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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo de las revelaciones, aquí se saben muchas cosas, espero que les guste

Capítulo 23.- Cuando se descubre la mentira

 

- Que Shun va a hacer qué? – Ikky no lo podía creer, Aioria había venido al templo de Leo a contarles las novedades a los aprendices que estaban allí, y el poderoso Fénix no salía de su asombro, sin darse cuenta se había puesto de pie y había apretado los puños, había palidecido y Kiki pensó que con la luz apropiada podría verse el humo salir de su cabeza, decir que Ikky estaba en shock era decir poco

- Fue determinado por Zeus y la boda se llevará a cabo hoy en la tarde, Poseidón dijo que lo harían en el templo de Piscis, sé lo que estás pensando pero no hay nada que puedas hacer Fénix para impedirlo, pero si quieres mi opinión es lo mejor que pudo haber pasado – dijo Aioria poniendo la mano en el hombro de su aprendiz que lucía muy mal

- Cómo que es lo mejor que pudo haber pasado? – Ikky gritó esto y empezó a caminar entre las columnas del patio, Hyoga estaba arrimado a una de ellas y lucía muy triste, el leve romance que él tuvo con Shun había pasado hacía varios meses y no habían llegado a nada pero… el caballero del Cisne pensó que tendría tiempo de retomarlo, de hacer… algo… ahora le habían arrebatado a Shun, para siempre…

- Las cosas se fueron complicando, los ánimos estaban caldeándose al punto que Artemisa propuso matarlo, porque Shun representaba la manzana de la discordia entre Hades y Apolo, y en ese momento fue que Poseidón intervino y dijo que él le había propuesto matrimonio a tu hermano y que él había aceptado, eso fue un cambio de eventos porque todos estaban seguros de que Shun tenía algo con Hades, y que por eso él lo protegía tanto pero… resultó que las cosas no eran así, hasta ahora yo no lo entiendo del todo, nuestra diosa estaba segura de que Hades tenía algo con Shun, no sé cómo fue que esto pasó – dijo Aioria, él había estado presente en la última reunión y aún no lo podía creer

- Cielos… - Shyru caminó hasta Ikky y trató de abrazarlo pero el peliazul no se dejó, no necesariamente podía con las demostraciones de apoyo o cariño que no vinieran de Shun o Seiya, así que simplemente se dio la media vuelta y entró al templo de Aries, al hacerlo se quedó de pie en la entrada, abrió mucho los ojos y sin pensarlo dos veces corrió al sillón, los chicos afuera habían caminado tras el poderoso Fénix y no podían creer sus ojos, en el sillón estaba Seiya acurrucado en una manta profundamente dormido, hasta que Ikky se le abalanzó claro está

- Auch… no tan fuerte… yo también te quiero Ikky pero suéltame – Seiya había sido despertado por el fuerte abrazo de su mejor amigo, y ahora ambos estaban sentados en el sillón, el castaño no tuvo tiempo de recuperar el aliento porque cuando Ikky finalmente lo soltó, se vio abrazado con fuerza por Shyru

- Dónde diablos estabas Seiya? – preguntó el caballero dragón cuando el abrazo se rompió, pero ahora Hyoga era el que abrazaba a Seiya como si no hubiera mañana

- Estaba aquí, tú dónde estabas? – contestó el castaño abrazando luego a Kiki

- Cómo que estabas aquí? – preguntó Ikky, Seiya se acomodó mejor en el mueble sentándose bien y desperezándose

- Si… yo estaba aquí, y todos estaban sentados aquí, Mu quería que yo tomara un té y mi maestro también estaba aquí, en dónde está Shun por cierto? – Seiya estaba mirando y señalando por la estancia, él estaba hablando de la mañana hacía 3 días en la que había desaparecido

- Shun… no sabemos en dónde está, lo que sabemos es que se va a casar hoy en la tarde con Poseidón y no estamos invitados a la boda – dijo Hyoga, Ikky lo golpeó en el estómago y empezó a caminar por la estancia

- Cómo que Shun se va a casar con Poseidón?, qué diablos está pasando? – Seiya alegó demencia y su cara de sorpresa era bastante genuina como para engañar a sus amigos, los que le contaron lo que había pasado en sus tres días de ausencia, le contaron que los caballeros dorados estaban buscándolo, le contaron todo lo que sabían de Shun y todo lo demás, y en eso estaban cuando Aioros llegó al templo, Kiki lo había ido a buscar para poder decirle que Seiya había aparecido misteriosamente en el templo de Aries, el castaño mayor llegó todo apurado y con una cara de preocupación única, Seiya se puso de pie y abrazó a su maestro que lo abrazó con fuerza, ahí fue que Ikky notó algo muy extraño, Seiya estaba usando un pantalón de franela de cuadritos y una camisa negra de seda, ambas prendas eran muy grandes para él, esa obviamente no era su ropa

- Por todos los dioses Seiya… dónde diablos estabas?

- En ninguna parte maestro, yo… yo no sé… yo me quedé dormido e Ikky me despertó hace un momento, no me he ido a ninguna parte

- Estuviste desaparecido por tres días

- Eso es lo que me dicen los muchachos pero le juro maestro que no me acuerdo de nada, yo… me quedé dormido y desperté cuando Ikky me abrazó – afirmó Seiya con todo el convencimiento del que fue capaz, Aioros lo miró, le besó la frente y lo sentó en el sillón al decir:

- Nos pueden dejar solos un momento?

- Claro maestro Aioros – respondió Hyoga levantándose del sillón, los otros chicos le siguieron dejando solos al maestro y al aprendiz, Seiya estaba algo confundido y solo miró a su maestro que se sentó a su lado y tomó sus manos al decir

- Seiya… necesito que me digas la verdad, estás bien?, alguien te hizo daño?

- No maestro, yo… estoy bien – contestó el castaño sin saber a dónde iba su maestro con estas preguntas

- Estás seguro?, nadie te forzó a nada?, nadie te… tocó?

- No maestro – contestó Seiya muy incómodo, él había hecho el amor con Hades incontables veces en esos días pero eso no lo iba a decir ni bajo amenaza, de ese tema no había hablado con Hades pero al castaño le pareció que la prudencia era su mejor opción, aunque todos los miembros de la comisión de Hades si sabían de su relación con el Dios del Averno

- Sabes que me puedes contar todo, verdad?

- Si maestro pero le juro que nada me pasó – dijo Seiya pasando una mano por su cabello, Aioros arqueó una ceja y estiró la mano para descubrir el lado derecho del cuello del castaño en donde estaba una pequeña marquita roja, Seiya se cubrió lo mejor que pudo con la camisa pero no tuvo éxito, su maestro vio el chupón que tenía

- Quién es tu nuevo novio Seiya?

- Yo no tengo ningún nuevo novio maestro – contestó el castaño pero se puso muy incómodo

- Mira… no quiero meterme en tu vida o violar tu privacidad pero, están pasando cosas muy extrañas y tú te desapareciste tres días, así que dime por favor y no me mientas, quién es tu nuevo novio?

- No tengo un nuevo novio maestro -  insistió el castaño meneando ligeramente la cabeza

- Quién te hizo esa marca en el cuello entonces?

- No… no sé… - Seiya se sonrojó un poco y bajó la cabeza, lo que el castaño quería era desaparecer en esos momentos, no pensó que Aioros diera en el clavo tan certeramente con su paradero y en ese punto no estaba seguro de cuánto tiempo podría mantener la mentira

- Seiya por todos los dioses… en dónde estabas? – el castaño levantó la cabeza y se puso de pie al ver a su Diosa entrar, la muchacha también había sido notificada del regreso de su caballero y sin demora fue a verlo

- Yo estaba aquí Saori, yo… no sé… ya no sé nada… - el castaño lucía confundido cuando abrazó a su diosa, en cambio la muchacha sintió algo muy extraño cuando abrazó a su caballero, por eso cuando el abrazo se rompió Saori no lo soltó, sino que tomó su mano y la apretó suavemente, Seiya al notar que su Diosa lo estaba analizando, se soltó de ella y dio un par de pasos hacia atrás, él quería irse, quería volver a Hades, ya no quería estar allí, nunca en su vida se había sentido como se sentía ahora, quería irse y con urgencia, quería volver a casa… a Hades…

- Espera Seiya, ven más acá

- No… por qué?

- Es que sentí… ven siéntate

- No… yo estoy bien, agradezco que hayan venido pero… yo estoy bien, en serio, me siento bien te lo juro – Seiya dio un paso hacia atrás, Saori nunca había visto esa expresión en él, era como un animalito asustado y eso era por demás extraño, así que levantó las manos en señal de paz y dijo:

- Ok., no quiero hacerte daño, solo… no confías en mi?

- Si… claro que confío en ti

- Muy bien, entonces ven y siéntate junto a mi, solo quiero hablar contigo un momento, por favor…

- Está bien – Seiya se acercó lentamente y se sentó junto a su diosa que tomó su mano y lo sintió otra vez, había algo muy extraño en él, algo hacía interferencia en su cosmo, Mu ya se lo había comentado pero… esta vez la joven diosa lo podía sentir claramente

- Dime Seiya, has hecho algo fuera de lo ordinario últimamente?

- Como qué?

- No lo sé, por ejemplo… has tenido contacto con alguien de las delegaciones de los otros dioses?, has hablado con alguien que no deberías?, has hecho amistad con alguien ajeno al santuario?, o… has intimado con alguien de fuera?

- Intimado?, no…

- Vamos Seiya, tienes que decírmelo, con quién te has relacionado?

- Con nadie Saori, y… esas son cosas muy personales – Seiya desvió la mirada, la bajó y la fijó en sus manos, Saori acarició su mejilla y levantó su mentón para que lo mire y le preguntó otra vez:

- Con quién te estás acostando Seiya?

- Saori por favor… esas son cosas muy privadas… yo… no… - Seiya se levantó del sillón y trató de llegar al otro lado del salón pero se mareó, sintió que las rodillas se le volvieron gelatina y hubiera caído al suelo de no ser por Aioros que lo atrapó antes de que cayera, lo llevó al sillón y lo acomodó en las almohadas que estaban ahí, el Santo dorado de Sagitario se preocupó al ver la palidez de su aprendiz, el color se le fue del rostro en un abrir y cerrar de ojos

- Seiya… puedes oírme? – la muchacha le había traído un vaso con agua y le pasó la mano por la frente, su piel estaba fría al tacto y algo sudorosa, Seiya estaba sudando frío

- Claro que puedo oírte… estoy bien, solo quiero bañarme eso es todo – el joven castaño quiso levantarse pero Aioros le puso una mano en el pecho para mantenerlo acostado en el sillón

- Seiya estás enfermo, por favor dime si te has relacionado con alguien del Inframundo y qué es lo que te ha hecho para poder ayudarte, lo que sea que hayas hecho, tomado o consumido te está enfermando, qué no te das cuenta?

- Yo no estoy enfermo, solo quiero bañarme y acostarme un ratito, yo estoy bien – Seiya respiró profundamente un par de veces antes de ponerse de pie lentamente

- Seiya por favor…

- Enseguida regreso – Seiya caminó por el templo de Aries, subió las escaleras sujetándose del pasamanos y llegó a la habitación que compartía con los otros caballeros, se desnudó y entró a la ducha, el castaño no sabía la razón pero se moría de calor, un baño era todo lo que quería y eso le daba una excusa para poner un poco de distancia entre él, su diosa y su maestro

 

Mientras el agua caliente le caía en la espalda, el castaño se sentía angustiado además de cansado, ese día casi ni se había movido mucho y sentía como su hubiera corrido una maratón con Shun, Saori estaba muy extraña y sospechosa, será que se había enterado de lo suyo con Hades?, y si así fuera… eso justificaba su actitud?, que tan improbable y desastroso era que Hades se hubiera fijado en él???, tan poca cosa su diosa pensaba que era él???, estos pensamientos le llevaban amargura a su corazón, por lo que mejor se concentró en su ducha caliente porque lo que necesitaba era relajarse, el problema era que escuchó movimiento en la habitación de afuera, escuchó el inconfundible sonido de los tacones en el piso de piedra, dioses… Saori lo iba a seguir hasta el fin del mundo con tal de que le dijera lo que quería saber… mierda…

 

Cuando salió de la bañera, se envolvió en una toalla y estaba en el proceso de secarse el cabello con otra cuando sitió que el aire vibró justo delante de él y en un abrir y cerrar de ojos Hades apareció, el pelinegro lucía preocupado

- Qué haces aquí? – preguntó Seiya dejándose abrazar de su amante que lo besó con desesperación y lo estrechó contra su pecho

- Necesito hablar contigo

- No puede esperar?, Saori está afuera y está toda rara – dijo Seiya en un susurro

- Maldita niña que mete sus narices en donde no le importa, demonios… no tenemos tiempo Seiya, así que necesito que me respondas algo, me amas?

- Claro que te amo, qué pasa? – el corazón del castaño empezó a latir con fuerza, algo serio estaba pasando si Saori estaba toda agitada y Hades muy angustiado

- Me amas lo suficiente como para renunciar a tu vida como la conoces, dejar de servir a Atena, dejar atrás a tu familia, a tus amigos, me amas lo suficiente como para dejar todo e irte conmigo al Averno?, me amas Seiya?, en serio me amas? – preguntó Hades mirando a su castaño con intensidad, la expresión de Seiya pasó de la confusión al dolor, cerró los ojos, respiró profundamente y apoyó su frente en el pecho del mayor que lo seguía sosteniendo, cuando levantó el rostro jaló a Hades de sus ropas para hacer que se agache un poquito y poder besarlo en los labios

- Te amo más que a mi vida misma, y claro que renunciaría a todo por ti, preferiría no hacerlo pero… si no hay otra opción, si… yo me iré contigo cuando tú digas a donde tú digas, yo soy tuyo, lo sabes, verdad? 

- Estás seguro?

- Claro que estoy seguro, no podría estar separado de ti, yo… te amo

- Muy bien, de ser así esto es para ti – Hades sacó de su bolsillo un anillo bastante simple, tenía marcas extrañas talladas en el metal, era plateado y muy hermoso, a Seiya le gustó y le dio su mano a Hades que le puso el anillo, cuando se lo puso estaba grande pero al instante emitió un suave brillo y se ajustó a su dedo perfectamente, Hades sonrió y luego lo besó en los labios, en eso estaban cuando la puerta del baño se abrió dejando entrar a la Diosa de la tierra que abrió mucho los ojos de la sorpresa al ver a Hades allí con Seiya, Saori sintió como si el piso se moviera bajo sus pies, algo así ella suponía pero se había negado a creerlo, su hermoso rostro lucía desencajado en ese punto, Seiya vio que se puso roja del coraje al preguntar:

- Tu???, pero cómo? 

- Esto no es asunto tuyo niña, no te entrometas – respondió Hades claramente molesto, Seiya no entendía nada y solo miraba del un Dios al otro

- Seiya está enfermo por tu culpa, verdad?, qué le has hecho?

- Él no está enfermo, y no tengo por qué darte ninguna explicación ni mucho menos

- Seiya por favor… ven aquí, aléjate de él y ven junto a mi – Saori tendió su mano hacia su caballero que no podía creer lo que estaba pasando, Hades se movió protectoramente escudándolo de la Diosa y le dijo:

- No te atrevas a interponerte Atena, no me querrás de enemigo – el tono de Hades bajó y eso lo convirtió en un susurro amenazante, Seiya no había escuchado ese tono en Hades antes

- No te atrevas tu a tomar lo que no te pertenece, Seiya es uno de mis caballeros, tu no tienes ningún derecho de forzarlo a nada

- Y quién te ha dicho a ti que lo he forzado???

- Es que no podría haber otra manera

- Esto es ridículo y no tengo por qué tolerarlo, es más… con tu permiso…

- Hades!!!!, noooooooooooooooo

 

Saori dio un paso hacia la pareja pero fue tarde, Hades había tomado a Seiya de la cintura y lo pegó a su cuerpo, el castaño sintió una presión horrible en todo su cuerpo  y el suelo temblaba bajo sus pies, por lo que instintivamente se volteó y abrazó a su amante con fuerza, Seiya tenía la impresión de que iba a caerse al vacío, porque se vio envuelto en la más terrible oscuridad, Hades lo sujetaba pero esta sensación era espantosa, pero así como vino, se fue, y Seiya se vio en una habitación inmensa, el sonido de la tormenta azotando los ventanales era evidente, la habitación estaba helada y esto Seiya lo sentía con más fuerza porque a la final él estaba usando solo una toalla en la cintura y nada más

- Dónde estamos? – preguntó el castaño acurrucándose en el pecho de Hades que lo abrazó y besó su cabeza

- En Guidecca, en mi habitación, en mi castillo – respondió Hades chasqueando los dedos para encender la chimenea que estaba en una de las esquinas de la amplia estancia

- Ok., y qué hacemos aquí?, no debimos habernos ido del templo así, a Saori le va a dar un ataque o algo, nunca la había visto así – Seiya estaba angustiado por lo que Hades lo abrazó y besó su frente al decir:

- No pienses en tu diosa, ella no es importante en estos momentos y si le da un ataque pues mejor, necesitamos hablar y no podíamos hacerlo en el baño de aquel templo, este anillo te permite estar aquí, de otra manera ya habrías muerto, desde la última guerra santa he implementado varias seguridades nuevas para mis dominios, el ambiente es tóxico para alguien que esté aún con vida, en condiciones normales no podrías sobrevivir aquí abajo, de esa manera me aseguro que no hayan nuevas incursiones en mi reino sin mi permiso, lo que pasó en la última guerra que ocurrió aquí, no se puede repetir

- Ohh… útil – dijo Seiya mirando el anillo de su mano, Hades tomó su mano y la besó, luego lo llevó hasta la cama y se sentaron en ella, Seiya temblaba en ese punto así que Hades le trajo una pijama de seda y le dio una manta, Seiya se vistió y se cobijó como si fuera un tamal, el calor del fuego si le llegaba y empezaba a temporizar el ambiente pero aún seguía siendo muy frío a criterio del castaño

- Quería hablarte de algo muy importante

- De lo enfermo que estoy?, estoy enfermo?, es eso, verdad?, me voy a morir? – Seiya sonó muy preocupado, él sabía que le estaba pasando algo, y ya se lo habían dicho varias personas, así que no estaba imaginando cosas, pero Hades meneó la cabeza y dijo:

- No amor, no estás enfermo, al inicio yo también pensé que estabas enfermo pero no… esto es medio complicado de entender pero lo primero que debes saber es que te amo, y no por esto, yo te amaría igual si esto no hubiera pasado, eso es lo primero que debes saber

- Me amas porque estoy enfermo?

- Que no estás enfermo

- Ok., entonces qué pasa?, Saori estaba toda extraña y me hizo una serie de preguntas muy… personales, y se puso como loca cuando yo no quise decirle nada, ya dime que pasa – el castaño tomó la mano de Hades y la apretó suavemente, lo miró a los ojos y en verdad lucía asustado, Hades lo besó en los labios y le dijo con una sonrisa muy especial:

- Lo que pasa es que eres humano, eres un ser humano lo que es maravilloso porque de esa manera tu… pudiste concebir el hijo de un inmortal en tu vientre – Hades puso su mano en el vientre de Seiya y lo acarició suavemente, al inicio Seiya no entendió lo que estaba pasando, pero la significativa mirada de Hades confirmó sus sospechas

- No no no, no no no no no, eso no es posible

- Si es posible, mi hijo… llevas en el vientre a mi hijo y es por eso que te has sentido extraño estas últimas semanas

- Pero… yo no puedo… no no no

- Seiya… respira y escúchame, el bebé que llevas en el vientre no es un humano normal, es un semidiós como los héroes de la mitología, aunque este bebé es muy especial porque por sus venas corre todo el poder del Inframundo, eso es algo que no había pasado nunca antes, por eso te sentías tan cansado y dormías todo el tiempo, él estaba absorbiendo tu fuerza vital para vivir, y hubieras muerto si yo no hubiera intervenido

- Entonces… esos jugos… ese tónico que tomé hoy en la mañana…

- En cierta forma son una especie de vitaminas muy especiales diseñadas específicamente para ti, para que conserves tu fuerza y estés bien, para que el bebé también esté bien

- Vitaminas?

- Hécate me ayudó con eso, te he estado compartiendo mi cosmo, mi fuerza vital para que el bebé se pueda mantener en tu vientre sin hacerte daño, para que pueda crecer sano y fuerte dentro de ti, tu maestro se dio cuenta de ello esta mañana porque Mu había estado preocupado por ti desde hace días, cuando ellos sintieron el poder del Inframundo en ti, no dudaron y llamaron a tu diosa

- Cómo… cómo lo sabes?

- Yo soy un dios, yo lo sé todo, por eso fui a ti y te traje aquí antes de que ellos tramaran algún patético plan de mantenerte lejos de mi o de que trataran de convencerte de cosas que no son ciertas, quiero que estés a salvo y seguro, bueno… tú y el bebé – Hades volvió a poner la mano en el vientre de Seiya que meneó la cabeza y se impulsó escapando del alcance del Hades para arrimarse al espaldar de la cama y abrazarse las rodillas al decir:

- Es que esto es… es imposible, yo… yo soy un hombre… mi cuerpo no está hecho para esto

- Lo sé, pero yo soy un Dios, y tu mi niño hermoso me has dado el regalo más grande de la vida, has cumplido mi más grande sueño, un hijo… un heredero, es lo que siempre quise – Hades rodeó la cama para poder sentarse junto a Seiya y abrazarlo, el castaño seguía meneando la cabeza, es que no lo podía aceptar

- No no no no no, estás seguro?

- Si, ven… acuéstate, pon tus manos en tu vientre y cierra los ojos, eso es… confía en mi… - Seiya se dejó recostar en la cama y permitió que Hades lo desenvolviera  de la manta, le levantara la camisa de pijama y descubriera su vientre

 

Seiya se sentía algo incómodo pero se relajó cuando Hades lo besó en los labios y puso las manos en su piel, el castaño no sintió nada al inicio pero luego sintió algo extraño, era un sentimiento hermoso que ya había sentido antes y lo recordaba entre sueños, claro que ahora como estaba despierto y consciente lo sentía de una manera mucho más fuerte y diferente, en esencia se sentía calientito, cómodo como si flotara en una nube de algodón y eso lo hacía inmensamente feliz, se sentía amado, era un sentimiento abrumante de amor y felicidad pura, y fuerza, Seiya sentía un poder inmenso en su interior

- Hades… - Seiya abrió los ojos y se dio cuenta que estaba llorando y reía a la vez

- Estás bien? – preguntó el mayor acariciando las mejillas de su castaño y limpiando sus lágrimas, Seiya lo besó en los labios y lo abrazó con fuerza al decir:

- Si… lo sentí Hades, fue… maravilloso, lo puedes sentir tú también?

- Claro que si, y está feliz porque tú estás feliz, te amo Seiya… bienvenido a casa…

- A casa?

- Guidecca, esta será tu nueva casa, recuerda que dijiste que vivirías aquí conmigo y aquí formaremos nuestra familia

- Lo sé… lo sé… - Seiya abrazó a Hades y se acurrucó en su pecho, respiró profundamente y suspiró

- No quieres estar aquí verdad? – preguntó Hades con una punzada de dolor en su alma, Seiya era un humano que había vivido en la luz del sol toda su vida y ahora se encontraba en un lugar de oscuridad, era lógico suponer que no quisiera estar allí, pero eso no fue lo que Seiya dijo, el castaño se encogió de hombros y en tono calmado respondió:

- No es eso, me hubiera gustado despedirme de mis amigos, de mi maestro, de mi diosa, es eso solamente, yo quiero estar contigo y vivir contigo, nada me haría más feliz que el estar juntos, el lugar es lo de menos porque al estar juntos formamos un hogar, solo me da un poco de pena dejarlo todo así, sin un adiós

- Quisieras despedirte solamente? – Hades sonrió al preguntar esto

- Si… decirles que estoy bien, que no se preocupen por mi, Hades… podrían mis amigos venir a visitarme alguna vez?, mi hermana?, me gustaría que ellos conocieran a  mi bebé – Seiya se abrazó a si mismo y sonrió

- Claro que si pequeño… claro que si

- Y… está bien el bebé aquí dentro?, no lo lastimé con los entrenamientos o con alguna otra cosa?, desde cuándo es que yo…?

- Si, el bebé está bien, Hécate se aseguró de ello, tu no debes preocuparte por nada mi niño hermoso, el bebe crece sano y fuerte, no te preocupes y respira… eso es… solo respira, te sientes mejor? – Hades sintió un alivio tremendo al ver la sonrisa en el rostro de su joven amante, lo había tomado todo de la mejor manera y naturalidad, como solo un humano podría hacerlo, Seiya tenía un corazón enorme y lo había demostrado otra vez

- Si… es que me resulta tan… surreal, pero es genial… - Seiya se acurrucó con la manta otra vez, su nariz estaba helada en ese punto, así que Hades avivó el fuego de la chimenea y lo abrazó, el austero Dios de los muertos no podía creer que toda su vida y su futuro habían cambiado y todo era por un simple mortal que lo cambió todo al amarlo sincera y desinteresadamente

 

Notas finales:

Chan chan chan... 

No se pueden perder el capítulo que viene en el que se da el encuentro más esperado, Ikky y Shun, espero que les guste lo que viene

Nos vemos el viernes en el capítulo nuevo, muchas gracias por leer, saludos, bye 


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