Capitulo 10. Matrimonio Blanco
Mirando la zahurda habitación, no pudo evitar quedarse pasmado ante su realidad.
"Pero ¡¿Qué demonios?!¡Esto parece una extensión del cuarto de Ritsu!" Pensó Yokozawa sin percatarse que cierto castaño estaba detrás mostrando una pequeña sonrisa traviesa y disimuladamente llevó una mano a sus caderas.
— Siento que tengas que ver este lugar así, todo fue tan rápido que no pude mandar a hacerlo limpiar y....
— ¿Dónde está Sorata? — preguntó el peliazul restando importancia a las palabras del mayor.
— Debe estar por ahí, ¿No crees que ya es hora de ensuciar un poco la habitación? — preguntó con picardía....
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Mientras tanto....
Un pelinegro se quedó estáticosintiéndose impotente, se habían llevado a su hermano menor, ¿Qué rayos fue lo que en verdad paso? ¿Quiénes eran esos sujetos? La única respuesta que llego a su mente fue que el peliazul hizo un trato para que los liberaran, empero ¿Cuál era el precio de aquello? volvió a su hogar cabizbajo y en la mesa de la pequeña salita encontró un sobre con la letra de su hermano...
«Shouta-nii, ahora tú y Ritsu están a salvo, así que no seas imbécil y no te vuelvas a acercar a esos sujetos, ni se te ocurra decirle algo a Ritsu»
«Yokozawa Takafumi»
Típico de Takafumi, un hombre de pocas palabras que más hablaba con sus acciones.Escuchó unos golpes que provenían de la habitación del ojiesmeralda y en cuanto la abrió se vio aplastado por el castaño quien sorprendido abrazóal mayor con fuerza gritando y llorando cuanto lo extrañaba. Una vez que Ritsuse calmó, Kisa se dirigió hacia la habitación del peliazul, se quedó de piedra al darse cuenta de que sus pertenencias no se encontraban allí, Sorata también había desaparecido o mejor dicho, se lo habían llevado, Takafumi no iba a volver.
— Oniichan nos dejó... — habló el menor de los tres hermanos con cierto resentimiento en la voz sin poder ser consolado por el mayor que no sabía que decir al respecto.
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Residencia Kirishima
— Argh.... ¡Sácalo de una vez! — vocifero el peliazul dado la incomodidad de su posición.
— ¿Quieres relajarte un segundo? — respondió Kirishima.
— Demonios, ¡¿cómo quieres que me relaje?! ¡Apresúrate y sácalo de una vez!
— Quédate quieto y mantenlo elevado un segundo, sino no lo podre sacar.
— ¡Mierda! ¡apresúrate, ya no aguanto!
Con un rápido movimiento Kirishima tomó al pequeño minino y logró sacarlo mientras que el peliazul se desplomo después de levantar aquella gaveta pesada que por poco aplastaba a su gato, en cuanto se reincorporó fue hasta el castaño para recuperar al pobre animal que había prendido sus garras por el susto.
— Todo esto es tu culpa — miro acusadoramente a Kirishima — Esa cosa casi mata a Sorata — dijo tranquilizando al pobre Gatito.
Al día siguiente….
— Y eso fue lo que paso —dijo el castaño mientras compartía un café con Ijuuin quien contuvo la risa por un momento.
— Bueno, el que mató el momento fuiste tú con ese basurero que llamas “Departamento”. Y… ¿Qué paso al final?
— Quiso dormir en un hotel, pero al final se quedó en la habitación para invitados— Kirishima no pudo evitar soltar un suspiro pesado, la verdad, no esperaba que su noche de bodas sea de esa manera, aunque claro, según Yokozawa no necesitaban aparentar si no había nadie.
— ¿Qué? ¿no duermen juntos? —cuestionó el pelinegro indagando los motivos, la noche anterior le había quedado claro que esa unión no era más que un “Matrimonio Blanco” dada las circunstancias en las que había ocurrido — Dime ¿Por qué te casaste con él? Podías encontrar mejores prospectos y lo sabes.
— Él es diferente, en realidad no tenía planeado que fuera de esta manera, pero en cuanto lo conocí me pareció interesante, así que decidí hacer un cambio de planes.
— ¿De verdad te pareció solo interesante? — pregunto Ijuuin— Eso no justifica como actuaste ayer y vienes aquí frustrado porque tu noche de bodas no resulto como querías ¿desde cuándo cambiaste de gustos?
— ¿Acaso no puedo disfrutar de lo que es mío? – respondió Kirishima con una sonrisa ladina — Puede que talvez tengas razón,pero mis gustos no han cambiado, resultó ser bastante orgulloso, será divertido bajarle los Humos.
— Buena suerte domando a ese oso. Por cierto ¿ya has pensado como se lo presentarás a tus padres? Dudo mucho que un vestido y una peluca sean suficientes — dijo con una sonrisa burlesca, no obstante, esta desapareció ante la típica sonrisa del castaño ante una alocada idea.
— Pues… precisamente por eso vine hoy.
— ¿Qué es lo que tramas Kirishima?
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Agotado, Yokozawa se tumbó por un instante sobre el sofá de la sala; le había tomado todo el día poder limpiar el lugar aprovechando que era un día de descanso. Lo que comenzó con acomodar sus pocas pertenencias terminó por un aseo exhaustivo de la habitación y por consiguiente de todo el lugar. Innumerables veces le había llamado la atención a Onodera por el miserable estado de su habitación y ahora tenía que convivir con un hombre que no tenía una pisca de orden o limpieza.
“Menuda suerte la que me tocó vivir” pensó mientras sentía pesado su cuerpo y frunció el ceño recordando un pequeño detalle “Todo esto es culpa del idiota de Kisa” y con ese leve pensamiento se transportó al mundo de los sueños….
Al día siguiente
Un cálido sentimiento lo rodeaba, poco a poco fue recobrando la consciencia mientras se removía entre las suaves sabanashasta que sintió su espalda baja presionada por algo duro. Incómodo, trato de darse vuelta y frunció el ceño al sentirse atrapado, se removió mas en un intento de liberarse, mas no contó con que al abrir los ojos se viera rodeado de unos brazos que lo abrazaban fuertemente y quedó paralizado al verque era nada menos que Kirishima quiendormía a su lado y se apegó más al peliazul respirando sobre su cuello.
— ¡¡¡¡¡Ahhhh!!!!!
Aturdido, Kirishima fue despertado de golpe, o mejor dicho, a golpes por parte del peliazul que hacía todo lo posible por alejarse del castaño que estaba aferrado él como un Koala.
— ¡¿Q-qué estás aquí?!
— ¡Oww! ¡¿Qué diablos pasa contigo?! — protestó Kirishima sobando su nariz que había recibido un codazo del menor en el forcejeo.
— E-Eso debería decirlo yo ¡¿Qué demonios hacías metido en mi cama?! — respondió Yokozawa reponiendose del Shock inicial.
— Te recuerdo que también es mi cama. ¿Así recibes a tu Esposito después que se brindó a llevarte para que pudieras descansar?
— ¡Ni un carajo! ¡yo no te pedí que hicieras algo como eso! — vocifero el peliazul quien se detuvo al caer en cuenta de que en realidad no estaba en su habitación, sino en la de Kirishima; y enrojeció aun mas al darse cuenta de cierto bulto notorio en el castaño mientras este se levantaba, no necesitaba ser un genio para saber que “eso” fue lo que presionaba contra él cuando despertó — ¡PERVERTIDO!!!!!!
Cerró la puerta de golpe y huyo despavoridamente a la seguridad de su supuesta “habitación” “¿Qué demonios tenía ese hombre en la cabeza?” fue lo que pensó Yokozawadando vueltas como un león enjaulado tratando de calmarse, aun le crispaban los nervios recordando esa respiración en su cuello.
“Tengo que pagar mi deuda lo antes posible y alejarme de él”
Mientras tanto…
Kirishima se quedo solo sobando su nariz, su Nekochan resulto ser mas violento de lo que imaginaba, era lo más alejado a su amada Nekochan, que por cierto no era otro que su hermano haciéndose pasar por él. Sentía que se había casado con alguien áspero y frio.
“No…”reflexiono Kirishima, Yokozawa no era de esa manera y lo podía comprobar por cómo se comportaba con su gato…. Su gato. “¿Qué diablos tenía ese animal para estar por encima de él?”La noche anterior fue un desastre porque el gato había terminado atrapado debajo de la gaveta que se había desplomado y terminó como el malo del cuento. No era aun consciente de porqué había insistido en casarse con Yokozawa pero algo le decía que tenía que ser él y nadie más. Su mera curiosidad se transformaba en otro tipo de sentimiento, uno del cual desconocía…
No fue sino hasta un corto tiempo después que había vuelto a la realidad descubriendo su “erección” y fue a darse una ducha fría para calmar los ánimos, francamente aquello lo había tomado por sorpresa, no era algo que pasaba muy a menudo. Luego se dirigió al cuarto de invitados donde se había encerrado el peliazul.
— ¿Sigues molesto por lo de esta mañana? — pregunto a través de la puerta, no recibió respuesta alguna, en cambio el peliazulsalió de la habitación evitando mirarle a los ojos.
— Pudiste haberme despertado — respondió un poco más calmado.
— No quise hacerlo… — dijo captando la atención del peliazul— Te veías tan cansado en ese sofá que no tenia corazón para hacerlo — respondió Kirishima viendo el resto de su departamento ahora limpio y ordenado, no cualquiera podía hacer eso solo y en un día— Me dejaste impresionado, nunca antes vi este lugar así de impecable, gracias.
— N-No es necesario que me des las gracias — el nerviosismo creció en Yokozawa, el solo había hecho la limpieza, algo muy común para él, ya que era el único que se encargaba en su antigua casa aunque era la primera vez que le agradecían por ello.
— Vaya vaya, no tienes por qué sonrojarte.
— ¡No estoy sonrojado! Y además no lo hice por ti, no esperarás que viva así en este basurero contigo.
Kirishima se quedo callado solo sonriendo, había podido ver otra faceta del menor e internamente se propuso conocer más expresiones del que ahora era su esposo, lo invitó a desayunar fuera,maséste se negó alegando que llegaría tarde al trabajo y se congeló al escuchar las palabras del castaño.
— Ah eso, ya no será necesario que vayas — dijo Kirishima como si fuera lo menos importante.
— ¡¿QUÉ?! — abrió los ojos como platos en repuesta a las palabras del castaño.
— Hice que te dieran unas pequeñas vacaciones aunque creo lo mejor sería que dejaras de trabajar y....
— ¡¿Quién te crees para hacer algo como eso?! — estalló en furia en cuanto escuchó aquello. Era su preciado trabajo del que estaba hablando, gracias a ello él pudo tener un ingreso estable para su familia y lo recibieron bien a diferencia de otros lugares en los quehabía trabajado; se acercó demandantemente hasta tomarlo del cuello de la camisa — ¡Escuchame bien tu no tienes ningún derecho a meterte en MI TRABAJO! Y para que lo sepas ¡NO PIENSO RENUNCIAR A EL!
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Pov Kirishima
Ha pasado una semana desde entonces y no he podido arreglar las cosas con Yokozawa, todo este tiempo me ha estado evitando y no me habla en absoluto, los primeros días en cuanto llegaba a casa el se encerraba en su habitación ahora pareciera que ni siquiera estuviera allí.
Esto no puede seguir así, pensaba en hablar con el y presentarlo con mis padres pero al pasó que llevo terminaré divorciado incluso antes de que sepan que me casé.
Antes de irme a casa recibí una llamada de mi mejor amigo....
— Qué bueno saber de ti Kyou.
— Yo no puedo decir lo mismo de ti Zen — el tono de su voz era demasiado sería.
— ¿Ocurre algo?
— Se trata de tu noviesito, no te gustará saber dónde va en las noches....
En cuánto terminó la llamada salí lo más rápido de la empresa y me fui a casa. No quería creer que eso era cierto y llamé a Yokozawa pero nadie respondió, abrí la puerta de su habitación de golpe y me quedé perplejo... No había nadie en casa.
Pov normal
Conducio como un loco hasta donde sabía que iba a encontrarlo, se sentía un idiota, le tendio la mano y lo traicionó, detuvo el coche en la Zona Roja de Shijuku y se quedó a contemplar la entrada de ese lugar donde a su alrededor se vendía placer por todas partes, la ira le hacía temblar los puños.
Rápidamente salió del auto y no espero mas para entrar, en la entrada uno de esos guardias lo atajo, saco un fajo de billetes y no le importo cuanto le había pagado. Estaba iracundo… no pararía hasta encontrarlo, lo vería a los ojos y luego….
— ¡Yokozawa!!!!