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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Hola:3

A LEER!

   Naruto pasó por los pasillos del hospital como si nada, el sol estaba destellante aquella mañana y él la tenía por completo libre, entro al ala infantil y los niños corrieron a saludar poco después que todos volvieron a lo suyo una enfermera se acercó a él

 

-No sabía que vendrías hoy

-No lo tenía planificado –Confesó- ¿Cómo has estado? ¿Cómo están todos?

-Yo bien gracias por preguntar jaja y los niños bueno…

-¿Por qué no vino hoy Sasuke? –Preguntó de repente una niña jalando el pantalón del rubio, tuvo que recordar que solo era una niña curiosa pero no quería hablar del tema, se colocó a su altura y sonrió-

-No pudo, tiene trabajo pero les mandó saludos a todos –Ella sonrió alegre y se alejó, Naruto entonces se volvió serio, solo una vez había venido con el moreno y los niños lo recordaban bien. Que mala decisión había sido aquella ¿Cómo podría ahora siempre pintar bien al moreno frente a esos niños?-

-Preguntaron igual por ti cuando él vino –Naruto no entendió-

-¿Cuándo vino quien?

-El señor Uchiha… -Naruto se sorprendió- ¿No lo sabías? –El rubio negó- Ha venido varias veces desde que lo presentaste a los niños. De hecho era lo que quería contarte el hospital podrá cubrir mejor los tratamientos de los niños, la cirugía de Gakari está siendo reprogramada y los nuevos implementos llegaran pronto

-Que buena noticia

-Gracias al donativo del señor Uchiha –Terminó de hablar con una sonrisa- Nos pidió no decir nada y mantenerlo todo en secreto pero yo supongo que ya lo sabías

-Sí, claro… La donación

-Debo irme un momento Naruto, ya vuelvo

-Sí, ve tranquila Shizune… -En eso tres niños se volvieron a acercar-

-¿Estás triste? –Preguntó uno pelinegro-

-No, ¿Qué te hace pensar eso? –Preguntó sentándose con ellos en la alfombra-

-Pero te ves triste –Comentó otro de cabello castaño-

-Tal vez es porque mi mejor amiga se va a mudar lejos

-¿Se irá? –El rubio asintió-

-¿Por qué? –Preguntó el pelinegro-

-Tiene que trabajar, es una buena noticia para ella

-Pero y entonces ¿Por qué tú estás triste?

-Porque tal vez no vuelva a verla en mucho tiempo… -Confesó-

-¿Y por qué no haces que se quede? –Preguntó la única niña en el círculo- ¿Por qué no te vas con ella? ¿La quieres mucho?

-Sí, pero no es tan fácil… -Entonces sonrió- Pero gracias por sus consejos ya no estoy triste –Los niños volvieron a alejarse ya mas sonrientes cuando otra enfermera los llamó-

 

   Y Naruto… Ya no entendía nada…

   Mientras que en ese mismo momento Konan con el teléfono contra su oreja pasó por sus exámenes de sangre

 

-Sí, sí… -Rodó los ojos graciosa- Yahiko eres un exagerado

-No, no lo soy

-Bueno ya… Gracias –Dijo a la mujer que acababa de darle los exámenes- Ya tengo los resultados en mis manos, despreocúpate solo estoy anémica

-Aja, ¿Segura? ¿Qué dicen los exámenes?

-Bien, ya va… -Ella tomó asiento y abrió el sobre- Bla bla bla… ¡Ja! ¡Tenía razón! Te lo dije solo estoy anémica no durará mucho

-Bueno, me alegro no fuera nada serio

-Gracias por preocuparte no hacía falta ¿Nos vemos después?

-Sí, paso por ti en la tarde

 

   Pero cuando iba a terminar de leer los exámenes una enfermera se acercó a hablarle. Olvidó el tema y volvió a trabajar

   Sasuke entró a la empresa como si nada. Poco después de estar detrás de su escritorio y tomar de su café tomó el teléfono

 

-Dime

-Señor, tiene visita

-¿Quién es?

-El abogado Sabaku No

-Déjalo pasar.

 

   Aunque escuchó la puerta sonar no levantó la mirada de la carpeta en sus manos, Gaara alzó una ceja observando al moreno, tan ajeno a que él había entrado, tan serio y despreocupado. Colocó sobre el escritorio del moreno su bolso llamando la atención de Sasuke que alzó la vista

 

-Todavía me pregunto si es verdad y si debería estar aquí –Confesó- Me dijeron que Sasuke Uchiha había preguntado por mí en el buffet y que viniera a verlo

-No entiendo que te confunde –Dijo cerrando la carpeta y dejándola a un lado para ver al pelirrojo con una mano le ofreció sentarse, Gaara lo hizo- Sí, pasé por allá preguntando por ti

-¿Para qué me buscaba?

-Ah, deja de tratarme de usted que ya nos hemos visto algunas veces –Comentó como si nada- Aunque sé que no han sido agradables momentos, por lo menos por mi parte… Pero requiero de tu ayuda legal –Dijo por fin, entonces sacó una tarjeta de presentación de su saco, Gaara la reconoció era suya ¿De dónde la había sacado?- Me han dicho que eres un muy buen abogado

-¿De dónde sacaste eso?

-Eso no importa –Respondió de una, Gaara se dio cuenta de que en carácter eran parecidos, serios… Pero Sasuke por mucho era más prepotente que él- Te quiero ofrecer un caso, tú verás si lo aceptas o no

-¿De qué se trata? –Sasuke sonrió, sabía que Gaara estaba dispuesto a un trabajo-

-Es un amigo…

 

   Konan despidió al pequeño niño y su madre del consultorio antes de salir para dirigirse a otra parte, Shino que iba pasando por los pasillos notó una hoja doblada en el suelo y la tomó para leer su interior. La conversación entre las dos enfermeras a unos metros quedó a medias cuando el hombre se acercó

 

-Shino, hola

-Hola –Saludaron ambas-

-Buenas, disculpen que las interrumpa… ¿Saben dónde está la doctora Konan?

 

   Mientras que Konan salió de la cafetería con el vaso de chocolate caliente y se dirigió al jardín para caminar un poco, tomó asiento en una mesa solitaria y al buscar en su bata…

 

-¿Qué? ¿Dónde dejé? –Se preguntó al no encontrar los resultados de sus exámenes que no había terminado de leer-

-¿Buscas esto? –Escucho y alzó la vista, Shino frente a ella mostraba una carta en su mano, ella sonrió levantándose-

-Ah, sí, gracias se me debió caer sin querer, gracias otra vez

-No hay de qué –Le dio la hoja a la mujer- Felicitaciones por cierto –Dijo alegre sonriendo, ella no entendió-

-¿Qué? ¿Por qué?

-¿No sabes? –Ella alzó los hombros sin comprender, Shino sonrió gracioso y se alejó-

-¡Hey! ¿Felicitaciones por qué? Pero que grosero y misterioso… -Se quejó una vez sola- No me dijo por qué ¿Será que me van a ascender? ¿Una transferencia? No, no es eso… -Volvió a tomar asiento y después de beber del vaso tomó las hojas otra vez leyendo con más detenimiento el contenido-

 

   Shino a unos pasos escuchó el pequeño grito de exclamación de la mujer y sonrió gracioso otra vez negando con la cabeza

 

-Doctora, ¿Está bien? –Preguntó una mujer de mantenimiento que a unos pasos de ella escuchó el grito y notó a la mujer sorprendida tapar su boca con una mano-

-… -Konan volteó a verla y alejó la mano de su boca- Estoy embarazada –Susurró-

-¿Qué?

-Que estoy embarazada –Comentó más alto aún sorprendida, la mujer entonces sonrió-

-¡Pero esa es una muy buena noticia! ¡Felicitaciones!

-Gracias.

 

   La mujer entonces se alejó. Konan leyó una vez más el resultado “Embarazo: Positivo” aún no podía creerlo la sorpresa era mayor que ella pero entonces sonrió por fin estaba alegre

 

-Voy a ser mamá –Se levantó y comenzó a correr para buscar a Shino- ¡Shino! ¡Shino! –El hombre al oírla nombrarlo volteó, ella lo abrazó con fuerza- ¡Estoy embarazada! –Dijo alegre, él sonrió-

-Sí, lo sé, felicitaciones

-Necesito cita con un obstetra ¿Conoces alguno? –Preguntó inocente y con burla, Shino sonrió-

-Ah claro que sí ¿No habían trasladado un nuevo ginecólogo el año pasado? ¿El doctor Miyagui?

-¡Shino! –Regañó ella-

-Claro, vamos puedo atenderte ahora –Sonrió-

-Por cierto –Detuvo al hombre- No digas nada aún por favor

-Claro.

 

   La única duda de Konan ahora era, ¿Estaría Yahiko alegre por la noticia? ¿O no estaría preparado para otro hijo? Konan entonces se dio cuenta ¿Estaba ella preparada para un hijo?

 

-Yo seré pediatra pero no sé nada de ser mamá –Susurró para sí misma-

-No te preocupes, viene en ti –Apoyó Shino pasando un brazo por sus hombros- Serás una madre admirable

 

   Sin darse cuenta una mano por mero instinto se posó sobre su vientre y sonrió “Claro que sí, yo ya te amo con todo mi ser bebe” pensó siguiendo a Shino por los pasillos del hospital.

   Deidara estaba hablando con Sasori luego de dejar a los demás cocineros preparando todo.

 

-Mm –Sasori alejó la taza de sus labios para hablar mejor, ambos tenían las filipinas puestas pero los primeros botones estaban abiertos- Mañana llegarán los langostinos y salmones

-¿Y las vieras?

-Esas deben llegar pasado mañana, hubo un problema con la entrega ya se arregló no te preocupe –Recordó anotando en la hoja frente a él-

-Las hortalizas también vienen mañana si mal no recuerdo

-Sí, hoy solo llegaron los licores

-Disculpen –Uno de los hombres que se encontraban limpiando el restaurante y arreglando las mesas y el bar se acercó a ambos-

-¿Qué pasa? –Preguntó Sasori-

-Hay alguien preguntando por el chef Deidara

-¿Por mi? –El rubio no imaginaba quien podía ser- No espero a nadie ¿Quién es?

-¿Podemos hablar? –Los tres hombres entonces voltearon, Itachi estaba ahí lo cual tomó por sorpresa a Deidara y Sasori-

-El –Dijo el empleado, Sasori agradeció pidiéndole irse-

-¿Qué estás haciendo aquí? –Preguntó el rubio levantándose, Sasori disimuladamente tomó su taza y lista alejándose, Deidara al notar que habían varias personas trabajando tomó del brazo al moreno y lo llevó a la última mesa en el balcón lo más lejos que pudo- ¿Qué haces aquí?

-Quiero que volvamos a intentarlo –Dijo de una, Deidara se sorprendió-

-¡Claro que no! Esta no me la esperaba –Confesó-

-¿Por qué no?

-Estoy ocupado –Cambio de tema de repente- No puedo hablar de esto ahora tengo cosas que hacer, el restaurante aún necesita mucho para el servicio del medio día, tengo muchas reservaciones

-Te ves bien –Interrumpió de repente dejando al rubio en silencio por no saber que decir- Siempre me ha gustado como te ves con esa chaqueta

-¡Se llama filipina! –Regañó-

-Y la forma en que frunces el ceño y la nariz se te arruga cuando no dijo filipina –Bromeó haciendo que el rubio se sonrojara- Estoy feliz por ti, felicidades por esta oportunidad he oído que te va bien… ¿Estás bien aquí?

-No tengo tiempo para esto –El rubio iba a salir del balcón cuando Itachi lo detuvo del brazo-

-No es cierto.  Deidara, discúlpame por cómo terminaron las cosas, no fue la mejor forma de acabar esto… Esto que jamás debió acabar, solo una pregunta ¿Es que acaso ya no tengo ni una oportunidad? –El rubio volteó a ver al moreno quería gritar que sí tenía una oportunidad, una y miles pero no pudo. A punto de responder escuchó algo caer y observó a un empleado a unos metros de ellos recogiendo su celular, Deidara se soltó del moreno-

-Estoy ocupado por favor vete, tengo trabajo

-Dei… -No pudo decir más cuando el rubio a paso apresurado se alejó, sintió la mirada de algunos sobre él pero se mantuvo serio y los obvio a todos-

-¿Algo interesante? –Preguntó en tono burlón Sasori apenas vio a Deidara pasar frente a él, el rubio por ir pensando en lo que Itachi había dicho se asustó por la voz del pelirrojo-

-¡No hagas eso! ¡No aparezcas de repente!

-Yo estaba aquí hace mucho –Dijo como si nada de brazos cruzados recostado contra la pared- Tú fuiste el que apareció, o mejor dicho el que intentaba huir –Bromeó, recibiendo un golpe de parte del rubio y luego lo vio alejarse, Sasori rió bajo- Que terco

 

   Itachi entró al auto y observó los dos anillos en su dedo anular izquierdo, el trabajo siempre había sido más importante, muchas horas para el restaurante y el servicio pocas para Itachi pero en ese momento Itachi se dio cuenta que no le importaba, que después de todo ésta vez no había sido esa la razón para la evasión de Deidara, él en realidad entendía bien que el rubio trabajara tanto antes era porque debía mantener a Naruto, ahora era porque tenía más responsabilidad pero no le molestaba después de todo Itachi tampoco tenía un trabajo fácil o rápido y si algo sabía era que Deidara siempre había intentando darle todo el tiempo posible a su relación.

   Deidara observó el auto alejarse y pudo respirar pero tuvo que respirar lo más profundo posible para intentar regular sus palpitaciones ¿Cómo es que el moreno aún podía ponerlo de esa forma en solo un momento? ¿Con solo unas palabras? Con solo “las” palabras… ¿Estaba Itachi en verdad dispuesto a darse otra oportunidad con él? ¿A pesar de Sasuke? ¿Del anillo? Tal vez Deidara, tú también deberías dejar eso en el pasado…

 

   Sasuke y Gaara por fin habían llegado a un acuerdo, Gaara había accedido a defender al amigo del moreno

 

-Supongo que es todo

-Sí, gracias por aceptar el caso, gracias por el favor que me haces a mí y a Yuugo

-No hay problema, es mi trabajo –Gaara se dio cuenta de que Sasuke parecía estar más tranquilo que otras veces en las que habían tratado y antes de salir el moreno ofreció su mano con una pequeña sonrisa-

-Mucho gusto por cierto, Uchiha Sasuke

-Empezando de nuevo ¿Eh? –Sonrió y tomó la mano del moreno- Sabaku No Gaara, mucho gusto

 

   Luego de terminar con Gaara y almorzar, Sasuke salió de la empresa a casa aún era temprano la tarde apenas empezaba pero quería hacer lo que le quedaba desde casa, lo que no se esperó fue que poco después de entrar y apenas habiéndose quitado el saco y la corbata, alguien llamaría a su puerta… Y no era cualquier persona

 

-¡Sasuke! –Sino Karin, que se colgó al cuello del hombre de inmediato, Sasuke rodó los ojos aburrido y alejó a la mujer-

-¿Qué quieres?

-¡Sasuke! ¡No seas tan odioso! Anda, déjame entrar –Ni siquiera esperó aprobación, solo entró

-¿Qué haces aquí Karin?

-La verdad es que necesito a alguien… Necesito ayuda Sasuke –Pidió con algo de ¿Miedo? Sasuke no comprendió pero suspiró cerrando la puerta y entrando con la mujer hasta la sala- Ha pasado algo… ¿Me puedes ofrecer una copa de vino? ¿O la tomo yo misma?

-Sírvete… -Sasuke solo quería que esto terminara pronto y mientras menos la interrumpiera, más rápido sería-

-¿Quieres un poco? –Preguntó mientras se dirigía a la cocina, Sasuke iba unos pasos detrás y pasó una mano por su cuello-

-Claro

-Genial, toma… ¿Salud? –Sasuke dejó su copa quieta y Karin chocó la suya contra la de él, entonces ambos tomaron-

-¿Qué te pasa?

-¿Por dónde empezar? Mi nueva línea viene con cada nuevo problema cada día –Se quejó dramáticamente, Sasuke suspiró esto sería aburrido y largo, volvió a tomar de su copa, lo necesitaba. Tal vez podría terminar su copa antes de botarla de casa-

 

   Naruto tomo aire observando la empresa Sharingan frente a él y entró decidido al llegar con Ino…

 

-Ah, Naruto hola ¿Cómo estás?

-Bien Ino, gracias. Necesito entregues esto a Sasuke –Ino al tomar la carta preguntó-

-¿Qué es?

-Mi carta de renuncia –Ino detuvo su mano que estaba escribiendo el contenido del sobre y miró sorprendida al rubio-

-¿Qué? ¿Tú qué?

-Renuncio Ino –Dijo seriamente-

-Na-Naruto…

-Por favor, dásela y que estés bien

-No, Naruto espera no puedo –El rubio no entendió por qué ella le devolvía el sobre- En verdad no puedo, las renuncias deben ser personales tú debes entregarle esto a Sasuke. No es tan simple

-… Bueno –Suspiró- ¿Puedo pasar?

-Sasuke no está en la oficina –Naruto alzó una ceja- Puedes llevársela hoy mismo a casa, se fue hace poco aún está trabajando pero desde allá

-Ya veo… Gracias

 

   ¿Renunciar? Ino se preguntó ¿Por qué? Pero no quería ser entrometida. Naruto se lo pensó mientras esperaba que el semáforo se volviera verde… ¿Debería ir a allá y salir de esto de una vez? ¿O esperar a otro día? ¿Qué sería mejor?

 

   Sai recibió el paquete y salió a la calle donde lo abrió y sonrió un poco, entonces comenzó a caminar otra vez. Gaara mientras hablaba por teléfono con su hermana mayor movía cosas de un lado a otro en el departamento

 

-Temari tus problemas maritales no son problema mío… -Rodó los ojos- Para eso no necesitas un abogado, últimamente estás muy quejona ¿Sabias? –Escuchó a alguien llamar a la puerta y abrió sin siquiera preguntar quién era-

-Hola –Sai del otro lado sonrió-

-… Temari te llamo después, sí… Bien. Lo siento, ah… ¿Qué haces aquí? ¿Vas a pasar?

-No, no hace falta. Ten… -Mostró el paquete, Gaara lo tomó sin comprender y lo abrió sacando la fotografía montada en el cuadro con sorpresa-

-¿Qué es esto? –Pregunto aunque sabía que era-

-Habías dicho que siempre quisiste una foto nocturna de un lago y la luna para tu oficina, que las noches iluminadas te gustan… “Deberías regalarme una foto de un lago con una luna de fondo” Dijiste, I made it –Confesó sonriendo tranquilo, Gaara estaba sorprendido-

-Pero solo lo dije en broma –Susurró- ¿Cómo pudiste recordarlo? –Preguntó observando la imagen-

-Porque lo dijiste tú –La respuesta directa dejó perplejo al pelirrojo que no alzó la vista- Y aproveché para regalarte algo que hice yo hace un tiempo, está ahí dentro también. Bye…

 

   Gaara ni pudo decir “adiós” cerró la puerta y observó mejor el cuadro, tal vez era 50x40 en total, la fotografía parecía tomada de la punta de un alto risco, las olas golpeando contra la orilla de una playa parecían en movimiento, algunas saltaban al chocar contra unas rocas lejanas, la inmensa luna blanca llena se reflejaba en toda el agua y a la vez las estrellas acompañaban todo el paisaje bellamente, no podía creer que Sai recordara aquello y hubiera cumplido su petición, entonces recordó sus últimas palabras y dejando el cuadro a un lado sacó otro pequeño detalle…

   Era un dibujo, hecho a mano, solo con lápiz… Laminado para que durara mucho más, Gaara pasó sus dedos sobre el dibujo trazándolo, era él… Gaara abrazándose a sí mismo con unas inmensas alas saliendo de su espalda ¿De dónde podía Sai sacar inspiración para hacer estas cosas? ¿Cómo podía? Sonrió agradecido y entonces rió de las ocurrencias del moreno.

   Tomó el cuadro y de inmediato se dio la tarea de colocarlo en la pared de la oficina como había dicho, luego tomó el dibujo y lo dejó en uno los estantes de la sala con otras fotos…

 

  Sai caminaba por las calles de la ciudad cuando escuchó su teléfono y leyó el mensaje “Gaara: Thank you… I like it”

  Sai solo sonrió para seguir caminando. No respondió, no hacía falta.

 

   Konan tomó la bolsa con los suplementos y vitaminas que Shino había prescrito y que acababa de comprar en la farmacia del hospital, las guardó en su cartera y se quitó la bata guindándola de su brazo para salir al frente del hospital y sentarse en uno de los bancos mientras esperaba por Yahiko, volvió a leer una y otra vez el examen que decía que estaba embarazada junto con el examen que Shino había hecho. “Tiempo de gestación: 8 semanas”  Su vientre ni siquiera se alzaba, su bebe aún no tenía forma pero entonces Konan entendió por qué dicen que la mujer se convierte en madre apenas se entera está embarazada, ella ya sentía amar a esa pequeña criatura dentro de ella, que daría y haría todo porque ese bebe siempre estuviera bien. No podía esperar a decírselo a Yahiko ¿Cómo decirlo?

   Itachi observó a Konan fuera del hospital y se acercó

 

-¿Qué haces aquí? –Konan por estar metida en sus pensamientos no había notado la presencia del moreno- ¿Konan?

-¿Eh? Itachi, hola ¿Cómo estás?

-Bien ¿Y tú? ¿Qué haces aquí afuera? Vamos adentro

-Estoy bien –Dijo alegre, más de lo normal- Estoy muy bien –Fue la forma casi infantil como lo dijo que hizo que Itachi alzara una ceja-

-Bien… ¿Vamos adentro?

-Espero a Yahiko

-Y mejor esperamos adentro, vamos que hace frío

-Bien

-¿Por qué tan feliz? –Preguntó mientras caminaban dentro la mujer tardó unos segundos en responder-

-Estoy embarazada –Dijo alegre, Itachi después de unos segundos detuvo sus pasos sorprendido y tomó a la mujer del brazo-

-¿Qué? –Creía haber escuchado mal- ¿Dijiste…? –Ella asintió sonriendo-

-Voy a ser mamá ¡Ta dá! Jajaja

-¡Felicitaciones! –Itachi abrazó a la mujer con alegría- ¿Cuándo supiste? ¿Cuánto tienes?

-Hoy, Shino me vio tengo ocho semanas y un par de días… Pero no quiero que digas nada ¿Okey?

-No lo haré, lo prometo ¿Y Yahiko?

-Estoy pensando como decirlo –Confesó, Itachi sonrió gracioso-

-Solo dilo

 

   Poco después Yahiko apareció y los nervios de Konan le causaban gracia a Itachi que se fue dejándolos solos, los otros dos salieron para dirigirse al auto cuando a la salida del hospital alguien apareció frente a ambos sorprendiéndolos

 

-Hola –Dijo Nagato con una pequeña sonrisa triste, era doloroso ver a Konan sonriente en brazos de otro hombre-

-Nagato, hola –Ella trató de ser lo más amable posible, Yahiko saludó con una pequeña sonrisa-

-Te espero… -Dijo el pelinaranja para salir y dirigirse al auto-

-Yo, veo que estás bien ¿Cómo está todo? –Preguntó Nagato-

-Estoy bien, gracias. ¿Qué ha sido de ti? Hacia un tiempo no sabía nada de ti

-He estado ocupado y pensando mucho… Necesitaba tiempo

-¿Tiempo?

-Konan, he pensado mucho. –La mujer se puso algo nerviosa cuando él tomó su mano- ¿Eres feliz? –Ella alzó una ceja- Yahiko, ¿El te hace feliz? ¿Te quiere, cuida y respeta?

-Si lo soy, Yahiko me hace feliz… Somos felices juntos

-Ya veo, entonces –El besó el dorso de la mano de la mujer, lo que ninguno notó fue que aún del otro lado de la calle Yahiko tenía la mirada fija en ambos cruzado de brazos prefirió ver a otro lado sabia que la historia entre Konan y Nagato era cosa de ellos y que él no podía hacer nada- Esto es un adiós –Konan se sorprendió sin comprender, Nagato sonrió triste-

-¿A qué te refieres?

-Yo ya no tengo espacio en tu historia Konan, en tu vida yo ya no tengo propósito y lo entendí al fin… No significa que no te ame, porque sabes que te amaré siempre, hasta que ya no pueda seguir viviendo –Acarició la mejilla de la mujer que sin saber por qué sentía sus ojos llenarse de lagrimas- Pero entiendo que no puedo seguir contigo o cerca de ti, me alegra que seas feliz, es lo único que importa… Si eres feliz, así sea con alguien que no sea yo… Yo seré feliz. Sé feliz Konan, sigue siendo como eres y sé feliz sin importar nada. –Nagato abrazó a Konan y derramó una lágrima aunque ella ya estaba igual y le devolvió el abrazo- Te amo mi pequeño ángel –La mujer lo abrazó más fuerte llorando- No volveremos a vernos pero espero que siempre sepas eso, que con todo mi ser y cada parte de mí… Te amo

-Yo también, puedes creerme… Siempre voy a amarte Nagato y espero que también seas feliz, que puedas encontrar la felicidad. Por favor, sé feliz sin mí

-Lo sé. –Nagato se separó de la mujer y besó su mejilla, entonces ella comenzó a alejarse él iba detrás pues también debía cruzar la calle-

 

   Lo que ninguno notó por las emociones del momento fue que mientras esperaban cruzar en la orilla de la acera porque los autos iban y venían con rapidez, un par de ciclistas iban a toda velocidad por la acera como compitiendo sin ver bien a donde iban cuando se dieron cuenta fue tarde uno frenó pero por la fuerza cayó a la acera y el otro que no pudo frenar casi se llevó a Konan se no ser porque la mujer por instinto saltó al frente llevándose con ella de la mano a Nagato, el hombre vio como el ciclista rodaba por el piso a unos metros de él, Konan por el salto perdió el equilibrio y cayó con fuerza al pavimento, todo pasó tan rápido… Nagato se lanzó hacia la mujer y la empujó al otro lado de la calle a Yahiko se le salió el corazón y ambos observaron a Nagato ser impactado por el auto

 

-¡Nagato! –Gritó Konan, pero entonces Yahiko reaccionó y corrió hacia ella para sacarla de la calle, el atropello había detenido los autos un momento- ¡Pidan ayuda!

-Vamos

-¡No! –Ella se soltó del pelinaranja y corrió entre los autos para ver cómo estaba Nagato- ¡Ve por ayuda al hospital! ¡Busca a alguien! ¡Rápido! –Yahiko corrió al hospital mientras el hombre del auto que había atropellado a Nagato se bajaba y acercaba a la mujer y otras personas que caminaban cerca se acercaban a ver qué pasaba- ¡Quítense todos! ¡Denle espacio! –Gritó-

-¿Está bien? Cuanto lo siento no me fije

-¡Claro que no se fijó! ¡Nagato! ¡Nagato! –El hombre se veía ensangrentado y estaba boca abajo pero ella no podía hacer nada no se atrevía a moverlo por su cuello, alguna costilla rota, solo pudo acercar su rostro al del hombre para intentar sentir su respiración y luego intento buscar su pulso- ¡Nagato!

-¡Quítense! –Escuchó una camilla, enfermeros y un doctor llegar con ellos-

-¡Konan! –Gritó Yahiko llegando con ella, la mujer tenía las manos ensangrentadas y lloraba, Itachi entonces salió debido al alboroto y observó a Nagato pasar frente a él en la camilla con un collarín puesto y observó a Shino correr hacia afuera corrió siguiendo a Nagato-

-Konan, cálmate –Pidió Shino- Debes calmarte en tu condición no es bueno que tengas estas experiencias debemos revisar si el golpe te hizo algo

-Estoy bien

-Mírame –Exigió- Hay que revisarte, primer trimestre –Konan entonces recordó y sus brazos instintivamente se dirigieron a su vientre, Yahiko detrás de ellos no entendió nada-

-Konan ¿Estás bien?

-Necesito se quede aquí, yo revisaré a la doctora –Dijo Shino deteniendo a Yahiko. El pelinaranja entonces recordó que aún llevaba su uniforme y al ver a Konan irse con Shino se acercó al hombre que había atropellado a Yahiko, pidió refuerzos por su radio y comenzó a normalizar el tránsito-

 

   Todo había sido tan rápido… Tan pero tan rápido ¿Cómo?

 

   Naruto por fin se había decidido, debía salir de esto de una vez y observó una vez más dentro del auto había pasado primero al departamento y había recogido todo lo que alguna vez Sasuke le había entregado. Se dirigió a la casa Uchiha, lo que llamó su atención fue que con solo intentar una vez, la puerta se abrió

 

-¿Sasuke? –Preguntó pero nadie dijo nada, al pasar por la sala no observó un par de copas con resto de vino- ¿Sasuke? –Siguió llamando y supuso que estaría en su habitación por eso no oía subió las escaleras y desde lejos notó la puerta de la habitación del moreno entre abierta al acercarse llamó con cuidado- ¿Sasuke? –Susurró pero su mirada quedo perpleja cuando vio a Karin, dándole la espalda sobre Sasuke, las sabanas cubrían bien pero la escena era obvia, la espalda de Karin estaba por completo desnuda y las manos del moreno en su cadera. La pelirroja al oír aquello volteó y al inicio se sorprendió pero la sorpresa se volvió una sonrisa malvada. -

-Naruto –Dijo en voz alta. Naruto dejó caer el sobre y cerró la puerta con fuerza lo suficiente para que Sasuke abriera los ojos y observara a Karin sobre él-

-¿¡Que crees que haces!? –La apartó con brusquedad y entonces recordó haber escuchado lejanamente la palabra que Karin había dicho “Naruto” escuchó algo golpear por las escaleras y saltó de la cama con rapidez saliendo de la habitación-

-¡Sasuke! –Gritó ella quejándose pero cuando Sasuke ya no estaba sonrió- Eso salió aún mejor que lo que yo esperaba jaja

 

   Sasuke ni siquiera le dio importancia a estar en bóxers para al notar la puerta de entrada entre abierta salir, observó a Naruto entrar al auto y aunque lo llamó el hombre no volteó, corrió hasta la calle pero no pudo hacer nada, el auto se alejaba con rapidez

 

-¡Naruto! –Gritó frustrado y entonces llevó sus manos a su cabello ¿Qué había hecho?- Naruto… Maldición.

 

 

Notas finales:

Merece review? 

Nos vemos!!


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