Capítulo 28.- Consecuencias
Zack estaba hecho bolita en el polvoriento suelo de aquel salón en el templo abandonado, Deimos y Fobos habían jugado cruelmente con su mente en las últimas horas, el muchacho tenía la mirada desenfocada y repetía palabras inentendibles una y otra vez, apretaba con todas sus fuerzas el dije que le colgaba del cuello y tenía los ojos cerrados. Apolo al volver a la estancia preguntó:
- Nos ha dicho lo que queremos saber?
- No mi señor… no creo que sepa nada, ha resistido todos nuestros intentos, pronto ya no quedará nada de él – respondió Fobos con una perversa sonrisa de satisfacción en su rostro
- Mmmm… es eso posible en un ser humano? – preguntó Apolo mirando al muchacho que temblaba y seguía hablando ausentemente, su murmullo no era entendible
- No… él debía haber muerto – dijo Deimos considerándolo por primera vez desde que había llegado, él y su hermano habían torturado a este muchacho por varias horas y no habían conseguido nada de él
- Y por qué sigue vivo entonces???
- No lo sé… - Deimos dio un paso hacia el muchacho que estaba en el suelo y se agachó para poner su mano en la frente, pero al intentarlo, su mano pasó a través de la figura del chico como si de un fantasma se tratara, Apolo abrió los ojos con indignación y empezó a buscar infructuosamente por el salón
- Dónde estás????, muéstrate ante mi… ahora!!!!! – gritó Apolo con profunda rabia
- Si ese es tu deseo, será un honor cumplir – una voz habló desde uno de los rincones oscuros del salón, el muchacho de cabellos negros estaba de pie y en sus manos sostenía una de las antorchas de la pared
- Cómo escapaste?
- Por qué habría de revelarte mis secretos? – dijo Zack imitando a la perfección los movimientos del Dios del sol, si Apolo daba un paso a la izquierda, Zack hacía lo propio al otro lado, era como un espejo, Apolo no se había dado cuenta pero la mirada de este muchacho le era familiar, no sabría puntualizarlo pero todo de él se le hacía familiar de un modo extraño
- Quién eres?
- Por qué habría de decírtelo? – Zack se seguía moviendo como gato imitando los movimientos de Apolo sin quitarle los ojos de encima
- Mísero humano… has encontrado tu fin – Apolo abrió la mano y lanzó una ráfaga de fuego, la cual Zack saltó y esquivó con maestría, miró a Apolo, juntó las manos en su pecho y las abrió completamente al abrir sus brazos, el Dios del sol no notó nada extraño al principio, luego sintió como sus músculos se entumían, una densa niebla se empezaba a formar en el amplio salón paralizándolos a todos, Deimos y Fobos yacían en el suelo y sangraban, Apolo sangró por la nariz y se llenó de furia, un simple humano no podría haberlo atacado así que concentró su poder y logró disipar la nube tóxica que los había envuelto
- Sabes… la confianza es la clave de tu fracaso, no debes confiar las tareas importantes a Dioses menores, Deimos y Fobos cayeron con mis ilusiones al primer contacto, eso fue muy divertido si quieres que te diga la verdad, no pensé que sería tan fácil engañarlos, las leyendas de su poder y habilidades no son del todo ciertas por lo que veo – el tono de Zack era calmado y a Apolo le parecía que era de burla
- Crees que tus trucos baratos permitirán que salgas de aquí con vida? – Apolo estaba recuperando su movilidad y había fuego en sus ojos, estaba buscando a ese endemoniado muchacho pero en esos momentos ya no estaba jugando al gato y al ratón y había optado por esconderse en las sombras
- Me han funcionado bastante bien hasta ahora, así que buscas la antigua reliquia eh?, es una lástima que hayas desperdiciado el tiempo, no es tu destino tenerla en tus manos – Zack estaba buscando distraer a Apolo y lo estaba consiguiendo, un muy útil truco le permitía proyectar su voz la que sonaba desde distintos puntos de la amplia habitación, así Apolo no lo podría localizar por el sonido
- Entonces ya la tienes?
- No… solo la encontré, pero no… no la tengo yo… - dijo Zack, él se estaba moviendo en la oscuridad, no era conveniente permanecer en un solo lugar, si Apolo le ponía un solo dedo encima si sería su fin, en eso el Dios del sol tenía razón y sus trucos no lo mantendrían vivo si se enfrentaba directamente con él o con Ares, y hasta ahora no había podido encontrar la forma de salir de ese sótano, había intentado desmaterializarse pero no… no era posible hacerlo, estaba en una especie de templo abandonado o algo así, tal vez esa era la razón de que no pudiera hacerlo, no quería contactar a su padre porque eso descubriría su identidad y eso no era conveniente bajo ningún concepto, no podía darle armas a Apolo para atacar a su padre, y su identidad era una de ellas
- Y dónde está? – Apolo estaba furioso, ese muchachito estaba jugando con él y eso no lo podía permitir, desde cuándo los míseros humanos podían levantar el puño hacia los dioses???
- Lo siento… no puedo decirte lo que no sé, aunque pensándolo bien, si lo supiera tampoco te lo diría la verdad – dijo Zack que seguía caminando sumido en la oscuridad pegado a una de las paredes, su corazón latía con violencia en ese punto, no podía salir y eso lo estaba empezando a desesperar, pero se le heló la sangre de a de veras cuando una mano lo tomó con fuerza del cuello y lo zarandeó levantándolo del suelo y ahorcándolo
- Eso… es una pena… mis hijos se divertirán contigo ahora, si antes los engañaste, ahora no correrás con la misma suerte – Zack se estaba quedando sin aire, pero podía reconocer esa voz en donde sea, Ares había vuelto a aquel sótano, el dios de la guerra había vuelto y lo había tomado por sorpresa
Ares tenía la intención de ahorcar a Zack y estaba apretando su cuello viciosamente pero sintió un dolor en sus manos como no había sentido antes, así que lanzó con violencia a Zack contra una de las paredes de la estancia, el sonido del golpe fue horrible y el muchacho quedó atontado, Ares se vio las manos y no lo podía creer, estaban quemadas como si las hubiera sumergido en ácido, Apolo no desaprovechó la oportunidad y le pisó el cuello para mantenerlo indefenso y ahí fue que Ares vio la fina cadena que estaba en su cuello, se agachó y la señalo a Apolo, sus manos estaban al rojo vivo así que no podía hacerlo él mismo, Apolo fue el que jaló la cadena hasta que dos dijes se hicieron visibles, también los había visto antes pero ahora fijó su atención en ellos y en sus observaciones determinó que el primer dije no era importante, era una baratija sencilla y gastada de plata, pero el segundo dije tenía una piedra bastante rara y en apariencia mágica
- No… - logró decir Zack tratando de impedir que le quitaran la cadena, pero Apolo la arrancó de su cuello para ver de mejor manera el dije
- Es la fuente de tu poder mísero humano? – preguntó Ares con una sonrisa en los labios, si eso era así, él mismo lo mataría, el Dios de la guerra centró su poder en sus manos y una luz blanquecina las envolvió sanándolas inmediatamente, Ares quería matar a este maldito muchacho con sus propias manos
- No… es… tu funeral… - respondió Zack aflojando el cuerpo en una actitud sorpresiva, los dos dioses se miraron sin entender, y menos entendieron el rugido que escucharon en las afueras, luego un golpe de descomunal fuerza hizo temblar la estructura entera, a la vez que un gruñido fue llenando el ambiente, un cosmo sumamente agresivo y poderoso se estaba haciendo presente, un cosmo de oscuridad extremadamente poderoso, aquel no podría ser otro que Hades… debía ser Hades en persona el que estaba afuera del templo y al parecer estaba rompiendo las barreras mágicas que tenía y pronto tumbaría las paredes para entrar, pero eso era imposible, o no?
- Pero qué… - Apolo no pudo terminar la frase porque en el centro del salón se empezó a formar una bola de energía la que relucía dando un poco de iluminación a la estancia, una luz tenue luz azulada se hizo visible y luego una explosión mandó a los dos dioses a volar
La estructura tembló una vez más, y una vez más, hasta que se formó un agujero en el techo, Zack pudo ver a su padre que estaba luciendo la sagrada armadura del Averno, sobrevolar sobre un dragón negro, Hades saltó y cayó muy cerca de Zack, concentró su poder y un denso humo lo cubrió todo, los dioses que habían estado moviéndose por el salón, sintieron como si millones de agujas les penetrara por todo el cuerpo, era dolor como nunca antes lo habían sentido
Apolo hizo brillar su cosmo y disipó en gran medida el humo negro que Hades había creado, y ahí lo vio, el Dios de los muertos estaba acunclillado en el suelo tratando de despertar a su espía que estaba inconsciente en ese punto
- A qué has venido Hades?, esto no es asunto tuyo – Apolo materializó su espada de fuego en la mano
- Si que lo es – el Dios de los muertos se incorporó parándose delante de Zack que abría y cerraba los ojos, no necesariamente consciente de nada, el muchacho solo se quejaba bajito
- Por qué no puedes dejar de meter tus narices en mis asuntos? – Apolo hizo brillar su cosmo y una bola de luz envolvió a Hades lanzándolo hasta que se chocó y rompió uno de los pilares del lugar, la claridad lo cegó y por eso no pudo evitar el descomunal golpe que lo lanzó contra el otro lado de la pared en donde se chocó nuevamente con violencia
- Creo que lo rompimos hermano – dijo Ares con una sonrisa de satisfacción, dio un paso hacia Hades que estaba en el suelo pero algo se le enroscó en la pierna, Ares sin tomar en cuenta ello se soltó y siguió su camino hasta Hades que se estaba incorporando, Apolo iba junto a su hermano e hizo brillar nuevamente su cosmo pero el Dios del Inframundo tocó el lado derecho de su frente y el casco que estaba usando cambió de forma cubriéndole completamente la cara protegiéndolo de la luz, se puso de pie y estiró los brazos a tiempo de que el suelo tembló bajo los pies de los dos dioses que esta vez se vieron forzados a detenerse ya que ramas torcidas y monstruosas emergieron de suelo y se enroscaron en sus cuerpos a una velocidad vertiginosa, sujetándolos y deteniéndolos
- Se necesita mucho más que sus trucos baratos para poder detenerme a mi
- Quién te crees que eres???, suéltame en este instante!!!!!!!!!!! – gritó Apolo al sentir como la fuerza se le iba
- Qué demonios nos estás haciendo? – preguntó Ares que tenía dificultades para respirar, no podía moverse en lo más mínimo y la visión se le empezaba a nublar
- El árbol de la vida y de la muerte tiene largas las raíces, y estoy seguro que disfrutará mucho su fuerza vital y energía, dulces sueños…
- El árbol de la vida y la muerte???, eso está prohibido, no puedes usarlo a placer – dijo Apolo abriendo mucho los ojos
- Ah si?, y quién me va a detener?, tu???, no me hagas reír
- Mi padre… escuchará sobre esto, no te saldrás con la tuya Hades, si lo haces serás encerrado en una urna y tu lo sabes – dijo Apolo sintiéndose desfallecer, Hades se acercó a él y dijo en un tono sumamente amenazante:
- Será muy difícil que Zeus se entere si tu estás atrapado en el árbol en el centro de la tierra, pero… si mi hermano se llega a enterar, me gustaría que pudieras probar que fui yo el que lo hizo, pruébalo… te reto… – Hades volvió a tocar su casco y su rostro fue visible una vez más cuando el visor subió, su sonrisa le llegó al alma a Apolo que estaba forcejeando inútilmente, él sabía que no podría soltarse y que solo aceleraba el proceso de su muerte, el árbol de la vida y de la muerte era un recurso que se había usado en la antigüedad por los titanes, sus raíces absorbían la fuerza vital y el cosmo de quien lograban atrapar, no había forma de vencer, matar o desaparecer al árbol por eso había sido confinado al centro de la tierra y por muchos años se habían olvidado de su existencia, no había ningún registro de que Hades lo pudiera controlar a placer como Apolo y Ares a su costa lo comprobaron, eso lo complicaba todo y ahora ambos dioses sentían como la vida se les iba de las manos y la impotencia era desgarradora, inevitablemente ambos dioses se hundieron en la inconsciencia.
Hades caminó hasta su hijo y se agachó para revisarlo, puso la mano en su pecho y cerró los ojos, concentró su poder y sintió como los latidos del corazón de Zack se estabilizaron al igual que su respiración, Zack abrió los ojos y de ser posible se puso un poco más pálido al ver las raíces del monstruoso árbol que tenía sujetos entre sus ramas a Apolo y a Ares, lucían muertos porque colgaban de una manera nada natural, Zack había escuchado leyendas sobre el árbol, sabía que en teoría podría controlarlo como su padre pero… una cosa era suponerlo, otra muy diferente era verlo, a Hades le había costado cientos de años poder hacerlo pero finalmente lo logró, Perséfone había sido fundamental para ello
- Lo siento padre… traté de detenerlos… traté… de que no me quitaran mi cadena… traté de que no supieran quien soy yo… traté padre… te lo prometo… - dijo Zack tratando de explicarse pero Hades sonrió con tristeza y meneó la cabeza al decir:
- No debiste enfrentarlos tu solo y debiste dejar fluir tu cosmo antes y yo hubiera venido enseguida, así no te hubieran lastimado, pero ya no te preocupes, ya estoy aquí… ya estoy aquí…
- No les dije nada... nada… te lo juro…
- Lo sé… lo sé…
Hypnos se apareció junto a Hades y frunció el ceño al ver el triste estado en el que Zack estaba, luego miró el árbol de la vida y la muerte y sonrió al decir:
- Ellos dos serán una linda adición a las raíces del árbol, sería un muy buen festín
- Si, pero no puedo dejarlos allí por más que me encantaría hacerlo, se lo merecen pero… no puedo hacerlo – Hades hizo un movimiento de su mano y lentamente Apolo y Ares fueron liberados del fuerte agarre de las raíces que los sujetaban, cayeron al suelo sin el menor cuidado y las raíces del árbol fueron desapareciendo poco a poco volviendo a la tierra
- Zeus no lo aprobaría?
- No… no lo haría, realmente no tengo motivo que pueda justificar lo que hice ante él, no puedo dar a conocer la identidad de mi hijo, no es el momento aún, si ellos comprueban la identidad de Zack, matarían sin remedio a Seiya y al bebé que aún no nace
- Por qué lo dice?
- Porque nos verían como amenaza, no lo crees? – Hades miró al dios del sueño y su semblante era muy serio, aparentemente lo había pensado mucho en los últimos días, Hypnos asintió gravemente y dijo:
- Si… eso si… aunque podríamos acabar todo ahora, eliminar la amenaza de raíz
- No… solo lo complicaríamos, necesito acabar con ellos bajo la aprobación de Zeus, es la única manera de neutralizarlos efectivamente, si lo hago por mi cuenta me puede explotar todo en la cara, y no puedo arriesgar a Seiya o a mis hijos, el primero viene ya en camino pero… si algo ocurriera ahora, mis otros hijos no nacerían, es complicado… - Hades suspiró y miró a su primer juez aterrizar un poco más lejos de dónde ellos estaban, Radamantys sonrió al ver a los dioses caídos que se estaban empezando a mover
- Tiene razón mi señor… tiene razón… - dijo Hypnos regresando su mirada a Zack y desapareciendo del lugar en un abrir y cerrar de ojos
- Radamantys sabes que hacer… - Hades tomó a su hijo en brazos y se desapareció de dónde estaba en una nube negra, el primer juez del inframundo avanzó con paso seguro hasta los dos Dioses que aún no volvían en sí y de las manos de Apolo tomó la cadena con los dos dijes de Zack, luego abandonó la edificación, se montó en su dragón y sin perder tiempo dio la orden y los dragones que estaban sobrevolando el abandonado templo, atacaron al unísono, reduciéndolo en pocos minutos a cenizas, Apolo y Ares apenas lograron salir de ese infierno, solo para maldecir a Hades, cómo demonios llegó hasta ellos???, quién era realmente ese muchacho???, cómo fue que Hades causó tal destrucción en tan corto tiempo???, maldito Hades…
***
En una de las habitaciones de Guidecca, estaban tres caballeros de Atena, reían bajito mientras conversaban con su anfitrión que estaba entretenido cuidando a un inconsciente muchacho que desde hacía un par de días no despertaba
- Seguro que puedo comer esto sin tener que pasar la eternidad en este sitio?, no me mal entiendas Seiya, si me caes bien y si te extraño y todas esas cosas, pero tampoco me quiero quedar a vivir contigo, a tanto no llego – dijo Hyoga mirando sospechosamente un posillo de ciruelas que tenía en las manos, los otros caballeros rieron ante el comentario
- Claro que si tonto, esas ciruelas son aptas para el consumo humano, y son buenísimas la verdad, y además, si quisiera secuestrar a alguien, créeme… tu no serías mi primera opción, no me mal entiendas, yo también te quiero y todas esas cosas pero… no llegaría al secuestro contigo – respondió el castaño con un suspiro, él estaba acomodado en varias almohadas en una inmensa cama, junto a Zack que dormía cómodamente, el muchacho tenía varias vendas y un suero conectado en el brazo, Asclepio había venido a revisarlo y había dicho que lo que necesitaba era descansar, así que Seiya lo estaba cuidando, de paso se entretenía en algo porque Hades estaba ocupado esos días, como estuvo ausente tanto tiempo, el Averno estaba de cabeza, bueno… esa era la versión oficial, Hades estaba en el Olimpo en medio de agrias discusiones con Apolo y Ares frente a Zeus, dos días había estado ausente y aún no se sabía de los resultados de ello
- Ah no?, y por qué no me secuestrarías?
- Porque preferiría secuestrar a mi maestro, aunque a él no le gustaría estar aquí, él y Hades no se agradan mucho mutuamente, espero que ya les pase los arranques de histerismo compulsivo y se lleven mejor – Seiya acarició su pancita y suspiró
- Seika está aquí, verdad? – preguntó Ikky quitándole el pocillo de ciruelas a Hyoga y llevándose una a la boca, el poderoso Fénix había estado caminando por la habitación, tocó las mantas que estaban en la cuna, miró y olió todos los animales de peluche que estaban por ahí, le dio cuerda varias veces un cofre que tenía una canción de bebé y abrió todos los cajones de la cómoda para poder ver la ropita que Seiya ya tenía allí para su retoño, Ikky era el que estaba mirando, oliendo, tocando y jugando con las cosas del bebé, era de no creerlo
- Si… ella llegó hace una semana más o menos, dijo que se va a quedar conmigo hasta que nazca mi bebé, a ella tampoco le gusta mucho estar aquí, pero me ofreció venir a visitarme seguido, espero que si lo haga, por lo menos ella y Hades se llevan bien
- Me alegro, así no pasas solo – dijo Shyru con un dejo de pena en su voz, él extrañaba mucho a su antiguo compañero de armas y si se le dificultaba verlo embarazado y viviendo en el Inframundo, eso era demasiado extraño a veces para todos ellos, la ausencia de Seiya y Shun se sentía muy fuerte en el Santuario, todo estaba en calma sin ese par de caballeros que corrían siempre por todos lados, Kiki había querido bajar con ellos, pero Mu había dicho que no, que ellos bajarían otro día, el dorado guardián del primer templo estaba terminando de construir una lanza sumamente especial que quería llevarla como regalo para el bebé, Mu había hecho también la cuna, Aioros le había traído el aparatito que se ubicaba sobre la cuna que tenía muñequitos y giraba al ritmo de una canción muy dulce, ellos eran los caballeros que ya habían bajado a verlo, los otros aún no habían ido, pero Ikky sabía que si lo iban a hacer
- No la paso solo, Rada usualmente está conmigo, Hypnos también, Pandora y Hécate, ellas son muy lindas, nunca antes había habido un bebé aquí, entonces ya se imaginarán, todos están vueltos locos, en especial Hades – Seiya sonrió otra vez acariciando su pancita, la fecha de su alumbramiento se acercaba vertiginosamente, el castaño estaba algo asustado, pero él sabía que todo estaría bien, Hades cuidaría de ellos
- Rada???, ahora Rada es tu mejor amigo de toda la vida???, dioses… - Ikky meneó la cabeza y suspiró
- No es mi mejor amigo de toda la vida, pero si es buena persona, solo hay que tratarlo un poco más y reírse de sus malos chistes es fundamental, mejor cuéntenme cómo está Shun, lo han visto? – se interesó Seiya
- Está bien, a él lo fuimos a ver ayer, nos dijo que te saludáramos, que él y Julián iban a venir a verlos uno de estos días – dijo Ikky y su sonrisa era algo triste, era obvio que él extrañaba horrores a su hermano menor
- Shun está bien pollo, no te pongas triste, además Hades me dijo que Julián va a pedir un representante del Santuario en su templo porque van a hacer no sé qué proyectos juntos, entonces yo creo que te va a tocar ir a vivir en el templo marino, o por lo menos servir de enlace en los dos templos, como antes lo hacía Kanon, aparentemente Kanon ha sentido alivio al escuchar las noticias, parece que él y Saga nunca se dejaron de odiar, así que… ahora el enlace va a ser desde la otra punta, entonces tu irás a pasar temporadas en el templo marino, así como Kanon iba a pasar semanas con Saga en el Santuario
- En serio? – Ikky abrió mucho los ojos al preguntar esto, Shun no se lo había comentado
- No subestimes el poder de convencimiento de tu hermano menor – dijo Shyru con una amplia sonrisa y palmoteando la espalda de Ikky
- Uyyy si, yo miedo le tengo a Shun – dijo Hyoga meneando la cabeza
- Yo también – dijeron al unísono los otros tres jóvenes y estallaron el risas, las que fueron calladas por Seiya que los shusheó porque Zack se movió en la cama sin despertarse
- Y cuándo viene tu esposo?, dioses… eso suena tan extraño – preguntó Shyru con un suspiro
- Me aseguró que en la noche, y si a ti te suena extraño, te podrás imaginar lo en verdad extraño que es todo esto para mi – el castaño dijo esto acariciando su pancita
- Yo aún no lo puedo creer, pero te vez bien, tienes color en el rostro y tus ojos brillan, si te trata bien Hades?, es bueno contigo? – Ikky estaba sosteniendo una jirafa de peluche en las manos, se veía tan triste y preocupado
- Si papá pollo, él es muy bueno conmigo… auch… - Seiya llevó su mano hasta su lado derecho y se quejó de dolor
- Qué pasa?, estás bien? – Ikky corrió a la cama y tomó la mano de Seiya que estaba tratando de respirar y poco a poco el color le volvió al rostro
- Si… es solo que mi bebé cree que mi riñón es una pelota de futbol
- Se está moviendo? – preguntó Ikky y antes de que Seiya respondiera, Ikky puso la mano en su vientre, el castaño sonrió porque hasta ese momento ninguno de sus amigos había hecho mención en tocarlo siquiera, eso le había dolido un poco pero no los podía culpar, era difícil de aceptar para ellos
- Si… aquí, lo sientes? – Seiya tomó la mano de Ikky y la llevó a su lado derecho, y el poderoso Fénix sonrió como un tonto cuando sintió el movimiento del bebé
- Wow… hola tu, soy tu tío Ikky… y soy el mejor amigo del mentiroso de tu padre – Seiya sonrió al ver a Ikky hablarle a su pancita, eso solo lo hacía Hades
- Mentiroso? – preguntó Seiya sin que se le borrara la sonrisa del rostro
- Si… el mentiroso de tu papá me negó en mi cara y mirándome a los ojos que estuviera de romance con tu otro padre, se hizo el desentendido y no me contó lo que pasaba, dejó que me enterara por Aioros cuando él se fue del Santuario, se casó en secreto y no nos invitó a la boda, no… no lo supero todavía, no… no me importa lo que él diga porque no lo voy a perdonar, pero a ti te voy a malcriar todo lo que pueda y te voy a enseñar a combatir como se debe, espero que tu no bajes el hombro cuando hagas los giros que te voy a enseñar – Ikky seguía hablándole a la pancita de Seiya que se estaba riendo, y de mejor humor se puso cuando Shyru también puso su mano para sentir el movimiento del bebé, Hyoga estaba medio escéptico pero igual sonrió como tonto cuando sintió al bebé moverse, en ese momento Seiya supo que no había perdido a sus amigos, ellos estarían a su lado siempre, querrían a su bebé y estarían en su vida, como los hermanos que eran…
***
- Papá… papá… eres tú? – Zack estaba despertando y se sentía bastante cómodo y calientito, cubierto con mantas y el aroma a maderas llenaban sus sentidos, alguien le estaba pasando un pañito en la frente con mucha delicadeza
- No… soy Seiya, ahora si vas a despertar o vas a seguir jugando con mis sentimientos?
- Seiya? – Zack abrió los ojos y saltó asustado en la cama, se incorporó pero se arrepintió de hacerlo, todo le dolía en ese punto, Seiya se dio modos y lo ayudó a que se recueste otra vez y le acomodó las almohadas
- Si, soy yo… ya era hora de que despertaras, me tenías preocupado, y te perdiste la visita de los chicos, vinieron ayer – el castaño le acercó un vaso que tenía una pajilla y Zack bebió un poco de agua
- En serio?, ohhh que pena, me hubiera gustado verlos, estoy en Guidecca, verdad? – preguntó Zack mirando la habitación en la que estaban
- Si, ya estás en casa, según Hécate cuando llegaste tenías tres costillas rotas, un brazo roto también y una fuerte contusión en la cabeza, Hades hizo todo lo que pudo por ti y la mayoría de tus heridas ya fueron curadas, pero me dijo que tienes que descansar, así que estamos los dos en reposo
- Ohhh es verdad… tu no deberías estar cuidándome, debes descansar y cuidarte tú también – Zack sonrió al ver la pancita de Seiya que estaba más grande desde la última vez que lo vio, y por eso preguntó: - Cuánto tiempo estuve inconsciente?
- Casi una semana, pero ya estás bien, pero como te dije Hades curó tus heridas más graves y ahora solo debes guardar reposo, quieres algo de comer?
- No… no tengo hambre, o… pensándolo bien si, si tengo hambre – Zack se movió despacito en la cama y se sorprendió de ver una cuna en medio de la habitación, habían muchos muñequitos en uno de los sillones, una silla mecedora, una anaquel bastante grande lleno de juguetes, un buró que seguramente debía tener ropa y colchitas, un moisés y un corral
- Es la habitación del bebé, es la más cercana a la nuestra y por eso te trajimos aquí, la quiero pintar de azul, Hécate dice que es un varón por lo que le quiero pintar unas nubes, bueno… quiero convencer a Shun de que venga a pintarle unas nubes en la pared más grande, a mi no se me da la pintura tan bien como a él, aunque no soy tan inútil como parezco
- Hades lo podría hacer, él pinta hermoso – dijo Zack llevándose una mano al pecho
- En serio?, eso no lo sabía – Seiya arqueó una ceja y se encogió de hombros después, era lógico suponer que su esposo tuviera más de un talento escondido
- Él es muy hábil en muchas cosas, no solo toca el piano, aunque es el que mejor lo hace, él fue el que le enseñó a Pandora, lee en muchísimos idiomas, por eso la biblioteca de aquí es tan grande, le gusta leer los mismos libros en todas sus traducciones para encontrar las diferencias entre una traducción a otra, aunque prefiere caminar bajo la lluvia, eso le gusta mucho
- Conoces tan bien a mi esposo?
- Es lo que Hécate me ha contado, yo no lo he tratado mucho, ellos se conocen años y se tienen mucha confianza – Zack dijo esto con un suspiro, Seiya asintió y se volteó cuando una muchacha de servicio entró en la habitación con un pocillo de frutas picadas, frutos secos, un vaso de jugo y una jarra de té
- Yo no pedí esto Galatea – dijo Seiya mirando a la muchacha con una sonrisa
- Su esposo lo hizo, dijo que debería comer algo y que por favor se recueste, que ha pasado de pie y caminando por ahí por mucho tiempo – explicó la muchacha un tanto abochornada
- Y él como lo sabe?
- Es un Dios, él lo sabe todo – contestó la muchacha alcanzándole el pocillo de frutas a Seiya, el castaño lo tomó y se lo pasó a Zack que sonrió al tomarlo y empezar a comer un pedazo de sandía
- Me podrías por favor traer otro pocillo de frutas?, algo de pan y alguna otra cosa que encuentres por ahí?
- Claro que si mi señor, enseguida regreso
- Gracias linda – dijo Seiya con una sonrisa y tomando el vaso de jugo para beberlo lentamente, la hora del snack pasó sin pena ni gloria, Zack no necesariamente le quería contar a Seiya lo que le había pasado debido a su estado y le estaba saliendo con evasivas a todo, Seiya lo miraba sospechosamente, él odiaba que no le dijeran las cosas pero ya luego se lo preguntaría a Hades, y en eso estaban precisamente cuando el Dios del Inframundo entró a la habitación
- Zack… me alegra ver que hayas despertado, cómo te sientes? – el pelinegro besó suavemente a Seiya en los labios, acarició su pancita y luego acarició la frente de Zack
- Bien… muchas gracias… - el joven prudentemente no dijo nada más, había que mantener la mentira hasta el final
- Vengo a robarte a Seiya, tu acabas de despertar pero ya está anocheciendo y mi esposo debe descansar
- No hay problema, gracias Seiya por cuidar de mi – dijo Zack con una sonrisa, el muchacho castaño sonrió y le apretó el pie a manera de despedida, se puso de pie pero no pudo ni dar un paso que Hades se adelantó y lo cargó con facilidad
- Qué crees que estás haciendo?, yo puedo caminar – protestó Seiya pero lo hizo con una sonrisa y abrazando a Hades besando su mejilla
- Lo sé, pero me gusta cargarte, tu come algo y trata de descansar, si necesitas algo toca la campanita y una de las muchachas de servicio vendrá a verte, espero que tengas una buena noche, mañana hablaremos, te parece bien? – Hades miró a su hijo que solo asintió y sonrió al decir:
- Que tengan buena noche, muchas gracias – Zack levantó con su brazo sano el pocillo de frutas e hizo una seña de despedida
Zack escuchó a sus padres reír mientras caminaban a la habitación de junto, suspiró… luego intentó trinchar un pedacito de manzana pero se le dificultaba porque no podía mantener el pocillo quieto, tenía el brazo derecho vendado y no podía hacer nada con el izquierdo, rayos…
- Necesitas ayuda?
- Dioses… deja de hacer eso – Zack del susto había soltado el cubierto que cayó en el piso de madera de la habitación, Hypnos se había aparecido de la nada delante de él sorprendiéndolo como era su costumbre
- Sabes que lo que hiciste fue increíblemente valiente e increíblemente estúpido – el Dios del sueño se sentó en la cama a la altura de la cadera de Zack, materializó un nuevo cubierto y trinchó un pedacito de pera, lo acercó a la boca de Zack que la abrió y masticó despacio
- No podía hacer nada más, pero qué pasó?, Apolo sabe de mi?, sabe quién soy yo?
- Claro que sabe de ti, te estuvo torturando por horas – respondió Hypnos meneando la cabeza pero Zack corrigió lo que quiso preguntar al decir:
- No… quiero decir si Apolo sabe que soy hijo de Hades
- Ohhh… según nuestros informes, no… no lo sabe, pero está seguro que eres espía de tu padre, en el Olimpo pasó mi señor Hades algunos días de esta semana tratando de arreglar este asunto, Apolo niega lo que pasó por supuesto, Ares lo trivializó todo y sorprendentemente Zeus no ha dado oídos a tu padre o a Poseidón, Hades no puede hacer una reclamo más serio porque no puede revelar tu verdadera identidad y de eso se han valido Apolo y Ares para que Zeus desestime todo lo que pasó, es más… Zeus se mostró molesto por el despliegue de poder del Averno en contra de uno de los templos protegidos de Apolo, así que las cosas se están complicando tal como tu lo predijiste así que… ya no es seguro que estés aquí
- Ohhh… la verdad pensé que eso iba a cambiar, según Adrián hubo un cambio en Zeus a raíz del matrimonio de mis padres, nunca supimos la razón pero yo creo que Artemisa tiene mucho que ver, eso no lo habíamos considerado antes pero ella… es una diosa de recursos, la manera más segura de llegar a Zeus es por Hera, entonces no me sorprendería que todos ellos o algunos de ellos, la estén manipulando en nuestra contra, en Artemisa no habíamos pensado pero fue ella la que llevó a Deimos y Fobos, fue ella la que lo hizo, ella es la de las ideas… eso tengo que decirle a mi padre – dijo Zack poniendo una mano en su pecho, se había quedado sin aire, al parecer si necesitaba reposo
- Ya se lo dijiste, bueno… lo extrajo de tu mente entonces es lo mismo, y tu padre piensa lo mismo que estás pensando tú, mi señor estaba triste por los resultados de su visita al Olimpo, él esperaba tener mayor apoyo de Zeus como siempre había sido pero… en este punto no podemos hacer más, Zeus les había hecho prometer a Apolo y a Ares que iban a dejar de atacar a la tierra, esperemos que cumplan su palabra, aunque yo lo dudo, tiempos difíciles se nos vienen muchacho, tiempos difíciles… - Hypnos suspiró cuando dijo esto, eso hizo que el corazón de Zack se oprimiera al preguntar:
- Entonces… ya se decidió mi viaje?, y no te dijo a dónde o cuándo me quiere mandar? – preguntó Zack luego de comer un pedacito de manzana
- Al futuro, a casa…
- No no no, no he hecho lo que he venido a hacer
- En realidad si, has advertido a tu padre de lo que puede pasar, me has ayudado a encontrar el legendario artefacto, has cumplido tu propósito muchacho, y lo has hecho maravillosamente bien, es hora de que vuelvas a casa
- Pero… y si… - Zack se mostró angustiado, Hypnos le puso una mano en el pecho para que se quede quieto en la cama y preguntó:
- Qué es lo que te angustia?
- Y si yo vuelvo y nada ha cambiado?, y si yo regreso al infierno del que escapé???
- Eso no lo sabrás hasta que no regreses…