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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Hola hola! Volvi^^ Muuuuchas gracias a los que se dieron el tiempo de dejarme un par de palabras en un review! Mil gracias eso es lo que me inspira.

 

 

 Sonrió satisfecho. Hoy por fin, después de una semana de cambios de ideas de planes y discusiones, el proyecto en el que había trabajo comenzaría a tomar vida. La frase de construcción empezaría y eso solo significaba que vendrían más proyectos.

 Sabía que solo era el inicio a muchas horas sentado frente a planos, laptops, papeles y tabletas pero ese era el punto de trabajar, no le molestaba y lo que quería era demostrar que si podía trabajar y que podía hacerlo bien. Sonrió luego de estrechar la mano con su jefe y de escuchar una felicitación de parte del hombre.

 

 

 Sasuke suspiró frustrado. Frente a él Kakashi simplemente dirigió su vista a cualquier otro sitio

 

-Maldición

 

  Levantó la vista, molesto, habían encontrado el problema del descenso económico de una de sus empresas y le molestaba que las personas a quienes les había dado trabajo lo habían apuñalado de aquella manera. Una buena estadía en prisión recibiría cada uno de manera bien merecida, suspiró relajándose un poco y colocando una mano sobre su sien

 

-Lo bueno es que ya se solucionó. Quiero ver las próximas cuentas del mes y ojalá sean mejores

-Si bueno, cambiando el tema. Tienes una oferta de alianza… -Le mostró su tableta- Estuve revisando todo, beneficiándote obtendrías un incremento de un 30% en el capital. El único problema que encuentro es que tendrás que llegar a un acuerdo con el jefe para…

-No

-…

-No me interesa esta alianza –Le devolvió la tableta- Ayer recibí una mejor oferta de la empresa rival de esa empresa

-¿Sus rivales?

-Supongo que ambas empresas se dieron cuenta del beneficio que sería una alianza con Sharingan –Sonrió orgulloso-

-¿Aceptaste?

-No, está en un veremos pero la oferta es mejor que la que me acabas de mostrar. Necesito revises todo y me des tu última palabra, confío en tí

-Bien

 

  Apenas el peli plata abandonó la oficina las puertas se abrieron completamente dejando entrar a una pelirroja

 

-¡Sasuke!

-Joder… -Susurró molesto sin despegar la vista de su escritorio-

-Disculpa que llegue así de repente pero hace mucho no respondes mis llamadas, tienes que darte tiempo para respirar y no trabajar tanto

-Karin, no tengo tiempo ¿Qué quieres?

-¡No seas odioso Sasuke! Vine a visitarte, y no aceptaré un no, hoy tienes que venir a comer conmigo

-No puedo

-¡Si, si puedes! ¡Y vamos a ir!

 

  Karin Uzumaki, de piel clara, cabellos rojos y ojos marrones. Una mujer que conocía al moreno desde jóvenes y siempre había estado enamorada de él, era usualmente tranquila pero tenía una actitud voluble, empalagosa cuando el moreno estaba cerca. Sasuke suspiró no podría sacársela de encima si no accedía, solo si se reuniera con el presidente o un emperador Karin se alejaría.

 

-Bien

-¡Genial! ¡Conozco el lugar perfecto!

 

 

  Esa tarde el rubio acababa de visitar a Konan y se dirigía a su cafetería favorita

 

-¡Naruto!

-¡Hola! Ne, por favor dame un chocolate con crema, un café expreso  y un café pendiente

-Claro

 

  Se dio su tiempo bebiéndose su chocolate, le gustaba el chocolate caliente. Salió con el vaso de café en mano sabiendo donde ir

 

-¡Vamos Sasuke!

 

 El moreno observó después de bajar del auto a un hombre vestido de manera deplorable tropezar y caer unos pasos cerca de él, se acerco y metió una mano en su bolsillo, miro hacia abajo al hombre, tomó una moneda y se la lanzó como si nada… Luego volvió con la mujer.

 Un par de mujeres murmuraron al ver aquello, el hombre miro la moneda y luego vio donde el hombre se había ido. Que grosero, dejó caer la moneda. Se levantó alejándose lentamente pero un chico rubio lo detuvo cuando estuvo del otro lado de la calle. Naruto sonrió

 

-Es para usted

-¿Para mí?

-Sí, acéptelo por favor

 

  El hombre sonrió agradecido y se sentó en la acera, el rubio se colocó en cuclillas a su altura sin importarle como lo vieran los demás, entabló conversación con el hombre mientras lo observaba beber el café

 

-¿Sabe lo que es un café pendiente?

-Sí, claro

-En aquella cafetería aceptan los cafés pendientes y yo siempre pido uno… Siempre que quiera uno sabe dónde ir

-Tú eres muy amable chico. Gracias y que tengas suerte

-Gracias también –Sonrió-

 

 

 Lejos Sasuke observaba su teléfono mientras la pelirroja a su lado se quejaba de no haber encontrado la mesa que quería y de que había demasiadas personas en el restaurante. El moreno ni siquiera la escuchaba, el auto llegó frente a ambos y  entraron, el auto no avanzó mucho porque había tráfico.

 El moreno con el telefono contra su oreja observó por la ventana y rio observando algún chico loco y rubio hablando con aquel hombre al que él había visto antes. Luego lo observó levantarse y girarse…

 

-¿Sasuke? ¿Me estas escuchando?

 

 Todo se detuvo, el tiempo, no escuchaba a la pelirroja a su lado quejarse, no escuchaba al hombre al otro lado de la línea. Nadie más a su alrededor se movía, todo se había detenido de repente. Aquel rubio se había levantado y se había girado dejándolo verlo casi de frente… El rubio sonreía alegremente, sus ojos eran azules como el mismo cielo fundido con algún mar despejado.

 ¿Quién era ese? Su sonrisa, sus ojos, su rostro, todo simplemente lo habían dejado maravillado. Tenía que conocer a ese rubio

 

-¡Sasuke! –Volvió a la realidad por el grito de Karin-

-¿Qué?

-No me estabas escuchando, te decía que…

 

  Volvió a girar buscando aquel cabello dorado pero entre los autos moviéndose y las personas, lo había perdido… Chasqueó la lengua con molestia pero no sería por mucho tiempo, ya pensaba buscar a ese hombre porque era imposible dejarlo andar por ahí sin conocerlo… Ese rubio había llamado su atención.

 

***

 Itachi suspiró cansado, estaba en el sofá de su sala, llevó su cuerpo hacia adelante y recostó su frente sobre sus manos y sus codos sobre sus rodillas

 

-¿Estás bien?

-Si

 

  Levantó el rostro observando a Deidara sentarse a su lado ofreciéndole un vaso de agua, lo tomó y después lo colocó en la mesa frente a ambos

 

-¿Qué pasa?

-Día difícil en el quirófano… -Suspiró, sabía que el rubio no lo interrumpiría- Un hombre casi muere frente a mi Dei. Mejor dicho, murió pero logramos revivirlo –Se cubrió el rostro relajándose- No importa cuantas veces haga esto… No es fácil…

-¿Y cómo está ahora?

-Está bien, estable. Necesitaba esa cirugía

-Entonces hiciste tu trabajo, lo salvaste

-Sí, tienes razón… -Dejo que el otro lo abrazara y le sonrió- Gracias

-De nada

-¿Y tú? ¿Qué tienes?

-¿Eh? Nada –Evitó la mirada-

-No sabes mentirme

-… Estoy preocupado por Naruto… -Recostó su rostro en el hombro del moreno aun abrazándolo- No quiero que se obsesione –Itachi suspiró-

-Sí, eso no sería bueno. Pero ¿Sabes qué? Yo no creo que eso ocurra

-¿Ah no? ¿Por qué?

-Porque él sabe que es más importante la familia, no el trabajo

-… Sí, tienes razón

-Dei

-¿Mm? –El moreno se acerco regalándole un beso en la boca-

-Tengo hambre

-¿Y es que me ves cara de ser tu sirviente o qué?

-Jajaja, no. Quiero que me acompañes a comer

-Entonces sí jaja

 

  Sonrió, sabía que siempre podría contar con Deidara para alegrarle el día solo con una sonrisa. El había tenido suerte, y cada día se lo recordaba mentalmente… Eso y una personalidad muy terca.

 

****Flashback****

 Itachi estaba estresado, estaba molesto incluso frustrado. Había tenido un día horrible en la clase del postgrado, iba distraído por las calles pensando en todo lo que había ocurrido ese día. Se detuvo molesto, la banca más cercana fue donde se sentó para respirar mejor, ni siquiera veía a los que estaban alrededor por más ruido o movimientos que hacían, para él no había nadie alrededor.

 

-Oe… ¿Disculpa?.. ¿Me escuchas? ¿Hola? –Alguien interrumpía su burbuja de soledad, respiro llevándose una mano a la cabeza si lo ignoraba se iría, si lo ignoraba se iría- ¡Oe!

-¿¡Que quieres!? ¡Déjame en paz! –Levantó el rostro observando un par de ojos azules mirarlo sorprendido- ¡No estoy para ayudar ni hablar con nadie ni andar dando donativos o lo que sea!

-¿¡Quien te está pidiendo donativos idiota!?

-¿¡Como me llamaste!?  -¿Quién se creía para llamarlo de esa forma?-

-¡Idiota! ¡Actúas como idiota! ¡Intento decirte que te sentaste sobre mi delantal y lo necesito!

-… -El moreno observó la banca y era cierto, se levantó alejándose molesto-

-¡No tienes que tratar a las personas así! ¡No eres el único con problemas o el centro del mundo!

-…

 

 Se detuvo en seco, el otro en cambio se dio la vuelta alejándose él solo trató de ser amable pidiéndole que se levantara ¿Por qué había tenido que gritarle así? Itachi volteó observándolo irse, le había gritado, solo su padre le había gritado alguna vez en su vida ¿Cómo se atrevía? Pero entonces su mirada se relajo, “¡No eres el único con problemas!” recordó viendo aquella melena rubia perderse entre la multitud, él había tenido razón. Suspiró alejándose. No era el único con problemas…

 

***

 Entro tranquilamente al sitio, iba con una compañera de clases, tomaron asiento en una mesa con vista por el ventanal observando la calle. Mientras reía observó por el cristal y su mirada de detuvo de repente, ¿Dónde había visto..?  ¡Era ese chico! ¡El rubio del otro día! Su mirada de mostró molesta pero…Iba acompañado de un pelirrojo y entonces lo vio sonreír.

 

-¿Itachi?

 

 Pero él no estaba escuchando, ¿Por qué no había visto esa sonrisa el otro día? Lo observó pasar no muy lejos de él entrando por la parte trasera al restaurante, entonces trabajaba aquí.

 

-¿Estás bien?

-Sí, sí solo estaba pensando en algo…

 

  Sonrió, volviendo la atención a la mujer frente a él. Días después se encontraba dentro de su auto esperando al semáforo cambiar, era tarde, de noche y giró el rostro, se sorprendió era ese chico y venía con ese pelirrojo otra vez. ¿Por qué se le aparecía tanto? Escuchó las bocinas de los autos sonar y arrancó pero rápidamente dio la vuelta deteniéndose para correr y no perderlo de vista, lo tomó por la muñeca

 

-¿Eh? ¿Qué?

-Hola

-¿Qué necesi… -La voz amable del rubio se detuvo y se sorprendió- ¿¡Y usted qué hace aquí!? –Preguntó soltándose al ver a aquel pelinegro-

-¿Quién es él? –Intervino el pelirrojo inexpresivo-

-No lo sé

-Mucho gusto… Itachi Uchiha –Comentó lo más tranquilo que pudo al pelirrojo y extendió la mano-

-Aja… -El rubio le lanzó una mirada de auxilio al pelirrojo, este tomó la mano aun estirada del pelinegro-

-Akasuna No Sasori, ¿Necesitas algo?

-Sí –Dirigió la vista al rubio- Quería disculparme

-¿Discul… ¿Qué? ¿Por qué?

-Yo me voy

-¡No me dejes solo con este loco! –Se volteó intentando detener al pelirrojo-

-No estoy loco…

-Si bueno, actúas como uno…  -Volvió la vista al pelinegro-

-¿Por querer disculparme? Ni siquiera me dejas hablarte

-¿Por qué lo haría? Eres un completo desconocido

-Ya me presenté, pero me dejaste con el saludo en la boca

-… Bueno, como sea ¿Qué quieres?

-Ya te lo dije, disculparme… Por cómo te traté el otro día

-… -La incertidumbre era obvia en el rostro del rubio-

-Tenías razón, no soy el único con problemas y no me fijé en lo que hacía o decía, lo siento. –Notó la duda en la mirada azul- Si bueno tienes razón soy un extraño pero no busco hacerte daño solo quería disculparme

-Bueno, bien por ti gracias por disculparte yo me disculpo por decirte idiota, ahora… Yo me voy –Se dio la vuelta-

-¿Puedo llevarte?

-¿En serio crees que te dejaré tan fácil que me hagas algo? –El pelinegro se sorprendió y luego rió- ¿Qué es tan gracioso?

-¿No crees que si quisiera hacerte algo, ya lo habría hecho? Después de todo es tarde y estas solo –El rubio abrió los ojos sorprendido ¡Sasori lo había abandonado! Itachi rió- Solo quiero ser amable, te puedo llevar

-No gracias… -Se dio la vuelta una vez más-

-No me dijiste tu nombre

-No te interesa

-Si lo hace

-… -Se dio media vuelta- Deidara…

***

  Algunas veces se encontró una vez más con el rubio, algunas por casualidad, otras fueron por total a propósito. Lentamente se ganó la amistad del rubio y cuando notó que sentía más que una amistad, por unos dos años intentó ser más que un amigo hasta que Deidara lo aceptó. Si, él había tenido suerte…

 Deidara sabía alegrarle el día rápidamente, pero también como ponerle los pies sobre la tierra de un golpe de realidad. El suertudo había sido él de encontrarse con esos ojos azules y esa actitud explosiva…

 

****Fin flashback****

 

-¿Estás bien? –Observó a su lado al rubio mirándolo extrañado, sonrió-

-Sí, solo estaba recordando

-¿Qué cosa?

-El día que nos conocimos

-… -Rió, ese día había sido una locura total- Lo diferente que se vuelven las personas cuando están molestas…

 

 Deidara no se veía en aquella época siendo pareja de Itachi, su primera impresión del moreno había sido horrible pero solo había sido eso, una errónea primera impresión.

 

-Bueno yo ahora sí tengo hambre, así que vámonos

 

 

  Naruto sonrió, tenía un nuevo proyecto en manos y eso solo lo emocionaba, es de locos gustarles tener trabajo dicen pero entonces sí se declaraba culpable de locura… El amaba su trabajo, a él le gustaba su trabajo y se regocijaba de saber que obtenía un ingreso suficiente para sus necesidades y las de Deidara. Era lo mejor.

  Revisaba los planos azules, la tableta, las hojas blancas. Se le daba fácilmente diseñar algo si tenía una referencia todo venía rápidamente a su mente, no había duda en cada trazo, ya sabía que haría la inspiración brotaba con fluidez. Los días se le iban rápido pero eso ocurre cuando inviertes tu tiempo y si había algo que no le gustaba era perder tiempo.

 Esa noche un olor amado lo hizo salir de la habitación

 

-¡Huele delicioso!

-Claro, llega a decirme que no huele bien y no te hago rameen otra vez

-¡No! ¡Dei-nii! ¡Con eso no se juega-ttebayo!

 

  El mayor sonrió y el menor lo imitó, él amaba la comida de su hermano, el rameen era su plato favorito pero nadie sabía prepararlo como Deidara, nadie. Con Deidara se volvía alguien diferente al arquitecto siempre enfocado que era el resto del día, podía ser él mismo. Hiperactivo, sonriente, ruidoso y espontáneo.

 

-Yo supongo que estas muy feliz

-¿Por qué? ¿Por consentirte con la cena?

-Mm… Si

-Jajaja, siempre estoy feliz… -Se detuvo, el otro alzó una ceja incrédulo- ¡Bueno! ¡Casi siempre!

-¡Jajajaja! Eres malo mintiendo

-Como sea solo quería consentirte

-¿Sabes? Me gusta cuando eso ocurre

-¿Y cuando no ocurre?

-¡Hey! –El mayor rió, aunque él sabía que era cierto, Deidara lo consentía casi siempre de muchas maneras. Pero el lado malo era que él se sentía culpable… Si, culpable. Claro que Deidara no necesitaba saber aquello- ¿Esta listo?

-Si

-¡A comer-ttebayo!

 

 

 La mañana siguiente Sasuke sonrió, Kakashi acababa de entregarle su último informe de la alianza y todo estaba en perfecto orden

 

-Bien, entonces está decidido. Te lo dije era la mejor opción

 

  Le gustaba recordarse a sí mismo de sus logros. Eso lo hacía sentirse confiado, en la cima del mundo, imponente. Una llamada llegó y con la mano le indicó al otro irse, respondió

 

-Dime… Aja… Si… Bueno que sea rápido para eso te pago… Que la próxima llamada sea para decirme lo que quiero oír… Bien

 

  Colgó. Observó el reloj a sabiendas de que pronto ese día tendría una reunión y suspiro fastidiado, esas reuniones siempre eran todas iguales pero no podía zafarse de ellas cada vez que quería. De todas maneras la última palabra la tenía él siempre, por eso veía aburrido siempre oír lo mismo

  Se levantó y observó la ciudad frente a él, se soltó un poco la corbata… A veces, como ahora, le hastiaba siempre vestir igual, siempre hablar igual, siempre ser igual. Su vida era su empresa pero algunas veces quería solo salir corriendo y darse tiempo para sí mismo, para olvidarse de tanto papeleo, tantas letras, tantos números… De todo

 

-Señor…

 

 Su mirada se volvió oscura una vez más, basta de soñar estupideces, la voz de su secretaria lo regresó a la realidad, tenía trabajo

 

-¿Esta listo?

-Vamos –Se ajustó la corbata rápidamente y salió de la oficina-

 

 Esto era su vida, y él no quería cambiarla. Le gustaba su vida como era, ordenada, donde él era el que sabía lo que ocurriría donde él tenía todo bajo control. Todo tenía un esquema y una forma de ser… Como debía ser. Entró como siempre seguro, destilando poder

 

-Empecemos…

 

***

 

  Sasuke sonrió, observando por la ventana del auto a un rubio entrar a una cafetería. Le había llevado un mes y algo de ayuda de un contacto, pero ahora lo había encontrado. Abrió la puerta saliendo decidido.

  Naruto salió pero no avanzó mucho cuando alguien le cubrió el paso

 

-¿Disculpe?

-Mucho gusto Naruto –De cerca era aun mejor, ese chico era prácticamente perfecto, sonrió de lado-

-¿Quién es usted y porque sabe mi nombre? –Pregunto sorprendido, el otro se sorprendió igual ¿No sabía quién era? pero volvió a sonreír mostrando su mano-

-Mucho gusto, Sasuke Uchiha –El rubio lo miro extrañado y con desconfianza, ¿Quién era? ¿Por qué conocía su nombre? Jamás lo había visto en su vida- ¿Me dejarás con la mano estirada?

-… -Eso sería ser maleducado, y él no lo era, tomó su mano aceptando el saludo- Naruto Namikaze –El moreno se mostró sorprendido- ¿Qué?

-¿Namikaze?

-Si ¿Por qué?

-No, por nada

-¿Me devuelve mi mano? –El moreno lo soltó- Bueno, un gusto pero ahora me iré

-¿Tienes prisa?

-… Si

-Entonces nos veremos después

-Si claro –Susurró alejándose, ese hombre era extraño y no le inspiraba confianza-

-Quizás más pronto de lo que crees… -Comento el moreno observándolo alejarse, sonrió- Naruto Namikaze

 

 

Notas finales:

Dato curioso: En Japón "dar limosnas" o como vemos nosotros dar dinero a alguien en la calle, no está muy bien visto. Por si no lo sabian^^

¿Merece review? ¡Nos vemos!


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