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Amante demoníaco por alexriden02

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Notas del capitulo:

Hola lectoras/es

Estoy regresando. ¿Alguien esperaba esta historia? Bueno, aqui va una nueva actualización.

Cuando él despertó no dudo en ponerse de pie y buscarlo a su lado.

 

- Yunho, no te muevas – le pidió  Junsu esperando que volviera a recostarse – Estas muy débil.

- Jaejoong, ¡¿Dónde está Jaejoong?! – Junsu le esquivo la mirada –  ¡¿Dónde está?! ¡Habla!

- No lo sé.

 

Furioso, Yunho cogió la pequeña mesa a su lado y la lanzo por la ventana. Como el rugido de un león,   sus gritos despertaron a todos en la casa. Cuando Changmin llegó Yunho estaba emanando una energía demoniaca oscura. Fuertes vientos agitaban   por toda la habitación.

 

- ¡Yunho, tranquilízate!

 

 Changmin  intentó calmar a Yunho, pero nada parecía  funcionar. La energía demoniaca de Yunho crecía cada vez más.

 

El cielo fue cubierto por oscuras y densas nubes. Un relámpago partió el cielo y la tierra se sintió temblar.

 

-  ¡Junsu, vete! – le ordenó Changmin, pero Junsu se quedo estático en su mismo lugar – ¡Junsu sal de aquí!

- Esta llorando – dijo Junsu con verdadera tristeza en su rostro.

 

Changmin volteo a ver a  Yunho. Era cierto, Yunho estaba llorando. Dolor o no, él no podía dejarlo actuar así. Si el demonio de Yunho tomaba el control destruiría la ciudad.

 

- Tengo que llevarlo al inframundo – le dijo a Junsu para que se alejara.

 

Gracias a su demonio Muerte, Changmin podía ir y venir del inframundo. Algunas veces acompañaba a las almas perdidas hasta las puertas del inframundo  para nunca más salir de ahí. Él y Siwon era los únicos que podían detener a Yunho si su demonio se salía de control. Changmin estiró las manos y recitó el conjuro para abrir las puertas que daban paso al inframundo.  En ese lugar el demonio de Yunho era dominado y para eso ambos debían descender.

 

 

Il Woo tembló al sentir aquella energía demoniaca desplegares por la ciudad.  Una macabra sonrisa se dibujo en su rostro al sentir con vida a Yunho.

 

- Así que sigue con vida– dijo entre dientes mientras tecleaba algo en su ordenador –. Si esos amigos tuyo no intervenían  en tu ayuda, estarías muerto. Pero aun así no pudieron evitar que me llevar a Jaejoong.

- Disculpe señor – ingresó una mujer vestida completamente de negro y llevaba un atado de cuchillo rodeando su cintura – El joven despertó.

- Mi querida Yoona, dejo en tus manos la vigilancia de mi castillo.

- Sí, señor.

 

Jung Il Woo camino por los pasillos de su fortaleza. En los mapas no existía y tampoco podía ser rastreada satelitalmente pues su tecnología avanzada  lo impedía. Un perfecto escondite.

Las puertas se abrieron y una sonrisa encantadora se dibujo en su rostro al ver a Jaejoong.

               

- ¿Dónde estoy? – Jaejoong le preguntó.

- Estas a salvo – le respondió cogiendo la mano de Jaejoong – Lamento no haberte protegido como debía.

- ¿Protegerme? ¿De qué?

- Jaejoong, cuando nos conocimos no solo me enamore de ti – confesó Il Woo recordando ese día con una sonrisa verdadera como hace mucho no sonreía  – Mi alma y todo mi ser querían protegerte.  Pero cuando decidiste que Yunho sería tu…

 

Escuchar el nombre de Yunho en la boca de Il Woo le trajo aquellos recuerdos a su mente.

 

- ¿Dónde está Yunho? – preguntó Jaejoong.

 

 

Un grito alerto a la hermosa reina del inframundo. Una energía extraña erizo toda su piel. Era aun más aterradora que la de su marido.

 

- ¿Qué está pasando ahí afuera?

- Mi señora, algo aterrador llego a las puerta del inframundo – dijo asustado el sirviente de Perséfone.

Ella sin pedir más explicación fue hacia la puerta y pudo ver a Changmin. Perséfone conocía al joven guerrero pues era uno de los pocos con los que hablaba durante su estancia con su marido.

-  ¡Changmin, que es esto!  – habló la hermosa reina del inframundo señalando al muchacho que emanaba una energía obscura.

-   No lo entiendo – respondió desconcertado – , su demonio no está cediendo a las fuerzas del inframundo.

-   Porque no es su demonio el que lo está controlando – se explico la reina cubriendo su rostro pues aquella energía era desbordante.

 

Varios sirvientes aterrorizados huyeron dejando a la reina frente a tal despliegue de poder.

 

-   No hay duda que es el hijo de un Dios – dijo ella desplegando sus brazos. Ella ya tenía en mente un plan –. Changmin deja salir el poder de tu demonio.

-    Pero lo mataría o tal vez él lo haría.

 

Yunho dejó escapar un grito desgarrador. Algo en él se estaba consumiendo y hasta el demonio de Lujuria estaba asustado.

« ¡Yunho, escucha! ¡A este paso destruirás todo! ¡Nos destruirás!» Lujuria jamás imaginó que la leyenda fuera cierta, el humano donde su alma estaba encerrada era el hijo de un Dios pues nada mas explicaba tal despliegue de poder.

 

-  Yo evitare que los dos mueran, pero por ahora usa a Muerte contra Yunho.

 

Perséfone le trasmitió a Changmin la seguridad que él necesitaba para dejar salir a Muerte.

 

«Yo me encargare de él, tú asegúrate de no morir» le dijo Muerte a Changmin, ya que si su contenedor moría también su alma.

 

-  Yo los protegeré a ambos – dijo Perséfone al ver cómo Muerte aparecía cual sombra e iba hacia Yunho.

Muerte no temía a morir, pero sí que su humano muriera. Tenía que protegerlo y  él lo haría.  

«Extraño sentimiento»  se dijo antes de rodear a Yunho como si fuera un abrazo.

 

Yunho sintió la mano de Muerte sobre su cuerpo, fuera de entrar en razón empezó a luchar pero la figura se unía al cuerpo del guerrero como un parasito. Muerte solo necesitaba llegar al punto vital: el corazón. Un poco mas y tendría en sus manos el corazón de Yunho.

 

- ¡Lo tiene! – Perséfone era la responsable de la vida en la Tierra y su poder le permitía incluso evitar la muerte. Tan diferente de su esposo.

A Yoochun le extrañaba que su amigo no contestara sus llamadas. Angustiado decide ir a buscarlo.

-  ¿Park Yoochun?

Yoochun voltea pues esa voz no le es familiar.

Unos hombres vestidos de negros lo rodean. A la defensiva Yoochun retrocede. En su mente solo se le cruza una cosa, sería asesinado por mafiosos.

-  Si son los hombres de mi padre, déjeme decirles que…

-  No trabajamos para el señor Park.

-  ¿Quiénes son?

 

El joven estudiante de medicina estaba más asustado al saber que no eran los hombres de su padre. ¿Quiénes eran?

 

-  Yo podría responderte.

 

Detrás de uno de los hombres más altos sale una bellísima mujer de pelo corto. La ajustada ropa negra deja en visto su prominente busto, pero eso no fue lo que más llamó la atención de Yoochun, fue el rostro de la chica.

-  ¿Ju-Junsu?

-  ¿Mi hermano? – sonrió ella y Yoochun quedo sin palabras – Veo que la historia se volvera a repetir.

 

El palacio donde vivía la bella Perséfone fue un regalo de su esposo Hades.  En el inframundo no existía la luz, sólo una especie de atardecer antes de la noche. Aun así, a ella le gustaba ese paisaje que mostraba el inframundo.

 

- ¿Qué sucedió para que el demonio de Yunho tomara control? – ella preguntó a Changmin.

 

La reina del inframundo e hija de Zeus no era ajena al castigo de los dioses a los guerreros humanos. Ella conocía a la perfección la historia, pero su marido le había revelando algo más de aquel relato.

 

- Yunho se enamoro de un humano.

 

La bella reina abrió los ojos no creyendo que alguien que tenia la maldición de Lujuria lograra enamorarse y menos de un humano.

 

- Parece ser que Yunho es igual a su padre – dijo ella bebiendo un poco de infusión de flores.

- ¿Su padre? – Changmin le miró desconcertado – Yunho no tiene padre, él y yo crecimos sin padres.

- Siempre me pregunte cual era el interés de mi marido y mi padre por aquel humano criado por Artemisa. Mi curiosidad fue más allá y descubrí que Yunho es hijo de un Titán.

 

Changmin recordaba las leyendas que contaban los ancianos del pueblo, de cómo los Titanes, raza de poderoso dioses qfueron enfrentados por los dioses del Olimpo y destronados como dioses supremos.

 

-  Eso es imposible, todos los Titanes fueron…

- En esa guerra, algunos Titanes se aliaron con Zeus y uno de ellos puso en vergüenza a mi padre.

- Prometeo – respondió Changmin analizando cada palabra de la bella reina –  Él es el padre de Yunho.

 

Perséfone asintió.

Notas finales:

Bueno, ahora saben que Yunho es hijo de un Dios . ¿Qué pasara con Jaejoong y su bebé? Por ahora Il Woo no sabe de su existencia.

Nos leemos en el siguiente capitulo.

Álex


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