Capítulo 19.- Besos bajo la luz del sol y de la luna (parte 2)
Las cosas en el templo de Aries seguían tensas, Ikky y Shun continuaban peleando todo el tiempo, nadie sabía a ciencia cierta qué era lo que pasaba, Shun aún no había aclarado a dónde fue cuando se desapareció por dos horas aquella noche, y se mostró indignadísimo cuando Ikky le dijo que no debería salir del templo de Aries si no era debidamente escoltado. Shun se sentía podrido de la protección extra de su hermano, y lo que menos quería era tenerlo merodeándole cerca cuando él lo que quería era volver a ver a Julián, su corazón ansiaba ver a aquel peliazul que le parecía tan interesante, inteligente, compasivo… sexy…
Por otro lado, todas las noches por dos semanas, Hades se había encontrado con Seiya en el Coliseo un poco más tarde de la media noche, el austero Dios del Inframundo se entretenía mucho con este fresco jovencito que era muy hábil guerrero, le hablaba como nadie, le hacía reír, tenía una conversación muy fluida y era bastante ocurrente y listo, además de que tenía una técnica bastante sólida pero improvisaba muy bien también y eso era lo que a ratos le daba ventaja en los combates, las espadas eran su arma de elección estos días, Seiya sabía que era el arma en donde más defectos tenía por lo que estaba aprovechando al máximo el entrenamiento extra que tenía con el Dios de los muertos, no era que disfrutaba de su compañía, no…, no era que le gustaba mucho charlar con él, no…, no era que le pareciera sumamente interesante, no… eso jamás… uyyyyy
Una de esas noches, Hades llegó temprano al Coliseo, Seiya usualmente ya estaba allí pero esa noche no había llegado, Hades lo esperó por unos cuantos minutos pero el joven castaño no llegó, así que algo preocupado, Hades concentró su poder en encontrar al joven muchacho y se sorprendió al sentir su cosmo en el templo de Sagitario, Hades se desapareció de donde estaba y se apareció cerca de donde Seiya estaba, y la verdad no pudo creer sus ojos
El castaño no estaba dentro del templo, en el sentido propio de la palabra, estaba en una cueva bajo el templo, o por lo menos eso era lo que parecía, era una cueva oscura pero que tenía luz natural de alguna parte, Seiya estaba sentado sobre una piedra y tenía algo en sus manos, algo que estaba mirando con mucha tristeza, y Hades lo podía ver porque una luz blanca azulada algo etérea lo estaba iluminando de una manera muy hermosa y melancólica
- De todos los lugares que pensé encontrarte, este era en el que menos hubiera pensado hallarte – dijo Hades en un tono un poco más alto que un susurro
- Ohhh… me atrasé?, lo siento mucho, no tengo reloj y se me fue el tiempo, qué hora es? – el castaño se levantó todo apurado y con disimulo limpió una lágrima de su mejilla, Hades fingió no verlo para no hacerle sentir mal
- Aún no son las doce, no estás atrasado, yo llegué temprano – explicó Hades acercándose a Seiya e inclinándose para ver más de cerca la fuente de luz, y arqueó una ceja al ver una inmensa laguna al fondo de un barranco, la luz que iluminaba la caverna salía de la laguna
- Eso es un alivio – dijo Seiya con una pequeña sonrisa
- Qué es este lugar? – preguntó Hades todo interesado, nunca antes había estado allí pero no le pareció coincidencia que ahora lo estuvieran, este era uno de los legendarios lugares protegidos por los dioses, y eso se lo confirmó Seiya al responder con toda la naturalidad del caso:
- Es la laguna de las estrellas
- La laguna de las estrellas?, nunca la había escuchado nombrar
- Las armaduras son hechas de polvo de estrellas, las armaduras doradas me refiero, y en la primera reencarnación de Atena, pues cayeron del cielo y aquí es donde aterrizaron, el templo de Sagitario fue construido sobre esta caverna y es la sagrada misión del guardián de la novena casa, custodiar esta cueva y esta laguna, es simbólica pero muy poderosa, puedes sentir su poder?
- Si… claro que puedo sentirlo, son un Dios después de todo – respondió Hades con una divertida sonrisa, Seiya sonrió también y explicó:
- Mu es el encargado de reparar las armaduras y lo hace con el polvo de estrellas que consigue en los áridos e inaccesibles terrenos de Jamir, pero esa no es la única fuente del polvo de estrellas en la tierra, aquí hay una muy alta concentración, por eso el agua brilla y es muy hermosa, muy difícil de llegar también, yo creo que pudiste aparecerte aquí porque eres un Dios y me estabas buscando a mi, de no ser así, no habrías podido entrar aquí, además si te caes desde aquí, lo más seguro es que mueras en el intento
- Yo no moriría – dijo Hades encogiéndose de hombros, como restándole importancia a tan trivial asunto como la muerte
- Tu no, pero yo si, y no es así como quiero morir – Seiya estaba tan cerca del borde, algunas veces se había resbalado en esas traicioneras piedras y no quería poner en riesgo su cuello
- Y cómo quisieras morir?
- En batalla, peleando por mi Diosa en una causa justa, defendiendo la tierra…
- Esa es la única forma?
- No… esa es la forma valiente de hacerlo, si en verdad quieres saberlo, me gustaría morir de viejito rodeado de mi familia, en una cómoda cama y en paz, así quisiera morir – el joven suspiró al pensar en eso, de vez en cuando Seiya se ponía existencial y pensaba en la muerte, pero no era su tema favorito de conversación
- Tú no vas a morir de ninguna de las dos formas
- Ah no?, por qué?
- Porque sigues mejorando con la espada, así que acabarías a todos en una batalla, deberíamos pasar a la lanza cuando acabemos con la espada, debemos pulir todas tus habilidades, ohhh y hablando de eso, tengo algo para ti – Hades sonrió ampliamente cuando dijo esto, en especial porque a Seiya se le iluminaron los ojos al preguntar:
- Algo para mí?, qué?
- Una espada decente – Hades sacó de su cinto una hermosa espada que relucía de manera muy bella en aquella luz, Seiya la tomó y vibraba en sus manos, como la espada que Hades tenía y le dejó usar aquella primera vez
- Wow… es igual a la tuya?
- No exactamente, pero es muy parecida, muy poderosa, digna de tus manos, espero que la cuides y que le des el mantenimiento correcto
- Claro que lo haré, muchas gracias – Seiya miraba embelesado la espada y sonreía como niño con juguete nuevo, Hades meneó la cabeza y sonrió también, hacer feliz a Seiya era tan fácil, el castaño necesitaba muy poco para ser feliz, algo tan simple lo llenó de luz cuando hacía unos momentos él se veía muy triste, vaya…
- De nada muchacho, quieres ir a jugar con ella?
- Claro que si, solo… me das un segundo?
- Si, te espero aquí – Seiya sonrió con calidez y dio unos cuantos pasos hacia la laguna, sacó de su bolsillo el objeto que había estado mirando antes, era un diamante y lo dejó caer en el barranco, a los pocos segundos el ruido que hizo la hermosa piedra al caer en el agua fue sumamente sonoro, Seiya suspiró y decidido caminó hasta Hades que le tendió la mano, Seiya la tomó y tuvo que cerrar los ojos con fuerza para no caerse, el castaño sintió una presión horrible en todo su cuerpo, la oscuridad le envolvía, y justo cuando sentía que se iba a desmayar, el suelo se materializó bajo sus pies pero se mareó feísimo, Hades tuvo que sostenerlo para que no se cayera, el Dios sonrió divertido, este muchacho era muy fuete, pero era humano al fin y no todos los humanos reaccionaban bien ante la magia del Inframundo, así que lo ayudó a sentarse en los graderíos y le acarició la espalda al decir: - Te sientes bien?
- Qué rayos fue eso?
- Pensé que sería más rápido si nos transportaba aquí, no pensé que te pondrías así, lo siento, no lo vuelvo a hacer
- No fue tu culpa, se me revolvió hasta la consciencia – Seiya se agachó y puso la cabeza entre las rodillas, le estaba costando respirar, y se moría de la vergüenza porque no quería vomitar frente a Hades, no no no, no podía perder el glamour
- Ten toma esto, es un poco fuerte pero te volverá la sangre al rostro, te lo juro – Hades sacó un frasco de su bolsillo, era un frasco muy hermoso, metálico pero tallado, Seiya respiró profundamente un par de veces tratando de tranquilizarse, cuando sintió que el mundo dejó de darle vuelta, sostuvo el frasco y le dio un sorbito, era vino, el más delicioso vino que había tomado en su vida, pero Hades tenía razón era bastante fuerte, así que el castaño tosió y se reclinó en la dura piedra al devolver el frasco a su dueño que también le dio un sorbito
- Me quieres emborrachar? – preguntó Seiya al sentir como la sangre le subía al rostro, esa noche por más buenas intenciones que hubiera tenido, no hubiera podido jugar con su nueva espada como hubiera querido, no se sentía nada bien, ya estaban en el coliseo pero la caminata le hubiera hecho mejor
- No, no era mi intención la de emborracharte, solo quería poner tu corazón a latir porque te ves muy pálido, te sientes mejor? – Hades miró con preocupación al castaño, primero se puso verde, luego palideció y ahora tenía las mejillas sonrosadas y parecía que se moría de calor, se veía adorable pero… no se sentía del todo bien
- Mareado, pero es otro tipo de mareo, solo me emborraché una vez con Ikky, y fue en navidad, eso fue muy divertido, hasta que mi maestro me castigó una semana – respondió Seiya con una sonrisa tonta en el rostro
- No estás borracho ahora, o si?
- No… solo un poco mareado, nada importante no te apures
- Ok., pero dime, es costumbre tuya arrojar diamantes a la laguna?, era una piedra muy hermosa
- Ohhh… si era muy bonita pero… representaba algo que quiero olvidar y dejar atrás, si la sigo conservando solo me haré daño entonces, la boté, estará bien en la laguna rodeada de polvo de estrellas, aunque me hubiera gustado arrojarla en el río Lete, de paso me daba yo un chapuzón ahí y lo olvidaba todo, eso si me gustaría, Hades… tu podrías borrar mi memoria? – Seiya hablaba muy rápido en ese punto y la pregunta se le salió sin pensarlo bien, Hades en cambio consideró unos momentos antes de responder en un tono bastante serio:
- De quererlo si lo pudiera hacer, pero no… no lo haría
- Por qué no?
- Porque tú eres y representas el cúmulo de experiencias que has vivido, tus recuerdos, dolores, sufrimientos, alegrías y penas, la suma de todo eso te hacen lo que eres hoy, sin ellos serías solo un caparazón hueco carente de vida y sentimientos, yo sé lo atractivo que suena olvidar nuestros problemas o penas, pero esa es una manera muy pobre de vivir la vida, yo no lo recomendaría, y mucho menos en un muchacho como tú, tú no necesitas eso, eres lo suficientemente fuerte para salir adelante sin ayuda externa – Hades miró a Seiya que suspiró y dijo con cansancio:
- Si… mi maestro me dice lo mismo, tienes razón…
- Yo siempre tengo razón, ven pequeño… te llevo a tu templo, no estás como para entrenar hoy, yo creo que te conviene descansar
- No, no quiero entrenar hoy pero tampoco quiero dormir, vamos a caminar un ratito?, prometes no soltarme para que no me caiga?
- Si… estás seguro en mis brazos
Seiya se incorporó y se dejó abrazar de Hades que lo envolvió en su capa porque había empezado a llover suavemente, el Dios en verdad lo sostenía para darle estabilidad mientras caminaban, el aire frío de la noche le caería bien al joven Pegaso que estaba hablando de lo bonita que estaba la noche, de cómo le gustaba caminar en la lluvia o cuando no podía dormir y veía las estrellas, poco a poco el mareo le fue pasando, el joven fue recobrando la firmeza en sus piernas y se sentía mejor, y así al cabo de una hora más o menos llegaron al patio del templo de Aries cuando ya había dejado de llover
- Y no me vas a decir que significaba ese diamante? – preguntó curioso el Dios de los muertos, ellos habían hablado de varias cosas esa noche, pero ese punto Seiya no lo había tocado, Hades era bastante respetuoso pero la curiosidad pudo más en él
- No quieres escuchar mis tristes historias, eso fue… no es importante – Seiya meneó la cabeza con tristeza, Hades tomó suavemente su mentón y lo miró intensamente, el castaño tenía la impresión de que el Dios de los muertos tenía la misma habilidad de Aioros, y lo podía leer cual libro abierto, y no se equivocaba
- Si lo es, siento tu dolor, siento tu decepción y tu rabia, entonces si… sé que es importante para ti, pero… si aceptas el consejo de alguien que ha vivido un poco más que tú, déjame decirte que… no debes poner tus fuerzas y energías en alguien que no vale la pena, en alguien que ha probado que no te merece, en alguien que no es digno de ti
- Tu… tú sabes lo que pasó con Saga? – de haberse podido poner pálido otra vez, Seiya se hubiera puesto pálido, a él le avergonzaba lo que pasó con Saga y lo que menos quería era que Hades lo supiera, ahora ya lo sabía???, diablos…
- No… solo sé lo que tú sientes porque puedo sentirlo también, no sabía de quién se trataba si tú no me lo decías, yo no he leído tus pensamientos porque eso me parece invasivo, pero tus sentimientos gritan y eso si lo puedo sentir, tu corazón roto me conmueve, porque no me parece justo que alguien como tu sufra por algo como esto
- Alguien como yo?
- Si… alguien tan puro y hermoso como tú – Hades acarició la mejilla de Seiya, esto el castaño no se lo esperó y bajó la cabeza todo abochornado
- Yo… yo no soy puro, yo… yo…
- Si lo eres, la pureza de tu alma trasciende el cuerpo, no olvides que yo soy un Dios y puedo verte completamente, como si tuviera visión de rayos X como los súper héroes que te gustan – Hades sonrió y volvió a acariciar la mejilla de Seiya, que lo miró y sintió como sus piernas flaqueaban otra vez, y eso no tenía nada que ver con el vino que tomó o con nada, eso era nuevo
- No no no, Shun es el puro del grupo, él es el santo, yo pensé que tu… yo pensé que tú estabas interesado en él – Seiya frunció el ceño cuando dijo esto, no era secreto para nadie del interés que Hades había mostrado en Shun, le había mandado a su mascota para que lo cuide, habían hablado un par de veces algunas mañanas en las que el Dios de los muertos había buscado a Shun en el templo de Aries, Shun le había dicho que no le interesaba Hades y eso era obvio si el peliverde estaba todo emocionado con Julián Solo, pero… el hecho de que Shun no quisiera nada con Hades no significaba que Hades no quisiera nada con él, por lo menos eso es lo que Seiya pensaba, por eso el castaño ahora no entendía lo que estaba pasando, o la razón por la que Hades lo estuviera mirando, como lo estaba mirando
- En Shun?, claro que me interesa pero no de la forma en la que estás pensando, yo lo considero como… no sé, un amigo tal vez, alguien a quien quiero proteger porque la conexión que tengo con él no se ha roto del todo y lo puedo sentir, él es importante porque le debo muchas cosas, digamos que le tengo aprecio pero… no… yo no tengo ningún interés en él románticamente hablando – Hades dio un paso hacia Seiya y puso su mano en su cintura para jalarlo suavemente y pegar sus cuerpos, era claro lo que Hades estaba haciendo, ya no había posibilidad de mal entendido por lo que Seiya preguntó para asegurarse y no cometer nuevos errores:
- Y en mi si?, o estoy viendo cosas donde no hay?
- Te gustaría que si?
- No se vale, yo pregunté primero – dijo Seiya y Hades sonrió, este chiquillo era extraordinario, al mayor le encantaba la forma tan fresca en la que le hablaba, la manera tan natural con la que se comportaba cuando estaba con él, Seiya era transparente cual cristal y eso le encantaba al pelinegro, que sonrió, lo apretó de mejor manera contra su cuerpo y lo besó suavemente en los labios, Seiya abrió mucho los ojos pero no opuso resistencia, se dejó besar y se relajó entre los poderosos brazos del mayor que lo sostenían
- Fue esa suficiente respuesta o quieres que te lo diga? – preguntó Hades cuando el beso se rompió, Seiya estaba completamente sin aliento, tenía un sonrojo muy hermoso en las mejillas y una expresión de sorpresa única, el castaño puso sus manos en el pecho del mayor, pero no lo estaba empujando, solo lo estaba tocando y susurró:
- Dímelo…
- Tú me intrigas, me gustas, me apasionas, disfruto tu compañía como no tienes idea, me robas el pensamiento todo el día, todos los días, tienes todo aquello que quiero en una pareja, no te voy a decir que estoy perdidamente enamorado de ti porque eso sería mentirte y lo que menos quiero hacer es mentirte, yo creo en la sinceridad y en la honestidad, como tú lo haces, pero lo que si te voy a decir es que estoy sintiendo algo que nunca había sentido, y quiero que ese sentimiento crezca y se desarrolle, eso es decir mucho en mi caso, tu… sientes algo por mi? – Hades acarició la mejilla del menor que lo miraba y aún no podía creer que le estuviera pasando lo que le estaba pasando, así que torpemente dijo:
- Si… yo… yo pensé que amaba a Saga, yo pensé que él era el hombre de mi vida, yo… yo fui tan estúpido de caer en sus engaños y… me entregué a él, yo no quiero mentirte, yo no soy puro, yo no soy digno de… de ti, pero quisiera serlo, quisiera no haber sido tan estúpido antes y ser puro para ti, yo… - se notaba que Seiya estaba angustiado y Hades sonrió al saber las razones de su angustia, por lo que el mayor preguntó:
- Seiya… y quién te dijo a ti que no eres digno de mi?
- Tu eres un dios, y yo… yo…
- Tu eres aquel al que yo he escogido y eso te hace digno, lo que sea que haya pasado con ese tal Saga, me tiene completa y absolutamente sin cuidado, él ya no está en tu vida, tu no lo quieres de vuelta, ese es un capítulo cerrado, muerto y enterrado, o me equivoco?
- No, no te equivocas, hoy le dije adiós por última vez al arrojar el diamante en la laguna
- Perfecto, no lo vez mi niño?, los planetas se han alineado y nos han reunido en este tiempo específico, en este momento específico, lo que sea que haya pasado contigo, solo te ha traído hasta mi, por eso te decía que el cúmulo de experiencias te hace lo que eres, y no debes desmerecer nada, ahora puedes empezar de nuevo, conmigo…
- En serio?
- Si…
- Pero… por qué?, por qué yo?, no lo entiendo
- Qué no entiendes?
- Yo no soy nada especial, Shun es el especial del grupo por eso Apolo está que se da botes por él, Ikky es más fuerte, Hyoga es más hermoso, Shyru es más inteligente, yo… yo no soy nada especial, yo no puedo ofrecerte nada, yo no soy nadie – dijo Seiya y en verdad que lucía confundido y avergonzado, Hades sonrió de medio lado y maneó la cabeza al decir:
- Ohhh Seiya… si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos, solo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mi – Hades levantó nuevamente el mentón del pequeño y lo besó, este beso fue diferente, fue más demandante, esta vez Seiya se entregó al beso de mejor manera y abrió la boca dando paso a la lengua del Dios de los muertos que ávida entró y jugueteó con su compañera, Seiya sentía mariposas no solo en el estómago sino en todo el cuerpo, las manos de Hades recorrían suave y lentamente su espalda, Seiya rodeó el cuello del mayor con sus brazos y ahí en medio de la noche, en ese beso se fundieron en uno, Seiya dejó ir sus miedos y abrió su corazón a las nuevas posibilidades que tenía frente a él, Hades estrechó contra su pecho a este dulce y atolondrado muchacho, Hades sabía que lo había encontrado, había encontrado lo que había estado buscando en el lugar en el que menos esperó
Cuando el beso se rompió, Seiya apoyó su cabeza en el fuerte pecho del mayor que le acarició la nuca y besó su cabeza, Seiya levantó la mirada con una maravillosa sonrisa y preguntó:
- En serio no te importa que yo… no sea puro?, que no sea virgen?, que haya sido tan tonto y me haya acostado con Saga?
- No es que no me importe, si me importa, si pudiera volver atrás el tiempo te secuestraría para que no lo hicieras, pero… eso no es un factor determinante en lo que siento por ti, yo soy posesivo Seiya, siempre lo he sido y ahora eres mío, lo que antes hayas hecho yo no tengo por qué juzgarlo, lo que si puedo hacer es atormentar a Saga hasta que pida clemencia por haber osado tocarte – esto lo dijo Hades en un tono divertido, pero si lo pensaba hacer, ese tal Saga se arrepentiría toda su vida de haber osado tocar a su Pegasito, Seiya sonrió y dijo:
- No… no vale la pena, él no vale la pena
- Es un gusto que no me puedes quitar, pesadillas por lo menos le voy a mandar – Hades sonrió y Seiya también
- Eres tan diferente a lo que yo pensaba que eras antes de volvernos a ver en este tiempo, eres tan diferente a como te recordaba, eres tan…
- Humano?
- Si, eso iba a decir, eres compasivo, dulce, no lo puedo creer
- Vez por qué Shun es importante para mi?, él es el que hizo esto en mi, él abrió mis ojos a una realidad que yo conscientemente ignoraba, literalmente no sabía de lo que me perdía, por años viví desconectado de mis emociones, desconectado de todo y de todos, y esa era una forma simple de vivir, simple pero vacía, ahora ya me he cansado de eso y quiero algo más, te quiero a ti pero hay cosas que no sé y no entiendo, voy a confiar en ti para que me guíes, tú me enseñarás verdad?, tú me enseñarás a amar?
- Claro que si
Seiya abrazó a Hades y se sintió el hombre más feliz sobre la faz del planeta, Hades sonrió al abrazar el cálido cuerpo del joven caballero Pegaso, se besaron una vez más y luego Seiya entró en el templo de Aries, caminó por los pasillos hasta llegar a su habitación, se sacó la capa y la acercó a su nariz aspirando profundamente, tenía el delicioso aroma de Hades, luego puso su hermosa espada junto a su cama, acarició la cabeza de Cerbero en el camino a la ventana y al asomarse vio a Hades que lo miraba, Seiya puso la mano en la ventana y Hades levantó la suya a manera de despedida y desapareció en el frío de la noche, Seiya se dejó caer en la cama con una tonta sonrisa en el rostro, nunca pensó que se pudiera sentir así, estaba lleno de felicidad, como nunca antes se había sentido, y con una sonrisa en el rostro se quedó profundamente dormido