Habia una vez, una joven que vivia con su cruel madrastra, y sus horribles hermanastras. El padre, salio del reino por cuestiones de negocios y lamentablemente fallecio en el viaje.
Ante la noticia, la madrastra se da cuenta que su dinero corria peligro, despidio a toda la servidumbre y obligo asi, a la joven y nueva huerfana a trabajar en la casa como sirvienta, aumentando asi, las burlas de la hermanastras.
Abrumada por el horrible trato que le dan, la joven decide dar un paseo por el bosque, encontrandose a un apuesto joven con el que queda encantada.
Poco despues, el rey organiza un baile para que su hijo encuentre esposa. La madrastra decide ir junto con sus hijas, pero a la "sirvienta" no le permite ir.
La joven, con ayuda magica, logra ir al baile y conoce al principe, quien resulta ser el joven que conocio en el bosque, pero esa magia tiene limite de media noche, por lo que con prisas regresa al carruaje y en el camino pierde una zapatilla, que el principe decir usar para encontrar a la misteriosa doncella.
El principe encuentra a Cenicienta, encerrada en el atico de su madrastra, esta la castigo por haber asistido aquella noche en que el principe quedo profundamente enamorado.
Apesar de cenicienta estar encerrada, el principe logra llevarsela al castillo donde le pide matrimonio, ella acepta y asi señoras y señores, es como ellos vivieron felices para siempre
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Esta historia ya la conocen, la famosa historia de la zapatillla de cristal, ahora les presento a Theo.
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-¡Rapido Theo o el pan que pidio madre se gastara!- apuraba una joven de 16 años a su perezoso hermano mayor
-¡Diablos Eliza! No vayas tan rapido ¿Porque tanta prisa? Ese pan nunca se gasta, solo a mama le gusta- contestó el, tratando de alcanzar a su hermana quien corria por las calles del reino
-¡Oh Calla! No es mi culpa que tus debiles piernas no te den para seguirme el paso, te serviria ir de caza con padre ¿Sabes? -bromeo ella mientras aligeraba el paso para que su lento hermano mayor pueda alcanzarla
-¡Liza! Sabes que no me gustan esas bromas ¿Tanto te gusta recordarme el odio que siente padre hacia mi?- reprocho el con un pequeño puchero, que solto la ligera risa de la castaña menor
-¡Vamos Theodore! No exageres, papa no te odia, es simplemente que-...-No eres su favorito, es todo-
-Eli, enserio ¿Tanto te cuesta aceptar que.-
-¡CALLATE!- grito la castaña escondiendose detras de una pared
-¿Porque? ¿Que tienes? ¿Te encuentras bien?- pregunto el a la menor preocupado
-No lo se, dime tu ¿Me veo bien? ¿Luzco bonita? -dijo ella mientras se peinaba con su mano viendo su reflejo en un charco de agua que habia cerca, haciendo que su hermano estirara la cara en señal de estres, seguramente provocado por la reaccion de su hermana adolescente
-Eli ¿Que diablos haces?- pregunto el con confusion
-Escuchame bien Theodore, y escuchame bien porque no lo repetire, quiero que te quedes aqui, y si me vas a seguir, trata de no avergonzarme porfavor- dijo la castaña avanzado con paso seguro y ligeramente sensual hacia el interio de la choza/panaderia
-Se supone que el mayor soy yo- susurro el castaño para si mismo, siguiendo a su hermana al interior de la choza de Don Cleto
El ojiverde se dispuso a buscar los panes encargados por su progenitora, mientras ignoraba la extraña actitud de su hermana que parecia estar buscando a alguien con la mirada.
Adolescencia, inquirió el, aunque solamente le llevara dos años, ya sentia que la adolescencia ya habia quedado atras para el.
La castaña menor, enfrascada en su tarea de buscar lo que sea que haya estado buscando, ignoro por completo el hecho de que la que estaba avergonzando, era ella, pues su hermano, rojo de la pena titubeaba al agarrar los panes.
Derepente, al lugar entro una señora de porte falsamente elegante, aires de grandeza postisos y mirada fria y penetrante. Parecia que en automatico el aire se volvio pesado al entrar dicha señora quien, con voz autoritaria, dijo
-Buenas tardes Don Clemento, he venido por el encargo de mis hijas
-¡Oh, mil disculpas Lady Tremaine! Enseguida le traigo la orden- el anciano entró al fondo de la choza, ahi donde se hacian los panes
Lady Tremaine, conocida por el joven como una horrenda bruja, y por temor a ser reconocido por la ingresada a la choza, sus nervios aumentaron.
-¡Ah Te odio!- grito la menor acercandose a su hermano
-¿Que hice ahora?-pregunto Theo confundido por la reaccion de su hermana menor
-¡Nada. vamonos!- escupió ella, agarrando el dichoso pan que habian ido a buscar y lo llevo hacia la doncella Sarahi, hija de Don Clemento, quien sin ningun pudor le sonreia coquetamente a Theo, y este, confundido por la sonrisa, solo pensó que tenia algo en la cara
-Elizabeth, ¿Tengo algo en la cara?- susurró el, inutilmente pues Sarahí lo escuchó y atinó a reir bajito
-¡Es que eres lento!- se burló la menor agarrando el pan y agradeciendo para dirigirse a la salida pero sin querelo, empujo ligeramente a Lady Tremaine, quien impaciente esperaba el encargo.
-¡Cuidado Mocosa!-gritó ella
La adolescente, solo atino a mirar a Lady Tremaine y profirió-No es mi culpa que usted estorbe- para despues retirarse del lugar
-Lo lamento tanto- dijo el castaño para retirarse del lugar siguiendo a su hermana, pero por las prisas, golpeo a un joven, notablemente mas alto que el y solo dijo un quedo "Lo siento" y corrió para alcanzar a su castaña hermana sin siquiera mirar a quien habia golpeado.
El ojiazul, que fue empujado por Theo, solo sonrió con curiosidad hacia la direccion que tomo el castaño
-Descuida- dijo, aun sabiendo que seria imposible que el castaño lo escuché
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