POV Jimin
Hoseok está parado, sosteniendo un cigarro entre sus dedos, mientras nos observa divertido. Exhala el humo lentamente de sus labios y se acerca a nosotros.
Este Hoseok… Tenía que interrumpir en el mejor momento.
Yoongi está de pie al lado de la banca resoplando con fastidio.
El zorro se sienta conmigo y pasa uno de sus brazos por mis hombros.
-¿Qué hacen aquí a estas horas?- Nos pregunta mientras me mira inquisitivamente.
-Lo mismo te preguntamos a ti- Suspira Yoongi al instante en que mira a Hoseok a los ojos.
-Yo vivo por aquí- Responde Hoseok.
Ambos se quedan mirando por varios segundos que a mí me parecen una eternidad. Los ojos de Yoongi brillan con intensidad y parece que va a morir de amor en cualquier momento.
Siento un dolor en el corazón.
Así que estaba enamorado de Hoseok. Se le notaba tanto…
-Yo andaba viendo si en alguna botillería me vendían cigarros- Dijo Hoseok mostrándonos el cigarrillo en sus manos- ¿Y ustedes?
-Estábamos tratando de tener sexo, pero tú nos interrumpiste- Pronunció Yoongi en un tono molesto y yo me acaloré.
Hoseok chistó la lengua y miró al otro casi matándolo con sus ojos.
-Creí que no te gustaba esa chaqueta.
-¿Cuál chaqueta?, ¿Está?- Preguntó Yoongi agarrando la chaquetilla que horas antes me había prestado a mí.
Hoseok niega con la cabeza.
-No, la que llevas puesta.
Entonces Yoongi se observa a sí mismo y abre sus hermosos ojos en nuestra dirección.
-Y-yo no lo noté.
-Pensé que la odiabas- Dice Hoseok triunfante, sonriendo al ver que lo ha logrado poner nervioso.
-La odio. Sólo porque tú me la regalaste.
-Sabes que eso no es verdad.
Yoongi va a responderle pero se queda callado. Entonces se dirige a mí.
-Jimin, por favor, ¿Podrías entregarme mi billetera?
Por su tono noto que ya está cansado de todo esto. Así que con mucho cuidado y sin ser visto por Hoseok, deposito su fotografía dentro de la billetera.
-Ten.
Se la entrego y él la toma junto con su chaqueta.
-Gracias.
Entonces él esboza una linda sonrisa y se acerca a mí, depositando un suave beso en mi mejilla.
Vibro ante su toque.
Él se da la vuelta, comenzando a marcharse, pero se detiene tal y como si hubiera olvidado algo. Vuelve hacia nosotros y se para en frente de Hoseok. Con su mano roza su mejilla suavemente y la desliza hasta su cuello. Hoseok mantiene sus ojos cerrados y yo que estoy sentado a su lado, puedo notar como su pecho baja y sube con una rapidez súbita. Yoongi suspira y deja de acariciar a Hoseok, al instante en que se pone a correr dificultosamente.
Veo que el alcohol aún tiene efectos en él.
Entonces Hoseok también suspira a mi lado. Lo miro de reojo y él parece estar muy triste.
Decido levantarme porque se ha hecho tarde y no quería llevarme un buen reto después.
-Quédate aquí- Dice Hoseok en un susurro mientras sostiene la manga de mi chaleco con la cabeza gacha- Quédate conmigo.
Casi instintivamente me siento de nuevo a su lado. Observo como saca otro cigarro y lo lleva a la punta de sus labios. Lo detengo antes de que lo prenda.
-No deberías poner eso en tus labios.
Él me mira sorprendido.
-¿Qué debería poner en mis labios entonces?
Su pregunta, aunque inocente, me suena tan provocativa. Gummy realmente había llenado mi mente de malos pensamientos.
Siento mis mejillas arder y Hoseok parece notarlo.
-No imaginé que fueras tan pervertido.
Ríe y guarda el cigarro en su empaque. Él busca mi rostro y lo toma entre sus manos mirándome de manera tierna.
-Deberías poner algo en mis labios entonces- Pronuncia al instante en que me acerca a su cara y siento su caliente respiración chocar con mi boca. Soy yo quien termina de acortar la distancia que hay entre nuestros labios. Él parece sorprenderse y yo estoy igual.
¿Por qué tomé la iniciativa? Ni puta idea.
Hoseok me besa de forma ruda y entrelaza una de sus piernas por mi cadera, acercando mi cuerpo al suyo. Yo no sé que hacer. Este tipo parece un experto.
Entonces bruscamente me separo de su boca.
-Apenas si hemos hablado y nos besamos de esta manera.
-No nos conocemos, no hay tema de conversación, no necesitamos palabras.
Me quedo helado ante la verdad que acaba de decir. Yo nunca hubiera pensado de ese modo.
-Pero bueno, si quieres hablar de algo, hablemos- Suspira y saca su pierna de mi pelvis- ¿Qué sucedió con Yoongi?
El calor me invade pensando en lo que había pasado minutos atrás. No le contesto, ¿Cómo podría hacerlo?
-Cambiaré de pregunta. ¿Desde cuándo te gusta Yoongi?
Suspiro resignado. Hoseok ya lo sabe.
-Desde que lo vi…
Lo oigo soltar una pequeña risita.
-Él tiene ese efecto en las personas. Se enamoran de Yoongi a primera vista. Aunque no siempre fue así.
-¿También te enamoraste a primera vista de él?
Hoseok me queda mirando sorprendido y comienza a parpadear muchas veces. Creo que él también presiente que yo lo sé todo.
Él niega con la cabeza.
-Yo lo vi muchas veces, antes de que terminara por gustarme.
Hoseok estaba siendo sincero conmigo y yo lo agradecía infinitamente.
-Pero ahora, he decidido enamorarme de otra persona.
-¿De quién?- Le pregunto no adivinando por donde podría salir.
-De ti- Me dice al instante en que se para velozmente de la banca, pone mis brazos alrededor de su cuello y me levanta-Enrolla tus piernas alrededor de mi cadera- Le hago caso, ya que ha dicho estas palabras en mi oído, haciéndome erizar la piel.
Él avanza unos cuantos metros conmigo a cuestas y de repente siento como mi espalda choca con una pared. Lanzo un quejido de dolor, el cual Hoseok acalla con un profundo beso. Él se comienza a restregar sobre mí, mientras pone más firmes las manos sobre mi trasero.
-Me encanta tu trasero- Me dice jadeando en el oído.
-Mmmm.
La verdad es que en esos momentos nada coherente saldría de mi boca.
Saca sus manos de mi parte trasera y usa la pared de concreto como apoyo para no caer y de esa manera poder desabrochar mi pijama. Yo respiro fuertemente en su cabello y sonrió al ver cómo le cuesta trabajo deshacerse de mi ropa.
-Maldita cosa.
De repente me suelta y casi caigo al suelo.
-¡HEY!- Grito enfadado.
Él vuelve a besarme salvajemente y decido dejar de protestar. Por un momento abrazo su estrecha cintura, pero él se echa hacia atrás haciéndome soltarla.
-Te regalaré un pijama que sea más fácil de sacar.
Me da un rápido beso en los labios y se aleja corriendo.
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El día lunes, cuando nuevamente llegamos al colegio, Hoseok me entregó una bolsa muy mona.
No pude reír más al ver el contenido… Era un pijama de dos piezas.
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Han pasado casi dos meses. Y yo no puedo estar más confundido.
Yoongi sigue metiéndose en mi mente y jugando cruelmente con ella.
Sus miradas parecen quemarme, pero no en el buen sentido de la palabra. Es como si me hubiera tomado algún tipo de rencor. Y no hay más explicación que esta… Hoseok.
Él ha dejado de juntarse con Yoongi y ahora se ha adherido a mi grupo de amigos.
Yoongi por su parte se junta con Eunhyuk y todo el resto de su grupillo.
En nuestro salón, él se sienta con Siwon y ni siquiera me lanza una mirada durante las horas de clases. Yo me siento tan mal.
Yoongi aún me gusta. Y mucho. Seguramente cree que entre Hoseok y yo hay algo más. Pero no es así. Sólo somos “buenos amigos”. “Buenos amigos que de vez en cuando se matan a besos” Pero eso es de vez en vez. Puedo jurarlo.
Incluso Yoongi no puede decir nada. Porque es tan coqueto con las chicas. He perdido la cuenta de cuantas se le han declarado. Es un Casanova total.
Y lo que más me molesta de él, es que no admite que siente algo por los hombres. No admite que siente algo por… Hoseok.
El pobre zorro parece sufrir en silencio por ese amor que jamás admitirá la relación. Él no se merece algo así.
Es viernes y estamos en la última hora de clases. Matemática.
La clase recién ha comenzado y Hoseok, quien se sienta detrás de mí, ya está molestándome.
¿Molestándome? Más bien… Acosándome.
-Hoseok…- Digo susurrando, mientras lo miro de reojo.
-Shh… Cállate que el maestro nos va a ver- Pronuncia suavemente mientras sigue deslizando su mano por mi espalda, debajo de mi ropa.
Rio suavemente. Seguramente alguien nos ha visto más de una vez haciendo esto. Pero me da igual.
Suspiro, puesto que su mano es sumamente relajante.
-No te vayas a excitar- Habla Hoseok mientras lanza una pequeña carcajada.
Entonces me volteo y saco de un tirón su mano.
-¡Tú eres el que pasa excitado!
La verdad es que esto lo dije casi, casi gritando.
-¿Qué pasa ahí?- El profesor ha hablado y mira en nuestra dirección. Ambos nos quedamos en silencio.
-¡Quédense calladitos!
Nosotros asentimos con la cabeza y él sigue con la clase.
-Te dije que te callaras- Susurra Hoseok.
-Cállate tú, zorra.
-Pensé que era zorro.
-Zorro, zorra, lo mismo.
Él se carcajea de nuevo. Entonces me volteo en su dirección y golpeo fuertemente su brazo.
-¡AH!- Hoseok lanza un grito de dolor.
-¡YA!, ¡FUERA LOS DOS!- El maestro nos grita, mientras abre las puertas, mirándonos enojado. Preferimos no reclamar así que sólo nos levantamos de nuestro puesto- Llévense sus cosas, es la última hora, no los quiero aquí de nuevo.
El profesor se dirige nuevamente a la clase, mientras Hoseok y yo nos retiramos mochila en mano.
Cuando voy saliendo de la sala, la mirada de Yoongi se cruza con la mía.
Nunca me dio más miedo mirar a alguien a los ojos.
Vamos bajando. Cuando voy en medio de la escalera, Hoseok me agarra de la mano, haciéndome bajar corriendo.
-¿Qué te pasa?- Le digo, pero él parece no escucharme.
Me hace correr hasta el final del corredor, doblamos a la izquierda y nuestra dirección se encamina hacia el gran patio que limita con algunas casas y que está totalmente desierto a esas horas. Al soltarme de la mano, pone las suyas juntas y las entrelaza, a la altura de su cadera.
-Vamos, sube.
Yo no entiendo nada.
-¿Qué?
-Que subas.
Me rio irónicamente.
-¿Quieres escaparte?
Asiente con energía, mostrando sus blancos dientes.
-¿Estás loco?
-El profesor dijo que nos largáramos. Además nadie se dará cuenta.
-Hoseok…
-¿Acaso nunca has hecho una locura?
-Sí, pero…
Hoseok se acerca y me besa efusivamente en los labios.
-Pero nada.
Tenía que admitirlo. Hoseok sabía como hacerla.
-Okey, pero si me caigo, meteré algo en tu gran trasero.
Comienza a carcajearse mucho.
-Nada me gustaría más.
Me mira lujuriosamente y me hace unas señas.
-Bueno, sube.
Con mucha dificultad logramos treparnos a un techo y salir del colegio por unas casas traseras. Al estar ya afuera me siento perdido.
-Hoseok… ¿Y ahora qué hacemos?
Él parece pensárselo un poco.
-¿Te gustaría ver el lugar más bonito del mundo?
Me reí para mis adentros. ¿Qué cosas se le pasaban a este tipo por la mente?
-Me gustaría verlo.