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My Demon por CrossMarian

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Notas del capitulo:

Hola a todos ~ Gracias por sus lindos reviews *-* Los dejo con la continuación ^^

 

Un extraño no tan extraño.

 

La noche cada vez se tornaba más oscura, el cielo despejado se convirtió en un cielo encapotado, parecía que una tormenta estaba por avecinarse.

Rivaille manejó a toda velocidad durante las primeras cuadras, y luego fue disminuyéndola gradualmente. Ninguno de los dos hablaba, la atmósfera era de solo silencio; de tanto en tanto, el mayor observaba a aquel joven de reojo, sin embargo éste se limitaba solamente a observar el piso.

- Esto... ¿A dónde estamos yendo? – Se animó a preguntar el joven.

- ¿A dónde más? A un hospital. No quiero ser responsable por la muerte de un vagabundo.

- No soy un vagabundo. Es solo que– Se interrumpió al toser con fuerza un poco de sangre.

- Toma aquellos pañuelos descartables que están en la guantera. No quiero que salpiques con sangre mi auto.

El joven obedeció y tomó dos pañuelos; uno para limpiar la sangre de su boca, y otro para su frente.

- Gracias por ayudarme. Realmente me salvó.

- Mmh.

- Mi nombre es Eren, por cierto.

- Está bien. – Dobló en una esquina. – Aquí es.

Frenó la marcha y se bajó del auto, una vez afuera abrió la puerta del acompañante. – ¿Puedes caminar, mocoso?

- Sí. – Levantó con pesadez su cuerpo, apenas podía mantenerse en pie, todo su cuerpo realmente dolía y respirar se tornaba cada vez más dificultoso.

Cuando Rivaille observó el esfuerzo sobrehumano que intentaba hacer ese mocoso por caminar, no pudo adelantarse y nada más. A regañadientes, lo sujetó por la espalda y colocó su brazo sobre su propio hombro para facilitarle el caminar.

Eren lo observó con curiosidad. – Uwah... Este hombre es muy pequeño. – Ah, muchas gracias.

- Solo intenta caminar.

Ambos entraron a la clínica, si bien había dicho que llevaría al chico a un hospital, durante el trayecto se arrepintió ya que imaginó que los hospitales por la noche deben estar repletos de personas heridas de gravedad y solo Dios sabría cuando saldrían de allí. Además estaba el hecho de que odiaba la suciedad y los gérmenes que tenían los hospitales.... No, ni loco se arriesgaría a ir a un lugar así, o de lo contrario le daría un ataque.

En el momento en el que entraron, Rivaille colocó su peor cara, obligando a que lo atendieran rápidamente debido al estado de aquel mocoso. Y lo consiguió, en aproximadamente diez minutos, un doctor revisó a Eren.

Allí si se demoraron bastante, puesto que los doctores mandaron a realizarle varios estudios al menor, y Rivaille tuvo que acompañarlo a cada lugar que iba.

Con el correr del tiempo, Rivaille se impacientaba y una furia comenzaba a recorrer su cuerpo; y es que Eren no podía soportar más el dolor que llevaba en todo su cuerpo, se retorcía y pedía a súplicas que le dieran alguna medicina para aliviarlo. ¿Cómo puede ser que absolutamente nadie hiciera algo? Le costaba un ojo de la cara esa maldita obra social, y no podían darle aunque sea una jodida inyección de morfina; por lo menos le brindaron a Eren una camilla, pero solo eso.

- Ey mocoso, aguanta.

- E-Estoy bien.

Eren se encontraba sentado en la camilla junto al mayor, intentando hacer el mayor esfuerzo posible por mantener su cuerpo firme, sin embargo sus músculos lo terminaron por abandonar, y sin su consentimiento, se dejó caer sobre el hombro de Rivaille. Al sentir aquel contacto, observó al menor un tanto desconfiado; fue allí cuando notó que aquel mocoso sudaba bastante, por lo que con sus dedos rozó su frente para confirmar sus sospechas. El chico tenía fiebre.

Estaba por levantarse y mandar al infierno a todo el personal, cuando sorpresivamente apareció el doctor acompañado de dos enfermeras.

-Lo siento, no podíamos suministrarle nada hasta no saber el resultado de los estudios. – Comentó el doctor y rápidamente se dirigió hacia Eren. – Con cuidado, recuéstenlo muy despacio.

El doctor tomó una aguja rápidamente a la vez que brindaba instrucciones a las enfermeras. – Una inyección de morfina intravenosa. Enfermera consígame solución salina y medicamentos para contrarrestar la fiebre, y usted prepare todos los elementos necesarios para coser la herida de la cabeza.

- Sí.

Luego de aplicar la morfina, el doctor se deshizo de la remera de Eren, y allí pudieron observar  -él junto a Rivaille- los moretones y cortes que poseía en todo el cuerpo. Incluso al mayor le sorprendió el estado en el que se encontraba.

Ahora que ya las cosas se habían tranquilizado por lo menos un poco, observó con detenimiento a aquel mocoso que dormía profundamente. Era un adolescente solamente, ¿En qué diablos podía estar metido?

Una enfermera interrumpió sus pensamientos. – Lo siento señor, pero a partir de ahora estaremos muy ocupados con el paciente, le ruego que espere afuera.

El mayor observó una vez más a Eren, y se retiró de la habitación. Compró un café negro de la máquina expendedora y esperó sentado junto a la puerta; observó su reloj: 00:45hs, ya no iba a llegar a la reunión y estaba seguro de que tendría el buzón repleto de mensajes.

Suspiró. Se había metido en un buen lío... Todo lo que conocía de aquel mocoso es que se llamaba "Eren", y el resto nada. Además, todas esas heridas eran muy sospechosas, sin contar que le suplicó para que lo sacara de aquel lugar.

- Tch.

Alrededor de un poco más de media hora, el doctor salió de la habitación.

- ¿Y? – Preguntó seco.

- El paciente se encuentra estable, los estudios indican que a pesar del fuerte golpe que recibió en la cabeza, su cerebro no presenta anomalías por lo que no tendrá secuelas, solamente tuvimos que realizarle seis puntos para cerrar la herida. Aparte de eso, recibió un golpe de puño en la comisura de los labios y el ojo derecho, eso sanará rápidamente con los cuidados necesarios. La lesión más grave es la doble fractura de costilla que tiene en el costado derecho, puede demorar alrededor de dos o tres meses en sanar por completo.

- Mmh.

- Además, el paciente presentó fiebre muy alta, esto puede ocurrir en algunos casos por el fuerte dolor de las fracturas, ya que estuvo demasiado tiempo con la herida expuesta. Sin embargo, mi diagnóstico es que más allá de eso, el muchacho se encontraba enfermo con anterioridad, puesto que su toz era severa, incluso aun dormido, seguía tosiendo. Debido a todo esto, lo mejor es dejarlo en observación por 24 horas.

- Sí, está bien.

- Bueno, ya puede pasar a verlo si desea, en un par de horas volveré a ver como se encuentra.

Sin decir más, se alejó y Rivaille dudó si entrar o no, puesto que ni siquiera lo conocía. Luego de mucho pensarlo, decidió ver a aquel mocoso durante unos momentos y después se iría a casa; mañana cuando terminara su trabajo volvería otra vez para ver su condición.

Entró sigilosamente y observó como aquel chico dormía plácidamente, como si nada hubiese sucedido, y luego de un par de segundos se fue.

 

+++++++++++++++++++++++++

 

- ¡Rivaille! ¿Cómo pudiste dejarnos ayer? – Entró Hanji a los gritos a su despachó.

- Puedes entrar sin golpear, siéntete como en tu casa. – Respondió molesto por aquella intromisión.

- Que amargado. ¿De todos modos, ni siquiera un mensaje? Estuvimos llamándote y no respondías, por un momento pensamos en llamar a la morgue. – Bromeó.

- Se me presentó un improvisto y no pude ir, es todo.

- Ohhh ~ ¡No me digas que anduviste de fiesta con alguna chica!

Rivaille dejó de leer aquellos papeles para observarla fijamente a los ojos, como si estuviera diciéndole “¿Quién mierda te crees que soy?”

Hanji captó el gesto y simplemente rió. – Bueno, la próxima no puedes faltar. Estás obligado a ir.

- Lo sé, allí estaré.

- ¡Mira la hora qué es! Tendría que estar examinando cadáveres en este mismo momento.

- Sólo tú puedes amar tanto estar con los muertos.

- ¿¿Verdad que sí??~~ – Sonrió de oreja a oreja. – Los cadáveres son geniales, puedes descubrir muchas cosas. Un día de estos te daré un tour por la morgue.

- No gracias, no estoy tan loco como tú aún.

- Tú te lo pierdes. Nos vemos.

Rivaille la observó salir del lugar, a veces pensaba que realmente le faltaba un tornillo, pero aun así confiaba en esa loca mujer. Volvió a su trabajo, tenía que estar lo más concentrado posible ya que estaba trabajando en cinco casos a la vez.

Luego de su jornada laboral regresó a su casa, hizo el aseo del hogar, tomó una ducha extensa y comió un poco de arroz con pescado. Al terminar, recogió las llaves de su auto y se dirigió a la clínica, allí lo atendió una de las enfermeras que había visto ayer.

- Ah, sí. El paciente despertó hoy por la mañana, se encontraba algo confundido pero está bien. Justo ahora acaba de volver a despertar.

La enfermera lo acompañó hasta la puerta de la habitación y se retiró dejándole todo el lugar a Rivaille.

Entró con la seriedad que lo caracterizaba, tomando asiento al lado de la camilla. Antes de que pudiera decir "A", Eren habló.

- Esto, muchas gracias. Por todo.

- ¿Qué dices? Era mi deber.

- Pero su deber no era traerme a este lugar. No soy un idiota y sé que esto no es un hospital, seguramente le debe estar costando un ojo de la cara...

- No tanto. No pienses en cosas innecesarias, mocoso.

- Pero–

- Pero a cambio podrías contarme algo.

- ¿Algo como qué?

- ¿Por qué recibiste esa paliza?

Eren se quedó paralizado por unos segundos, como si estuviese viendo un fantasma. – No... No quiero hablar de eso.

- ¿No? Creo que después de haberte traído medio muerto hasta aquí y haber pagado todos los gastos de tus estudios y tratamientos sin siquiera saber quién carajo eres, podrías contestar una simple pregunta. – Habló tan molesto como pudo, para que ese mocoso notara la enorme deuda que tenía con él.

- Ah…  – Había logrado que sintiera culpa con aquellas palabras. – Bueno, yo discutí con un par de chicos malos, y uno de ellos se me abalanzó. No tuve más remedio que defenderme.

- No parece como si te hubieras defendido demasiado.

- Eso es porque usted no vio como quedó el otro sujeto, lo hice pedazos.

- Mmh. Bueno como sea, ¿Sabes cuándo te darán el alta?

- El médico me dijo hace unas horas que hoy mismo ya me puedo ir. No me dañé ningún órgano, así que con esta faja es suficiente. – Tosió, y no pudo evitar hacer una expresión de dolor. Le quedaba una larga recuperación.

- Eso es bueno.

- Yo quisiera pagarle.

Rivaille enarcó una ceja. – No.

- ¿Por qué? Es lo lógico, ¿No?

- No hace falta. No insistas.

- Pero yo–

- Te he dicho que no.

Realmente no era necesario, Rivaille era un gran y exitoso abogado, en la mayoría de los casos siempre ganaba. Y cobraba un buen dinero por su trabajo, por lo que su situación económica era bastante estable.

- Está bien. Amm, ¿Podría decirme su nombre? Es extraño hablar con la persona que me ayudó y no saber el nombre.

- Rivaille. – Dijo luego de mirarlo un par de segundos.

Transcurrieron un par de horas en donde los médicos le hablaron a Eren sobre los cuidados, las precauciones y los medicamentos que debía tomar a partir de ahora; y Rivaille lo acompañó hasta su casa, puesto que nadie parecía haberse enterado de lo que ocurrió.

Una vez en el auto, Eren le indicó hacia donde debía seguir, y el mayor se imaginó que debía vivir en un lugar de clase media-baja; sin embargo se llevó una sorpresa. La localidad donde vivía era un lugar bastante tranquilo y de buen vivir.

En el momento en el que llegaron a la casa, Eren se despidió como era debido, sin embargo antes de bajar le recordó una cosa al mayor.

- Le pagaré cada centavo.

- Te dije que no era necesario, mocoso.

- Lo haré de todas formas, aunque usted no esté de acuerdo.

Rivaille se sorprendió ligeramente. Eran pocas las personas que le llevaban la contra. – Haz lo que quieras, no aceptaré tu dinero.

Ante esta respuesta, Eren solo pudo pensar en una cosa. – Entonces, ¿Qué tal si lo invito a cenar?

Incluso el mismo Eren se sorprendió de aquella invitación. – Por todas las molestias que le causé. Por favor.

Rivaille lo pensó. Realmente no le gustaba la idea de cenar con alguien a quien no conocía, pero resultaría muy descortés de su parte. Mierda, si estuviera en cualquier otra ocasión se negaría rotundamente, terminaría la historia con ese chico ahí mismo y problema resuelto.

Pero aquel chico no parecía tener malas intenciones, quería agradecerle por haberle salvado la vida; además hace mucho que no se tomaba un descanso.

- Está bien.

- Qué bueno. Hoy es martes... ¿Qué le parece el sábado?

- Sí, no hay problema.

- Bueno, lo esperaré aquí a las nueve de la noche. Hasta entonces.

Eren descendió del auto, y cuando llegó a la puerta, Rivaille abandonó el lugar.

Todo parecía normal, sin embargo, Eren se dio la vuelta y caminó hacia el lado contrario del que habían venido. Con mucha dificultad, esta vez sí, llegó a su casa.

Al entrar, su madre, Carla se encontraba junto con su hermana mayor Mikasa sentadas en la cocina.

- ¡Eren! – Corrió a abrazarlo su madre. – ¡Dios mío! ¿Qué fue lo que te sucedió? No sabes la angustia y preocupación que teníamos todos. – Vociferó al borde del llanto.

- Lo siento.

- Fueron ellos, ¿Verdad? –  Interrumpió Mikasa, enfadada. – Dilo.

- Ya te dije que no es asunto de ustedes.

- Lo sabía, voy a matar a esos hijos de puta.

- No harás nada Mikasa, no tienes idea de cómo son esas personas.

- ¡Entiende que van a matarte si continúas así!

- Eren. Escucha a tu hermana, te dije mil y una veces que tu padre y yo buscaremos la mejor solución para arreglar esto. Ya no sigas con esa gente.

- Es un tema que tengo decidido, fue un error mío, pero ya no va a volver a suceder. Todo estará bien, en serio. No se preocupen.

- ¿Dónde pasaste la noche? – Interrumpió su hermana.

- En un hospital. Armin me llevó.

- ¿Y por qué no nos avisó?

- Intentó hacerlo pero su celular se quedó sin batería. Iré a la habitación, necesito descansar un poco.

Una vez que llegó, se recostó cuidadosamente en la cama pensando en todo lo que había sucedido. Las peleas, sus heridas, los problemas que tendría de ahora en adelante…Y en aquel hombre llamado Rivaille; tenía una gran deuda con él.

Cubrió parcialmente su rostro con el brazo para intentar dormir. ¿Realmente todo estaría bien?

Notas finales:

Qué tal? De a poco la historia va tomando forma ~ Eren tiene varias cosas ocultas.

Nos vemos la próxima! ♥

Riren Is Love.


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