Capítulo 3
Esa misma tarde Alejandro caminaba sobre el pasillo de su escuela, se dirigía hacia el cubículo del profesor Michael
Alejandro llego al cubículo, dentro y vio al profesor Michael, leyendo como de costumbre, mientras Alejandro se acercaba al escritorio, el profesor Michael se preparaba para recibirlo, cordialmente lo saludo y lo invito a tomar asiento
Alejandro y el profesor Michael pasaron horas hablando sobre el libro que el profesor Michael había dejado, además de hablar sobre otros libros que el profesor Michael le había recomendado
El profesor Michael y Alejandro disfrutaban de su mutua compañía a ambos les apasionaba la lectura, y amaban discutir sobre sus innumerables libros , el profesor Michael solía prestar libros a Alejandro , para el profesor Michael los libros eran el mejor regalo para él , y sus libros aún más , los atesoraba , pero solo a Alejandro se los prestaba
El tiempo paso, y ya era noche, el reloj marcaba las 9 y ya era muy tarde, el profesor Michael miro el reloj
-Alejandro, ya es muy tarde, déjame llevarte-dijo el profesor Michael
-No, profesor, es demasiado – respondió Alejandro
-Alejandro, por favor, tú mismo me has contado sobre el rumbo de tu casa, no quiero que te pase nada-dijo el profesor Michael
-ok, muchas gracias profe – dijo Alejandro
Alejandro tomo sus cosas y las metió en su mochila, mientras que el profesor Michael recogía su lap y la metía en sus portafolios
El profesor dirigió a Alejandro hasta su auto, le abrió la puerta, se sentaron y arranco el auto
Durante el camino, el profesor Michael preguntaba por la salud de su madre, y Alejandro contestaba tristemente, pues su madre se había estado sintiendo mal desde hace algunas semanas
El profesor Michael era el único que sabía el verdadero origen de Alejandro, se acercaban cada vez a su casa, pasaron 3 cuadras y llegaron
Al llegar a su casa, Alejandro se preparaba para bajar, cuando de repente el profesor dijo
-¿Ya sabes que quieres estudiar?
Alejandro sintió un nudo en la garganta y dijo
-Lo sé desde hace mucho , pero también sé que tenemos muy poco dinero , mi padre está trabajando doble , hasta triple jornada , y mi madre ya no puede trabajar más que en casa , yo y mi hermano le ayudamos a mi madre en casa , pero a veces ni aun así no nos alcanza , y pues he estado buscando becas , pero pues no creo que quieran aceptar a un chico de mi clase , y sabe eso es muy injusto , usted mismo sabe lo mucho que me he esforzado y pues..
-Alejandro, leí tu ensayo sobre lo que quieres estudiar, y me quede sin palabras nunca había leído una propuesta tan concreta y original como la tuya y tan caritativa sobre la Economía – dijo el profesor Michael
-Y sabes de mi cuenta corre que tú seas economista, mereces estar en la mejor escuela, y por eso te ayudare a entrar a la mejor escuela de Economía, y yo te pagare tus gastos, sabes que puedo con eso y más...-dijo el profesor Michael
Alejandro no podría creerlo y comenzó a llorar, y con lágrimas en los ojos dijo
-Muchas gracias, yo le prometo ser el mejor, y le voy a devolver cada peso –
-puedo ayudarle en su empresa o en su despacho-
-Alejandro no es necesario, quiero que te concentres en la escuela, pero es buena idea Alejandro, así sabrás mas del campo laboral-dijo el profesor Michael
-Claro, todo lo que puede hacer por usted, no sabe cómo el agradezco-dijo Alejandro
-Alejandro, yo veo en ti potencial, y lo sabes-dijo el profesor Michael
-Quiero que me veas no solo como tu profesor, sino como un guía, un compañero, dijo el profesor Michael
-¡¡Gracias!! – dijo Alejandro
-Alejandro, tú me recuerdas a mi hermano, y no quiero que esto lo mal intérpretes, yo te ofrezco mi más sincera ayuda- dijo el profesor Michael
-No se preocupe, eso lo entiendo, lo sé, en verdad gracias-dijo Alejandro
Alejandro se despidió el profesor Michael, y le dio un ligero abrazo, Alejandro agradeció, el profesor se despidió, Alejandro bajo del auto y por última vez de despidió
Las intenciones del profesor con Alejandro eran las mejores, Michael era un bueno hombre, y ahora Alejandro tenía una nueva oportunidad, una nueva oportunidad para sobresalir, Alejandro podía ver un camino frente a él, pues el profesor ya solicitado el lugar en la mejor escuela para Alejandro
Al bajar del auto Alejandro con ojos llorosos camino sobre la calle, cuando de repente Iván se acerca con una expresión extraña
-¿Quién era ese tipo que te trajo?-pregunto Iván
-Es mi profesor, ya era muy tarde y decidió traerme- respondió Alejandro
-Pues para ser tu profesor estaban muy juntos-dijo Iván
-Además, ¿Por qué estas llorando? , ¿Te hizo algo? –Pregunto Iván
-Dime, y vera como le va, no creas que por que viene todo de traje no le voy a pegar-respondió Iván molesto
-¡Iván basta! No me hizo nada –respondió Alejandro
-No puedo creer que pienses eso de mí, él es mi profesor-respondió Alejandro
-Y sabes me dijo que me va ayudar a estudiar, me dará una beca para estudiar en la universidad-dijo Alejandro
-¿Y a cambio de que?-pregunto Iván
-A cambio de nada, solo que yo iré a ayudar a su empresa, sabes ya estoy muy cansado, me voy-respondió Alejandro
-Y no me gusta cuando te pones así, yo no soy como los demás, y sabes en vista de que no me preguntaste por el baile de mañana te diré – respondió Alejandro
Alejandro, recordó que algunas veces tus problemas más fuertes, eran los que te podían salvar, y esta vez seria así, Alejandro con lágrimas en los ojos lo miro desolado y dijo
-No podremos ir juntos, ya no tenía dinero para llevarte a ti, ni a mis padres, en verdad me duele Iván, pero no podremos ir –respondió Alejandro
-No me digas eso mi niño, ya había pedido el día, y había buscado mi mejor ropa- respondió Iván con lágrimas en los ojos
-Ay Iván, en verdad me parte el corazón, pero algún día te juro que tú y yo iremos a muchos más lugares –respondió Alejandro
Sin más que decir, dejándole el corazón triste a Iván, Alejandro subió las escaleras y se dirigió a su casa, en el transcurso lloraba en verdad de impotencia, pues en verdad no podía llevarlo y menos a su familia, se preguntaba si era lo correcto, ya que en realidad iría con Isaac, pero en el fondo sabia Alejandro que Isaac, era su carta para salir de la pobreza