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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aquí se descubren muchas cosas y otras tantas cambian, espero que les guste

Capítulo 25.- Cuando se cae la mentira

 

Shun se vio envuelto en un remolino de luces y colores, se sentía perdido en los poderosos brazos de Julián que lo sostenía con firmeza mientras el mundo giraba frente a sus ojos, cuando esta sensación se detuvo, Shun no soltó a Julián sino que lo seguía abrazando con fuerza, el mayor sonrió y le acarició la nuca al decir:

- Ya estamos en casa amor, abre los ojos

- En casa? – Shun abrió los ojos y se encontraba otra vez en aquel castillo de cristal que estaba iluminado de manera muy hermosa, casi etérea

- Si… en casa, quiero que nuestra primera noche juntos la pasemos en casa, en donde compartiremos nuestras vidas y formaremos nuestra familia – Julián tomó la mano de Shun y la besó, Shun sonrió primero pero luego su expresión se ensombreció, el peliazul acarició su mejilla y preguntó: - Qué pasa amor?, por qué esa súbita tristeza, no me digas que ya te arrepentiste de casarte conmigo?

- Claro que no, yo te amo pero… tu hablas de familia y yo… yo no puedo darte una familia, dioses… no me lo dijiste antes, no lo pensamos bien…

- Ohhh Shun, no te preocupes por eso, además… bueno esto no lo hemos hablado pero, si queremos tener hijos cuando los queramos tener, lo vamos a poder hacer – Julián sonrió ampliamente cuando dijo esto, Shun en cambio frunció el ceño y preguntó:

- De qué estás hablando?

- Bueno… cuando empezamos a salir yo estaba muy consciente de que nuestra relación nos limitaba en algunas cosas, la principal limitación era que no podríamos tener hijos, tuyos y míos, pero… mi amor por ti lo superó todo, yo quería compartir mi vida conmigo y realmente nada más me importó – Julián empezó a caminar por la amplia estancia y suspiró cuando salieron a una especie de túnel de cristal, Shun abrió mucho los ojos porque se maravilló con lo que vio, habían muchas criaturas marinas que estaban nadando tranquilas, Shun vio pulpos, calamares, sirenas, tritones, hipocampos e infinidad de criaturas que ni en sus sueños más salvajes hubiera imaginado

- Pero eso no ha cambiado, o si?

- No lo sé, me amas Shun?

- Claro que te amo, qué tipo de pregunta es esa? – el muchacho de ojos verdes apretó la mano de Julián para detener su caminata y mirarse a los ojos, el mayor sonrió y lo besó suavemente, suspiró nuevamente y continuaron con su caminata

- Es una válida porque… si en verdad me amas, si en verdad ves el templo marino como tu hogar, si en verdad quieres pasar conmigo la eternidad pues… en teoría, me podrías dar hijos

- En serio?, es eso posible? – Shun abrió mucho los ojos al preguntar esto

- Fue posible para Hades y tu joven amigo, él está esperando un hijo, no lo sabías?, no te lo dijo Hades?

- No… cielos, es por eso que Seiya estaba tan enfermo?

- Si, pero según Hades, tu amigo no está enfermo, pero si se puso delicado por su estado, de lo último que me contó esta tarde, él está mucho mejor, Hécate dice que el bebé está creciendo más rápido de lo normal, pero está bien, crece fuerte y poderoso, entonces al escuchar esto yo… me ilusioné, si el milagro ocurrió para ellos, es muy posible que ocurra para nosotros también – Julián besó la mano de Shun y luego le acarició la mejilla, Shun aún no podía creer lo que estaba pasando, él si pensó que Seiya estaba enfermo, nunca… ni en sus más salvajes sueños podría haberse imaginado que Seiya estuviera esperando un hijo

- Wow… podremos tener hijos?, en serio? – Shun sonrió maravillosamente ante el prospecto, esto alegró el alma de Julián que respiró aliviado al ver la reacción de su joven esposo

- Si… eso te complacería?

- Claro que si, yo siempre quise tener hijos, una familia, claro que esto no es como lo pensé pero… no importa, nada me gustaría más que tener hijos que sean tuyos y míos, esto es genial Julián

- Si, lo es…

 

Julián levantó el mentón de Shun con un dedo y buscó sus labios, se unieron en un suave beso que fue profundizándose poco a poco, Shun abrazaba a su esposo y enredaba sus dedos en los sedosos cabellos azules del mayor que estaba acariciando su espalda, y en eso estaban cuando escucharon una música hermosa, era un coro de voces, las más armónicas que Shun había escuchado alguna vez, el beso se rompió y Shun sonrió abochornado escondiendo su rostro en el pecho de Julián que sonrió también y lo abrazó luego de hacer una seña con las manos, las criaturas marinas habían estado observándolos muy curiosos pero se dispersaron ante una señal de su Dios

- Continuamos con esto en la habitación?

- Si… de dónde viene la música? – preguntó el peliverde levantando un poco su sonrojado rostro

- De los arrecifes más cercanos, las sirenas están cantando para ti y para mi, te gusta?

- Me encanta…

 

Julián besó nuevamente a Shun y juntos de la mano atravesaron en inmenso túnel de cristal hasta que llegaron al ala oeste del castillo, subieron un par de escaleras hasta que llegaron a una amplia habitación que tenía una enorme cama con dosel, estaba decorada sobriamente, sus muebles eran de hierro forjado de apariencia muy antigua, pero bellísima, Shun caminó por la habitación tocando suavemente las superficies, estaba nervioso y se notaba, Julián se sacó la capa que estaba puesto y cubrió las distancias hasta llegar a Shun, lo abrazó por la espalda y besó su hombro

- No tengas miedo, esto puede ser tan hermoso como uno quiera

- Lo sé… sé que contigo será maravilloso porque te amo y quiero ser tuyo, quiero entregarme a ti, pero… tengo miedo, lo siento… - el corazón de Shun latía con fuerza, él nunca había hecho algo como esto, amaba a Julián pero tenía muchos sentimientos encontrados, lo que pasó con Apolo era reciente y eso cohibía aún más a Shun, Julián lo sabía y por eso lo estaba tratando con suavidad, quería darle seguridad y confianza, y sobre todo amor, quería hacerle el amor, no tener sexo con él

- Tranquilo amor, no pienses mucho en esto, solo siénteme… bésame y déjate llevar, yo te amo Shun, te amo tanto… - Julián tomó a Shun en sus brazos y lo besó con pasión, el joven peliverde se rindió al muy pasional beso y decidió que Julián tenía razón, no tenía por qué tener miedo, Julián era su esposo ahora, lo amaba… todo estaría bien

 

El mayor tomó al más joven y caminó con él por la habitación hasta caer juntos en la cama, se acomodaron en ella y continuaron con sus besos y caricias, las manos de Julián recorrían el cuerpo de Shun con suavidad, hábilmente zafó los broches de su túnica y la corrió hacia abajo dejando su pecho descubierto, y eso aprovechó el mayor para acariciar los rosados pezones de su amante, los que se endurecieron por el contacto, luego Julián reclamó el cuello de Shun y fue bajando por su pecho hasta atrapar con sus labios los endurecidos pezones de Shun, el que se arqueó en la cama y gimió de placer

 

Lo que estaba sintiendo ahora era lo que se había imaginado sentiría cuando hiciera el amor, nada que ver con lo que sintió cuando Apolo quiso forzarlo, Julián lo estaba tratando con suma delicadeza y ternura, y él lo amaba, esa era la diferencia, Shun estaba disfrutando mucho esto porque era con el amor de su vida con el que lo estaba experimentando, por lo que no opuso resistencia cuando el mayor lo despojó de su túnica dejándolo desnudo en la cama

 

Shun no supo a qué momento Julián se había desnudado, pero lo cierto era que ahora ambos estaban desnudos en la cama, moviéndose acompasadamente, disfrutando inmensamente el roce de sus pieles desnudas, conociéndose por primera vez como amantes, recorriendo sus cuerpos con caricias y besos, sintiendo estas sensaciones por primera vez, porque aunque Julián no era virgen ni mucho menos, nunca había sentido lo que estaba sintiendo ahora, Shun lo hacía sentir de una manera muy especial, sus suaves y torpes movimientos, su inexperiencia le parecía adorable y lo excitaba más de ser posible

- Shun… estás listo? – preguntó el mayor que estaba acomodado sobre el joven de ojos verdes, entre sus piernas

- Si… Julián… te amo… te amo…

- Yo te amo a ti…

 

El peliazul buscó los labios de su niño y Shun se tensó un poco al sentir como un lubricado dedo se abría paso en su estrecha intimidad, el joven se arqueó en la cama y gimió

- Te lastimé?

- No… pero se siente… raro…

- Respira amor… afloja el cuerpo, eso es… pronto se sentirá muy bien, te lo prometo

- Bésame… bésame Julián… mmmmmm…

 

El peliazul besó a su esposo mientras otro lubricado dedo le hizo compañía al primero, Shun se volvió a arquear en la cama y gimió nuevamente, esto era en verdad nuevo para él, era incómodo y algo doloroso, pero Julián lo estaba distrayendo con besos y caricias

- Julián… no… detente… - Shun tenía la respiración entrecortada y una lágrima llegó a la almohada cuando el mayor lo penetró

- Afloja el cuerpo amor… relájate… dolerá solo un momento, eso es… bésame…

- Duele Julián… duele…

- Lo sé, pero será solo por un momento, eso es pequeño… eso es… relájate… - Julián llenó de besos a su joven esposo mientras le daba tiempo a que se acostumbre a esta invasión, Shun respiraba profundamente y trataba de aflojar el cuerpo, no lo logró del todo cuando Julián empezó a mover las caderas

- Despacio… mmmm… despacio… Julián… Julián… - Shun tenía los ojos cerrados y arañaba la espalda y los brazos de su amante que se movía lentamente dentro de su cuerpo, el peliazul se sentía en la gloria, Shun era maravilloso y lo apretaba de una manera por demás deliciosa, Shun en cambio se sentía algo incómodo, pero esa sensación le duró hasta que Julián con sus movimientos empezó a tocar un punto dentro de él que lo estaba haciendo ver estrellas, pronto ambos se movían acompasadamente en la cama envueltos en una ola de placer que los llevó a la cumbre del éxtasis entre jadeos, gemidos y palabras de amor

 

Shun estaba acostado de ladito y tenía la cabeza arrimada en el pecho del peliazul que le estaba acariciando la espalda, ambos estaban mimándose en silencio, jugaban entrelazando los dedos de sus manos y escuchaban como a lo lejos las sirenas seguían cantando, todo esto le parecía mágico a Shun, Seiya le había dicho que no existía el sexo perfecto, pero a criterio de Shun, su amigo se equivocaba, lo que había vivido si había sido perfecto

- En qué piensas? – preguntó Julián, Shun se incorporó un poco y besó a su esposo en los labios para luego decir:

- Es diferente hacer el amor con un mortal?

- No lo sé, supongo que si, no me digas que lo quieres averiguar – dijo el Dios de los mares en tono divertido, Shun sonrió y lo volvió a besar en los labios al decir:

- Claro que no, esa es una de las cosas que no me importa saber en carne propia, yo quiero ser solo tuyo hasta la muerte

- No amor, tu no morirás, lo nuestro es para siempre

- Para siempre?

- Si, para siempre, cuando llegue el momento lo hablaré con Zeus, tu eres mi consorte desde hoy, y lo seguirás siendo por la eternidad, te amo Shun

- Y yo a ti… con todo el corazón…

 

La pareja se unió en un muy pasional beso y se acomodaron en la cama en donde tuvieron un nuevo encuentro cargado de amor y pasión.  Mientras en el templo de Sagitario todo era silencio, sus habitantes dormían apaciblemente, Seiya estaba acurrucado en el pecho de Hades y dormía profundamente, esa noche había estado llena de emociones y el joven castaño había caído rendido a lo que volvieron al templo de Sagitario, esa no había sido idea de Hades, sino de Seiya, él quería hablar con su maestro y su diosa, pero accedió a hacerlo en la mañana porque regresaron en medio de la noche y todo se encontraba en penumbra, además Seiya se sentía débil y cansado, debía descansar para recuperar fuerzas

 

Hades estaba concentrando su poder y compartiendo su cosmo con su joven esposo, el bebé estaba creciendo más rápido de lo normal y eso consumía las fuerzas del castaño que en ese punto de la noche se movió en la cama dándole la espalda a Hades que puso su mano en su vientre que ya no estaba tan plano, el mayor sonrió y se pegó un poco más al cálido cuerpo que estaba a su lado, coló una pierna entre las suyas y besó su hombro, Seiya se movió un poco y giró en la cama quedando recostado sobre su espalda, Hades hizo brillar su cosmo y puso la mano en su vientre, Seiya se movió un poco más y despertó

- Lo siento, no quería despertarte – Hades acarició la mejilla del joven que se estiró como gatito y lo abrazó con fuerza

- Me gusta despertar y encontrarte a mi lado

- Eso es bueno, tomando en cuenta que ahora eres mi consorte – Hades sonrió cuando dijo esto y metió la mano en la camiseta de Seiya para acariciar su pecho

- Es verdad… eso se siente extraño

- Extraño por qué?

- No lo sé… no pensé que las cosas se darían así, pero estoy feliz

- Me alegro mucho… - Hades besó a su niño en los labios mientras le sacaba la ropa, Seiya lo estaba facilitando todo y en pocos minutos estaban desnudos en la cama besándose y acariciándose con soltura, Hades estaba besando el cuello de su castaño y acomodado entre sus piernas, el mayor estaba muy complacido porque Seiya estaba en ese punto en el que no recordaba ni su nombre y entre gemidos se arqueó en la cama al sentir las hábiles manos de su esposo que lo estaban estimulando, y todo estaba bien hasta que la puerta se abrió dando paso al dorado guardián del templo de Sagitario, el que al ver esa escena casi le da un infarto

- Seiya…

- Maestro… por todos los dioses – el joven castaño abrió los ojos y se quiso morir ahí mismo, ahí estaba él, desnudo recostado sobre su espalda con Hades entre sus piernas, las cobijas estaban corridas en la cama así que el castaño estaba estirando la mano lo más posible en su afán de alcanzar una de las mantas o las sábanas para poder cubrirse, Hades no se movió en lo más mínimo y solo miró a Aioros con molestia, cómo diablos el dorado guardián pasó a sus guardias???, aunque… pensándolo bien, no había nadie de su guardia personal en el templo de Sagitario, ellos fueron a ese lugar pero no estaba planificado ni mucho menos, por eso Aioros había podido entrar así a su habitación, en el Averno nadie estaba lo suficientemente loco como para interrumpirlos así, esto en Guidecca nunca habría sucedido

- Qué haces aquí?, todo el mundo te está buscando y tú estabas aquí???, con… vete Seiya ahora mismo al templo de Aries – dijo Aioros con profunda rabia y decepción, Seiya logró tomar la sábana y la jaló, Hades se hizo a un lado en la cama permitiendo que Seiya se cubra y se incorpore un poco

- Maestro yo… dioses que vergüenza… yo no quería que usted se enterara así pero tengo algo muy importante y maravilloso que decirle y…

- No quiero escucharte más, ve al templo de Aries dije!!!!! – Aioros estaba lívido en ese punto, él había pasado la noche anterior y el día entero buscando a Seiya, tratando de sentir el cosmo del Averno en alguna parte de la tierra, tratando de forzar el camino para poder entrar al Inframundo por el templo de Cáncer, por lo que cuando sintió claramente el cosmo de Hades en su templo, no dudó en ir a buscar a su aprendiz, para encontrarlo en la cama con Hades… no… que decepción…

- Pero maestro… yo… es en serio que tengo algo muy importante que decirle…

- De ti no esperé esto Seiya… no pensé que fueras a cometer los mismos errores, pensé que todo lo que pasó antes te había dejado algún tipo de escarmiento pero parece que nada hace mella en ti, eres un inconsciente, aunque no debería sorprenderme, no es la primera vez que me decepcionas… no tienes vergüenza o decencia, te tenía en un concepto equivocado al parecer… no eres quien yo pensaba que eras, vaya… – Aioros dio un último vistazo y sin decir nada más salió de la habitación dando un portazo, Seiya se quedó mudo, su maestro nunca lo había mirado de la manera en la que lo había hecho ahora, Seiya nunca se había sentido tan mal en la vida, tan sucio e indigno, así que el pobre castaño se quedó en shock y no reaccionó hasta que Hades se incorporó en la cama y lo abrazó, ahí el castaño derramó las lágrimas que estaban peleando por salir, se acurrucó en Hades y lloró en su pecho

- Shhh… tranquilo mi niño… tranquilo…

- Fue un error venir aquí – Seiya se limpió las lágrimas, él rara vez lloraba pero si estaba sensible en ese punto, consecuencia de su estado seguramente, antes lo hubiera embargado la ira, ahora lo embargaba el dolor y la pena

- Quieres ir a casa?

- Casa?, Guidecca?

- Si…

- Si, quiero ir a casa, ya no quiero estar aquí, sácame de aquí… llévame contigo…

- Tus deseos son órdenes, abrázame… - Hades sujetó a Seiya y ambos desaparecieron en una nube de humo negra, una vez en Guidecca, sin decir nada más fueron a la cama y Hades abrazó a Seiya mientras el castaño lloraba, y lloró por algún tiempo hasta que se quedó dormido

 

Hades dejó a Hypnos al cuidado de su joven esposo y volvió al santuario, entró al templo de Sagitario y como lo esperó, encontró al Santo dorado de Sagitario charlando con la Diosa de la tierra, ambos tenían bebidas en sus manos y uno de los sirvientes del templo principal estaba por la habitación, la joven se puso de pie al ver entrar a Hades, el Dios de los muertos estaba furioso, como pocas veces Saori lo había visto en los últimos años

- Hades… - Saori empezó a hablar pero el Dios de los muertos alzó una mano para callarla y preguntó todo indignado:

- Tienen una idea de lo dolido que está Seiya?, tienen una idea de lo que tus palabras lo afectaron?

- Y qué esperaba que le dijera?, él estaba en la cama con usted, él… no está bien eso… eso no… - Aioros estaba muy molesto por lo que dejó su copa de vino con fuerza en la mesa

- Seiya es una de las personas más fuertes que conozco, tiene un alma limpia y dulce que irradia alegría, y ahora por ustedes estaba tan triste que se quedó dormido después de tanto llorar, lo que es completamente extraño porque él no llora nunca, ustedes no tienen ningún derecho de juzgarlo ni mucho menos – el Dios de los muertos estaba vociferando su indignación, la noche estaba clara pero en ese punto rayos y truenos iluminaban el cielo y el suelo temblaba bajo los pies de Saori

- Hades…

- Seiya ya no es tu discípulo, o tu caballero, Seiya es mi consorte y regente del Inframundo, así que cualquier ofensa que le hagan a él, es una ofensa que me hacen a mi, créanme… no querrán que mi lado vengativo salga a flote… otra vez… la única razón por la que este patético Santuario está en pie es porque es deseo expreso de mi consorte que yo no hiciera nada en su contra, ya tenía a los dragones negros listos para el ataque, y no duden de mis palabras cuando digo que si fuera mi deseo hacerlo, no quedaría piedra sobre piedra en este lugar – el tono de Hades bajó algunos decibeles y sonó amenazante, Saori recordó el gran eclipse que casi destruye el mundo y se estremeció, Hades si era un enemigo de cuidado y ahora estaba por demás ofendido, además el resto de cosas que dijo… no podría ser cierto, o si?

- Qué?, pero… pero cómo? – Saori se llevó una mano al pecho, ella sabía que Hades y Seiya estaban en los romances, pero no pensó que las cosas estuvieran así, nunca imaginó que Hades tomaría otro consorte, y mucho menos que ese consorte fuera uno de sus caballeros

- Hace unas horas fuimos desposados y nuestra unión fue bendecida por Himeneo, así que si estás pensando que algo puedes hacer para impedirlo, déjame decirte niña que estás completamente equivocada, yo quise llevar a mi consorte a Guidecca pero Seiya insistió en venir aquí, él quería darles la noticia personalmente, ya que no pudo tenerlos presente en la ceremonia, él quería hablar con ustedes y contarles… contarles las razones por las que está tan feliz, íbamos a esperar a la mañana para hacerlo pero tú… tú… al que Seiya quiere como a un padre… ni siquiera le diste la oportunidad de hablar y explicarte, lo juzgaste duramente y a la primera oportunidad que tuviste… tú lo destrozaste con una simple mirada, no sabes lo que él te admira acaso???, no tienes idea de cuánto valora tu opinión?, no sabes que con una simple mirada hiciste surgir en él todas sus dudas y complejos que estaban enterrados por lo que pasó antes con Saga?

- Dioses… usted sabe lo de Saga? – Aioros abrió mucho los ojos al preguntar esto

- Yo lo sé todo, Seiya me lo ha contado todo, pero ese no es el punto – Hades destilaba furia por los poros

- Dónde está Seiya? – preguntó prudentemente Atena, debían arreglar esta situación inmediatamente, y no solo por la amenaza que Hades representaba, sino por su caballero, no quería que las cosas quedaran así con Seiya

- En casa, donde debe estar – respondió Hades mirando con profundo resentimiento a Aioros, el que tenía el corazón comprimido en este punto

- Seiya está aquí? – preguntó Aioros con esperanza pero su corazón se hundió cuando Hades meneó la cabeza y dijo:

- Cuando digo que Seiya está en casa, me refiero a que Seiya está en Guidecca, ese es su hogar ahora y deberían irlo entendiendo, Seiya es mi consorte, regente del inframundo, él ya no es quien fue, espero que puedan aceptarlo, eso facilitará las cosas

- Debemos hablar con él – dijo Saori inmediatamente

- No… mi niño está dormido finalmente y no quiero despertarlo, él debe descansar y reponer fuerzas, aún está algo delicado – Hades se paseó por el salón y se sirvió una copa de vino, el sirviente que estaba por el salón se había escondido, una cosa era escuchar las historias de los Dioses cuando se molestaban, otra muy diferente era verlo, en especial porque la tormenta afuera arreciaba

- Por qué?, qué es lo que le sucede?, tú lo sabes verdad? – preguntó Saori y Hades simplemente asintió

- Qué tiene Seiya? – preguntó Aioros entrando en pánico

- Seiya… está esperando un hijo, por eso está tan delicado, necesita varios cuidados especiales, necesita una vida tranquila sin sobresaltos, necesita paz, no que vengan ustedes a juzgarlo sin razón y a hacerle sentir mal cuando no hay motivo para ello – a Hades aparentemente no se le pasaba el coraje

- Un hijo?, pero… es eso posible? – Saori cayó sentada en el sillón, no lo podía creer

- Yo soy un Dios niña, claro que es posible – respondió Hades todo molesto aún

- Debemos ir a verlo, necesitamos hablar con él y aclarar las cosas, no quiero que Seiya tenga ideas equivocadas, nosotros estamos aquí para apoyarlo, nosotros somos su familia – dijo Saori poniéndose de pie y caminando hasta Hades que la miró, su mirada era dura

- Ustedes no son nada y no se merecen nada, en especial luego de la forma en la que lo trataron – Hades no iba a dar su brazo a torcer, él tenía que hacerles comprender que las cosas habían cambiado, no era así como Seiya quería decírselos pero… no había otra opción

- Pueda que tenga razón, pero conociendo a Seiya, le hace más daño pensar que estamos enojados con él, que en verdad hablar con nosotros y aclarar las cosas, permítanos ir a verlo, le aseguro que arreglaremos las cosas y Seiya se sentirá mejor – Aioros también caminó hasta Hades y lo miró a los ojos, se notaba el arrepentimiento y la preocupación en el rostro del Santo dorado de Sagitario, esto tranquilizó un poco a Hades que asintió, abrió su mano y dos brazaletes aparecieron en ella, les dio uno a cada uno de ellos para que se los pongan, no les dio mayores explicaciones de ello y abrió un portal por el que los tres atravesaron rumbo al Inframundo

 

***

Unos suaves golpes sonaron en una de las habitaciones principales del templo del Patriarca, eran las cuatro de la mañana y el Dios del sol, Apolo, no estaba nada complacido de ser interrumpido en medio de la noche, en especial en esa noche en la que tuvo que presenciar el matrimonio de Poseidón con aquel muchacho que él había escogido para sí mismo, que el Dios del sol estaba de mal humor era decir poco

- Qué novedades me tienes? – preguntó el pelirrojo a uno de sus sirvientes que estaba en el templo de Sagitario

- Mi señor… no lo molestaría si no fuera importante pero… escuché una discusión bastante agria entre Hades, Atena y uno de los caballeros dorados

- Interesante… y qué pasó? – preguntó el Dios del sol todo intrigado y fue abriendo los ojos con indignación mientras su sirviente le iba contando todo lo que había escuchado en aquel templo, Hades había negado hasta la saciedad de que tuviera un amante, él si lo había visto besándose con un muchacho, su error había sido el no determinar la identidad del aprendiz del templo de Aries, y no conforme con eso un bastardo había sido concebido, una boda secreta que fue bendecida por el dios del matrimonio también se había realizado, Hades había hecho todo lo que le dio la gana y nadie lo supo a tiempo para impedirlo, él si no tuvo que pedir permiso o autorización a nadie, ni siquiera a Zeus, a ese desgraciado no le importó nada y él si hizo su santa voluntad, maldito Hades… pero no… esto no se iba a quedar así… claro que no…

 

Notas finales:

Chan chan chan... 

Y ahora qué hará Apolo???, será que Seiya perdona a Aioros y a Saori???, y qué pasa con Zack???, no se pueden perder el capítulo que viene que se llama: "Los cielos se enfurecen"

Nos vemos el miércoles en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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