Capitulo. 16
— ¿Y bien?
— Eso fue todo lo que ocurrió, cuando llegamos a casa Yokozawa estaba tan molesto que no quiso hablarme — respondió Kirishima mientras le daba un trago a su bebida.
— ¿Zen?
Ijjuin Kyou intentaba llamar la atención de su amigo quien tenía la mirada perdida en cierto peliazul, al ver que este no reaccionaba decidió atravesar su mano en el campo de visión del castaño y luego dirigió su mirada hacia la misma dirección solo para encontrar a Yokozawa concentrado preparando la cena sin ser consciente de lo que hablaban ambos hombres.
— Parece que necesitas salir amigo, conozco un bar donde podremos encontrar buena compañía.
— Estoy casado ¿recuerdas? no quiero levantar sospechas ahora que presente a Yokozawa a mis padres.
— Reprimirte no te hará ningún bien.
— ¿Reprimirme?
— Hace un momento estabas devorando a Yokozawa con los ojos, necesitas un buen… — se calló ante la mirada sorprendida de Kirishima que, hasta el momento no era consciente de ello — Parece que tus gustos están cambiando o él es realmente bueno en la cama — dijo Ijuuin sorprendiendo más al castaño — Espera, acaso ustedes todavía… — hizo un gesto obsceno con los dedos.
— Deja de hacer eso, es de mi esposo del que estás hablando — Zen tapó con una mano lo que Ijuuin estaba haciendo.
— ¿Y no se supone que debe cumplir con sus deberes maritales? Además, está el contrato que firmó y…
Dejó de hablar cuando vio que Yokozawa salía de la cocina para servir la cena seguido de Sorata quien maullaba exigiendo su comida, el peliazul no tardó en poner los platos sobre la mesa y luego llevó en brazos al pequeño minino que disfrutaba de las atenciones de su dueño.
Cenaron mientras Takafumi trataba de mantenerse al margen de cualquier conversación innecesaria, ya tenía bastante con la actitud del castaño en la cena con sus suegros para luego tener que aguantar al expolicía que lo humilló desde que tuvo oportunidad, las últimas palabras dichas por Ijuuin todavía le afectaban.
El expolicia ajeno a los pensamientos del peliazul probo la comida sintiendo un sabor glorioso invadiendo su paladar. A pesar de que él tenía una mala impresión de Yokozawa no podía negar en que Kirishima era tonto afortunado al encontrar, aunque de una manera muy inusual, a una persona convirtió el basurero de departamento que tenía Kirishima en un lugar apropiado para vivir, además de una buena mano para la cocina, aunque todavía no cambiaba la opinión de Ijuuin hacia Yokozawa.
— Y dime Yokozawa ¿Cómo calificarías la cena con tus suegros? — pregunto Ijuuin esperando a ver la reacción del peliazul. Yokozawa se tensó en cuanto escucho las palabras de Ijuuin.
— Lo que se podría esperar de una cena con los suegros — respondió mientras echaba una mirada furtiva hacia Kirishima. “¡Maldición el idiota de Kirishima no dice nada!” pensó.
— Estoy seguro de que “Impresionaste” a los padres de Zen — comentó Ijuuin con una sonrisa.
— Claro que lo hizo — aseguró Zen — No tardara tiempo en que mis padres lo adoren una vez que lo conozcan mejor.
— Espero que pongas todo de tu parte Yokozawa — Dijo Ijuuin Kyou mientras miraba de reojo al peliazul.
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Mientras miraba una vieja fotografía, Yokozawa pensaba en todo lo que le había pasado hasta ahora, la visita a sus suegros fue un completo fracaso, Kirishima era un idiota, aunque eso lo supo desde que lo conoció, y el maldito de su mejor amigo que no dejaba de humillarlo, las palabras de Ijuuin en la cena, eran una clara advertencia para el peliazul.
— ¿Aún sigues molesto? — preguntó Kirishima sentándose a su lado.
— ¿Quién te dijo que podías entrar?
— Tu, cuando no respondiste después de tocar la puerta — el castaño suspiro — Yokozawa, talvez no hice lo mejor al no decirles a mis padres de ti.
— ¿Tú crees?
— Si, y por eso he decidido recompensarte, alístate pronto, iremos a una cita — dijo Kirishima con una gran sonrisa.
— No seas idiota ¡Ya estamos casados!
— Entonces ¿deberíamos ir al siguiente paso? — dijo con tono pícaro.
— ¿Cuál paso? Aun no estoy listo para salir —respondió Yokozawa mientras iba a recoger su abrigo.
Salieron a dar una vuelta por la ciudad de Tokyo, Kirishima, esta vez lo llevo a un lugar menos exigente, pero con un buen ambiente donde Yokozawa se sentía mucho mas cómodo. Como resultado, disfrutaron de una agradable bebida.
De vuelta a casa, Kirishima tomo del hombro al peliazul dirigiéndose a su habitación.
— Ya que estamos en casa, deberíamos cerrar con broche de oro nuestra reconciliación.
— Oi, ¿Qué crees que estás haciendo?
— Llevándote a nuestra habitación por su puesto.
Con ello, Kirishima beso a Yokohama mientras lo empujaba hacia la habitación y el peliazul habría cedido, de no ver su maleta cerca al ropero.
De inmediato, aparto al castaño para correr hacia su habitación. El cuarto de invitados en el que Yokozawa se había quedado, estaba libre de sus pertenencias.
— ¿Qué significa esto? — dio una mirada furica con esos ojos azules.
— Pues…
Las palabras quedaron en el olvido cuando sonó el timbre del departamento. Molesto, Yokozawa se dirigió hacia la puerta, seguido por el castaño.
Abrió la puerta solo para quedar petrificado. Con una maleta en mano, un par de guantes pulcros y una falsa sonrisa, Estaba la mayor de los Kirishima.
— Hola querido….
Hasta aquí va la historia, me disculpo por lo corto del capítulo pero aquí lo traigo para despedir el año. También me disculpo por mi ausencia pasaron muchas cosas, que ahora no vale la pena mencionar.
En cuanto a la historia, dependerá de ustedes si continua o no, al principio dije que me dieran su opinión sobre si hacer de este fic Mpreg o no. Gano el Mpreg, pero ha pasado tiempo que cuando mencione en el anterior capitulo creo mucha confusión, así que replanteare nuevamente la pregunta.
Por favor dejen sus comentarios
Será Mpreg?
No Mpreg?
Kirishima tendrá sexo de reconciliación algún día?
Sayonara….