Capítulo 31.- El olimpo
Zack llegó al olimpo llevado por Hypnos, ellos habían decidido dejar su relación en pausa hasta que todo se resuelva pero era difícil para ellos estar juntos sin poder estarlo, Zack sabía que si se lanzaba de lleno a su romance con Hypnos, todo peligraría, las tareas que tenían ahora era lo más importante… y el Dios del sueño era esencial para que su llegada no fuera detectada, claro que en los días anteriores, los que pasó en el Averno, ellos no se tomaron mucho en cuenta y se concentraron en lo que tenía que hacer, y eso incluía una nueva cara
Hécate había trabajado en un conjuro para cambiar la apariencia del muchacho, era imperativo que nadie lo reconociera y a criterio de Hades se había hecho un excelente trabajo, Seiya no pudo reconocerlo cuando se mostró ante él sin decirle quien era, además de eso el rubio Dios del sueño tenía una de las mejores técnicas para pasar inadvertido que Zack había aprendido con maestría, pero para estar seguros, ambos fueron y llegaron directamente al templo de Hefestos
El Dios de la fragua estaba trabajando en un hermoso arco, un carcaj lleno de flechas ya estaban al pie de su mesa de trabajo, y tan distraído estaba que hasta que Hypnos y Zack se hicieron visibles, no notó su llegada
- Bienvenidos… los esperaba mañana – Hefestos dejó lo que tenía en las manos y se acercó a Hypnos al que saludó cálidamente y tomó la mano de Zack que le sonrió
- Pensamos que sería mejor venir ahora, por si las dudas, usted sabe – fue Hypnos el que habló, su voz era muy varonil y tenía un toque suave, casi hipnótico, Zack sospechaba que si tenía algo en la manera en la que hablaba, nadie nunca le negaba algo a Hypnos, era algo muy especial…
- Me parece bien, Hades ha sido muy reservado sobre quién eres o sobre tus reales habilidades, tú lo conoces más que yo y sabes lo hermético que a veces se pone, lo que si me ha dejado muy en claro es que eres importante para él, así que… ven muchacho, espero que seas todo lo hábil que Hades me dijo que eras aunque sospecho que tiene razón ya que escapaste de Apolo y Ares antes, si… Hades me contó esa historia y solo por eso decidí ayudar esta vez, así que tengo la ropa apropiada que debes usar y tengo que explicarte lo que debes hacer – Hefestos habló directamente con Zack que solo asintió y bajó la cabeza en señal de respeto, nadie debía saber su verdadera identidad, eso era imperativo
Hefestos llevó a sus visitantes por su templo en el que habían varias armas de todo tipo que se mostraban en urnas, eran armas mitológicas sumamente hermosas, poderosas y peligrosas, por eso se mantenían en el Olimpo, aunque siempre se había corrido el rumor de que Hefestos tenía armas escondidas en la tierra y en el Averno, Hades nunca había dicho nada al respecto pero Zack sabía que el rumor era cierto, su padre se lo había confirmado y él mismo había visto las armas con sus propios ojos
Más o menos una hora después, Zack estaba en las cocinas del gran templo, vestía una corta túnica blanca que le cubría hasta medio muslo, sandalias que tenían tiras que le llegaban hasta la rodilla, y una especie de tocado en la cabeza hecho de ramas de olivo, el muchacho se veía muy bien pero se sentía por demás incómodo, eso de andar medio desnudo por la vida no era lo suyo, pero se mezclaba perfectamente con los otros muchachos que iban a servir el vino en las reuniones y en los distintos templos, la delegación del Santuario había llegado ya, se estimaba que la del Averno llegaría al día siguiente y la del Templo Marino también
Los dioses residentes del Olimpo estaban a la espera de los visitantes y había movimiento en todos los templos, por eso cuando llegó la orden de llevar vino al templo del Dios del sol, Zack se apresuró a acudir al llamado, cuando entró con la jarra de vino y las copas respectivas, no se sorprendió de ver a Ares allí, sentado cómodamente en los sillones, Artemisa también estaba allí, al igual que Apolo, que tomó la copa que le ofrecían sin reparar siquiera en el sirviente, Hades había dicho que los dioses son extremadamente egocéntricos y nunca se fijan en la servidumbre, Zack usaría esto a su favor, porque sirvió las copas y se quedó en el extremo de la habitación por si se les ofrecía otra cosa, y desde donde estaba los podía ver y escuchar muy bien
- Podrías cambiar de tema?, ya hemos discutido esto hasta la saciedad – decía Ares algo cansado
- Si… lo hemos discutido pero ahora es el momento en el que lo vamos a poner todo en práctica, hay un gran trecho en hablar de algo y en verdad hacerlo – dijo Apolo y lucía algo preocupado
- No te preocupes querido hermano, todo está listo, la semilla de la duda y la desconfianza que se plantó hace muchos años, va a germinar en esta visita, hasta donde tengo entendido tanto Hades como Poseidón van a traer a sus consortes y a sus hijos, Hera escuchó mis consejos con respecto a esto y es justo lo que estábamos esperando, necesitamos a esos niños aquí para que el plan funcione, si los rumores son ciertos y son la mitad de poderosos como se rumorea, esto funcionará, claro que ayudaría que hicieran algún destrozo durante su visita, en eso podríamos ayudar un poco, no? – dijo Artemisa poniéndose de pie y caminando hasta su hermano y acariciando su brazo, él la miró y le besó la mano
- Estás segura de que esto funcionará? – preguntó Ares una vez más
- Si… estoy segura, y tú no deberías dudarlo, a la final fueron tus hijos los que nos dieron la pauta para saber cómo generar la situación y atacar, déjame decirte Ares que usarlos de esta manera… ha sido un toque de genialidad de mi parte – la muchacha sonreía muy complacida consigo misma, sonrisa que compartió Apolo, Ares no se veía muy convencido que digamos
- Yo sigo votando por guerra abierta, tenemos los ejércitos que hemos ido formando estos años, tenemos los dragones rojos, tenemos el apoyo de los otros dioses, lo tenemos todo…
- En eso te equivocas, el apoyo de los otros dioses es algo que fluctúa como el viento, en el supuesto no consentido de que llegue el momento en que las cosas no salgan como esperamos y todo se ponga negro para nosotros, nos abandonarán sin compasión, esto lo hemos visto en la historia, y tú sabes que el viejo dicho no se equivoca, la historia tiende a repetirse a si misma, no quiero exponernos y quedar en una posición vulnerable, quiero aplastarlos y que no sepan que fue lo que los golpeó – dijo Apolo estirando su mano que tenía la copa vacía, Zack se apresuró a llenarla y luego con una venia volvió a su lugar en el extremo del salón
- Y lo haremos querido hermano, tomaremos el control de Olimpo y nadie podrá detenernos – la hermosa muchacha sonrió y bebió su copa de vino
- A mi sigue sin gustarme el plan – dijo Ares estirando su brazo con su copa vacía, la que Zack se apresuró a llenar
- Qué es lo que no te gusta? – preguntó interesado Apolo
- No me agrada que sea otra persona la que en buenas cuentas lo lleve a cabo, y si Hera se niega?, y si no la convencemos?
- Ohhhh querido Ares, no subestimes el poder de la sugestión y el temor, el futuro es algo desconocido y eso suele traer… cierta preocupación, en especial en Hera – dijo Artemisa con una sonrisa confiada
- No… no lo creo…
- Tranquilo Ares, las cosas saldrán a la perfección, nadie se resiste al poder de una profecía, ni siquiera Hera, y nosotros sabemos exactamente cómo manipular la situación a nuestro favor – dijo Apolo y bebió su copa, el Dios de la guerra lo miró por unos segundos antes de beber también su vino y asentir al decir:
- Espero que tengan razón, es con nuestras vidas que estamos jugando y no quiero pasar la eternidad en una urna – este temor era real, Eris, la diosa de la discordia había sido encerrada por Atena y Zeus la envió a una dimensión paralela en la que nunca podría ser encontrada, Hades fue perdonado de ese destino porque a la final es el hermano favorito de Zeus y prometió no atacar a la Tierra y estuvo de acuerdo en los tratados de paz, además de que sin él, el Averno se estaba cayendo a pedazos lo que ponía en peligro el balance entre todos los reinos, pero… ese no sería su destino, cuando Zeus descubra su traición, nada ni nadie los salvaría, Apolo no estaba tan preocupado y sus ojos brillaron peligrosamente cuando dijo:
- Hades será el que pase la eternidad en una urna, Poseidón también y si todo sale bien, hasta nuestro querido padre nos podrá ver desde su eterna prisión, como lo hemos hablado… su tiempo se acabó, la era de los dioses regentes ha llegado a su fin, es la nueva generación la que debe tomar las riendas del poder, es nuestra era… nuestro tiempo…
Al día siguiente Hades, Seiya, sus niños, Hypnos, Thanatos, Hécate y el resto de su comitiva llegaron al Olimpo, habían pasado más o menos tres años desde las últimas reuniones que se llevaron a cabo en el templo marino, entonces ya era tiempo de que surgieran nuevas rencillas, Hades solía decir que esto era cíclico, pero el tiempo se estaba acortando entre el estallido de situaciones problemáticas, porque no solo era un problema, era un conjunto de ellos, esto era raro, la mayoría de problemas se daban lógicamente en el Olimpo y eso representaba serias complicaciones, porque a través de los años se habían formado grupos marcados y eso no era bueno porque las negociaciones se estancaban para beneficio de nadie
- Hermano… que gusto verte… - Zeus había salido a recibir a la comitiva más grande y abrazó a Hades que le devolvió el abrazo
- El gusto es todo mío… dioses… no puede ser, Adrián… estás enorme – Zeus sonrió al mirar al pequeño que estaba junto a su padre y le sonrió también
- No estoy tan grande, pero quiero ser alto como mi papá – respondió Adrián tomando la mano de Hades que sonrió
- Vaya… que hermosa estás princesa – Talia venía de la mano de Seiya que tenía las manos ocupadas porque estaba cargando a Damon también
- Muchas gracias tío Zeus – la pequeña Talia hizo una leve cortesía y luego abrazó a su tío, Damon en cambio, sin decir nada se lanzó a los brazos de Zeus y tomó el medallón que colgaba de su cuello
- Y este pequeño es Damon, verdad? – el Dios de los cielos estaba fascinado por el afecto que estos niños le habían demostrado, pero estaba algo preocupado porque podía sentir el poder del Averno fluir en ellos, el poder de Hades corría por sus venas, parecían niños comunes y corrientes, hermosos pero… poderosos, esto él ya lo sabía pero una cosa es saberlo y otra cosa era comprobarlo
- Si, es el bebé de la casa, no es muy parlanchín con extraños pero dele tiempo, cuando entra en confianza no hay poder humano o divino que lo calle – respondió Seiya con una sonrisa
- Te sienta muy bien la paternidad Seiya, luces radiante, es un gusto que estén aquí y hayan traído a los niños – Zeus besó en la mejilla a Seiya pero no le devolvió a su revoltoso hijo que estaba tranquilo en sus brazos y trataba de abrir el medallón del Dios de los cielos
- Muchas gracias, espero que no sea una intrusión de nuestra parte, pero les ofrecí que veríamos unicornios y pegasos y todas las cosas hermosas que hay aquí – Zeus empezó a caminar por los jardines, Hades, Seiya y los niños fueron con él, el Dios de los cielos sonreía mientras los pequeños miraban maravillados las nubes y el hermoso arcoíris que se estaba formando, eso… no lo veían nunca en el Averno
- Claro que no, me encanta que hayan venido todos, no tuvimos el placer de tu presencia en las últimas reuniones en el templo marino – Zeus dijo esto directamente a Seiya que sonrió y asintió, él no necesariamente se sentía bien en las reuniones de los dioses, siempre lo miraban mal, lo mismo le pasaba a Shun, ellos eran intrusos a los ojos de los dioses por eso evitaban en lo posible el asistir, pero esta vez ya no se habían podido negar porque Hera había bajado al inframundo en persona a invitarlos, lo mismo había hecho con Shun y Julián Solo
- No pude ir, estaba muy cerca de mi alumbramiento, Damon nació en medio de las reuniones y eso siempre presenta complicaciones – dijo Seiya con un suspiro, su retoño seguía en los brazos de Zeus como si fuera lo más natural del mundo, y eso era raro en él porque a Damon no le agradaban mucho los extraños, el otro Dios con el que le había pasado esto era con Hefestos, eso al Dios de la fragua le había parecido fantástico, usualmente los niños le corrían, pero Damon no, le había acariciado el rostro y le había sonreído, y así había sido cada vez que se veían, el Dios de la fragua bajaba periódicamente al Inframundo, disfrutaba jugar con los niños, eran visitas representativas porque en cada una de ellas, le dejaba una nueva arma a Hades
- Lo recuerdo muy bien, mi hermano estaba todo preocupado por ti y se iba seguido al Averno, no estuvo en paz hasta que el bebé nació y tú estabas fuera de peligro – Zeus tenía una sonrisa divertida en el rostro, Hades sonrió también y tomó la mano de Seiya apretándola con suavidad
- Seiya es mortal hermano, por eso necesita todos los cuidados cuando está en estado y mucho más cuando llega el momento del alumbramiento, mi presencia es imperativa para su salud y la del bebé, no quisiera ni pensar en lo que pasaría conmigo si hubieran más complicaciones, tú lo sabes, pero es interesante que saques el tema porque quería hablarte de algo muy importante…
Hades, Seiya y Zeus hablaron cerca de una laguna mientras los niños estaban corriendo y persiguiendo conejos, el Dios de los cielos se alegró al ver a su hermano tan feliz con su vida, con sus hijos, con su matrimonio que no pudo negarse a las peticiones muy particulares de Hades, lo que le dio paz al Dios de los infiernos, que dejó a Seiya y a sus hijos en el sol para ir con su hermano favorito a la instalación de las reuniones
Seiya estaba sentado en el césped con su pequeño hijo en las piernas, ambos estaban acariciando a uno de los conejos que corrían libres por el campo, Adrián y Talia seguían corriendo alrededor de una hermosa fuente, y en eso estaban cuando el primogénito de Hades corrió emocionado hasta una persona que venía caminando tranquilamente por el prado
- Tío Shun!!!!!!!!!!!!!!!
- Hola pequeño, wow… ya no tan pequeño, es posible que hayas crecido en este tiempo que no nos hemos visto? – Shun venía caminando lentamente porque tenía a su hijo mayor de la mano y a su retoño más pequeño en brazos, Arsen era el nombre del niño más grande, que era bastante parecido a Julián pero tenía los ojos verdes como los de Shun, tenía seis años, en cambio Kai aún no cumplía un año y estaba dormido en los brazos de su padre, el bebé era bastante parecido a Shun, pero tenía los ojos azules y los cabellos azules como los de Julián
- No he crecido, aunque mi papi dice que si, ven Arsen… vamos a cazar conejos – Adrián tomó de la mano a Arsen y se lo llevó a donde estaba su hermana, Shun sonrió y caminó hasta Seiya que le estaba hablando a su niño pero sonrió ampliamente al ver a su antiguo compañero de armas
- Shun… no puedo creer que nosotros hayamos llegado primero – dijo Seiya cuando Shun se sentó a su lado y lo abrazó a manera de saludo
- Tú me entenderás, mi pequeño de aquí no estaba de ánimos para viajar y nos armó el rey de los escándalos, Julián estaba considerando venir solo pero… se lo prometimos a Hera, asumo que ustedes también
- Déjame verlo… ohhh está hermoso, y si, ella bajó personalmente a invitarnos y nos dijo que ustedes también habían accedido a venir – Seiya acarició la cabecita del bebé de Shun que sonrió, Damon también se estiró para verlo y sonrió al decir:
- Bebé está dormido, shhhhh…
- Si… shhhhh… por qué no vas a correr con tus hermanos mientras yo charlo con tu tío Shun?, ve…
- Ya papi
- Por qué crees que nos hayan hecho venir? – preguntó Shun como quien no quiere la cosa, pero se notaba la aprensión en su voz
- No lo sé pero… harías bien en hacerle jurar a Arsen que no de mayores demostraciones de poder, yo he pasado aleccionando a mis niños por más de 15 días que mientras estemos aquí no usen sus habilidades, hasta ahora están racionales pero… ya sabes como son – Seiya también lucía preocupado, no quería ni pensar en lo que sucedería si en medio de los juegos de sus niños hicieran estallar algunos de los templos del Olimpo
- Yo he hecho lo mismo con Arsen, Kai no ha dado mayores muestras de hacer nada pero… su cosmo es fuerte, mucho más parecido al de Julián que el de Arsen, lo puedes sentir?
- Si… Damon es igual, y eso me preocupa porque no me agrada la insistencia de Hera de tener aquí a mis niños, o a los tuyos
- Julián dijo que eso no era inusual, que nuestros niños deberían venir más seguido aquí pero a mi no me gusta traerlos, no me siento seguro al hacerlo, ni por mi ni por ellos
- A mi me pasa lo mismo pero… haciendo mías las palabras de Hades, no nos vamos a estresar por eso hasta que llegue el momento, mejor cuéntame, has hablado con Saori?, cuán llegan ellos?
- Ikky dijo que mañana, él también va a venir
- Que genial…
El pequeño Damon corrió hasta Talia la que lo tomó de la mano y lo llevó tras un árbol, los niños estaban jugando a las escondidas aparentemente, ambas familias se veían lo más frecuente que podían, esta vez habían pasado más o menos unos tres meses desde la última visita que Seiya había hecho al templo marino, Arsen era un niño por demás tranquilo que no le daba mucha batalla a Shun, en cambio Seiya tenía tres terremotos a los que le daba algo de recelo llevar a otro lugar, sus niños eran poderosos y no necesariamente medían las consecuencias del uso de sus poderes, Arsen también lo era, pero no era tan inquieto como sus primos, además fue hijo único por cinco años, el bebé aún no manifestaba ningún tipo de habilidad y no le servía de compañero de juegos, todavía…
Los mejores amigos charlaron la tarde entera, hablaron de las últimas novedades del Santuario, de las últimas misiones en las que Ikky había participado, el Poderoso Fénix trabajaba muy cerca de los Generales Marinos, el pacto de negocios y de ayuda humanitaria que tenían Saori Kido y Julián Solo, usualmente hacía que los caballeros de Atena y los Generales Marinos trabajaran juntos, entonces lógicamente Ikky siempre pedía ir al templo marino, de paso así veía a su hermano y a sus sobrinos, Ikky había estado presente en el alumbramiento de Kai, Seiya rió mucho al escuchar las historias de Shun, él extrañaba a sus amigos y a su Diosa, si los iba a visitar en el Santuario pero no con la frecuencia que le hubiera gustado, aunque cuando ellos subían, todos los caballeros y Saori los recibían cálidos siempre, en especial Shaka, eso fue una sorpresa pero al rubio le agradaban mucho los niños de Seiya y se entretenía mucho con ellos
Ya entrada la noche, Hades llegó al templo asignado a ellos para encontrar a Seiya que les estaba leyendo una historia a sus niños para dormirlos, el pelinegro le hizo una seña a su castaño y se fue a su habitación, se duchó, se cambió y se acostó, las reuniones fueron pesadas ese día y estaba acostado en la cómoda cama esperando a su esposo que llegó más o menos una media hora después
- Ya se durmieron?
- Si, esperemos que duren la noche entera porque corrieron todo el día persiguiendo conejos
- Que bueno que se hayan divertido – Hades sonrió y se incorporó en la cama para besar suavemente a Seiya que se sentó en la cama a la altura de su cadera
- Arsen está grandísimo y el bebé, Kai, está muy hermoso, es todo risueño y dulce, como Shun supongo yo – Seiya suspiró cuando dijo esto, Hades puso una mano en el vientre de su esposo y dijo:
- Es mi idea o quieres otro bebé?
- Nos falta uno por lo menos, estoy preocupado por Zack, seguro que está bien? – Seiya se mostró angustiado en este punto, no le agradaba la idea de poner a su hijo en la boca del lobo, Hades acarició el rostro de su esposo y se incorporó para besarlo en los labios al decir:
- No te preocupes, Zack es un muchacho muy capaz, estará bien, Hypnos está con él así que no está solo, además Hefestos también está al pendiente y yo también, nuestro hijo estará bien
- Ojalá así sea, no quiero ni pensar si…
- Shhhh… ni lo digas, no pienses en ello, Zack está seguro y protegido así que respira y relájate, no me gusta verte todo estresado – Hades se incorporó de mejor manera en la cama y besó a su esposo en el cuello y empezó a masajear su cuello
- Mmmmm… dioses… tú sabes en dónde tocarme para acabar con mi estrés… mmmm… no te detengas… mmmm… - Seiya subió sus manos por el pecho de su esposo e hizo su cabeza hacia atrás para darle más acceso lo que Hades aprovechó recorriendo a besos su cuello para luego buscar sus labios
- Que dices si esta noche nos relajamos y liberamos tensiones – Hades siguió besando el cuello de su esposo y bajó hasta su pecho, Seiya sonrió pero meneó la cabeza y dijo:
- No no no, estamos en un templo ajeno y en el Olimpo, no no no…
- Vamos Seiya, qué tiene de malo?, eres mi esposo, estás tan deseable y apetitoso y me muero de ganas de hacerte el amor, no quieres hacerlo conmigo?, un ratito?
- Si pero…
- Pero nada, yo vi cómo mirabas al bebé de Shun, no quieres… hacer bebés esta noche? – Hades atrajo de mejor manera el cuerpo de Seiya hacia el suyo, el que enredó sus dedos en los negros cabellos de Hades que le estaba acariciando la espalda
- No… quiero hacer bebés en casa, pero… podemos practicar el hacer bebés aquí, esta noche… – dijo Seiya cuando Hades lo tomó de la cintura y lo acostó apropiadamente en la cama
- Esa es la actitud…
Hades besó a Seiya con pasión mientras le zafaba la cuerda de su túnica, el castaño se incorporó un poco y cambió de posiciones con su esposo, lo recostó, se sentó en sus caderas y se sacó la túnica quedando casi desnudo
- Hoy no estás para juegos aparentemente – dijo el mayor dejándose desnudar de su castaño
- Solo soy práctico amor, tenemos más probabilidades de hacer algo si lo hacemos en este momento, luego uno de tus hijos se despierta y ya no podemos hacer nada, y yo en verdad que tengo ganas, no lo hacemos en algunos días, te extraño… no me extrañas a mi?
- Claro que te extraño, eso ni se pregunta
- Ok., entonces no te quejes – Seiya besó a Hades que se incorporó y entre risas acabó de desnudar a Seiya que lo facilitaba todo
Su vida sexual era fantástica, claro que si se había visto en algo interrumpida por sus niños, porque usualmente se pasaban a su cama en las noches, a veces no solo uno, sino dos de ellos, y hasta los tres, el que más lo hacía era Damon, el más pequeño de la casa era sumamente pegado a Seiya y de las siete noches de la semana, por lo menos tres se pasaba de cuarto, lo bueno era que lo hacía en la madrugada casi al amanecer, Hades prefería que sus hijos durmieran la noche entera en sus respectivas camas, pero nunca se molestaba cuando sus retoños venían a la suya, lo único que ya no podía disfrutar era del cuerpo desnudo de Seiya, porque el castaño usualmente se ponía algo de ropa por si acaso sus hijos vinieran, pero… eso no era problema, Hades abrazaba a su esposo y metía sus manos por dentro de su ropa, Seiya nunca se quejaba por esto, a él le gustaba como Hades lo abrazaba y tocaba
Entonces con esto en mente, Hades no demoró en hacer suyo a su esposo que estaba sentado sobre sus caderas, subía y bajaba rítmicamente llenándolos a ambos de placer, el mayor disfrutaba mucho la manera que tenía Seiya de entregarse a él, porque lo hacía con cuerpo y alma, como si fuera la primera vez. Seiya gemía y decía palabras inentendibles porque ya estaba llegando al clímax, por lo que movía sus caderas más rápido cada vez, Hades los sostenía posesivamente mientras le besaba y mordía el cuello y el pecho, y así, abrazados llegaron a la cima de éxtasis y se dejaron caer en la cómoda cama de su habitación
- Sabes… me gusta más nuestra cama – dijo Seiya que estaba acomodado en el pecho de Hades que le estaba acariciando la espalda
- No lo puedo creer… - el pelinegro rió muy divertido, Seiya se incorporó y sonrió también al preguntar todo intrigado:
- Qué no puedes creer?
- Estás en el paraíso, literalmente, y crees que nuestra cama es mejor?
- Es que si lo es, es más grande, un poco más firme, mis almohadas son mejores y no se hunden como estas… no sé… es mi cama y por eso me parece fantástica
- Pero no que hace mucho frío?
- Si, pero tú me mantienes calientito, además es nuestro hogar, nada se le compara – Seiya se volvió a acomodar en el pecho de Hades y lo abrazó, Hades besó su cabeza y suspiró, Seiya había hecho de Guidecca su hogar, ese castillo que siempre fue tan frío, ahora estaba lleno de calor y risas, de alegría y amor, sus jardines eran la prueba de ello porque florecieron como todo lo demás había florecido en el Averno a raíz de la llegada de Seiya y de sus hijos, Hades sonrió y cerró los ojos abrazando a Seiya de mejor manera, las cosas estaban complicadas pero ellos estaban sobre aviso, esta vez protegería a su familia, claro que lo haría…