-Tsk! qué demonios – me quejaba al tiempo que frotaba mis ojos, había despertado hacía apenas unos segundos y aun seguí viendo borrosos, al fin aclare la vista. Y pude ver mí alrededor. Blanco, era una habitación completamente blanca y yo vestía con una bata blanca, llevaba vendadas mis manos. Je por un momento penseque había regresado a la nada ese lugar en el que solo el blanco reinaba, que el haberlos encontrado no era más que un sueño. Eso pensé, hasta que la puerta se abrió y me dejo ver a Jin, en cuanto me vio sentado en la camilla se abalanzo a mí en un abrazo, su tacto me pareció cálido o era que yo estaba demasiado frio
-me alegra que al fin despertaras – dijo al fin después de soltarme
-¿Cuánto tiempo estuve dormido? – para mí no había sido más que unos segundos, y no recordaba nada, mi mente intentaba recordar cómo había quedado inconsciente
-Tres días… - me dijo, habían sido tres días mucho tiempo, al menos para mí como estarían Blake y Perséfone…?.Los recuerdos llegaron a mí con un fuerte dolor de cabeza, esa guarida, Rubén Alina, el zombie matriz, Perséfone…
-¡¿Dónde están?!- pregunte tomándola de los hombros - ¡¿Dónde están ellos?! ¡¿Dónde está Perséfone?! Blake! ¡Rubén y Alina?! ¿Qué les paso? ¡¿Están bien?! – las palabras salieron rápidas y atropelladas de mi garganta, ella solo me vio, por un momento y después hablo
-ah, ellos están bien-sonrió- los veras pronto-y siguió con su sonrisa que en vez de tranquilizarme me causo cierto escalofrió- ahora descansa – dijo empujándome para que me echara y arropándome salió de la habitación, apagando las luces y dejándome a oscuras. ¡¿Qué descanse?! Ya pase tres días en cama lo que menos quería era descansar, me quite las sabanas de encima y descalzo me dirigí a la puerta. Al abrirla rechino, temí ser descubierto pero el blanco pasillo estaba desierto, camine un poco reconociendo el lugar como el edificio tres , espiaba en una que otra habitación buscando algo, pero estaban desiertas o con zombies enjaulados, no iba más allá de la puerta, al fin llegue a una habitación con alguien conocido, Rubén estaba en la camilla durmiendo, Alina estaba en otra camilla al lado, escuche pasos alguien se acercaba, entre a la habitación sin hacer ruido y me escondí tras una cortina subiéndome a una camilla tras ella. La puerta se abrió escuche dos pares de pasos se detuvieron y los escuche murmurar algo que no logre entender, asome un poco la cabeza por la cortina, y ahí vi a los gemelos tanto Dmitry como Nikolay estaban parados al lado de la camilla de Rubén parecieron decirle unas palabras al inconsciente Rubén después cada uno le dio un beso en la frente. Y se alejaron de él dirigiéndose a la puerta, pero fui yo quien los detuve, estaba confundido, y no sabía a donde ir, los gemelos me generaban confianza, al menos en eso podía apoyarme
-… - ambos me miraron sin decir nada
- d…donde están Blake y Perséfone? – ambos me vieron confundidos
-Jin no te lo dijo? – me pregunto Dmitry, negué con la cabeza
-hmn –pareció pensar algo – Lo que están haciendo no está bien –soltó esas palabras y después se fueron. ¿Qué hacían? ¿Quiénes? No entendía nada, que paso en esos tres días?. Corrí tras ellos y los volví a detener
-¿Qué sucede? – les pregunte, ahora con más convicción que antes
-enserio no sabes lo que está haciendo Jin? – me pregunto ahora Nikolay
-joder! No lo sé si lo supiera no estaría preguntando!! – ambos sonrieron
-recupérate y tal vez ayudes a deshacer este caos –me dijo mientras revolvía mis cabellos, y con su hermano salía por el pasillo
No sabía dónde más ir, tampoco encontraba la salida del edificio, así que decidí regresar por mis pasos, cosa que no resulto porque acabe perdiéndome, pero después de vuelta giro y otros malabares al fin conseguí volver a mi habitación, estaba como la deje, tome las cobijas y me envolví en ellas, caminar tanto me había cansado
***
Calculo otros tres días en esa habitación, en los que me recupere, ya no había rastro de herida en solo una semana ya no había rastro de mis raspones, aunque en mi cuello persistía una línea rojiza y yo seguía usando la venda para cubrirme el cuello. Mi curación era algo que incluso a mí me sorprendía no recordaba curarme tan rápido, solo una semana y mis cortadas ya no estaban. Y a la única persona que vi en esa semana fue a Jin, para cambiar algunas vendas, que me trajera comida solo lo hacia Jin, no volví a escabullirme, tampoco volví a ver a los gemelos, ni comentar algo acerca de Perséfone o Blake si mencionaba sus nombres Jin se colocaba tensa y evitaba por completo el tema desviándolo, al menos sabía que de ella no conseguiría nada.
Hoy por fin saldría, me coloque los botines y la capa verde oliva, con eso mi conjunto estaba completo, y al fin siendo guiado por Jin salí del complejo edificio, poniendo atención a cada paso para así en otra ocasión no perderme, claro si había otra ocasión, en cuanto me vi afuera me sentí cegado al salir ante tanta luz, después de estar tanto tiempo bajo la luz artificial, mi vista tardo unos segundos en acostumbrarse en cuanto lo hizo me dirigí a mi edificio dejando a Jin atrás llegue a mi puerta, y estaba cerrada, no recordaba que estuviera así, haciendo uso de un clip que solo por si acaso tenía en mi cinturón, y conocimientos sacados hace años de internet, abrí la chapa de la puerta al entrar todo estaba desordenado como si estuvieran buscando algo, tampoco había rastro de Blake y Perséfone ¿dónde estaban? … no podían desaparecer así por así, algo pasaba y me lo estaban ocultando, por ahora ya estaba atardeciendo, y no había mucho que pudiera hacer sin luz, además de que aquí estaba prohibido salir en las noches, solo por seguridad. Sin más que hacer me dispuse a ordenar solo habían tocado las cosas de Perséfone, casi nada de Blake o mío aun así algunos de mis cajones estaban revueltos. ¿Qué caso había en revisar las cosas de una bebe? Intranquilo acabe de ordenar y me dispuse a dormir, ya mañana buscaría a Blake para que me aclare todo.
***
La mañana pareció llegarme lenta, la noche había sido muy larga y yo había comenzado a contar los minutos para que salga el sol, ya cuando los primeros rayos del sol asomaban yo no había podido dormir más de unos minutos. Tenía un mal presentimiento y eso me estaba comiendo por dentro…
Una vez llego la hora decidí salir, aun nadie salía de los edificios para comenzar con las tareas diarias, pero yo ya había comenzado la mía, comencé por el edificio uno fue preguntar a algunos sobre Blake y Perséfone, la mayoría ni los conocía y otros simplemente me respondían que no lo habían visto; hasta me encontré con los gemelos ambos intercambiaron miradas incomodas cuando pregunte, su respuesta fue un simple “lo siento”. Era frustrante el lugar no era tan grande como para que fuera tan difícil encontrar a solo dos personas ¡agh! Salí del edificio uno sin nada los demás edificios estaban prohibidos, al menos para mí, en el tercer edificio tampoco estaban no los había visto ese día que salí a explorar. Solo me quedaba el segundo edificio, el lugar de reunión para los supuestos jefes aquí. Obviamente no me iba a dar por vencido, por lo que lo único que quedaba era infiltrarse al edificio dos. El problema era como diablos iba a hacer eso. Rodee el edificio buscando que mágicamente apareciera una entrada libre al edificio; no sé si mágicamente mis suplicas fueron escuchada pero a un lado del edificio escondido entre la sobras estaba el conducto de aire, no muy grande y se notaba estrecho, eran estos momentos en los que agradecía ser un enano delgado, con ayuda de un destornillador saque la rejillas y me infiltre en el ducto estaba lleno de telarañas, polvo y.. ¡Una rata!. Tsk! Después del susto que me lleve al ver una rata en frente de mis narices, literal, seguí deslizándome por los oscuros ductos de ventilación, el camino casi siempre era oscuro y cada cierto tiempo me encontraba con una la luz proveniente del ducto de ventilación de un cuarto, así observe que en realidad más que ser un edificio para que los jefes hablaran de cosas importantes era más un edificio con pequeños y lujosos apartamento, a diferencia de los nuestros que aunque no era un completo chiquero sin duda así quedaban comparados con esos apartamentos en los que estaban personas con poder, quien diría que hasta en medio del mismo infierno siguiera habiendo clases sociales, volví a encontrarme con otro cuarto me preguntaba ahora que seria, dos hombre jugando las cartas, un hombre borracho con tequila en mano o dos señoras tomando el té, me volví a asomar para ver si ahora si encontraba lo que buscaba…
-mnnn… ah…
-…. – no, no podía ser
- Ah..ahhhh
-… - No, No, No
-ahh, si… más..
-… - NO!!!
-si… más duro… anda ponte más duro… AH!
Noooooooo!!!! Ahí va mi inocencia, porque demonios tenían que hacer “eso” aquí, agh, no podían al menos colocar un cartel que diga no molestar, aunque si lo vemos de otra manera aquí yo quedo como el fisgón
Por simple reflejo para voltear y continuar mi camino, vuelvo a ver mi vista hacia el ducto que me muestra la habitación, la cama se mueve y rechina, los jadeos cubren la habitación y veo a una mujer albina de cabello largo rebotando encima de un hombre pelinegro que tenía cubiertos los ojos con una venda blanca, un momento, ese… ese… era… no podía ser…pero…
Vi más fijamente la escena la mujer seguía rebotando encima del miembro de… Blake, aun no podía creerlo ¿Qué hacia el aquí? Y Perséfone? y más importante ¿porque sentía un pequeño dolor en mi corazón que cada segundo que veía la escena seguía aumentando? La mujer había comenzado a soltar gemidos aún más fuertes, pero… esa mujer no tenía grandes senos, mejor dicho no tenía senos ¡¡JODER, ERA UN HOMBRE!!.... ¡…! Ese.. Ese albino comenzó a acercarse a los labios de Blake y…
Voltee antes de ver como unían sus labios en un beso, gire y seguí deslizándome por el conducto ahora tendría que ver cómo salir de aquí ya sabía dónde estaba Blake y eso… De alguna forma… dolía. Me sentía débil, confundido, indefenso, creí que podía apoyarme en Blake y Perséfone para continuar en este infierno… pero… me sentía traicionado, me apoye al lado del conducto de una habitación, me había cansado de arrastrarme. Me senté a pensar en porque me sentía traicionado, no lo sabía, comencé a frotarme los ojos habían comenzado a picarme, no mentiré, tenía ganas de llorar pero no lo haría, como una manera de consuelo pensé en Az él siempre me protegía, se que ahora lo hubiera hecho, me habría abrazado, cubierto por sus enormes brazos me hubiera sentido protegido, el me inspiraba esa aura de protección. Él era mi ángel guardián
¡Boom!
Ese fue el sonido de un disparo, gire rápido mi cabeza temiendo haber sido descubierto, espere unos segundos, quieto, esperando algo pero no sucedió nada después otro disparo
-tsk – alguien había chasqueado la lengua – ¡¿Por qué son tan débiles?! –se quejaba la voz, pero esa voz me resultaba conocida
-Jin no deberías quejarte tanto, después de todo los zombies que acabas de matar no habían comido en mucho tiempo – al escuchar ese nombre me asome al conducto, efectivamente era Jin la que estaba ahí parada con una pistola en mano, y dos cadáveres de zombies débiles a sus pies, un poco alejados de ella estaban el que ella me había presentado como su tío y primo ante una linda mesita de madera y sentados sobre una sillas que hacían conjunto con la mesa bebían de unas tazas de café
-entonces que me traigan unos nuevos, quiero unos zombies que hayan sido recién cazados!!
-Por Dios!! Prima deja de gritar!!- ante los gritos de Jin, su primo, si mal no recuerdo Seiji, había perdido la paciencia
-Tsk! Tu tampoco me grites!! Estoy frustrada, las dos últimas misiones fueron un fracaso, y esa niña no está dando buenos resultados. Agh! Maldición!! – Jin había comenzado a caminar en círculos, quejándose y murmurando groserías en bajo. ¿de qué niña hablaba?
-Y a eso súmale que Yuu se haya obsesionado con ese chico pelinegro al que capturaste
-Sí, Blake, gracias por recordármelo. Cuando nos llevamos a la chiquilla enserio armo un gran escándalo – que estoy escuchando no lo entiendo, ¿Esa chiquilla acaso era Perséfone? – si se hubiera comportado no hubiera tenido que sedarlo y encerrarlo en ese hoyo, el que Yuu lo encontrara no estaba dentro de mis planes. Ahora solo puedo apiadarme de su pobre alma
-je! si en verdad lo sintieras no lo dejarías encerrado – dijo Seiji después de darle un sorbo a su taza
-calla! No me repliques que aquí soy yo quien va a jugarse el pellejo allá afuera, mientras tu como un señorito te la pasas aquí encerrado leyendo libros y tomando café – Seiji en vez de molestarse, mostro una sonrisa ladina en su rostro
-te molesta no?, saber que tienes encerrado a alguien importante para tu “amiguito” y no decírselo, y aun así actuar tan bien frente a él, ¿a eso no se le llama hipocresía? – tomo otro sorbo de café y continuo hablando viendo fijamente a Jin – deberías de dejar de jugar a los mejores amigos y de una vez encerrar a ese rubio, ni siquiera sabes si él es igual a la niña… deberías convertirlo en una rata de laboratorio como hiciste con mi cuñadito – en ningún momento dejo de sonreír, vi a Jin en un aura un tanto depresiva y oscura, su mirada fue algo que me dio miedo, pero lo que más me dio escalofríos fue ver la sonrisa surgir de sus labios después de unos segundos
-tienes razón debería convertirlo en una rata de laboratorios- en ese momento fue a mi a quien le dio escalofríos – si lo hice con mi querido esposito debería hacerlo con el también, no?
-mnh como lo hiciste con tu esposito – por un momento pude ver los ojos de Seiji perdidos
-Je! a veces me olvido que tú y él.. – Jin no pudo acabar su oración, gracias al sonido de alarma que se escuchó por todos los edificios- tsk! Problemas…- mascullo entre dientes y salió de la habitación para ir a ver los problemas. Yo también comencé a gatear entre los ductos en busca de la salida pase por el mismo en que vi a Blake, para mi suerte ya no había nada, ahh estaba tan confundido que demonios pasaba aquí, enserio Jin era una persona tan falsa?. Al fin volví a ver la luz del día, la alarma había dejado de sonar hacía apenas unos segundos y curioso fui a donde la multitud todos estaban sobre los muros que en realidad eran punto estratégicos para francotiradores, subí por unas escaleras de concreto y llegue a la cima me metí entre el tumulto de gente haciéndome paso para llegar al frente donde estaba Jin con unos dos francotiradores apuntando a lo que se hallaba fuera del muro, vi a donde la lucecita roja apuntaba, era un chico alto de cabello castaño, ojos negro y en la mejilla un tatuaje de…
-¡¡ESPEREN! – grite a todo pulmón deteniendo el movimiento de mano que Jin hacía para indicar que dispararan
Joder! Qué demonios hace Teo aquí
Teo cojeaba y tenía un montón de heridas, su ropa estaba sucia de sangre, cargaba la máscara blanca en mano y aún tenía las lucecitas apuntando a su cuerpo
-Andrew, explícate, ¿conoces a ese enmascarado? – dijo Jin con voz firme agarrándome de un brazo para imponer autoridad y con la otra mano apuntando el cuerpo de Teo que en ese mismo instante cayo a la tierra inconsciente…