el resto de su cuerpo, se besaron apasionadamente hasta que Kid empujó a Law con fuerza para subirse sobre él y comenzar a devorar ese cuerpo que lo estaba volviendo loco. Nuevamente se besaron y esta vez con tanta intensidad que Kid sentía que perdía el control, vio como Law se volteaba dejando a vista todo su formado trasero. El pelirrojo se acercó y separándolo pasó su lengua por la entrada del moreno, haciendo que este se estremeciera.

-Kid… oh Kid…-Gemía Law hasta que su voz pareció  perderse-

Kid despertó con el pantalón mojado, había tenido un sueño de aquellos y lo peor era que había sido con el traidor de Law. Apretó los puños con fuerza sintiéndose como un imbécil, se dio cuenta que no sería tan fácil sacarse al moreno de la cabeza. Decidió ir a ducharse y al entrar en contacto con el agua se percató que su miembro seguía erguido y el deseo latente en él, trataba de pensar en otras cosas sin embargo le era imposible apaciguar aquel fuego que le estaba quemando por dentro. Necesitaba tocarse pero no quería hacerlo pensando en Law, no obstante no pudo seguir resistiendo y terminó por acabar susurrando aquel nombre que tanto odiaba.

Salió de la ducha y limpiando el pantalón volvió a ponérselo aun mojado. No tenía idea de que hora era sin embargo suponía que ya debía de estar oscuro. Prendió la televisión y comenzó a cambiar los canales hasta aburrirse y volver a repetirlos, rindiéndose al aburrimiento dejó un programa de cocina, durmiéndose al poco rato.

Alrededor de dos horas después la puerta se abrió despacio, se trataba de Sanji quien venía en busca de Kid.

-eh pelirrojo despierta… el Rey me ha enviado a por ti-dijo Sanji al tiempo que apagaba la televisión-

-Bien… me has despertado bastardo…- respondió Kid mientras se ponía de pie disponiéndose a seguir a Sanji-

-Lo siento pero tendré que ponerte estas nuevamente- señaló las esposas-

-Joder…. Se supone que no era nada grave- Kid retrocedió un poco-

-así es, sin embargo es una medida para que no escapes, aunque déjame decirte que ni lo intentes ya que la mansión está rodeada de guardias-

Kid intentó golpear a Sanji, sin embargo este pudo bloquear el ataque y sacando una pistola de su chaqueta le apuntó a la cabeza.

-No hagas esto más difícil pelirrojo-

-¡Tsk!-refunfuñó Kid dejándose atrapar al fin-

Una vez esposado comenzaron a subir unas largas escaleras hasta llegar a un pasillo que salía al vestíbulo principal, posteriormente se  dirigieron al segundo piso. Kid pudo apreciar hermosas obras de arte que decoraban las paredes, arreglos florares inmensos y candelabros fastuosos así como también muchas puertas, sin embargo la que más llamó su atención fue una de madera blanca con un dintel de estilo romano. Caminaron en esa dirección hasta que   Sanji se acercó y tocando dos veces abrió dejando a Kid atrás. Unos minutos después le indicó que entrara y saliendo cerró la puerta tras de sí, haciendo que el pelirrojo se volteara y cayera en la cuenta de que estaba encerrado.

La habitación era el lugar más lujoso en el cual Kid había estado, amplia y con enormes ventanales, las paredes eran blancas con terminaciones doradas. Al centro se encontraba una cama enorme con cobertores de seda blanca y a los pies un diván de terciopelo del mismo color. Escuchó una voz que le hablaba desde una esquina y su corazón dio un salto.

-Al fin estas aquí… Kid-

El pelirrojo sintió su cuerpo estremecerse, no supo que contestar limitándose a simplemente ver como aquel hombre sombrío se acercaba despacio hacia a él. Al llegar a su lado tomó una de sus manos y la puso entre las suyas, dejando perplejo al pelirrojo.

-¿Por qué no volviste Kid?... ¿acaso  ese médico de mierda te retuvo?- inquirió susurrándole al oído-

-Cómo mierda sabe de Law- se dijo a sí mismo- yo no tenía por qué volver… hice mi trabajo y con eso basta- se atrevió a responder-

-yo soy quien decide eso-sonrío- yo soy quien decide que es lo que haces… tú me perteneces Eustass Kid… -acercó su nariz al cabello del pelirrojo y se sumergió en aquel aroma haciendo que él se estremeciera-

Aquel hombre comenzó a tirarle el cabello de forma tal que se volvió doloroso provocando una mueca de disgusto en el rostro del pelirrojo, sintió un golpe de lleno en su mejilla yendo a parar unos metros más allá, al reaccionar vio como el Rey se acercaba nuevamente a él y lo tomaba del cuello.

-¿Por qué Kid?... ¿Por qué me dejaste esperando?... te dije que si estabas conmigo sacaría a tus amigos de la cárcel-

La sangre se deslizaba por el rostro de Kid. Estaba furioso, sentía unas ganas de acabar con aquel infeliz si tan sólo tuviera la fuerza de hacerlo, pero se encontraba esposado y peor aún con el cuerpo lleno de golpes.

-Bastardo…- susurró pero aquel hombre no lo escuchó-

-¿Me dirás quién es ese médico con el que estabas?- insistió el Rey apretando su cuello con más fuerza-

Kid no lograba entender la insistencia con Law, que importaba quién era él si había huido de su trampa, sin embargo y para no contrariar más al hombre le respondió:

-Es sólo un tipo que me ayudó una vez….suéltame bastardo-

-¿Una vez? ¿Te acostaste con él?-

-¿De qué demonios hablas?-

-Respóndeme Kid… no me gustan las mentiras-

-No… no… ¿Por qué me preguntas eso?- preguntó el pelirrojo con dificultad a la vez que era liberado de su cuello-

El Rey le dirigió una mirada severa y aprisionándolo contra la pared se acercó a su rostro, tanto que el pelirrojo sentía cómo su respiración golpeaba sus labios haciendo que se estremeciera. De pronto y sin advertirlo sintió los labios de aquel hombre sobre los suyos en un beso violento, su lengua era succionada y mordida por esa boca que lo buscaba con desesperación, queriendo recorrer todo su interior.

-Eres delicioso Eustass Kid…- murmuró el Rey mientras el pelirrojo parecía cada vez más sorprendido-

Lo tomó con fuerza entre sus brazos cargándolo en dirección a aquella inmensa cama digna de un monarca. Al empujarlo Kid cayó sobre la suave y sedosa superficie hundiéndose un poco en el colchón que desprendía un olor a frutos rojos. Había algo en aquel hombre que lo estaba intrigando, quería saber el significado de toda esa extraña situación, especialmente esa escena de celos con Law. Sintió la mirada fija en él y posteriormente una cálida mano recorriendo su torso y desvistiéndolo lentamente, como si cada segundo de aquella acción le provocara un éxtasis inmensurable al Rey. El roce de la piel ajena despertó sus sentidos provocándole pequeños temblores en su cuerpo, la lujuria había comenzado a apoderarse de él, tanto así que su miembro ya se encontraba totalmente erguido y húmedo. No sabía que le estaba pasando pero parecía estar perdiendo el control a cada momento.

El Rey pareció percatarse de esto puesto que apresuró su cometido y habiendo desnudado completamente al pelirrojo se detuvo a observarlo por un segundo. La pálida piel del chico ahora parecía brillar a la luz de sus candelabros a la vez que sus ojos emitían un brillo cargado de deseo, sus manos esposadas  y su hombría erguida y totalmente chorreada… era la escena más erótica que había experimentado en su vida y ya comenzaba a perder el control. Se desnudó y apresurándose, cómo si el tiempo fuera a robarse al chico, se abalanzó sobre él besándolo con desesperación. Kid le correspondió dejándose recorrer completamente, al tiempo que entregaba su saliva al mayor, provocándole de tal manera que su lengua escapaba de la boca para recorrer su rostro. Sin saber que le ocurría a su cuerpo estaba disfrutando completamente aquella situación, deseando aún más y más de aquel hombre que por alguna extraña razón le estaba haciendo perder la cordura.

El mayor lo tomó por la cintura con brusquedad y lo sentó en sus caderas mientras él se extendía en la cama, ambos comenzaron a sentir el desenfreno apoderándose de sus cuerpos.

 

 


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