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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Primero que nada, ¡GRACIAS! ¡LLEGAMOS A LOS 400 REVIEWS! *o* que emocion en serio mil gracias y perdonen mis demoras!

  Habían pasado dos días, cuando Naruto salió del edificio a pie a comprar algunas cosas, apenas iba de salida de la tienda cuando observó a Sasuke entrar y quedar frente a él

 

-Lo lamento –Dijo de inmediato, el rubio no expresó nada facialmente- No había podido decirlo de frente antes, siento lo de Nagato, por favor que estés bien –Fue lo único que dijo antes de seguir su camino, Naruto no dijo nada y siguió caminando también-

 

   También hacía ya dos días Konan ignoraba casi por completo a Yahiko, no se daba cuenta en realidad. Pero aquel día el hombre se atrevió a hablar

 

-¿Podrías por favor al menos escuchar cuando te hablo? –Ella no dijo nada- ¿Tanto te afectó en verdad?... Comienzo a preguntarme si en realidad yo tengo espacio en tu vida, si en verdad podrás algún día amarme a mí

-¿A dónde quieres llegar? ¿Por qué te preguntas tales cosas? –La mujer estaba sentada en el sofá de su casa, él en el mismo sofá estaba en el otro extremo- No puedes culparme por estar triste… ¿No puedes comprender que hace solo unos días murió? ¿Esperas que esté riendo y gritando de alegría por ahí? –Preguntó alterada comenzando a llorar otra vez sin querer-

-No se trata de eso

-¡Deberías entender! Sabes lo que significa… -Aún le costaba hablar en pasado del hombre- Significaba, Nagato para mí.

-Esto es desde antes de que se fuera

-Yo aún no puedo creerlo en realidad, estaba ahí… -Yahiko suspiró al darse cuenta de que estaba ignorándolo y hablando sola- Junto a mí, estábamos hablando y de repente… Me empujó, cayó y… Y debí ser yo –Comentó en voz baja, el hombre se sorprendió y volteó a verla de inmediato-

-¡No digas eso! ¡Claro que no!

-Si no me hubiera empujado, Nagato… Nagato

-¡Konan, basta! –Gritó tomando a la mujer de los hombros para que lo viera de frente- No fue tu culpa

-¿Cómo lo sabes?

-No fue culpa de nadie, pero mucho menos tuya… Deja de decir eso

-¡Eso no es verdad! –Gritó alejándose del hombre y levantándose- ¡Me dijo que había aprendido que no sería feliz a su lado! ¡Que iba a alejarse! Pero… Pero…

-¡Basta, basta por favor! –Pidió levantándose y tomándola de los hombros otra vez pero ella ni lo escuchó y siguió hablando-

-No debía ser así, no era un adiós para siempre… Se despidió para siempre sin saberlo –Yahiko se sentía mal de ver a la mujer así de desesperada y alterada- ¡El día iba tan bien! ¡La mejor noticia de mi vida se empañó de repente por la desgracia! ¡Ni siquiera pude decírtelo! –El hombre no entendió- Iba a decírtelo esa tarde y de repente… Yo apenas me había enterado pocas horas antes, apenas estaba digiriéndolo yo todavía estaba pensando cómo decir que estoy embarazada –Lloró pero la mirada de Yahiko entonces se sorprendió demasiado y tardó unos segundos en comprender lo que ella acababa de decir-

-¿Estás? Konan, -Llamó con cuidado- ¿Estás embarazada? –Preguntó tomando a Konan de la barbilla para que lo viera a los ojos- ¿Lo estás? –Ella asintió lentamente, lo siguiente fue ver el rostro de Yahiko iluminarse y abrazarla con fuerza-

-Gracias, gracias, gracias… -Repitió una y otra vez abrazándola contra su cuerpo, entonces besó su mejilla y luego sus labios-

-¿No estás enojado? –El no comprendió-

-¿Por qué estaría enojado? ¡Estoy alegre! ¡Voy a ser papá, otra vez! –Comentó alegre y entonces Konan pudo sonreír un poco- Estoy extasiado, no puedo ni describirlo amor –Besó las manos de la chica- ¿Sabes cuantas veces Pein me ha preguntado por un hermano o hermana? –Bromeó haciendo que la mujer riera aún entre lágrimas, pero de alegría- Gracias hermosa, mil gracias por esto

-Perdóname por no decirlo antes

-No importa, eso no importa tienes razón no era el momento estás pasando una situación difícil, yo lo entiendo –Comprendió abrazándola otra vez- Solo por favor, ten cuidado… Cuídate.

-Lo haré

-Te amo –Dijo y entonces la besó otra vez- Te amo mucho, estoy complacido de saber que serás la madre de mi hijo

-O hija –Bromeó-

-Exacto jaja

 

   Konan correspondió al abrazo del hombre y sonrió otra vez, “Se feliz, dijiste… Nagato, soy feliz, a pesar de tu partida soy inmensamente feliz. Por favor, ve en paz, busca la felicidad aún si puedes…”  Pensó llorando más fuerte y aferrándose más a Yahiko.

   Había pasado una semana de la muerte de Nagato cuando Yahiko logró sacar a Konan de casa para comprar cosas para el bebé, ver al hombre tan emocionado hacía que la mujer se sintiera alegre lo cual necesitaba. Esa tarde todos se reunieron en el departamento de la mujer, Pein estaba y los demás pudieron conocerlo también lo cual hizo que se olvidaran de la tragedia un rato

 

-Así que, Pein… -Dijo Naruto de cuclillas a la altura del niño- Hola, yo me llamo Naruto

-¿Naruto? –El rubio asintió, el niño miró a su papá detrás de él- ¿No es eso kamaboko? –Preguntó inocente haciendo que los presentes rieran bajo, incluido el nombrado-

-Es que mi mamá comía mucho y le gustaba

-Jaja, es divertido

-Sí, jaja ¿Verdad-ttebayo?

 

   Varios minutos después todos estaban hablando tranquilamente cuando Yahiko llamó un poco la atención.

 

-Ya todos conocieron a Pein –Comentó sonriéndole al niño sentado sobre su pierna, Konan a su lado sonrió también- Pero había otra cosa que queremos que sepan

-¿Qué es? ¿Qué pasa? –Preguntó Deidara-

-No te preocupes no es nada malo –Calmó Yahiko-

-¿Y entonces? –Preguntó Sakura-

-Estoy embarazada –Dijo por fin Konan, todos quedaron en silencio un segundo, excepto Itachi que de inmediato sonrió “Así que ya se sabe” pensó-

-¡Lo sabías! –Acusó Naruto con un dedo al sonriente Itachi que solo alzó los brazos como si nada- ¡El lo sabía-ttebayo!

-¡Felicitaciones! ¡A ambos! ¡Qué buena noticia! –Sakura de inmediato y sonriente se acercó a abrazar a los pronto nuevos padres-

-En verdad que sí –Dijo Gaara-

-Yo leí que los bebes traen alegría a la vida –Comentó Sai-

-Konan-nee me hará tío –Cantó Naruto sonriente-

-Felicidades –Dijo sonriente Deidara-

-Papi, ¿Qué significa eso? –Preguntó Pein, todos entonces observaron al niño y sonrieron comprendiendo que el pequeño no entendiera-

-Eso quiere decir que vas a tener un hermanito o hermanita

-¿¡En serio!? –Preguntó alegre-

-Sí –Dijo el hombre alegre- Konan y yo vamos a tener un bebé… -Explicó, el niño observó a la mujer-

-¿Te alegra? –El niño tardó unos segundos en responder-

-¡Sí! ¡Quiero un hermanito! –Todos rieron luego de eso- ¿Y dónde está?

-En mi pancita –Explicó Konan colocando una mano en su vientre-

-¿Cuánto tiempo tienes? –Preguntó Sakura-

-Poco más de dos meses…

-¿Y cómo se metió ahí? –Preguntó Pein interesado-

-Jajaja…

-Te lo explico después –Dijo Yahiko-

 

   Una noticia así es lo que todos necesitaban para sobrepasar un poco mejor la pérdida de un ser querido.

   Dos semanas, ya había pasado más de dos semanas desde que despidieron a Nagato y varias cosas habían ocurrido pero lo importante era que todos seguían adelante con sus vidas y sobrellevando la ausencia del pelirrojo. Itachi se había mantenido siempre cerca de Deidara en lo que necesitara aunque el rubio a veces lo alejara bruscamente, todos se daban cuenta y es que el hombre siempre estaba cada vez que el rubio necesitaba alguna cosa, apenas lo dejaba solo en su casa pues no podía entrar.

   Naruto siempre tuvo cerca a Gaara y Sakura, ahora aún más eran cercanos no solo por el rubio sino porque la fecha de partida de la pelirrosa se acercaba, pero Sai también siempre estaba cuando ellos tres se reunían. Lo que Naruto no notaba siempre es que Sasuke también estaba casi siempre cerca y enterado de lo que pasaba con el rubio solo que no había podido acercarse porque los amigos del rubio poco lo dejaban solo y él tenía demasiado trabajo.

   Aquella tarde Itachi estaba acompañando a Deidara con Naruto y Gaara mientras hacían mercado para la casa de los rubios, Itachi siempre se mantenía lo más al margen posible casi parecía más un guardaespaldas que un acompañante pero nadie le decía nada.

 

-¿Qué tal este? –Preguntó Naruto señalando un estante-

-Claro que no –Deidara se acercó- Esa marca es mala, no dura nada y prefiero ésta –Tomó otra lata-

-Que quisquilloso eres… -Se quejó en un puchero el menor-

-Con la comida sí ¿Y?

-Alguien está sensible hoy –Comentó Gaara recostado de espaldas contra el frente del carrito, del otro lado Itachi lo empujaba cuando caminaban y ahora lo tenía solo sostenido para que el pelirrojo pudiera estar ahí, Deidara a veces observaba lo serio y callado de Itachi lo cual comenzaba a hartarlo-

-¿Y tú no piensas decir nada? –Itachi alzó una ceja- Maldición… -Susurró caminando adelante, los demás lo siguieron- ¡No sé ni para qué nos sigues a todos lados si ni siquiera dices algo! ¡Pareces un zombi!

-Ya empezó –Susurró Naruto-

 

   Al dejar las compras en el departamento, Deidara tomó sus cosas y se despidió de los dos menores para salir al estacionamiento donde Itachi estaba esperando recostado contra su auto

 

-Pronto explotará –Comentó Gaara de repente mientras con Naruto acomodaban todo-

-Lo sé… Estoy esperando que ocurra de una vez

-¿Y qué crees que pase?

-Yo que sé –Dijo como si nada- Será problema de Itachi –Bromeó-

 

-¿Qué? –Preguntó Deidara una vez frente al moreno- ¿Es que acaso te comieron la lengua?

-¿Qué quieres que te diga? –El rubio estaba muy molesto y solo atinó a bufar y pasar del moreno-

-Como sea, estoy apurado debo irme

-¿Te llevo? –Deidara se lo pensó un momento, minutos después estaba de brazos cruzados en el asiento del copiloto del auto del moreno-

-Solo quiero que todo esto acabe, no quiero sentir que te sientes obligado de alguna forma a estar conmigo cuando no quieres que sea asi, ¿Es por eso que actuas asi? ¿Cierto? -Hablaba bajo desahogandose, un poco triste un poco frustrado- Solo quiero que seas tú mismo, joder. Despierta de una vez

-¿Yo mismo? –Itachi detuvo el auto en el estacionamiento y antes de que Deidara pudiera bajar, colocó el seguro-

-¿Y ahora? –Itachi no respondió, ni siquiera lo miró- ¡Hey, déjame salir!

-Deidara… -Llamó con calma- ¿No has pensado? ¿Todo lo ocurrido no te ha hecho pensar mejor las cosas?

-No entiendo, pensar ¿Qué?

-Te amo –Dijo de repente observando fijamente al rubio que se sorprendió de la repentina confesión aunque ya la sabía bien-

-¿A qué viene eso?

-Y no quiero perder ni un solo segundo más… La muerte de Nagato me hizo pensar tanto y darme cuenta de muchas cosas –La mención de su tío hizo que el rubio flaqueara un momento sintiéndose nostálgico- No quiero pasar un momento más lejos de ti. Sabemos que hoy estamos pero ¿Y mañana? –Sin permiso alguno tomó la mano del rubio- Quiero aprovechar cada pequeño segundo, cada respiro, cada momento que me queda para disfrutarlo contigo a mi lado

-Esto no va a ningún lado… -Dijo de repente huyendo del agarre del hombre y quitando el seguro para salir con rapidez del auto, pero las siguientes palabras del moreno que también bajó del auto, lo hicieron detenerse-

-¡Me debes un deseo! –Alzó la voz para que el rubio a unos metros ya de él, pudiera oírlo y supo que lo consiguió cuando Deidara se detuvo de repente- ¿Lo recuerdas? –El rubio se dio vuelta observando al moreno- Aquella noche, con Sai y Gaara en el billar… Nunca reclamé mi deseo porque jamás tuve uno, era suficiente con tenerte conmigo cada día –Ninguno se movió ni un centímetro- Pero creo que tengo algo que pedirte, desde lo más profundo de mi ser

-¿Y que puede ser? ¿Cómo es que aún recuerdas eso? –Preguntó comenzando a acercarse al moreno con lentitud, Itachi sonrió un poco-

-¿Acaso tú lo olvidaste? Te hice una pregunta hace un tiempo cuando vine a verte, ¿No tengo ni una sola oportunidad más? ¿No podemos intentarlo una vez más?

-¿Y qué caso tiene? –Preguntó- ¿Eres capaz de olvidar que perdí el anillo que me diste? ¿No pensabas que lo había vendido? –Pregunto bajo y dolido a solo un metro del moreno-

-Jamás te creí capaz de eso, yo ya lo olvidé todo aunque me disculpo por hacerte sentir culpable de aquello, no quiero mirar al pasado y perderme del futuro ¿No quieres intentarlo tú? Eso ya pasó… Importa el ahora –Deidara negó con la cabeza- ¿Tan importante fue aquello? ¿Es por el anillo realmente? –El rubio no respondió, Itachi alzó su mano izquierda y sacó un anillo de su dedo anular, Deidara se sorprendió pues tenía dos- ¿Este anillo?

-¿Cómo?

-Sasuke me lo dijo todo –Deidara volvió a sorprenderse- El lo robó, lo aceptó pero eso ya no me importa… Me importa que seamos uno tu y yo

-¿Te lo dijo? –Preguntó ya más cerca del moreno, Itachi asintió-

-Solo es tuyo… -Dijo ofreciéndole la sortija al rubio que dudó un momento- Ya no importa lo que haya pasado antes, solo importa lo que pase hoy… -Deidara tomó con cuidado el pequeño objeto-

-¿Cuál era tu deseo? –Preguntó observando el anillo sin siquiera colocárselo-

-Cásate conmigo –Dijo sin dudar, Deidara lo miró a los ojos- Por favor, no quiero que pase más tiempo sin estar contigo. Hasta que se me acabe el oxígeno, sea mañana o en cien años, quiero que estemos juntos, por favor… -Sonrió- Cásate conmigo, hoy mismo –Deidara volvió a sorprenderse-

-¿Qué?

-Ese es mi deseo, casémonos, ahora… Hoy

-Pero

-Sin peros –Dijo alegre- ¿Por qué no?

-Tienes turno hoy y yo un servicio

-¿Y eso qué?

-Has perdido la cabeza

-He perdido la paciencia no puedo esperar más, no quiero esperar más. Puedo faltar hoy ya tengo a quien podría pedir ese favor, un día no hará mal…  Sasori puede ocuparse bien del servicio, ¿Qué importa eso hoy, si mañana se acabara el mundo? A mí solo me importaría poder estar hoy contigo

-...

-Escapemos. Pensemos en nosotros, solo una vez, solo esta vez… Que se pierda o destruya el resto del mundo pero que estemos juntos –Pidió tomando al rubio por los hombros con cuidado- Solo nosotros dos en nuestro mundo personal, nuestra burbuja especial alejados de todos los demás… Que mañana lleguen las consecuencias si es que habrán –Deidara no pudo evitar reír un poco por las palabras del moreno- Deidara Namikaze, cásate conmigo, sé mi esposo desde hoy y para siempre… Por favor. Ése es mi deseo.

-… -Deidara tardó unos segundos en responder, Itachi observó al rubio colocar el anillo en su dedo anular y sonrió, Deidara alzó su mano izquierda mostrando el anillo y sonrió- Vamos a necesitar testigos

-Siempre hay personas a quienes pedirles tal favor… -Finalizó sellando sus labios contra los de Deidara-

 

   Naruto aquella tarde luego de despedir a Gaara se extrañó de recibir la llamada de Sasori preguntando por Deidara, cuando intentó llamar el rubio no contesto lo cual le causó alarma y al intentar llamar a Itachi nadie respondió tampoco, ambos teléfonos estaban apagados. El rubio subió al auto y se dirigió al hospital pero tampoco le dieron información de Itachi, parecía que el moreno no había entrado a su guardia aún, pasó por los pasillos llamando a Sai pero el moreno tampoco tenía información.

 

-¿Y entonces? –Se preguntó- ¿Habrá pasado algo? No, no claro que no nada de eso… Las malas noticias siempre llegan primero ¿Cierto? No –Se calmó a sí mismo-  Todo está bien. Sí…

 

   Se calmó alejando el tema de su mente un momento, suspiró sin tener nada mejor que hacer y al observar a su derecha una cartelera instructiva sobre los departamentos del hospital se mostró, sus ojos se detuvieron sobre el departamento infantil y recordó las palabras de los niños cuando les habló de que Sakura se iría “¿Y por qué no haces que se quede?... ¿Por qué no te vas con ella?”  Fueron sus sugerencias, pero Naruto no estaba solo pensativo aquel día por eso, desde hacía mucho que sus pensamientos profundos y tristes tenían mucho que ver también con Sasuke Uchiha ¿Pero cómo decirle tal cosas a unos simples niños? Si ni siquiera él entendía bien nada. Su vista entonces se fijó en el departamento de psiquiatría… Lo pensó un momento.

 

-¿Y hace cuanto le ocurre esto? –Preguntó el hombre de cabello canoso al otro lado del escritorio-

-Yo… ¿Un año? –El hombre escribía cada cosa que Naruto decía-

-¿Antes había sentido atracción hacia otros hombres?

-¿¡Que!? –El hombre lo miró sin comprender el nerviosismo del rubio, pero Naruto no estaba nervioso sino avergonzado ¿Qué hacía ahí? Se golpeó el rostro- Estoy loco –Susurró-

-Eso cree usted… -Dijo el hombre de repente- Que está loco, ¿Solo porque un hombre lo confunde? –El rubio asintió, el doctor suspiró- Mire, primero que nada –Dejó de escribir- Le tiene que quedar claro que ser homosexual –Naruto lo miró con miedo- Sí es que ese es el caso –Naruto negó con la cabeza- No tiene nada de malo –Sentenció con seriedad haciendo que el rubio le prestara total atención de repente- No es una enfermedad ni un problema psiquiátrico, eso se sabe hace muchísimo. Su problema es no aceptarse a sí mismo… Siendo solo ésta la primera vez que lo veo puedo decirle eso, usted no se acepta y piensa de más porque está en negación y rechazo yo sugeriría que siguiera viniendo, puedo programarle otra cita. Tienes que aclarar tu mente porque tal vez y si tienes razón, el otro lado de la ecuación es que solo está confundido y perturbado, y no sabe cómo lidiar con ello en pocas palabras se está ahogando en un vaso de agua… –Dijo serio- Y si aclarar la mente en verdad te cuesta tanto en verdad necesitas ayuda psiquiátrica o psicológica…

 

   Naruto salió más confundido de lo que había entrado ¿Quién lo había mandado a él a entrar a psiquiatría en primer lugar? Se lo tenía merecido ahora. Al escuchar su celular sonar lo respondió sin siquiera ver de quien se trataba

 

-¿Diga?

-Hace tiempo no te escuchaba –Naruto detuvo sus pasos al reconocer del otro lado la voz de Sasuke-

-¿Qué pasa?

-Tenemos que hablar

-No tengo nada…

-Tu carta de renuncia no ha sido aceptada, por no presentarla debidamente… -Interrumpió al rubio- Así que, cuando puedas y si aún quieres renunciar, puedes venir a verme

-Te odio –Dijo simplemente, sabía que solo era una excusa de Sasuke para tenerlo de frente, el moreno no respondió nada solo colgó la llamada en ese momento. Naruto observó el celular un momento antes de guardarlo una vez más-

-¡Sí! –Escuchó a alguien gritar cerca y al voltear se llevó una sorpresa- ¡Naruto! –Karin se acercó rápidamente hacia él con una sonrisa, el rubio no entendió bien pero la saludó lo mejor que pudo-

-Hola Karin

-¡Estoy tan feliz! ¡Necesito hablarlo con alguien y ya que estás aquí!

-¿Qué pasa? –Ella sonrió pero Naruto notó que no solo había felicidad sino algo de maldad en aquella sonrisa, no se esperó las siguientes palabras que terminaron por destrozar su mundo-

 

    Karin pasó por las puertas de cristal y se dirigió donde sabía, cuando Ino intentó detenerla ella con dos simples palabras la dejó atónita y la pelirroja pasó sin problema alguno a la oficina de Sasuke

 

-¡Sasuke! –Gritó-

-No puede ser… -Susurró fastidiado el moreno- ¿Qué carajos haces aquí? –Preguntó molesto alejando la vista de su escritorio donde trabajaba-

-¡No me trates así! Tengo algo que decirte –Sonrió-

-No me interesa

-Oh pero sí que lo hace

-¡No! –Gritó molesto levantándose, la mujer por primera vez no retrocedió- ¡Vete! ¡Largo!

-¡Tengo que hablar contigo!

-¿No lo entiendes acaso? No tengo nada que hablar contigo, no tengo nada que ver contigo no quiero tener nada que ver contigo ¡Jamás!

-¡Estoy embarazada! –Gritó, Sasuke se sorprendió un momento y luego rió bajo con maldad-

-¿Tú? ¿Embarazada? Ahora sí te zafaste, ya no sabes que inventarte pero no te creo

-No es mentira –Dijo sonriendo triunfante-

-¡Sí lo es!

-No querido, mira bien… Me acaban de entregar los resultados –Dijo entrándole una hoja al moreno que de inmediato la abrió para leer el interior-

-Esto es mentira –Dijo molesto- ¡Pagaste para que te dieran estos resultados!

-¡Por supuesto que no! ¡Estoy embarazada! Y es tuyo –Finalizó, Sasuke rió de lado con burla-

-El colmo… Si es que en verdad estás embarazada a mí no me vas a manipular con eso, no es mío –Sentenció molesto-

-Claro que lo es

-¡Mentira! Yo jamás me acuesto con alguien sin protección

-Cariño las últimas veces no usaste nada –Dijo con una sonrisa- ¿Por qué te cuesta creerlo? –Preguntó inocente- Entiendo que no me creas embarazada, porque claro aún no se me nota jaja, Naruto reaccionó igual –La mención del rubio llamó la atención del moreno- Pero él sí se alegró y me felicitó de inmediato, no dudó ni un momento de que fuera tuyo

-¿Qué hiciste qué?

-¿Qué? –Preguntó sin entender- ¿Hablar con Naruto? Ah, fue casualidad. Estaba en el hospital cuando retiré los resultados… ¡El punto es que seremos padres Sasuke!

-¡Jamás! –La mujer se aterró cuando Sasuke la tomó con fuerza de los brazos estrujándolos, ella mostró una mueca de dolor pero el moreno ni se inmutó- ¡Eso es mentira!

-¡Acabas de leer los resultados! ¡No me lastimes, estoy embarazada! ¡Llevo a tu primogénito en mi vientre! –Sasuke la soltó bruscamente y antes de salir de la oficina advirtió con un dedo a la pelirroja-

-¡Si es verdad…! -Tuvo que calmarse para hablar bien, la rabia lo cegaba- Sí es verdad que estás embarazada, y más te vale así sea, y además es mío puedes estar segura que me haré cargo –Ella sonrió- Pero tú y yo jamás seremos nada. Yo no tengo nada contigo y jamás lo tendré, me haré cargo de ese bebe solo si resulta ser en verdad mi hijo llevará mi apellido pero tú no, durante los próximos nueve meses o los que te falten no quiero ni que me busques, habla con Kakashi si es que acaso necesitas dinero para algún gasto referente al bebe, del resto… Aléjate de mí.

 

   Dicho eso salió rápidamente, Ino no pudo detenerlo pero se quedo pensativa ¿En verdad estaba Karin embarazada? La mujer salió después sonriéndole victoriosa, Ino tuvo que morderse la lengua para no gritarle más de una verdad ¿Cómo su jefe había cometido la idiotez de dejar embarazada a esa mujer?

   Sasuke ni siquiera dejó al chofer acercarse, él solo entró al auto y empezó a manejar sin saber bien a dónde ir, así que de inmediato llamó al rubio…

 

   Naruto observó que Sasuke llamaba pero no contestó, volvió la vista al frente donde veía a Sakura dando clases, saludó y dejo claro que la esperaría abajo, una vez abajo otra vez el teléfono seguía sonando y Naruto contestó, no dijo nada solo colocó el celular contra su oreja

 

-¿Naruto? ¿¡Donde estás!? ¡Respóndeme dobe!  -Exigió-

-Sakura –Sasuke del otro lado se sorprendió de la mención de la mujer- Hay algo que quiero decirte…

-¡Respóndeme! ¡Naruto! ¡Que me hables, joder!

-Claro te espero un momento, anda –Dijo como si hablara con la mujer y de inmediato cortó la llamada-

 

   Sasuke giró en “U” rápidamente causando que varios autos comenzaran a sonar sus bocinas a él poco le importó y se dirigió al departamento de la mujer que encontró vacío, entonces recordó una vez haber visto al rubio y la mujer en un estudio de baile de inmediato se dirigió a allá, no pudo estacionar cerca y apenas dejó el auto comenzó a correr sin importar como lo vieran los demás, necesitaba explicarle a ese rubio varias cosas.

   Pero sus pasos se detuvieron cuando a unos metros y del otro lado de la calle vio a Naruto… Arrodillado.

 

-¿Qué? –Preguntó Sakura sorprendida, Naruto apenas la vio bajar y después de saludarla tomó su mano y se arrodillo haciendo la pregunta-

-¿Te casarías conmigo? ¿Podría eso evitar que me dejes? ¿O permitirme ir contigo? Perdona la falta de sortija –Sonrió- Es que no pasé por ella pero no puedo esperar más para preguntarte…

-Naruto… Yo… -El corazón de la mujer galopaba con fuerza y una sonrisa inconscientemente se dibujó en su rostro sentía sus ojos brillar, más sin embargo al alzar la vista pues algunos miraban la escena, sus ojos notaron del otro lado a cierto hombre de cabello oscuros mirar la escena, pero no solo miraba… Sakura se dio cuenta, de que Sasuke se veía afligido. Su corazón dio un vuelco y miró a Naruto, supo entonces que sus palabras no eran sinceras y se sintió mal- Levántate Naruto, por favor –Pidió, el hombre se levantó y ella lo abrazó con fuerza y besó su mejilla, Naruto pudo suspirar aliviado al tomar aquello como un “acepto” Algunas personas que se habían detenido a ver la escena sonrieron y aplaudieron, otras miraron mal y otras ni prestaron atención-

 

   Sasuke sintió que todo dentro de él dolió y se quebró como un pedazo de cristal, jamás se había sentido tan dolido… Naruto iba a casarse con Sakura… ¿Por qué no pensó que eso podría ocurrir? Después de todo, se conocían de siempre, Naruto afirmaba ser heterosexual y Sakura siempre lo ha amado… La historia debía ser así ¿Cierto? La respiración comenzó a fallarle y decidió devolverse por donde había llegado.

 

-No puedo ser tu esposa –Susurró Sakura aún abrazada al rubio que entonces se sorprendió-

-¿Qué? ¿Qué dijiste? –Preguntó alejándose de ella, Sakura tenía los ojos llenos de agua-

-No puedo… Esto no es lo que realmente quieres –Dijo en una sonrisa triste- No puedo ser tan egoísta y obligarte a estar conmigo sin amarme, o a enamorarte por obligación

-Pero no es así

-… Naruto… Necesitas comenzar a ser un poco más sincero contigo mismo. Lamentablemente para mí, yo no soy la mujer que se convertirá en tu esposa –Con una mano acarició la mejilla del hombre- No soy la persona que amas. Jamás lo seré

-Sakura-chan… -Ella negó con la cabeza-

-Mejor hablamos de esto en otro sitio

 

   Gaara se vio aburrido de repente del caso en sus manos y suspirando dejó todo a un lado, salió de su oficina y tomó asiento en el balcón observando la tarde caer el cielo pintado de rosa y naranja… ¿Cuándo había sido la última vez que Gaara recordaba haberse sentido aburrido de su trabajo? Es decir, no es que amara el papeleo pero le gustaba trabajar ¿Cómo es que ahora se sentía hastiado? No solo eso, si era sincero se sentía además solo… A pesar de estar acostumbrado a la soledad ahora se sentía mal de estar solo ¿Es en esos momentos que dices: Quisiera tener alguien con quien hablar ahora? Sí, así se sentía.

   Quedarse solo mirando al horizonte por primera vez le pareció patético y salió sin rumbo fijo por las calles de la ciudad. Detuvo sus pasos frente a la librería antes de entrar con calma, caminó por los pasillos buscando algo que llamara su atención y sin querer lo encontró… Sai ni siquiera se dio cuenta de que si volteaba el rostro a solo unos metros estaba Gaara pero el pelirrojo tampoco hizo nada cuando una chica sonriente se acercó al moreno y Sai le respondía la sonrisa enseñándole un manga que acababa de tomar, no fue a propósito pero Gaara salió de la tienda solo unos segundos después que ellos y observó a la chica abrazarse al brazo del moreno y recostarse contra el hombro de éste mientras se alejaban.

 

-Pero que idiota eres… -Susurró observando como la pareja se alejaba- ¿Por qué te sientes celoso? –Se preguntó-

 

   Naruto desde el balcón del departamento de Sakura observó la noche sobre ellos antes de sentir como ella tocaba su espalda para ofrecerle un vaso, ambos se sentaron en aquel balcón disfrutando de la noche cálida

 

-Me dijiste que no… -Dijo el rubio- No aceptaste mi propuesta de matrimonio

-Naruto, si no estuviera a punto de irme… ¿Me hubieras propuesto ser tu esposa? –El rubio observaba la ciudad mientras que Sakura lo miró a él esperando una respuesta que tardó unos segundos en llegar-

-Probablemente sí –Ella sonrió triste-

-Solo porque necesitas sentirte seguro, esa es tu razón para proponerme… Pero esa no es una razón para casarte con alguien

-No comprendo

-Soy tu mejor amiga –Dijo entre triste y alegre observando el vaso entre sus manos, Naruto entonces la miró- Es lo que siempre he sido y lo que siempre seré, tengo casi toda mi vida enamorada de ti aunque tú jamás me has visto como mujer… Soy a la que llamas cuando te sientes mal, la que escuchaba de cuanto te gustaba una chica en el instituto, la que siempre está dispuesta a hacer todo por ti y acepta todo por solo un abrazo y un beso en la mejilla… Porque es lo único que siempre obtendré de ti –Se lamentó- Solo tienes miedo, porque a pesar de que eres muy unido con Gaara y le cuentas tantas cosas él jamás te ha escuchado como yo… Porque te aferras a la idea de necesitar creer que debes tenerme al lado para estar bien, que tal vez algún día podrás ofrecerme algo… Pero sabes que eso jamás será así

-Lo siento… Creo que no había comprendido en realidad cuanto te afectaba mi falta de amor

-Jaja, no te preocupes –Ella alzó el rostro y Naruto observó las huellas de lágrimas en sus mejillas- Yo siempre he sabido cual es mi lugar, el de mejor amiga -Naruto se levantó y abrazó a la mujer…- Me iré en solo unos días, no puedes hacer nada excepto enfrentar tus problemas de frente Naruto, no me necesitas para eso. Sé sincero contigo mismo

-¿Puedo quedarme?

-Jamás te he negado tal cosa…

 

   Sai entró a la casa como si nada aquella noche, lo que le extrañó fue que mientras iba y venía entre estar comiendo, bañándose, buscando unas cosas… Todo ese tiempo cuando pasaba frente a la puerta de la habitación de Sasuke oía lejanamente el agua de la ducha caer ¿Tanto tiempo? Intentó llamar a la puerta pero nadie dijo nada al entrar tampoco encontró al moreno y al tocar la puerta del baño nadie respondió pero con cuidado abrió la puerta. Se acercó a la pared y tocó la pantalla apagando la ducha

 

-¿Qué crees que haces? –Preguntó, pero Sasuke no dijo ni hizo nada, Sai bajo hasta su altura y lo observó mejor el Uchiha aún vestía, estaba sentado bajo el agua al parecer hace mucho pero parecía no estar presente, Sai pasó una mano por frente a la vista del hombre- Sasuke, ¿Acaso estás muerto? –Aún así el otro no dijo nada- ¿Qué te pasa? Ahora sí me estás empezando a preocupar ¿No piensas decirme nada? –Reclamó, pero contrario a lo que pensó Sasuke ni se inmutó- Bueno, solo para que sepas… Voy a sacarte de aquí –Apenas levantó al hombre y lo sostuvo contra sí, Sasuke se separó de él- Ah, estás vivo

 

   Mas sin embargo Sai no quedó tranquilo, solo observó a Sasuke salir y al salir él también observó al moreno comenzar a cambiarse, Sai salió de la habitación pero aunque esperó Sasuke no bajó a comer, así que volvió a subir encontrando al moreno observando por la ventana de su habitación Sai entonces tomó la comida y en una bandeja la subió pero aún así Sasuke no dijo ni hizo nada. Ya estaba demasiado raro pero contactar a Itachi fue una pérdida de tiempo, el moreno no aparecía

 

-Oye, ya basta de esto en verdad estoy preocupado ahora… -Sasuke solo comenzó a comer en silencio en su cama como si nada- ¿Es que acaso me estás ignorando? ¿Qué hice ahora? ¿Por qué estás molesto? ¿No me dirás nada?

-Sai… -Llamo con cuidado sin siquiera verlo- Por favor, quiero estar solo –Pidió sorprendiendo al otro moreno-

-¿Te sientes bien? –Pero Sasuke no respondió- Bueno, voy a estar en mi habitación si necesitas algo -Al salir quedó pensativo, jamás había visto a Sasuke actuar tan raro si hasta parecía…- Sasuke… ¿Triste? –Se preguntó-

 

   Eran demasiados los pensamientos que surcaban la mente de Sasuke pero él no expresó ninguna en voz alta, excepto tal vez una…

 

-Yo también te odio –Sentenció-

 

   Mientras que Naruto acariciaba los rosados cabellos de su amiga, era cierto no quería perder a Sakura pero no podía ser tan malo con la mujer como para ilusionarla con algo que ella jamás tendría, amor de pareja. Sakura ya estaba dormida y Naruto al recordar todo lo que ella había dicho abrazó más el cuerpo de la mujer contra el suyo, ambos lado a lado en la misma cama… No quería dejarla aún no quería que se fuera.

  Eso significaría volver a la realidad… Solo. Y la mayor realidad de Naruto, era que Sakura era su mejor escudo contra Sasuke Uchiha.

 

 

Notas finales:

¿Merece review?

Poco a poco nos acercamos al final...

Algo me dice que no se esperaban un par de cosas de este capitulo, ¿Cierto?


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