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La sombra de un cuento por Hux-Blake

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza, he pasado una serie de cosas que realmente han dejado marca.

Entre lo que vale la pena mencionar esta:

1.- El rompimiento con mi novia

2.- La partida de mis dos mejores amigos

Sin mas penas, a leer.

Aquel joven de mirada azul que, minutos antes habia sido por un castaño distraido y apurado, se quedó perdido pensando simplemente en el castaño "¿Quien será?" era la única pregunta que rondaba en su mente.

La única persona que pudo sacar al pelinegro de su ensoñacion, fue una viejita de muy baja estatura y con un cuerpo lo mas escultural que sus 84 años le permitian.

-Joven ¿Me da permiso?

-Mil disculpas madame- el elegante y apuesto joven que, facilmente podia ser confundido con caballero por aquel porte imponente que tenía, decidió entrar a la cabaña encontrandose con una extraña, inusual y ligeramente divertida escena.

Aquella señora de gran porte frio, se hallaba discutiendo con el conocido Don Clementino, quien ya nervioso por la situacion, se alegró de que alguien conocido haya entrado a su pequeño negocio.

-Mathias, muchacho, que alegria verte- el viejo bonachon se acercó rapidamente al mencionado ojiazul.

-Don Clementino, es que no es posible ¿Que clase de gentuza deja entrar a su establecimiento? Esa mocosa de antes ¡Es falta de clase! ¿Acaso no se da cuenta?-Lady Tremaine se volvio a acercar presurosamente a Don Cleto, quien ya cansado de esta situación con la señora, le susurro a Mathias una simple palabra con gran significado:

"Ayuda"

-Mis disculpas mi lady por esta interrupción, pero necesito con suma importancia, atender unos asuntos reales con Don Clemento ¿Me lo permitiria?- preguntó con demasiada educación Mathias, tratando de esconder una sonrisa burlona.

Aquella actitud siempre generaba en las personas de confianza como Don Clemento, un toque de gracia, pues Mathias aveces exageraba con toda la educación que usaba en sus palabras.

Pero en personas como Lady Tremaine.

-Oh, por favor adelante, despues de todo soy una servidora de su majestad el rey, otro dia puedo venir a tratar mis asuntos con Don Clementino, con su permiso-

Solo ocasionaba un vano intento de querer igualar la elegancia en sus palabras como en sus acciones.

Una vez que se retiró la señora de duro mirar, Mathias hizo aquello que reprimió desde que entró: Reirse.

-Cielos muchacho, tu si que me haces el dia, pero no deberias aprovechar tu posición real para esas cosas- aconsejó el viejo panadero.

-No se preocupe Don Cleto,, despues de todo ¿Que ventajas tiene si no puedo aprovechar un poco de ello?-

-Ay Dios muchacho, en fin ¿Que puedo hacer por ti?- preguntó

-Pues vera Don Clemento, lo que le he dicho a esa mujer, no es del todo mentira ¿Podemos hablar en un lugar mas privado?-preguntó el ojiazul

-Por supuesto que si muchacho-el viejo le encargo a su nieta el negocio mientras ingresaba al interior de su hogar con el pelinegro siguiendolo de cerca.

El viejo se sentó e invito a su acompañante a hacer lo mismo.

-Ahora si muchacho, platicame ¿Que ocurre?

-Pues verá Don Clemento, el Rey organizará un baile para que su hijo encuentre a una princesa y puedad desposarse y pues, apesar que en el palacio contamos con cocineros particulares, el Rey ha decidido invitarlo a usted a hacer el pastel para el evento, pues usted es el mejor panadero en todo el reino- dijo el enviado del rey.

-¡Oh! Por supuesto que si muchacho, para este viejo será un gran honor trabajar para su majestad en un evento tan importante- dijo el bonachon levantandose rapidamente de la felicidad que sentia.

-Me alegra Don Clemento, me paso a retirar porque me deben estar esperando en el palacio. Fue un gusto nuevamente, pronto volveré para darle los detalles- Dijo Mathias levantandose y dirigiendose a la salida- una cosa mas Don Clemento-

-Dime muchacho

-¿Usted conoce a la joven castaña y a su acompañante que se fueron de aqui antes que yo llegara?- pregunto ansioso el ojiazul

-Pero que extraña pregunta muchacho, si los conozco, son Theodore y Elizabeth Devon, son muy buenos muchachos y vienen de una familia no mal posicionada ¿Porque muchacho?- pregunto confundido el viejo

-Por nada Don Clemento, gracias, ahora si me retiro.

El joven ojiazul salió del negocio y emprendió camino hacia el palacio.

"Theodore Devon, que lindo nombre"
Notas finales:

la verdad, no se porque les mencione lo anterior, supongo que queria eplicarles mi tardanza.

tengo listo el capitulo 3 pero no me siento con animos de subirlo.

nos leemos


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