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Recuerda otra vez por Onigiri-kun

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Notas del capitulo:

OK... COMO LO PROMETI AQUI ESTA EL CAPITULO DOS Y ME ALEGRA MUCHO SABER QUE LES PARECIO INTERESANTE LA HISTORIA.

 

Un azabache se levantó de su cómoda cama con la sonrisa más grande que tenía, y como no si él amaba su vida y aún más amaba el día que era pues hoy nuevamente vería al amor de su vida. Camino hasta el closet que tenía y se puso su nuevo uniforme, le quedaba de maravilla.se miro en el espejo haciendo poses y mandando besos a su reflejo diciéndose mentalmente “soy tan sexi” y con ese pensamiento salió de su habitación para encontrándose con su familia en la meza desayunando.

-Buenos días hijo- dijeron ambos adultos con un sonrisa, el hombre de la casa estaba leyendo el periódico y su Madre servía el desayuno

 

-Buenos días familia- dijo Sasuke con su sonrisa afable.- ¿y mi hermano?

 

 

-Salió porque tenía un trabajo muy importante que entregar en la universidad… ahh ese niño ni siquiera dejo desayunado- dijo Mikoto con un tono molesto

 

-Cariño, Itachi ya es un hombre de veinte dos años- respondió su esposo aun con el periódico.

 

 

-No me importa. Debe alimentarse bien si es que quiere cumplir su metas… ¿Sasuke?- pregunto su madre cuando vio a su pequeño hijo llenarse la boca con hotcakes y tomar el jugo de naranja como si o hubiera mañana.

 

-Perdón madre- dijo Sasuke- pero hoy quiero llegar temprano, es una nueva escuela después de todo.

 

 

-Pero…- iba a replicar pero el azabache menor salió corriendo antes de decir algo más seguido por un ademan de adiós.

 

-Vamos cariño, déjalo, debe estar muy emocionado- dijo Fugaku comiendo tranquilamente.

 

 

-Pero ni siquiera lo saboreo TTT.TTT

 

Sasuke salió de su mansión antes de que su madre le diera un regaño por su atragantamiento, pero no podía evitarlo. Llevaba una década esperando volver con su novio después de irse al extranjero. Había mandado a investigar donde estudiaba y cuando lo supo rogo a sus padres porque regresaran a Konoha diciendo que el amor de su vida se encontraba en ese lugar.

Tardo un año prácticamente rogando día a día a día hasta que muy artos de eso decidieron aceptar además ellos también extrañaban su ciudad natal por lo consiguiente y viendo la desesperación del menor aceptaron.

La familia Uchija era una familia modelo tanto para la sociedad como para ellos mismos. Fugaku Uchija siempre se había mostrado como un padre amoroso y comprensivo aunque también era estricto pero no tan severo como a él lo habían criado.

El linaje Uchija descendía de casi dos siglos de generaciones pero el padre de Fugaku siempre se había mostrado indiferente y el sí que era estricto, quería que las cosas se hicieran bien y a su manera, de tal forma que Fugaku Uchija nunca había tenido una vida propia en particular, siempre estuvo complaciendo a su padre y la cereza del pastel fue cuando lo comprometieron con una completa extraña que llego a ser su esposa, siempre se sintió como un perro amaestrado y nunca replico nada a su padre pero después de conocer a fondo a Mikoto simplemente se enamoró de ella y de ese amor nacieron dos personas.

Nunca se había sentido más feliz que en cuanto supo que era padre. Itachi fue el primero en nacer y cuando lo tuvo en sus brazos solo pudo pensar en una cosa: tu tendrás la vida que yo no pude tener.

Y así fue. El nacimiento de sus hijos cambio su seriedad y se juró ser el mejor padre del mundo, uno quien sus hijos no solo lo quieran por ser su padre, sino que admiren la persona que es. Alguien a quien parecerse. Y con ese pensamiento siempre presente había criado la familia que ahora tenía. Y no podía dejar de sentirse orgulloso por ello.

Mikoto tenía prácticamente la misma historia que su esposo y debido a que su madre siempre estaba ocupada y las sirvientas eran la que tenían que alimentarla, ella se había prometido que siempre cocinaría y estaría al pendiente de sus hijos.

Itachi era el hijo mayor, un hombre de gran carisma y sentido de la responsabilidad, tantas cualidades tenía que nadie pensaría que tendría algún defecto. (Ya saben Itachi es perfecto XD)

Sasuke siendo el hijo menor había sido el más consentido de la familia, el exceso de atención lo habían convertido a sus cuatro añitos en el dolor de cabeza de todas las criadas, aunque con sus padres siempre era todo un amor, poco a poco su personalidad fue cambiando hasta convertirse en un amargado de primera, arrogante, egoísta, pretencioso y sobre todo orgulloso. Llego a tener seis años y sin esperarse despareció un día.

A Mikoto casi le da un infarto cuando no encontró a su bebé por la casa y Fugaku casi llama al FBI para que averiguaran su paradero pero unos cuarenta minutos más tarde el pequeño argumentando que quería dar un paseo y que todos estaban muy ocupados como para pedírselos. Les había contado que conoció un chico y que se habían citado el día siguiente para jugar porque ya eran amigos. Sus padres le dieron el sermón de su vida que estuvo tan aburrido que a la mitad de este ya había quedó dormido en el sillón con los ojos abiertos.

Para la sorpresa de los progenitores Sasuke iba siendo cada día más alegre y contaba con mucho esmero todo lo que habían jugado ese día y que ese niño era el más genial del mundo porque lograba contarle historias de todo lo que estaba en el parque, cosas sobre cementerios, hadas, zombis y flores que ocultaban duendes. Los padres siempre lo tomaban de buena manera ya que su hijo se divertía como nunca, jamás Sasuke había sido tan expresivo como en esos instantes.

Fugaku había llegado un día avisando que se mudarían debido al trabajo y Sasuke se opuso rotundamente. Pero nada sirvió para cambiarle la palabra a su padre, el trágico día llego y fue a despedirse del niño que siempre iba a jugar con él y cuando regreso solo les dijo a sus padres

-        Le prometí a Naruto que regresaría por él y seriamos novios después no casaríamos. Ambos lo juramos- respondió el azabache con una sonrisa melancólica y unos ojos llorosos.

Sus padres solamente tomaron las palabras de su hijo como un juego de niños, aunque les pareció un poco triste como su hijo se despedía de su único amigo, pero no podían hacer nada al respecto.

Desde ese día Sasuke se dedicó a escribir ante el miedo a llegar a olvidarlo, escribió como era, que le gustaba y todos los momentos que pasaron juntos, dibujo y siempre había tenido su imagen presente en sus pensamientos. Le pidió a su hermano que le enseñara a dibujar personas solo para no olvidar la cara de su futuro esposo. Todo lo que hacía se dedicaba a él en algún punto.

Pasando los años su personalidad volvía a ser la misma que antes y también ya comenzaba a olvida aquel niño con el que había vivido memorable aventuras, comenzaba a madurar y a ver la obsesión con el rubio como un juego de niños. En la escuela se sorprendió al ver que era algo anormal ver a dos hombres juntos y eso le hizo reflexionar sobre sus palabras. Su ego subió por los cielos y también su popularidad, en un punto de su vida de adolescente decidió tener novia lo cual nunca le provocó el sentimiento que le provocaba acorarse del rubio.

Una vez que lo había emborrachado casi se acuesta con una chica que ni conocía, rubia y de ojos azules pero en cuanto el la beso, la imagen de su promesa que se encontraba oculta en el cofre más profundo de sus recuerdos y rápidamente se alejó para regresar a su casa.

Tomo esa libreta que le había dedicado al rubio y la leyó un sinfín de veces sin aburrirse de sus memorias y retomo la decisión que había tomado a sus seis años.

Le preocupaba mucho la situación en la que se encontraba. Incomunicado. Su rubio amor talvez y ya tenía novia, o ya estaba casado o… muerto… casi se arranca su cabello ante esa suposición, tenía miedo. El rubio de sus recuerdos debía estar bien, debía estar vivo para que pudieran casarse en un futuro peo como podría saberlo.

Y luego recordó que era un Uchija. ¬¬

Le conto a su familia la situación ya que tenían la suficiente confianza para ello. Enterarse que Sasuke seguía encaprichado con su amigo de la infancia fue… no muy agradable pero aunque trataron de explicarle que aquello era una locura, la determinación del azabache menor fue tan grande como la muralla china que al final solo le quedo a Fugaku pedirle a un viejo amigo que investigara la residencia de Naruto. Sasuke suspiro aliviado ante la noticia de que el rubio estaba vivo, bien y sobre todo soltero. (XD)

 

-Eso significa que el aún está pensando en mí. Él me está esperando y yo a él.- esa frase fue seguida de un discurso bien ensayado (¬¬) sobre el amor, el hilo rojo del destino, la anti homofobia y la felicidad todo eso, estratégicamente elaborado con la ayuda de su hermano mayor (Itachi el perfecto, XD) y resulto ser tan conmovedor y al mismo tiempo agobiante que sus padres decidieron mudarse nuevamente.

 

Apenas llevaban dos semanas en Konoha y la convicción de Sasuke se convirtió en una telaraña de inseguridad. No sabía muy bien cómo abordar la situación. Comenzó a elaborar tarjetas con palabras que vio en muchas películas románticas, poemas y al final quiso quemar todo eso por lo cursi que se escuchaba.

-Itachi…- menciono el menor- ¿cómo se supone que haga esto?

 

-Sasuke… no puedo creer que hayas gastado todas mis fichas de trabajo en tus poemas de enamorado ¬¬- dijo su hermano buscando entre cajones más fichas para su exposición.

 

-Deja eso. Esto es ms importante, dentro de dos días lo veré nuevamente y no sé qué decirle…- reprocho el menor acostado en el suelo mirando su montón de fichas.

 

-Un hola sería una buena placentación.-menciono el Uchija mayor.

 

-Un hola soy tu amigo Sasuke de la infancia y prometimos casarnos no suena muy romántico.

 

-¿Qué quieres entonces?

 

-Un reencuentro especial. Ya sabes un jardín lleno de rosas y una fuente, un piano de fondo y…

 

-Y…- esperó a que el menor terminara su frase.

 

-¡Esto es tan cursi!- dijo Sasuke golpeando su cabeza contra el suelo.

 

 

-Primero tienes que presentarte y luego…

 

-Lo beso- dijo el Sasuke levantándose de golpe

 

 

-No. Lo asustaras ¬¬

 

-Pero ¡ahhh! Este amor es complicado

 

 

-¿Estás seguro que lo amas?

 

-SIP. Siempre lo amare pero él no tener ningún contacto con él hace las cosas complicadas. Aprecio mucho ese recuerdo, el recuerdo de cuando éramos niños pero la promesa a pesar del tiempo sigue intacta, todo es cuestión de ver si sigue aquí el chico de hace años que robo mi corazón y mi alma, pero si es que cambio solo me queda enamorarme del nuevo Naruto- al terminar de decir eso Sasuke tenía esa mirada de omnipotencia que tanto caracterizaba a los Uchija. Itachi solo sonrió paternalmente y abraso e su querido hermano por el cuello.

 

 

-Itachi…

 

-Vamos a comprar algo mañana ¿vale?

 

 

-SIP.- respondió al azabache con un leve rubor en sus mejillas.

La conversación no le había ayudado mucho a Sasuke sobre la presentación perfecta pero al menos ya se sentía más tranquilo. Al día siguiente tendría que acompañar a Itachi a comprar algo que según su hermano sería un bonito detalle para el reencuentro.

Miraron por todas partes y al final lo que le había llamado la atención al Uchija menor era una hermosa chaqueta azul claro con la que aria juego con la belleza natural de su rubio y sobre todo realzaría sus ojos.

Aunque cuando se fijó en el precio de chaqueta trago duro ya que pese a tener dinero de sobra en su familia Fugaku siempre les daba el dinero que un adolescente normal debía recibir como mesada para inculcarles humildad y que el dinero no se debe mal gastar. Saco su billetera y comenzó a contar lo que tenía, mientras su hermano decidió ir a la papelería para comprar más tarjetas de trabajo, ya que alguien se las había terminado ¬¬.

Continuó contando su dinero y cuando creyó tener la cantidad necesaria dio un salto de alegría pero al hacerlo choco con alguien que no pudo ver y la moneda que a completaba el precio, cayó al suelo rodando tomando un rumbo dístate, antes de que pudiera disculparse por la persona que tiro que solo alcanzó a ver una sudadera negra llegaron un par de colegialas con faldas demasiado cortas a preguntarle si era extranjero a lo cual el solo ignoro olímpicamente, reviso el lugar donde se hallaba la persona que había tirado pero ya no estaba y luego busco rastros de su moneda pero tampoco estaba. TT.TT

Cuando Itachi llego se encontró con su hermano sentado en una banca en un lugar apartado, parecía estar todo tranquilo solo se podía ver otra persona sentada en el extremo opuesto del parque con algo entre manos.

-¿Qué paso?- pregunto Itachi

 

-Nada… solo que no pude comprar lo único que le habría gustado.- respondió un poco triste

 

 

-¿Cómo sabes que es lo único que le habría gustado?- pregunto con curiosidad

 

-Es mi novio… se le hubiera visto lindo- dijo con la mirada en el suelo.

 

 

-¿Porque no le hiciste caso a papá o a mamá y dejaste que le compraran algo del extranjero? ¿Quieres que te preste dinero?- pregunto nuevamente

 

-No. Es mi novio y quería comprarle algo con mi dinero. Si le compro algo con el dinero de otra persona ya no sería especial

 

 

-¿Porque?- preguntó

 

-Es que no lo entiendes Itachi. Debe ser algo de los dos, no debe haber terceros involucraos… haces preguntas tontas- dijo Sasuke con un mohín.

 

 

-Claro, claro, un virgen como yo que podría saber sobre el amor- menciono Itachi con tono sarcástico (no se crean, sigue siendo virgen XD)

 

-Cállate ya.- gruño exasperado

Caminaron de regreso a casa pasando por el otro extremo del parque donde un extraño veía un muñeco en forma de gato como si fuera lo más interesante del mundo, claro que esto solo lo noto Itachi (el perfecto) mientras que Sasuke maldecía su suerte.

 

***

 

Con eso de antemano había llegado a su nueva escuela buscando entre un mar de cabezas alguna que fuera rubia y perteneciera a un chico, obteniendo un resultado negativo de su parte. Suspiro un poco decepcionado, comenzó a revisar los salones desde la ventana para encontrar al rubio ¿Qué tanto habría cambiado? Mucho, poco o nada. Pensar en eso le hacía sentir como una colegiala enamorada cayendo en cuenta de que lo era, estaba enamorado, enamorado de una sombra del pasado.

Llego al segundo piso aun pensando que debería decir aparte de un hola y como debería presentarse, había leído cinco novelas románticas y nada le parecía lo suficientemente perfecto para su rubio. Llego a un aula en donde al asomarse por la ventana, sintió su alma salir de su boca y nuevamente entrar.

Ahí estaba. Cabello rubio, ojos azules, marcas en el rostro, concentrado leyendo un libro y anotando con la otra mano.

Tan lindo, tanto tiempo… algo en su interior se removió, un latido, un nudo en su garganta.

Había soñado tanto con ese momento, había estudiado todo lo que conllevaba el romance, había atesorado su rostro por diez años. Sentía que si no se daba prisa comenzaría a llorar, un sentimiento que desato una cadena de locura por su cuerpo, nerviosismo, un temblor en sus manos, las ganas de llorar, todo absolutamente era un caos. Tenía que actuar rápido.

Todo lo que había practicado se había ido al caño.

-¡HOLA NARUTO!- grito lo primero que había llegado a su mente, entro decidido con una sonrisa pues no podía contenerlo, estaba feliz, diez años y una promesa de niños y ahora la podría hacer realidad. No le importo nada, ni los alumnos, ni el maestro solo entro pateando la puerta y cerrándola de peso ante la incredibilidad de todos. Camino elegantemente puesto que sus pies se sentían pesados y sus rodillas temblaban, sentía que se caería en cualquier momento pero logro llegar a lugar de su rubio.

 

-¡¿NARUTO?!... ¡¿Qué PASA?! Estas pálido.- menciono preocupado trato de no gritar pero sentía que si dejaba de hacerlo se echaría a llorar enseguida. Miro al rubio con detenimiento, diez años y no había cambiado mucho, la altura desde luego aunque seguía siendo más alto por cinco centímetros pero al parecer todo seguía igual, noto que el rubio se había puesto pálido y se maldijo mentalmente por arruinar semanas, meses y años de preparación para el reencuentro perfecto.

 

-Ahh disculpa ¿te conozco?- esa voz, cuanto había soñado por oír su voz, casi la había olvidado y ahora sonaba un poco más grave y eso era obvio ahora si no mal recordaba el rubio debía tener quince años, aprecio por un momento la voz pero algo hizo clic en su cabeza, no se detuvo a pensar en las palabras que había dicho el rubio, solo se había concentrado en su voz pero ahora procesando la pregunta del rubio…

 

 

-¡¿QUE?! ¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿SOMOS NOVIOS Y NO TE ACUERDAS DE MI NOMBRE??????????!!!!!!!!!- grito desesperado, eso sí que no se lo esperaba. Tenía la impresión de que había olvidado algo y recordó de inmediato su hermano diciéndole que asustaría a Naruto con sus ideas y a el mismo recordando todo lo que quería evitar y que había hecho en ese instante. Se dio cuenta de su error y miro a todos y luego al rubio que pareciera que le había contado un chiste tan malo que ni siquiera daba risa lo malo que era.

 

Notas finales:

GRACIAS A LOS QUE ME DEJARON SUS COMENTARIOS. :D


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