Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloodlust: Sed de sangre. por Raes

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Quedó así.
A medio releer, muchas cosas quise cambiar pero entonces cambiarían otras cosas... así que, espero se entienda.

Si sale bien esto, tal vez haga otro fic parecido de la manera que se me cruzó mientras escribía la tercera parte. XD!

 

 

  Frente a ellos, dos pares de botellas de vidrio descansaban sobre la mesa del comedor. Esa misma semana, Yongguk había salido por fin de su habitación y lucía más tranquilo que los días pasados. Jongup y JunHong sospechaban que el contenido de los frascos fuese sangre, o algún jugo concentrado, y Youngjae también, pero lo que ninguno de los tres sabía era la razón de por qué estaban allí reunidos.

 

            – ¿Te sientes mejor, hyung? –Preguntó Zelo cuando el mayor de los seis se ubicó en su asiento. El aludido asintió con una ligera sonrisa.

            – Me siento mucho mejor, y es por eso que necesitaré de esto.

            – ¿Y qué es? –preguntó Youngjae impaciente.

            – Es una imitación química de sangre humana –contestó Himchan. Los tres menores fijaron su mirada en él animándolo a continuar– Somos vampiros, y nuestra naturaleza de vida radica en la sangre de un humano. No podemos alimentarnos de esa manera por siempre, es  peligroso.

            – Para ambos –continuó Yongguk. Las tres miradas viajaron del segundo mayor a él–.Es peligroso tanto para un humano, como para uno de nosotros.

– ¿Por qué? –Insistió Youngjae.

            – Si basamos nuestra alimentación sólo en sangre, pudiésemos desarrollar nuestro instinto destructivo, y no seríamos capaces de vivir como lo hacemos ahora, ni de alimentarnos con comida humana –explicó–, podríamos perder la consciencia y lastimar a cualquiera que se nos cruce.

            – ¿Y para nosotros, cuál es el riesgo? –Youngjae parecía ser el único impaciente.

            – Si atacásemos a un humano para existir de esta manera, sería imposible que sobreviviera.

 

  Youngjae meditó por varios segundos lo que acababa de escuchar. Prácticamente lo que estaban diciéndole era que, por el resto de sus vidas, tendrían que beber de esa botella para evitar matar a un simple mortal. O en este caso, a alguno de los tres.

 

            – Pero… –Himchan interrumpió los pensamientos del menor volviendo a captar su atención– también nos es imposible vivir de esta manera. –Tomó uno de los frascos y se los pasó para que pudiesen observarlo–. Es una imitación que extiende el deseo de alimentarnos con sangre humana, pero necesitamos de ella en algún momento. El deseo se vuelve más frecuente mientras no tengamos a nuestro dador definitivo. –Eso último intensificó la curiosidad en Youngjae, inclinándose sobre la mesa para estar más cerca de quien hablaba– Todo vampiro debe poseer un emisor de sangre permanente, quien pueda cedernos voluntariamente su sangre cuando la requiramos…

            – ¿Pero no era que esto simulaba la sangre? –Intervino JunHong sosteniendo la botella oscura en sus manos.

            – Es así, pero no podemos vivir sólo bebiendo de eso. Cada lapso de tiempo, nuestro cuerpo nos pide sangre real de un humano, y éste debe ser del mismo cada vez. De lo contrario, beber de ese líquido por siempre desataría la misma peligrosidad que el no hacerlo.

 

  Era confuso. No podían alimentarse de sangre real por siempre porque era peligroso, pero tampoco podían estar sin ella. Necesitaban una mínima ración de la real y ésta debía provenir siempre de la misma persona. La sustancia de imitación servía para controlar su deseo de alimento, pero en grandes cantidades y por un lapso de consumo prolongado sin alternarla con la real, terminaba siendo peligroso igual.

 

  Youngjae agradecía no ser como ellos, llevar una vida de vampiros no parecía sencillo.

 

 

 

 

 

 

 

  Himchan verificó las galletas a través del vidrio del horno, evidenciando que faltaba dorarse. Sabía que Youngjae estaba sumido en sus pensamientos cuando se quedó estático observando el vaso preparado. Si no fuera porque era quien más tiempo pasaba en la casa -debido a su trabajo- no habría podido deducir que Youngjae estaba guardando una pregunta para él, la misma tal vez que lo detenía de hacer algo que quería.

 

            – ¿Cómo… cómo se lo pediste?

 

  Himchan sonrió al escuchar a su compañero hablar. Por fin parecía haber tomado una decisión.

 

            – Yo no se lo pedí, sólo surgió –respondió suave–. Necesitaba un dador y JunHong estaba siempre conmigo. No fue difícil darnos cuenta de que necesitábamos del otro.

            – ¿Y Yongguk hyung?

            –  El caso de Yongguk fue diferente.

 

  Youngjae suspiró. Himchan tenía Zelo como du dador definitivo, y Yongguk tenía a Jongup como tal. Luego de que los menores le comentaran lo sucedido, no los había visto actuar extraño, ni débiles por la (quizá) falta de sangre en el organismo. Actuaban como siempre habían sido.

 

  Pero entonces, notó que Daehyun no estaba por ninguna parte.

 

            – Sabes que Daehyun aún no tiene a su dador, ¿cierto?

            – ¿Me estás obligando a algo? –Youngjae se sintió atacado por un instante.

            – No puedo obligarte a hacerlo, eres tú quien decide. –Contestó Himchan empleando su característico tono suave.

            – Hyung… –murmuró el menor–, no estoy seguro de poder hacerlo…

            – La condición de Daehyun está empeorando. –Dijo el mayor volviendo a mirar por la puerta de horno– Cada vez es más inestable.

 

 

 

 

 

 

 

  Esa noche había tenido un sueño extraño, el cual hizo que despertara en varias ocasiones por la noche. Sentía un calor abrazador rodeándolo mientras era apretujado entre masas calientes que impedían su libre movimiento. No le encontró significado lógico, parecía ser otro más de esos sueños azarosos.

  Cuando la mañana cayó en su dormitorio, se vio obligado a despertar cuando sintió la respiración fuerte de alguien detrás de sus orejas. Sospechaba que se tratase de JunHong, puesto que en ciertas ocasiones se pasaba a su cama cuando tenía alguna pesadilla y no podía conciliar el sueño. Giró esperando encontrarse con el menor recostado a su lado, sin embargo, en su lugar, Daehyun estaba inclinado sobre él con ambos ojos cerrados y respirando fuertemente muy cerca de su rostro. Sus mejillas adoptaron un tenue color rojo mientras hundía su cabeza en la almohada esperando a que el contrario se distanciara de él. Algo que no ocurrió.

 

            – ¿Qué haces? –Murmuró Youngjae colocando ambas manos cerca del cuerpo de Daehyun sin tocarlo.

            – Jae –susurró e inhalando su suave fragancia masculina– buenos días.

 

  Daehyun sonrió sin apartarse de su sitio, y fue cuando Youngjae notó lo distinto que se veía. Sus pupilas estaban dilatas y sus labios entreabiertos dejaban ver sus colmillos del tamaño de siempre. Sus ojos, claramente, no eran los mismos y su voz era muy grave y ronca. Temió por lo que podría suceder, pero Daehyun se apartó de golpe y abandonó su habitación sin siquiera esperar a que le respondiese.

  No supo con exactitud si lo que sintió fue miedo y pánico luego, por haber creído y pensado que Daehyun le haría algo, o si fue la ansiedad que no le dejó moverse apartándose para dejar que sucediera lo que sea que fuese. Cualquiera sea, su corazón se aceleró en tan sólo segundos.

 

 

 

 

 

 

 

  Youngjae suspiró en su sitio apoyándose contra la encimera al lado del horno. Era consciente de que Daehyun decaía física y emocionalmente mucho más seguido comparándolo a cuando superó su etapa madurativa. Su inestabilidad lo obligaba a encerrarse en su habitación y quedar al cuidado únicamente de Yongguk y Himchan. Lo que no sabía era la razón de su desequilibrio, y por qué no dejaban que lo acompañara aunque sea un par de horas, como se lo permitían a los dos menores. Era frustrante desconocer el motivo, y sospechaba que no se lo dirían a menos que fuese de vital importancia.

 

            – Falta poco –cantó Himchan haciendo espacio en la mesa para las galletas– ¿No probarás la bebida? –hizo referencia al vaso con sangre artificial diluida.

            – Hyung –lo llamó el menor serio–, ¿por qué no me dejan visitarlo cuando se siente mal?

            – ¿A Daehyun? –la pregunta fue más obvia que le arranco una mueca de disgusto a Youngjae en respuesta– Porque se siente mal y necesita descansar.

            – Pero ustedes...

            – Yongguk y yo somos iguales que él. Entendemos por lo que tiene que transitar y sabemos cómo ayudarlo para que no la pase tan mal. –Respondió quebrando su postura y tomando unas servilletas de tela.

            – ¿Y Jongup y JunHong?

 

  Le dolía que le estuviesen mintiendo. Claramente escondían algo y el único presente allí como para contestar a sus dudas, era Himchan. Ya no podía seguir evitando lo que sucedía, esperando a que las respuestas llegaran a él por sí solas, su paciencia tenía un límite y estaba seguro de que andaba muy cerca.

 

  Por otra parte, Himchan  abandonó lo que estaba haciendo y regresó a su posición. Su rostro ya no reflejaba una sonrisa, ni leve ni nada, la seriedad se apoderaba de sus facciones volviéndolo intimidante (como pocas veces lo habían visto).

 

            – Nosotros no negamos tu visita, Youngjae. –El susodicho dejó ver su confundida expresión. Finalmente, Himchan sentenció–: Es Daehyun.

Notas finales:

Y sí, mucha meeeeezcla.

;_;

Queda la 3er (última parte) y concluyo con esta rareza. XD!

Saludos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).