Habían pasado tres meses desde que iniciaron su relación. Hasta ahora Daiki le estaba siendo fiel y esperaba que siguiera así. Se veían cuando tenían tiempo, pues Daiki estaba en la policía y él estaba en su último semestre de gastronomía internacional.
De hecho faltaban dos meses para que egresara.
—Bakagami apúrate— gritó Daiki desde la sala.
—Ya calla Ahomine— gritó enojado, tomó las botanas y se dirigió a la sala.
—Ya era hora— dijo al ver su novio entrar a la sala.
Taiga colocó las cosas en la mesa de centro y se sentó, pero al hacerlo no lo hizo sobre el sillón —¿Queee?— gritó abochornado, pues estaba sentado entre las piernas del moreno.
—No grites—le rodeó la cintura con sus manos. Su novio trataba de soltarse pero sólo se estaba frotando contra su miembro —aghh Taigaa.
Se quedó quito al escucharlo y sentir como algo pinchaba sus glúteos. Sus mejillas se sonrojaron —Sueltaameeee.
—Tú fuiste quien se restregó contra mí— gruño mordiéndole el lóbulo derecho.
—Aghh....daiikiii— gimió.
Ese gemido hizo que el peli azul se saliera de control y llevará una de sus manos directo al miembro semi erecto del pelirrojo —nouuhhh aghhh— gimoteo. Pero la mano experta de Daiki lo sucumbió de inmediato en el placer. Tras varios minutos se corrió en la mano de su novio. Para ese entonces ya se había subido en las piernas del peli azul y estaban besándose —Daikiii
—Taiigaaa— gimoteo y comenzó a frotar los glúteos de su novio. Éste arqueó su espalda, pero al hacerlo dejó sus pezones a su alcance y comenzó a mordisquearlos a través de la tela.
—aghhh... Mnghh.. Daiii— gimió por el placer; sintió el miembro erecto pegándose con su pelvis —Aghh espera— trató de separarse.
—lo siento—La verdad es que esos tres meses sólo se había tocado así, pero no habían llegado a las penetraciones.
Taiga besó a su novio —Házmelo— susurró en labios del peli azul.
Daiki no esperó a que se lo dijera dos veces. Se levantó en un movimiento rápido provocando que Taiga enroscara las piernas en sus caderas y se abrazara del cuello. Camino entre los besos hasta la recámara del pelirrojo y se dejó caer en la cama. Besos y caricias comenzaron a excitarlos a un más.
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Daiki embestía con rápidas estocadas al pelirrojo —Aghhh aghhh— daiikiii... Más— gimió enterrando sus uñas en la espalda morena, dejándola con trazos rojos —Aghh me nghh corro Aghh—
Daiki aumento la velocidad y sintió como Taiga contrajo sus entrañas, apretándolo y llevándolo al orgasmo —Taiga—besó al pelirrojo —Te amo...
—Te amo, Daiki— respondió sonriendo.
Daiki salió del interior de su pareja y miró la vista que su novio le daba. Taiga se encontraba con sus piernas abiertas, sus mejillas y orejas rojas, su abdomen bañado en semen y de su entrada escurría su semen.
Taiga sonrió al notar que su novio había vuelto a recargarse —Otra vez— pidió avergonzado. Al siguiente día no podía de levantarse.
—————Dos meses después —————
Al fin era su graduación. Sus padres no habían podido viajar a Japón por cuestiones de trabajo, y Daiki tenía turno en la estación de policías. Así que, Akashi Seijūrō y Kuroko Tetsuya junto con su hermano Tatsuya, y Murasakibara Atsuhi asistieron. Él se graduó con honores.
—Felicitaciones— felicitaron los cuatro a su amigo.
—Gracias— dijo sonriendo.
Para celebrar fueron a un restaurante, almorzaron y platicaron un rato —Ahora regresó— dijo dirigiéndose al baño.
—Está demorando mucho— dijo Tatsuya al ver que ya había tardado su, autodenominado, hermano.
—Hey camarero. Un chico esta desmayado en el piso— los cuatro corrieron al baño. Taiga estaba inconsciente, siendo socorrido por alguien —No sé qué le paso. Acabe de entrar y él ya estaba así.
Atsushi lo tomó entre sus brazos y lo sacaron del restaurante. Lo llevaron al hospital Midorima, y esperaron bastante tiempo, lo peor es que Daiki no les respondía.
—Chicos— dijo llamado la atención de sus amigos.
—Shintarō/ Midorima— dijeron levantándose de las sillas que habían estado ocupando —¿Como esta?
—Será mejor que se lo diga junto con ustedes. Síganme— indicó Shintarō.
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Abrió sus ojos y noto que estaba en un hospital. Se medió sentó, justo cuando iba a pinchar el botón para llamar a la enfermera, la puerta se abrió.
—Taiga, Taiga-kun, Taichin— dijeron al verlo despierto.
—¿Qué me pasó?— preguntó algo mareado aun. Recordaba entrar al baño y marearse.
—Te desmayaste— dijeron al unísono —Un chico te socorrió.
—Kagami... ¿Te has estado sintiendo mal?— preguntó Shintarō.
—¿Eh? Bueno, si. Algo cansado, mucho sueño. Supongo que estos días no he dormido bien— dijo frotándose la nuca.
—¿Algo más?— preguntó anotando.
—uhhh sii... náuseas, pero estuve cocinando con trufas y me provocan náuseas— dijo con un gesto de asco.
— La razón porqué te desmayastes, es porqué.... Kagami— dijo serio —, tienes 8 semanas de gestación... Eres un doncel.
Abrió completamente los ojos y los chicos ni se digan. Todos sabían por boca de Kagami era varón.
— ¿Qué? Soy varón. A mis padres siempre le dijeron que era varón— dijo asustado.
—Revise tú expediente y sí, dice que eres varón. Hicimos diferentes pruebas y resultaron positivo para doncel, Kagami, y estas gestando— explicó Shintarō.
—Dios...— dijo tocando su vientre; lágrimas comenzaron a surgir —¿y si Daiki no lo quiere?— susurró pero Seijūrō si lo escuchó.
—Él lo querrá. Te ama— dijo Seijūrō cruzado de brazos.
—Voy a tener un bebé de Daiki— dijo llorando. Los chicos lo felicitaron y animaron.
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—¿Cuándo le dirás a Minechin?— preguntó Atsushi, cuando iban en la limusina del emperador.
—yo.... Hoy lo veré. En media hora lo veré y le diré— dijo viendo la hora.
—Al lugar de siempre— afirmó Seijūrō y Taiga asintió. Le indicó al chofer donde ir.
—Estaremos escondidos detrás de los arbustos. Quiero ver la cara de Daiki— dijo Seijūrō sonriendo.
—Al menos estarán conmigo— les dijo y se encaminó al árbol donde siempre se acostaban a dormir. Estaba ansioso. Tenía miedo de la reacción del peli azul.
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—Taiga.
—Daiki— dijo levantándose. Recibió un abrazó y un beso profundo de parte del peliazul.
Se separó del pelirrojo y notó los bordes rojos por el llanto —Haz estado llorando... ¿Qué sucede?
—yo.... Tengo algo muy importante que decirte— Daiki asintió —Durante toda mi vida, mis padres y yo siempre creímos que era varón porqué fue lo que el médico dijo.
Daiki frunció el ceño —ahaaa....
=Hoy me desmayé— siguió diciéndole.
—¿Estas bien? ¿Qué te paso?— preguntó alterado.
Los chicos sonrieron. Taiga estaba siendo muy sutil.
—Si... Daiki... La zanahoria descubrió que soy doncel y estoy embarazado— dijo mirando a esos ojos azules que tanto amaba.
—¿Qué?— preguntó rápidamente. De seguro había escuchado mal.
—Daiki.... Estoy embarazado, soy un doncel— volvió a decir con miedo.
—¿Qué estúpida broma es esta Taiga?— preguntó enojado. Taiga es un varón. No tenía ni un sólo gramo de doncel.
—¡No es ninguna broma!— exclamó al borde del llanto.
Daiki se revolvió el cabello — ahhhh— dejó de hacerlo —Su-Supongamos que es cierto. Vale. Eres un doncel ¿Ese bebé es mío?— Tenía que acabar con la broma de Taiga.
A Taiga se le rompió el corazón —¿Qué?— preguntó con la voz quebrada.
—Joder Bakagami. Me dices que eres varón y porque no eras doncel me acosté contigo si...— dijo ya no sabía ni que decía.
—¡¿Qué?!— gritó interrumpiéndolo ¿Solo se había acostado con él porque era varón?¿ Eso es lo que le estaba diciendo?
—¡joder! ¿Cómo sé que es mío y no de cualquiera que le hayas abierto las piernas? No....— un fuerte impactó hizo que se callara. Taiga le había dado una cachetada.
—¿Me estas llamando puto?¿ Acaso me crees capaz de acostarme con cualquiera?— gritó golpeándolo en el pectoral.
—Ya basta— dijo deteniéndole una mano pero recibió un puñetazo con la otra —Maldición. Ya basta—gritó levantando la mano.
Taiga se estremeció al ver la mano y rápido se protegió el vientre, pero el golpe nunca llegó.
—Te aplastaré Mine-chin— dijo Atsushi sosteniendo el puño. Puño quedó a pocos centímetros de la cara de Taiga.
—Murasakibara— dijo al verlo.
—Tetsu. Lleven a Taiga a la limusina— ordenó Seijūrō furioso.
Daiki se estremeció al escucharlo la voz. Volteo y vio a los otros dos (Tetsuya y Tatsuya furiosos). Volteó a ver Taiga, estaba llorando y temblando mientras se cubría su vientre.
—Vamos, Taiga-kun— dijo el pelo celeste. Tatsuya ayudo a Taiga a caminar.
—¿Acaso eres idiota? Ibas a golpearlo cuando está esperando a tú hijo— dijo furioso.
—Es mentira— trató de decir. Pero se sentía arrepentido después de que vio el profundo dolor en el rostro de Taiga.
—Taiga tampoco sabía que era doncel. Su informé de nacimiento dice que es varón. Fue un fuerte golpe para él, pero al menos estaba feliz de que espera un bebé de la persona que ama. Vamos Atsushi. No vale la pena— dijo Seijūrō y fue rumbo a la camioneta.
—Si vuelves a lastimar a Tai-chin y Bebé-chin, te aplastaré— dijo empujándolo y el moreno cayó al césped.
Taiga se había quedado dormido por tanto llorar en los brazos de Tatsuya. Atsushi lo cargo hasta la habitación que Seijūrō dispuso para el pelirrojo.
.—¿Qué creen que haga?— preguntó Tetsuya.
—No lo sé, pero lo apoyáremos— dijo Seijūrō viendo dormir al pelirrojo.