Capítulo 12.- Indirectas bien directas
Zack estaba escalando el barranco en el templo de Capricornio, el muchacho era bastante hábil con las cuerdas, Shun había dicho que era un buen discípulo, lo que el caballero de Andrómeda no supo era que Zack le había pedido que le enseñe a escalar pensando a futuro en su búsqueda de la laguna misteriosa, en los días anteriores habían ido los aprendices a escalar los picos de la muerte y eso Zack había aprovechado para pasar el día con Shun, a la final el muchacho de cabellos verdes era el que mejor escalaba de todos ellos, claro… por su manejo de las cadenas de su armadura
El viento lo azotaba con fuerza pero el muchacho se sujetaba hábilmente para no caerse, él había detectado una corriente de agua por el perímetro del templo de Capricornio y estaba buscando la fuente, por eso estaba ahora colgado de varias cuerdas mientras descendía el barranco, Zack estaba usando guantes, botas de escalar, un enterizo negro que tenía muchos bolsillos, cuerdas, picos y un casco que tenía una linterna, Hécate le había ayudado a obtener todo lo que necesitaba, porque los aprendices no lo tenían, ellos llegaban hasta usar guantes y era todo lo que ofrecían hacer, la seguridad no estaba en su vocabulario, en especial Shun que esos días estaba teniendo problemas con Ikky a raíz de un día de campo en el río del que Zack no sabía mayores detalles, pero esos hermanos estaban peleando más de usual, o por lo menos eso es lo que Shyru le había asegurado
- Qué es lo que quieres probar?, si se puede saber claro está… - una voz le habló muy cerca por encima de su rango de visión, Zack perdió el equilibrio y hubiera caído al vacío si no hubiera sido por las cuerdas que lo sostenían y de las que quedó colgado seguramente mientras se balanceaba en el vacío
- Me quieres matar?, es en serio???, lárgate Hypnos – el pelinegro dijo esto con profunda rabia
- Lo que menos quiero hacer es matarte
- Pues no es lo que demuestras, qué mierda quieres? – Zack se impulsó columpiándose en las cuerdas hasta volver a alcanzar la pared de roca, Hypnos descendió a su lado hasta hacerse visible
- Ayudarte… estamos juntos en esta misión, lo olvidas?
- Claro que no, el que parece olvidarlo eres tú, puedes volar???, en serio??? – Zack se iba molestando cada vez más, él pasó días pensando en cómo descender por ese barranco, pasó otra semana escalando con Shun antes de aventurarse a escalar él solo, y ahora Hypnos puede volar????, dioses…
- No estoy volando, estoy levitando simplemente, me quieres decir por qué estás descendiendo por el barranco?, tienes un deseo suicida o algo?
- No, no tengo deseos suicidas, y si en serio quieres saber, estoy bajando por el barranco porque encontré una vertiente de agua pero no puedo determinar su origen, así que voy a ir en reversa, cuando encuentre a dónde sale pues iré al revés, pueda que encuentre la laguna, si es que existe una laguna claro está
- Esa es una brillante idea – dijo el rubio y arqueó una ceja
- No te muestres tan sorprendido, mi única neurona si hace corto circuito de vez en cuando y se me ocurren cosas buenas – Zack continuó con su descenso con Hypnos a su lado que seguía levitando
- Por qué haces eso?, no es la primera vez que lo haces y no lo entiendo
- Hacer qué? – preguntó Zack sin saber a lo que el Dios del sueño se refería
- Por qué crees que no eres lo que eres?, por qué te haces de menos ante las demás personas?, por qué no aceptas tu verdadero valor?
- Y quién te dijo a ti que no lo hago? – reclamó Zack ofendido en este punto
- Eres tan complicado muchacho…
- Lo sé, según Adrián soy una paradoja en dos pies, según Talia me hace falta madurar, papá Hades dijo que soy digno hijo suyo pero para mi que lo dijo de la pura pena, según Ikky escondo algo, según Hyoga soy torpe, según Shyru soy astuto pero ingenuo, según Seiya soy dulce y según Shun soy divertido, al parecer soy muchas cosas, elije una
- Eres… eres perfecto…
- Qué??? – Zack miró a Hypnos pero no pudo decir nada más porque sus cuerdas se soltaron y cayó al vacío
Hypnos concentró todo su poder y atrapó al joven en sus brazos y se transportaron al borde del barranco en donde estaban clavadas las estacas de escalar que Zack había dejado, el corazón del joven de cabellos negros latía con fuerza, sus piernas temblaban y se sentían de gelatina, sus mejillas estaban sonrosadas y su respiración era agitada, esto no tenía nada que ver con su caída al vacío, era por la cercanía que tenía con el Dios del sueño que lo sostenía posesivamente y en un reflejo, unió sus labios con los del menor que se entregó al desesperado y pasional beso que le estaban dando
La cabeza de Zack era una revolución, nunca antes había sentido algo así, nunca antes lo habían besado y mucho menos otro hombre, nunca lo había pensado siquiera, en su vida en el Averno no necesariamente tenía alguien con quien “salir” o relacionarse, por eso es que sus hermanos le habían dicho que él nunca se había enamorado y tenían razón, claro que tenían razón porque lo que estaba sintiendo ahora no lo había sentido nunca
Hypnos era un Dios, por lo tanto era un ser por demás enigmático y complicado, la verdad nunca esperó sentir la desesperación que sintió cuando vio al muchacho caer al vacío, por lo que ahora lo besaba con fuerza y ansias, ellos se besaron en el frío de la noche hasta que se quedaron sin aire y al romperse el beso, ellos no se separaron, Hypnos sostenía al pelinegro posesivamente y lo estrechaba contra su cuerpo
Cuando se separaron un poco para poder mirarse a los ojos, Zack le acarició la mejilla al Dios y le preguntó:
- Por qué?
- Yo… no lo sé… lo siento, esto no debió pasar… lo siento…
- No… espera… - pero Zack se quedó hablándole al viento porque el Dios del sueño se desapareció en una nube de humo, qué diablos había pasado???, será que besa mal???, tenía mal aliento???, por qué Hypnos se fue de esa manera???, dioses…
A la mañana siguiente, de manera muy inusual, Zack estaba con un genio de los mil demonios, y por primera vez el pelinegro entendió el empeño que Seiya le ponía a sus entrenamientos y supo de dónde su castaño amigo sacaba las fuerzas para hacer papilla a los muñecos de entrenamiento, Seiya que era con quien más entrenada en el día en las técnicas de contacto cuerpo a cuerpo, estaba bastante sorprendido por el cambio de Zack, su nivel había aumentado mucho en estas últimas semanas pero la ferocidad con la que lo ataca hoy era fuera de este mundo
- Hey… tranquilo que no soy el enemigo… tomaste algo?, de cuándo acá eres tan fuerte? – Seiya tenía la lanza en las manos pero estaba teniendo problemas para esquivar los ataques de Zack que derramaba furia por los poros
- Lo siento… soy un idiota… - el pelinegro se quedó inmóvil en medio de la arena y tendió su mano a Seiya que se había caído en ese punto, el castaño la tomó y se puso pesadamente de pie, en los últimos días se había sentido algo cansado, eso era raro en él, y lo más raro era que dormía más que antes
- Tranquilo… si contamos todas las veces que yo te boté al suelo… esta me la merezco – respondió el castaño con una divertida sonrisa
- Estás bien?, te lastimé?
- Claro que no, soy un guerrero de Atena pero creo que hemos tenido suficiente entrenamiento por hoy, me quiero recostar un ratito
- Te sientes bien?, estás algo pálido – observó el muchacho ladeando la cabeza
- Lo mismo me dijo Shun, pero no te preocupes, debe ser una baja de azúcar o presión o algo, hoy en la mañana no comí nada, tengo el estómago algo revuelto, debe ser eso – Seiya se encogió de hombros y sonrió sin darle importancia a su malestar
- Vamos a que comas algo entonces
- No tengo hambre – dijo Seiya encogiéndose de hombros al llegar donde estaban los otros aprendices en el graderío
- No tienes hambre?, estás enfermo pony? – Ikky se levantó y le intentó poner la mano en la frente a Seiya que no se dejó tocar y fue directo a sentarse en las gradas junto a Shun, se acostó en la dura grada y puso su brazo cubriendo su cara al decir:
- No estoy enfermo, no me molestes Ikky y por sobre todo, no me digas pony – Seiya le lanzó una mirada fulminante a Ikky que levantó las manos en señal de paz y dijo divertido:
- Ya ya ya, últimamente andas de un genio de los diablos
- Por eso mismo, no me molestes Ikky
Seiya volvió a cubrirse la cara con el brazo y suspiró cansado, Hyoga le palmoteó la espalda y le hizo una mueca divertida, Ikky le hizo una mueca también y trató de agarrarlo pero el rubio no se dejó sino que corrió al centro de la arena y tomó la lanza que Seiya había dejado en el suelo, el poderoso Fénix sonrió y aceptó la invitación para un nuevo combate, Zack tomó un trago de su agua y casi se atora porque vio a Hypnos aparecerse al borde de la arena, por lo que el pelinegro se puso de pie y fue bordeando la arena hasta salir del campo visual de los aprendices, ellos lo creerían loco si lo veían hablando solo porque claramente ninguno de ellos había reparado en la presencia del Dios del sueño
- Qué haces aquí? – preguntó Zack mirando esos ojos grises tan hermosos que le devolvían la mirada de una manera algo… extraña
- Anoche no fuiste al templo de Capricornio, fui a verte en el templo de Aries y tampoco te encontré, no pude sentir tu presencia y me preocupé – explicó el Dios, Zack lo miró y soltó el aire meneando la cabeza, estaba claramente molesto
- Y te preocupas por mí ahora???, dónde estuviste los últimos tres días???
- Tengo encargos varios de tu padre, estuve infiltrado en el templo del Patriarca porque…
- No me importa lo que mi padre te haya puesto a hacer!!!, te desapareciste por tres días luego de… sabes qué?, como bien dice Seiya, ándate a la mierda – Zack trató de irse, de volver al coliseo pero el Dios del sueño le tomó del brazo al decir:
- Espera… por favor espera…
- Para qué?, qué quieres ahora?
- Solo… no te vayas, no te vayas…
El rubio acercó al muchacho sin soltar su brazo y con su mano libre le acarició suavemente el rostro, se miraron a los ojos y se unieron en un suave beso, ese beso fue muy diferente al anterior, Hypnos abrazó al menor y le acariciaba la espalda mientras su lengua se abría paso en esa dulce boca que lo recibía dispuesta, Zack aflojó el cuerpo y abrazó al mayor que dio un paso hacia adelante pegando aún más sus cuerpos
Hypnos soltó el brazo de Zack para poder abrazarlo mejor, a lo que el menor no se negó, y allí bajo el sol que caía ellos se besaron por algún tiempo, estas sensaciones eran nuevas para ambos, pero en medio del beso, Hypnos separó a Zack prácticamente empujándolo y bajando la cabeza al decir:
- No… no puedo… no…
- Qué no puedes?, qué pasa?
- Lo siento, lo siento mucho
- No… no te atrevas… Hypnos!!!! – pero el reclamo del muchacho fue en vano porque su reclamo fue al aire, el Dios del sueño ya no estaba allí
Un trueno rompió el silencio luego de que un poderoso rayo iluminara el cielo, el sol que brillaba alegremente fue ocultado rápidamente por negras nubes que salieron de la nada, Ikky se detuvo y Hyoga hizo lo mismo, se miraron y siguieron su combate pero lo tuvieron que suspender porque densa lluvia les empezó a caer, así que los chicos dejaron todo para correr al templo de Aries, ellos corrían divertidos en la lluvia y no notaron a Zack que no estaba en el camino, él también estaba dirigiéndose al templo de Aries pero lo estaba haciendo a campo traviesa
El pelinegro lo pensó mejor cuando vio a los aprendices correr cerca de donde él estaba, y no quería que lo vieran así como estaba, molesto y vulnerable, él nunca fue bueno escondiendo sus emociones, Hades era el Rey para hacer eso, pero esa habilidad no la heredó de ninguna parte, así que siguió caminando sin darse cuenta que no estaba solo
- Hey… espera… Zack!!!!
- Qué haces aquí Shun?, te estás empapando – el pelinegro se volteó y se detuvo al ver al aprendiz de ojos verdes que venía corriendo hasta donde él estaba con Cerbero a sus talones, de lo molesto que estaba ni siquiera los vio antes
- Eso no importa, te vi pasar, qué te pasa? – Shun llegó hasta donde Zack estaba y puso la mano en su hombro, ese simple gesto desarmó al muchacho que suspiró frustrado y sin más abrazó al muchacho de cabellos verdes que le devolvió el abrazo y le dijo: - Tranquilo, lo que sea que te haya pasado seguramente tiene solución, solo la muerte no tiene remedio y hasta en eso podemos negociar, conozco a Hades y me debe un favor – Shun le sonrió a Zack que le sonrió también y suspiró, se llevó las manos a la cara y se frotó con fuerza, luego aflojó el cuerpo y asintió cansado
- Y que tan bien conoces a Hades? – preguntó el muchacho con una sonrisa cambiando de dirección para volver al camino empedrado que conducía al templo de Aries
- Solo un poco, él no es lo que la gente piensa, tú lo conoces también, verdad?
- No… no realmente, él baja poco a hablar con mi diosa, lo he visto muchas veces de lejos y muy pocas de cerca, es… intimidante… - dijo Zack encogiéndose de hombros, Shun asintió y tomó el brazo del pelinegro al caminar
- Pues si… y ahora si me quieres contar lo que te pasa?
- No es nada, son solo tonterías mías, no me hagas caso – Zack suspiró otra vez y levantó el rostro para recibir la lluvia y al hacerlo sonrió, a Shun le gustaba la lluvia, pero le gustaba más cuando él estaba dentro de alguna parte y no mojándose en la intemperie
- Y… por tonterías tuyas haces que caiga una tormenta? – preguntó Shun tentativamente mirando a Cerbero que estaba saltando emocionado en la lluvia, nunca antes lo había mirado así, el can no era necesariamente un cachorro ni se comportaba como uno, hasta esa tarde bajo la lluvia, Zack si lo había visto jugar así, en el Inframundo pero no podía pensar en eso ahora, así que recobró la compostura y dijo con toda la seguridad de la que fue capaz:
- No… yo no estoy haciendo llover
- Si lo estás haciendo, pero está bien, si no quieres que los otros chicos lo sepan, yo te guardaré el secreto, te dije que podías confiar en mi, recuerdas? – Shun lo miró con amabilidad y calidez, Zack sonrió y lo abrazó nuevamente, para sorpresa de Shun la intensidad de la lluvia fue bajando
- No quiero asustar a nadie, yo… no soy normal, me gustaría serlo pero no lo soy
- Lo supuse – dijo Shun con una sonrisa
- Por qué? – preguntó Zack con intriga
- Si fueras un humano común y corriente, no podrías ser el aprendiz de la Diosa Hécate, yo sabía que debías tener alguna habilidad oculta
- Pero no es nada malo, te lo juro
- Puedes controlar la naturaleza???, eres poderoso
- Solo un poco, estoy aprendiendo – dijo Zack y levantó la mano al cielo y la lluvia dejó de caer abruptamente, las nubes se despejaron y el sol brilló otra vez, aunque ya estaba cerca el ocaso
- Útil para un día de campo – dijo Shun mirando el cielo
- Puede ser… gracias Shun, por no asustarte, por tomarlo con naturalidad y por no enojarte conmigo por mentirles, yo… mi diosa me dijo que no debía decirlo… lo siento…
- No te preocupes, tu tienes algo especial, tienes algo en la mirada que… no sé… me resulta familiar y me conmueve, no me gusta verte triste
- Gracias Shun… pero estoy bien, no me pasa nada, son tonterías mías, en serio
- Ok., pero si me quieres contar puedes hacerlo
- Lo haré, ya sé por qué Seiya confía tanto en ti, tu tienes algo muy especial que hace que las personas confíen en ti, lo sabes, verdad?
- Hades me dijo algo así una vez – Shun sonrió y acarició la cabeza de cerbero que seguía disfrutando la lluvia, no había un perro más feliz que él en esos momentos
- En serio?
- Si…
Cuando Shun y Zack llegaron al templo de Aries ya había dejado de llover, Mu había encendido la chimenea de la sala y los chicos ya se habían cambiado de ropa y estaban sentados alrededor de la chimenea comiendo masmelos asados, bueno… casi todos, Seiya estaba acurrucado en el sillón profundamente dormido, Shun se había quedado en la entradita mientras secaba a Cerbero, el temible can del Inframundo se dejaba hacer y secar, y cuando entró al salón, fue directamente al sillón y se acomodó a los pies de Seiya, que en contra de todo pronóstico no se despertó hasta la cena en donde tampoco comió mucho que digamos, y fue el primero que subió a acostarse
Zack se demoró en subir, esa noche no tenía ánimos de salir, continuaría su búsqueda en la mañana, además ya había descartado el templo de Capricornio, la vertiente de agua provenía de un río subterráneo que continuaba al templo de Sagitario, pero ese templo representaba un problema, la comitiva del Averno estaba ahí además de Aioros, el caballero dorado más fuerte de todos, entrar al templo era suicida, debía hablar con Hécate primero para ver si ella le ayudaba de alguna manera, porque a Hypnos no lo quería ver ni en pintura en ese punto
Algunos días pasaron hasta que Zack se animara a incursionar por el templo de Sagitario, y para su sorpresa, el entrar al templo no le representó ningún problema, la complicación que encontró era que ese templo aparentemente no escondía nada, había utilizado todos los trucos del manual para tratar de encontrar pasadizos secretos o entradas ocultas, como había podido localizar y recorrer en los otros templos pero… en el templo de Sagitario no encontró ninguna, eso le daba dos opciones, o no existían o estaban muy bien ocultas
El templo de Sagitario tenía una particularidad que no tenían los otros templos, en sus muros de piedra habían varias esculturas talladas de piedra, eran figuras representativas de varias cosas, paisajes, la diosa Atena, la armadura dorada de Sagitario, hasta un Pegaso con las alas extendidas pudo ver Zack en uno de los muros, pero a pesar de sus indagaciones, no pudo encontrar nada oculto, aunque el muchacho de cabellos negros estaba convencido de que ese era el templo clave para hallar la bendita laguna, no sabía por qué, pero lo presentía
- No deberías estar aquí, es riesgoso – Zack había estado analizando uno de los murales de piedra y lo estaba tocando por todos lados en búsqueda de un pasadizo secreto, cuando escuchó la voz de Hypnos muy cerca de su oreja
- Te he dicho muchas veces que no hagas eso – respondió Zack fríamente, esta vez no se asustó porque estaba esperando que Hypnos llegara de un momento a otro
- Lo siento pero tenía que advertirte, tus padres están aquí – dijo Hypnos con urgencia
- Y qué rayos están haciendo aquí? – preguntó Zack entendiendo la razón de los susurros del Dios del sueño
- Bueno… ellos están en una de las habitaciones – respondió Hypnos y Zack asintió meneando la cabeza, al parecer sus padres no perdían el tiempo, vaya…
- Por qué vinieron aquí? – preguntó el muchacho intrigado
- No lo sé, mi señor Hades usualmente se queda en una de las habitaciones del templo principal, supongo que no pensó que sería prudente llevar allá a tu padre mortal, por eso lo trajo aquí, en este templo están todos los miembros de las delegaciones del Averno, es el lugar más seguro del Santuario
- No… el templo de Aries es el lugar más seguro del Santuario, allí está Cerbero pero… ohhhhh… tienes razón… - Zack meneó la cabeza y volvió su atención al mural
- No hay nada tras los murales, ya los he analizado, no hay nada en este templo, sus muros son sólidos y bastante gruesos, más gruesos que los de los otros templos
- Debe haber algo porque ya fui al templo de Escorpio y allí no hay señal del río subterráneo que llega a Capricornio, ese río debe tener la vertiente por aquí – Zack caminó por los tenuemente iluminados pasillos hasta que llegó a otro mural, este era muy hermoso y en alto relieve se podía ver la caída de un meteorito a la tierra
- Debe ser por eso entonces
- De qué estás hablando? – preguntó Zack intrigado
- Ha habido varias incursiones de los guerreros de Ares por este templo pero no han podido entrar, Aioros está haciendo guardia en el perímetro, los caballeros de Atena también se han tomado la vigilancia muy en serio, debe ser por lo que pasó en el templo de piscis, quisiera saber lo que está pasando en el círculo interno de Atena y sus caballeros pero no puedo, Shaka de Virgo siente mi presencia y eso es un problema, no me puedo infiltrar en sus reuniones
- Debe ser por eso… Shun dice que su maestro es el más fuerte pero no es así, Aioros lo es, eso es lo que dice Seiya, yo le creo a Seiya… - Zack seguía caminando por el pasillo pero Hypnos lo tomó suavemente del brazo para detenerlo, cuando el muchacho lo miró confundido, el mayor dijo:
- No querrás ir para allá, tus padres están en la habitación del fondo – Zack miró confundido a Hypnos pero ante una significativa mirada del mayor entendió que sus padres no necesariamente estaban charlando en aquella habitación
- Ohhh… ok., gracias por decírmelo, esa es una de esas cosas que prefiero no presenciar
- Ellos se aman
- Puede ser, pero uno de los objetivos de mi vida no es el encontrar a mis padres en la cama, yo creo que ya tengo suficientes traumas psicológicos en mi vida, no necesito uno más – esto dijo Zack con un suspiro
- Eres demasiado duro contigo mismo – dijo el Dios del sueño mirando al muchacho que sonrió de medio lado al contestar:
- Vamos a seguir hablando de lo que soy o no soy?, en serio Hypnos?
- Estás molesto conmigo – esto no era pregunta, era afirmación
- Claro que no, cómo podría estar molesto contigo si yo soy solo un juguete en tu vida, me tomas y me dejas cuando te da la gana, te desapareces por días, me besas y me empujas, me abrazas y me apartas, no sé qué mierda quieres y me tienes podrido, cómo podría estar enojado contigo??? – las palabras de Zack destilaban sarcasmo y su tono también
- Zack…
- Ya nada, tu solo quieres jugar conmigo y yo no estoy para juegos, tengo una tarea que cumplir y literalmente no tengo tiempo para tus estupideces e indecisiones
- Zack por favor espera…
- Para qué?, para que me beses y te vuelvas a ir dejándome aquí solo?, para que me digas una excusa tonta y te desaparezcas?, qué rayos te pasa???, yo sé que te gusto, crees que no me doy cuenta de cómo me miras?, y tú me gustas a mí, si así están las cosas… cuál es el problema?, qué te detiene?
- Es que tu… tu…
- Yo que???
- Tú eres su hijo…
- Qué????
- Zack por favor baja la voz, tus padres pueden escucharnos – Hypnos miró la cerrada puerta con angustia, no sería conveniente que los miren a ellos dos en el pasillo
- Dudo mucho que escuchen nada si lo más probable es que estén entretenidos creando a Adrián, y explícame eso, tu no quieres nada conmigo porque soy hijo de Hades???, es en serio???, pero si ni siquiera me parezco a él con este rostro si es eso lo que te inhibe, o qué es lo que pasa?, te juro que no te entiendo
- Ese truco no funciona conmigo, yo puedo ver tu rostro real pero ese no es el problema – Hypnos no sabía como explicarse y las ideas se le cruzaban al ver al muchacho tan molesto
- Cuál es el problema entonces?, como soy un semidios no soy lo suficientemente bueno para ti?, como soy mortal no quieres perder el tiempo conmigo?, soy muy inmaduro para ti?, no soy lo suficientemente poderoso?, beso mal?, o como dicen los otros dioses que yo no soy digno de llamarme heredero del inframundo porque por mis venas corre sangre de uno de los caballeros de Atena?, cuál es el problema?, me lo quieres explicar de una buena vez!!!!
- Por qué siempre haces lo mismo?, por qué siempre te haces de menos?
- No me cambies de tema – dijo Zack con furia y haciendo gestos con las manos, el muchacho odiaba ese aire autosuficiente de Hypnos y el hecho de que no le hablara claro lo estaba matando poco a poco y lentamente
- Zack…
- Sabes qué?, ya no quiero hablar contigo, no necesito que me ayudes a buscar esa maldita cosa, yo me basto y sobro solo, por años ha sido así y ahora no va a ser la excepción, es Adrián al que yo quería a mi lado para hacer esto, yo soy solo una indeseada obligación para ti así que ya no te preocupes más por nada, cuando la encuentre yo mismo se la daré a mi padre, no vuelvas a buscarme y no te cruces en mi camino nunca más
- Pero…
- Ya nada ya…
Zack salió del templo de Sagitario y echaba chispas de lo molesto que estaba, tan molesto estaba que no se dio cuenta que el guardián del templo, que estaba en lo alto de una colina cercana desde donde tenía la mejor visión de su recinto, lo había visto salir y bajar a la carrera las escaleras con dirección al templo de Escorpio, Aioros frunció el ceño e iba a seguir al muchacho pero se detuvo porque sintió una fuerte ola de poder que venía de su templo, Hades… ese indiscutiblemente era Hades y su cosmo se estaba haciendo sentir hasta en el último rincón del Santuario, qué hacía Hades en su templo???
Zack no llegó al templo de Escorpio porque en medio de la escalinata se desapareció para aparecerse en el patio del templo de Aries, subió a la habitación y sin mirar nada se acostó a dormir pero no podía conciliar el sueño y así despierto y dándose las vueltas en su cama permaneció por lo que le parecieron horas, estaba pensando en lo idiota que era Hypnos cuando sintió como el aire vibró en medio de la habitación, disimuladamente abrió los ojos y vio a Hades de pie en medio de la oscuridad y tenía en sus brazos a su padre mortal que estaba profundamente dormido, con mucha delicadeza el Dios de los muertos lo acomodó en la cama y luego de cobijarlo le besó la frente, Zack vio como Hades extendió la mano y apareció suspendida en el aire sobre su palma, una hermosa sortija, tomó la mano del muchacho que dormía y se la iba a poner en su dedo pero se detuvo, lo consideró un momento y la hizo desaparecer, lo miró nuevamente y sonrió, se agachó a besarlo suavemente en los labios y susurró:
- Ya pronto llegará el tiempo y vendrás conmigo a casa…
Algunos días más pasaron en los que Zack no había escuchado de Hypnos, pero eso no significó que él dejara la búsqueda de la laguna, el muchacho redobló sus esfuerzos y se dedicó a recorrer el Santuario en el día, eso ocasionó que se perdiera varias épicas peleas entre Ikky y Shun, esos hermanos estaban discutiendo por todo y de todo a raíz de un incidente que había pasado hacía algunas semanas en donde Shun se le había desaparecido a Ikky y a todo el mundo por un par de horas, pero eso no era lo más grave, así como él escabullía del templo para poder seguir en la búsqueda del artefacto en la laguna misteriosa, no era el único que lo hacía, Seiya también salía del templo a hurtadillas casi todas las noches, la actitud del castaño había cambiado muchísimo en estas últimas semanas, se lo veía contento y la sonrisa no dejaba su rostro, Shun por otra parte, igual se escapaba del templo, no con tanta frecuencia como lo hacía Seiya, pero igual lo hacía, era un completo misterio para todos el destino de esos caballeros o lo que hacían en las noches, Ikky estaba todo sospechoso porque no lo pudieron hacer tonto por mucho tiempo y sabía que los dos más jóvenes de bronce andaban en lo que no debían, Mu también lo sabía, pero… era como si se los tragara la tierra cada vez que salían del templo, además de que no los podía tener vigilados todo el tiempo, algo estaba pasando y nadie lo sabía a ciencia cierta, en algo estaban esos dos diablillos pero tenían sus secretos muy bien guardados…