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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, uno de los misterios se revela hoy, espero que lo descubran y les guste el capítulo

Capítulo 14.- La laguna de las estrellas

 

Zack corrió lo más rápido posible hasta que llegó a un claro del bosque, apretó su dije y se desapareció de donde estaba para aparecerse en el templo del Patriarca, las reuniones de los dioses se celebraban en el templo principal, pero a veces los dioses salían de rato en rato a tomar aire, a comer algo o simplemente a estirar las piernas, Zack no quería hablar con Hypnos pero lastimosamente en este punto lo necesitaba, o en su defecto a Hécate, ojalá estuviera por afuera, pero ninguno de los dos dioses estaba cerca

 

Al muchacho le tocó esperar un par de horas hasta que Hypnos llegara, y ahí en el tono más imparcial que pudo, le contó lo que había pasado en el claro del bosque con Apolo y Ares, en contra de todo pronóstico, Hypnos no le dio mayor importancia al asunto, en las reuniones de los Dioses muchas cosas más se habían ventilado, el asunto por celos de un humano ni siquiera había llegado a la mesa, Zack insistía que esto era importante pero Hypnos no le estaba tomando en cuenta, el muchacho no sabía si era para molestarlo o en serio no lo consideraba importante, con Hypnos nunca se sabía, rayos…

 

En lo que si se interesó el rubio fue en la laguna de la que Seiya había hablado, ellos ya habían ido por el templo de Sagitario y precisamente bajo ese templo, no habían cuevas o rocas huecas, no había nada allí, pero… si Seiya decía que algo había pues… seguramente era un lugar protegido por la Diosa Atena y por eso ellos no podían sentir su localización o entrar, eso siempre era una posibilidad

 

Esa noche, Seiya cumplió sus ofrecimientos y llevó a Zack a la laguna dentro del templo de Sagitario, la entrada no estaba por fuera del templo, estaba dentro del templo, Zack sonrió complacido porque a la final él tuvo razón y la entrada estaba tras una de las paredes talladas de la planta baja, en la sala de los pilares junto a la pared en donde estaba grabado un mensaje tallado en la piedra, Seiya le contó la historia a Zack de cómo en la batalla de las 12 casas, Aioros desde el más allá había querido asegurar que los caballeros de la nueva generación fueran dignos de Atena

- Entonces Aioros estaba muerto? – preguntó Zack sin poder contenerse, él sabía algunas cosas de la historia del Santuario, de las batallas y de todo eso, pero en más de una ocasión su ignorancia le jugaba malas pasadas

- Pues si, pero luego de la última batalla, Hades liberó a los caballeros dorados del monolito en el que fueron encerrados y… mi maestro también volvió a la vida, regresó al templo y hemos vivido aquí desde entonces, él es muy serio pero muy buena persona – dijo Seiya con una sonrisa en los labios, en estas semanas que Zack había pasado en el templo de Aries, el caballero que menos había ido a chequear a su aprendiz había sido precisamente Aioros de Sagitario, Seiya decía que eso era porque Aioros era el más fuerte de todos, entonces Atena lo tenía a su lado la mayor parte del tiempo, al igual que a Shaka de Virgo y a Saga de Géminis

- Tu lo quieres mucho, verdad?

- Si… sabes que si me gusta estar en el templo de Aries, pero ya quisiera volver a mi rutina normal en mi templo, con mi maestro y mis misiones… aunque… si habría cosas que extrañaría del último tiempo que hemos pasado en el templo de abajo – Seiya estaba acariciando la pared que tenía el relieve del meteorito que caía en la tierra, el castaño estaba buscando algo aparentemente, Zack estaba de pie tras de él sin interrumpirlo, el pelinegro sintió una corriente de aire y se volteó, el cosmo del Dios del sueño era muy sutil como para ser detectado pero Zack sabía que ya no estaban solos, Hypnos ya había llegado, por lo menos no lo había asustado esta vez, dioses…

- En cambio yo nunca la he pasado así de bien como la he pasado estas últimas semanas, crecí con mis hermanos que eran mayores a mí, no con muchachos de mi edad, esto ha sido muy diferente y refrescante porque mis hermanos se divertían haciéndome bullying

- Hermanos… me hubiera gustado tener hermanos con los que jugar, yo fui separado de Seika muy temprano en la vida, pero mis amigos son como mis hermanos, y mal me parece que te dejaras hacer bullying, no no no, eso no se debe permitir, ohhh genial… aquí está – Seiya sonrió complacido cuando encontró la ranura que estaba buscando en la pared y la empujó suavemente, la pared entera se movió y dejó ver un camino rocoso que descendía a la oscuridad

- Wow…

- Toma esa antorcha de ahí y vamos

- Ok., si me caigo me atrapas? – preguntó Zack algo inseguro, a él le daba envidia y de la maldita al ver como los caballeros de Atena saltaban de piedra en piedra cual gacelas, él era algo torpe a veces y se tropezaba con sus propios pies

- No te preocupes, yo te atrapo, vamos…

 

Ambos chicos descendieron lentamente por el maltrecho camino, Seiya hubiera podido llegar a la base de la montaña mucho más rápido pero estaba esperando a Zack que bajaba con cuidado, el camino era obscuro pero a lo lejos ya podía verse una luz etérea que lo iluminaba todo, era en verdad muy bella, una luz blanca azulada que lo llenaba todo suavemente

 

Seiya explicó el origen de la cueva y la laguna a un muy interesado Zack, era cierto que esta laguna no reflejaba las estrellas pero… tenía polvo de estrellas en ella, era un lugar único en la tierra lo que la hacía muy especial sin duda, de eso no decía nada la profecía pero… hasta ahora representaba su mejor opción

- No te acerques mucho, que si te caes… ahí si triste porque no me voy a lanzar detrás de ti, no creo que ningún ser humano sobreviviría la caída, si ves las formaciones rocosas, verdad? – Zack estaba tratando de mirar la inmensa laguna al fondo del acantilado y era verdad que estaba peligrosamente en el filito

- Ok., eso es bueno saberlo, vienes seguido aquí?

- No… pero si he venido algunas veces, hay muchos lugares hermosos en los alrededores del Santuario, como el peñón del diablo y los picos de la muerte, pero esta laguna es especial, es un sitio en el que encuentro paz, lo sientes? – Seiya cerró los ojos y respiró profundamente, Zack hizo lo mismo pero no sintió nada especial, así que abrió los ojos y contestó:

- Los sitios mágicos y protegidos por los dioses afectan de manera diferente a los mortales, por eso tal vez tu sientes más su poder que yo, a la final es tu diosa la que protege la laguna, es tu templo en el que estamos, es tu legado el proteger este lugar, tú estás conectado a él y por eso sientes su magia

- Entonces no sientes nada?

- La verdad no, pero eso no es importante, tú lo sientes y eso es suficiente, sabes… la primera vez que me hablaste de los lugares aledaños al Santuario, del pico de la muerte en especial, pensé que era algo atemorizante, pero no… fue un paraje totalmente hermoso – dijo Zack con una sonrisa y arrojando una piedrita a la laguna, quería ver que tan profundo estaba, y la verdad, estaba muy profundo, porque la piedra se demoró en caer y el eco que hizo la piedra al hundirse en el agua, lo llenó todo

- En serio lo es, es un paseo hermoso aunque hay que caminar mucho y la escalada es tenaz, pero el paisaje que se extiende bajo tus pies una vez que has alcanzado la cima… te quita el aliento, te gustó ir, verdad? – preguntó el castaño con una sonrisa

- Si, debemos ir otra vez, solo espero que la próxima vez que vayamos haga menos frío en la noche y no llueva  

- Esperemos que si… aunque lo más impredecible de todo es el clima, pero si deberíamos aprovechar estos días que estamos en una especie de descanso, yo creo que a todos nos sentaría genial ir de día de campo o algo, deberíamos planearlo para esta semana, a Ikky le gustaría eso, a ver si se le va un poco el mal genio que se maneja

- Pues si, pobre Shun… - dijo Zack con una sonrisa la que Seiya compartió, ambos estaban sentados en las piedras y reían, pero saltaron cuando una conocida voz entró a la conversación:

- Y por qué me compadecen?

- De dónde diablos saliste?, casi me da un infarto – Seiya se llevó una mano al pecho pero se relajó inmediatamente al ver a Shun llegar con una antorcha y Cerbero a sus talones

- Estaba por aquí y Aioros me dijo que ustedes estaban dentro, pero a lo que recorrí el templo no los vi por ninguna parte, supuse que bajaron aquí y vine también, no quería estar en el templo de Aries, mi hermano me está volviendo loco – Shun se sentó en otra de las rocas y se estiró perezosamente

- No te fue bien en tu cita ardiente? – preguntó Seiya con una sonrisa pícara, Shun le lanzó una piedrita y contestó todo digno:

- Tu eres el de las citas ardientes, yo no

- No no no, yo estoy curado de las citas ardientes, eso es lo que me ha metido en todos los problemas de mi vida en primer lugar, hice un juramento de ser casto y puro de ahora en adelante, así que nada de citas ardientes para mi – Seiya se acostó sobre la piedra en la que estaba sentado y suspiró, esa noche estaba extrañando a su “novio”, pero le había dicho que tenía asuntos que atender y que esa noche no podía ir a verlo, por eso le ofreció a Zack a llevarlo a la laguna, de paso él también se distraía un poco y salía del templo de Aries, las peleas de Ikky y Shun tenían a todo el mundo con los pelos de punta

- Lo de complicar mi vida… tampoco ha sido uno de mis objetivos pero… no es mi culpa, él es tan sexy… no me puedo resistir, me encantan sus manos y la forma que tiene de abrazarme y tocarme, es entre posesiva y romántica, no sé… dioses… – dijo Shun meneando la cabeza y sonrojándose furiosamente

- Ay Shun… deja de preocuparte, mira… si no haces cosas estúpidas de joven, de qué vas a reírte cuándo estés viejo? – preguntó Seiya con una divertida sonrisa en los labios, Zack rió también y Shun meneó la cabeza al decir:

- Ese es tu modo de vida?, esa es tu filosofía?… qué voy a hacer contigo Seiya?

- Nada… solo quererme, además tú ves las cosas muy mal, ves complicaciones en donde no hay, solo mírate en este espejo y no hagas lo que hice yo con Saga, actúa con responsabilidad pero disfruta esta nueva etapa es tu vida y deja de preocuparte que te vas a arrugar antes de hora, o te puede dar una hermosa gastritis como la mía – dijo Seiya y tenía los ojos cerrados en ese punto y acarició su vientre

- Yo estoy seguro de que lo amo y de que él me ama, pero siento que las cosas están yendo algo rápido y eso me asusta un poco, pero… de todo lo que dices hay algo que yo no entiendo, tú estás consiente de que te apresuraste con Saga, y ahora?

- Y ahora qué?

- No te estás apresurando otra vez?

- No… esta vez me estoy tomando todo el tiempo del mundo porque no quiero cometer los mismos errores, la diferencia está en que, al igual que tú, yo estoy seguro de que lo amo, y lo más importante, estoy seguro de que él me ama, y todo es perfecto – Seiya sonrió y llevó la mano a su pecho, Seiya era la visión de la comodidad en ese punto, Zack solo sonrió y meneó la cabeza, incontables veces había escuchado decir a su hermano Adrián que el amor es la fuente de todas las estupideces, que vuelve tontas a las personas más racionales, que hace que pierdas el sentido y la dirección y muchas cosas más, Zack nunca se lo había discutido porque no se había enamorado, pero al ver a este par de caballeros como adolescentes normales, ilusionados y esperanzados en las posibilidades, no pudo evitar sonreír, él también quería algo de eso en su vida, ese pensamiento hizo que se le borrara la sonrisa, maldito Hypnos…  

- Sexo perfecto… vaya… - dijo Shun y sonaba aprensivo

- El sexo perfecto no existe, las personas perfectas tampoco, el asunto es si tu pareja es perfecto para ti o no, ese es el punto de todo, porque lo único perfecto que hay son las intenciones, los hechos… ahí ya las cosas difieren, tú lo que estás es asustado, eso es todo – Seiya abrió los ojos y se incorporó un poco pero se mareó, así que se volvió a recostar

- Lo sé… lo sé, por favor no le digas nada de esto a Ikky, le explota la cabeza si se entera, a sus ojos aún soy un niño inocente e indefenso, yo no sé por qué se pone tan pesado conmigo si él andaba de novio de esa chica del pueblo cuando tenía 15, y a mí me arma escándalo y ya tengo 16, ahora anda con otra de las chicas del pueblo y por como van las cosas no me sorprendería que me convierta en tío muy pronto, dioses… ni siquiera sé por qué les estoy contando esto – dijo Shun y se levantó, caminó un poco por la orilla y miró la laguna que brillaba suavemente

- No te estreses Shun, no pienses mucho en ello, solo asegúrate de que tus sentimientos no sean los únicos en juego aquí, no todo tiene que ver con el sexo, hay otras cosas que componen una relación, si él te ama todo estará bien, así que no te sientas mal, o él te ha dicho algo?

- No… de eso no me ha dicho nada

- Ok., entonces no te estreses, no todas las parejas funcionan igual, no todas las relaciones son iguales, lo que está bien para mi no necesariamente pueda que esté bien para ti, no todo el mundo piensa igual, en las diferencias que tenemos como personas encontramos la armonía, no te parece?

- Estás muy profundo últimamente pegasito – dijo Shun con una sonrisa, las palabras de su amigo le sonaban conocidas pero le reconfortaban

- Es el beneficio de salir con hombres mayores, con Saga no charlaba mucho y me dedicaba a otras cosas, lo que no me trajo muy buenos resultados en mi vida, en cambio ahora es diferente, charlamos mucho, nos estamos conociendo, él es todo dulce y gentil, no me había sentido así antes, puedes creer que me llevó a una exposición de arte en Paris?, yo no sé como rayos lo hizo pero cerró el Museo entero y caminamos por los desiertos pasillos solos los dos, sabe tanto de arte y de sus orígenes, de los pintores y de los significados de las pinturas y esculturas, eso fue tan genial, luego fuimos a cenar, tomamos vino… escuchamos música… eso nunca antes lo había experimentado, él no es exactamente quien yo pensaba que era y eso ha sido una muy grata sorpresa…

- Es un Dios… qué esperabas? – preguntó Shun con una divertida sonrisa en el rostro

- No sé… prefiero las noches en las que me enseña sus letales movimientos con la espada, con la lanza y con todas las armas, cuando vamos por los caminitos empedrados de aquí y charlamos, yo soy simple en ese sentido, lo que le lleva a la pregunta de, qué haces tú con tu novio?, tú sabes… cuándo no están haciendo “aquellito”? – preguntó Seiya y Shun abrió la boca ofendido, le lanzó una piedrita y todo digno respondió:

- Eso no es tu problema, yo te cuento mis cosas pero me niego a contarte… esas cosas

- Ya ya ya… no te esponjes, y tú?, algún novio o novia que debamos saber? – Seiya le palmoteó la pierna a Zack que negó con la cabeza y sonrió abochornado

- Tan mal no estás – dijo Shun encogiéndose de hombros

- Muchas gracias, pero la verdad no… no he tenido tiempo, yo… no sé… - Zack se sintió totalmente cohibido, de sexo era de lo que menos quería hablar, en especial con su propio padre y su mejor amigo así ellos tuvieran ahora 16 años al igual que él

- Ya llegará esa persona especial para ti también, aunque yo he visto que Shyru te mira, digo… por si no lo has notado – Seiya sonrió cuando dijo esto, Zack abrió mucho los ojos, y Shun rió con ganas

- Shyru? – Zack casi se atora y con el aire, nunca se hubiera imaginado que Shyru lo hubiera notado, si Zack pudiera hacerse notar, el caballero dragón no sería su opción, pero Hypnos era un idiota a tiempo completo, Seiya tenía razón, con Hypnos eran solo sus sentimientos los que estaban en juego porque la excusa que le había dado el Dios del sueño era por demás floja, Hypnos era un idiota…

- Mi amigo es un sexy, no lo desmerezcas – dijo Seiya muy divertido

- Pues si, pero mejor no… yo vivo en el Averno, y eso presenta muchos problemas, las comitivas nos iremos eventualmente, y… y ahí que va a pasar?, luego que haría? – Zack se encogió de hombros al decir esto, y los otros dos caballeros que estaban sonriendo, se pusieron pensativos de pronto, en eso no habían pensado

 

Los tres muchachos se quedaron en la laguna un rato más, y luego emprendieron el regreso al templo de Aries, Hypnos se había quedado en la laguna de las estrellas y apenas los más jóvenes se fueron, el rubio se zambulló en ella y tras muchos esfuerzos, recuperó el artefacto de la profecía, al fondo de la laguna estaba un cofre hermosísimo de cristal, dentro relucía una reliquia milenaria de la cual se contaban muchas leyendas, Hypnos siempre creyó que eran leyendas pero no… el objeto existía y ahora estaba en sus manos, pronto estarían en las manos de su señor Hades, esa era la única esperanza para la humanidad, claro… eso sería si Hades creía en su palabra y en la de su hijo, que en estos momentos caminaba tranquilamente por las escalinatas del Santuario de Atena de vuelta al templo de Aries

 

En el camino, Cerbero gruñó y se quedó quieto a la altura del templo de Cáncer, Shun se volteó y miró movimiento en la pared más alta del templo, parecían guerreros que sigilosos avanzaban, Seiya los miró también, pero Shun se encogió de hombros y los tres muchachos siguieron su camino

- Crees que sea Apolo? – susurró Seiya en la oscuridad, deteniéndose también para ver el horizonte, Shun no quiso detenerse y siguió caminando al decir:

- Espero que no, esta situación me tiene un poco… tenso

- Hades te ha dicho algo de eso?

- No… solo que no me preocupe pero… si me preocupo, yo… lo siento de vez en cuando, Apolo se da vueltas por el templo, va por el coliseo, fue el otro día por el río, él anda por ahí y eso no me gusta, yo no quiero problemas y que él ande tan cerca si es un problema – Shun se veía mortificado, Seiya asintió pero dijo:

- Ok., mientras Cerbero esté por aquí no nos preocuparemos, eso es lo que dijo Hades, cierto?

- Si… pero igual me preocupa, Hades dijo que había discutido con Apolo el otro día, que le había advertido que no se acerque a nosotros, pero… no sé Seiya, tengo un muy mal presentimiento sobre todo esto

- No seas paranoico Shun – respondió el castaño pero por si las moscas apresuró el paso hacia el templo de Aries, Apolo efectivamente estaba por ahí y los vio pasar, sonrió con malicia y miró las estrellas, pronto le quitaría a Hades su juguete y se complacería mucho por ello, a ver si así se le quitaba esa sonrisita autosuficiente que adornaba su cara

 

Luego de esa pequeña interrupción, la caminata hasta el templo de Aries fue algo silenciosa y larga, Seiya cayó rendido apenas su cabeza tocó la almohada, Shun en cambio no pudo dormir, él se paseó por la habitación casi hasta el amanecer, las palabras de Zack le habían llegado al alma, las cosas estaban bien ahora, él podía verse en un futuro con aquel que le robaba el sueño pero… y luego?, cuándo él se vaya?, será que se lo lleva con él?, formalizarán su relación?, terminan?, qué harían???.  Al parecer a Seiya eso no le preocupaba en lo más mínimo porque dormía tranquilamente en su cama, sus sueños estaban llenos de prados y flores, ríos y mares, maravillas a sus ojos, y paz en su corazón…

 

***

En los días que siguieron, Apolo había rondado al muy joven y apetecible caballero Shun de Andrómeda, pero ese muchachito estaba en verdad muy bien resguardado, Cerbero estaba con él casi todo el tiempo, Apolo había sentido la presencia de Hypnos y Thanatos en el primer templo del Santuario, además de que uno de los caballeros dorados siempre estaba allí, no para cuidar a ese jovencito, sino para resguardar la entrada al santuario, pero igual… era un obstáculo para sus propósitos

 

En varias ocasiones el templo entero había despertado por los gruñidos de Cerbero, que había echado a perder todos los planes e intenciones de Apolo de tomar a ese niño y llevárselo con él.  Hades también rondaba ese templo, en varias veces Apolo lo había visto charlar con Shun en el balcón, cuando todos los demás caballeros dormían, en varias ocasiones lo había visto llegar al templo en compañía de aquel jovencito que en las noches usaba una capa con capucha, lo había visto besarlo bajo la luz de la luna, Apolo no se había equivocado, Hades no solo quería a Shun por su alma pura o sus habilidades, lo quería de amante y seguramente ya lo tenía en su lecho, maldito Hades…

 

Las cosas al parecer estaban tranquilas pero no era así, uno de los caballeros estaba enfermo, y nadie sabía lo que le pasaba, Seiya de Pegaso pasaba la mayor parte del tiempo acostado en su cama y no tenía voluntad de moverse, se sentía cansado, muy cansado, como si hubiera corrido una maratón o algo pero… en los últimos días casi ni había salido del templo, ya no iba con los otros caballeros a los entrenamientos y se quedaba con Mu, el que estaba muy preocupado por él, y lo cuidaba como mejor podía, pero Seiya no tenía ningún síntoma además del cansancio, aunque tampoco comía en sus estándares normales, varias cosas le empezaron a hacer daño lo que era muy extraño en él, pero lo que más le preocupaba al guardián del primer templo, era que el siempre dinámico y extremadamente inquieto caballero, de pronto dormía todo el tiempo, solo dormía y dormía

 

Una mañana de esas, los caballeros estaban en el salón del templo de Aries, Seiya estaba acomodado con muchas almohadas en uno de los sillones, Cerbero estaba a su lado y gruñía suavemente, como si quisiera llorar o algo, la expresión del perro era en verdad triste, eso era lo que más preocupaba a todos porque Cerbero no era lo que se podía decir un perro normal, si estaba triste por Seiya era por algo, Aioros también estaba allí esa mañana y hablaba con Mu, los caballeros dorados ya habían intentado muchas cosas con Seiya pero nada hacía efecto, el castaño estaba más pálido que la muerte y casi no podía mantener los ojos abiertos

- No ha comido nada extraño? – preguntaba Aioros una vez más mientras caminaba y miraba de reojo a su aprendiz que tenía una expresión serena en el rostro y sonreía ligeramente al acariciar a Cerbero

- No… le he dado todas las infusiones de mi repertorio, hasta mandé a Kiki por unas raíces muy especiales que solo crecen en Jamir y se las he dado, pero ni eso le ha dado resultado, poco a poco ha dejado de comer porque todo le empezó a hacer daño, Zack le trajo unos dátiles que le dio Hécate, eso ha podido comer pero no es que le ha hecho mucho efecto tampoco, pero por lo menos tiene algo en su estómago, le ha traído también unos jugos y otras infusiones, al inicio yo estaba medio escéptico con eso pero si le han hecho bien, Hécate ha venido a verlo a petición de su aprendiz y tampoco sabe lo que le pasa

- Has dejado que la Diosa Hécate le de infusiones a Seiya??? – Aioros abrió mucho los ojos cuando preguntó esto

- Las bebí primero yo y cuando comprobé que no eran dañinas en ninguna forma se las di a Seiya, esas infusiones son cosa seria porque me puse hiperactivo y voy 3 días sin dormir, Seiya en cambio no… se le cierran los ojos y se cae de la debilidad, ahora si estoy preocupado, creo que es tiempo de llamar a Atena, hay algo en Seiya que no me agrada

- De qué hablas? – preguntó Aioros frunciendo el ceño

- Algo hace interferencia en él, no puedo sentir su cosmo, es como si… estuviera turbio por alguna razón, no estaba así, estas dos últimas semanas se ha ido acentuando, lo puedes sentir, verdad?

- Si, lo sentí apenas entré al templo, espera… qué es eso?, lo escuchas? – Aioros escuchó una muy dulce melodía que sonaba lejana, pero iba subiendo de tono

- Pero quién? – Mu hizo moción de avanzar a la puerta pero se mareó de la manera más horrible y tuvo que sostenerse de la pared para no caerse.  Ikky trató de ponerse de pie pero no lo logró, Kiki que estaba en el medio del salón se tocó la cabeza y cerró los ojos tratando de alejar la música de sus sentidos, pero no tuvo éxito, el pequeño pelirrojo cayó dormido, al igual que sus camaradas de bronce, los dos caballeros dorados y Cerbero…

 

Apolo entró al templo de Aries y sonrió ante el panorama, caminó sin pisar a los dormidos caballeros que estaban por toda la casa y se acercó al sillón, ahí vio al muchacho de cabellos verdes, sonrió, acarició su rostro y chasqueó los dedos, Shun se desapareció de donde estaba en un halo de fuego, seguido del Dios del sol que sonrió victorioso, de solo imaginarse la cara de Hades cuando se dé cuenta que se había robado a su mascota… sería invaluable…

 

***

Hades estaba en el salón principal del templo del Patriarca, escuchaba sin escuchar las interminables discusiones, cuando sintió algo extraño, sopor… escuchó a lo lejos una melodía muy hermosa, liras sonaban a la distancia y Hades no pudo evitarlo, sonrió y cerró los ojos concentrándose en las hermosas tonadas, y en eso estaba hasta que sintió un gruñido desesperado, magia… había magia en el aire, Cerbero… Shun…

 

El Dios del Averno abrió los ojos y salió abruptamente del salón ante la mirada confusa de los demás dioses, se desmaterializó para aparecerse en el templo de Aries, en donde todos los caballeros que allí estaban dormían, Cerbero estaba tirado en el suelo, profundamente dormido también, la melodía seguía sonando y era hipnótica, Hades salió al patio y con una mirada destruyó la lira que había sido encantada por Apolo seguramente, volvió a entrar al templo y miró, muy confuso y molesto, los dormidos rostros que estaban comenzando a despertar

 

Mu de Aries fue el que primero se pudo poner de pie, su cabeza le explotaba pero hizo un esfuerzo para caminar por el salón, ayudó a Kiki a levantarse, fue por el sillón y su corazón escapó un latido, Cerbero ya no estaba, pero no era el único que faltaba

- Shun… en dónde está Shun? – fue Ikky el que se estaba arrastrando por el suelo, buscando a su hermano que no estaba en ninguna parte

- No lo sé… - respondió Hyoga todo asustado, Shun había estado sentado a su lado

- Él no es el único que falta – dijo Shyru señalando el sillón individual que tenía muchas almohadas pero estaba vacío

- Por todos los dioses… Seiya… - Aioros entró en pánico al ver la manta caída y de su aprendiz ni el polvo

 

Notas finales:

Chan chan chan...

No se pueden perder el próximo capítulo, en donde se ve de mejor manera la muy complicada y volátil relación entre los dioses y cómo un simple humano lo viene a revolver todo

Muchas gracias por leer y nos vemos en el capítulo nuevo el viernes, saludos, bye


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