Capítulo 10.- Planes de medianoche
- Cuál es el alboroto?, por qué me mandaste llamar tan tarde en la noche? – Ares caminaba con prisas adentrándose al templo de Virgo, Apolo lo había mandado a llamar y el Dios de la Guerra no estaba complacido por ello
- Recuerdas lo que estábamos hablando el otro día?, recuerdas que mi hermana dijo que habían señales varias en los cielos?, recuerdas que yo dije que el ambiente estaba cambiando y que había algo en el aire… lo recuerdas? – Apolo ignoró el obvio mal humor de su hermano y al hablar se pudo notar su ansia y excitación
- Y por eso me despiertas en medio de la noche?
- No… te desperté por esto…
Apolo chasqueó los dedos y una nube de humo se formó en medio del amplio salón, Ares lo miró y arqueó una ceja pero miró interesado cuando las imágenes empezaron a tomar forma, el Dios del sol caminaba de lado a lado y miraba también la pantalla de humo hasta que las formas se aclararon lo suficiente para poder distinguir el salón principal del templo de Apolo en el Olimpo, en medio de él estaba una hermosa muchacha que vestía una túnica blanca, la muchacha estaba bailando al ritmo de la música que sonaba, sus movimientos tenían una gracia especial que hipnotizaba, Ares podía apercibir el aroma de inciensos exóticos y no había ningún fuego ardiendo en el salón del templo de virgo, eso era por efectos de la visión que estaban presenciando
La muchacha bailaba y parecía estar fuera de si, sus movimientos dejaron de tener gracia porque sus articulaciones se estaban doblando en ángulos que no eran naturales, sus ojos estaban en blanco y varios sonidos guturales empezaron a escapar de su garganta hasta que un grito llenó sus sentidos, la muchacha cayó al suelo y luego fue levantada por una fuerza invisible, o por lo menos eso es lo que le pareció a Ares, él ya había presenciado esto antes, las profecías tenían formas extrañas de manifestarse, luego del grito la muchacha cayó inmóvil al suelo para luego incorporarse y hablar con una voz profunda y rasposa al decir:
Pasado, presente y futuro, se disuelven en la línea del tiempo
Dioses, humanos y bestias alzarán al cielo sus puños en lamento
La corrupción del poder infectará a los más ardientes corazones
Que se hundirán en los pozos más oscuros de sus pasiones
Se necesitará mano de hierro para mantener el frágil balance
Para que la vida en el cielo, en la tierra y en el infierno avance
Tiempos turbulentos se entrelazan en el serpenteante camino
Lo reducirán a sangre y cenizas si se conserva el cruel destino
Busca y hallarás el instrumento que dejará en el tiempo sus huellas
Que se encuentra en la legendaria laguna que no refleja las estrellas
- Interesante – dijo Ares frunciendo el ceño
- Es mucho más que interesante, habla de cambio… de lo que yo he estado hablando por mucho tiempo, el poder ha corrompido a los Dioses reinantes y todo caerá en el caos inexorablemente
- Esto se veía venir – asintió Ares con expresión grave en su rostro
- Y se necesitará una mano de hierro para conservar el balance, no lo vez hermano?, esa mano de hierro es la nuestra, es nuestro tiempo, está signado en el destino, es ahora que debemos levantarnos, es ahora que lo debemos hacer y tenemos la primera pista certera
- Cuál? – preguntó el Dios de la Guerra, a él no necesariamente le convencía las palabras de Apolo pero… a él le agradaba el panorama que su hermano proponía, y le atraía mucho la idea de hacerse con el poder, mandar en lugar de obedecer, implantar su reinado… aplastar a sus enemigos… reclamar lo que por derecho debía haber sido suyo… si, todo eso era por demás atractivo
- El Instrumento que se encuentra en la legendaria laguna que no refleja las estrellas – puntualizó Apolo recitando casi textualmente las últimas líneas de la profecía
- Instrumento?, cuál?, podría ser cualquier cosa, no?
- No… en eso te equivocas hermano, si es un instrumento que dejará en el tiempo sus huellas, solo se me ocurre algo, algo muy específico que nos permitirá ascender al poder sin encontrar resistencia, algo con lo que neutralizaremos a los tres grandes para siempre, algo contra lo que no hay defensa posible, el arma de un verdadero Dios – los ojos de Apolo brillaron con malicia
- No… está prohibido, no podemos usarlo – respondió Ares automáticamente al entender de lo que hablaba Apolo
- Hermano, no estás pensando lógicamente, está prohibido eso es verdad pero… piensa… quién lo prohibió?
- Zeus…
- Exacto – Apolo sonrió victorioso y Ares entendió lo que su hermano quiso decir, Zeus lo pudo haber prohibido pero… si lo derrocaban, sus leyes serían obsoletas
- Muy bien, y cuál es la laguna que no refleja las estrellas?, eso lo sabemos? – preguntó Ares interesado en este punto
- No… pero hay que tomar algunas cosas en cuenta, los lugares a los que usualmente hacen referencia las profecías, son lugares protegidos por los dioses, entonces no es una laguna subterránea cualquiera, yo creo que está en el Averno, es el único lugar que no refleja las estrellas, porque en el Olimpo sería imposible y en la Tierra… complicado…
- No, no es tan complicado, hay lagunas subterráneas, la búsqueda será ardua pero con lo que dices hermano… nuestro perímetro de búsqueda no será muy grande, lugares protegidos por los dioses en la tierra no son muchos, y es cuestión de chequear sus lagunas subterráneas – dijo Ares poniéndose de pie y acariciando ausentemente su mentón
- Pero la recompensa es grandiosa, esta es nuestra oportunidad hermano… ahora es cuando
- Si, tienes razón y cuentas con mi total apoyo, ya te lo dije antes pero te lo repito ahora
- No esperaba menos de ti Ares, no esperaba menos de ti – Apolo sonrió y palmoteó la espalda de su hermano, tan emocionados estaban los dioses que no se dieron cuenta que no estaban solos, a veces el excesivo poder trae consigo la imprudencia porque no tomaron en cuenta el lugar en el que se encontraban y el caballero Shaka de Virgo los había visto y escuchado, el rubio meneó la cabeza y como rayo se dirigió al templo principal en busca de su Diosa, Atena debía saberlo inmediatamente…
***
La laguna estaba tranquila, o por lo menos eso era lo que parecía a simple vista, porque la superficie que había estado en calma, en las últimas semanas esa laguna había tenido un nadador asiduo que la visitaba casi todas las noches, por lo que no fue sorpresa que la superficie de la laguna se rompiera en ondas cuando una azabache cabeza emergió, el agua no estaba tan fría pero tampoco es que estaba del todo agradable
Zack nadó hasta la orilla en donde había dejado su ropa y salió del agua para envolverse en una toalla, realmente era una suerte que las posibilidades de una gripe eran nulas en su caso, de cualquier manera estornudó
- Yo creo que necesitas un té caliente – Zack saltó asustado al voltearse y darse cuenta que no estaba solo, pero se relajó al ver a Hypnos muy cerca suyo, el Dios del sueño tenía su toalla en las manos y se la estaba alcanzando, Zack la tomó y se empezó a secar el cabello
- Mejor un jugo de naranja, eso tiene más vitamina C
- Pues si, y cómo va la búsqueda?, encontraste algo? – se interesó el rubio mirando como el muchacho se secaba ausentemente el cabello, gotas de agua recorrían su cuerpo, su muy joven y apetecible cuerpo, el muchacho no tenía la musculatura que los jóvenes aprendices del Santuario ostentaban pero… tenía lo suyo, era alto para su edad, delgado pero su cuerpo estaba muy bien formado, sus piernas eran algo gruesas y terminaban en un trasero de afición, Zack no era muy entusiasta en hacer ejercicio pero su hermano mayor siempre había entrenado con él, y eso aparentemente había rendido sus frutos, además el ser hijo de un Dios si presentaba sus beneficios
- Muchos peces de agua dulce, algas, plantas extrañas, lo que parecía ser los restos de un bote de remos, ohhhh vi a lo lejos un hipocampo y déjame decirte que eso fue un alivio – Zack sonrió cuando dijo esto, Hypnos se fijó en su sonrisa, era muy linda y sincera, se distrajo un momento pero recobró la compostura al preguntar:
- Por qué?
- Si Poseidón iba a traer a sus mascotas, me alegro que haya traído a sus hipocampos, si hubiera traído al Kraken… uyyy… ese monstruo si da miedo
- Miedo?, un hijo de Hades siente miedo de un monstruo sin importancia? – Hypnos le alcanzó los pantalones al muchacho que luego de pasar la toalla por todo su cuerpo, se los puso, él había estado usando solamente un pantalón ajustado de baño que delineaba perfectamente su joven y apetecible cuerpo
- No… las criaturas del Averno asustan más pero… a esas criaturas yo puedo controlar sin problemas, al Kraken pues no sé y si quieres que te diga la verdad, no es una teoría que quisiera poner en práctica
- En eso tienes razón, aunque yo creo que le podrías dar pelea
- Eso no lo sé, aunque entrenar con mi papá y sus amigos ha sido una experiencia nueva, eso te lo puedo asegurar – Zack sonrió divertido cuando dijo esto, en los últimos días el joven heredero del Averno había acompañado a los aprendices del Santuario a sus entrenamientos, al inicio él solo los miraba pero ya luego mejor decidió que sería divertido aprender y todos los muchachos habían aceptado con entusiasmo la tarea de entrenarlo, por eso Zack tenía moretones varios y le dolía todo el cuerpo
- Supongo que si, esos muchachos son muy fuertes
- Si… y se han hecho a golpes, su vida no ha sido fácil, yo creo que el más fuerte de todos es Ikky, pero Seiya me dijo que no, que el más fuerte de todos es Shun
- En serio?
- Si… según Seiya, Shun tiene un cosmo en verdad poderoso y eso es por mi papá Hades, no me explicó muy bien pero algo tiene que ver con su alma y no sé qué cosas más, por eso su tormenta nebular puede crecer hasta el infinito, nadie puede hacer una cosa así
- En eso tiene razón, el caballero de Andrómeda está ligado a tu padre, él fue signado al nacer, por eso es una persona muy especial – contestó Hypnos caminando junto a Zack que ya se había acabado de vestir y cargó su mochila en la espalda
- Y es muy buena persona, pero hay algo que no entiendo, si es el más fuerte de todos, por qué no pelea como los otros?
- A qué te refieres? – preguntó Hypnos frunciendo el ceño
- En el tiempo que he estado aquí he podido ver más de cerca cómo funciona el cosmo en cada uno de los caballeros, cuando ellos combaten, su cosmo brilla, a veces es visible para el ojo humano, a veces no, pero yo siempre lo puedo ver, Shyru por ejemplo, es fuerte y cuando combate no se contiene, lo da todo y es impresionante, al igual que los otros tres caballeros, pero Shun no, Shun se contiene, no sé por qué lo hace
- Bueno… podría ser porque él sabe que va a ganar
- Eso no tiene sentido
- Claro que lo tiene, no es eso lo que estás haciendo tu? – Hypnos sonrió cuando dijo esto, Zack se quedó parado analizando las palabras del Dios del sueño, se encogió de hombros y siguió caminando al decir:
- Mis razones son diferentes, yo necesito encajar con ellos para poder buscar lo que estamos buscando, por qué lo hace él?
- Mi teoría es que también lo hace para encajar y no asustar a sus amigos, él es diferente, así como tú lo eres, entonces… prefiere no usar la totalidad de su poder
- Si, tiene sentido, vas a caminar conmigo hasta el templo de Aries? – Zack se quedó parado nuevamente y miró a Hypnos con expresión divertida, el Dios si lo venía a buscar en las noches pero no se quedaba tanto tiempo con él, por lo menos eso es lo que había pasado esa semana
- Te moleste que camine contigo?
- Claro que no, pero si estoy curioso – Zack volvió a caminar e Hypnos caminó a su lado al preguntar:
- Si hablamos de curiosidad, por qué caminas al templo de Aries?, no es más fácil tele transportarte allá?, no me digas que disfrutas una caminata tan larga
- Si me gusta la caminata pero esa no es la razón, lo que pasa es que… bueno… me he encontrado con mi papá algunas veces, casi me he chocado con él la verdad y no debo hacerlo
- Hades?
- No… mi otro papá, él se escapa del templo en las noches y yo debo hacer todo menos interferir con eso, porque es en esas salidas en las que se encuentra con papá Hades, y si ellos no se encuentran no podrán conocerse y tratarse, por ende no se relacionarán, no se enamorarán, no se casarán y yo desapareceré – Zack se encogió de hombros cuando dijo esto, Hypnos arqueó una ceja y asintió, ellos estaban en tiempos bastante serios y delicados, las precauciones no estaban por demás
- Se escapa del templo?, eso es extraño, no va con su personalidad, o si?
- La verdad si, hay muchas cosas en las que yo estaba equivocado, hay muchas historias que me contó Adrián que no son correctas, hay cosas que él recordó mal, idealizó hasta cierto punto, el conocer a mi papá ha sido… totalmente diferente a lo que pensé
- Decepcionado?
- No… todo lo contrario, él es todo lo que esperé que fuera pero mucho más que eso, él es humano… maravillosamente humano con muchos defectos y virtudes, no es perfecto como me lo contaba Adrián, eso lo hace más real… no sé si me entiendes
- Si muchacho, claro que te entiendo – Hypnos sonrió y tomó la mano de Zack que se detuvo y lo miró extrañado, el rubio sonrió también y dijo:
- Te parece si te llevo yo?, deberías dormir algo si vamos a continuar en la búsqueda, te prometo que ni tu padre Hades podrá sentir que nos transportamos, vamos?
- Ohhhh… no lo había pensado, pero muchas gracias, estoy molido y en verdad si quiero dormir – Zack se acercó un poco más a Hypnos el que lo abrazó y ambos se vieron envueltos en un remolino de luces y colores
- Sería bueno que te des un baño caliente antes de acostarte – dijo Hypnos mirando alrededor, estaban en la habitación del segundo piso del Templo de Aries, y tres de las siete camas estaban vacías, aparentemente no solo uno de los caballeros se había escapado del templo, Zack asintió y entró al cuarto de baño, Hypnos hizo brillar su cosmo y los otros cuatro aprendices cayeron en un sueño aún más profundo
Zack entró en calor al sentir el agua caliente en su piel, el muchacho estaba cansado y en verdad que el baño le cayó muy bien, a lo que salió se sorprendió al ver a Hypnos de pie mirando por la ventana, Zack se acercó y sonrió al mirar la escena
- Creo que ya no tienes nada de qué preocuparte muchacho, tus padres han encontrado el camino del uno al otro
- Aparentemente si… - Zack meneó la cabeza al ver a sus padres charlar tranquilamente en la quietud de la noche, sus posiciones relajadas, el ademán que tenía el chico mortal de pasar una mano en un vano intento de acomodar su cabello, la sonrisa tan despreocupada del Dios… eso decía mucho la verdad, por lo que al inicio el muchacho sonrió pero luego su expresión se ensombreció, Hypnos le puso una mano en el hombro al decir:
- No sufras desde ahora, si estás aquí es porque tenemos la posibilidad de cambiar las cosas, estamos haciendo todo lo posible para lograrlo, vamos a tener éxito… ya lo verás…
- Espero que si…
Zack puso la mano en el cristal de la ventana y suspiró, sus padres no tenían la menor intención de terminar su conversación en ese punto, estaban muy entretenidos mirándose el uno al otro, Zack pensaba que aún no estaban en los romances pero por lo que vio, no tardarían en hacerlo, así que Zack se puso su pijama y se acostó en su cama, Hypnos se sentó en su cama y le puso la mano en la frente, el muchacho de cabellos negros cerró los ojos y en cuestión de segundos estaba profundamente dormido, Hypnos sonrió y se levantó de la cama, caminó por la habitación y se asomó nuevamente a la ventana, vio a Hades de pie que miraba hacia donde él estaba, Hypnos se volteó cuando la puerta se abrió dejando entrar al joven mortal que corrió a la ventana y sonrió ampliamente al ver al Dios de los muertos que le hizo una última seña antes de desaparecer
- Por todos los dioses… Hades… es demasiado sexy para su propio bien… - el muchacho suspiró y se llevó una mano a los labios, y luego con una sonrisa fue al cuarto de baño, Hypnos meneó la cabeza divertido y se desapareció de dónde estaba para llegar al templo de Sagitario, en donde encontró a Hades sirviéndose una copa
- De todos los lugares en donde pensé encontrarte, no pensé que el templo de Aries sería uno de ellos, qué hacías allí? – el tono de Hades no era agresivo pero no pudo enmascarar su molestia
- Mi señor… usted estaba intrigado por la presencia de ese muchacho que no es aprendiz de Atena, fui a chequearlo simplemente
- Y por qué no me lo dijiste?
- No me pareció prudente decirle nada hasta saber a ciencia cierta si es una amenaza o no – Hypnos se encogió de hombros cuando dijo esto, Hades apuró su trago y preguntó:
- Y es una amenaza?
- No mi señor, es un muchacho normal que está dedicado a entrenar con los aprendices, no tiene ningún tipo de poder o cosmo, no tiene ningún plan o mala intención con nadie, si quiere mi opinión… yo creo que se está divirtiendo mucho con los otros jóvenes, los caballeros dorados también lo tienen muy vigilado, así que no creo que sea una amenaza
- Y cuál es su relación con Hécate?
- No lo sé mi señor, no se lo he preguntado – contestó Hypnos prudentemente
- Yo si… y me ha salido con evasivas, quiero que lo sigas vigilando, no me agrada que ronde el primer templo en mi ausencia, no me agrada… no sé por qué…
- No se preocupe mi señor, el joven caballero de Atena solo tiene ojos para usted – dijo Hypnos con una leve sonrisa
- Estás seguro?
- Si mi señor… sus sueños son bastante claros, él anhela una familia, cariño y comprensión, por lo que vi hoy en la noche él está muy entusiasmado con usted, yo creo que si usted hace las cosas bien, el muchacho podría llegar a amarlo profunda y sinceramente, usted también debe sentirlo – la mirada del Dios del sueño era por demás indicativa, por lo que Hades asintió y suspiró antes de decir:
- Si… eso es lo que siento pero… hay cosas que me confunden… no me hagas caso Hypnos, gracias por estar pendiente de todo
- Es un placer mi señor
- Y qué has sabido de novedades en los otros templos?, algo interesante? – Hades cambió de tema al servirse otro trago
- Algo está pasando porque vi al caballero de Virgo bastante agitado, estaba hablando con el caballero de Géminis y juntos fueron a hablar con Atena, sea lo que sea que haya sido, la Diosa de la Tierra ya lo sabe
- Crees que sea grave?, escuchaste algo?
- No… realmente no me puedo acercar al Santo dorado de virgo, él siente mi presencia y no me parece conveniente ponernos en evidencia, no quiero que digan que los estamos espiando aunque eso sea cierto, la verdad me parece extraño que él pueda sentir mi presencia porque eso solo lo puede hacer usted, ni siquiera la Diosa Hécate lo puede hacer, ese caballero es en verdad poderoso y extremadamente intuitivo, al igual que el Santo Dorado de Géminis
- Lo sé… pero debemos averiguarlo especialmente si tu crees que es importante, porque lo más seguro es que si lo sea
- No se preocupe mi señor… lo averiguaré para usted
- Gracias Hypnos, y hazme otro favor…
- No tiene que pedírmelo mi señor, el joven caballero de Atena duerme plácidamente y tiene sueños pacíficos de paisajes, ríos y arco iris, sus sueños usualmente son violentos y esa es la razón por la que no podía dormir, ahora dormirá mejor
- Gracias, aunque deberías hacer eso por todos ellos, esos muchachos están llenos de energía pero deberían descansar mejor
- Así lo haré mi señor, con su permiso
- Es propio…
Hades bebió su copa y miró ausentemente por la ventana, sonrió mientras pasaba su dedo por el borde del vaso y pensaba en aquel jovencito que se le estaba metiendo en la piel, su hermosa sonrisa, sus expresivos ojos y dulce mirada, su juventud e inocencia… vaya… no se había sentido atraído de esa forma a alguien por mucho tiempo, mucho mucho tiempo…