Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contra el tiempo por acuariuscorpio

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos! *-*/ Gracias por tomarse el tiempo de leer esta historia, espero disfruten el cap XD

“Para: El dulce pelirrojo

Hola querido. Verdaderamente es un placer saludarte de nuevo, aunque al parecer yo no soy de tu agrado, mi niño lindo, me pareces tan tierno, quizás por eso te doy un trato especial y no serás asesinado de manera tan brutal como mis otras víctimas, así que juguemos por un tiempo, a qué vos sois el detective -aunque todavía no termines tu carrera-trata de averiguar quién soy, quizás te deje pistas, quizás no, no lo sé, soy tan versátil a la manera de actuar, aunque siempre el principio y el final esconden varios misterios. Ah se me olvidaba, para que el juego sea aún más divertido, te diré mis estados de ánimo por el color del sobre, he aquí los colores: Rojo: enojo, Verde: Felicidad, Azul: tristeza.

PD: Por cierto ¿No se te ha cruzado por la mente el huir? Hay distintos países que tienen un tinte demasiado turístico ejemplo un lugar turístico es Kremlin de Moscú.”


Mentiría si dijera que no tuve las ganas de correr y huir lejos de este país, pero recordé las palabras de mi hermano “La carrera que has elegido, es por demás difícil y más cuando te encuentras frente a frente con el enemigo, sólo en ese instante tienes que pensar con la cabeza fría, si te es posible pensar como tu enemigo” Sonreí vagamente al recordarlo, pues aunque en aquel momento me rehusé a aceptarlo, ahora veía que tenía toda la razón, estrujé la carta contra mi pecho y emití un suspiro cansado, pensé en las cosas que podía hacer mientras se llegaba la hora clases-pues la carta me había quitado el sueño-y poder alistarme para otro día de escuela, así que me di la tarea de ponerme a leer, hasta que me llegara de nuevo el sueño.

Por fin los primeros rayos de sol pudieron verse en el horizonte, anunciando un nuevo día, iluminándome para así despertarme perezosamente y levantarme de la silla en la cual horas antes me había quedado dormido. Me alisto lo más lento que puedo, pues aún tengo mucho tiempo para llegar a la facultad.

Camino rumbo a la facultad pensando en las palabras mencionadas en la carta, pues no hay que ser muy listo para saber que es alguien cercano a mí el que me dirige el presente, el problema es que aquí no tengo a nadie cercano.

-¡Hey, Camus, aquí!-escucho la voz Aioria interrumpiendo en mis pensamientos al mismo tiempo que se acerca junto con Shaka.

-¡Hola, Aioria!-digo con una sonrisa establecida en mi rostro, me sorprendo al tenerla, pero trato de disimular la misma.

-¿No quisieras salir conmigo y Shaka por ahí? ¡Será divertido! ¿Verdad Shaka?-Dijo después de que se hubieran instalado a mi lado mientras lo escucho atentamente y dirijo mis ojos al rubio que sonriente asiente.

-Está bien, acepto ir-digo después de darle un rápido análisis a la “salida” organizada por el chico de ascendencia griega y es que aunque no tenía muchos ánimos de salir, tampoco podía quedarme en casa esperando a un asesino que estaba prácticamente “detrás de mí”.

No dijimos más, porque la maestra había llegado, interrumpiéndonos así en nuestro “plan” para salir. Así que nos fuimos a sentar mientras la docente tomaba lista, cuando hubo terminado, empezó con la clase.

-Bien, chicos, la clase de hoy tratará de los tipos de criminología, si bien la criminología es un estudio tan complejo, tanto así, que se ve en la necesidad de dividirse para poder estudiar e investigar desde distintos campos el crimen.  Hay distintos tipos y por consecuencia varios estatus que se encargan de cada cosa.-escuché que dijo la maestra mientras sacaba una libreta para apuntar lo más importante-Ejemplo, a la hora de analizar un crimen de tipo homicidio, tienen que ver distintas “campos”, ejemplo, interviene la medicina, pues un médico forense se hace cargo de ver y analizar la muerte de la víctima; La autopsia. Los resultado los debe dar a la criminología científica*, pues se encarga de ver los “comportamientos”, en este caso asesino, respecto a la víctima. Con ayuda de un psicólogo forense estudian el historial de la víctima para comprender mejor la forma de pensar del asesino y así encontrar una manera de dar con él, además de ver posibles candidatos para el homicida…¡Milo!

Bien, todo iba bien hasta que el imbécil que está detrás de mí, estaba dormitando y por consiguiente causó el grito de la maestra a media clase.

-¡¿Qué, qué pasó?!-exclamó mientras su mano se instalaba en mi hombro izquierdo. Sentí como el párpado derecho se movía involuntariamente y conté mentalmente hasta diez con la esperanza de tener más paciencia.

-¿Podrías quitar tu mano de mi hombro?- pregunté al mismo tiempo que quitaba su mano del mismo con una sutileza forzada.

-¡Ah! Sí, yo…

-¡Antares!

-Sí maestra…

-Explique a la clase de lo que estaba hablando-escuché decir a la maestra antes de que el chico detrás de mí soltara un improperio. Reprimí una risa, porque sí que estaba disfrutando de la pequeña “desgracia” de Antares, más no me duró mucho, pues con una seguridad propia de él, se levantó de su asiento y caminó unos pasos hasta situarse a la altura de dónde estaba.

-Chicos, lo que la maestra trataba de decir es que en la criminología tiene muchos campos y se requiere la ayuda de muchas ciencias para resolver un caso-dijo mientras miraba fijamente a la maestra-nosotros como criminólogos en esta primera fase aprendemos sobre la criminología científica ¿Pero, de qué exactamente se encarga? Muy simple, de recoger datos que sean útiles para encontrar al causante de nuestro caso-suspiró para luego voltear a mirarme y después regresar su mirada a donde originalmente estaba-pero si me permite agregar algo, maestra, creo que la criminología debería tener al menos, creo yo, la base de la psicología, pues si bien la necesitamos para analizar los expedientes tanto de la víctima como del victimario, también la necesitamos para dar con él, pues tenemos que pensar como “homicida” para encontrarlo, es decir, pensar como el contrario y eso sería imposible sino sabemos dominar los principios de la psicología.

Mentiría rotundamente si dijera que las palabras de Antares no me sorprendieron en absoluto, pues en primera pareciera como si él hubiera estudiado todo el semestre y se lo hubiera aprendido de memoria, en segunda la mirada tan intensa que me dirigió al momento de decir todas esas palabras y la fina conclusión que dijo, sólo pude pensar una cosa. No conozco lo suficiente al chico que detrás mí.

-Muy bien, Milo, puedes sentarte-dijo la maestra sorprendida, pues al parecer no se esperaba las palabras de Antares. Él sonrió y volvió a su lugar. Las clases continuaron con la normalidad de antes, a excepción de que el chico rubio no se volvió a dormir.

-¿Y entonces nos vamos?-dijo Aioria mientras alistaba mis cosas para salir, pues las clases habían finalizado.

-Ah sí, se me había olvidado-contesté apenado.

-¡¿Cómo es que has olvidado la salida?!

-Shh, Aioria. ¿Quieres que te ayude con tus cosas?-dijo Shaka con un gesto amable, asentí y juntos empezamos a guardar mis cosas.

-¡Hola, chicos!-exclamó Dita mientras se acercaba en compañía de Death.-Saluda, Ángelo, no seas mal educado-dijo mientras empujaba a Death al frente

-Hola.-Saludó forzadamente, mientras Shaka y yo asentíamos.

-¿A dónde irán? Que no me invitan

-Pues no sabemos…a donde nos lleve el viento.

-¡¿Cómo que no saben?!...a dónde el viento-dijo Afrodita escandalizado-ustedes, ¡Ay! Me dan vergüenza, van a salir y no saben a dónde irán, ustedes no saben nada de salidas-dijo mientras se abrazaba dramáticamente a Death para luego recomponerse-afortunadamente me tienen a mí para que les ayude, pero como Camus es nuevo ¿Qué tal si lo llevamos a conocer la ciudad?-dijo con un brillo en los ojos- ¿y salimos de compras?

Traté de negarme, pues las salidas a lugares concurridos no eran mi tipo, me causaban una gran desesperación, pero Shaka y Aioria replicaron en que necesitaba conocer la ciudad, que no sólo podía ir de mi casa a la facultad, así que me vi obligado a aceptar.

-Bien, bien ¿Cuál será el primer lugar en visitar?-dijo Shaka, pues si bien ya habíamos decidido ir a la ciudad, nos faltaba que lugares especialmente íbamos a visitar.

-Pues yo tengo muchos-contestó Dita con un brillo en los ojos. Suspiró mientras cerraba los ojos y adoptaba una pose pensativa- Atenas se le conoce como la “ciudad de la historia olímpica” porque aquí nacieron los juegos olímpicos, pero aparte de ello cuenta con una historia fascinante, por ello por donde vayamos encontraremos grandes restos arqueológicos, pero tardaríamos bastante en recorrerlos, así que yo digo que vayamos a la Plaza Sintagma, además hay cafeterías y restaurantes cercas que por cierto cocinan muy bien.

Tanto yo como mis ahora amigos nos quedamos pasmados ante lo que acababa de decir Dita, pues apuesto que ni Aioria conocía tan bien su ciudad natal como el peliceleste que nos estaba hablando tan entusiasmado.

-Pues no se diga más, iremos ahí.-dije tratando de sonar entusiasta, algo que casi no logro de no ser por Shaka que me siguió.

-¡Sí!-exclamaron los demás dando así su apoyo a la idea.

-Pero, nos falta alguien…

-¿Quién?-pregunté, pues creía que ya estábamos completos.

-Milo…
El nombre me cayó como un balde de agua helada, pues era a la persona  la cual no quería ni ver, bueno, claro después del asesino.

-Ahh…es verdad.

-Sí, deja le dijo. ¡Milo! Ven

-¡Ya voy!-exclamó Antares siendo que estaba a unos cuantos metros de nosotros acompañado de unas chicas a las cuales desconocía sus nombres.-¿Se puede saber qué quieres, Aioria?

-Pues te quería…

-Mira lindo…-interrumpió Afrodita con los ojos cerrados, para después abrirlos rápidamente-¡¿Nosotros estamos pintados o qué?! ¡¿Acaso no sabes que cuando llegas a un lugar se saluda?! Y lo más importante…¿Por qué rayos estás con esas “chicas”? si les puede llamar así, ya te he dicho miles de veces que te consigas alguien que te ponga en tus cabales y te jale las orejas, porque yo ya me estoy cansando.

Todos, absolutamente todos nos quedamos callados al mismo tiempo que tratábamos de acallar las risas en nuestro interior, pues Afrodita podía ser todo amor y color de rosas, pero, al parecer cuando se enojaba sí que cambiaban las cosas, al punto de que nadie se atrevía a contradecirlo por miedo a ser reprendido.

-Por Dios, ¿Qué haré contigo?-suspiró cansado.

-Yo…lo siento.

-¡Pues más te vale, por que sino…!

-Ehh…chicos-dije tratando de llamar la atención, más que nada de Dita, pues gracias a sus regaños, habíamos olvidado el principal motivo por el que Aioria había llamado a Antares, afortunadamente Dita pareció entrar en razón y pudo guardar silencio.-Aioria…-volví a hablar, pero esta vez para incitar al castaño a que hablara, éste volteó a verme y en su mirada pude leer un “gracias”.

-Eh…sí, Milo ¿No quisieras ir con nosotros a la Plaza Sintagma?

-¿Yo? ¿Para qué quisiera ir a ese lugar abu…?-Detuvo su hablar, pues el peliceleste lo miraba tan fijamente.-No, es decir ¿A qué irán?

-Pues a mostrarle a Camus la ciudad, ¿a qué más sino?

-No iré.

-¿Por qué?-respondió Shaka, pues aparentemente él era el único que no se daba cuenta de nuestros roces.

-Mira Shaka, la respuesta a tu pregunta es muy simple, aquí hay una persona presente a la cual no me interesa ver ¿Entiendes?

-¿Quién es?...

-No puedo decir.

-¿Entonces no irás?-dijo esta vez Afrodita.

-No.

-Bien.

-Ya, no creen que no debemos obligar a Antares a algo que simplemente no quiere-dije tratando de que los demás desistieran en la idea de invitar a Antares.

-Sí, Acuarius, por primera vez te doy la razón-dijo mirándome fijamente con esas turquesas que podrían compararse con la fiereza del mar- así que me voy, adiós.-Dijo para después salir del salón.

-Ah…¿qué haré con ese chico?-dijo el peliceleste muy afligido, en su mirada se le notaba la tristeza, quise consolarlo, pero al parecer Death se me adelantó

-Dita, ahora vuelvo, si quieren pueden adelantarse-Por primera vez habló Ángelo- Más al rato los alcanzaré, ahora que me acuerdo me quedan unos pendientes que hacer, así que nos vemos.-Y así también abandonó el salón.

-Bueno sólo quedamos, Shaka, Camus y Afrodita.-dijo Aioria sonriente-así que ¿Qué esperamos? ¡La Plaza Sintagma nos espera!

Caminamos alrededor de media hora para llegar a la plaza, al verla no pude quedar más que maravillado, pues los edificios eran inmensos en comparación mía, había leído e investigado por internet algunos de los sitios turístico de Grecia que algún día pudiera visitar, sin embargo los recientes acontecimientos me habían “arruinado” en querer conocer la ciudad. El piso era mármol, de un blanco tan impecable, que podía compararse con la pureza misma, en el centro había una fuente, que si bien no era ostentosa, tampoco era demasiado simple, pues el mismo mármol la recubría, a los costados había árboles que permitían la sombra y por último al frente de todo esto, a una altura considerable se encontraba un edificio de grandes proporciones basada en la arquitectura griega, era sin duda el Parlamento de Grecia, todo esto se miraba sensacional y más de noche, pues las luces contribuían a que el paisaje se realzara sobre lo demás.

-Lindo paisaje, digno para ser fotografiado ¿No, Camus?-un suave estremecimiento me recorrió en todo el cuerpo al escuchar es voz tan desconocida, por lo que levanté mi vista hacia él, lo que vi me dejó sin palabras, pues a centímetros de mí, un chico de cabello rojo, no tanto como el mío y corto me miraba con una sonrisa instalada en sus labios-¡Oh! Perdona si te asusté, Camus.

-¿Qui-quién eres?-atiné a decir, pues el nerviosismo aún no se iba de mi cuerpo.

-Ah…-pareció desilusionarse-así que no sabes mi nombre, yo lo lamento…mi nombre es Surt.

-Ah, mucho gusto-contesté sin saber qué decir.

-No te asustes, Camus. Vamos en la misma facultad, para ser exactos en el mismo salón, pero al parecer tú no te habías percatado de mi presencia.

-Yo, lo siento-fue mi turno de disculparme, pues en realidad no tenía idea de quién era.

-Jaja no te preocupes, a todos nos suele pasar eso.-No sabía qué contestar, por lo que nos sumimos en un incómodo silencio.

-¡Camus! ¡Camus! ¿No vas a venir a…? ¿¡Qué haces aquí?!

Tanto Surt como yo volteamos a ver hacia la dirección en la que se escuchaba la voz propia de Aioria, pero al verlo no podía ver lo que veía, el Aioria que yo conozco no se parecía al Aioria que tenía a unos metros de distancia, su rostro denotaba una molestia mal simulada si es que se le podía llamar molestia, sus manos estaban contraídas, hechas un puño. Definitivamente el Aioria que estaba presente no era el mismo, no, porque yo conocía a uno simpático.

-¿Qué pasa Aio…? –Preguntó esta vez Afrodita caminando junto con Shaka a mi dirección, pero al ver a Surt, tampoco pudo disimular su molestia, sus ojos celestes miraban con furia al chico que estaba a mi lado, mientras que Shaka suspiraba resignado.
-¿Qué haces con él, Camus?-volvió a hablar Aioria.

-Yo…-no tenía la mínima idea de qué contestar. No entendía el porqué de la molestia de Aioria y Dita.

-Ehh…chicos, tranquilos-habló Shaka esta vez, tratando de calmar al castaño y al peliceleste-Camus, te estábamos buscando para ir a cenar a un restaurante que según Afrodita la comida de ahí es muy buena. ¿Qué dices, vamos?

-Sí…

-¿Te acompaño, Camus?-habló de nuevo Surt, volví a mirarlo y sonreí apenado.

-¡Oh no, no lo hará!-exclamó Aioria enojado.

-¡Cállate, Aioria!-dijo Shaka levemente irritado-Camus, puedes invitar a tu…amigo-sonrió forzadamente mientras jalaba a Dita y  Aioria a la dirección del restaurante.

-Yo, Surt, lamento el comportamiento de Aioria y Dita, nunca se habían comportado de esa manera.

-No te preocupes, ¿Te parece si alcanzamos a tus amigos?

Asentí y nos encaminamos directo al restaurante “Maiandros” que estaba a unas cuantas cuadras de la plaza Sintagma, al entrar pude reconocer el dulce aroma de la comida griega, el lugar era modesto, ni muy elegante, ni muy simple, en su punto medio. Estaba adornado de mesas color café oscuro cubiertas con manteles de color azul oscuro, sobre ellas había velas aromáticas, dándoles un aspecto un tanto romántico, busqué con mis amigos con la mirada encontrándoles en una mesa en la esquina del restaurante, así que me encaminé junto con Surt a ellos.

-Él no se puede sentar aquí, Camus-dijo Aioria aparentemente calmado, al menos, más que en la Plaza Sintagma.

-¿Por qué?-repliqué, pues se me hacía de mal gusto en que excluyeran a mi ahora amigo.

-Porque no, él- señaló a Surt- no se puede sentar aquí.

-Aioria, cálmate-exclamó Shaka-Camus, lamento el comportamiento de Aioria.

-¡Ja! Como si Aioria tuviera la culpa de “éste” se vaya a sentar con nosotros-bufó esta vez Afrodita con las manos detrás de su cabeza- Lo siento, cariño, pero “tu amigo” no se puede sentar con nosotros.

Lo miré intentando ver el porqué del casi odio de Dita a Surt, pero no obtuve nada.

-Eh… ¿Por qué estás molesto, Dita?-habló Death, pues había llegado al restaurante junto con Milo, pero éste no me miraba, sino a Surt con la misma molestia de Aioria y Dita, más no profirió ninguna improperio como estaba acostumbrado a hacerlo. El peliceleste con una mirada le indicó a Ángelo el causante de su molestia-¡¿Qué haces aquí?!-preguntó con ira impregnada en su voz.

-¡Ángelo, cálmate!-habló de nuevo Dita-no tiene caso hablar con seres inmundos.

El ambiente era tenso, pues nadie hablaba, casi todas las miradas estaban puestas en chico de cabello corto.

-Yo no me sentaré con él-dijo Antares por primera vez desde que entró al restaurante.

-¡Estoy de acuerdo!-gritaron todos al unísono, menos Shaka.

-Camus, no les hagas caso…-habló de nuevo Shaka.

-No te preocupes Shaka, de todas maneras no todos vamos a caber en la mesa, y me iré a otra con Surt.-hablé firmemente, me miraron sorprendidos menos Antares, pues evitaba mi mirada. Asintieron y me alejé a unas cuántas mesas de ellos, pues no quería incomodarlos.

-Yo, en verdad lamento las cosas que te hice pasar, Camus-habló Surt cuando ya habíamos llegado a una mesa.

-No te preocupes…

-No, en serio, para que veas que en verdad lo lamento, te invito la cena-dijo guiñándome el ojo.

-No es necesario. Yo puedo pagarlo.

-Camus, por favor…sino creeré que no aceptas mis disculpas.

-Está bien-respondí con una tenue sonrisa. Pasaron los minutos y un camarero fue a atendernos, pedimos nuestros respectivos platos y se fue.

-Y dime ¿De qué país vienes?-me dijo después de que nos hubieran traído los platos.

-Francia-contesté degustando la comida.

-Ahh…

Nos sumimos en un completo silencio, pues a decir verdad yo no era muy platicador que digamos y más al sentir una mirada penetrante que si bien no me daba miedo, tampoco me daba alegría sentirla, de tantas veces que la sentía, tuve que levantar mi vista forzosamente en busca de ella, encontrándome con las turquesas de Antares, un estremecimiento me recorrió desde mi cabeza hasta los pies, suspiré profundamente tratando de calmarme.

-Yo, Surt…tengo que irme-dije en apenas en un susurro.

-¿Por qué? ¿Estás bien, Camus?

-Sí, sólo que olvidé que debo visitar a alguien-mentí.

-ahh…¿Quieres que te acompañe?

-No es necesario.

-¿Seguro?

-Sí.

-Bien, supongo que adiós, Camus.

-Sí, adiós, Surt.

-Espera…-dijo cuando ya planeaba retirarme de ahí- ¿Algún día podrías tener…una cita conmigo?- me sorprendí por la repentina invitación, pero no lo demostré.

-Quizás…ahora, adiós.

Y así abandoné el lugar lo más rápido que podía, dirigiéndome a mi casa, al llegar no pude más que recostarme en mi cama, pues aún sentía la penetrante mirada de Antares sobre mí. Traté de olvidarlo pensando en otras cosas como razonando la última carta, aunque tampoco era la mejor idea. “Siempre el principio y el final esconden varios misterios.” Decía, no entendía qué significado podría tener, si es que tenía uno, no traté de darle más vueltas al asunto pues poco a poco sentía al dios del sueño envolverme.

Notas finales:

Gracias por tomarse el tiempo de leer, no me maten por el nuevo personaje, pero es indispensable para poner celoso a Milín (?XD

Criminología Científica: Es una de las ramas de la criminología, en ella se trata todo lo relacionado con el homicida, tanto su historial como ver la escena del crimen y hacer análisis. En pocas palabras es una investigación.
Milo hace referencia a que se necesita la psicología, pues estudian el comportamiento del victimario antes, durante y después de la escena del crimen. 

La psicología forense se encarga al igual que los criminólogos el el investigar los comportamientos del asesino, pero a diferencia de los primeros, un psicólogo forense se mantiene en pose neutral y lleva las pruebas ante el tribunal ya sea para inculpar o no al aparente acusado. (Aclaro es una de las tantas acciones que realiza esta profesión).

Nos vemos después *-*/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).