Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sin Nombre por lilibel vangarret

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Año nuevo, fanfic nuevo... 1er capítulo de un fanfic que me prometí hacer ¡Yupi ^U^!

Antes que nada. Unas pequeñas aclaraciones. Habrá pequeños, mínimos, cambios

-Sí, como no.

-Dante, no interrumpas!! ¬¬# Bueno,... será una transcripción del anime, empezando desde el capítulo 10. Sí, desde el cap. 10 U_U No miento. Nunca lo hecho cuando se refiere a un fanfic.

Así que, pueden empezar a hacer cuentas de los capítulos que tendrá este fanfic. Sí, capítulos, varios. No un one-shot... ¿Por qué hago esta aclaración? Porque en esta categoría solo hay one-shot o crossover por todos lados ¡Odio los crossover y los one-shot de un manga que me guste >O<! ¿Qué es esa vaina de estar juntando frijoles con mango? porque eso hacen cuando meten un Harry Potter con un Blood+ O.o ¿WTF? CON TODO EL RESPECTO A LOS DEMÁS ESCRITORES U_U

Por lo tanto, atreviéndome a no recibir un Rw o a no ser leída, o a ser incluso insultada (por favor, absténganse de esto último UoU), haré este fic.

Notas del capitulo:

Hasta ahora, este fancif no posee nombre, ni sè como llamarlo U_U

 

 

 

 

 

Reposaba sobre la mesa de ese escritorio esa hoja de papel con la admisión de esa chica de corto cabello azabache. No siendo otra que la propia Saya con una foto donde usaba ese uniforme de su pasada escuela. Hallándose esos atentos ojos observándola en silencio, mientras tenía esa bocina de teléfono en su oído.

-Una llamada de ti? Eso es raro ¿A qué se debe?

-Decidí llevar el contenedor al almacén de experimentos.

Al otro lado de la línea era atentamente escuchado por ese hombre que le daba la espalda a la puerta de su oficina, dejándose ver parte de sus rubios cabellos por sobre el respaldar de la silla, reflejándose su apariencia en el enorme ventanal, permitiéndole ver la hermosa vista de la torre Eiffel.

-Es muy apresurado, no crees?

-Hay algunos extraños husmeando.

-Y? –inquiere ese rubio enredando su dedo índice y pulgar con el cordón del teléfono-

-Eso es todo.

-¿Estaba su Caballero con ella?

-... –calla por segundos, frunciendo levemente sus negras cejas–. Sí.

-Escucha, Karl. Los Caballeros son una conciencia divida entre muchos cuerpos ¿o no? –continua ese rubio en un tono conciliador-

-Somos hermanos, compartimos la misma sangre. No hay secretos entre nosotros.

Escucha al otro lado de la línea el claro sonido que haría una sonrisa. Para después escuchar de ese rubio:

-Un gran dilema de un Caballero.

Escuchando el sonido de la terminación de la llamada. Estirando Karl su mano para poner esa bocina. Reclinándose después con un gesto ausente.

-Hm... Hay cosas que debemos guardar unos de otros ¿no? –ironiza Karl en un tono molesto-

Posando su vista sobre esa flor azulado dejada sobre el expediente de Saya.

 

 

 

 

Cap1 Quiero conocerte.

 

 

 

 

 

Avanza Saya por esa galería de aquella escuela, sin sacarse de la cabeza la imagen de aquel pequeño pueblo con sus palmeras plasmado en ese folleto de Hanoi, lugar que visitarían de parte de la escuela. Penetrando a su salón de clases, ganándose que todas las miradas se enfocaran en ella y su amiga. Incluso, un grupo estaba reunido alrededor del puesto que la pelinegra ocupaba. Sin atención a los cuchicheos y miradas constantes se acerca Saya, extrañándose por reconocer una hermosa flor azul.

-Esto es... –murmulla Saya sosteniendo con dos de sus dedos esa exótica planta-

-Es una rosa azul! –repara Min– ¿Podría ser esto una confesión de amor del Fantasma?

 

 

Las campanadas de la torre de la capilla daban paso a la hora preferida de Saya, la hora del almuerzo. Tomando asiento con su respectiva ración, sin embargo, no cesaban los rumores de la rosa dejada por el fantasma, ganándose inconscientemente la envidia de esa chica rubia sentada a varios puestos. Anna Marie. Ya que, significaba ser la chica más linda de Lycee ¿no?

-Eso significa que él te ha elegido. –opina Min, impidiéndole a Saya dar ese bocado– ¿Pero de dónde creen que habrá conseguido una rosa azul?

-Apuesto que probablemente es... de ahí.

-Ahí? –parte Saya a la mitad esa pieza de pan, posando su mirada en ellas, atenta-

 

 

-"Al lado de la capilla hay una entrada a un jardín de rosas, al que las estudiantes no se les permite entrar. La señorita Lee dice que es porque es peligroso, pero el camino está bloqueado y nadie puede entrar"

-"Dicen que ahí hay rosas azules, aunque nadie puede entrar. Y ellos dicen que el único lugar en esta escuela donde puedes verlos es desde la cima del campanario"

Recordaba las palabras de sus compañeras, luego de haber salido de la cama y de su cuarto sin hacer ruido. Quedando al lado de ese campanario, cerca de ese barranco, en medio de la noche.

-Me entregaron una rosa azul. –pone al tanto sin expresión, luego de sentir esa presencia conocida detrás suyo-

-Una rosa azul? –inquiere Haji frunciendo levemente sus cejas-

-Quiero visitar el jardín de rosas del que las estudiantes estaban hablando. –posa su mirada a aquellas muros de cemento, teniendo en el centro en esas rejas cerradas. Al otro extremo de ese barranco–. Ellas dijeron que ahí hay rosas azules. Estoy segura que hay algo ahí que está conectado con el fantasma. Me pregunto si puedo entrar. –dice para sí sin dejar de ver al frente-

Siente una mano rodear su cintura, para después ser levantada del suelo y cargada entre los brazos de Haji, dando un largo salto. Sana y salva es dejada en el suelo al otro lado de esos muros, desplazándose por un sendero hasta otra nueva reja cerrada de una pequeña torre. Yendo a la cabeza se acerca admirando ese tapiz de florecidas rosas azules que devoraban esa reja y los muros a sus costados. Estira su mano deslizando el pestillo, no habiendo seguro o candado que le impidiera abrirla. Asomando su cabeza a ese hoyo rectangular en el suelo del que solo se podía ver oscuridad.

-Un subterráneo. –murmulla ella-

-Saya. –en tono advertido pronuncia-

-Echemos un vistazo. –lo ve por sobre su hombro. Ella no se iría de allí sin revisar-

A cambio, ese callado compañero avanza.

Desciende ella por esas largas escaleras, mientras caía ese pelinegro hincado dentro. Otra nueva reja atravesaba su camino, no impidiéndole que lanzara su vista a través de esos barrotes, divisando un enorme salón junto a una rectangular figura.

-Un contenedor? –repara en esos números inscritos en ese objeto–. Siete, dos, uno, dos, dos, seis. –repite para memorizarlos– ¿Qué hay en eso?

Acerca su mano al pestillo, pero esta vez, si estaba con seguro. Impaciente sacude esos barrotes, no consiguiendo abrir esa reja.

-Hay alguien ahí?

Deja Saya de sacudirla por esa voz femenina resonar desde arriba, tratándose de la señorita Lee que sostenía una lamparilla. Permitiéndole asomarla luego de ver esa primer reja sin su pestillo.

-Si estás ahí, entonces sal! –ordena filtrándose esa luz artificial por ese hoyo, no llegando hasta iluminar el fondo-

Habiéndose Saya y el mismo Haji pegado contra el muro, ocultándose a tiempo.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Un área subterránea en Lycee? –se extraña ese David al otro lado de la línea, en aquel hotel-

-Las rosas azules del fantasma estaban floreciendo cerca de la entrada. –pone Saya al tanto con ayuda de ese teléfono luego de escaparse del resto en medio de esa "salida escolar"–. Pero ese fantasma... Tengo un presentimiento de que él es diferente de los Chiropterans que encontré en Okinawa.

-Diferente? –detiene sus paso alrededor de esa sala, quedando a un costado de Julia-

-De alguna manera... –calla Saya, evocando dichas rosas azules en la entrada de ese alejado lugar de la escuela–. Más listo.

-Caballeroso. –pone David un significado-

-Caballeroso?

-Sabes qué había en esa área subterránea? –cambia el rubio de tema-

-Algunos barriles muy grandes. Y algo parecía un contenedor. –describe ella sin moverse debajo de esa palmera–. Um.., iba a volver ahí cuando regresara de Hanoi.

-Por ahora necesitas ser cuidadosa. Te contactaremos si lo necesitamos.

-Cómo están Kai y Riku? –inquiere ella preocupada-

-Sin cambios.

-Ya veo. Entonces, continuaré investigando al fantasma. –cuelga-

 

 

-De acuerdo al diario de Joel, los Caballeros son los protectores de Diva. En Rusia, Alemania, y ahora aquí. –describe Julia sentada con sus piernas cruzadas, a un costado de esa ventana de cortinas abiertas-

-Entonces Diva está aquí? –inquiere Lewis sosteniendo un pastel a medio comer-

-Entonces ese contenedor del que Saya nos hablaba... –se levanta David de esa mesa que tomó como silla–. No tenemos pruebas. Necesitamos verlo con nuestros propios ojos.

-No llamarás por refuerzos?

-Una teoría por sí misma no es suficiente para convencer al Cuartel General de actuar. –opina ese rubio en pie cerca al balcón, viendo hacia afuera–. Necesitamos pensar un método para pasar sin ser vistos en Lycee.

-Si eso es lo que estás planeando, entonces hay una gran oportunidad justo ahora. –toma la doctora la palabra, sonriendo-

-Oportunidad? –gira David a verla-

-Una vez al año una fiesta con baile es celebrada como la única función de Lycee de intercambio cultural. –recarga su rostro contra su mejilla sin borrar su sonrisa-

 

 

-La razón por la que hemos venido a este museo, es para que puedan entender la sangre y las lágrimas de la gente que ha hecho de Vietnam lo que es hoy, además de sus emociones. –hablaba la señorita Lee a la cabeza de ese grupo de jovencitas, sirviendo como guía-

Admiraba Saya aquel conservado museo de guerra, habiendo desde navajas, tanques, rifles, bombas de gas y explosivas. Por sobre todo fotografías y recortes de periódicos de esa época. Aunque otras pocas estudiantes no lo hacían.

-Realmente no estoy interesada en estas cosas de la historia de la guerra. Fue hace 20 años?

-No fue hace 30 años?

Escuchando de fondo las voces de sus compañeras y las reprensiones de la maestra se coloca frente a esa sección de fotografías protegidas y bien conservadas, reflejándose su figura en el lustrado cristal. Pero pronto sus ojos marrones dejan de verse a ella misma para enfocarse en esas imágenes plasmadas. Militares posando junto a sus rifles y municiones. Distorsionándose la imagen, pasando por la de un Quiróptero. Extrañándola. Pero no era la única imagen incomprensible que golpea su cabeza. La de un helicóptero sobrevolando el oscuro cielo nocturno, zumbando sus hélices... Demás Chiroptera hambrientos, con sus fauces manchadas en sangre aproximársele...

Traslada su mirada a una siguiente foto, la de una madre arrodillada protegiendo a su hijo que enfocaba sus ojos al lente, no prestando atención a ese tanque aproximarse. ¿O era una niña...? Unos ojos temerosos no dejaban de verla.

-"Yo... ¿Conozco esos ojos?". –piensa-

-Saya! –llama Min a su abstraída amiga-

...Ella atacando a una jauría de Chiropterans, o era ella frente a un hombre que atravesaba con su katana... Aterrada, la imagen de ella misma cambia a la de una Saya de largo cabello negro con manchas de sangre en su ropa.

-Saya. –se le acerca Min– ¿Qué estás haciendo? Todos están avanzando. ¿Saya? –se extraña por ese silencio e inmóvil chica delante de ese cristal-

¿...Esa niña desprotegida corría de ella...? ¿Esa niña temía de ella? Perpleja seguía Saya sumergiéndose en esas desconocidas imágenes.

-Cuál es el problema, Saya? –insiste Min, tomándola del hombro-

De golpe gira Saya su cuello a dirección de aquel que la toco. Admirando a su lado y en carne y hueso a esa niña que se ocultaba en su casa del terror y la catástrofe de fuera.

-N-No. –se aparta un paso-

-Saya?

-Aléjate! –gira sobre su talones, yéndose-

-Saya!

Quería correr lejos, muy lejos, pero a qué dirección si sus pasos la conducían a ese pasado que se negaba a ocultarse. Ella... Ella, con su largo cabello negro bañado en sangre sostenía esa katana que desmembraba, cortaba, decapitaba.... Lastimaba incluso a personas inocentes. Resonando en su cabeza el sonido de su espada chocar contra otra hoja igual de resistente... ¡Ya no quería recordar más!

 

 

-Usé mis vacaciones para venir aquí. –se reñía ese hombre mientras caminaba por el andén de esa iglesia, teniendo a su lado el atardecer de esa ciudad–. Pero a este paso no encontraré nada. Supongo que tengo que ir a ese lugar Lycee-lo que sea.

Sosteniendo ese cigarrillo en sus labios hablaba para sí ese hombre de modestas prendas. Pero, en medio de su distracción es llevado por delante, provocándole mandar a volar ese tubillo de nicotina. No siendo otra que la misma Saya que continuaba huyendo de su pasado, sin embargo, a unos metros se detiene para ver por sobre su hombro a ese hombre, mostrando un gesto de terror. Muy a diferencia de ese sujeto que le muestra un gesto bastante distraído.

Completo silencio comparten, decidiendo Saya reanudar su huida de sí misma.

-Qué diablos? –se dice para sí aquel periodista que fue a investigar acerca del vino y su conexión con la Farmacéutica Cinq Fleche-

 

Hasta ese callejón se detiene ella, recargándose agitada contra el muro.

-Yo.. –toma entre sus manos su cabeza, estrujando entre sus dedos su negro cabello. Las imágenes no se iban-

Sangre por doquier y sobre su ropa...

A cuántas personas lastimo.

Ella enfrentándose contra un humano que sostenía un arma distinta e igual de resistente que la suya...

A cuántas familias dejo sin sus miembros.

Ella hiriendo a humanos y Chiropteran por igual...

-Saya!

Un llamado. Provocándole separar sus manos de su rostro y posar sus ojos marrones al final de ese oscuro callejón. ¿Otra ilusión? Reteniendo la respiración por divisar una rosa azul mantenerse verticalmente en el aire, acercándose lentamente, frente a ella. Olvida esas imágenes de su pasado para sostenerle la mirada a ese fenómeno. Pronto, el sonido de unas pisadas junto a la silueta de un cuerpo, arrojándole ese hombre esa florecida rosa a sus pies.

-Fantasma.

-Saya. He esperado una oportunidad para verte.

Da ella media vuelta para salir corriendo, impidiéndoselo aquel sujeto que de un salto se le coloca delante en medio del camino, sacando su mano de entre esa larga capa, dejando a la vista una descomunal extremidad de verdaceo color.

-Un Chiroptera. –repara ella-

Antes de que pudiera hacer algo, desde los tejados se deja caer Haji de forma vertical con ese estuche de su violonchelo, impactándose en el suelo por haber sido esquivado, solo volando los fragmentos de suelo.

-Haji!

En respuesta es arrojada su katana, pero esa imagen de ella en un completo trance de excitación por el derramamiento de sangre le imposibilita desenfundarla. Algo que no sucede con Haji que con su daga en mano le hace frente al "Fantasma", chocando esa hoja con esa mano contraria, perdiéndola de su mano. A cambio, es desgarrado ese vendaje dejando a la vista aquella extremidad de garras, sujetándole la muñeca con ellas.

-Tú... Sí tú no existieras... –frunce el Fantasma su ceño sin dejar de ver a ese que maniataba su mano-

-Saya, pelea. –recuerda Haji sin verla-

-Qué... ocurrió? –murmulla ella sujetando con ambas manos su katana-

-Saya... –gira Haji a verla por sobre su hombro-

Distracción que es aprovechada por el enemigo que libera su mano, lanzándolo con una patada a un costado, siendo recibido por esa cajas de madera, amontonadas atravesando incluso la pared, provocando el impacto que parte de ese muro perdiera la estabilidad, desprendiéndose esa tolda y cayendo sobre Haji, levantando una nube de polvo.

-Haji! –se preocupa Saya. Viendo como ese enemigo giraba a verla con su silueta encorvada como si tuviera un enorme peso en su espalda– ¿Qué... Qué hice? –inquiere sin moverse de su posición-

-Tú lo heriste! –corre hacía ella con esa descomunal extremidad en alto, interponiendo Saya su katana sin desenfundar–. Ese es el problema. Tú lo tocaste... –frunce su ceño–. He estado esperando por mucho tiempo ¿Qué le ocurrió a la persona que conocía antes?

-Qué...? –no deja ella de verlo en extrañeza, floreciendo esas imágenes de la mañana, torturándola. Enfocándose en ese instante donde su espada atravesaba un cuerpo masculino y no uno infantil-

-Esa que lo abandonó... ¿O está escondiéndose dentro de ti? –levanta su mano libre para tomar ese rostro femenino de forma delicada–. Desde que te vi en el jardín de rosas de Lycee, ¡la palpitación en mi brazo derecho no ha cesado! ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas lo que ocurrió esa noche?

Nuevamente, una imagen más vivida de ese cuerpo masculino recostado contra el tronco de un árbol, mientras que ella presionaba su mango con fuerza, clavando esa hoja de su katana en la carne de ese traje militar por demás desgarrado, manchado de la propia sangre.

-Yo...

...Hundía esa lámina de acero en la carne contraria, provocando que chorros de sangre se dispararan a todas dirección, mayormente en su delicada pijama, en su rostro e incluso en su largo cabello negro. Extendiendo ese hombre su mano para tratar de alcanzar ese mango o de detener esa mano femenina que le infringía ese agonizante dolor. Ella...

-Yo... No lo sé. –se miente a ella misma. No quería aceptarlo-

-... –se sorprende aquel hombre abriendo exageradamente su único ojo expuesto– ¿Me estás diciendo que has olvidado esa noche... llena con la esencia del napalm y manchada con suciedad y llamas?

...Esas ráfagas de balas impactándose en su cuerpo y no causándole daño alguno, simplemente enfureciéndola...

-Sí. Esos ojos. –acerca su rostro a esa cara femenina de mirada vacía y profunda fluorescencia rojiza–. Esos mismos ojos que lo lastimaron a "él". Qué lo abandonaron. –muestra una sonrisa maliciosa sin dejar de soltar ese rostro de su palma-

-Yo... –balbucea temblando su mano sobre ese mango–. "¿Abandone a alguien? ¿Yo lastime a esa persona que abandoné?". –piensa-

...Esa mano de dedos estirados tratando de ayudarse en medio de su agonía pasa a la imagen de sus hermanos, Kai y Riku, y la de ese hombre que quiso como su padre. Por eso, con seguridad desenfunda su katana cortando de tajo esa extremidad que tocaba su cara, rebotando en el suelo quedando tras su dueño.

-Yo... ¡Aceptaré mi pasado! –firmemente sujeta con ambas mano ese mango–. Yo sólo haré lo que puedo, así que... así que...

El sonido de escombros ser removidos interrumpen a esa indecisa Saya, posando su atención en ese Haji en pie, fuera de ese enorme hoyo.

-Ya veo. Eso es ¿eh? Lo has olvidado. –frunce su ceño dando un giro para saltar, alcanzando a caer dentro de ese tejado de aquel edificio frente a Saya–. No lo recuerdas. ¿Quién eres tú, o qué has hecho, o a quien heriste? –dice dándole la espalda–. Lo has olvidado durante tu largo sueño. –gira a verla por sobre su hombro con una sonrisa maliciosa–. No recuerdas. No lo recuerdas...

Libera una risilla burlona para retirar esa máscara de su rostro, desplazando su vista sobre Haji.

-Presidente? –se sorprende Saya por reconocer al Director Karl del Colegio Lycee-

-No lo recuerdas. Si es así... ¡Si es así, entonces puedo disfrutar matándolos! –vocifera, alargando sus labios en perversidad–. Saya, incluso si has olvidado todo, no cambia el hecho de que eres peligrosa. Me iré por esta noche. –regresa a cubrir su rostro con esa máscara–. Separémonos por un corto tiempo. –rodea su torso con su descomunal mano en una venia, no disminuyendo su sonrisa-

Se va Karl de un salto. Había terminado por esa noche.

-Fantasma! –lo sigue desde el suelo, pero lo pierde de vista-

Quedando esa azulada rosa decorando los pies de Saya.

Notas finales:

¿Cómo les pareció este corto pero explicativo capítulo, eh? ¿No se esperaban este comienzo? Muchas preguntas se tejen ¿no? jaajajaj >////<

Dedicado al MARAVILLOSO two-shot de Rokutousei no yoru 
Autor: Yasumiyaoiii que, pese a no continuar el fic (el cual tenía BASTANTE futuro), decidí hacer uno por mi lado. No, no estoy robando el fic de otra autora, no soy de esas. No. Solo que me... cómo decirlo... ¡Ah, sí! inspiró a hacer este U_U. Por si me lees ¡GRACIAS, Yasumiyaoiii! Este trabajo se hizo realidad gracias a ti. OOXXX [abrazos y besos por si no lo entendiste ^_^]


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).