Capítulo 33.- Medidas de contingencia
Una figura encapuchada caminaba presurosa por los templos de los dioses, necesitaba llegar lo antes posible al templo designado a la comitiva del templo del Averno, su relación con Hades nunca había sido buena pero en estos últimos años había mejorado exponencialmente, además… le debía la libertad de su hija
La Diosa de la naturaleza avanzaba con su cabeza cubierta y entró sin anunciarse al templo que se encontraba en silencio, avanzó por los pasillos hasta que llegó a la habitación principal para ver a una pareja que dormía en la inmensa cama que estaba en medio de la habitación, Deméter se acercó al lecho y miró con profunda pena al consorte de Hades, era un muchacho hermoso y dormía tranquilamente en los brazos del Dios de los muertos que sin abrir los ojos dijo:
- Supongo que es algo importante para que hayas venido aquí en medio de la noche
- Tengo que hablar contigo, vienes al salón?
- No es necesario, Seiya está profundamente dormido y no se despertará, qué sucede? – Hades se incorporó suavemente en la cama acomodando a su mortal esposo para que no se despierte
- Créeme Hades… necesitas venir conmigo ahora, el futuro pende de un hilo y temo por la vida de tu consorte y de tus hijos – la angustia en el tono de Deméter confundió a Hades que frunció el ceño y preguntó:
- Por qué habrías de ayudarme arriesgando el cuello?, no deberías estar aquí, verdad?, por eso no te anunciaste ni encendiste tu cosmo, cierto?
- Si, no tenemos mucho tiempo, además lo hago por ti, por tu familia pero principalmente porque mi hija así me lo ha pedido, ella te recuerda con cariño, tu… fuiste un buen esposo para ella y a fin de cuentas me la devolviste y no la obligaste a cumplir su papel de esposa, por eso quiero asegurarme de que tu familia esté bien
- Para que no me vuelva a llevar a Perséfone? – Hades arqueó una ceja al preguntar esto, no era lógico que la diosa quisiera ayudarlo por su buen corazón
- Si… - admitió Deméter, Hades asintió y dijo:
- Muy bien… vamos entonces
Hades se puso de pie y cobijó de mejor manera a Seiya antes de salir de la habitación, le hizo una seña a Radamantys que permanecía invisible en una de las esquinas del pasillo el que se desapareció de donde estaba y fue a buscar a Hypnos, Hades siguió a Deméter por el pasillo hasta el salón principal, allí se quedaron en silencio por unos segundos antes de que la diosa de la naturaleza hiciera un movimiento con su mano y creó vapor blanco en el que se empezaron a formar imágenes, Hades vio como estaban las diosas reunidas en uno de los templos del Olimpo, vio como una joven muchacha entró en trance y dijo una muy cruel profecía que hablaba de sus hijos, de los hijos de Poseidón y de la destrucción de la tierra y la extinción de los dioses, era una profecía bastante temeraria a criterio de Hades, y extrañamente explícita porque las profecías tenían su modo de ser trucosas y obscuras, en esta sin embargo solo faltaba decir sus nombres, porque hasta sus reinos habían sido nombrados, cualquiera podría entender que los hijos de los otros dioses no representaban problema alguno, solo sus hijos y los de Julián, rayos…
Hades sabía que esta profecía era forjada, él había extraído la profecía real de los recuerdos de su propio hijo, y la verdad se sorprendió de los alcances de Apolo, pero tenía que reconocer que el tiempo era perfecto, la profecía cuadraba completamente con el momento que estaban viviendo, Apolo tenía sentido de la oportunidad aparentemente, si Hera decidía tomar cartas sobre el asunto… en verdad que estaban en problemas, lo bueno es que esta vez ellos estaban preparados
- Gracias Deméter… - dijo Hades en voz baja y tomó la mano de la diosa para besarla
- No tienes por qué darlas, qué vas a hacer?
- Hablar con Poseidón, es lo primero que debe hacerse, pero lo que si te quiero asegurar es que esto… esto es falso, es un ardid en contra de nuestras familias y nuestros hijos, esto… no es cierto Deméter, no debes temer nada porque ningún daño te vendrá de mi linaje o del de Poseidón, eso te lo puedo asegurar
- La profecía es clara Hades – dijo la Diosa y lucía preocupada, era claro que la paranoia de Hera le había llegado a Deméter y si ese era el caso, pronto el Olimpo entero se pondrían en su contra
- Claro que si, pero esa profecía no es real… esa muchacha no era un oráculo, y murió después de entrar en trance, las sacerdotisas de Apolo no mueren al dar una profecía, ustedes no estaban en el templo sagrado, no estaban buscando una profecía, tu mejor que nadie sabes las condiciones específicas en las que se dan las profecías y esto es altamente irregular, creado con el solo propósito de extender el miedo y la violencia – Hades hablaba con su característico tono sereno lo que le dio un poco de tranquilidad a la diosa de la naturaleza
- En eso tienes razón, Hera nos prohibió que les dijéramos nada especialmente a ti o a Poseidón pero… no pude callármelo, tenía que decírtelo
- Gracias mi diosa, nunca olvidaré lo que has hecho por mi y por mis hijos, pero ya vete, no quiero que te metas en problemas por mi culpa
- Solo una cosa más, lo que sea que Hera esté planeando hacer, lo va a hacer pronto, a más tardar esta noche, Artemisa está con ella en su templo, no tengo que decirte lo peligroso que es eso – Deméter estaba en verdad seria cuando dijo esto, Hades frunció el ceño, eso no era correcto, el ataque a Seiya no era tan pronto, o si?
- Estás segura mi diosa?
- Si, entonces toma todas medidas que estimes conveniente, adiós Hades y si necesitas mi ayuda en lo que sea que vayas a hacer, sabes que cuentas conmigo y con mi hija, suerte
- Gracias… mil veces gracias…
Hades besó la mano de Deméter que cubrió su cabeza con la capucha de su túnica y salió del templo sin ser vista, el Dios de los muertos se volteó para volver a su habitación y encontró a Seiya de pie en el pasillo, tenía una mano en su vientre y lloraba, no estaba haciendo ningún sonido, solo lloraba, Hades se acercó a él y se asustó al ver la mirada vacía en los ojos de su esposo que sacó su otra mano tras su espalda, en esa mano tenía una daga, la alzó y se la hubiera clavado en el vientre de no ser por Hades que lo detuvo a tiempo, le apretó la mano hasta que soltó la daga y lo acorraló contra la pared, Seiya forcejeaba como animalito asustado y no entendía nada, lloraba, se contorsionaba, gritaba y decía frases y palabras sin sentido, el castaño estuvo en ese estado por algunos minutos hasta que aflojó el cuerpo y se dejó caer en el duro suelo de piedra, totalmente inconsciente
El Dios de los muertos puso la mano en el cuello de su esposo para sentir su pulso, el cual estaba bastante acelerado, así que lo cargó y lo llevó de vuelta a la habitación en donde lo acostó y lo cobijó, le acarició la frente y sintió algo raro en él, su cosmo estaba fraccionado, algo estaba haciendo interferencia en él, y no era el bebé, es más… el cosmo del bebé estaba tratando de proteger a Seiya, de envolverlo como un capullo pero aún era muy débil como para en efecto hacerlo, Hades frunció el ceño y llamó inmediatamente a Hécate que acudió pronta a su llamado, si esto era lo que pasaba con Seiya, era muy cruel en verdad… muy muy cruel…
- Qué le sucede? – preguntó la Diosa de la magia y hechicería al ver a Seiya en la cama y a Hades tan preocupado
- No lo sé, intentó apuñalarse o apuñalarme, no estoy seguro de lo que intentaba hacer, pero no era sí mismo, tenía la mirada vacía y no respondía, algo le pasa y no sé qué es – Hades se sentía frustrado en este punto, había intentado sentir el cosmo de Seiya pero no pudo, solo lo sintió fracturado pero no pudo determinar nada más con respecto a él y no entendía nada
- Pero… por qué lo atacó?
- No lo sé… - Hades miró a Seiya que empezó a respirar con dificultad en la cama, se contorsionó y gritó de dolor, abrió los ojos y trató de levantarse, Hades lo sostuvo con fuerza para mantenerlo en la cama pero el castaño forcejeaba y lloraba, Hades regresó a ver a Hécate que levantó su mano y unas amarras salieron de los postes de la cama atando a Seiya a ella, el castaño estaba forcejeando pero no podía soltarse, gritaba, gemía, lloraba, y decía palabras inentendibles mientras Hades trataba de mantenerlo tranquilo sin éxito
- Tal vez sea mejor que salga de aquí – dijo la hechicera con profunda pena
- No quiero dejarlo solo
- Debe irse, yo creo que es usted contra lo que reacciona, su aura está perturbada, lo siente? – Hécate miraba a Seiya y sentía como una lucha interna se formaba en él, sentía como una fuerza externa estaba torturándolo, alguien muy poderoso lo estaba tratando de controlar de la peor manera
- Seiya reacciona a mi cosmo?
- Yo creo que si, mejor váyase ahora para ver si lo que estoy pensando es real, yo lo cuido y me quedo con él, váyase… ahora… vaya a ver a sus hijos, no vaya a ser que despertaron con la conmoción
- No… su habitación está protegida contra ruidos, ellos no pudieron haber escuchado nada, ya hubieran despertado de haber escuchado a Seiya gritar – respondió Hades con un peso en su alma, él sabía que este era el tiempo pero… no pensó que sería tan pronto, una cosa es saberlo y otra enfrentarlo
- De cualquier manera, vaya a verlos, están solos?
- Claro que no, Minos está con ellos, pero tienes razón, voy a verlos…
Hades salió de la habitación y fue al cuarto en donde sus tres niños estaban dormidos, Minos efectivamente estaba de pie en uno de los rincones y miraba impasiblemente a los pequeños dormir, Damon se había pasado a la cama de Talia y ambos estaban dormidos y abrazados, Hades se sentó en la cama de Adrián y suspiró, ya había empezado… ya habían atacado a Seiya, pero… qué le hicieron?, su esposo parecía un animalito asustado y muy muy rabioso, irracional y violento, eso no se lo había dicho Zack, su hijo le dijo que Seiya empezó a cambiar y que progresivamente se había vuelto intratable, irascible y había llegado a la violencia, por eso en los últimos días del embarazo, Hades lo había encerrado en su habitación para seguridad de los niños, pero… una cosa era saberlo en teoría, otra muy diferente era el verlo de primera mano
Hades ahora sabía que el cambio de Seiya no era algo normal, sino que su esposo sufrió un ataque de algún tipo, por lo que había conjurado dos brazaletes muy especiales que Seiya y Shun usaban, que en teoría bloqueaba cualquier poder externo que intentara dañarlos, Hécate le había dado de tomar a Seiya muchas infusiones de extraños poderes y efectos para fortalecer su cuerpo y hacerlo menos vulnerable a cualquier tipo de ataques, Hades hizo todo lo que estuvo a su alcance y en verdad pensó que Seiya estaba protegido pero no… su poder no había sido suficiente en él, pero si cambió la manera como el ataque se manifestó, a criterio de Hades fue un buen cambio, Seiya estaba resistiendo la influencia externa por ello su reacción había sido tan violenta, algo así le había dicho Zack pero Hades no lo quería creer hasta que pasó lo que acababa de pasar… dioses… ya empezó… su pesadilla había empezado…
Con eso en mente, Hades se desapreció de dónde estaba y se apareció en el templo de Poseidón, si los ataques ya empezaron, lo óptimo sería advertir a su hermano, era imperativo proteger a Shun y a los niños, ya no había tiempo que perder, al llegar, Kanon le salió al paso, pero al ver quién era el intruso, lo llevó hasta las habitaciones de su señor, golpeó suavemente la puerta y fue Shun el que la abrió
- Hades… qué pasa? – el peliverde tenía a su bebé en brazos el que estaba tomando tranquilamente su biberón, al verlo Hades suspiró aliviado, por los menos Shun estaba bien, no así Seiya
- Tengo que hablar con mi hermano, es urgente – el tono de Hades era imperativo pero eso no impidió que acariciara suavemente el piecito del bebé y el brazo de Shun
- Está bien, ya te lo llamo – Shun entró a su habitación y despertó a Julián que salió inmediatamente al escuchar que era Hades el que había venido a verlo
El Dios de los muertos insistió en hablar en el salón, lejos del oído de Shun y rápidamente puso a Julián al corriente de lo que estaba pasando, de la profecía que Deméter le había mostrado, de lo que había pasado con Seiya, de que él sabía que el futuro pintaba negro para ellos porque se les venía la tragedia, y de que debían proteger a sus familias a como de lugar
- Cómo estás tan seguro de que todo lo que me dices es cierto?, cómo es que sabes lo que va a pasar y lo que debe hacerse ahora?
- Esa es una historia muy larga, lo importante ahora es proteger a Shun y a tus hijos, sé que Shun está en estado
- No, no lo está – respondió Julián automáticamente, el deseaba otro hijo y lo había hablado con Shun que había estado todo emocionado con la idea pero… aún no había pasado nada, o por lo menos él no lo sabía…
- Si lo está, es algo muy reciente, dudo mucho que él se haya dado cuenta la verdad
- Cómo demonios puedes saber eso?
- Por la conexión que tenemos Shun y yo, su cosmo está algo… alterado, se me hizo mucho más evidente ahora que lo vi con el bebé en brazos, pero eso no es lo importante, lo que es imperativo es proteger a Shun y a tus hijos, así como a los míos – el tono de angustia de Hades era palpable, por eso Julián no podía dudar de sus buenas intenciones, en especial por el apoyo y la amistad que habían tenido todos estos años, así que aceptó las palabras de su hermano y simplemente preguntó:
- Qué has pensado?, cómo puedo yo ayudar?
- No te va a gustar, pero no tenemos otra opción…
Hades habló con Julián hasta casi el amanecer, le explicó la situación, lo que había pasado, y lo que harían ahora, le habló de su muy especial espía pero no le dijo que era su hijo, sino simplemente un poderoso e importante aliado, y a la final quedaron de acuerdo en muchas cosas, Julián estaba muy molesto por lo que estaba pasando, y no podía creer que el resentimiento de Apolo tuviera estos alcances, el panorama que Hades le pintó era terrible, pero no había como desmerecer sus palabras, en especial cuando escuchó lo que había pasado con Seiya…
Hades regresó a su templo y suspiró tranquilo al ver a Seiya dormir en su cama, el castaño estaba amarrado pero por lo menos había dejado de gritar, Hécate tomó a Hades suavemente del brazo y lo sacó de la habitación
- A qué hora se calmó?
- No hace mucho, estaba muy agitado, a ratos lo veía consciente y era sí mismo, y en esos momentos lloraba, no sé mi señor, esto… es poder… solo había visto algo parecido en alguien hace muchos muchos años, no pensé en volver a vivir una situación así, usted sabe de quien hablo, verdad? – preguntó la hechicera con inmensa pena
- Claro que sé de quien hablas, por favor prepara lo que necesites, si necesitas algo de aquí dímelo y lo conseguiré para ti, ahora voy a hablar con Zeus y volveré, nos regresamos a casa inmediatamente
- Y las reuniones?
- Las tendrán que hacer sin mi, Seiya es lo más importante ahora, cuídalo por mi
- Si mi señor…
Hades suspiró cansado y sonrió al ver a su hijo más pequeño salir de la habitación y tenderle los brazos para que lo alce, Hades lo hizo y le besó la mejilla
- Y mi papi?
- Tu papi está algo enfermo, vamos a cambiarnos y a hablar con el tío Zeus, quieres ir conmigo?
- No… quiero ver a papi
- Papi duerme, y lo vamos a dejar dormir porque está enfermo, lo vas a hacer por mi?
- No… quiero ver a papi
- Vamos bebé… después veremos a papi, ven conmigo… - Hades llevó a su revoltoso retoño que no necesariamente estaba quieto en sus brazos y fueron a la habitación, Hades lo cambió de ropa y fue con él en brazos hasta el templo de Zeus, el pequeñito estaba muy inquieto y seguía preguntando por Seiya, Hades trataba en vano de distraerlo pero Damon no se dejaba, y era precisamente a él al que había que ponerle más cuidado, Damon no se podía acercar a Seiya bajo ningún motivo. Al llegar al templo principal, Zeus salió algo confuso a atender a su hermano que estaba teniendo problemas en entretener a su bebé, Zeus llegó y Damon se lanzó a sus brazos apoyando su cabecita en su hombro
- Te está tratando mal tu padre? – preguntó el Dios de los cielos al bebé que hizo un puchero y amenazó con llorar, en ese momento la soleada mañana se nubló y un trueno pudo escucharse en la distancia, Zeus arqueó una ceja, era palpable que era el pequeño Damon era el que lo estaba haciendo
- No… no es eso, Seiya está algo… enfermo, así que vine a despedirme porque nos regresamos a casa, espero que lo sapas entender hermano – el tono de Hades era muy triste y sombrío
- Enfermo?, qué le pasa?
- Hécate no lo sabe, está de encargo… siempre se pone delicado cuando está de encargo pero esto… esto es diferente, estoy preocupado
- Está de encargo?, vaya felicitaciones, es una pena que esté delicado, y bueno… entiendo que debas irte pero… y las reuniones?
- Mi voto es tuyo, yo siempre te apoyaré en lo que estimes conveniente, pero ahora debo cuidar a mi familia, debo ir a casa – insistió Hades y Zeus supo que no podría convencerlo de lo contrario
- Escuché bien?, te vas Hades? – el Dios de los muertos alzó la mirada y vio a Hera que estaba de pie al inicio de las escaleras y bajaba lentamente
- Si, debo irme, mi comitiva entera y yo partiremos lo antes posible – Hades no pudo evitar que su tono se endureciera al ver a la Diosa del matrimonio, ella era la que había atacado a Seiya, de eso no le cabía duda, ella era la única lo suficientemente poderosa y capaz de entrar a la mente de Seiya para destruirla pasando por todas sus barreras, las medidas que Hades había tomado palidecieron ante el poder de Hera, Apolo no lo podría haber hecho, ni siquiera Artemisa, Ares mucho menos…
- Por qué? – preguntó Hera algo sorprendida de ver a Hades con uno de sus hijos en su atrio, las cosas no habían salido como ella las había pensado si Hades estaba tan tranquilo, en apariencia por lo menos
- Mi consorte está algo delicado y debemos ir a casa
- Espero que no sea nada grave – dijo la Diosa sondeando el terreno, pero el Dios de los muertos no dio mayores oportunidades al contestar:
- No lo creo, pero… debo cuidarlo y solucionar esto, vamos bebé… - Hades tendió los brazos a su hijo que fue con él y lo abrazó, Hades besó su cabecita y abrazó a Zeus a manera de despedida, habían tantas cosas que quería decirle a su hermano pero no… este no era el momento, necesitaba pruebas para poder hacerlo y aún no las tenía, así que besó la mano de Hera y caminó por el empedrado camino antes de desvanecerse en una nube gris
- Por qué tan pensativa mi diosa? – Zeus tomó suavemente del brazo a su esposa y caminó con ella rumbo a los jardines al ver su seria expresión cuando Hades desapareció
- Qué tan poderosos son los hijos de Hades? – preguntó Hera frunciendo el ceño
- No lo sé… lo que si te puedo decir es que son más poderosos que los hijos mortales que tuve yo - Zeus suspiró cuando dijo esto
- Estás seguro? – esta no era la respuesta que Hera esperaba, de tener razón su esposo todo se complicaría y de la peor manera, para ellos…
- Claro que si, los hijos de Hades están creciendo en el Averno, junto a sus padres, el consorte de Hades es cada vez más fuerte de acuerdo a mis últimos informes, él tiene habilidades varias que ha ido adquiriendo con los años porque Hades se ha asegurado de ello, y no te olvides que era uno de los guerreros más fuertes de Atena, el Averno es el reino más rico de todos, sus ejércitos son inmensos y sus armaduras son solo superables por las de mi hija, yo creo que esos niños son especiales, poderosos, sus cosmos son principalmente de oscuridad pero… sus almas son puras, pueda que se parezcan a mi hermano físicamente pero… su alma, su alma mortal es muy parecida a la de su otro padre, no sé hasta qué punto eso sea bueno o no – Zeus se encogió de hombros al decir esto
- La profecía que presencié… realmente me preocupa, aunque… no puedo creer que en esos niños esté nuestra destrucción – dijo Hera y sonó en verdad angustiada
- Las profecías son trucosas mi reina, no se puede creer todo lo que se escucha… además, recuerda que muchas vidas se han arruinado por tomar las profecías de manera literal
- Tu no crees en ellas? – Hera frunció el ceño al mirar a su esposo que no dijo nada por unos momentos y luego respondió el tono sereno, bastante ambivalente:
- No es que no crea, es solo que… mira el caso de Edipo, si sus padres no hubieran tomado esa profecía de manera literal, ellos no habrían abandonado a su hijo en el bosque, Edipo hubiera crecido en el palacio, pueda ser que nunca hubiera matado a la esfinge pero por lo menos no habría matado a su padre ni se hubiera casado con su madre, no lo sé… prefiero dar a esos niños el beneficio de la duda antes de hacer algo en su contra, no te has puesto a pensar mi reina que, si provocamos a Hades, nos lanzamos al inframundo entero encima?, Hades es un enemigo de cuidado y ama profundamente a su consorte y a sus hijos, ellos representan su sueño, lo que siempre quiso y ahora por fin ha conseguido, si nosotros intervenimos para evitar nuestra extinción, al provocar a Hades, lo que haríamos es causarla, porque él nos atacaría sin piedad, nosotros nos defenderíamos y la guerra nos consumiría a todos – Zeus si había pensado mucho en aquella profecía, y se resistía a hacer algo inmediato precisamente porque Hades era su hermano favorito, el Dios de los cielos estaba considerando las posibilidades y no eran alentadoras
- En eso… no había pensado…
- Es mejor mantenernos al margen, el balance es algo delicado, no puede existir el bien sin el mal, la luz sin la oscuridad, el cielo sin el infierno…
- Pero las cosas han cambiado, no se supone que Hades tendría hijos, herederos de su trono, niños poderosos a los que tu ofreciste la inmortalidad, eso me preocupa – insistió Hera
- Querida mía… ofrecí inmortalidad para esos niños cuando cumplan la mayoría de edad, para eso faltan algunos años en los que los podemos tener muy bien vigilados, y a fin de cuentas… siempre puedo cambiar de opinión si considero que son una amenaza para nosotros, créeme… he pensado muy bien esto, y debemos obrar con cautela y mesura, tiempos turbulentos se nos vienen y debemos estar preparados
- Por eso estás creando los nuevos ejércitos?
- Así es…
Ese día las reuniones de los dioses tuvieron bajas sensibles, la comitiva del Averno se había retirado, Hades se llevó a Hypnos, Thanatos y Hécate, ellos eran dioses menores pero igual hicieron falta, la comitiva del templo marino también dejó el Olimpo, Julián no dio mayores explicaciones, simplemente se fue, esto tenía intrigado a Apolo, si Poseidón se fue… era porque había escuchado la profecía, pero de ser así, cómo fue que lo hizo???, cómo fue que Hades lo supo??, porque Apolo tampoco dudaba que Hades también había escuchado su profecía y estaba intentando proteger a su consorte pero… de nada le serviría esconderse en el Averno, el poder de Hera no tenía límites y eso estaba jugando a su favor… el tiempo en el que Hades pagara todas sus ofensas se acercaba a paso vertiginoso…
Zack estaba apoyado a la pared en el templo principal, tenía una jarra de vino en las manos y de cuando en cuando iba llenando las copas de los dioses, él se había quedado en el Olimpo para ver si podía averiguar algo más, pero con el pasar de los días las reuniones se fueron acabando, nuevos arreglos se fueron dando y nuevas alianzas se fueron formando, nada rescatable había pasado en esos días, por lo que el muchacho no había bajado al Averno para informarle a su padre de las novedades, no había nada interesante que informar, pero su misión no había cambiado, él estaría allí en calidad de espía y con la ayuda de Dionisio entraría en el templo de Apolo o Ares cada vez que pudiera, mantener informado a su padre de los acontecimientos era vital para sus propósitos, ahora que los planes de los enemigos ya estaban en movimiento
Una noche de estrellas, Atena estaba sentada en uno de los banquitos del jardín, la joven diosa estaba algo cansada, los temas discutidos ese día habían sido algo tensos, lo bueno es que en estas reuniones por lo menos no se había tomado la tierra como trofeo, eso la tenía un poco tranquila, Atena estaba disfrutando de la paz que la rodeaba hasta que una figura se apareció a su lado, la joven se puso de pie e hizo una reverencia a manera de saludo
- Hola querida… es un gusto verte – Hera le sonrió amablemente a Atena que sonrió también, ellas no eran muy bien llevadas, habían tenido sus roces en el pasado
- El gusto es mío…
- La noche está hermosa, verdad?
- Si… el paisaje desde aquí es hermoso, me encantan los arcoíris – dijo Atena con una sonrisa franca y sincera, ella sabía que Hera no la había buscado para hablar del clima pero… si la Diosa del matrimonio quería decirle algo, pues que se lo dijera
- Lo sé… hija… quiero hacerte una pregunta
- Claro… qué pasa?
- Quiero saber si sabes tu algo de tu antiguo caballero, el que es ahora el consorte de Hades, sabes qué pasó con él?
- No… lo último que supe es que estaba algo delicado por su embarazo, pero no he sabido nada más, Hades es por demás críptico y no muy comunicativo – Atena se encogió de hombros al decir esto, lo cual no era cierto, Shaka de Virgo, Shura de Capricornio y Aioros de Sagitario se encontraban en el Averno en esos precisos momentos, Atena los había enviado para que ayuden a Seiya y a Hades en todo lo posible y la mantengan informada de todo para poder ayudar de presentarse la oportunidad
- Está bien, y qué has sabido de tu otro antiguo caballero?, el consorte de Poseidón? – Hera preguntaba esto como quien no quiere la cosa pero… sus intenciones eran bastante claras, Atena claro que había hablado con Hades y había sido puesta sobre aviso de los futuros ataques que el templo marino y el Averno recibirían
- Nada tampoco, no ha habido noticias de ellos, lo último que supe es que habían muchos problemas en Asgard y por eso Hilda de Polaris lo llamó con suma urgencia, pero no he sabido nada de ellos – Atena se volvió a encoger de hombros, pero tampoco era cierto lo que decía, Saga de Géminis, Ikky de Fénix y Death Mask de Cáncer estaban en el templo marino, como apoyo de parte del Santuario, aún no había ocurrido nada raro con ellos pero… su presencia fue más que bienvenida por Julián Solo
- Es raro que no tengamos noticias de nadie, se fueron hace cuánto Atena?, un mes?, dos?
- Un poco más de un mes, pero no es raro, ellos no suelen mandar noticias ni comunicarse muy seguido, con los años si hemos perdido un poco el contacto y no los veo tan seguido como me gustaría
- Contigo es con quien más se comunican, cierto?
- No lo sé, supongo que si, la relación que tenía con mis antiguos caballeros no se ha perdido, y suelen ir a la tierra a visitarnos a todos nosotros, pero no sé qué tan cercana sea la relación de ellos contigo por ejemplo – Atena no sabía a dónde iba Hera con estas preguntas, pero le parecía muy extraño el súbito interés de la Diosa del matrimonio en aquellas muy especiales familias
- Solo estoy algo preocupada, las cosas están algo tensas, eso es todo… - Hera suspiró decepcionada, ella pensó que Atena tendría noticias, el alumbramiento del consorte de Hades se acercaba y eso le preocupaba, en las últimas semanas había hablado mucho con Artemisa y… sus temores no eran infundados, esos niños eran poderosos y si representaban una real amenaza para la estructura actual de los dioses, Hera no sabía si debían intervenir más en esta situación o no, ella ya había hecho su parte y el tiempo inexorablemente se encargaría del resto, de cualquier manera, la suerte de aquel muchacho, consorte de Hades estaba echada, sus días estaban contados y nada ni nadie podría cambiar su destino…