Capítulo 13.- Cambios y más cambios
Una de esas mañanas, todos los aprendices lucían animados, bueno… casi todos, Seiya bostezaba y no estaba realmente interesado en su pocillo de avena, lo estaba comiendo pero sin ganas, eso era en verdad extraño pero Seiya había perdido el apetito hacía un par de semanas, no comía igual de bien y su estómago le estaba dando problemas. Shun por otra parte tenía una cara de sueño única y se frotaba los ojos de rato en rato, lo mismo pasaba con Zack, que bostezaba sin cesar y comía por osmosis
- No me digan que mi avena no está buena – dijo Mu frunciendo el ceño, Kiki la estaba comiendo con entusiasmo, Hyoga no, pero Hyoga nunca comía nada que Mu le diera, el rubio no apreciaba las delicias culinarias del caballero de Jamir, Ikky si estaba comiendo pero más que comer, miraba a Shun con intriga, Shyru había optado por comer en silencio y no meterse en las conversaciones ajenas, los últimos días habían sido algo tensos, Ikky y Shun estaban peleando, y Seiya que usualmente era el que traía paz al grupo con sus ocurrencias, competencias y cosas, ahora dormía casi todo el día y no paraba bola a nadie
- Está buenísima Mu, en serio – dijo Seiya frotándose los ojos, pero ni siquiera había comido la mitad de su desayuno
- Debe estar mejor que los panqueques congelados que tu maestro te da todos los días – contestó Mu con una sonrisa, la que Seiya compartió mientras asentía
- Yo hago el desayuno para Dohko, debe extrañarme – dijo Shyru tomando otro pedazo de pan, él usualmente era el que ayudaba a Mu con el templo, con sus compañeros, con todo, Mu estaba agradecido por tener a Shyru en su templo, los otros aprendices no eran flojos, pero tampoco tenían iniciativa de hacer mayor cosa, adolescentes normales en toda la extensión de la palabra…
- Yo supongo que si, y qué van a hacer hoy? – preguntó el dorado carnero, él no iba a estar en el templo porque tenía turno de estar en la sala de las reuniones de los Dioses, su día no pintaba nada bien porque las discusiones habían ido subiendo de tono estos últimos días
- Nada… ir al coliseo, o al río… no hemos planeado nada la verdad – respondió Seiya encogiéndose de hombros
- No al río, al río no volvemos nunca más – dijo Ikky y se ganó una mirada severa de Shun, luego el peliverde bajó la cabeza y se dedicó a su avena
- No está haciendo mucho sol como para ir al río, mejor vamos al Coliseo o a escalar, Saga me dijo una vez que hay unas cuevas hermosas en los picos de la muerte, me muero por ir a verlas, podemos ir allá, la vez anterior que ustedes fueron yo no fui y eso no se vale, digo… podríamos ir hoy si quieren – dijo Kiki inocentemente pero se calló al ver la mirada de Seiya, el castaño ya había ido a esas montañas y con Saga, y lo último que quería hacer era volver allá, pero eso no era culpa de Kiki, así que Seiya asintió finalmente y acarició los rojos cabellos de su amigo acabando con el mal momento, por un segundo Seiya pensó que Saga estaba buscando ahora a Kiki, pero eso no sería muy posible, Mu le saltaría al cuello a su dorado camarada, él no permitiría que Saga se le acerque a su aprendiz, además Kiki era muy joven, tenía 13 años, y si estaba bastante apuesto pero… Saga no se atrevería, o si?
- No es por eso que no iremos – aclaró Ikky, y el tono en el que lo hizo molestó a Shun que levantó la cabeza y dijo:
- Tú no eres el rey de este o ningún templo y no puedes disponer lo que todos nosotros hacemos todo el día, todos los días, si yo quiero ir al río, pues iré al río y nada de lo que digas me lo impedirá, está claro?
- Tú no te mandas solo – Ikky levantó el tono de voz, y eso hizo que Seiya abriera en serio los ojos otra vez, el castaño estaba cansado y algo distraído, podría decirse que medio dormido aún pero esta discusión lo puso alerta, más que el comentario de Kiki
- Tú no me mandas a mi, nadie me manda a mi, yo soy mi propio dueño y puedo hacer conmigo mismo lo que yo quiera
- Ya chicos… no peleen desde tan temprano – dijo Mu en tono conciliador, las peleas de Ikky y Shun eran cosa de todos los días estas últimas semanas, desde que Cerbero había llegado a sus vidas, el aprendiz de Leo estaba insoportable, y de eso era más de un mes
- Yo iré al río hoy y Seiya me va a acompañar, verdad Seiya? – Shun pateó al castaño por bajo la mesa, así que el caballero Pegaso no tuvo más opción que asentir resignado y levantarse de la mesa para cambiarse de ropa, dejó en el camino los platos en la cocina y caminó por el templo con Cerbero a sus pies, últimamente eso también había cambiado, antes Cerbero permanecía todo el tiempo junto a Shun, ahora no, de vez en cuando también se iba con Seiya, lo que hacía feliz al castaño que amaba a ese perro, igual que se quedaba con Kiki o con Zack dependiendo el caso
- Yo también voy, si no les molesta – dijo Hyoga tomando otro pedazo de pan, Shun asintió y volvió a concentrarse en su avena
- Puedo ir yo también? – preguntó Kiki todo esperanzado, el otro día en el río lo había pasado genial y quería volver a ir
- Claro… - Shun asintió y la conversación tuvo un receso en el que los caballeros comieron su desayuno en silencio, el cual fue roto cuando Ikky soltó la cuchara ruidosamente en la mesa y dijo sin poder ocultar su molestia
- Mejor vamos todos
- Tú no vas – dijo Shun muy serio, en un tono que rara vez usaba, y mucho menos con su hermano
- Si yo no te puedo prohibir nada, qué te hace pensar que me puedes prohibir cosas tu a mi?
- Ándate al diablo Ikky – Shun le lanzó el pedazo de pan que estaba comiendo a la cara de su hermano y se levantó todo molesto de la mesa, chocándose con Seiya que ya venía cambiado y no dejaba de bostezar, Ikky también se levantó de la mesa y salió al patio bufando
- Y ahora qué me perdí? – preguntó el castaño sentándose otra vez en la mesa, y tomando una manzana
- Lo usual, lo usual, podrías hablar con ellos?, se están matando y eso no es bueno – dijo Shyru mirando la escalera por donde Shun se había perdido
- No no no, a mi no me pongan en eso, yo con ese par de hermanos no me meto, me gusta mi cabeza en donde está – dijo Seiya mordisqueando su manzana, pero dejándola inmediatamente en la mesa para luego poner una mano en su estómago
- Estás bien? – preguntó Zack poniendo una mano en la espalda del castaño que había palidecido, se llevó una mano a la boca y corrió al baño, Hyoga lo miró y frunció el ceño al decir:
- Será que le decimos a Aioros?
- No… o si? – preguntó Mu algo preocupado en este punto, Seiya había estado algo desmejorado desde hacía una semana más o menos
- No creo que sea nada grave, ese pony come todo lo que se le cruza, ya era tiempo de que su estómago le pase la factura, estará bien, no se preocupen – dijo Shyru sin darle importancia al asunto, Mu asintió y empezó a recoger los platos ayudado por Kiki, estos chicos rara vez se enfermaban pero a la final eran humanos, proclives a enfermedades
- Eso si…
La caminata al río estuvo tranquila, usualmente hubieran bajado corriendo, pero Seiya no estaba para competencias ese día, el castaño estaba cansado, lo único que quería hacer era llegar al río, recostarse bajo un árbol y dormir, sus anhelos eran simples, Shun era el que iba primero y lo hacía para evitar a su hermano, Kiki que iba charlando con Shyru lo seguía muy de cerca, Hyoga iba en silencio junto a Ikky que no le quitaba los ojos de encima a Shun, lo que dejaba a Zack cerrando la comitiva
- Hey… cuidado – Zack estaba caminando tras de Seiya y lo pudo atrapar antes de que cayera al piso, el castaño se había tropezado con sus propios pies y casi se cae
- Gracias… de dónde salió la piedra? – Seiya se volvió y frunció el ceño, esta caminata se le había hecho la más larga de su vida
- Ya mismo llegamos, te sientes bien?, estás algo pálido – dijo Zack tomando a Seiya del brazo y caminando juntos bajando por el irregular camino, a Seiya le caía bien Zack, era un chico callado y prudente, pero le parecía cálido y genuino, Seiya no se equivocaba en estas cosas, salvo con Saga que logró engañarlo como a un niño, pero no… ya no quería pensar en Saga nunca más, especialmente ahora…
- En serio?, pálido otra vez?, rayos…
- Ten… has comido estos dátiles?, son buenísimos – Zack sacó de su bolsillo una funda pequeña de unos frutos de apariencia media rara, por cortesía Seiya tomó uno y se lo llevó a la boca, era un fruto parecido a una pasa, igual de dulce pero mucho más delicioso, el castaño sonrió y tomó dos mas
- Gracias… esperemos que mi estómago esté de acuerdo con esto, no he tenido suerte con la comida últimamente – Seiya tomó la funda de las manos de Zack que sonrió cuando se la dio, era bueno ver a Seiya comer algo
- Si te gustaron te traeré más
- De dónde las sacaste?
- Me las dio mi Diosa, son frutos muy especiales, cómelas tranquilo, son buenas – Zack tomó una y la comió, Seiya se encogió de hombros y siguió comiendo hasta llegar al banco del río, si eran frutos que comían los dioses, pues estaban más que bien para él
Cuando ellos dos llegaron, Shun ya había tendido una gran toalla en el césped y se había acostado con Cerbero a su lado, Kiki ya había saltado al río con Shyru, y Hyoga estaba sentado en el pequeño muelle que ellos mismos habían construido hacía mucho tiempo, Ikky también estaba en el muelle mirando a Shun que estaba haciendo los mejores esfuerzos de ignorar a su hermano
Zack también saltó al agua a jugar con Kiki y Shyru, Shun se les unió también al igual que Hyoga, Seiya se había quedado acostado en la toalla que Shun tendió en el césped y acariciaba ausentemente a Cerbero, ese día no le apeteció al castaño mojarse, así que se puso a leer un rato, Ikky estuvo parado en el muelle hasta que el sol comenzó a molestarle, así que se acercó a Seiya y se sentó a su lado
- No puedo creer que duermas, qué rayos te pasa? – Ikky movió al castaño que en verdad se había dormido en la mullida toalla, su libro estaba en su pecho y su rostro estaba totalmente sereno, pero despertó de un respingo cuando Ikky lo movió
- No me molestes Ikky – Seiya se volteó y abrazó a Cerbero que estaba bastante contento de ser la almohada de Seiya
- No no no… no te duermas, no me dejes solo… Shun me ha abandonado, no me abandones tú también
- Es tu culpa por no dejarlo en paz, deberías dedicarte a hacer algo con esa novia que tienes, yo creo que como andas de detective privado detrás de Shun, no le has prestado la debida atención, pilas amigo que chicas como ella no hay muchas – contestó Seiya sin moverse y sin abrir los ojos
- Sarah es una linda y entiende mi predicamento, no como tú que solo me ignoras, y lo que me está matando es que el tonto de mi hermano menor no me quiere contar lo que pasa y me muero de la preocupación – Ikky se acomodó apoyándose en el árbol y codeando a Seiya para que se acabe de despertar, el castaño gruñó, no se movió, pero dijo:
- No te preocupes que Shun ya es un niño grande, y puede cuidarse solito, no te necesita, supéralo
- No quiero superarlo, me preocupa, y por todos los dioses, puedes mandar de aquí a ese mugroso perro???, todo empezó por él – Ikky dijo esto y Seiya sintió como Cerbero gruñó, eso hizo que el castaño se volteara un poco y golpeara a Ikky en el estómago y dijo:
- Shhhh… si te gusta tu cabeza en donde está, no critiques a Cerbero, y déjame dormir Ikky, ve a vigilar a Shun desde los arbustos – Seiya se volvió a acomodar abrazando al perro pero Ikky no se iba a dar por vencido
- Oye… no hemos hablado estos días, cómo estás?, debo estar preocupado?, no me ignores Seiya, me siento solo… Seiya… Seiya… – insistió Ikky, se negaba a mirar a Seiya dormir, el castaño se volteó y se frotó los ojos al sentarse de mejor manera y apoyarse en el árbol, Ikky no se iba a rendir, el castaño podía despedirse de su siesta
- Y por qué deberías estar preocupado?, yo estoy bien – Cerbero se acomodó de mejor manera apoyando su cabeza en el regazo de Seiya, Ikky se calló de pronto porque Zack salía del agua y se sentó en el muelle, no estaba necesariamente cerca pero tampoco estaba muy lejos que digamos, Seiya le hizo una seña para que no se preocupe y que siga hablando
- Porque sales todas las noches del templo, y ni siquiera te llevas a Shun, mira… no me mal entiendas, yo no me quiero meter en tu vida pero… volviste con Saga?
- What???, estás loco?, cómo voy a volver con Saga? – Seiya se mostró indignado e incrédulo ante la pregunta
- Ok., no me pegues pero… es que te veo como estabas antes – puntualizó el peliazul
- Cómo?
- Con cara de tonto, con una sonrisita que nadie te la quita, duermes todo el día así que supongo que tus actividades nocturnas van más allá de entrenamientos, así estabas cuando empezaste a salir con Saga y… me preocupas amigo, lo menos que quiero es verte sufrir otra vez
- No supongas cosas Ikky
- Entonces no volviste con Saga?
- Claro que no – dijo Seiya con completa seguridad, eso le dio tranquilidad al Fénix que en verdad se preocupaba por su castaño amigo, pero presionó por respuestas porque las cosas tampoco estaban claras con Seiya y preguntó:
- Tienes a alguien nuevo verdad?
- No seas curioso Ikky – Seiya sonrió pero Ikky supo que había dado en el blanco
- No me tienes confianza?
- Tu sabes que no es así, tú eres mi mejor amigo pero… hay cosas que no puedo… precisamente por todo lo que me pasó con Saga yo… prefiero tener algunas cosas privadas, lo entiendes, verdad?
- No me vas a contar?
- No…
- Seiya…
- No hay nada que contar Ikky
- Solo quiero que te cuides, es en serio que no soportaría verte deprimido otra vez, sé prudente por favor… tú sabes a lo que me refiero – Ikky miró significativamente a Seiya que ladeó la cabeza y dijo:
- No me estoy acostando con nadie papá pollo, me estoy portando bien, estoy siendo niño bueno y estoy dedicado a caminatas bajo la luz de la luna y a cenas a la luz de las velas, no estoy en ningún tipo de actividades sexuales nocturnas como tú supones, así que no te preocupes por mi virtud que al paso que voy, volveré a ser virgen
- No juegues… es en serio lo que te estoy diciendo
- Y me lo estoy tomando en serio, no te preocupes por mí que estoy bien
- Y… a tu novio no le molesta tu nueva actitud con respecto al sexo?
- No, en lo que a él le concierne soy casto y puro y así se van a quedar las cosas, así que por favor Ikky… deja ese tema que es en serio que no te voy a decir nada, las cosas están bien, yo estoy bien, déjalo por la paz – dijo Seiya y suspiró cerrando los ojos y respirando profundamente, Ikky supo que no le iba a sacar ni una sola palabra más a su castaño amigo
- Ok., no me quieres contar de tu nuevo novio, pero dime… has hablado con Saga?, cómo quedaron las cosas con él? – preguntó Ikky todo interesado, Seiya se encogió de hombros y suspiró al decir:
- No he hablado con él desde ese día en el Coliseo, y no… ya nada con Saga y eso está bien, él ya no ha dicho nada de mi a nadie, ni me ha difamado últimamente, la verdad me vale si se sigue paseando por el mundo con sus amantes de turno, y como todo el mundo está ocupado con la visita de los dioses pues, ese asunto quedó ahí, y eso también está bien
- Entonces lo has dejado atrás?
- Yo creo que si… tú tenías razón cuando me decías que no me centre en eso, que él no es bueno para mí, que no sufra por él, vez… estoy siguiendo tus consejos – Seiya sonrió y codeó a Ikky que frunció el ceño y preguntó:
- En serio? – no era que Ikky no creyera en Seiya, era que le pareció que lo había superado relativamente rápido, considerando lo mal que se puso, lo irritable que se volvió, y ahora había vuelto a su estado normal, casi dos meses después más o menos, si era extraño, pero Seiya sonaba bastante coherente cuando le aseguró:
- Si, en serio, es más… te acuerdas del diamante que él me dio?
- El que te dio cuando te llevó a escalar al pico de la muerte?
- Si, ese mismo, bueno… yo estaba guardando ese diamante porque… no sé… porque soy un idiota y pensaba que en serio lo amaba, y esperaba que él se diera cuenta de lo tonto que fue conmigo, esperaba que volviera a mi y me diría que todo fue un error, quería que me dijera que si me amaba, que me quería en su vida, que se arrepentía de todo lo que me hizo… en fin… lo triste de todo eso es que si lo hizo pero ya fue muy tarde, Saga me juró amor eterno ese día que fue a buscarme en el Coliseo, te acuerdas?
- Claro que me acuerdo, pero no me dijiste que a eso había ido ese imbécil
- Bueno… fue a decirme muchas cosas, me dijo que no pensó sentir mi ausencia como la sintió, que me extrañaba, que las cosas iban a ser diferentes, que yo solo tenía que darle otra oportunidad y todas esas cosas pero… yo ya había visto que Jabú tenía un diamante igual al mío, Misty también entre otros, y luego cuando llegué al templo de Aries con Saga que caminó conmigo hasta allá yo… yo tenía mis dudas pero también tenía aún la esperanza de que sus palabras fueran ciertas, de que no iba a engañarme otra vez, de que él cambiaría y todo funcionaría pero no… no fue así – Seiya suspiró con tristeza e Ikky abrió los ojos al entender lo que Seiya estaba diciendo
- Entonces si volviste con Saga?
- No… realmente no, el maestro Mu nos vio llegar a su templo, Saga… me besó en el portal y yo como un perfecto y completo imbécil me dejé besar, por favor ahórrate tus comentarios que ya me siento lo suficientemente mal por dejar que eso pasara, el problema fue cuando entré al templo porque básicamente Mu me sentó en el salón y sin mayores miramientos me dijo que medio santuario tiene esos diamantes, que él sabía que yo amaba a Saga pero que él no merecía mi amor, que si me había dicho que quería volver conmigo era para hacer las paces con Aioros y recuperar la confianza de Saori, que Saga había dicho que íbamos a volver solo para poder terminar decentemente conmigo un tiempo prudente después, él no me ama, nunca me amó… - Seiya se vio triste por un momento, Ikky le apretó la rodilla y preguntó en voz baja:
- Y cómo supo Mu todo eso?
- Se lo dijo Kanon, así que… esa si era una fuente confiable de información, con eso en mente lo pensé muy bien y decidí que ya estaba podrido de sufrir sin razón, Mu me aseguró de que Saga ya no me buscaría porque él personalmente iba a decírselo, asumo que cumplió con su promesa porque Saga no me ha vuelto a buscar, creo que mi maestro también habló con él, la verdad ya ni sé, el caso es que está fuera de mi vida, por eso fui un día a la laguna de las estrellas para arrojar el diamante en ella, ese era el último vestigio de lo que tuve con Saga y… me deshice de ello, ya no lo necesito, puede pasar la eternidad rodeado de luz, el diamante no tiene la culpa pero yo ya no lo quiero, Mu me dijo que no se quería meter en mis cosas porque no quería parecer metiche pero que nos ve a todos nosotros de la misma forma en la que ve a Kiki y que no podía quedarse callado y permitir que yo vuelva a sufrir por Saga que no vale la pena – Seiya suspiró cuando dijo esto, el arrojar ese diamante había sido duro para él, lo que no le dijo a Ikky es que no tuvo que atravesar ese momento solo…
- Y te sientes bien?
- Si papá pollo, estoy bien, Saga en serio ya no me interesa, y por mi puede irse a la mierda
- Esa es la actitud pony – Ikky sonrió finalmente y Seiya también, Zack se había acercado sin que ellos se dieran cuenta y se secaba el cabello ausentemente al preguntar:
- Cuál es la laguna de las estrellas?
- Eh? – Ikky se sorprendió de ver llegar a Zack, y eso no le agradó, desde cuándo este sujeto estaba escuchando su conversación?
- Lo siento… no quise ser metiche, solo me llamó la atención el nombre de la laguna – Zack sonrió a manera de disculpa, Seiya le sonrió también sin darle importancia al asunto, Ikky en cambio lo miró con desconfianza
- Es una laguna que está oculta aquí mismo en el santuario, es muy bella, deberíamos llevarte uno de estos días allá – dijo Seiya encogiéndose de hombros, a Zack le empezó a latir el corazón con fuerza, era esa su laguna???
- La que está tras la casa de Piscis? – preguntó el pelinegro tentativamente
- No, esta laguna está debajo de mi templo, es muy especial porque entre otras cosas brilla, si quieres podemos ir esta noche – propuso Seiya inmediatamente, para esa noche el castaño no tenía plan y era mejor para su salud física y mental no estar cerca de Ikky y Shun cuando discutían, Ikky en cambio se veía un poco… callado, él no necesariamente confiaba en Zack como los otros chicos hacían
- En serio?, me llevarías?, eso sería tan genial – la emoción en Zack era palpable, una luz de esperanza se había encendido en su vida, si esta era la laguna, podría recuperar el artefacto y continuar con su viaje, eso aseguraría la vida de sus hermanos, eso aseguraría la victoria en la guerra, esto era bueno
- Solo si me consigues más de esos dátiles, estaban buenísimos
- Te los traeré ahora mismo – Zack tomó su ropa y sus zapatos
- Vas a ir al templo del Patriarca?, ahora? – preguntó Ikky, muchas veces habían escuchado a Mu decir que no era prudente que nadie se acercara allá mientras las reuniones de los dioses estaban en curso, pero aparentemente a Zack eso no le importaba en lo más mínimo
- Si… una promesa es una promesa, enseguida vuelvo, nos vemos
- Nos vemos… - dijo Seiya y se recostó acomodándose de mejor manera, él seguía con sueño y esta vez Ikky ya no pudo hacer nada para impedir que el castaño se durmiera
Zack caminaba con una sonrisa en el rostro, estaba atravesando los bosques en dirección a las escaleras, iba a desaparecerse cuando escuchó algo que le heló el alma, pasos muy cercanos que venían en su dirección, y voces muy conocidas que hablaban entre si, Zack se escondió tras un árbol y tomó su dije con fuerza, se hizo invisible y en verdad rogaba a todos los dioses que eso fuera suficiente, porque Ares y Apolo se estaban acercando
- Y qué venimos a hacer aquí? – preguntó el Dios de la guerra, Ares lucía fastidiado
- Estamos caminando inocentemente por el bosque, eso es todo – contestó Apolo con una torcida sonrisa
- Por qué estás interesado en ese chiquillo?, es hermoso no te lo voy a negar pero… no es nada especial, o si?
- Claro que lo es, si no fuera especial, Hades no habría mandado a su mascota a cuidarlo, maldito perro, ha truncado todos mis intentos de acercarme a ellos, Hades ha enviado a sus tres jueces cuando ese perro del infierno siente mi presencia, ha mandado a los dioses gemelos también, y hasta él mismo se ha aparecido para impedirme cumplir mis deseos, maldito Hades que lo desea para sí mismo, pero… yo lo quiero para mí, es simple – respondió Apolo
- Y por un humano vale la pena una rencilla con Hades? – puntualizó Ares, Hades era un enemigo de cuidado, eso era de conocimiento general pero Apolo se mostró fastidiado, estaba cansado de que su accionar estuviera determinado por otros dioses, así que se detuvo en su caminar, se volteó y dijo:
- No te has puesto a pensar que las cosas deberían ser distintas?, no te tiene cansado el tener que rendir cuentas de todo a nuestro padre?, a Hades?, o a Poseidón?, no estás harto de estas reuniones inútiles?, no estás harto de todo esto?
- Si… pero qué podemos hacer? – Ares se encogió de hombros al preguntar esto, es que la respuesta era obvia, el Dios de la guerra se había sentido relegado toda su vida, había pasado por muchas humillaciones y al igual que Apolo, no tenía reino propio, se disputaba la tierra con los otros dioses, pero… ahora todo era sobre reuniones de paz, y eso era lo que menos Ares quería, así que se cruzó de brazos y escuchó a su hermano al que se le iluminó la mirada al decir:
- Tomar control de lo que por derecho nos pertenece, de lo que por derecho ya debería ser nuestro, el orden de las cosas estaría mejor con nosotros a cargo, y ahora los astros nos han mostrado el camino, el destino está en nuestras manos y tenemos las armas para conseguirlo, el conocimiento es poder y hermano… nosotros tenemos todo el poder a nuestra disposición – dijo Apolo y sonó confiado, esta idea le había estado martillando la cabeza por mucho tiempo… mucho mucho tiempo…
- Nosotros? – Ares arqueó una ceja y sonrió, le gustaban las palabras de Apolo
- Si… tenemos el control de las profecías y eso nos ha marcado el camino hacia una nueva generación de Dioses en el Olimpo, una nueva generación que haga las cosas de manera diferente, una nueva generación que recuerde a los humanos cuál es su puesto y lugar en el gran diseño, nosotros… nosotros como nuevos regentes, en vez de ellos… - Apolo continuó con su caminar junto con Ares, Zack los estaba siguiendo lo más sigilosamente posible, es que esto no se lo había esperado nunca, no… era Ares, siempre fue Ares el que lo hizo todo, Apolo simplemente se hizo cargo del templo marino a encargo de Zeus, o no?, fue al revés?, Apolo los engañó a todos?, por todos los dioses… en el futuro Hades había dicho que alguien más estaba detrás de todo esto, sería Apolo del que su padre se refería???, sería Apolo de quien Hades sospechaba???
- Estás loco? – preguntó Ares con una divertida sonrisa en los labios, ellos estaban llegando al filo de la colina, se podía ver el río y a los chicos que estaban allí
- No… solo digo lo que pienso, esta situación se ha vuelto insostenible, me parece el colmo que Hades llegue al punto de poner a su mascota a cuidar a un humano, yo deseo a ese humano y debería poder simplemente tomarlo – Apolo estaba mirando a Shun que en ese momento estaba saliendo del agua, sus pantaloncillos cortos estaban pegados a su cuerpo, delineándolo de manera muy sugestiva
- Todo esto es por ese humano? – Ares señaló al caballero de Andrómeda, que se estaba secando el cabello con una toalla
- No… es solo la gota que está derramando el vaso, Hades no tiene derecho de negármelo, no es nada suyo, aún, y si así lo fuera, así ese muchacho fuera su amante como seguramente es el deseo de Hades, igual yo me lo podría robar, si yo digo que ese chiquillo será mío, pues será mío
- Me parece mucho problema solo para gozarte a un humano, hay otros muchachos mas hermosos, muchachas también, deja a ese humano en paz – dijo Ares tratando de restar importancia al asunto y evitarse problemas, el prospecto de una batalla con Hades sonaba muy divertida, pero no práctica, los recursos del Dios del Inframundo eran demasiado bastos como para enfrentarse a él, no era secreto para nadie que Hades había reforzado las seguridades en su reino y que había duplicado sus ejércitos y criaturas
- No, si Hades lo desea debe ser por algo, ese muchachito oculta mucho más de lo que deja ver, cuando lo toqué el otro día, sentí… algo, una vibración que no había sentido antes, ese niño es poderoso, no sé hasta qué punto, pero es poderoso, y lo quiero para mí, no debe ser caballero de Atena, tampoco espectro de Hades, pero bien podría ser mi nuevo oráculo – Apolo sonrió al ver a Shun sentado en el césped charlando con un muchacho castaño, Cerbero estaba acostado entre ambos, pero cuando Apolo fijó su atención en Shun, Cerbero se puso de pie de un salto y empezó a gruñir
Shun levantó la mirada hacia la colina y vio al Dios del sol que lo miraba con una sonrisa, instintivamente el peliverde tomó una de las toallas y cubrió su medio desnudo cuerpo, Apolo sonrió y desapareció de donde estaba, Shun se puso pálido pero recobró el color cuando vio a Hades acercarse caminando lentamente por el pasto junto al banco del río
- Ya quieto que ya se fue – dijo Hades en tono tranquilo extendiendo su mano hacia Cerbero que fue donde su amo y le lamió la mano, Shun se puso de pie y se envolvió con la toalla sonrojándose furiosamente
- Hades sama, lo siento mucho – dijo el peliverde sin saber que más hacer, sus conversaciones con Hades usualmente tenían lugar cuando estaban solos, y Shun sentía muchos ojos en su nuca, esa una sensación muy extraña la verdad
- Y por qué lo sientes?, no es tu culpa que Apolo te esté espiando – dijo el pelinegro con una divertida sonrisa en los labios, Seiya también se había puesto de pie con algo de dificultad, y simplemente bajó la cabeza en señal de saludo y respeto
- No pero… usted vino…
- Yo vengo cuando es menester que venga, de paso salgo un rato del templo principal – respondió Hades con un suspiro
- Aburridas las reuniones? – preguntó Seiya como quien no quiere la cosa
- Aburridas, monótonas, es lo mismo de siempre con nuevos tintes sarcásticos y más niñerías de lo usual, nada nuevo bajo el sol – Hades se encogió de hombros y sonrió sin dejar de acariciar la cabeza de Cerbero
- Debería dejar las reuniones de lado y venir a pasar el día con nosotros aquí en el agua – dijo Seiya, Ikky lo codeó molesto pero Seiya solo sonrió, Hades también sonrió y ladeó la cabeza a Shun para que camine con él, Seiya se volvió a sentar en su lugar y recibió a Cerbero que vino a sentarse junto a él, Shun se puso un buso que estaba por ahí y caminó junto a Hades, Ikky los vio y meneó la cabeza, Seiya le lanzó una taja de mandarina para llamar su atención
- Hey… - se quejó el poderoso Fénix
- Deja en paz a Shun, solo está caminando con él
- Tu lo vez todo muy bien verdad?, tu no le vez el problema?
- La verdad no, mejor vamos al agua, yo no me he metido hasta ahora y ahora hay mucho más sol, quieres ir al agua conmigo? – Seiya se empezó a sacar los zapatos
- No…
- Tú te lo pierdes – Seiya se acabó de desnudar quedando solo en pantalones de baño y entró al agua despacio, usualmente el castaño hubiera corrido por el muelle y se hubiera lanzado, pero esta vez no lo hizo, sino que entró lentamente al agua, el que si corrió y se lanzó muy cerca de Seiya fue Cerbero, y el escándalo que hizo, logró que tanto Hades como Shun volvieran la mirada. Hades sonrió al ver a Seiya jugar en el agua con el perro y luego de charlar un ratito más con Shun, se fue…
***
Hades entró al salón de las reuniones y se encontró con una batalla campal, Hefesto y Ares estaban en lo mejor de su discusión, Zeus estaba sentado en su silla y bebía de su copa con una cara única de fastidio, Hera a su lado lo miraba todo con ojos impasivos, Atena lucía angustiada y Apolo divertido, claro… hasta que Hades llegó y la sonrisa se le borró del rostro al muy temperamental e iracundo Dios del sol
- Caminatas matutinas por el río Hades? – preguntó Apolo con sarcasmo
- No… solo fui a ver qué pasó con Cerbero, estaba algo inquieto porque lo asustaste – respondió Hades sin inmutarse
- Estoy entendiendo mal o es que ahora tengo que pedirte permiso para caminar por los bosques?, no que estás a favor de la paz y la libertad y no se cuántas cosas más??? – el tono de Apolo era agresivo, eso complació a Hades que respondió:
- Claro que si, y no mal entiendas las cosas, tú eres libre de hacer lo que a bien tuvieres, solo no busques lo que no se te ha perdido y no habrá problemas – el tono de Hades no dejaba margen de error, eso enfureció a Apolo que repitió la pregunta todo indignado:
- Lo que no se me ha perdido?
- Así es… mantente lejos de esos muchachos, Cerbero está ahí y eso no es coincidencia, creo que el mensaje es bastante claro, no interfieras con mis asuntos Apolo – el tono de Hades se volvió amenazante en cuestión de segundos y sus ojos centellearon, Apolo no relajó su postura sino que con convencimiento contestó:
- Y qué te hace pensar que no eres tú el que está interfiriendo con los míos?
- Es cuestión de oportunidad, aléjate de ellos Apolo… o no respondo – Hades tomó la copa que una de las doncellas le ofrecía y caminó hasta ocupar su lugar junto a Zeus, Apolo lo miró y masculló entre dientes:
- Eso… ya lo veremos…