Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sé que es tuyo...pero yo lo quiero por Yami Kagamine

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis amores!, nuevo capitulo espero que les guste , y de verdad muchisismas gracias por sus cometarios *u* 

Por cierto, miren a quien traje O3O *Saca a Hipo de 15 años del costal magico de North* 

Hipo: ¿Comó dragones llegue aqui? 

Autora: Saluda ¬_¬

Hipo: Bueno -n- pero si yo ni aparezco en este fic, solo lo hace mi yo adulto, o_O ¿yo por qué estoy aqui, si no me quisite contratar para este proyecto ¬3¬ 

Autora: No tengo tanto presupuesto n3nU 

Hipo: Tacaña -_- pero eeeeen fin, al menos en este fic sere virgen hasta despues de los 15, ya es algo

Autora: Y será chistoso que Jack trate de ukearse a Hiccup de 20 años xD pero si no les convence *Saca a Elsio del mismo costal que a Hipo* A quie esta Elsio para ukearselo bien bonito, ¿verdad O¡w¡O

Elsio: *Completamente desinteresado* :Supongo , pero...*Andy salvaje aparece*

Andy: ¡Esperen! Aguien dijo que quería hacer un muñeco, ¿verdad? *w* 

Autora: mmmm si, me parece que fue soubi

Andy: ¡Elsio! ¡vamos!, Yo tambien quiero hacer un muñeco OwO 

Elsio: *Modo alfa sexoso activado* Yo te hago un muñeco cuando quieras ewe

Andy: ¿pues que esperas?¡Anda! quiero otro muñequito de nieve, como Olaf OwO *No entendio el doble sentido*

Elsio: *Se golpea contra la pared* ¿Por que es tan inocente? 7^7

me hace sentir peor

Autora: porque asi se le quiere -3- y no te preocupes, Hipo no es tan inocente *w* mira! *Señala a Hipo*

Hipo: a mi ni me miren, yo no aparezco en este fic, es mas, ya me voy. Hipo fuera, paz *Lanza un beso y se va* 

Elsio: *sarcasmo* Oh si, es todo un encanto -_-

Autora: 7_7 bueno, traiganme a Hiccup *Entran dos policias al estudio arrastrando a Hiccup de 20 años*

Hiccup : saben que no era necesario traerme a arrastras, verdad? ¬_¬

Autora: si, pero asi es mas divertido xD

Elsio: *mirando a Hiccup* No esta mal -u-*Bola de nieve salvaje aparece y lo golpea*

Jack: Como que no esta mal?!, Solo miralo!, es perfecto ...y es mio e_e

Elsio: Obligame e_e

*Comienza una guerra de nieve*

Autora: ...dejemoslos solos -_-U Ahhh y toma, Hiccup *le entrega una hoja donde viene el comentario de AmayaRotark* ¿que piensas de esto? OwO

Hiccup: WTF!! Oh claro que no, yo no firme para esto!

Autora: de hecho si, estaba en las letras pequeñas del contrato.

Hiccup: me niego!!

Autora: Lastima, porque ya lo estoy considerando xD

Hiccup: pero me va a doler >'///'<

Autora: Y mucho xD ...y donde esta Andy? o.o

Andy: Aqui! OuO/ *haciendo un muñeco de nieve*

Hiccup: que se trae él con los muñecos de nieve? -.-u 

Autora: es su trauma infantil, dejalo -3- pero bueeeeeno, vamos al debut de Hiccup ^w^ *esquiva una bola de nieve* Y voy a convencer a esos dos copitos de compartir a su omega OuO *Saca el fierro golpeador de semes felices* nos leemos

 

Ok, ok, aquí vamos de nuevo…Callado, refinado, gracioso, gentil, delicado y… ¿y?… ¡Por Odin! ¿Por qué era tan difícil aprenderse unas simples palabras? Y ahora que lo pensabas, ¿no era mejor ponerlo en práctica y no solo repasar el concepto en tu mente?...No, que aburrido, además, ya era difícil memorizarlo, seguro sería imposible practicarlo. Confiabas en tu ingenio y sabías que en cuanto lo necesitaras, actuarias según como dictaban las leyes…o al menos las leyes que regían a la aclamada familia Frost.


Las cosas en Berk siempre fueron diferentes, aquí no importaba si eras alfa, beta u omega, en Berk, obtenías privilegio y respeto siendo un gran guerrero, un guerrero honorable y justo, es así como se administraba Berk; Claro que no se podía ir contra le genética de cada persona, pero aquí, los omegas no eran propiedad de nadie, ellos decidían cuando y con quien unirse, y desde luego que el cortejo debía ser el adecuado. Y pobre de aquel alfa que decidiera ignorar ese protocolo y tomar a un omega en contra de su voluntad, ya que se consideraba uno de los actos más ruines posibles, y el alfa terminaba siendo un traidor y exiliado lejos de las tierras de Berk.


Y tal vez era por eso que ya te tachaban de rebelde en varias naciones, pero, ¿que esperaban de un hijo de Berk? La sumisión no estaba en tu naturaleza, ni en ningún omega que habitara aquel archipiélago escandinavo; Y tal vez tuviste que esforzarte al triple para lograr lo que muchos vikingos lograban en un soplido, pero no necesariamente por tu condición de omega, no, más bien fue porque…había que admitirlo…aun si poseías una mente increíblemente brillante, en lo general eras bastante torpe. Es por ello que siempre tuviste que trabajar mucho más que otros. Pero lo curioso, es que por más que te esforzaras, jamás lograste encajar, ¿recuerdas todas las veces que te sentiste impotente?, y vivir bajo la gran sombra que era tu padre, no mejoraba las cosas, pero siempre tuviste presente las palabras de tu madre: “Quien no encaja en el mundo,  es porque ha venido a cambiarlo”. Claro que en su momento no lo tomaste en cuenta, fue hasta aquel día que querías probarte a ti mismo lo que valías, lástima que no eras como el resto de vikingos, lástima que no pudiste matar al que ahora era tu mejor amigo, lástima que gracias a ello, ahora todo era mucho mejor.


Y no solo mejor para ti, fue lo mejor para todo el archipiélago, después de eso, jamás volvieron a llamarte ‘Hiccup el inútil’ no, ahora eras ni más ni menos que el amo de dragones y el próximo jefe de Berk. Tu vida, en resumen, y justo ahora, era perfecta… ¿Entonces por qué aceptaste ser cortejado por el hijo del gran San Nicolás North?, es decir, tú, toda una leyenda por tu fama con los dragones y tu infamia por parecer más un alfa que un omega, tú, uno de los mejores espadachines del mundo, con una de las mentes más brillantes de tu época, tú, el mejor entrenador de dragones y próximo rector de Berk; habías decidido permitirle a ese tal Jack Frost que te cortejara antes de que llegara tu próximo celo, tal vez podrían vincularse y por fin tendrías lo que habías comenzado a desear hace unos meses…¡Oh cierto! Era por ello que aceptaste, odiabas la maldita biología, pero tu instinto comenzaba a llamar, querías una familia…o más específico, un bebe, así es, ¿era raro que un omega solo viera a los alfas como donantes de esperma?...No, claro que no ¿verdad?. Bien, empezabas a entender porque de entre todos los omegas rebeldes, tú eras el rey del anarquismo.


La verdad, no hubieras deseado tener que ser cortejado por un desconocido, de hecho ya habías seleccionado a un alfa lo suficientemente viril como para dejarte en cinta, sin que tuviera que marcarte, y hablabas de tu buen amigo Eret, hijo de Ereth. Ya se lo habías propuesto, lo platicaron y él lo acepto, Después de todo eran buenos amigos y él no tenía ninguna intención de reclamarte como suyo, tan solo haría lo que le pedías, dejarte en cinta, pero ¡oh sorpresa!, tu mejor amiga –y amor platónico en algún momento, pero eso nadie necesitaba saberlo- una hermosa beta de cabellos rubios y ojos azules, llamada Astrid, ella estaba enamorada de Eret y no necesitaste que ella te lo confesara, la conocías muy bien y sabías que su actitud para con el alfa azabache, ya indicaba la atracción mutua, aun si ellos todavía no estaban al tanto.


Es por ello que decidiste romper el trato con Eret, y aunque él se vio confundido por los cambios tan repentinos, no te cuestiono nada, y supiste que era mejor así, pronto dos de tus mejores amigos entenderían que simplemente, Freya, diosa del amor, ya los había unido.


__¡Hiccup!__ Y entonces tuviste que salir de tu ensoñación y mirar a esa beta de ojos azules, que ahora parecía irradiar toda la furia de los dioses.


__ ¿Qué sucede, Astrid?__ Preguntaste de lo más calmado, mientras te alejabas un poco del acantilado, donde hace unos momentos mirabas el horizonte mientras intentabas reflexionar un poco.


__ ¿Recuerdas los preceptos del omega?__ ¡Por los dioses! ¿En serio?, ni siquiera se dignaba a decirte “hola”, solo venía a regañarte.


__ Callado, refinado, gracioso, gentil, delicado y…__volvieron a quedarse las palabras en tu boca, vamos, no era tan difícil.


__¡Puntual, Hiccup!, ¡Puntual!__ ay pero no necesitaba gritar y se lo harías saber.


__No estoy sordo, ¿sabes?__ La miraste con reproche, mientras comenzabas a caminar de regreso a la aldea, mientras tu amigo de escamas negras te seguía de cerca y miraba a la chica, como si tratara de descifrar que sucedía.


__ ¿A dónde vas?, ¡Ya es tarde!__


__ ¿Qué? __ Y entonces lo recordaste __ ¡Hoy tengo que ir a Arendelle! ¿Por qué nadie me aviso? ¡Tengo que irme pero ya!__ y cuando estabas a punto de salir corriendo para subir en tu dragón y emprender el vuelo, un fuerte agarre en tu hombro te detuvo.


__ Nada de eso, tus padres ya se fueron__ ¿Cómo que se fueron sin ti? Malditos traidores.__ Es obvio que llegaras tarde, así que al menos hare que valga la pena.__


__ ¿Qué?, pero…__


__Nada de peros…eh escuchado que el rey de Arendelle no es muy condescendiente, así que estoy segura que se enojara si el próximo miembro de su familia es tan irresponsable, al menos deberás llegar presentable__ ¿Cómo que el próximo miembro de la familia?, eso aún no estaba decidido, tú tenías la última palabra y…pero antes de seguir reprochándole mentalmente, ella te obligo a seguirle de regreso a la aldea, y estabas seguro que no saldrías a no ser que estuvieras muy bien peinado y perfumado.


_________


Mil quinientos cincuenta y cuatro, mil quinientos cincuenta y cinco…ok, esto no estaba funcionando. ¿Dónde se supone que estaba el chico ese de nombre raro?, comenzabas a irritarte, de por si no te distinguías mucho por ser una persona muy paciente, y a ese chico se le ocurría llegar tarde.


Aunque en realidad no es como si tuvieras mucho derecho a molestarte, si fuera tu omega, tal vez, pero en realidad aquel chico le pertenecería a Jack, y éste, no parecía muy preocupado por el gran retraso de su futura pareja. Por el contrario, parecía muy divertido, y gozaba bastante de la compañía de los que serían sus suegros, incluso tú, que aunque habías acordado solo presentar a Jack, decidiste quedarte un rato más conversando con aquellos dos excéntricos invitados. Aquel par, era realmente agradable, incluso por unos momentos, te hicieron recordar los momentos cálidos a lado de tus progenitores,


Aquella mujer beta en especial llamo tu atención, sus ojos verdes vida, su cabello largo y castaño trenzado, esas facciones delicadas y su cuerpo que parecía tan frágil, pero con una presencia que imponía respeto. Jamás conociste a nadie así, ni si quiera tu madre siendo una reina, ella, Valka, aun sin ser una alfa, estabas seguro que cualquiera se arrodillaría ante su presencia. Y entonces tuviste que desviar la mirada a otro punto que no enfocara a la mujer beta, pues comenzaste a sentir un aura perturbadora dirigida especialmente hacia ti, no tuviste necesidad de voltear, para saber que Estoico, el alfa y esposo de Valka, ya se estaba incomodando por tu obstinada mirada en la mujer.


Es por eso que solo bajaste un poco la cabeza mostrando un poco de sumisión, generalmente no lo harías, como alfa y rey de Arendelle, debías tener bien establecido tu territorio, pero sería una descortesía ponerte altanero frente a Estoico, después de todo, ellos estaban ahí por la invitación de tu familia y con buenas intenciones, además, él tenía todo el derecho de ponerse territorial al sentirse amenazado por el alfa que miraba tan insistentemente a su pareja.


Permaneciste un par de segundos con la mirada gacha, hasta que la atmosfera se hizo menos pesada, incluso Jack también se había relajado, aun si no supiste en que momento él también se incomodó.


La charla se extendió por un rato más, incluso tuvieron el tiempo suficiente para conocer a ese par de criaturas aladas que habían traído los forasteros, incluso Andy que se suponía estaría encerrado junto a Kristoff en su habitación, había salido a curiosear y tuvo el privilegio de montar, junto con Jack, a ese majestuoso dragón de colores en tonos anaranjados, y varias veces, la beta se disculpó por la tardanza de su primogénito y el alfa pelirrojo maldijo entre dientes, lo único que lograste escuchar con claridad entre ese mascullo fue: “Ese niño, ¡tenía que nacer con la atención de un gorrión!” y algo de que lo cambiaría por un troll…Y pensabas que tu familia era extraña.


Y sinceramente ya comenzabas a dudar si querías que ese omega llevara el apellido Frost, después de todo, independientemente de ser un alfa, beta u omega, era una gran falta de respeto y moralidad llegar ridículamente tarde a una cita; aunque Jack parecía más que contento, claro, estaba retrasando el encuentro con la persona que significaría su sometimiento a una vida adulta.


En fin, al menos tuvieron el tiempo de discutir distintos términos, tales como el asunto de la boda y todo esos protocolos, aunque técnicamente fueron tú y Valka los que hablaban pues Jack aun rehuía a ese compromiso y Estoico parecía un poco receloso, incluso llegaste a escuchar como en voz baja le replicaba a la beta, alegando que su niño aún no estaba listo para unirse a un alfa. ¿Y cómo que niño?, tus fuentes aseguraban que el chico ya tenía los veinte años cumplidos, algo extraño para un omega sin unir, generalmente un omega se enlazaba en su primer celo y si corrían con suerte, hasta después de los 18, pero era realmente raro que alguno llegara a los 20 sin vincularse a nadie.


 El punto ahora era, que al parecer el joven se quedaría en el palacio hasta el día en que se celebrara la boda, al parecer el chico estaba cerca de su próximo ciclo, así que Val –Como pidió la beta que la llamaras- supuso que el cortejo del pequeño copito de nieve andante, debía empezar antes de que el celo llegara, pues así Hic…Ese tipo –nota mental: aprenderse el nombre del omega- El punto era que el omega no se vería tan presionado y podría recibir bien a Jack, como su alfa.


Y entonces sentiste ese ligero cambio en la atmosfera, un cambio que de cierta forma te hizo tensarte, y de inmediato fijaste tu vista en Jack, solo para comprobar que él también se había puesto en alerta, esa atmosfera era producida por un omega estresado, lo sabías, pero no era Andy, ya concias todos los aromas que desprendía, según su condición. Entonces Jack volteo a verte, rogándote con la mirada que le explicaras el porqué de esa atmosfera,  pero tú estabas en las mismas.


Tu último recurso fue mirar a Estoico, quien ni parecía inmutarse, tan solo miraba el cielo, aunque podías admirar su ceño levemente fruncido, por otro lado, la beta lo tomaba de la mano, sonriendo con cierta picardía, mientras de igual forma miraba al cielo, y te convencieron de hacer lo mismo.


Y ahí, atravesando el horizonte, podías divisar apenas a una figura alada, que se dirigía a gran velocidad hacia el palacio, te sentiste amenazado, y aún más, cuando esa figura alada se detuvo frente al palacio, extendiendo sus esplendorosas alas negras justo frente a ti, dejándote anonado por la majestuosidad del dragón, y pronto sentiste como alguien se posaba detrás de ti, y por el frio contacto, supusiste que se trataba de Jack.


__Hasta que por fin te dignas a aparecer__ y sabes que tanto Jack, como tú, voltearon acorde, para ver como Val ponía sus manos en las caderas, y se inclinaba ligeramente hacia enfrente.


Te viste obligado a retroceder un poco cuando el imponente animal inclino su cabeza, permitiendo que la beta vikinga le acariciara con dulzura.


__Lo siento, tuve algunos percances __Y de nuevo Jack y tú se pusieron de acuerdo, para dirigir su vista al muchacho que montaba a aquel animal.


Un muchacho, de piel bronceada y con una que otra peca que te recordaba a cierto chiquillo hiperactivo, luego estaba su alborotado cabello castaño cobrizo, que más que hacerlo ver desaliñado, le daba un toque juvenil y bastante atractivo, tenías que admitir, y sus ojos ¡Ohhh! Sus ojos eran lo mejor, ese brillo esmeralda en ellos, esa vitalidad, eran simplemente hermosos, tanto que no pudiste evitar perderte en ellos. Él tenía la misma presencia que Valka, se veía tan frágil e imponente al mismo tiempo.


__Yo…lamento la demora majestad__ Entonces lo viste bajar del lomo del dragón, y con la cabeza gacha ofrecía sus disculpas.


__No es nada, lo importante es que ya estás aquí__ ¿Qué? Querías reprenderlo, pero no podías, esos ojos te hipnotizaban y parecía que te sometías a sus deseos, ¿Qué es lo que tenía ese chico en especial?, entonces lo viste sonreír, y al instante la atmosfera cambio, el omega ya no estaba estresado, todos lo notaron y ahora podías deleitarte con su perfume natural…que gran error, era tan…tan… ¿Cómo describirlo?, Comenzaste a sentirte mareado, y de cierta manera emocionado, hace tanto que no sentías ese calor en tu vientre que poco a poco se extendía por todo tu cuerpo, extendiste tu mano, por mero instinto, dirigiéndola hacia el rostro del castaño, pero antes de lograr el contacto, una irritante voz hizo eco en tus oídos.


__Elsio__ Detuviste todos tus movimientos miraste de manera furtiva, como tu primo te regresaba la mirada con cierto reproche, y con los labios levemente fruncidos, dejando ver un poco sus colmillos que al parecer habían reaccionado al aroma del omega, que extraño que sin estar en celo, causara esa reacción en los alfas.


__Lo siento, por favor, sígueme, debes tener hambre después del recorrido__ Lo escoltaste –junto con Jack y su familia- dentro del palacio, mientras que su dragón era llevado junto a los otros dos dragones, casi a la fuerza, pues no parecía querer ser separado de su jinete.


Cabe decir que cuando el chico se enteró de que debería quedarse en el palacio, no lo tomo muy bien, pero pareció contener su rabieta. Durante toda la plática que mantuvieron los vikingos con Jack, apenas y mencionaste palabra, tu atención se centraba especialmente en el muchacho de ojos verdes. Aunque tratabas ser lo más discreto posible, pues Jack parecía estar dejándose llevar por su instinto y sabías que de no ser por estar rodeado, ya le habría saltado encima al muchacho.


Pero esa tarde, lograste memorizar cada uno de las expresiones del chico, la manera en que rodaba los ojos, cada vez que usaba el sarcasmo, como sus hombros se movían con instancia al hablar, su sonrisa alegre y esos ojos llenos de vida, luego pasaste a apreciar su cuerpo. Portaba lo que parecía ser un chaleco ceñido hecho de algún tipo de piel color marrón oscuro y alguna que otra correa de adorno, el chaleco dejaba ver su clavícula y parte del pecho, ¿eran alucinaciones tuyas, o esa piel rogaba por ser marcada?, sus pantalones también eran ceñidos, dejando ver bien sus atrayentes caderas y trasero, ¡Por dios! ¿De verdad tú estabas pensando eso?, maldita biología. Llamo en especial tu atención la prótesis que usaba como pierna, pero no te armaste de valor para preguntar, por otro lado, admiraste la funda que se ataba a su pierna y el mango que sobre salía de ésta, ¿una daga talvez? Y finalmente, un cinturón ancho atado en su abdomen, poseía un color verde olivo y en el centro destacaba una hebilla, con la marca de lo que parecía ser el dragón en el que llegó montado…Sin duda, el amo de dragones.


____________


Dos semanas…dos semanas habían pasado desde que Hiccup –objetivo logrado- se había mudado al castillo y cada día te sentías más atraído por su fragancia, pero apenas y podías acercarte a él sin que Jack estuviera presente, el poco tiempo que pasabas con el omega de ojos bonitos –sí, no eras muy bueno poniendo sobre nombres, pero eran bonitos, ese era el punto- se veía condicionado a la presencia de Andy o de Jack, siempre alguno estaba presente -aunque admitías que era divertido cuando Andy se burlaba de Jack por ser mas bajito que el omega- y la única vez que pasaste tiempo a solas con el omega, fue cuando tuvieron una pequeña clase de esgrima, donde descubriste que Hiccup podría ser todo, menos indefenso.


Y debías admitir que verlo blandir su espada de fuego, fue todo un deleite para ti, sus movimientos finos lograron seducirte aún más y esa noche, tuviste que ir de visita a tu refugio personal, ahí donde Malvavisco añoraba tu regreso, custodiando tu palacio de hielo; solo para asegurarte que el lio de emociones que se comenzaba a formar dentro de ti, no dañara a nadie.


Y ahora estabas ahí, encerrado en tus aposentos, tumbado en la cama, solo mirando hacia ningún lado, tratando de ignorar todo lo que el omega de ojos bonitos pudiera provocar en ti, incluso tratabas de poner a Andy en tu mente, pero era inútil, Hiccup lograba colarse a cada uno de tus pensamientos.


__ ¿Elsio?__ Bien, al menos un poco de música para relajarte __¿Y si hacemos un muñeco?~ __Y sin querer sonreíste al escucharle cantar, siempre lo hacía, de alguna manera, a Andy le bastaba tararear esa palabras, para que tú cayeras en sus encantos de nuevo.


__Pasa__ Y sin más, la puerta se abrió de forma estruendosa, dejando pasar a tu pequeño pecoso de ojos acuosos.


__ ¿Entonces si hacemos un muñeco? __y tan solo pudiste reír con su inocencia __ ¿estás bien?, ya tiene rato que te noto un poco raro__


Te limitaste a mirarle, ¿Cómo decirle que la esencia del Hiccup comenzaba a ser estragos en tu cuerpo?, ese perfume estaba intoxicando todo tu cuerpo y tú no podías hacer nada más que soportarlo en silencio.


__Si, solo eh estado un poco estresado con lo de Jack__ mentiste, odiabas hacerlo, pero era necesario.


__Ohhh…ya veo __y en un dos por tres, Andy ya estaba sentado sobre tus caderas, inmovilizándote.


__¿Andy?, ¿Qué estás haciendo?__ Tragaste saliva, mientras sentías tus mejillas arder y tu cuerpo temblar ligeramente ante el repentino contacto con el omega.


__Solo quiero ayudarte a relajarte__ y entonces comenzó a desabrochar tu camisa, Esto era un sueño ¿verdad?, uno muy bueno para ser verdad; una vez tu pecho y abdomen quedaron expuestos ante tu hermano, sentiste sus cálidas y delicadas manos recorrer con total libertad tu torso, ese tacto era tan suave, que sin quererlo, dejaste de apretar tus puños y cerrar tus ojos con fuerza, permitiendo que Andy hiciera su voluntad con tu cuerpo__ ¿Te gusta?, eh practicado mucho con Kristoff y veo que a ti también te agradan los masajes en el pecho__ si, era demasiado bueno para ser real.__ ¿Elsio?, ¿todo bien?__


Demonios, seguro noto como tu cuerpo volvía tensarse y como tu cara se desfiguraba para dejar ver tu dolor y rabia contenida.


__Estoy bien__ Pero él no lo creyó, y apoyando sus manos sobre tu pecho, se inclinó hasta dejar su frente pegada a la tuya, ¿Acaso lo hacía a propósito?¿Acaso buscaba dañarte?


__Estas caliente __No, esa era su manera de ser, él se preocupaba por ti, él era tan inocente que no se daba cuenta de todo lo que provocaba en ti, y era eso lo que más te lastimaba, sentir que te daba una esperanza y luego la destrozaba con su misma inocencia de siempre.


__Dije que estoy bien, vete__ y de nuevo ese tono cortante, ese desprecio marcado en tus facciones.


__Pero yo…__


__Dije que te fueras__ alzaste la voz, aun sin gritar, pero si mostrándole un poco los colmillos, solo como advertencia, lo querías lejos. Él no dijo nada más y se retiró con la mirada baja, y sabías que por dentro estaba destrozado, al igual que tú.


Te incorporaste sobre la cama y comenzaste a masajear tus sienes, te deshiciste por completo de tu camisa, dejando ver tu torso pálido y bien formado. Diste un par de vueltas por tu habitación, repitiendo tu mantra__ No sientas, no, no sientas__ odiabas reprimirte, pero era la única manera de mantener a todos a salvo.


Pero esta vez no parecía funcionar, comenzaste a sudar frio, la temperatura comenzó a descender y tus nervios se alteraban cada vez más, estabas perdiendo el control…No sientas, Frio, no sientas, más frio, no sientas, no, no lo hagas.


Y entonces te calmaste, inhalaste ese aroma, todo sentimiento desapareció, siendo remplazado por esa extraña pero agradable excitación, tu instinto llamaba; siempre fuiste fan del chocolate, es por ello que el aroma dulce de Andy siempre te atrajo, pero ahora, era una esencia mucho más fuerte, más seductora, y eso lo supiste cuando tus pies se movieron fuera de la habitación por cuenta propia, guiándote ciegamente hacia de donde provenía esa fragancia a cítricos, a frutos rojos, al bosque y a la libertad ¿Cómo olía la libertad? , no estabas seguro, pero te incitaba a probarlo, lo querías, lo necesitabas, ansiabas tenerlo querías todo de él, esa sensación tan excitante te envolvía y supiste que no habría marcha atrás cuando abriste esa puerta de caoba tallada, y lo primero que viste, fue a Hiccup sobre el lecho, completamente sonrojado y sus dedos entrando y saliendo de su ano.


Y esos ojos hermosos, que ahora te miraban con suplica, que pedían a gritos que lo tomaras, esos ojos serían tu perdición…pero si podías embriagarte con el aroma de la libertad y el bosque, lo harías, lo tomarías, lo harías tuyo. Y lograrías que esos ojos llenos de vida, se vieran inundados por el placer, un placer que solo tú, podrías provocarle.

Notas finales:

En fin, esos es todo por hoy y si,en el proximo capitulo habrá un lemon bien zukulentho (? xD

Adios ^w^/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).