Han pasado tres días desde que llegue, y en esos tres días no me despegue de Perséfone o eso hubiera querido pues la pequeña al parecer le tomo MUCHO cariño a Blake es decir cada que podía se escapaba gateando a los brazos de Blake. Ahhh supongo que tanto tiempo sin ella tendría consecuencias, pero cuanto exactamente? Un mes y medio o eso fue lo que me habían dicho, cuando estuve encerrado en esa habitación blanca había perdido por completo la nocion del tiempo. También me había enterado de como Jin tenía amenazados a ese par, y como mi pequeña acabo con un tatuaje en la espalda, y bueno… ella intento hacer lo mismo conmigo, pero en cuanto vi que se acercaba con un brazalete y la pequeña maquinilla para tatuar saque mi daga y la amenace o más exactamente coloque un pedazo de hierro filoso contra su cuello ¡Soy libre cual viento! Nadie viene aquí a tratarme como perro con correa o ganado con marca!!.
Después del incidente con la daga, extrañamente Jin me permitió llamarla por su nombre y no capitana además de permitirme quedarme sin la necesidad de exactamente pertenecer a la resistencia, aunque si quiero puedo ayudarlos, como sea tengo libertad muy a diferencia de Blake y Rubén, los pobres no pueden hacer nada sin reportárselo a Jin. Jeje! No puedo evitar sonreír al pensar que una mujer talla pequeña tenga tan domesticado a Blake, Jaja!
-holaaaaaa~ tierra a Andrew~ - movía las manos frente a mi cara Jin, había comenzado a divagar en medio de una conversación que tenía con ella
-lo siento ¿Qué decías?
-que si quieres conocer a mi tío y primo
-mnh, no están molestos porque yo sea una boca más que alimentar?
-nah! Eso no importa mi tío solo lo dice porque si, en realidad está contento de encontrar más sobrevivientes
-je! Si es así, cuando vamos?
-pues ahora – dice tomando mi mano y llevando al tercer edificio, sería la primera vez que entraría a ese edificio. Pase por la recepción, y subí por el elevador todo normal hasta que me encontré con lo que parecía un laboratorio lleno de zombies y personas con bata blanca, la imagen aunque para mi sorprendente no me duro más de diez segundos en los que subimos por las escaleras y llegamos a la gran puerta. Sin tocar Jin entro con la total confianza del mundo
-¡Hola tío! – dijo ella animada dirigiéndose al hombre en la silla y con los brazos sobre el gran escritorio
-porque siempre que entras traes a alguien nuevo, Jin? –decía el hombre con una voz que parecía ser molesta sin embargo no lo lograba
- Porque soy un ángel de la luz que le gusta ayudar a toda pobre alma que se encuentra – decía Jin con puro sarcasmo, escuchando una leve risa dirigí mi vista a otro sector de la habitación en la que estaba un pelinegro con un mechón de cabello blanco, sentado en una silla y con un libro en manos
-prima, desde cuando una mujer que le parte como nada la cabeza a un zombie de un golpe es considerada un ángel?
-mi querido primo, tan agradable como siempre- decía Jin viendo con lo brazos cruzados al chico – vayamos al grano; Seiji, Andrew, Andrew Seiji. Tio Misato, Andrew, Andrew Tio Misato – nos presentaba de manera rápida Jin. –Ahora que lo conocieron adiós – como entramos salimos. Fue una presentación corta y ahora estaba otra vez sentado junto a Jin debajo de un árbol, ambos en un cómodo silencio pero algo me inquietaba
-Jin – mi voz rompió el silencio – dime la verdad ¿ustedes están buscando una cura? – pregunta tonta con respuesta obvia pero algo no encajaba dos meses en este caos y ningún resultado, algo sin duda no cuadraba.
-No…-respuesta inesperada y nada obvia. Todo cobraba sentido…
-¿Por qué?- la ´pregunta rondaba mi cabeza
-porque esto es único. Esto me hace sentir con vida, antes era una idiota ama de casa, aburrida de la rutina. Pero ahora todo es una nueva aventura cada día algo nuevo. Corriendo por mi vida siento la adrenalina pura. ¿Porque acabaría con ello? Cuando siento que al fin comienzo a vivir. Una cura solo significaría su fin…
-pero… ¡No eres solo tú y que hay de los demás! ¡¿Ellos saben que no hay una cura?!
-¡Claro que sí! Pero ellos no quieren irse tienen miedo saben que sin mí y mis cadetes allí afuera morirían en un pestañeo. No les importa donde estén siempre y cuando estén vivos y bien
-¡Si no salimos de aquí, se acabara la comida y el agua! ¡¡Tarde o temprano todo acabara!!
-¡Pero si puedo evitarlo no acabara! ¡¡¡Adoro el caos y nadie me lo quitara!!! – innegable, ella no comprendería mis palabras era mejor dejarla así. Ya vería yo como salir de aquí con los chicos de aquí. A lo lejos veo sus figuras acercarse son Blake con la pequeña en brazos y Rubén a un lado
-Al fin te encontramos – dice Blake cansado frente a mi
-que quieres – no es que quiera ser hostil pero es que con ellas palabras salen por si solas
-parece que a la flor no está de buenas: Vine para que veas esto – me dice señalando a la pequeña- anda Perséfone dile a mamá .. – incentiva Blake a Perséfone a hablarme. Tsk! Aun no me acostumbro a que me diga mamá
-Mamá! Papá estaba hablando con la tía Alina, papá estaba engañando a mamá con la tia Alina – decía claramente la niña, con una tierna voz, pero ¡¡PORQUE DEMONIOS CREE QUE SU PADRE ME ENGAÑA!! , ¡Es decir ni siquiera estamos en buenos términos para que siquiera crea que somos amigos! O…ups! creo que se me olvidaba lo más importante ¡¡¡¡Como una niña de tres meses podía hablar mejor que una de cinco años?!!!. Con una cara de sorpresa interrogue a Blake con la mirada.
-¿crees que si supiera porque esta así la traería contigo? – nunca puede ser amable!!. Extendí mis brazos para que me diera a la niña y así ver su estado. En si no era explícitamente malo que ella supiera hablar sino que era muy pequeña y lo que fuera anormal, casi siempre significaba algo malo. Vi si tenía fiebre y después vi su boquita ahí estaban ya casi todos sus dientes de leche que se supondría tendrían que salir en unos meses más. Vi a Rubén que sabiendo era doctor tal vez sabría algo, pero no…
- Ya lo revise con lo que tenía en este lugar pero su condición es demasiado rara, sus huesos se desarrollan de manera normal, solo que más rápido, su cuerpo y cuerdas vocales también no presenta ninguna aflicción ni dolencia. Nada simplemente crece muy rápido. Agh! Es preocupante no saber que tiene la niñata – dice Rubén con una cara molesta y preocupada – no me sorprendería que fuera una nueva enfermedad considerando que estamos rodeados de unas cosas come hombres. Así que por eso estamos aquí, queremos saber cómo encontraste a Perséfone
-mmm – intentaba recordar – Fue en plena avenida estaba en los… - calle al ver los ojos de Perséfone no estaría bien que ella escuchara ello, Blake me vio y luego a Perséfone
-Nos lo contara después – dice Blake dando por finalizada temporalmente la conversación, ambos se voltean dispuestos a irse pero es Jin quien los detiene tosiendo para llamar su atención.
-Cadetes junte a sus compañeros de división. Quiero verlos a todos frente al edificio uno, en diez minutos.-Ordena Jin a Blake y Rubén basta una mirada de asentimiento de parte de Rubén para que ambos se marchen para hacer lo que les ordeno Jin.
***
Tal cual dijo estábamos todos frente al edificio uno esperando a que llegara Jin. Yo estaba ahí más por curiosidad que por obligación. No me había despedido de Jin antes solo me fui después de unos minutos de silencio entre los dos. Se podría decir que estábamos molestos el uno con el otro, pero no es algo como para que no nos volviéramos a hablar en la vida, aun así había nacido en mí una pequeña llamita de algo. La desconfianza
Después de unos minutos más llego Jin. Y al frente como siempre comenzó a hablar
-Cadetes de la quinta división, como todos ya saben en la última misión fallamos sin embargo no tuvimos ninguna baja. Por lo que mañana a primera hora volveremos a salir para capturar a un clase diez. Dejo en claro CON VIDA – vi algunas caras de desagrado en algunos pero no dijeron nada, supongo que es molesto en no matar a una de esas bestias sabiendo que tienes la oportunidad de hacerlo.
La mañana llego rápido, después de una noche explicando como encontré a la pequeña, nada nos dio algún indicio de la condición de la pequeña. Me quede observándola toda la noche tenía una piel pálida hermosa y tersa unos labios rosaditos y con los ojitos cerrados dormía con tanta paz ignorante a los problemas a su alrededor tan inocente. Una niña toda inocente. Al amanecer tendría que salir con todos a la dichosa misión. En realidad no quiero ir pero tampoco puedo estarme aquí quieto y tranquilo pretendiendo que nada sucede. Saldría con los chicos, pero que haría con la pequeña? Todo en quien confiara estaría en esa misión, y no podría dejarla aquí con esos médicos y demás a estas alturas ya se habrían dado cuenta que la pequeña no es normal. Y con lo lunáticos que son temo que experimenten con ella. agh! no se qué hacer. Así fue como llego la mañana sin yo poder pegar el ojo, agotado me levante de la cama y fui a la ducha así me refrescaría un poco. Salí con la mente un poco más relajada, una toalla en la cintura y otra en los hombros mi cabello aun botaba algunas gotitas cristalinas, al abrir la puerta del baño me encontré con Blake nada mas con un buzo de algodón y nada cubriéndole el torso, a quien se imaginó que los reos eran unos gordinflones con barba están muy equivocados, al menos Blake no cumple con esa descripción él es alto moreno, y cabe resaltar con el cuerpo bien formado, en otras palabras todo un Adon… ¡¿Qué hago yo fijándome en el cuerpo de Blake?!. Tsk, camino y de espaldas a él comienzo a secar mi cabello y sacar mi ropa del closet, siento como sus pasos caminan hasta la puerta del baño, y ahí se detienen
-Alista a la niña la llevaremos con nosotros, no pienso dejarla con este montón de locos – me ordena y cierra la puerta del baño no dejando lugar a mis reclamos. Obedecí. De una u otra manera habría llegado a la misma conclusión no podría confiar en dejarles una pequeña humana a quienes ni siquiera creen en la humanidad
Escuche el rechinar de la puerta al abrirse era Rubén entrando lo mandaron a recogernos y al parecer iríamos nosotros tres con la sub capitana en el segundo camión y de polizonte a la pequeña Perséfone segura en esas cunas portátiles.
Al bajar ya estaba todo listo solo entramos al camión y partimos, en todo el viaje me mantuve mirando por la ventana a algunos de los edificios deteriorados junto a mi estaba la cuna de Perséfone con ella durmiendo y frente a mi Alina y Blake hablando sobre el plan para capturar al clase diez, que estaba hablando sobre el plan a ejecutar para atrapar al clase diez. No me importaba. Continúe viendo por la ventana, todo estaba tranquilo hasta que oí estática del hocki doki de Alina
-Capitana… hola me escucha… - intentaba hacer contacto Alina
-re re regresen hay un clac las clase – la comunicación era entrecortada y casi no se entendía lo que decía
-¡Rubén da la vuelta! – ordeno Alina pero fue demasiado tarde, estábamos rodeados por zombies la ventana se rompió y tenía un zombie sobre mí fue un golpe certero de Blake el que me lo quitó de encima reaccione y tome la cuna de Perséfone alejándola del lugar por donde comenzaba a entrar zombies como cucarachas, la puse detrás de mí tome una pistola de mi cinturón y comencé a disparar. Escuche un grito de Rubén
-tsk! – rechiste molesto, poco a poco fui retrocediendo hasta encontrarme con la puerta de la camioneta, estaba acorralado y en esta situación aún no sabía si lo mejor sería saltar cabía la posibilidad de que una horda de zombies estuviera ahí afuera esperando para devorarnos
-¡¿Qué esperas florecita?! – me grito Blake que estaba a mi lado disparando. Fue el quien me tomo de la mano abrió con otra la puerta y ambos saltamos de la camioneta rodamos unos metros y nos quedamos quietos en el suelo uno junto al otro no hubo tiempo para reaccionar un montón de zombies se pusieron en nuestro encima golpeaba a unos mientras disparaba a otros escuche como la camioneta choco y vi su explosión.
Rubén…. Alina…
Seguí forcejeando y con unos microsegundos voltee mi cabeza ahí estaba la cuna de Perséfone ¿en qué momento la había soltado? Todos parecían ignorar a la pequeña, no querían comerla?...
Yo seguí forcejeando, no podía confiarme tenía que tenerla entre brazos, solo así sabría que estaba segura, Blake pareció pensar lo mismo y comenzó a propinar golpes y disparos más certeros para quitarlos, de los nervios había comenzado a girar mi cabeza y así ver a Perséfone y después seguir disparando.
¿en qué momento salió de su cuna? No lo sé pero asombrado vi como su carita sonriente me miraba tenía un raspón en la mejilla y otra en la frente se paró y con sus piernitas temblorosas se paro extendió sus brazos y dio un pasito luego otro y otro.
Estaba caminando hacia mí
-mamá! Papá! – decía mientras se acercaba de manera lenta a nosotros, tome mi fusil de mi espalda y con eso golpee a tres de ellos que tenía encima me pare y corrí hacia ella la tome en brazos y cuando voltee tenía un zombie en frente, un disparo en su cabeza y con Blake jalándome comenzamos a correr sin rumbo fijo. Llegamos a lo que parecía una casucha de madera entramos y aseguramos jadeando y cansados nos sentamos en el suelo
-la mocosa no escoge el mejor momento para dar sus primeros pasos – me dice Blake. Era cierto, en vez de darlos en un parque con flores o en una habitación con alfombra y todos animándola. A ella se le ocurre darlos en medio de una matanza de zombies. Sin duda la pequeña era única
-papá, ¿estás enojado? – preguntaba la pequeña que se había escabullido de mis brazos y se había ido a sentar sobre las piernas de Blake, el acaricio su cabello y negó con la cabeza.
-bien hecho, ya puedes caminar – le dijo a la pequeña que le sonrió y abrazo. Perséfone tenía la apariencia de una niña de un año y ya podía caminar. Vi sus ojitos cerrarse, y caer rendida sobre Blake, se durmió. Hubo silencio por unos minutos
-Oye Andrew - fue Blake quien interrumpió el silencio, tenía una cara más seria de lo usual y me había llamado por mi nombre, eso no era normal. Lo vi dando a entender que tenía mi atención- hace ya un tiempo que quería preguntarte esto pero… ¿Qué paso con Azrael? – lo esperaba ya sabía que no podían estar mucho tiempo sin preguntármelo, tarde o temprano tendría que decirlo, decir que no pude salvar a Az que era un inútil, que todo este tiempo me aleje de Perséfone por salvar a Az y ni siquiera eso pude hacerlo ¿tenía que decirlo?.
-Oye no sé qué paso, pero si no quieres decírmelo no lo hagas. Tsk! Solo no llores - ¿estaba llorando? Con mi mano toque mi mejilla, si, estaba llorando las lágrimas salinas se deslizaban por mi cara me limpie los ojos, no podía seguir llorando. Pero porque mis lágrimas no paraban?. Cerré los ojos era humillante mostrarme tan débil ante alguien más, esperaba una burla de Blake pero… sentí una cálida mano acariciar mis cabellos
-ya niño, cálmate – su áspera voz sonó gentil y me dio algún tipo de consuelo, como un simple impulso o reacción como si fuera una costumbre repose mi cabeza sobre sus piernas y el siguió acariciando mis cabellos era relajante y cálido, deje de llorar y me mantuve unos minutos paz en ese cómodo silencio
Pero nada puede durar
Los rugidos de esas bestias comenzaron y la puerta comenzaba a rechinar por los golpes y rasguños que le propinaban esas bestias, la pequeña Perséfone se despertó y comenzó a frotarse los ojitos con una mano
-creo que es hora de irnos- dije al mismo tiempo que acariciaba los cabellos de Perséfone y ella me regalaba una tierna sonrisa
- Gracias –le dije esta vez a Blake regalándole una sincera sonrisa. Me levante e inspeccione el lugar, había botes de gasolina, trapos usados y botellas de cerveza vacías, una sonrisa surco mis labios
Esto sería divertido
Tome las botellas y las llene con un poco de gasolina rompiendo los empañe los trapos de gasolina y listo bombas molotov a la orden
-Blake… - lo llame con mi mano, le dije al oído el plan y al igual que yo sonrió ante la idea. Abrí la puerta y muchos zombies entraron a la casucha Blake les disparo con la ametralladora y así salimos corriendo Yo con Perséfone en brazos y Blake sigue en la casucha, la mayoría vino a mí, nos tenían acorralados entre un edificio y fue ahí cuando la bomba explotó, literalmente, les lance una bomba molotov y pude escuchar cuando Blake hizo lo mismo, fue divertido oír sus gritos de dolor y ver sus cuerpos quemándose entre las llamas, me escabullí entre las llamas y el edificio y me encontré con Blake que según lo planeado había salido por una ventana de la casucha mientras los zombies se quemaban había formado una perfecta muralla de fuego evitando que cualquier otro zombie se nos acercara, aprovechando el caos escapamos con Perséfone aferrándose a mi pecho.