Los registros eran claros para cualquiera, la mayor parte de la base de datos del laboratorio secreto británico ente sus ojos. Si no estuviera encerrado en los confines del Polo Norte, tal vez, podría hacer algo útil por la humanidad.
Pero no, lo habían abandonado, olvidado, sin embargo esa era una gran ventaja para sobrevivir al apocalipsis, lo cual agradecía en un pequeño porcentaje.
Al comenzar el apocalipsis y la expansión del virus junto con él, toda su base había comenzado a evacuar para poder ayudar en las grandes ciudades, sabía que nunca le cayó muy bien a sus compañeros. Le habían dejado hasta lo último para registrar la actividad concluyente de un laboratorio en California y cuando hubo terminado salió a tomar el avión que los sacaría de la base.
Justamente cuando llegó a la salida de su sector pudo ver al avión ya en el aire. Se habían olvidado de él. Sin embargo, el avión no duró más de un minuto y unos kilómetros lejos de la base, comenzó a descender, se estrelló, acabando con una gran explosión y matando a cada pasajero en él.
Era lo único que agradecía, no haber estado en el avión. Pero en realidad era de lo más aburrido estar ahí, y se sentía inútil, bastante. Dos semanas desde que había hablado con otro ser humano y su única compañía era su computador de alta tecnología con el cual podía ver todo lo que sucedía alrededor del mundo.
Regresando a lo que tenía ante sus ojos, en verdad quería ayudar pero las demás personas no cooperaban, nadie respondía sus transmisiones por radio, con los satélites lograba darse cuenta de si la persona era del gobierno o alguien que solamente poseía una radio. No era de mucha dificultad.
Alguien tendría que contestar, y si tenía suerte, ese alguien se arriesgaría a realizar la peligrosa misión que llevaría a encontrar la cura del virus C13.
(…)
Para este punto las cosas estaban bastante tensas. Thorin apuntaba John; John apuntaba a Bilbo; Bilbo tenía su arma contra Sherlock mientras este apenas procesaba lo que sucedía.
—Creo que hay que calmarnos un poco —siseó John.
—Baja tu arma —advirtió Thorin.
—La bajaré cuando tu amigo deje de apuntarle a mi compañero, —Por un momento la vista de John se desvió hacia Sherlock que respiraba pesadamente.
—Es un híbrido —soltó Thorin tomando su arma con más fuerza —Mi amigo no bajará su arma hasta que me digas que haces con un híbrido.
—¿Qué haces tú con un híbrido?
El silencio en la habitación era penetrante ya que ninguno de los cuatro contestaba. John no pensaba contestar mientras le apuntaban firmemente y Thorin parecía pensar lo mismo. Entre tanto, Sherlock analizaba al híbrido frente a él.
—No puedo confiar en nadie —dijo Thorin — ¿Entiendes eso? Ahora explícame qué haces con ese híbrido, y por si no te das cuenta, somos dos con un arma, yo apuntándote a ti y mi compañero a tu amigo, deberías de repasar la situación.
Luego de pensarlo bien, John decidió ceder, le diría aunque el hombre no le creyera. Era verdad, ante esta situación jamás podría ganar. John iba a guardar la pistola de nuevo en donde la tenía primeramente, pero Thorin le pidió que se la entregara.
—Puedes comenzar a decirme.
—Bien. —John suspiró tratando de relajarse sabiendo que aún le apuntaban a Sherlock —La verdad es que no hay mucho que decir, unos días después de la expansión iba de regreso a mi casa cuando en la acera me topé con él. Le dije que podía quedarse conmigo si es que no tenía donde refugiarse y que yo lo cuidaría. Eso es todo.
Thorin observó a Sherlock mientras este asentía diciendo que era cierto, no lucía como una mentira, pero había que comprender, en pleno apocalipsis siempre hay decisiones difíciles que tomar.
La mirada de Oakenshield recorrió hasta encontrarse con la de Bilbo, con un asentimiento le indicó que bajara su arma y así lo hizo Bilbo, su mirada estaba perdida, nadie lo había notado. …l fue el primero en acercarse a los dos humanos, dentro de poco llegó hasta donde estaba Thorin.
—Y ahora que te dije… ¿Cómo fue que tú te encontraste con ese híbrido? —Mientras John hablaba Sherlock se iba acercando, de un momento a otros sus pasos fueron más rápidos hasta que estuvo aun lado de John. Primero con algo de duda en sus ojos quería acercarse pero después con más confianza se acercó más a John para poder abrazarlo. John correspondió el abrazo.
—…l se metió a mi departamento durante la noche, después de eso se quedó conmigo. —John afirmó con la cabeza, ¿Qué más podía decir? Era solo un híbrido que intentaba sobrevivir al igual que Sherlock.
Hubo un gran momento de silencio por parte de los dos equipos. La nariz de Bilbo se movía como si fuera la de un animal, olfateando a Sherlock, pero no lo veía a los ojos, su mirada la mantenía neutral, en la nada. Thorin no sabía que decir con exactitud, aunque no era del todo incomodo, era más como si las palabras no fueran encontradas con facilidad.
—¿Aún necesitan nuestro vehículo? Podríamos llevarlos a donde iban a ir —ofreció John después de bastante tiempo de mirar a la nada — ¿A dónde es que iban?
Thorin rió en voz baja.
—¿Sería algo extraño que te contestará que vamos a Australia?
—Creo que es un suicidio —hizo una pausa —. Lo siento, no puedo llevarte a Australia.
John se acomodó en su lugar, preparándose para irse dándole una mirada a Sherlock. Thorin frunció el ceño confundido, esto no lo pudo ver Sherlock ni John.
—¡No puedes solo irte! —lanzó Bilbo al parecer indignado, John estaba sorprendido cuando Bilbo le había gritado eso.
—Bueno, Bilbo tiene razón, no puedes solo irte —aclaró Thorin haciendo que Sherlock y John regresaran —. Te vas a ir con un híbrido y solamente quieres que lo ignore, que tal si te come o mata, que puedo saber yo.
—¡Hey! —exclamó Sherlock molesto.
John suspiró tomando a Sherlock de uno de sus hombros.
—Lo que quiero decir es… —Oakenshield dejó su arma en la mesa de al lado —Creo que sería mejor estar juntos.
Thorin les dio una mirada sincera a las dos personas frente a él, Sherlock y John se observaron luego de ello, la duda apareció en el rostro de John, después vinieron más segundos de silencio.
—No pienso ir a Australia —John logró un gesto con las manos, alzándolas dejando clara su respuesta —No, lo siento. Sherlock, nos vamos.
Esta vez John acomodó su mochila, se dio la vuelta y Sherlock caminó delante de él. Tan pronto como dio unos cuentos pasos, Sherlock se detuvo, John le miró interrogante.
—Esta no es una decisión muy lista por parte de John —dijo Sherlock mirando al humano directamente.
—¿Por qué dices eso? —cuestionó John.
Sherlock se tardó en volver a hablar, tanto que John ya estaba pensando en cargarlo para irse.
—Porque… porque ellos no mentían, Bilbo en verdad ha sido mordido y debemos ayudarlos. Y ellos igual podrían ayudarnos.
—¿Cómo sabes que lo mordieron? —John comenzaba a tener intriga.
—Cuando me apuntó, su brazo izquierdo temblaba y la camisa debajo de su chaleco tenía líquido que parecía ser sangre, no sostenía el arma demasiado tiempo con su mano izquierda y ponía el peso en la derecha, se tocó una vez el hombro izquierdo sin dejar de apuntar Sherlock.
La boca de John literalmente podría abrirse hasta el suelo por semejante deducción, vaya que el híbrido observaba bien, nunca creyó que llegará a saber tanto con tan poco.
—Eso fue increíble, dios, Sherlock, deberías hacerlo más seguido. —El híbrido se había sonrojado un poco por aquellas palabras.
—Debemos ayudarlos… —susurró Sherlock.
Desde el otro lado de la habitación, Bilbo y Thorin les miraban, el humano con una expresión neutral y híbrido con una inocente. Tan solo veían como Sherlock y Watson conversaban, fue poco tiempo el que tardaron y ya estaban regresando a donde los otros dos.
Mientras regresaban, Sherlock se tomó un momento y corrió hacia el lugar en donde Bilbo le había apuntado con su arma, su bufanda estaba en el suelo y no quería que se quedara ahí.
John llegó hasta Thorin y Bilbo notando que Sherlock se estaba poniendo su bufanda, correctamente, como él le había enseñado.
—¿Vendrán con nosotros? —preguntó Oakenshield.
—Creo que esa pregunta debería de hacerla yo porque soy el dueño del auto. —habló John y luego sonrió.
—Bien, ¿Eso es sí o no? —Thorin se cruzó de brazos.
—Vamos, busquemos un lugar seguro para dormir y hablemos de ello. —Los otros dos asintieron y luego los cuatro caminaron sin decir nada.
(…)
Watson conducía el auto y los dos humanos habían decidido que Thorin iría adelante, Bilbo y Sherlock detrás. Thorin había sugerido el lugar en donde dormir y para John sonaba bastante convincente como para ir.
—Lo que pasó fue que a nuestro vehículo se le poncharon dos neumáticos, al parecer había vidrios por toda la calle, fue así que llegamos a esa pequeña tienda. —comentó Thorin luego de que John le preguntara por qué querían su automóvil.
—En la tienda había neumáticos… —casi susurró John, aún no olvidaba que ellos habían intentado robarles el auto.
—No para camionetas como la que llevaba —Le contestó Thorin defendiéndose.
—Está bien, trataré de olvidar que querías robar mi auto.
Los híbridos no decían nada, atentos a cada movimiento de los humanos frente a ellos. Bilbo todavía sentía un tanto de dolor en su herida pero ya no sangraba, su periodo de prueba terminaría al día siguiente y hasta ahora no se sentía devorador, para él eso significaba que todo iba bien.
—¿Un banco? —dijo John luego de que estuvieran cerca del lugar.
—Una vez despejado, es impenetrable, será más fácil dormir. —aclaró Thorin.
—”sea que quieres dormir en la bóveda… ¡Estás loco! Yo digo que durmamos en el techo, no tengo ganas de matar zombies ahora.
—La solución de John para todo es el techo —musitó Sherlock acercándose a los asientos de adelante.
—¡Claro que no! Es solo que, es más rápido y seguro. —John paró el auto cuando este estuvo en la entrada del banco.
Lo ojos de Thorin y Sherlock miraron fijamente a Watson mientras tomaba su decisión.
Momentos después de que todos decidieran que estaba bien dormir en el banco, los cuatro bajaron rápidamente, John tardó un poco más porque había asegurado el vehículo para que no lo tomaran.
Ya era completamente de noche, las 8:40 pm para ser exactos, el frío estaba completamente presente pero era soportable, era bueno que para los devoradores no. Los pocos que habían eran más lentos y torpes por la mañana serían más agiles porque el frío se iría.
Thorin iba adelante, aquel banco era uno de los más pequeños de la ciudad, por consecuente no debían de haber muchas personas o mejor dicho; zombies. Los híbridos iban en medio de los dos humanos, así podrían cuidarlos y vigilarlos. Una vez llegaron a la entrada, Oakenshield abrió la puerta de cristal, lento.
Lo siguiente fue el sonido de algunos disparos, la mayoría por parte de John y siguiéndole estaba Thorin, Bilbo tan solo disparó unas cuantas veces y Sherlock lo hacía si algún devorador estaba demasiado cerca como para hacerle daño.
De pronto estuvieron en el primer piso del banco, no eran tantos los zombies y ayudaba que fueran algo lentos, Thorin intentaba abrir la puerta de la habitación frente a ellos, John disparaba manteniendo detrás de él a los híbridos. El clic de la puerta abrirse se escuchó y los cuatro entraron al cuarto.
Dos de ellos se tiraron al suelo para descansar, Thorin reforzaba la puerta con un mueble y ponía el seguro de nuevo, de todas formas los zombies no eran tan fuertes y tampoco eran un gran número.
—Pensé que iríamos a la bóveda —dijo John molestó mientras se acomodaba en el suelo.
—Cambio de planes. —Thorin tomó un respiro — No me iba a dar tiempo para abrirla, es mejor estar aquí.
—De acuerdo, pero tú montas la primera guardia —finalizó por el momento John.
Al cabo de una hora, los híbridos cayeron profundamente dormidos, Sherlock estaba recostado en el regazo de John y Bilbo se apoyaba en la pared. Al otro lado de la habitación Thorin observaba a John sin decir nada. John aún no confiaba completamente en Oakenshield por ello no quería dormirse sin antes sacarle algo de información, Thorin también estaba repasando toda la situación.
—¿A dónde vas ustedes? —preguntó John luego de lo que pareció una eternidad.
—Nos dirigimos a California.
—¿Por qué? —cuestionó de nuevo.
—Porque ahí existe un campamento, un lugar seguro, libre de devoradores. —explicó Thorin.
—Hasta donde yo sé, en Australia también existe un campamento, una zona segura, lo dicen en la radio.
Ninguno habló, quizás pasaron unos diez minutos de silencio, a Thorin comenzaba a entrarle ganas de dormir y John tenía algo de hambre. Watson buscó en su mochila algún aperitivo, sacó una barra, eso serviría.
—Eres un idiota si piensas que llegarás a Australia —dijo Thorin con sinceridad.
—¿Y llegar a California es una mejor opción? —John rió en voz baja, se había comido la mitad de la barra. Luego de pensarlo, le lanzó la otra mitad al sujeto enfrente de él, Thorin la atrapó sin problemas.
—Podríamos escuchar de nuevo la radio para averiguar cuál ciudad es la que tiene instalada la zona segura —sugirió John.
Thorin asintió dándole una mordida a la barra que John le había aventado.
—Creo que sería una buena idea ¿Tienes alguna radio? Porque yo no.
John volvió a abrir su mochila con cuidado de no despertar a Sherlock, era un pequeño aparato, Oakenshield se levantó de su lugar y se acercó a donde John.
Este encendió la radio y lo primero que se escuchó fue solo interferencia.
Lo segundo que escucharon en definitiva no era interferencia.
Por favor, a cualquier persona que escuche esto, este es un mensaje de importancia mundial.
