Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aprendiendo a sobrevivir por sakurada momo

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! aquimomo-chan reportandose para actualizar...

esto es como un comienzo de...

no quiero hacer spoilerasi que ¡A leer!

-pero…

-HAZLO!!

-te quiero

-por qué?

¿Por qué tenía que pasar esto?

¿Por qué yo seguía aquí y él no?

¿Por qué estaba solo? ¿Por qué no tenía a nadie junto a mí?

¿Por qué la vida es un asco?

***

Nuestra vida había sido continuas persecuciones, así había sido desde que todo esto comenzó hace exactamente un mes, y nuestro principal alimento la sopas instantáneas que habían comenzado a cansarme excepto para una pequeña, que lo único que tomaba era leche…

-tengo hambre~-me reclamaba Az, de alguna manera me había convertido en el “chef” del camión, siendo el único que preparaba las sopas instantáneas, ni que fuera tan difícil como para que ellos no lo hagan

-cierto ya es tarde y ahora ninguno nos persigue, es un buen momento para comer - añadía Rubén su reclamo a la lista

-esperen a que deje de alimentar a Perséfone- les aclaro, aun sosteniendo el biberón y a la pequeña en brazos

-dejen de gritar si no quieren ser comida para zombies!!!-nos grita aún más fuerte Blake. Haciéndonos callar a todos excepto la pequeña que siempre que veía a Blake comenzaba a sonreír. Cosa que aún me extrañaba la pequeña era tan amable con Blake pero siempre que Az quería sostenerla ella comenzaba a llorar como si no hubiera un mañana.

Acabo de alimentar a Perséfone y la coloco en un manojo de mantas improvisada que sirve de cuna. Para después ir y comenzar a preparar las sopas cuatro exactamente. La cena transcurre tranquila.

En la última semana habíamos decidido un rumbo: California. No me gusto como lo decidimos y sinceramente, cada vez que nos acercábamos me sentía un poco más ansioso por saber que me encontraría. Después de todo íbamos ahí por mí…

-tus padres están en California de vacaciones, verdad?-me preguntaba Az, en medio de la noche, se nos había hecho costumbre el hablar cuando me daba insomnio, o sea siempre

-sí..-contesto desanimado, no había sido un buen día

-vamos a buscarlos? - la pregunta me tomo por sorpresa y por ridículo que sonara, hasta ahora no había pensado en ello

-porque lo haríamos? - debería de haber dicho “si” sin pensarlo, pero contestaba sin pensarlo, solo era instintivo

-porque ahí está tu familia y si no hay zombis, también nuestra salvación

-entonces vamos a California? - pregunta Rubén interrumpiendo la conversación

-si digo que vamos, ¿dejan de hablar? Quiero dormir-se queja Blake a quien despertamos con la conversación

-¡¿Qué?!-pregunte confundido, por haber quedado atrás en la conversación

-shuuu - todos me dicen a coro, muy tarde por cierto, porque ya desperté a Perséfone y ella comenzaba a lagrimear con la clara intención de armar todo un escándalo, lujo que no se puede dar porque…¡VAMOS POR DIOS! ¡¡¡ESTOY EN MEDIO DE ZOMBIES!!!

Acabo siendo yo quien arrullo a la pequeña, y me quedo con ella hasta altas horas de la noche, y si estoy molesto es porque… bueno no debería estar molesto, pero me preocupa, ¿Qué acaso los demás no tienen familia? ¿Acaso no les importa sus familias?, me molesta la indiferencia que presentan ante sus familias...

La mañana llego demasiado rápido, viajamos intensamente toda la semana todos estábamos cansados y recién nos encontrábamos en la frontera entre Arizona y California, por suerte el hotel en el que se hospedaban mis padres no estaba muy lejos.

La zona árida se veía interrumpida por una pared de alambres y púas, con solo una salida: un centro de control, los lugares donde te pedían papeles y demás cosas para poder entrar en su país. De seguro nos dejarían pasar, en esta situación dudo mucho que cosas como papeles sean algo importante. Pero mi esperanza de encontrarme con el oasis de mi desierto se ve frustrada porque… no hay nadie, ni siquiera cadáveres, ni zombies, nada

Esa delgada línea que decía que pasábamos de un lugar a otro, casi inexistente, era insignificante. Solamente era cambiarle el nombre a la misma imagen, no hacia ninguna diferencia…

California esta infestada de zombies

El hotel de mis padres estaba a unos cuantos kilómetros de la frontera, llegar a la ciudad fue fácil, no había ningún obstáculo ni zombies ni humanos. Por un momento dude de que si en verdad California tenia zombies, aclare mis dudas no más llegar a la ciudad, igual que Arizona, era un completo desastre, se nos acabó el combustible por lo que paramos en una gasolinera en el centro de la ciudad, aproveche y fui con Az a por algunas provisiones, principalmente pañales muy necesarios para Perséfone.

Caminábamos por el centro del supercito, buscando los muy dichosos pañales, pero de un bolsillo de mi pantalón resbalo una pequeña foto, la foto de la excursión que hicimos con mi familia, en ese entonces tenía tanta paz jamás imagine que tendría que luchar por mi vida día tras día por culpa de un monto de muertos vivientes..

-sigue la conservas?-me pregunta Az, recogiendo la foto y regresándomela

-sí, es un recuerdo importante-le comunico recordando por qué aquella fotografía era especial a las demás….

Había pasado una semana de que confirmaron la muerte de los padres de Az, el descuidado de Az no sabía, y sigue sin saber, cocinar por lo que había enfermado, anemia, sus nutrientes bajos se reflejaban en su pálido rostro y cansado comportamiento no es que el fuera ciertamente muy activo sino que se veía en sus acciones, siempre dormía, andaba somnoliento y distraído.

Justo esa semana mis padres habían salido de viaje con mi hermana, estaba solo en casa por lo que un día:

-Az, estas bien?-preguntaba a mi amigo en la enfermería, el se habia desmayado en medio de la clase

-si, solo me siento un poco cansado

-comiste algo-le interrogo, solo lo veía comer golosinas

-aparte del chocolate que me diste esta mañana, no

- aprende a cocinar!! Agh… pero contigo es imposible, iremos a mi casa en cuanto acaben las clases-le ordeno arreglando sus cosas en su mochila

-….

- ¡¿me escuchas?!-lo veo molesto por ser ignorado, se durmió-no tiene remedio

Acabo de arreglar sus cosas y lo despierto suavemente, para dirigirnos a mi casa…

.porque estamos aquí?-me pregunta el que me siguió al parecer sin siquiera saberlo

-para que tu comas- le digo bajando mi mochila al suelo, y quitándome mi saco para dejarlo en el perchero

-tu madre ya llego de viaje?-me pregunta mientras yo estoy en la cocina

-no-le digo dándole un zumo de naranja

-entonces quien cocinara?-recibe el zumo y toma un sorbo pero…

-yo-… escupe todo el jugo

-¡¿tu?!-voltea a verme, y comienza a reírse al ver el delantal rosa que me había colocado para cocinar

-mnhp!! Ya veremos si sigues riendo después de probar mi comida - le digo molesto y yendo a la cocina p­­­­­ara comenzar a preparar un plato que hiciera que se tragara sus burlas

Prueba el plato se lleva la cuchara lentamente hacia a la boca, mastica suave y rítmicamente, traga y…

-¡¿Cuándo aprendiste a cocinar?!

-querrás decir ¡¿Cuándo no supe cocinar?!

A partir de ese día el comenzó a comer en mi casa. A la semana mis padres regresaron de viaje, mi madre lloro todo lo que pudo como nunca la vi llorar. Después de todo nuestras dos familias eran como prácticamente una, por ello me crie con Az desde pequeño y no me importo cuando mama le ofreció a Az que viviera con nosotros después de todo él no tenía a nadie más pero él se rehúso y dijo que se quedaría en su casa, era lo único que su humilde familia le había heredado. Mi familia decidió que la pequeña ceremonia que se hizo como funeral no fue suficiente para honrar a sus amigos. Por ello hicimos ese pequeño picnic, nos divertimos recordándolos, lloramos al mismo tiempo fue nostálgico pero después de hacerlo fue liberador. Al fin les habíamos dado el adiós…

Por eso esa pequeña foto era especial… eran las sonrisas vivas en medio de la muerte

-Yuuujuuuu Andy estas aquí?

-mmm.. ¿Qué? - al parecer me había perdido un poco en mis pensamientos

-nada, solo que estabas un poco ido. Es hora de regresar…

-sí, vamos-regresamos con algunas complicaciones, lo resumiría en que yo corría con unas tres bolsas de papel en mano mientras Az disparada a una gran cantidad de zombies en mi espalda…

-tardaron mucho - quejaba Blake, mientras el camión partía

-tuvimos compañía - responde Az subiendo al camión en marcha. Para eso yo ya estaba en el camión, dándole su biberón a Perséfone y viendo si estaba sucia

-extrañamente es muy callada, ¿no estará enferma? - me pregunta Blake, mirando como la alimento

-no, solo es una buena niña

-solo por si acaso deberías dejar que Rubén la revise

-mnh, ¿Qué sabe Rubén de medicina? - le pregunto dudoso de su concejo

-para que lo sepas fui doctor  antes de entrar a ese cuchitril llamado cárcel- esta vez responde Rubén desde el asiento de conductor

-entonces ¿Cómo entraste a la cárcel?

-simple, fui acusado de negligencia médica por una equivocación en un paciente de posición privilegiada, en otras palabras mate a un niño rico… - un escalofrió me recorrió todo el cuerpo al escuchar eso, pero no fueron sus palabras las que me asustaron más bien el tono sarcástico en la última frase. Ahora que lo pienso, he estado un  mes entero con dos completos extraños, que estaban en una cárcel de máxima seguridad por haber cometido los crímenes más crueles y sádicos eso quiere decir ¡¡¡ESTOY EN MEDIO DE PSICOPATAS!!!

-Oye en que tanto piensas? - me pregunta Blake colocando su mano en mi hombro a lo que yo doy un pequeño salto del susto

-eh, eh, na-nada - le respondo súper nervioso

-seguro? - me pregunta agachándose un poco a mi rostro. A lo que yo me sonrojo ligeramente

-s-si – le respondo aún más nervioso

-parece que tuvieras fiebre, estas rojo. Más te vale no enfermarte, un enfermo con un bebe solo son dos cargas inservibles. - coloco a Perséfone en su cuna solo para echarle una buena cachetada cuando escucho el golpe seco de Az golpeando contra el piso, se desmayo

-Az!!-me acerco a él para acomodarlo mejor colocándolo en una esquina sobre una manta - Az, ¿estás bien?

-está dormido no te escucha - me responde Blake a lo obvio - con esto se despertara - me dice al mismo tiempo que le echa al pobre de Az un balde agua fría, a lo que el despierta dando un brinco pero pierde el equilibrio y cae de bruces al suelo, otra vez

-¡Eres una bestia! - regaño a Blake, el me ignora y yo a él dirigiéndome a ver a Az que ya está despierto, esta sonrojado y respira agitadamente coloco una mano en su frente, está ardiendo, tiene fiebre y suda frio

-¿Cómo te sientes Az?

-como si un camión me hubiera pasado encima - me responde de forma pesada y haciendo un gran esfuerzo

-déjame que lo revise. - me dice Rubén, agachándose para colocarse a la altura de Az. Veo el volante preguntándome quien conduce o si estamos a la deriva, Blake conduce atento a la carretera y sin voltear a ver la escena.

-abre la boca-ordena Rubén a Az quien obedece, con una linterna examina su boca para seguir con su brazo y medir su pulso. Por ultimo revisa todo su cuerpo encontrándose con la mordedura que le hizo esa bestia a Az en la pierna

-¿Qué es esto?

-la mordedura de una de esas cosas come hombres - le contesto al ver que Az está a punto de desvanecerse, otra vez

-está infectándose - me dice para que me acerque y mire a la mordedura, las claras marcas de dientes humanos con un color rojizo casi negro, su piel hinchada roja y en algunas partes morada-su herida parece infectada, no sé qué hacer con eso no tengo nada para desinfectarla ni vendas ni nada, por otro lado no es eso lo que causa su estado porque aunque este infectándose aun la infección no ha avanzado tanto como para afectar su estado general; su pulso es lento y su fiebre es alta, acompañada de sudor frio. No sé qué tiene, pero es grave y no podemos hacer nada

-como que no podemos hacer nada?! - le pregunto alterado y con la intención de golpearlo, pero es Az quien me detiene tomando mi mano y mirándome con una sonrisa

-estoy bien, dormiré un poco y para mañana estaré mejor - me dice tranquilo y sonriendo con los ojos cerrados no me doy cuenta cuando cae dormido

-es lo mejor, que se mantenga en reposo hasta saber que hacer - me dice Rubén tendiéndome la mano para que me levante del suelo, yo la tomo más tranquilo, me levanto  y voy con Perséfone que hasta el momento seguía tranquila en su “cuna” la tomo en mis manos y la meso suavemente, para relajarla y relajarme al mismo tiempo. Sin darme cuenta me duermo junto con ella en brazos.

Despierto en la madrugada con los brazos dormidos por haber dormido en esa incómoda posición, sentado en una esquina observo a mi alrededor, Rubén vigilando en silencio esta sntadoen el asiento de conductor, desde donde solo puedo verle la espalda. Cerca de las puertas del camión esta Blake, se durmió sentado agarrado a un revolver. Y por último Az, dejo a Perséfone con cuidado de no despertarla, y voy a ver a Az duerme tranquilo, su respiración acompasada me da paz, me acuesto a su lado y me quedo viendo su rostro sus pacificas facciones, su desarreglado cabello. Recuerdo la primera vez que conocí a Az…

Fue un verano en la casa de la madre de Az, una cabaña en medio del bosque, ella y mi madre habían sido amigas de la universidad y se reunían después de años. Lo recuerdo yo timido como siempre estaba escondido detrás de mi madre, ansioso por conocer un nuevo amigo y miedoso de  no agradarle, y si era un matón que me robaba los dulces que me dio mamá? Esta y muchas otras cosas formulaba mi infantil mente, desde que fuera un gran superhéroe hasta el monstruo que se escondía debajo de mi cama. Al fin mi ansiedad calmo cuando mi madre me tomo de la mano y me presento

-Él es el hijo de la señora Cooper, Azrael –aun costado de su madre estaba el muy alejado de mis expectativas era un chico simple te daba confianza enseguida su agradable sonrisa te invitaba a saludarlo y hacerte su amigo. Enseguida él se acercó y me tomo de la mano…

-vamos a jugar? - me pregunto con una gran sonrisa sin siquiera permitirme responder fui arrastrado por él, hacia un pequeño patio de juegos. Mi madre se quedó hablando con la señora Cooper mientras yo estaba con Az…

-¿Cuál es tu nombre?-  me preguntaba sentado en el otro columpio

-An-Andrew

-Hola Andrew ¿te puedo decir Andy?

-s…si? - contesto algo dudoso

-Gracias, Andy, mi nombre es Azrael - se volvía a presentar tendiéndome la mano – gusto en conocerte - no respondo solo sonrió, siento que si dijera algo de seguro tartamudearía

-A qué quieres jugar? - lo pensé por un momento, y el único juego que se me ocurría eran..

-las escondidas - lo dije demasiado bajito, no porque quisiera, simplemente mi voz salió como un pequeño hilillo ahogado.

-está bien ¿quieres contar o esconderte?

-¡esconderme! –le digo animado, es la primera vez que me dejan escoger

-bien, contare hasta diez e iré a buscarte, listos 1, 2, 3... - comienzo a buscar un buen escondite, al tener el bosque en frente mío, no puedo resistir la tentación de tener un buen escondite. Cuido de  no alejarme mucho de la casa de la señora Cooper, encuentro mi escondite en un árbol hueco, en el que entro perfectamente. Espero, espero, y me aburro salgo un momento de mi escondite para observar un poco mi alrededor los árboles son grandes muy grandes, el cielo esta de un lindo color naranja, la brisa es suave, tenía mucha paz. Toco el pasto verde, encuentro unas mariquitas posadas en una hoja

-auch! - algo paso encima mío. Volteo para ver que fue, una ardilla. Se detiene un momento para verme, sus mejillas regordetas llenas de bellotas, su cola esponjosa, quiero tocarlo. Me acerco sigilosamente a la ardilla, pero escapa la sigo, es rápida. Corro tras ella es hábil, pasa entre arbustos y algunos árboles para al final trepar a uno. Ya rendido, me volteo dispuesto a ir de vuelta a mi escondite, pero… ¡¿Dónde estoy?! No recuerdo que los arboles fueran tan, TAN grandes, ni que el sol estuviera tan abajo, ni ser tan pequeño.

Agh, estoy perdido

Sin saber que hacer comienzo a caminar a ciegas, el sol cae rápido y sin darme cuenta ya estoy acurrucado en un árbol rendido y con miedo. Es demasiado oscuro, estoy nervioso, las manos me sudan, comienzo a temblar, la cabeza me da vueltas, me vuelvo paranoico atento a cualquier ruido, como si de pronto de un arbusto saliera el monstruo que siempre veo en mis pesadillas. Tengo miedo, mucho, como si fuera a enloquecer, me abrazo fuertemente a la raíz del árbol y comienzo a llorar como mi única opción ante tanto miedo

-¡te encontré! - doy un pequeño salto al sentir un mano sobre mi hombro, volteo lentamente temiendo que sea un psicópata, pero no, es Az que me ve con una sonrisa. Me abalanzo sobre el para abrazarlo, los dos caemos al pasto y yo sigo llorando escondido en su hombro

-eres muy bueno en el escondite - me dice acariciando mi cabeza - pero ya te encontré

-lo-lo siento estaba en un árbol y la ardilla, los árboles y.. y.. y estaba muy asustado!! - le digo entre llanto

-ya, ya, todo está bien. Está muy oscuro, si regresáramos ahora seguro nos perderíamos esperemos a que amanezca para regresar ¿de acuerdo?

- s-si - le digo aun llorando, seguimos echados en el pasto el acaricia mi cabeza hasta que yo me calmo, dejo de llorar y los latidos de su corazón, acompasados como canción de cuna, me invitan a un profundo y letargo sueño

Desperté rodeado por los brazos de Az, su rostro durmiente y pacifico me dan una paz que nunca había sentido, arruga un poco su nariz advirtiendo que pronto despertara. Abre los ojos lentamente y lo primero que hace es verme, y yo me avergüenzo al ser descubierto mientras lo miraba.

-¿dormiste bien? - me pregunta levantándose,

-si

-bien, porque es hora de regresar, vamos - me dice tendiéndome la mano para ayudarme a levantarme - toma, está haciendo frio – se saca el gorro y bufanda. Dejándome ver un pequeño moretón en su frente, donde le cubría el gorro…

-¿estás bien? - le digo tocando, el moretón

-ah, eso, estoy bien, solo me caí con una piedra. Fui muy torpe, es mi culpa - acaricio un poco más su herida. Estoy seguro que se la hizo al venir a buscarme…

-acércate - le digo para que se agache a mi altura él lo hace y yo le doy un corto beso en el lugar donde está el moretón - siento, causarte tantos problemas – él me sonríe y…

-nos vamos?-me toma de la mano y me guía hasta la casa de la señora Cooper, somos recibidos por mi madre y la señora Cooper. En cuanto me ve ella corre  me abraza con fuerza, siento sus lágrimas en mi polera, gotas liquidas y ¡Frías!

Salto mojado de mi lugar para ver a Blake con un balde vacío, no necesito ser adivino para saber que él me echo un balde de agua fría encima

-¡Animal! - le grito a lo que él me ignora y sigue con lo suyo después de despertarme

-aliméntala, tiene hambre desde que despertó hace ya media hora - me dice sin verme a la cara y señalando a Perséfone

-podías haberlo hecho tu - el sigue ignorándome, voy con Perséfone, la cambio, le doy su biberón y la dejo jugando con algunos juguetes para poder ir a ver Az, que parecía ya estaba despertando, sus labios estaban secos y piel pálida, no concordaban con la fiebre que tuvo ayer, hoy era todo lo contrario.

-cómo dormiste?-le pregunto, viendo cómo se sienta e intenta ponerse en pie

-bien - agh, odio cuando me miente. Claramente estaba peor, en vez de levantarse se cae sobre sus piernas

-tal vez, no tanto ¿me ayudas?-me dice con una sonrisa, siempre una sonrisa. Me agacho y coloco su brazo en mi hombro para que se levante. Lo dejo cerca a la ventana para que se distraiga

El sol me indica que ya es tarde, y el reloj?! Se fue junto con la cordura. Voy con Rubén para saber cuándo llegamos al hotel de mis padres, error, ya llegamos. Para el camión, extrañamente no hay ningún zombie, solo el viento. De alguna manera eso me deja con un sentimiento de angustia y soledad, podía creer que estuvieran vivos en medio de todo este caos, si, si no fuera así no hubiera hecho todo el recorrido hasta aquí solo me hubiera rendido y ya, hubiera esperado a que me coman, pero no,  estaba aquí alimentando esperanzas que probablemente sean estúpidas y otra vez acabe desilusionado pero… ¿no es de esperanzas de lo que vive la gente?

“esperanza”  tan simple y profunda

-oye levanta!, que ya llegamos - me volteo para ver a Az siendo empujado por Blake, y si hablo de empujar hablo de que lo golpea “suavemente” con el pie

-imbécil! - lo regaño, dando la cara por Az que parece ni se dio cuenta de la agresión. Como fui yo a acabar con este imbécil?!. A vivir con un individuo tan violento? Perdón, ¿dije vivir? Quise decir sobrevivir.

-vamos Az ya llegamos a casa, quiero que mis padres te vean. Ha pasado mucho tiempo ¿no? - le digo levantándolo suavemente para que se levante,  vayamos juntos a la casa solo por si acaso cargo un arma, una pistola pequeña, salgo con Az. Y dejo a Perséfone en el auto con Blake y Rubén, ellos vigilaran para ver que ningún zombie se acerque al hotel. Entre lentamente con el arma en alto, no escuchaba ningún sonido solo mis pasos y los pasos arrastrados de Az, me dirigí directamente a la habitación de mis padres. Estaba en el tercer piso use el elevador el sonido metálico y las luces que parpadeaban de vez en cuando hacían  parecer que el lugar había sido abandonado por años, llegamos al piso. Sigue nada, el silencio sepulcral me colocaba alerta ante cualquier movimiento. Era demasiado extraño para ser verdad, ningún cuerpo, ningún sonido, ni una bestia ¡¿Qué pasaba aquí?!... cansado de tanta tensión, apresure el paso, para llegar directamente a la habitación de mis padres.

Ahí estaba la habitación E5, frente a mí, con el pomo de la puerta en mi mano con Az al lado y solo esperando a que yo tuviera el valor de abrir la puerta, y encontrarme con mis padres

Enserio alimentaba esperanzas inútiles?

Abrí la puerta y entre, me dio un poco de nauseas el olor a sangre, de donde provenía? La alfombra tenía un camino de sangre, el color carmesí se extendía por toda la fibra, viscosa,  espesa, nauseabunda la seguí hasta guiarme a una puerta, esta vez no dude, abrí la puerta de golpe, deseando no hacerlo, me encontré con varios cuerpo desmembrados, con los órganos afuera intestinos y demás, muchos tenían la cabeza destrozada imposible reconocer sus rostros y eran de todos estos cuerpos de donde salía tanta sangre, sentí algo caerme en el pie, de entre esa montaña de cuerpos bajo la cabeza de mi padre a mis pies. Cruel destino…

Asombrado, asqueado, con unas incontrolables ganas de vomitar retrocedí un par de pasos, tapándome la boca he intentado respirar, fui a chocar contra una pequeña mesa que tenía un florero de cristal con flores… frescas

Eso quiere decir que…

Notas finales:

el proximo capitulo lo tendre yo creo para pasado mañana, asi que tenganme paciencia!

Chaito, besitos y ¡Graciaspor seguir leyendo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).