Cuando el autobús los llevaba de regreso a casa, los dos se quedaron atónitos al ver a Kaidoh y Tezuka hablando
-Creo que esos dos tienen una discusión muy grande-, -Ni me lo digas, creo que me preocupa Kaoru-, -Ryoma, no te lo había dicho antes, pero escoge de una vez-, -¿Qué?- el otro se volteó con la mirada seria y le dijo –Desde que hablamos aquella vez por teléfono, me di cuenta de que realmente estas confundido, a uno de los dos lo amas, y al otro le guardas mucho respeto y admiración, entre más lo pienso, menos me gusta la conclusión a la que he llegado-, -¿Qué conclusión?-, -no voy a facilitarte nada, debes llegar a esa respuesta solo, piénsalo y deja de ilusionarlos, deja de lastimarte-
Era cierto, lo que mi hermano me decía era completamente correcto, mis sentimientos por ellos eran esos, creo que a los dos los admiro, a los dos los respeto, pero por uno de ellos siento amor y por el otro una gran amistad y confianza, me pregunto ¿a cuál amo? Era duro saber que alguien conoce mejor tus sentimientos que tú, es triste cuando los pensamientos y sentimientos te nublan la razón y tú sano juicio.
-Ryoma, nos vemos mañana-, -Kaoru…-, -no te presiones, me digas lo que me digas, sea cual sea tu decisión, voy a respetarla -¿nos escuchaste?-, -lo siento- sólo recibía comprensión de él, y esa mirada tierna que me llenaba el pecho de tranquilidad.
Antes de que se fuera, su capitán le detuvo unos cuantos segundos para decirle algo, esas palabras retumbaron en su mente, las más honestas que Tezuka Kunimitsu podía haber imaginado.
La noche dio vueltas en su cabeza, ni siquiera pudo cerrar los ojos, realmente había llegado el momento de decidir a quién de los dos iba a amar, tenía que hacer a un lado sus pensamientos y dejar que su corazón escogiese.
Dos semanas más tarde…
-Hola-, -buenos días-, -jovencito, parece que no dormiste-, -viejo, me voy a la escuela- salió sin darse vuelta, no contestó las jugarretas infantiles de su padre, no pudo concentrarse en nada, no miro nada, seguía perdido en sus pensamientos.
En el entrenamiento de la tarde se encontró con Kaoru y le dijo –Kao-chan ¿puedo hablar contigo después de clases?- el pecho de Tezuka se estremeció de inmediato, estaba realmente adolorido ¿Ryoma había escogido a Kaidoh?
Más tarde en los vestidores las palabras salieron de su boca, Kaoru regaló una hermosa sonrisa y le dio un pequeño beso en la frente, le abrazó con todas sus fuerzas. Para Tezuka que lo miraba todo, eso fue como un balde de agua fría, nada de lo que dijo antes pudo retener a Ryoma.
-¿Te veo mañana?- preguntó Kaidoh cuando llegaron a la casa del menor –Si no te molesta… si-, -no me molesta-.
Esa noche un mensaje salió desde un celular
-Buchou… ¿puedo verlo ahora en el parque?-, -estoy ocupado-, -serán solo unos 10 minutos-, -¿no puedes decirlo por teléfono?-, -no, es mejor en persona-, -está bien, te veo en 5 minutos en el parque-.
Ryoma tomó su mochila y salió corriendo a toda prisa de casa, entonces llegó al parque y ya estaba su capitán parado frente a la fuente, mientras que su padre hablaba con Ryoga -¿se puede saber qué le pasa al jovencito?-, -no sé-, -quizá ya está en la edad del amor-, -es lo más probable- se dio la vuelta y subió a su cuarto dejando al otro en el suelo con cara de susto.
-¿Qué quieres decirme?-, -Hoy hablé con Kao-chan sobre mi respuesta y…-, -ya sé que me vas a rechazar, no lo hagas más difícil-, -¡TONTO! Siempre tomas conclusiones precipitadas sin escuchar a los demás- el menor le regañaba con los ojos llenos de lágrimas y Tezuka se dio la vuelta para ver sus lindas facciones –le dije a Kao-chan, que lo quería mucho… que éramos buenos amigos, que siempre íbamos a serlo, pero… que en el fondo siempre te he amado, ¿Por qué me enamoré de ti? De un tonto como tú-.
Esa emoción instantánea le robó una sonrisa a Tezuka que le abrazó con todas sus fuerzas y le dio un pequeño beso en los labios, no le dejó respirar, tampoco lo soltó, no podía, la emoción le comía.
-¿Estás seguro?-, -comparé en muchos aspectos mis sentimientos, mis emociones, y las cosas que me dijeron los dos, pero la que me hizo tomar una decisión fue la que me dijiste ese día-, -¿esa?-, -sí, esa-
“Mi amor por ti duele, pero me gusta porque es inocente Ryoma”
Las palabras que le dijo le convencieron, arrasaron todo lo que estaba dentro del corazón de Ryoma y le dejaron la sensación de tormenta o peor, un tsunami en su corazón.
Algo tan simple puede causar algo tan grande, porque el amor no piensa ni razona, siente con todas sus fuerzas y te ve “COMO ERES EN REALIDAD”
Mientras los dos se abrazaban un chico miraba por detrás –por eso no me agradaba la respuesta, ese viejo va a alejar a Ryoma de mi-, las palabras dichas por el mayor eran más que recriminaciones un ataque de celos de un hermano mayor que ha perdido a su lindo e inocente hermano menor.
-Más te vale que lo cuides- mi onii-chan era un tonto, se acercó para interrumpirnos cuando estábamos abrazados… -me voy a casa-, -dile al viejo que ya no tardo en llegar-, -a esa no, a EU-, -te vas…-, -creo que aquí todo está bien con este viejo que tienes por novio-, -no le digas viejo-, -no me agradas-, -se nota, pero le cuidaré-, -justo por eso no me agradas, me quitas a mi hermano-, “¿complejo de hermano mayor?” –Que tenga un buen viaje-.
La verdad era irónico, en un principio pensé que amaba a Kaoru, pero… en el fondo sabía que no estaba enamorado, estaba evadiendo mis sentimientos, veía la protección y la alegría con él, por eso dudé tanto, y pensar que me dijo “Ryoma, te conozco, pero me divertí y fui feliz mientras me diste una oportunidad, gracias”
El tenis no es lo único en la vida, pero este amor, es más grande que yo.
Tezuka colocó una mano en la cintura del pequeño príncipe y jalando su mentón hacía él le dio un beso apenas pronunciado, sin embargo, llevaba muchos más sentimientos que aquel que le dio alguna vez y le dejó la sensación a café amargo, ahora era como la menta “sabor maduro y fresco”, a eso sabía su amor.