Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

[Reviews - 484]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

  Naruto no comprendía la actitud repentina de Deidara ¿Por qué tan molesto? Y ¿Por qué se alteró tanto con el mencionar a Sasuke? ¿Es que acaso se conocían? ¿De dónde? A pesar de haber tomado las llaves del BMW no salió en el auto, aún tenía que recoger su antiguo auto, que se había quedado en el estacionamiento de la compañía.

  Sasuke se sintió mal de no enterarse que su tío estaba teniendo problemas pero peor se sintió cuando Itachi lo hizo sentirse tan poca cosa, como si no existiera como si fuera menos que cualquiera… Como si Gaara, que ni siquiera era familia, fuera más importante que él. ¿Cómo podía saber él que en el mejor fin de semana de su vida a la vez su familia estaba teniendo problemas? No es como si a propósito hubiera premeditado no estar con Sai cuando lo necesitaba. Ahora solo sentía algo, rabia. Con Itachi por juzgarlo de repente con todo.

 

   El mundo de Itachi se detuvo cuando reconoció la voz de Deidara al otro lado de la línea, pero ahora se volvió serio ¿Sasuke? ¿Por qué Deidara hablaba de Sasuke? Deidara en cambio no pudo pensar en otra cosa más que hablar con Itachi pero no creyó que el moreno respondiera tan rápido, seguro no había visto el número… Todo nervio toda alegría se desvaneció cuando después de oír al moreno al otro lado recordó por qué llamaba

 

-¿De qué hablas? ¿Qué hizo Sasuke?

-Sasuke está intentando algo con Naruto

-¿Cómo que intentando? ¿A qué te refieres?

-Naruto acaba de aparecer con un BMW y últimamente tiene muchos regalos costosos ¿Te suena conocido? Acabo de enterarme que su jefe es el dueño de Sharingan Corp. Un hombre llamado Sasuke Uchiha ¿Te recuerda a alguien?

-… -Itachi se sorprendió- ¿Naruto acaba de aparecer dijiste?

-Eso no tiene que ver, pero sí, estuvo desaparecido el fin de semana en un campo me dijo

-

-¿Qué? ¿Sabes algo? Itachi si sabes algo mejor dímelo

-¡No sé nada! –Dijo molesto- ¿Cómo sabes que esas cosas se las regaló Sasuke? ¿Naruto lo aceptó?

-¡Sí! ¡Naruto me lo dijo! ¡Mantén a Sasuke lejos de Naruto! No voy a permitir que intente algo con él porque se las verá conmigo

-Alto, alto detente un momento –Suspiró intentando calmarse pero no lo logró- Lo que haga Sasuke es asunto de él y lo que haga Naruto es asunto de él. –Deidara se sorprendió- Si tú tienes algo que decirle a Sasuke, díselo tu mismo yo no soy tu mensajero. Además ¿De qué te preocupa? ¿No que ellos son muy diferentes? ¿Qué Naruto aprecia más las cosas propias? ¿Qué es de una moral intachable? –Deidara se molestó Itachi estaba usando sus palabras en su contra, juzgando a Naruto- ¿No es Naruto heterosexual? ¿Qué te preocupa?

-No puedo creer lo que me dices

-Créetelo, si tienes algo que decirle hazlo tú mismo

-¡Como puedes estar tan tranquilo! ¡Si sabes cómo es Sasuke!

-No te permito que sigas insultando a mi hermano –Sentenció- Si quieres seguir quejándote ve y hazlo con Sasori a mi déjame fuera de éste asunto –Colgó-

 

   Itachi se sintió mal pero su rabia era mayor, Deidara lo había llamado para meterse con Sasuke ¿Es que tan poco le importaba como se sentía él? ¿El hecho de que ya supiera que el anillo estaba desaparecido? Pero al mismo tiempo algo le preocupó, Naruto estuvo desaparecido el fin de semana, Sasuke también ¿Sería posible que Sasuke estuviera interesado en el rubio? ¿O era una coincidencia? ¿Sería cierto que intentaba comprar a Naruto? Ojalá no. Naruto no se merecía caer en los juegos dañinos del Uchiha.

  Deidara en cambio no podía creer lo que había oído, Itachi seguía molesto ¡No le importó! ¡Solo colgó! Como si nada, bien, si él mismo tendría que hablar con Sasuke lo haría.

 

-Kakashi

-Vaya, Itachi Uchiha que milagro hace mucho no hablamos ¿Algo nuevo?

-Necesito un favor

-Ustedes los Uchiha son tan predecibles –Se burló- ¿Qué necesitas?

-Los registros de todos los movimientos monetarios de Sasuke

-¿Todos?

-Por lo menos el último mes

-Bien, dame tiempo y te haré llegar todo

-Gracias

 

   Si Sasuke intentaba comprar a Naruto, lo averiguaría. Pero seguía pensando ¿Por qué preocuparse? Naruto no era homosexual, Sasuke terminaría golpeándose contra una pared de ladrillos ¿No se había dado cuenta aún? ¿O no le importaba que Naruto no quisiera nada con él? El tema se estaba volviendo largo, suspiró, comenzaba a dolerle la cabeza.

 

   Al día siguiente Sasuke estaba tranquilamente en su oficina hablando por teléfono cuando Kakashi entro de repente

 

-¿¡Compraste un BMW!? –Gritó, Sasuke solo miró como si nada y siguió con su llamada, al terminar miró al peligris-

-¿Se te ofrece algo?

-Compraste un BMW ¿Por qué? –Sasuke alzó una ceja aburrido- Sé que no hace mucho te aprobaron el Ferrari ¿En serio necesitabas otro auto costoso?

-¿Qué quieres? ¿Qué me disculpe? Sí, compré otro auto ¿Y? –Kakashi suspiró-

-Estás gastando mucho últimamente, ¿Un helicóptero? –Leyó en las hojas en su mano- Sé que me pediste que fuera tu asesor financiero y por eso estoy aquí ¿Qué con esa necesidad de comprar tantas cosas últimamente?

-…

-Bien, entendí –Kakashi ató cabos sueltos- Hay una atracción –Suspiró- Esta vez está saliendo más caro de lo usual

-Kakashi, cálmate. Pagué el auto por completo, no lo dejé para después, no lo pedí por cuotas. Fue de contado ¿Me dirás que no puedo comprarlo? Las acciones van en ascenso, no puedes decirme que voy a la ruina porque no te creo

-Claro que no, todo va bien, al máximo de hecho

-Bueno, entonces está todo bien solo fue un auto, relájate –Kakashi suspiró otra vez-

-No estoy hecho para este trabajo

-Lastima

 

   Deidara observó antes de salir las llaves del antiguo auto de su hermano, Naruto había dicho que ahora era suyo que lo que quería era regalárselo más adelante pero si le servía ahora, mejor. ¿Debería aceptarlo? Se sentía mal de aceptar de parte de su hermano menor, un auto. Pero algo le decía que se sentiría peor si rechazaba al rubio así que tomó las llaves y salió, el pequeño Honda era más que suficiente para los pocos sitios que él frecuentaba.

  Konan iba saliendo del departamento cuando se encontró con Yahiko en el camino que se ofreció a acompañarla hasta el hospital, ella no pudo ni quiso negarse, el camino se hacía menos fastidioso si iba acompañada.

 

-¿Cómo está Pein?

-Muy bien, gracias por preguntar –Sonrió- Tan animado y revoltoso como siempre –Konan rió- Ah, de hecho te mandó algo –Recordó abriendo su bolso, Konan lo miró curioso, el hombre entonces sacó una pequeña flor de origami junto con un pequeño pájaro, ella se sorprendió y detuvo de repente- Ten, él los hizo, desde hace un tiempo que aprendió por internet y hace todo lo que se le ocurre, como agradecimiento para ti –Sonrió entregándole los regalos a la mujer, pero ella no los tomó- ¿Pasa algo?

-¿Eh? No, nada –Tomó la flor y el ave, volvió a caminar- Son hermosos, tiene talento… Para su edad. –No eran perfectos pero se veía dedicación en ellos-

-¿Qué pasa? ¿No te gusta el origami?

-Ja, al contrario, a mi me encantaba… Siempre hacia todo tipo de formas de hecho la rosa fue lo primero que aprendí a hacer –Confesó- Y se la regalé a Nagato… -Yahiko comprendió todo-

-En serio se conocen hace mucho

-Toda la vida –Recordó- Desde niños, es mi mejor amigo –Pero el hombre notó algo más-

-Y tu primer amor –Ella se sonrojó, eso era cierto-

-Sí, si también… Es una linda flor –Miró la flor en su mano y tomó un pequeño gancho que llevaba en su cabello, como pudo improvisó y colocó la flor sobre su cabello- ¿Me queda bien?

-Jaja claro –Sonrió- Se ven aún más hermosas ambas. Combinan muy bien.

-Gracias

-¿Por qué ahora estás en emergencias?

-Yo lo pedí

-Ah, y ¿Cuándo podría invitarte a comer algo?

-¿Eh? –Ella se detuvo otra vez sorprendida- ¿Cómo?

-¿Qué? ¿Está mal? –Bromeó- A comer, a cenar ¿Cuándo tendrás tiempo para comer conmigo?

-No, no está mal. Solo no me esperaba eso jaja. Supongo que eso será un poco difícil creo… Pero… Pasado mañana –Sonrió- Pasado mañana no tengo el turno de tarde así que podemos salir

-Perfecto –Yahiko se detuvo observando el hospital a unos cuantos metros- Bueno, aquí te dejo, sana y salva

-Gracias

-No hay de qué –Konan no se esperó que Yahiko se acercara hasta besar su mejilla- Nos vemos pasado mañana… -La mujer tocó su mejilla aún sorprendida, luego sonrió, Yahiko era un buen hombre-

 

   Itachi que estaba en el segundo piso observó todo por el ventanal y sonrió, parece que Konan tenía un nuevo pretendiente y eso era bueno. En ese momento pudo ver en su teléfono que un nuevo correo, de parte de Kakashi, acababa de llegar.

   Naruto volvió a leer el mensaje, el día anterior después de cargar su teléfono todos los mensajes que no habían llegado, llegaron, “Perdón por no llegar, surgió algo, feliz cumpleaños” lo raro no era el mensaje sino que no era uno solo, Konan, Itachi, Sasori, Sakura, Gaara, Sai ¿Llegar? ¿Llegar a donde? Incluso Deidara se había disculpado pero él no comprendió ¿Por qué se disculpaban? ¿Habían quedado en algo a sus espaldas? Pues parecía que no había resultado bien, todos tuvieron problemas… Lo cual también era extraño, todos el mismo día habían quedado en algo y habían faltado ¿Cuánta coincidencia podía existir? Una llamada entró

 

-Naruto, necesito verte zorro escurridizo…

-Jaja baa-chan disculpa que no pudiera contestar tus llamadas o mensajes del fin de semana, estuve en un campo y no había señal

-Mm, ya veo… Bueno, el punto es que estoy en la ciudad necesito hablar contigo

-Claro –Comprendió la voz seria de la rubia, observó su reloj- Dame, ¿Una hora?

-Muy bien, pasas por mí

-Sí, nos vemos.

 

   Ino sin querer dejó caer varias carpetas de sus manos así que tuvo que agacharse a recogerlos, pero estando a punto de abrir la puerta de la oficina de Sasuke no pudo evitar desde ahí aún recogiendo, escuchar lo que hablaban adentro…

 

-¿Y aún nada de nada? –Preguntó Suigetsu-

-Eres una molestia ¿Por qué tan interesado? Creo que jamás te había visto tan fastidioso con un tema

-¡Ah! ¡Es que no es usual que “Sasuke Uchiha” sea rechazado tan seguido y siga detrás de una persona! ¿No será que comienza a ser más que una conquista? –Se sorprendió exageradamente- ¿Y si te estás enamorando? –Bromeó. Ino se sorprendió-

-¿Qué dices? –Bufó con gracia- Estas loco, Sasuke Uchiha no se enamora. Eso no va conmigo ¿Cuándo me has visto enamorado? No, es solo que Naruto en serio me gusta

-Se llama Naruto –Suigetsu sonrió triunfante- Aja –Sasuke rodó los ojos-

-Como sea ¿Ya tienes lo que querías? Si, se llama Naruto pero esas idioteces de enamorado no las vuelvas a decir, solo uso mis mejores cartas –Sonrió triunfante- Créeme, no falta mucho para que termine en mi cama, porque soy un Uchiha lo sé y te lo digo

-Jajaja mendigo Don Juan ¿Siempre obtienes lo que quieres?

-Así es, y Naruto no será la excepción…

 

   Ino estaba sorprendida, logró levantar todo y tocó luego del “pase” entró dejando todo sobre el escritorio y salió rápidamente se dirigió al baño. “No puede ser”  Pensó mirándose en el espejo y arreglando sus gafas, ella creía que por primera vez, Sasuke estaba cambiando y en realidad estaba interesado en alguien más allá de solo acostarse una vez y no volverse a ver… “Esas cosas, tanto detalle, tanta dedicación”  Recordó, la marca de chocolates debía ser perfecta, el inmenso lazo que iba sobre el auto debía ser del color exacto del tamaño exacto, el auto debía estar impecablemente, la casa debía estar preparada debía estar perfectamente limpia y equipada, las flores debían ser cortadas ese mismo día para que duraran el mayor tiempo posible, tenían que ser las más grandes y lindas, todo había sido tan meticuloso… ¿Un hombre era capaz de todo eso solo por acostarse una vez con alguien?

  Ino se sintió mal, ella creía que quizás… Solo quizás, Naruto había logrado un cambio en su jefe, pero parecía que Sasuke en verdad estaba hecho de hielo, de roca y sin sentimientos… ¿Cómo podía usar a las personas así? Si algo bueno quedaba en su mente sobre Sasuke, luego de escuchar aquella conversación quedo en el olvido. Sasuke Uchiha era solo un Don Juan, un Casanova y un idiota. Pero… ¿Y qué pasaba con Naruto?

   Ella conocía poco al hombre, de hecho no veía interés en él hacia Sasuke ¿Se merecía Naruto que Sasuke lo usara por placer? Por primera vez, quería interferir en la vida de su jefe, pues lo poco que conocía de Naruto es que era una buena persona que solo merecía cosas buenas… Naruto no merecía ser el juguete de la semana de Sasuke Uchiha.

 

-Se supone que las mujeres no se equivocan en estas cosas –Se dijo a sí misma- Me equivoqué al creer que el jefe estaba enamorado

 

   Suigetsu observó en su teléfono el número de Karin, por fin tenia lo que ella quería pero… Observó atrás la empresa ¿Debería decirle? Por primera vez, no quería interponerse en algo, guardó el teléfono que Karin se enterara sola.

   Sasuke observó el auto de Suigetsu alejarse, todo lo que había dicho sabía que era mentira pero él era reservado, no solía hablar de con quien se acostaba, solo si había sido hombre o mujer y si le había gustado o no, no daba detalles. Y sobre Naruto, no pensaba decir nada, solo quería que Suigetsu lo dejara en paz y por eso dijo todo aquello… Porque sabía, que era mentira, que no era verdad… Que Naruto era más que solo un revolcón de un día. Y aún no podía creerlo.

 

   Tsunade alzó una ceja cuando observó a Naruto mirarla desde el BMW indicándole que entrara, era hora de comer así que ambos se dirigieron a solo un sitio donde podían hablar bien…

 

-¡Salud!

-¡Salud! –Brindaron ambos. Un sitio donde hubiera Sake y también rameen- Ne, Tsunade baa-chan me pones nervioso ¿Qué querías decirme?

-Jaja, que yo te ponga nervioso debe ser solo porque tienes algo que ocultar ¿Me ocultas algo? ¿Hay algo que deba saber?

-No, para nada –Tsunade sonrió-

-No pude felicitarte Naruto, salí tarde del laboratorio y por eso llegué tarde a la ciudad ni siquiera Deidara tenía cabeza para hablar conmigo

-¿No tenía cabeza?

-¿No lo sabes? –Preguntó sirviéndose más del licor- Deidara e Itachi están peleados –Naruto se sorprendió- Podrás entender que ni siquiera pudo hablar conmigo, ja vaya nietos me gasto –Bromeó-

-¿Peleados?

-Ese es problema de ellos, yo no quise meterme así que no me preguntes. El punto es que no pude felicitarte Naruto, feliz cumpleaños jodido revoltoso –Bromeó pasando una mano por el rostro del rubio a modo de caricia y luego sacó una pequeña caja la colocó en la mesa entre ellos-

-¿Qué es eso?

-Eso es mío –Sonrió- Es especial. Me lo regaló mi padre y desde que te vi nacer supe que yo te lo daría a ti

-¿No se lo diste a papa? Suena a esas reliquias que pasan de generación en generación

-No, no se lo di a Minato, larga historia… Pero ahora quiero que sea tuyo –Le entregó la caja al rubio- Es tuyo, te pertenece Naruto

-Es lindo baa-chan –Sonrió apenas observó el collar simple con una piedra azul verdosa en el centro- Gracias

-No hay de qué pequeño –Ella volvió a servirse- Naruto, ¿Aún no me darás bisnietos?

-Jajaja –El rubio casi se atraganta con su comida pero no pudo evitar carcajearse por el comentario- No, no Tsunade aún no. La elegida no ha aparecido

-Tómate tu tiempo tranquilo, jaja no vayas por cabeza loca a tener que casarte con alguien que en realidad no quieres y no te merece

-No lo haré, no te preocupes –Sonrió-

 

   Sai sonrió mientras hablaba con Shin, Gaara en cambio a unos metros leía por la pantalla de su celular, todo estaba bien el señor Danzo podría irse a casa tranquilamente ese mismo día y por eso los hermanos estaban tan calmados

 

-Bro, who’s that? –Preguntó Shin observando disimuladamente al pelirrojo- ¿Cómo dijiste que se llamaba?

-Gaara, Sabaku No Gaara es… -Observó al hombre- Es mi mejor amigo –Sonrió-

-Most be  -Bromeó- Mira que venir hasta acá sin siquiera conocer a quien está mal, solo por acompañar… Si, tiene que ser especial

-¿Por qué tan interesado? Es especial, no me permitiría venir solo aunque Itachi probablemente tampoco lo hubiera permitido, lo bueno es que todo está bien

-Yes –En ese momento el doctor del hombre apareció- I’m gonna talk to him

 

   Sai se acercó hasta sentarse junto a Gaara

 

-¿Todo bien?

-Sí, claro pronto podremos llevar a papa a casa. Shin está hablando de eso con el doctor

-Me alegro –Sonrió un poco- Se te ve mejor semblante Sai, se nota que tú y tu hermano se llevan muy bien

-Era mi único amigo

-¿Era?

-Claro –Sonrió- Ahora te tengo a ti –Pasó un brazo por los hombros del pelirrojo- Y a Naruto, a Sakura, Itachi, Deidara, Konan… Bueno pero el punto es que el más especial eres tú

-Bueno ya. Tampoco me empalagues –Bromeó- Pero si, tienes razón ahora tienes más amigos que bueno que te das cuenta

-Gracias a ti, gracias Gaara –Colocó una mano en la rodilla del pelirrojo- Por todo, creo que no hubiera podido estar tan aliviado ahora de no ser por ti

-No hay de qué

 

  Aquella noche Naruto pudo comunicarse con Gaara, observó al pelirrojo al otro lado de la laptop

 

-¡Gaara! ¿Dónde estás?

-Olvidé contarte Naruto, pero estuviste desaparecido ese día. Estoy en Australia –El rubio se sorprendió-

-¿Qué? ¿Te fuiste? ¿Por qué? No me enteré

-Jajaja ¿Tanto me extrañas ya? –Bromeó- No me quedo tranquilízate, el padre de Sai sufrió un infarto –Naruto volvió a sorprenderse- Pero está bien, ya está en su casa tranquilo. Lo siento Naruto

-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque intenté prepararte una sorpresa para tu cumpleaños, todos nos pusimos de acuerdo y yo que fui el que empezó todo, falté… Lo siento pero no podía dejar a Sai solo, estaba demasiado nervioso e intranquilo ¿Cómo salió todo?

-… -El rostro del rubio demostraba total incomprensión-

-¿Qué?

-No te disculpes se que tus intenciones eran buenas y si Sai necesitaba un amigo ¿Quién mejor que tú? –Sonrió- Pero… Yo no me enteré de ninguna sorpresa, de hecho ahora que lo mencionas ayer que llegué me comenzaron a llegar todos los mensajes, tú y los chicos se disculpaban por faltar pero ¿Faltar a qué?

-¿Entonces no te enteraste de nada?

-No, no entiendo de qué hablas. Ese día no vi a nadie

-¿Qué? ¿Y qué hiciste? ¿Dónde estabas entonces?

-En un campo… -Mintió- Estaba en un campo quería relajarme un poco

-Qué clase de amigos somos –Se sintió mal por el rubio pero intentó bromear a la vez- Nos ponemos de acuerdo para pasarla contigo y terminamos faltando

-Bueno, no hay tanto problema despreocúpate

-Increíble –Parecía mentira-

 

 

*****

 

   Dos semanas, prácticamente dos semanas enteras habían pasado desde la última vez que había hablado con Itachi, sabía que el moreno no era de esas personas que seguro iban a evitarlo o no contestarle las llamadas pero ninguno se había atrevido a dar el primer paso, sin embargo lo extrañaba, tenía que ser sincero necesitaba a Itachi y necesitaban hablar…

  El que inició todo fue él, así que debía enmendar sus errores y dar el primer paso. Itachi en cambio estaba triste, se sentía mal y tomó el anillo que aún usaba en su dedo “Deidara, para siempre” decía todavía, lo besó y en ese momento alguien llamó a la puerta de su departamento pero él no quería ver a nadie… Hasta que escuchó la voz del rubio del otro lado

 

-¿Deidara?

-Itachi, estás ahí ábreme

-No quiero hablar con nadie

-Yo necesito hablar contigo… Bueno entonces escucha, lo siento ¿Si? En serio lo siento, lamento haberte ocultado que no tenía el anillo me sentía idiota de haberlo perdido tan repentina y rápidamente… Me asusté, si es cierto y por eso no me atreví a decirte nada

-¿Tú crees que es solo porque perdiste el anillo? –Preguntó el moreno después de abrir la puerta el rubio no comprendió- Pasa… -Itachi lo dejó entrar y se dirigió a la sala, Deidara notó que el moreno tenía su anillo lo estaba observando cómo buscando algo- ¿Crees que esto es lo que me molesta?

-Claro, el que te lo ocultara…

-Un anillo no es necesario para saber que amas a alguien, siempre he comprendido que eres de los que prefieren ganarse con el sudor de sus frentes sus cosas por eso no te hago regalos ostentosos ni nada parecido, pero ésta vez quería que tuvieras algo en verdad precioso, sí, me sentí mal de saber que lo habías perdido… Dicen que los que pierden sus anillos no quieren casarse en el fondo, me molestó pero lo que realmente me molesta, me hierve la sangre me enfada y me entristece –Dejo en la mesita del centro el anillo y miró fijamente al rubio- Es que tengas más confianza con Sasori que conmigo

-Eso no es así, fue un descuido exactamente igual que con Gaara ¡Yo no planeaba decirle a nadie!

-Gaara también lo sabía –Deidara se golpeó mentalmente, habló de más, otra vez- Soy el último que se tiene que enterar de lo que pasa en tu vida ¿Qué clase de relación es esta? ¿Qué clase de confianza nos tenemos?

-Yo te tengo confianza, yo confío en ti no entiendo por qué de repente otra vez estabas paranoico con Sasori ¡Yo no te reclamo por las mujeres que se la pasan coqueteándote todo el día a donde sea que vayas!

-¡No es igual! ¿Qué pueden obtener de mí si no me gustan las mujeres?

-¿Y que puede obtener Sasori si él es heterosexual? ¡Solo es mi amigo!

-¿Solo es un amigo? –Preguntó acorralando al rubio contra la pared más cercana- ¿No lo amas más que a mí?

-Claro que no

-No sé… Incluso hueles a él…

-¿Qué? –Deidara se sorprendió, no comprendía pero no podía evitar sentirse nervioso de sentir a Itachi tan cercano, el moreno pasaba su nariz por su cuello- Itachi…

-¿Has estado con él Deidara?

-No…

-¿Has dicho su nombre como dices el mío? –Por fin, por fin sus labios se habían encontrado otra vez con los de Itachi se necesitaban tanto, Deidara ni lo pensó cuando Itachi comenzó a guiarlo a la habitación, no se despegaron ni un momento apenas cayeron en la cama, la única separación fue cuando Itachi sacó la camisa del rubio y pasó a su cuello, los dedos del rubio no se quedaban tranquilos- Deidara… ¿Dónde te tocó Sasori?

-¿De qué hablas? –Ya no podía ni hablar bien-

-¿Aquí? –El cuerpo del rubio se estremeció cuando sintió al moreno morder su hombro- He visto que te habla al oído –Comenzó a morder el lóbulo del rubio- ¿Por qué lo dejas Deidara? Odio que te toque… ¿Te ha tocado como yo?

-No…

 

   Pero entonces Deidara se dio cuenta, Itachi no solo estaba tratando de hacerlo suyo… Estaba marcando su territorio, Itachi no solía dejar esa clase de marcas rojas en su cuerpo, pero no pudo hacer nada él lo quería, él lo necesitaba aunque fuera así.

   Los besos del moreno, las caricias, sus mordidas, esa forma de abrazarlo, esa forma de tocarlo, todo… No había algo que no le gustara de Itachi, excepto quizás la forma en la que actuaba ahora, solo actuaba de total despecho y rabia. Porque esas no eran las caricias que él recordaba esa no era la forma en que Itachi lo hacía… ¿Tan inseguro se sentía?

   Era obvio que Itachi había tenido un largo día, el haberse quedado dormido tan pronto lo dejaba claro… Deidara se sentó y miró sobre su hombro jamás el sexo había sido tan bueno y la vez tan malo, claro que extrañaba a Itachi pero no a ese Itachi… Se levantó y observó fijamente al moreno, el hombre no lo amaba, para desconfiar tanto y solo querer dejar claro que él le “pertenecía” no, eso no era amor, parecía que el moreno había sido sincero cuando hace días dijo que también “lo amaba”, en tiempo pasado.

    Itachi al despertar en la mañana y no encontrar al rubio solo pudo pensar en una cosa

 

-Trabajo… Siempre irá primero el trabajo que tú Itachi –Se dijo a sí mismo- Ese trabajo donde está todo el día con Sasori.

 

  Deidara apenas pudo concentrarse aquel día, el servicio fue horrible, Sasori se sintió mal cuando el chef llamó al rubio a su oficina, se quedo a esperarlo afuera ¿Por qué tardaba tanto?

 

-¿Qué pasó? –Preguntó apenas vio al rubio salir-

-Me despidieron…

-¿Hablas en serio? –Deidara asintió- No puede ser pero ¿Por qué? ¿Solo por un mal día?

-No sé, no tengo idea tengo la mente en todos lados no quiero hablar ahora

-Hey, ¿Estás bien? ¿Todo bien?

-Sí, si no te preocupes solo quiero irme a casa… ¿Quieres que te lleve?

-Claro –Sonrió- Gracias. –El mundo del rubio seguía derrumbándose hasta que una frase del pelirrojo hizo “clic” en su mente- ¿Sabes? Conseguí vender el cuchillo que te dije compré sin querer, y encontré el de cerámica que en realidad quería

-¿Vender? –Susurró-

-Sí, ¿No recuerdas? –Pero Deidara no hizo caso “vender” era la palabra que quedó en su mente-

 

   “Seguramente lo vendiste” Fue lo que tanto Itachi como Sasuke habían dicho, se sorprendió y se dio cuenta ¡Sasuke había hablado con Itachi! ¡Sasuke tenía el anillo! Apenas Sasori bajó se dirigió a Sharingan pero claro, no había nadie si ya pasaban de las 11 ¿Qué podía esperar? Tendría que esperar al día siguiente.

   Fue lo primero que hizo, a primera hora al despertar se dirigió a Sharingan, ni siquiera le importó que Ino intentó detenerlo él simplemente entró

 

-¡Tu y yo tenemos que hablar!

-Señor salga de aquí, jefe discúlpeme no pude detenerlo –Sasuke observó al rubio-

-¿Y qué hace él aquí? –Preguntó cortando la llamada en la que estaba-

-Llamaré a seguridad

-No, yo no me voy hasta hablar contigo

-Está bien Ino, déjalo… -La mirada de Sasuke y Deidara tenían algo en común, descontento. Sasuke lo invitó a sentarse pero el rubio se quedó de pie frente al escritorio- ¿Y? ¿Qué quieres? No doy limosnas si te lo preguntabas –Retó-

-Serás maldito… Yo no necesito de tu asqueroso dinero. Tu hablaste con Itachi –Sasuke alzó una ceja aburrido-

-Claro, lo veo casi siempre aunque no quiera, hablamos a veces. Eso es normal ¿Somos hermanos no? Aunque a ti no te agrade

-No pongas palabras en mi boca

-Ah, ¿Entonces te agrado?

-Ni un pelo –Escupió con rabia- Tú tienes mi anillo no sé cómo, pero fuiste tú y le metiste ideas raras a Itachi en la cabeza, no lo niegues porque usó exactamente la misma frase “lo vendiste” ¡Fuiste tú!

-¿No te parece que en realidad es que el idiota de mi hermano se quitó la venda? Así que él llegó a la misma conclusión jaja ¿Por qué crees que eso sea? El te conoce más que yo ¿O no? Se supone, entonces… Yo estaba en lo correcto –Se burló con maldad, Deidara quería golpearlo-

-Por supuesto que no, yo jamás lo vendería, tu le dijiste eso a Itachi y él se lo creyó de algún modo

-Hm, ya veo. Vendiste el anillo Itachi ya se enteró y tu último recurso es echarme la culpa a mí, bravo –Comentó caminando hacia el rubio- Buena idea Deidara

-¡Escucha idiota! –Sasuke lo miró mal cuando Deidara lo tomó del saco- ¡Ya tienes lo que querías! Itachi y yo estamos acabados tu hermano ya no me ama ¿Por qué no solo me regresas mi anillo? ¿Por qué ahora también quieres hacerme perder a mi hermano?

-No sé de que hablas –Golpeó al rubio haciendo que se alejara y lo miró con asco- No vuelvas a tocarme en tu vida, ¿Qué carajos tendría yo qué hacer con un familiar tuyo? No seas imbécil. Y que Itachi se diera cuenta que no lo mereces no es culpa mía parece que la inteligencia le volvió, gracias por darme la noticia

-Maldito seas Sasuke

-A mi no me insultas en mi propia empresa –Sentenció seriamente luego se recostó contra el escritorio- Me dices entonces que Itachi y tu… ¿Terminaron? ¿Entonces que te preocupa el dichoso anillo a estas alturas?

-Entonces fuiste tú –Sasuke sonrió, Deidara se sorprendió-

-Jaja, eres muy fácil de descifrar Deidara

-¡Devuélveme mi anillo! –Pero Deidara no llegó ni a rozar a Sasuke, dos hombres lo tomaron deteniéndolo-

-Te dije que no me tocaras –Sonrió con orgullo- Yo gano, puto.

-¿Qué coño quieres de mi? ¿¡Por qué sigues odiándome!? ¿¡Que te he hecho yo!?

-No eres tú, es… Tu raza –Lo miró despectivamente- Jaja, Realmente crees que alguien como Itachi, un Uchiha, ¿Podría tener algo contigo? ¿En serio creíste que ocurriría? Que idiota ja. Fugaku Uchiha jamás, oye bien jamás habría permitido que Itachi y tu tuvieran algo ¿No ves la diferencia? –Sasuke no se esperó que Deidara de repente, lo escupiera-

-¡Maldito simplón! –Lo cacheteó, uno de los hombres golpeó su estómago y alzó su barbilla para que viera fijamente al moreno- ¿¡Como te atreves!? ¡Solo eres una maldita escoria que tuvo suerte de ser la perra de la temporada de Itachi! –Sasuke limpió su rostro con su pañuelo- Salvaje, igual a todos los de tu especie

-¡Maldito seas Sasuke Uchiha! ¡Suéltenme! ¡Resuelve esto tu mismo como un hombre!

-¿Hombre? No, tú no eres ni la mitad del hombre que soy yo. Y llegar a los golpes es de brutos y salvajes, no de hombres no te equivoques. –Sasuke sonrió con maldad- Ya que estás tan interesado y tan hundido, ¿Quieres saber un pequeño secreto? –Se acercó al rubio y susurró- Yo robé tu anillo… -Deidara se sorprendió-

-¡Maldito! ¡Sasuke!

-¡Llévenselo!

-¡Maldito seas! ¡Pagarás todas las cosas que has hecho! ¡Jamás nadie podrá tenerte aprecio!

-Señor, ¿Está bien? –Entró Ino preocupada-

-Voy a necesitar un baño, que asco… Que le prohíban la entrada por cierto.

-Si señor

-Aplaza mi junta con los directivos, iré a casa a bañarme

 

   Deidara tenía razón, siempre tuvo razón ¡Sasuke lo había hecho! Tenía que decirle a Itachi. En cambio Itachi en ese momento estaba en el restaurante esperando ver a Deidara salir pero no aparecía, luego vio a un hombre salir

 

-Oye, disculpa, eh… ¿Deidara está trabajando ahora?

-¿Deidara?

-¿No lo conoces?

-La verdad es que soy nuevo lo siento

-Ah, entiendo. Disculpa

-¿Itachi? –La última persona que quería ver, en ese momento Sasori acababa de llegar-

-Sasori…

-¿Qué haces aquí?

-¿Qué crees que hago? Busco a Deidara ¿Puedes decirle que venga?

-No lo sabes… -Afirmó, Itachi no comprendió- Itachi, Deidara ya no trabaja aquí

-¿Qué? ¿Cómo que no trabaja aquí?

-Lo despidieron –Comentó triste- Me sorprende que no lo sepas

-No me digas –El sarcasmo fue obvio, el pelirrojo no comprendió- ¿Te sorprende que no lo sepa?

-¿Dije algo que no era?

-Te diré otra cosa que no sabes, por tu culpa Deidara y yo estamos separados –Sasori se sorprendió- Así que no me vengas con que “te sorprende”

 

   Sasori observó al moreno irse, ¿Separados? ¿Tan serio era? No podía ser cierto, ahora todo tenía razón del por qué Deidara últimamente estaba tan extraño. Tenía que hablar con el rubio apenas tuviera tiempo…

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).