Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Legalmente Mio por Sayuriri

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

holas mis querid@s  lector@s lamento la tardanza y es que pasaron muchas cosas que impidieron que escriba en este tiempo. les cuento que me traslado de casa y por lo tanto me quedare por un tiempo sin internet aunque vere la forma de poder actualizar cuanto antes muchas gracias por  sus bellos comentarios, por ahora les dejo con la continuación.

pd: no me dio tiempo a revisar asi que me disculpo de antemano por posibles errores. escribo en mi celu y cuando lo traspaso por alguna razon se come los espacios ^^u

pd2: puede que ya este de sobra esta pequeña explicación ya que muchos lo deben saber, aunque claro siempre hay una primera vez , Nekochan  significa "gatito" que es asi como llama Kirishima para fastidiar a Yokozawa.

— Nekochan en 10 minutos es tu turno.

 

 

El encargado dellugar salió por la puerta para atender a sus clientes mientras Yokozawa abría un casillero para sacar un cambio de ropa. A su lado aparecía una silueta más pequeña, sus cabellos desordenados de tono castaño oscuro y su rostro ameno con esos ojos de azul oscuro sin duda estaban fuera de lugar con ese ambiente que se vivía allí afuera.

 

 

— Gracias por ayudarme con esto Yokozawa— dijo con una sonrisa el muchacho para luego volver a su expresión habitual.

 

— Shizu-chan ¿Podrías ayudarme Un momento? — una voz femenina llamó la atención de ambos y el mencionado salió al instante.

 

 

Mientras tanto, Yokozawa miraba la pequeña malla junto con un pequeño antifaz de gato y no pudo evitar hacer una mueca ante tan pequeña y reveladora prenda,bastante delgada, de no ser por los brillantes plateados que disimulaban su transparencia no dejaría mucho a la imaginación.Tomó la prenda con delicadeza y cogió una aguja e hilo.

 

 

— Haber... ¿Cuál es el problema?

 

 

******

 

 

Minutos Antes

 

 

Kirishima en cuanto entró al lugar comenzó a buscar a su peliazul por todos lados, el local estaba bastante lleno y su desesperación aumentó cuando vio a unas bailarinas que subían al escenario y la gente comenzó a aplaudir, fue por un instante que lo vio... su Nekochan estaba cerca del bar.

 

— ¡Yokozawa!!!

 

Corrió directo hacia el bar y trató de no llamar la atención de los guardias de seguridad, se acercó a una de las puertas y escuchó un comentario que lo descoloco totalmente.

 

 

—Nekochan en 10 minutos es tu turno.

 

 

Su sangre comenzó a hervir al solo escuchar la palabra "Nekochan" ¿A qué refería con su turno? Y se quedó pálido mientras veía salir a un tipo haciendo una señal a las bailarinas de Table Dance para que pronto acabaran su acto. Forzó la puerta ingresando a un pasillo angosto totalmente cabreado ignorando los gritos de algunas chicas que estaban a medio vestir en una de los habitaciones se dirigió hacia la otra y la abrió degolpe sorprendiendo a un Yokozawa con un pequeño traje y antifaz en la mano.

 

 

— ¡Yokozawa!!!!

 

 

El aludido dio un pequeño respingo y en cuanto vio que el castaño miraba con odio la prenda, la oculto como un niño pequeño que había sido pillado en una travesura.

 

— ¿¡Qué diablos significa eso?!

 

— N-no es lo que parece... ¿Q-Qué es lo que haces aquí? — preguntó el peliazul nervioso, normalmente hubiera contraatacado con fieras palabras, no obstante le habían tomado por sorpresa y la expresión furica del castaño haría retroceder a cualquiera.

 

—  ¿Tu que crees? Vengo a descubrir a mi esposo infiel.

 

— ¿Qué?

 

— ¡¿Cómo que «qué» o acaso me dirás queno te estás vendiendo a esos sujetos?!

 

— ¡¿PERO QUÉ MIERDASESTÁS DICIENDO?!  — Ahora el ofendido era el peliazul quien estalló ante las palabras del mayor.

 

— Entonces ¿Qué es eso que tienes en las manos? – pregunto Kirishima acercándose más al menor.

 

— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó dueño entrando con dos guardias detrás dispuestos a sacar a Kirishima por las malas. Al mismo tiempo el joven que se ocultaba detrás de Yokozawa asomo la cabeza por un segundo observando a Kirishima quien no lo había notado debido a que solo tenía ojos para Yokozawa en ese momento.

 

—Sucede que tiene algo que me pertenece, así que me llevare a MI NEKOCHAN a casa, no dejare que lo vendan a esos asquerosos sujetos – respondió Kirishima con un tono más calmado, aunque sus ojos pasaron de echar chispas a mostrarse gélidos. 

 

—     No dejare que toque a mis bailarinas — respondió el hombre mientras Yokozawa se pasaba una mano por el rostro muerto de la vergüenza, ese “maldito apodo” como lo llamaba él, le estaba trayendo muchos problemas.

 

—     Puedo… como que el es mío.

 

Sintió como la mano de Kirishima lo jalaba y en un forcejeo los guardias se abalanzaron contra el castaño, mas este se defendió volteando a uno de ellos con una maniobra que asombró a Yokozawa, sin embargo la pelea comenzó a extenderse con el peliazul en medio tratando de detenerlos hasta que dio la orden el dueño detenerse.

 

—     ¿Qué significa esto Yokozawa? ¿Acaso tú lo conoces? – preguntó el dueño del lugar.

 

—     Bueno… Shinoda-san….

 

—     Soy su esposo—aclaróKirishima limpiando la sangre de sus labios con el dorso de la mano y dejando estupefactos a los presentes — Y no dejare que lo lleves para que menee el trasero allá arriba.

 

—     ¡¡¡Maldición que Yo no bailo!!! – vocifero exasperado el peliazul y rojo de la vergüenza.

 

—     ¿Entonces te acuestas con ellos?

 

—     ¡CLARO QUE NO!!!

 

—     Pero el dijo Nekochan…. — dijo el dueñoseñalando al joven que se encontraba detrás de Yokozawa y volvió su mirada al Peliazul— ¿No me digas que se refiere a ti Yokozawa?

 

—     A quién más sino — respondió Kirishima.

 

 

Era oficial, Yokozawa quería enterrar la cabeza en la Tierra o mínimamente desaparecer y más cuando escuchó soltar un pequeño bufido de parte del dueño para luego estallar en risas.

 

 

—     Nunca creí que llegaría el día en que te viera casado Takafumi — dijo en medio de las risas el dueño avergonzando más al peliazul y poniendo de mal humor a Kirishima, ¿Quién se creía ese sujeto para llamar así  su esposo? — Veo que te adelantaste a Kisa ¡Aún no puedo creerlo! Jajaja pero ¿Porqué lo elegiste a él?  Pudiendo...

 

—     No... entremos en detalles ¿quiere? — interrumpió el menor.

 

 

A estas alturas Yokozawa no podía negar la relación que tenía con el castaño ya que si lo negaba no sabría como reaccionaría este, por otro ladotenía que afrontar la vergonzosa situación en la que se encontraba, el escándalo que había armado Kirishima no era para menos y para fortuna o desgracia de Yokozawa, el dueño era un conocido amigo de la familia por parte de Kisa, que no perdería en ir con el cuento a su hermano. A diferencia de Kirishima, él quería mantener el secreto de haberse desposado con él, sin embargo ahora iba en un rumbo incierto; Yokozawa se volteó hacia Kirishima para aclarar las cosas.

 

 

— Cuando se referían a Nekochan, se referían a él — señaló al pequeño castañoquesaludó con una pequeña reverencia, iba a decir más cuando fue interrumpido por la presencia de Ijuuin llamando la atención de todos los presentes.

 

Shinoda, el dueño había cambiado su expresión por una seria al tener la presencia de un policía en su negocio, ciertamente no quería más problemas y defendió el accionar de sus guardias contra Kirishima asegurando que era para la seguridad de sus empleados ya que no faltaba algún acosador que quiera pasarse de listo y Kirishima había sido catalogado como tal.

 

Ante la explicación del dueño, el pelinegroadvirtió la presencia del joven que se encontraba detrás de Yokozawa por el que había tenido tal confusión.

 

— Y tú, chico... ¿No eres demasiado joven para estar aquí? — preguntó Ijuuin mirando al joven de pies a cabeza.

 

— Me llamo Shizuku Ishi, 22 años. Y tengo todo el derecho de trabajar aquí ¿No le parece?

 

 

Se quedó callado ante las palabras del menor y decidió llevarse a Kirishima y Yokozawa, aunque este último se rehusó a abandonar su trabajo hasta que escuchó las palabras del dueño.

 

— Es mejor que te vayas, no quiero más problemas de los que ya tengo,no lo esperaba de ti Yokozawa, pero ya conoces las reglas de este lugar, tendré que encontrar a otro bartender, por ahora suzuki te reemplazará.

 

— En verdad lo siento Shinoda-san — dijo el peliazul.

 

— Ya no me digas así, me haces sentir muy viejo.

 

— Entonces... hasta luego Seiji-san.

 

— Y Takafumi... — se acercó más al peliazul — Si luego te cansas de... — miró a Kirishima quién lo fulminaba con la mirada — Ya sabes...

 

Despidió a Yokozawa con un guiño, que enervómás de la cuenta al castaño y alegró más al dueño por lograr su cometido mientras observaba como el celoso esposo de Yokozawaera arrastrado por Ijuuin hacia la salida dejando un ambiente tenso nuevamente.Kirishima estaba molesto, ese hombre le estaba coqueteando a SU esposo en sus narices y el peliazul ni se inmutaba.

 

Nuevamente se encontraban los tres en el vehículo, con Ijuuin al volante, Yokozawa a su lado y Kirishima atrás, su amigo le había prohibido conducirdebido al estado en el que se encontraba podría ocasionar algún accidente.

 

— ¿Porqué diablos te habías metido en ese lugar? — atinó a decir Kirishima en medio de su frustración.

 

— Sólo quería trabajar — respondió Yokozawa bastante incómodo viendo a través del espejo la miradaacusadoradel castaño.

 

— ¡No podías haber escogido un lugar más decente! ¿Qué se supone que hacías allí?

 

— Bartender; y para tu información no todos tenemos el privilegio de trabajar en donde queremos — respondió Yokozawa con un pequeño tic en el ojo.

 

En cuanto vio que el auto paró llegando a su destino, salió del auto, fue entonces que Kirishima lo vio detenidamente, Yokozawa vestía una camisa blanca con un corbatin, unos pantalones ajustados con un chaleco azul que enmarcaba su figura y resaltaba el hermoso color de su cabello y sus ojos. El peliazul se veía condenadamente sexy en ese traje, tanto que incluso Ijuuin no pudo evitar detenerse observar al menor.

 

 

— ¿Seguro que sólo hacías eso? — preguntó Kirishima mientras observaba de pies a cabeza a Yokozawa.

 

— Qué quieres decir... no creerás que usaba esa malla para bailar por un tubo.

 

— ………

 

—¡¡¡¡¡Maldición no te lo imagines!!!! — reclamó Yokozawa rojo de la vergüenza y Kirishima lanzó una carcajada  —¡NO TE RÍAS!

 

La tensión que había en el ambiente se disipó de alguna manera, todo estaba volviendo a la normalidad. Se encontraban en el hogar de Ijuuin que quedaba más cerca, en cuanto Kirishima entró al baño Ijuuin apartó a Yokozawa en un rincón más alejado del castaño.

 

 

— Ijuuin-san gracias por...

 

— Creo que estás malinterpretando las cosas Yokozawa, te lo dije antes ¿No es así? No lo hice por ti. Es más, no estoy de acuerdo con este matrimonio, desde que se casó contigo Zen no ha hecho más que meterse en problemas gracias a ti, ya tomaste lo que quieras de él así que alejate o es que aún no es suficiente para ti.

 

Aquellas palabras tajantes del pelinegro hacia Yokozawa lo hicieron sentir miserable, el no quería aprovecharse de la fortuna de Kirishima, pero lo cierto era se había casado con el por dinero aunque su intención era rescatar a sus hermanos, no podría cambiar ese hecho, otro motivo por el cual quería cuanto antes saldar la deuda que tenía con Kirishima.

 

—     ¿Ocurre algo? — cuestionóKirishima en cuanto vio al par en ese rincón.

 

—     No… no es nada… — respondió el peliazul cabizbajo, ante Ijuuin no era más que un oportunista que hacíadaño a su amigo.

 

—     Kyou, gracias por todo. Yokozawa, es hora de irnos a casa…

 

 

******

 

En cuanto llegaron al departamento, Yokozawa abrió sus ojos como platos al ver el desorden en su nuevo hogar, no podía creerlo, no habían pasado ni 24 horas desde la última vez que había limpiado y ya estaba todo desordenado, aunque no era tan traumante como la primera vez; sin embargo, se mantuvo callado, la culpabilidad aun lo carcomía por dentro. Esto llamo la atención del castaño que esperaba una reprimenda por parte del peliazul, al ver que este no decía nada pregunto…

 

—     ¿Kyou te dijo algo? —Saco alpeliazul de su ensimismamiento.

 

—     No… nada — esa respuesta simplemente no podía engañar a Kirishima, Yokozawa había aprendido eso cuando lo conoció y prefirió cambiar de tema — ¿Estás bien? — pregunto señalando la mejilla un poco inflamada del castaño.

 

—     Esto no es nada— respondió Kirishima tranquilamente y luego toco su labio partido y sonrió divertidamente — Aunque estaría mejor si mi enfermera sexy se ocupa de mi.

 

—     Pues entonces llamala — a Yokozawa no le hacía gracia este tipo de comentarios.

 

—     Me refería a ti...

 

—     ¿¡Qué!?  — iba mandarlo a la Mierda cuando Kirishima había hecho un puchero con mirada suplicante — Tsk... está bien, pero quita esa cara de niño desamparado.

 

Desvió la mirada con un tierno sonrojo y soltó un suspiro que dio un vuelco al corazón de Kirishima, las ganas de sentir el aliento del peliazul crecieron a la vez que se le antojaba probar esos labios, inconscientemente se acercó bastante al peliazul, lo suficiente para que éste se alejara con el pulso levemente acelerado.

 

— I-iré por... Ya regreso.

 

Yokozawa ya no supo que excusa poner para salir de allí, simplemente se alejó intentando calmar un poco su agitado corazón. "¿Qué diablos pasa conmigo?" Fue lo que pensó  mientras tomó el botiquín, ahora el reto sería volver.

 

Mientras tanto Kirishima había frenado ese impulso inicial de besar al menor, maldijo por lo bajo al no lograr su cometido, sin embargo aunque lo hubiera hecho, no podría salir de la manera en que pensaba, debía jugar bien sus cartas. Se detuvo un momento en lo que estaba pensando… ¿desde cuándo había nacido ese interés hacia el peliazul? Al principio era simple curiosidad, una curiosidad que se estaba convirtiendo en algo más.

 

Cuando Yokozawa regreso con el botiquín, no dijeron nada por un tiempo y el silencio se hizo un poco incomodo, así que Kirishima decidió romper el hielo…

 

— Así que... bartender ¿Eh?  — comentó mientras Yokozawa levantaba una ceja — ¿Cómo fue que te animarse a estudiar eso?

 

— Quédate quieto; y no estudié... aprendí mientras trabajaba de ayudante en un bar.

 

— ¿No podías encontrar un mejor lugar para trabajar? — desde luego que esa molestó al peliazul, que terminó por soltar un suspiro pesado para luego responder.

 

— Para alguien como yo, es difícil encontrar un buen trabajo donde te paguen lo suficiente.... antes de trabajar en el hotel trabaje en varios lugares, la mayoría a medio tiempo y mal pagados, por lo que un solo trabajo no era suficiente.

 

— ¿Alguien como tú? — Yokozawa hizo una mueca, al parecer de todo lo que le había hablado, eso era lo único que captado el castaño. Abrió la boca varias veces debatiéndose en las palabras que iba a decir mientras Kirishima esperaba su explicación.

 

— Alguien sin profesión. — Kirishimao observó la mirada azulina de Yokozawa encontrando un extraño anhelo detrás de sus palabras — Trabajé como mesero, ayudante en servicio de mudanzas, panaderías...

 

— Operadora de sexo por teléfono...

 

— ¿A qué demonios viene eso? — Yokozawa estaba siendo sincero con sus palabras y Kirishima se burlaba de él.

 

— Sólo era una duda que rondaba por mi cabeza — confesó a medias, la verdad era que le parecía la voz de Yokozawa bastante seductora, nunca antes le había atraído algo así y fue una de las cosas que llamó su atención cuando conoció al peliazul — Aunque me alegro de que no sea así, esa voz es sólo para mí...

 

 

La idea de tener al peliazul gimiendo para él y llamándolo por su nombre se hizo presente en su mente al igual que le lanzaba una sonrisa ladina y coqueta.

 

 

— ¡Jodete! Estaba siendo serio contigo pero veo que tienes un humor de mierda.

 

 

Esas fueron las palabras de Yokozawa, obviamente no se había percatado de las intenciones del castaño que terminó concluyendo que el sujeto era demasiado lento para ese tipo de comentarios, así que decidió cambiar de tema.

 

— Mañana irás a mi trabajo a medio día, es hora de cumplir tu parte del trato.

 

 

 

Al día siguiente....

 

 

 

Vestía un traje formal con una corbata a rayas, un tanto nervioso dio su nombre a la recepcionista que lo recibió con una sonrisa, está vez todo era diferente, sentía el peso de las miradas sobre su persona haciéndolo sentir aún más incómodo.

 

Llego al último piso donde lo recibió con un saludo formal de Hatori que en seguida se retiro y fue recibido por Kirishima con una sonrisa y unas palabras nada agradables para el peliazul.

 

—     Qué bueno que llegas cariño.

 

—     Tsk… ¿A quién demonios le llamas cariño?

 

—     Te gusta matar el momento ¿verdad? — se levanto de su silla observando los movimientos del peliazul — Ten, esta nota es para ti.

 

 

El peliazul tomo la nota en sus manos sin entender la situación.

 

 

“haz todo lo que te diga”

 

 

De repente se sintió jalado por la corbata hasta chocar con los labios del castaño al mismo tiempo que se abría la puerta y una de las empleadas del lugar salió de los nervios sonrojada.

 

—     ¡lo siento! No quise interrumpir.

 

Sus ojos se abrieron como platos, el castaño lo había tomado por sorpresa, aún así ofrecía resistencia al beso. Kirishima en cambio no dudo en pisar fuertemente uno de los pies del menor y aprovechó la queja de éste para ingresar libremente a su boca, envolviendo su lengua con la suya en un campo donde estaba ganando terreno, la falta de aire los obligó a separarse y sonrió al ver la cara roja de Yokozawa.

 

 

— Sigue allí — susurró a su oído y sin darle tiempo de asimilar las cosas, envolvió a Yokozawa en otro apasionado beso.

 

Yokozawa por su parte no tenía tiempo de reaccionar, el primer beso lo había tomado por sorpresa y el segundo había barrido con su consciencia, su cuerpo se paralizo al ser dominado avasalladoramente por el castaño que lo ponía a sus pies, su mente le decía que tenía que alejarse y sus rodillas le fallaban a tal punto que en cuanto se separaron lo empujo débilmente y se apoyo en el borde del escritorio…

 

—     ¡Que…. Qué diablos crees que estás haciendo!!!

 

Apenas y podía recuperar el aliento mientras Kirishima se relamía los labios descaradamente y lo miraba divertido.

 

—     Ya sabes, darle un lindo beso de bienvenida a mi esposo.

 

—     Tu…

 

—     Vamos, no te pongas así por un besito a no ser que… sea tu primer beso.

 

Soltó una sonrisa arrogante que término por desquiciar a Yokozawa, estaba tan rojo como un tomate e iba a gritar al castaño empero con el último comentario se quedo sin palabras.

 

—     ¿No me digas que es cierto? — cuestiono intrigado por la reacción del peliazul.

 

—     ¡Quien dijo…!

 

—     Entonces no te molestara que lo vuelva a hacer — dijo Kirishima mientras se acercaba peligrosamente a Yokozawa mientras este retrocedía sin bajar la guardia.

 

 

Kirishima se alejo por un momento de Yokozawa y abrió la puerta de su oficina asegurándose de que nadie se encontraba en el piso, como había ordenado a Hatori momentos antes y miro a Yokozawa con pequeño toque de decepción.

 

—     ¿Es así como piensas ayudarme? — pregunto Kirishima como si fuera una víctima, esa pregunta descoloco al peliazul por completo y bajo la guardia, la mayoría del tiempo no entendía que era lo que pasaba por la mente de ese hombre. Ante el silencio del menor, Kirishima continuo — Si huyes cada vez que me acerco y te sobresaltas cuando quiero tocarte, no podremos convencer a nadie Yokozawa.

 

 

—     ¡Pero esto que me pides…….!

 

—     “Te dije que lo haría aun sin estar firmando esta mierda” — cito las mismas palabras que dijo Yokozawa cuando acepto el trato — ¿Debo pensar que esas palabras no valen nada? — presiono Kirishima poniendo a prueba el orgullo del peliazul.

 

—     ¡Claro que no!

 

—     Entonces debes aprender a controlar tus reacciones — dijo Kirishima acercándose nuevamente al peliazul y tomándolo del mentón.

 

 

 

 Había probado esos labios y ahora no querría soltarlos, ahora entendía porque lo deseaba y es que era cierto… lo deseaba. Puso el palito y ahora tenía al peliazul a su disposición, ni siquiera necesito jugar el contrato a su favor. Una sonrisa ladina se dibujo mientras reducia la distancia con SU esposo. Porque si, era SUYO.

 

 

—     ¡Alto ahí! ¡No soy tu puta! — de un manotazo Yokozawa alejo la mano que Kirishima había puesto en su mejilla.

 

—     Claro que no… eres mi esposo, y ahora debes actuar como tal.

 

—     Que quieres decir.

 

—     Es hora de que empieces un entrenamiento….

Notas finales:

Les dejo con esta pequeña imagen de mi querido oso, así es como se veía en el bar.

yokozawa

 

Un bartender es el que sirve bebidas detrás de una barra en un establecimiento de beber o comer.  se encargan de la administración y del inventario también. y si, hay gente que estudia para ello.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).