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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Hola! Como andan? Ojala bien!

Sin ams que decir, A LEER!

-Estás demacrado querido –Comentó algo burlona y a la vez despectivamente, Sasuke la miró mal y Naruto se asomó un poco quería ver qué pasaba-

-¿Qué haces aquí?

-Vine a verte –Sonrió- Me enteré que estabas enfermo y quería venir a ver como estabas

-Ya estoy mejor –No parecían pareja según Naruto, Karin era muy superficial para acercarse a Sasuke estando así y Sasuke era demasiado frío con ella- ¿Es todo? Puedes irte

-¡Sasuke! –Se quejó- No seas tan odioso conmigo amor, sabes que solo me preocupo por ti

-… -“Y solo hasta ahora viene” pensaron los dos hombres-

-Creí que tal vez necesitabas algo de buena compañía y cariño… -Su voz se volvió más empalagosa- Cuéntame ¿Cómo has estado? ¿Pronto volverás a la empresa? -¿Eso era lo que le importa? Que falso era su amor- Me haces falta querido –Ella colocó sus manos en el pecho de él sobre la camisa- Mírate, ojalá no te queden marcas. ¿Quieres que me quede contigo? Puedo cocinarte algo si quieres, lo que tú pidas yo busco la receta y lo preparo solo para ti

-Vete

-¿Eh? –Karin y Naruto se sorprendieron de esa orden, porque fue una orden. Sasuke tomó sus brazos y ella rápidamente los alejó, Sasuke sonrió casi con maldad ella le tenía asco así-

-Ni siquiera te atreves a tocarme

-¿Quieres que me contagie? –Preguntó alarmada-

-Entonces no deberías quedarte, te ahorro la molestia, vete

-Pero…

-Basta Karin. Vete, ahora

 

   La mujer sabía que no podía ganar esa batalla, solo se dio la vuelta y Sasuke la siguió para acompañarla a la salida, Naruto subió las escaleras para que no lo vieran, se sintió mal por Karin pero a la vez se sintió bien ¿Por qué? Porque la mujer necesitaba ser puesta en su lugar, no podía siempre obtener lo que quería y no podía querer fingir ayudar y sentir asco al mismo tiempo ¿Quién hacía eso? Pero a la vez, Sasuke era tan frío con ella, tan alejado… ¿Qué clase de relación era esa? Aunque jamás estuvo seguro de que fueran algo, solo lo supuso, y conociendo a Karin no le sorprendía que quizás la mujer simplemente estuviera haciéndose ideas que no eran.

   Sasuke se preguntó si quizás Naruto habría escuchado algo, esperaba que no y al subir lo encontró sentado en el balcón, casi absorto del mundo a su alrededor, como si estuviera pensando en algo ni siquiera notó cuando Sasuke salió al balcón también

 

-Hey, dobe ¿Estás bien? ¡Dobe! –Lo zarandeo y solo entonces el rubio volvió en sí-

-¿Qué? ¿Qué pasa?

-¿En qué pensabas? Estabas en otro mundo –Dijo sentándose en el suelo frente al rubio, que estaba en el mueble-

-Ah, sí lo siento… Nada importante. ¿Qué me decías?

-Yo nada

 

   Sasuke se dio cuenta que el rubio estaba diferente y no pudo evitar que poco después, se fuera ¿Es que había visto a Karin y por eso se había puesto así? Pero recapitulando todo… Parecía mentira que fueran familia, Naruto apenas se enteró que estaba enfermo fue a verlo, lo obligó a comer, a bañarse, a tomar las medicinas, lo vio a medida que se brotaba más y poco le importo tenerlo cerca, tocarlo. Karin en cambio, hasta ahora que pronto podría volver a trabajar era que se enteraba y venía a verlo pero, siendo como era ella, tan superficial, ni siquiera se atrevió a tocarlo sino sobre la ropa, cuando él la tocó se alejó inmediatamente, no preguntó por él con sinceridad sino por cuándo volvería a trabajar, cuando volvería a ser el hombre que ella siempre quiso tener.

   Tan diferentes, tan contrarios.

   Aún así y aunque ya Naruto no volvió a visitarlo los últimos días que estuvo en casa siempre se mantuvieron en contacto por mensajes y el rubio sabía dividir lo personal de lo laboral pues igual lo mantenía al tanto de todo lo que debía. Sasuke despertó aquel día, se dio su tiempo en bañarse, cambiarse, estar listo, bajó como siempre del auto y apenas pasó las puertas de cristal todos volvieron a la realidad, el jefe estaba de vuelta.

   Ino mostró total alegría de que Sasuke estuviera bien pero claro que concordaba con sus compañeros que los días que tuvieron un poco más relajados, ya se habían ido. Sasuke observó el ventanal detrás de él, otra vez a la rutina, ¿No era eso lo que quería? Mejor dejarse de ideas raras y solo volver a ser lo que era, el jefe de Sharingan Corp.

 

*****

 

-¿Cómo va todo? –Preguntó Naruto aquella noche sentado en su cama mientras del otro lado de su tableta estaba Deidara, una vez a la semana quizás menos se contactaban, igual Itachi con Sai-

-Por aquí todo bien

-¡Hola Naruto!

-Hola Itachi

-Aja, decía que todo bien. –Dijo alejando al moreno de la toma- ¿Y tú?

-Todo normal, igual que siempre

 

   Para cuando terminaron de hablar el rubio se recostó mejor, aún faltaba para que Deidara volviera pero estos días se habían ido tan rápido ¿Seria porque siempre estaba pendiente del moreno? ¿Sería porque pasó casi cada hora ocupado? Ya fuera con trabajo, con amigos, con Sasuke. Pero bueno, por lo menos no todo había sido tan malo, seguía siempre encontrando la forma de relajar su mente y no estar todo el día pensando solo en trabajo.

   Al día siguiente como siempre pasó por aquel café

 

-¡Buen día!

-¡Buen día Naruto! –Saludaron los demás, pero lo que no se esperó fue ver a Sasuke acabando de comprar un café-

-Hola

-Hola Sasuke, ¿Qué haces aquí?

-Café, ¿No es obvio?

-¿No deberías estar en tu amada empresa? –Preguntó ya teniendo su chocolate en mano y ambos salieron del sitio-

-Me di un día libre, todo va bien y hoy no tenía nada que hacer allá –Eso sonaba raro para Naruto ¿Seria que Sasuke no quería estar encerrado en Sharingan?-

-Raro

-Lo sé… ¿Y tú? ¿Vas donde Yamato?

-No, hoy de hecho tengo el día libre

-Ah ¿Y qué harás?

-¿Piensas seguirme todo el día?

-Quizás –Bromeó pero se detuvo y habló sinceramente viendo al rubio fijamente- Quiero que me enseñes tu forma de ver el mundo

-¿Mi forma de ver el mundo?

-Sí, que haces usualmente un día libre, en qué inviertes tu tiempo que te hace sentirte bien. Tú forma de ver el mundo

-… -Naruto interpretó dos cosas, Sasuke quería saber su lado de ver las cosas, desde abajo y no desde arriba o también Sasuke quería conocer un día en la vida de Naruto, sus amigos, sus lugares. Se lo pensó y sonrió- Se qué podemos hacer hoy

-¿Si? –Ya lo había decidido, Sasuke vería el mundo, desde otra perspectiva-

-Verás el mundo, desde mi perspectiva y nada de decir “no”

-… -Tal vez no había sido buena idea que Sasuke hubiera dicho aquello, ya no podía arrepentirse- Bien

 

   No podía creer donde estaban, Naruto seguro solo quería hacerlo sufrir, quería maltratarlo y hacerlo sentir incomodo. Lo vio sonreír gracioso, rayos pero luego al entrar en el edificio se volvió otro, era sinceramente gracioso lo hacía para alegrar y caer bien y Sasuke no pudo evitar contagiarse.

 

-Primera parada, el geriátrico. –Comentó Naruto, lo que sorprendió a Sasuke fue que mientras caminaba parecía que las personas lo conocían, saludaban tranquilamente, el moreno en cambio solo observaba en silencio siguiendo al rubio- ¡Buen día!

 

   El rubio no tenía vergüenza alguna, se preocupaba por estas personas, por cada anciano que saludaba preguntaba cómo estaban incluso sabía lo que algunos tenían, “¿Cómo sigue el tratamiento? ¿Cómo está hoy? ¿Vinieron sus hijos?” Naruto en realidad conocía a estas personas, se daba el tiempo de hablar y oír a cada uno. No les tenía repulsión a los ancianos como otras personas, no le importaba ayudar a alguno en lo que necesitara, si parecía que cada persona en esa habitación era un abuelo del rubio, los asistentes y enfermeros también lo conocían bien

 

-¿Quién es el guapo que viene contigo?

-¿Guapo? ¿El teme? Ne, teme alguien quiere conocerte –Sasuke se acercó nervioso trató de ocultarlo tras su seriedad usual pero el rubio lo notó- Ella es Makoto, y él es…

-Sasuke Uchiha –Dijo la mujer, el rubio la miro extrañado Sasuke en cambio sonrió orgulloso, tomó la mano de la mujer y depositó un beso en el dorso-

-Mucho gusto señora –Decir que Naruto estaba sorprendido era poco-

-Claro que se quién es, Naruto no me creas tan ingenua del mundo de afuera, si lo que más hacemos aquí es leer para perder el tiempo

-¡Yo no! –Gritó un hombre a unos metros jugando dominó-

-Jaja –Rió el rubio, Sasuke se dio cuenta esto no era solo algo que Naruto hacía por “contribuir, hacer algo bueno de vez en cuando” esto era algo que Naruto hacía de corazón personas que en realidad le importaban-

 

   Al rubio no le importaba hacer cualquier cosa que alguna de esas personas necesitara, lo cual sorprendió a Sasuke el rubio era una caja de sorpresas. Naruto llevaba su auto también sabía que el moreno no solía usar un auto tan económico ¿Quería ver el mundo desde su perspectiva? Lo vería completamente desde su perspectiva.

 

-Segunda parada, el hospital

-¿Acaso intentas que haga servicio comunitario?

-Usted callado y siguiéndome ¿Okay?

-…

 

   ¿Quién se creía? De no ser porque se rió al final parecía que lo estaba mandando, podía ser autoritario cuando quería. El hospital, Sasuke se sentía mal de esos sitios, no le agradaba ver personas enfermas casi quería quitarle un par de guantes y un tapa bocas a cualquier doctor o enfermero que pasara cerca. Su sorpresa siguió aumentando, Naruto no pudo solo caminar por ahí mientras saludaba y hacer una donación, no, él quería hacer las cosas personalmente, hablar con la gente… ¿Parecía presidente antes de elecciones? La diferencia estaba en que el rubio hacía eso cada que podía no cada que debía y lo hacía sin pedir nada a cambio, solo porque quería y le nacía, le gustaba.

   No creía poder seguir siguiendo al rubio, personas esperando para hacer diálisis, personas con cáncer, por suerte no llegaron a terapia intensiva, solo personal autorizado, él no podía ver más y es que le daba de todo, pena, cosa, como sea que lo dijera la sensación no era buena… Pero Naruto, Naruto no sentía lástima ni nada parecido, el rubio en realidad lo que hacía era dar ánimo, preocuparse por verlos a todos felices justo lo que debe hacerse con los enfermos… ¿Estaría Naruto consciente de que era un ángel encerrado en un humano?

 

-No puedo entrar ahí… -Naruto unos pasos adelante se detuvo-

-¿Por qué no?

-… -¿Tanto conocía ya a Sasuke? No era miedo, no era asco, tampoco seriedad, eran simplemente nervios. Sasuke no estaba acostumbrado a tanto y era normal cualquiera después de ver tantos enfermos no quisiera ver más pero el rubio lo tomó por la muñeca y le sonrió- Vamos, quiero que veas algo…

 

   No pudo negarse, la sonrisa que el rubio le regaló fue suficiente para que todo nervio se escapara como el vapor, siguieron por el pasillo y apenas abrieron las puertas varios niños iluminaron sus rostros con sonrisas

 

-¡Hola!

-¡Hola Naruto!

 

   Por eso se le daban bien los niños, si el rubio pasaba entre ellos como si nada, más de uno se acercó lo abrazo ¿Por qué habían niños en un hospital? ¿Cuánto tiempo tendrían ahí? ¿Por qué? Reconoció a un par que seguro tenían cáncer, la calvicie lo decía todo. ¿Estaba temblando de frío o por las emociones que amenazaban con hacerlo llorar? Pero todo quedó atrás, ninguno se veía triste, infeliz, mal, ni siquiera Naruto el rubio lo hacía ver desde otro lado, una vez más regalaba toda su alegría para que otros la disfrutaran también.

 

-Ne, teme ven a acá. Te presento a mis pequeños amigos y a ustedes les presento a mi amigo Sasuke

-¡Hola Sasuke! –No pudo evitar sonreír, si esos niños que seguro tenían días difíciles podían sonreír ¿Por qué él no podía? Y fue una sonrisa sincera a la vez que alzaba una mano-

-Mucho gusto.

 

   Naruto jugaba con ellos, leía, gritaba, reía ¿Por qué era arquitecto en lugar de enfermero? ¿Pediatra? ¿O maestro? Una profesión que tuviera que ver con niños, él no pudo evitar seguirle el juego a una pequeña que se acercó para invitarlo a jugar ¿Cómo le dices que no a una niña? Naruto observó al moreno y rió no pensó ver de esa forma a Sasuke pero eso era justo lo que quería, que Sasuke se diera cuenta que habían más personas en el mundo y que todos eran iguales y siempre hay alguien que está mejor pero también alguien que está peor.

   No supo cuánto duraron ahí pero luego el rubio lo llevó a la cafetería donde bebió y comió una simple golosina, Sasuke no podía ni comer.

 

-Jamás había entrado a un geriátrico

-¿Ah no?

-No, tampoco había estado tan cerca de personas enfermas… Siendo sincero yo no podría hacer lo que haces tú

-No, si puedes –Interrumpió- Mas no quieres, no te nace y no estás acostumbrado

-…

-Hey, es normal que te sientas mal. Es la sensación usual al conocer a alguien enfermo pero lo peor que puedes hacer es demostrarle lástima. Ven quiero que veas algo más…

 

   “¿Naruto?”  pensó Konan al reconocerlo pero no iba solo “¿Sasuke, el hermano de Itachi, Sasuke Uchiha?”  Se sorprendió, ¿Se conocían? No solo eso, ¿Por qué estaban los dos en el hospital? De Naruto no era raro pero de Sasuke, lo poco que conocía del hombre era que era más un hombre de negocios que de labores comunitarias… Parecía que se llevaban bien y solo esperaba que Naruto no terminara mal por culpa del moreno. A la mejor lo que Sasuke Uchiha necesitaba era que alguien como Naruto, un contrario, le hiciera ver el mundo real.

 

-Mira… Todos son iguales –Sonrió enternecido, frente a ellos estaba un inmenso cristal, del otro lado estaban todos los bebes en sus cuneros, todos tan pequeños, frágiles- Algunos son niños, niñas, rubios, morenos, altos, bajos, de buena familia, de mala familia, un poco más grandes o pequeños, un poco más enfermos o sanos. Pero ¿Sabes que tienen todos en común? –Sasuke negó con la cabeza y el rubio lo miró fijamente- Todos son solo bebes que llegaron a este mundo por una razón, todos son simplemente bebes como cada persona de este mundo

-…

-¿Ves? ¿Qué todos somos iguales? –Sonrió. Sasuke captó el mensaje sorprendiéndose todo había sido solo para que él se diera cuenta de lo que Naruto ya sabía, que todos los seres humanos en el fondo eran iguales. El moreno notó que estaban solos en el pasillo y no pudo evitar jalar al rubio y abrazarlo- ¿Sasuke? –Se sintió extraño, no esperaba eso-

-… Me gusta tu mundo Naruto… -El rubio sonrió, lo había logrado- Tu forma de ser y de ver las cosas

 

   Era obvio que la experiencia había golpeado con fuerza al moreno, iba totalmente en silencio y pensativo en el auto. Naruto estacionó el auto y bajó siendo seguido por el moreno que en realidad no sabía bien donde estaban

 

-¿Tercera parada?

-Algo así

-¿Eh?

-Creo que ya te afecté mucho la mente con todo lo que has visto hoy –Sonrió caminando como si nada por ahí- Solo quiero caminar un poco

-… -El teléfono del moreno llamó su atención y leyó el mensaje- Naruto

-¿Eh?

-¿Quieres conocer mi mundo? –El rubio no entendió la pregunta pero asintió-

-Claro ¿Por qué no?

-Vamos

 

   Llegaron frente a la casa del moreno, Naruto no podía creer lo que estaba frente a la casa del moreno y se bajó sorprendido, Sasuke en cambio se acercó al hombre que esperaba parado, habló con él y el hombre se fue como si nada

 

-¿Y? ¿Qué te parece?

-… ¿Qué me parece? –Preguntó incrédulo acercándose- ¿¡Que que me parece!? ¡Tienes un jodido Ferrari en el frente de tu casa! –Gritó sorprendido, estaba completamente nuevo, ¿Sasuke quería regodearse de su auto nuevo frente a él? El rubio se sintió chiquito- Te odio… -Susurró-

-Ja… -El moreno observó las llaves en su mano- Para tener un Ferrari necesitas más que solo dinero, debes ser aprobado por la compañía para tener el auto… -El rubio lo miró sin comprender, entonces Sasuke arrojó las llaves y el rubio las tomó en el aire- ¿Quieres probarlo?

-¿Yo qué? –Preguntó incrédulo- ¿Qué yo conduzca un… ¿Un Ferrari?

-Vamos… -Entró en el auto del lado del copiloto, Naruto sudó frío ¿Debería? Bueno, dijo que ahora conocería el lado del moreno ¿No? Entró al auto-

-No puedo creerlo… Si hasta huele a nuevo –Sasuke rió, el rubio daba gracia admirando el auto, él en cambio estaba acostumbrado a autos costosos aunque apenas acababan de aprobarle el Ferrari y acababa de llegar, después de todo lo vivido con Naruto solo era un auto más y no le importó que fuera el rubio quien lo estrenara-

 

   Naruto no pudo evitar aprovechar que la vía estaba vacía para él y aceleró, quería sentir lo que era un Ferrari no pudo evitar reír tampoco y a Sasuke eso le daba gracia luego volvió a una velocidad normal

 

-Esto es increíble ¡Estoy conduciendo un Ferrari! ¡Teme! –Sasuke no decía nada solo sonreía gracioso y es que le gustaba ver al rubio tan emocionado y tan abierto con él, tan divertido- Lo siento, me encanta jaja

-No te disculpes no tiene nada de malo…

-¿Estás bien?

-Si ¿Por? –Sasuke solo miraba fuera de su ventana, el rubio notó que Sasuke no estaba tan alegre como él ¿Quería conducirlo? Por favor claro que si, era su auto, el rubio estacionó- ¿Por qué paras?

-Ya lo probé, es tuyo tu deberías conducirlo

-… -Sasuke se dio cuenta, Naruto creía que estaba opacando la oportunidad del moreno para conducir el auto y sonrió aún sin mirarlo- Estás mal

-¿Eh?

-Es mío, lo dijiste… Tengo toda la vida para probarlo y en realidad poco me interesa

-¿Qué? –Se sorprendió ¿Cómo pudo decir eso?-

-Naruto, yo estoy acostumbrado a estas cosas desde hace años –Confesó- Yo he vivido entre autos lujosos, helicópteros, aviones privados, trajes a la medida, dinero, joyas… Pero tú…-El rubio no comprendía- Tú tienes algo que yo no

-¿Y qué es?

-Amigos –Lo miró fijamente, el rubio se sorprendió ¿Sasuke estaba triste? Aunque seguía sonriendo, era una sonrisa triste casi anhelante- Yo envidio tu vida. Tienes un hermano al que amas y respetas, amigos que te adoran, personas que te quieren porque lo mereces porque eres tú mismo y sabes ganarte a las personas…

-… -Entonces Naruto lo captó-

-Esto es solo un auto más para mí, no me interesa en lo más mínimo. Tú lo disfrutas más de lo que yo lo haría, aprovéchalo

-Sasuke tienes amigos, solo que no lo notas… -Sabía que el rubio tenía razón- Pero es bueno que te des cuenta que no todo es el dinero –Sonrió- Logré algo hoy

-Ja, ya lo creo… -No se dio cuenta, cuando bajó la mano cayó sobre la del rubio y ambos la alejaron rápidamente. Naruto volvió a poner el auto en marcha-

 

   ¿Tanto le había pegado el día con el rubio? ¿Tanto que incluso ahora no podía dormir solo pensando en todo lo que habían pasado? Y es que no podía dejar de recapitular una y otra vez todo lo que el rubio le había enseñado, toda la alegría que el rubio repartía y regalaba como si nada a los demás pero…

   Naruto estaba medio dormido cuando logró tomar el teléfono y respondió

 

-¿Si?

-¿Qué te hace feliz?

-¿A qué te refieres?  -El rubio observó la hora- Pasan de las dos de la mañana ¿Por qué me despiertas a esta hora?

-Naruto, ¿Qué te hace feliz?

-No entiendo. El rameen ¿Quizás?

-No, que te hace verdaderamente feliz

-Teme, tengo sueño… Explícate

-Tu regalas sonrisas y repartes tu felicidad a cualquiera que lo necesite –Pensó saliendo al balcón y sintiendo la brisa fría- Le entregas tu alegría a otros –El rubio se despertó por completo, no entendía- Pero… ¿Qué te hace feliz a ti? ¿Quién te da toda esa alegría? ¿O qué?

-… Supongo que yo mismo

-… -Sasuke suspiró frustrado, esa no era la respuesta que esperaba- No me entiendes

-Son mis lazos

-¿Lazos?

-Los lazos que formo con la gente, mi hermano, mi abuela, mis padres, mis amigos, todos son lazos especiales para mí y cada uno es una felicidad… Supongo que de ahí viene que sea feliz, porque tengo personas que me hacen feliz

-Lazos…

-Sasuke tengo trabajo en unas horas, volveré a dormir…  Ah, por cierto

-¿Hm?

-Tú también eres un lazo importante, eres mi amigo teme. Buenas noches

 

  Sasuke no pudo decir nada más solo sonrió escuchando como ya la llamada se había cortado, sentía la sangre correr y la adrenalina aumentar, estaba alegre. Sonrió, así que para Naruto era especial e importante.

 

*****

 

   Las cosas iban mejor cada día entre Sasuke y Naruto, casi cada día hablaban o se veían, y ambos tenían la misma sensación, a ambos les agradaba pasar tiempo juntos.

   Sai observó a unos metros de distancia a Gaara hablando por teléfono y se acercó sin que se diera cuenta pero no logró asustarlo al notar que el pelirrojo parecía estar peleando con alguien, ¿Estaba molesto? Eso parecía y era la primera vez que veía al pelirrojo de esa forma, se sorprendió por algunas cosas que dijo y cuando Gaara colgó se dio la vuelta notando al moreno

 

-¿¡Y tú qué haces ahí oyendo conversaciones ajenas!? –Gritó molesto- ¡Si quiera ten algo de respeto y aléjate un poco! ¡Avisa que estás ahí!

-¿Y por qué me gritas a mi?

-¡Por meterte en lo que no te incumbe! ¿Qué quieres? –Preguntó suspirando intentando relajarse, Sai no tenía culpa de su rabia-

-Solo quería saludar, iba caminando y te vi

-Y decidiste quedarte a escuchar ¿Eh? –Sai notó los ojos del pelirrojo diferentes “Me creían intimidante”  recordó las palabras del mismo, así se veía ahora Gaara era intimidante cuando estaba molesto- Hola, ya te saludé ¿Feliz? –El pelirrojo intentó irse pero Sai lo tomó del brazo- ¿Qué?

-Cálmate –Gaara se sorprendió enfadado y alejó su brazo con rudeza-

-¿Quién eres para decirme que hacer? ¡Si se me da la gana estoy molesto! ¡Eso no es asunto tuyo!

-¿Quién soy? –Preguntó como si nada- Soy tu amigo, cálmate me estás insultando sin razón alguna yo no te he hecho nada, intento ayudarte ¿Quieres hablar?

-… -Gaara relajó el rostro, Sai tenía razón él no le había hecho nada, suspiró cansado- Lo siento, tienes razón no debería estar gritándote así de la nada. Me disculpo

-Está bien –Sai se sintió raro, cuando Gaara le gritaba se sintió triste más que molesto- ¿Quieres hablar?

-No, no te preocupes son solo problemas personales mejor no involucrarte en esto, gracias

-No hay de qué –Sonrió, Gaara le sonrió un poco también- ¿Mejor?

-Si, en realidad. Me descontrolé ¿Cierto?

-Ah… Un poco, si.

 

   Sai siguió caminando con el pelirrojo intentando subirle el ánimo y que se olvidara de sus problemas, le agradaba la idea de ayudar a Gaara y de estar ahí ahora que parecía necesitar a alguien. La noche cayó sobre ambos cuando subieron al metro luego subieron por el edificio hasta entrar al departamento del pelirrojo

 

-Bienvenido –Fue lo que dijo Gaara al entrar siendo seguido por Sai- No sé tú, tengo hambre

-¿Me darás de comer?

-Deberías darme tú de comer

-Entre ambos –Le ganó con una mirada al pelirrojo y entre ambos revisaron lo que había en el refrigerador y comenzaron a cocinar, luego a comer-

-Gracias

-¿Eh? –Sai no comprendió la repentina gratitud del pelirrojo, él mientras tanto estaba limpiando todo y Gaara estaba guardando- ¿Por qué?

-Por escuchar, y por hacerme dar cuenta que estaba mal dirigida mi rabia, por el apoyo –Comentó sincero y como si nada, Sai en cambio sonrió-

-De nada, intento ser un buen amigo

-Lo eres –Eso hizo que el moreno se alegrara- Un buen amigo

-Genial –Pasó un brazo por los hombros de Gaara a modo de abrazo. Gaara en cambio solo sonrió, ese hombre parecía un niño sin conocimiento de las emociones-

-Raro…

-¡Ahora soy raro!

-Jajaja…

-Oe, ¡No sabía que tenías risa! –Comentó alegre soltando al pelirrojo-

-Por supuesto que tengo risa solo que no la uso mucho

-Me recuerdas a alguien –Sasuke tampoco reía mucho- Solo un poco.

-Yo no soy como nadie

-Aja…

 

   Sai se quedó un poco más hablando con el pelirrojo hasta que decidió irse, mañana tenía trabajo que hacer. Gaara tenía que admitir, que ese hombre a pesar de todo era dedicado y entregado, quería ser en verdad un buen amigo y aunque le daba gracia también le producía alegría contar con alguien así. Sai en verdad era un buen amigo.

 

*****

 

   Konan quería no aceptar esas flores, eran sus favoritas y quería rechazarlas con todas sus fuerzas… Ahí frente a ella, saliendo del hospital estaba Nagato con un ramo de rosas azules y blancas. El hombre sonreía de oreja a oreja y el auto esperaba por ella.

  Yahiko del otro lado de la calle bajó de la patrulla pero se quedó ahí, de pie observó cómo Konan tomó el ramo de flores y entró al auto Nagato cerró la puerta y se dirigió al otro lado, el del conductor. No pudo evitar apretar los puños cuando el auto desapareció de su vista, no podía seguirlos estaba de guardia pero que ese hombre estuviera a solas con Konan no le parecía bien, si en el rostro de la mujer se notaba la lucha interna que tenía cuando Nagato estaba cerca.

   Nagato pasó detrás de Konan y ella buscó un florero, llenó de agua, colocó las flores las puso sobre la mesa acercó su nariz y sonrió un poco…

 

*****Flashback*****

-Konan… -Un niño la llamó y ella volteó sonriendo-

-Hola Nagato

-Toma, feliz cumpleaños –Sonrió entregándole dos flores, una blanca y una azul ambas eran rosas-

-¿De dónde las sacaste?

-No fue difícil… -El escondió sus manos detrás, había tenido que ocultarse en el jardín de una señora y cortar las rosas cortándose a sí mismo con las espinas a su paso sin embargo Konan notó aquello y sonrió graciosa-

-Jaja, gracias me encantan –Ella besó su mejilla y él llevó una mano a ese sitio-

*****Fin flashback*****

 

-Conozco tus gustos… -Toda la alegría del recuerdo de cuando aquellas flores se volvieron sus favoritas desapareció al sentir las manos de él en sus brazos- Aún son tus favoritas ¿Cierto?

-Sí, gracias

-Estoy tan feliz –La abrazó meciéndola un poco como bailando- Me gusta cuando estás cerca, amo estos momentos

-…

-¿Verdad? –La giró para verla fijamente- Te extraño tanto mi ángel –Konan quería alejarse cuando Nagato se acercó para besarla pero por como la tenía agarrada no pudo evitar que los labios del pelirrojo quedaran sobre los suyos. Solo fue un roce y la abrazó otra vez, Konan se alejó y Nagato la miró sorprendido, sus ojos amenazaban con llorar- ¿Qué te pasa?

-Aléjate Nagato

-¿Qué tienes querida?

-¡Aléjate! –Pidió asustando a Nagato-

-¿Hice algo mal? ¿Quedó una espina y te cortaste? ¿Es eso? Dime por favor

-No son las rosas… Eres tú ¿No lo vas a entender nunca? –Preguntó temblando, jamás se había atrevido a decirle todo a Nagato, como estaba decidida a hacerlo ahora- Tu y yo ya no somos nada

-…

-No hay nada entre nosotros Nagato

-¿Ya no me amas? –Ella tuvo que evitarle la mirada y cuando el pelirrojo dio un paso ella se alejó más-

-No te acerques dije, por favor.

-Dime ¿Me amas o no?

-No hagas esto… -Lloró- ¿No ves que me duele? ¿Qué sufro?

-Déjame ayudarte –Extendió su mano-

-¡No puedes ayudarme! ¡Tú eres quien me hace sufrir! –Nagato se sorprendió, no podía ser cierto- ¡Tu y esta relación enferma y tóxica que me dejan sin vida! No me preguntes eso… No puedo responderte lo que debería, yo siempre te amaré Nagato –El sonrió-

-Entonces déjame enmendar el error que cometí

-¡Es que no puedes! Nagato vete… -El no mostró intenciones de irse, ella suspiró tomando energía- Nagato, tu y yo no podemos seguir juntos ¿No te das cuenta que nos hacemos daño? ¿Qué ya no es igual?

-¿Por qué no es igual?

-Porque crecí, he madurado Nagato y comprendí que esto es algo que nos hace daño a ambos. ¿No te das cuenta? Tú me hieres con tus palabras románticas porque sabes que jamás podría hacer algo que te haga daño, yo soy capaz de todo para no verte mal y por eso logras todo lo que quieras conmigo… ¿No lo ves? Que está mal, que me exprimes completamente, me ahogas en tu amor y a mi poco me importa eso

-…

-Yo no puedo seguir con esto, alguno saldrá lastimado si no nos alejamos y me duele decirte esto pero ya no puedo más

-Konan solo estás desvariando

-¡No es así! –Gritó deteniendo al pelirrojo- Vete, vete Nagato me duele…

 

   El pelirrojo parecía a punto de llorar y Konan no pudo verlo así que le dio la espalda, Nagato quiso acercarse pero decidió que ella estaba algo sensible y decidió irse, ella observó las flores y cayó al piso entre lágrimas.

 

-Este amor que duele tanto… ¿Por qué nos hacemos tanto daño?

 

   Se preguntó. Ella recordaba cuando era feliz con Nagato, pero todo cambió cuando abrió los ojos cuando se alejó un tiempo, creció, aprendió y comprendió todo. Ambos eran tan dependientes del otro que eso solo les hacía peor, no es que no se amaran es que era un amor tóxico esa era su historia, un amor que dañaba y dolía, un amor que no debía ser y eso Nagato no lo comprendía.

 

  Nagato en cambio no comprendía la actitud de Konan y recordaba cada palabra sin entender por qué Konan decía eso ¿Qué no debían estar juntos? Si nadie jamás podría amarla como él lo hacía, no, él no podía aceptar alejarse de Konan. Se acostó y tomó la flor de origami que reposaba en su mesa de noche, esa que fue la primera que Konan aprendió a hacer y se la regaló a él, la conservaba con amor, le regaló un beso dejó en su sitio y se dejó llevar por Morfeo.

 

   Viernes libre, un día para disfrutar y ya Naruto estaba en el metro, solo tuvo que caminar unas cuadras más hasta llegar donde él y Sasuke habían quedado

 

-Entonces –Dijo haciendo que el moreno se volteara a verlo- Querías mostrarme algo ¿Qué es?

-¿Recuerdas que te mostraría mi mundo? Quiero hacerlo, quiero que ahora veas el mundo desde mi perspectiva –El rubio lo miró extraño-

-Mm, suena raro

-¿Qué? Solo quiero que veas mi lado del mundo ¿Aceptas?

-Ya que, vamos-ttebayo –Sonrió-

-Entonces –Lanzó unas llaves al aire y el rubio las tomó- Conduce yo te indico

-¿Hablas en serio? –No pudo evitar emocionarse-

-Quieres ver el mundo desde mi perspectiva ¿O no? Conduce te gusta este auto –Antes de entrar agregó- Tal vez te lo regale –El rubio se sorprendió, no podía ser cierto. Luego entró igual y arrancó el auto- Primero que nada, si quieres ver lo que soy capaz de hacer puedes pedirme lo que sea y –Chasqueó los dedos- Lo tendrás

-¿En serio? Ja, pero que alegría debe ser millonario y mimado

-¿Quién dice que soy mimado?

-Es algo obvio –Se burló, Sasuke entonces hizo que el techo del auto se retrajera- Mucho mejor –Comentó gracioso- No debe ser tan malo ser tú

-No tiene nada de malo ser yo, gracias

-Aja claro.

 

 

Notas finales:

Merece review?

Van comprendiendo la relacion entre Nagato y Konan o aun creen que le teme porque el hizo algo mal fisicamente?

Nos vemos!

 

PD: Respondere sus reviews apenas tenga tiempo!!


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