Capitulo 4. Candidata
- ¿Todavía está con eso señor? – pregunto Hatori al ver a kirishima pegado a la pantalla del portátil.
- Es que realmente valió la pena hacer el intento Hatori. Pude conocer a alguien que me llama mucho la atención – respondió el castaño – también este tiempo he seguido saliendo con muchas mujeres pero ninguna es la indicada.
- Entonces debo suponer que realmente está interesado en esa persona. Kirishima-san me gustaría aconsejarle, no como a un jefe sino como a un amigo – hablo seriamente Hatori – no debería hacerse ilusiones con alguien que ni siquiera conoce en persona.
- Gracias por el consejo Hatori, pero también he conocido a otras personas mediante la red pero ninguna como ella, es muy comprensiva aunque muy tímida – dijo con una sonrisa el ojimiel.
- ¿Puedo saber de quién se trata?
- Kirishima Zen... – en ese momento entro la mayor de los Kirishima al despacho de su hijo tomando por sorpresa a los dos varones que estaban perdidos en su conversación.
- Mamá ¿Qué te trae por acá? – dijo con una sonrisa el ojimiel.
- Parece que te hubieras olvidado que tuvieras una madre Zen, ¿acaso necesito una razón para visitar a mi hijo?
- Claro que no mamá, descansa un poco. Hatori por favor trae una taza de té para mi madre.
- Enseguida señor – dijo esto el ojiazul se retiro del despacho.
- Zen quería preguntarte ¿Cuándo nos presentaras a tu famosa novia?
- Pero si yo no te dije nada al respecto ¿desde cuándo es que se volvió famosa? – cuestiono a su madre "Ya sabía que no vendría sin algún motivo" Pensó mientras cerraba la tapa de su portátil.
- Exactamente por eso, no sabemos absolutamente nada de tu prometida Zen. Al menos dime como es.
Al mismo tiempo entro Hatori que atendía a ambos Kirishima escuchando atentamente la conversación.
- Bueno... - kirishima se vio acorralado por las preguntas de su progenitora – Aun no le he pedido matrimonio.
- ¿Qué? Creí estabas yendo en serio Zen.
- Estoy siendo serio mama, lo que no entiendo es porque esa insistencia de casarme tan rápido – reclamo el menor.
- Es que hijo... hay una cosa que aun no te he dicho – la castaña tomo un sorbo a su taza de té y cambio su semblante por uno serio – Kayama-san me dijo que está muy interesado en unir ambas empresas pero no tiene la suficiente confianza en nosotros y por eso hablo con tu padre para que te casaras con su hija y así seriamos parte también de las empresas Kayama.
En ese momento el castaño termino por atorarse con su bebida y miro a su madre sorprendido.
- ¿Qué les dijiste mama?
- Lo siento cariño, esto se me salió de las manos, yo no hable con ellos pero tu padre quiere hablar contigo, yo ya le dije que tenias una pareja pero si no estás casado Kayama-san no dudara en presionar con el contrato. Hijo si de verdad te ama no creo que haya problema que en acepte tu propuesta de matrimonio ¿no es así?
- Entiende mama que yo no quiero casarme y menos con la hija de los Kayama – hablo serio el castaño - ¿Quién en su sano juicio se casaría con ella?
- No hables así de ella Zen, ella ha sido muy educada, es de muy buena familia y además es un buen partido para ti hijo. Sin embargo tú me dijiste que estabas enamorado de tu novia pero si no es así entonces debería pensar igual que tu padre.
- Por favor no hables así mama yo voy muy serio con mi pareja – dijo Kirishima impulsado por el momento.
- ¿Entonces cual es su nombre? ¿Cómo es? ¿a qué se dedica?
Zen no sabía cómo responder en ese momento, ninguna de las personas con las que había salido valía la pena mencionar, salvo Nekochan que había conocido por la red, empero ese no era el problema; ya no podría sostener mas la farsa de la novia por más tiempo. Tarde o temprano se iba a saber la verdad y ahora había llegado ese momento... o tal vez no...
- Yoko... su nombre es Yoko – soltó el castaño sin más – Tiene los ojos azules, su cabello es del mismo color y es de tez clara.
- ¿y cuando me presentaras a Yoko-chan? – pregunto más animada la castaña.
- No te aseguro que será ahora pero ten por seguro que te la presentare y que también me casare, así que mama por favor habla con mi padre para que no ceda a la petición de Kayama-san.
- Está bien hijo, nos vemos después.
Dicho esto la castaña se retiro feliz al saber que su hijo no le había mentido y de que pronto tendría a su nuera en casa. Mientras tanto Kirishima Zen estaba totalmente entre la espada y la pared, se derrumbo en la silla de su despacho sabiendo las consecuencias de sus palabras.
- Mierda... - golpeo con su mano el escritorio - ¿y ahora qué hago? No pensé que hablarían con mi padre, Kayama es un viejo astuto de seguro fue su hija quien está detrás de todo esto.
- ¿De verdad ese era su nombre? – pregunto Hatori que hasta este momento había quedado en silencio escuchando la conversación entre ambos castaños.
- Si. Me he condenado por mis propias palabras y ahora no me queda otra más que pedirle matrimonio, no quería llegar hasta este extremo. Tengo que convencerla lo más antes posible.
- ¿Está realmente seguro de ello? La descripción que dio de ella es muy vaga podría mostrarme alguna foto – cuestiono Hatori mientras el ojimiel abría su portátil y le mostró las conversaciones que tenían.
- En realidad no tengo una foto de ella ya que es muy tímida – dijo con una sonrisa – su nombre es Yoko, tiene 25 años tiene piel clara, ojos azules y cabello negroazulado es un tono raro pero es natural, es muy comprensiva, le gusta cocinar, los arreglos florales, el arte y la música, trabaja como maestra de primaria.
- Parece una buena mujer, de no ser que ni siquiera la ha visto – hablo su asistente asomando la cabeza en la pantalla – Pero con esa foto de gato en su perfil ¿no se tratara de alguna solterona de edad?
- Es que le gustan los animales, sobre todo los gatos. Hablare con ella para encontrarnos lo más pronto posible en persona y después de ello le haré la propuesta y si no está segura aun tendré que contarle mi situación así me apoyara – Asevero Kirishima mientras miraba atentamente la pantalla – Una mujer dulce y delicada... Yoko-chan...
Mientras tanto....
- ¡Lárgate de aquí si no quieres que llame a la policía! – vocifero el peliazul echando de una patada a un borracho que intentaba armar un escándalo dentro del hotel.
- Yokozawa-san por favor no sea tan rudo delante de los clientes – dijo Yukina quien se acerco al ver dicha escena.
- Ah lo siento... - "esto me pasa por trabajar tanto tiempo en un bar" pensó Yokozawa Takafumi mientras guardaba la compostura después de haberlo echado del hotel.
"Días para el contrato....20"