Valery estaba recostada cubierta por una sabana, había despertado en medio de la noche luego de un romántico y apasionado encuentro con su morena predilecta, ahora la observaba dormir tranquilamente, su respiración era lenta, podía ver su pecho subir y bajar al ritmo de su respiración, tenía una expresión serena, como un bebé que no le atormentaba nada, dormía la plácidamente sin preocupaciones. La más joven sonreía y suspiraba de cuando en cuando, estaba que rebosaba felicidad, hacia pocas horas se había acordado la fecha de su próxima boda, aún faltaba tiempo si, pero el hecho de ya tener un día que esperar y por el cual marcar el calendario le hacia flotar entre las nubes.
-un jueves- dijo susurrando entre sonrisas, se aproximó hasta Leonora regalándole un beso inocente y casi desapercibido en la nariz- te dije que sería un jueves.
***
Ya era un año desde que habían iniciado su relación, Valery se preguntaba ¿como había podido vivir sin aquella mujer? La hacia reír, soñar, creer en el amor, pero sobre todo feliz, cuando la presentó ante su familia se llenó de orgullo al tener a una mujer como ella a su lado, su primo Saúl también era abogado y habían conversado casi toda la noche, aunque toda su familia quedó encantada, Leonora tenía clase y porte, una figura envidiable, intelectual, sofisticada y sobre todo simpática, se ganó a la familia en un parpadeo, tal y como había hecho con su corazón.
En su aniversario fue cuando la sorprendió,aunque si lo pensaba bien siempre lo hacia, con Leonora no había día que no hubiera algo extraordinario.-Conmigo no te aburridas nunca porque todos los días te daré una sorpresa- solía decirle su profesora siempre que le hacia un detalle especial o cualquier cosa que le quitaba el aliento.
Ella iba saliendo de sus clases en la universidad cuando Leonora le indicó subir a su auto, inmediatamente.
-¿por qué?- cuestionaba, aunque con todo y las dudas se subió al automóvil.
-Es nuestro aniversario ¿recuerdas?- decía la piloto luciendo unas gafas para sol.
-Podemos celebrarlo el fin de semana-
-Hoy comienza mi fin de semana- decía sonriendo poniendo en marcha el vehículo, salieron del campus y Leonora le ofreció un pañuelo- cubre tus ojos-
-¿para qué?- respondió tomando la suave tela entre sus manos.
-Sólo hazlo- dijo su acompañante sonriendo.
Con un poco de duda pero también de curiosidad aceptó cubrir sus ojos, su vista se vio obstaculizada por aquel pañuelo rosado, permitiéndole únicamente ubicar su entorno mediante sus otros sentidos, aún estaban en la autopista, podía escuchar el sonido de los otros autos, de la ciudad, nada extraño, esperó el tiempo suficiente pero aparentemente aún no llegaba a su destino.
-¿a donde vamos?- dijo extrañada, había dejado de escuchar el barullo de la vida en la metrópoli, sólo podía percibir el ruido del andar del auto en el que se movían,en ocasiones escuchaba a otros pasar por su lado, era una carretera.
-Es sorpresa- dijo con ánimo la mayor, Valery percibió su movimiento y el ruido de como manipulaba el radio, la música comenzaba a sonar y la piloto cantaba sin pena la melodía, tenía una voz bastante linda, en otras ocasiones sólo la escuchaba tararear las melodías o susurrar las letras, pero ahora podía escucharle claramente.
You are my fire
The one desire
Believe when I say
I want it that way
But we are two worlds apart
Can't reach to your heart
When you say
That I want it that way
Tell me why
Ain't nothin' but a heartache
Tell me why
Ain't nothin' but a mistake
Tell me why
I never wanna hear you say
I want it that way
Am I your fire
Your one desire
Yes I know it's too late
But I want it that way
Tell me why
Ain't nothin' but a heartache
Tell me why
Ain't nothin' but a mistake
Tell me why
I never wanna hear you say
I want it that way
Now I can see that we're falling apart
From the way that it used to be, yeah
No matter the distance
I want you to know
That deep down inside of me...
Valery se dejó llevar por la canción, y por el pequeño concierto privado que le brindaba su amante, sonreía por el entusiasmo de esta al cantar cada melodía, cuando terminaba una canción aplaudía y gritaba igual que si tuviese en frente a su artista favorito, pronto las canciones se terminaron y el silencio volvió al auto en movimiento, comenzaba a aburrirse y a morir de más curiosidad ¿a dónde iban?, con sus ojos tapados no podía descifrar mucho, había mucho viento, sentía un poco de calor, suponía que era debido a que ya era pasado el medio día, se escuchaba únicamente el romper de las olas en la costa y... ¿Olas? ¿había escuchado bien? Afinó el oído y si, pudo escuchar la avalancha de agua estrellarse contra las rocas, el cantar de las gaviotas, el aire húmedo y salado del mar. ¡Estaba en la playa!
Leonora vio la expresión de emoción y felicidad de su copiloto, Valery le dijo que nunca había conocido el mar, así que no le pareció mejor idea que llevarla ahí para su aniversario, siguieron su camino, hasta que Valery pudo sentir el cambio del asfalto a un camino más suave, podía escuchar a los pájaros, el mar se escuchaba cada vez más y más cerca, estaba con una sonrisa de oreja a oreja, ya deseaba estar ahí.
El auto detuvo su marcha, Leonora bajo del auto sin decir una palabra, abrió la puerta de la castaña pidiendo se despojara de sus zapatos y las medias, emocionada lo hizo increíblemente rápido, colocando un pie desnudo fuera del auto, sintio la frescura y humedad de la arena, soltó una risa emocionada al tiempo que salía completamente del auto, fue guiada unos pasos por su pareja hasta ver la luz del sol que se reflejaba en el pañuelo que cubría sus ojos.
Leonora quitó delicadamente la tela, deslizandola por el rostro de la más joven, que aún con la vista libre permaneció con los ojos cerrados, disfrutando de la arena bajo sujs pies que se colaba entre sus dedos, el viento salado soplándole a la cara, y el sonido de las olas meciendose, poco a poco abrió sus ojos, maravillándose con aquel paisaje, el mar azul e infinito que se perdía en el horizonte, el sol estaba en lo alto reflejando sus rayos en el agua salada, las gaviotas volaban libres, la arena era blanca, era un verdadero paraíso.
-feliz aniversario- le susurró Leonora al oído, ella se volvió para abrazarla fuertemente, regalándole un beso en los labios.
-¡Gracias!- decía feliz, con algunas lágrimas colándose por sus ojos. Leonora la tomó de la mano, y corrió con ella hasta la orilla dejándose caer en el agua, ambas reían y se salpicaban con el agua salada, aquel fue uno de los mejores fines de semana que habían vivido como pareja.
Pasaron los meses, recordaban ese mágico episodio tomando una copa en el bar de Leonora, junto con sus amigos,realmente la habían pasado bien, y esperaban repetirlo.
-Creo que la mejor parte fue cuando cantabas camino allá- decía Valery riendo.
-y no me has escuchado en la ducha- decía bebiendo su cerveza, ella era todo menos buena cantante.
-¡por favor! Cantas bien- apoyaba Diane.
-¿recuerdan ese día en el bar del este?- preguntaba Arturo divertido. Todos asintieron y comenzaron a reír.
-¿qué pasó?- preguntó curiosa Valery.
-Habíamos terminado un examen con el profesor Acevedo- comenzó a narrar Diane.
-Nos fue tan mal que él mismo, nos dijo que pensáramos en dedicarnos a otra cosa- repetía Carmen entre risas.
-En aquel bar, los jueves eran los días de "Micrófono libre" podías subir y cantar o hacer a que cantabas- explicaba Arturo con una sonrisa.-Todos subimos a hacer el ridículo, pero esta- decía golpeando suavemente el hombro de Leonora- dejó a todo el bar boquiabierto.
-El dueño hasta me ofreció trabajo- dijo riendo.
-Y aceptaste- afirmaba Diane.
-Bueno, la cerveza les salió gratis ¿o no?-
-¿como iba?- preguntó pensativo Arturo, al tiempo que Carmen comenzaba a cantar el inicio de la canción que dio apertura a la corta carrera de cantante de la joven Leonora.
I got myself a notion
One I know that you'll understand
To set the world in motion
By reaching out for each other's hand
Maybe we'll discover what we should have known all along
One way or another together's where we both belong
Comenzaron a cantar llamando la atención de aquellos que estaban en el bar, que empezaron a seguir el ritmo con aplausos, incluso el DJ ahora se encontraba buscando la melodía, mientras el cantinero se acercaba con un micrófono a la mesa. Arturo lo tomó ofreciéndolo a Leonora que hasta ahora había permanecido en silencio recordando sus locuras universitarias.
-Por los viejos tiempos- de dijo el chico sonriendo- Jueves de micrófono- fue lo único que dijo, cuando montaron el bar, habían decidido adoptar esa costumbre del antiguo recinto al que asistían cuando cursaban la carrera, con una sonrisa y soltando un suspiro de derrota, la morena tomó el micro poniéndose de pie siguiendo la canción que ahora sonaba por todo el bar, recibiendo ovaciones y aplausos por parte de sus amigos, los clientes y Valery.
If we listen to each other's heart
We'll find we're never too far apart
And maybe love is the reason why
For the first time ever we're seeing it eye to eye
If a wall should come between us
To high to climb, to hard to break through
I know that love will lead us
And find a way to bring me to you
So don't be in a hurry.
Think before you count us out.
You don't have to worry,
I won't ever let you down
If we listen to each other's heart
We'll find we're never too far apart
And maybe love is the reason why
For the first time ever we're seeing it eye to eye
If you're ever lonely, stop.
You don't have to be
After all is stolen, I'll beat a way from you to me
TAKE A LOOK INSIDE AND SEE
If we listen to each other's heart
We'll find we're never too far apart
And maybe love is the reason why
For the first time ever we're seeing it eye to eye
Cuando la canción terminó todos aplaudieron y ella agradecía dándole el micrófono a otra persona, regresó a su mesa donde todos la felicitaron.
-Estas loca- le decía riendo su castaña.
-Lo sé- respondió robándole un beso.
***
El invierno pronto cubrió a Londres de una manto blanco, no era extraño ver a los niños jugando entre la nieve, armando castillos, muñecos e inocentes guerras de nieve, Valery y Leonora recorrían el parque, la noche era aún joven y el lugar se cubría de luces en los árboles, el ambiente navideño y el paisaje congelado era maravilloso para una caminata por el parque.
-Recordaba ese día que cantaste en el bar-
-Creo que había bebido demasiado- reía Leonora al recordar, que aquella noche cantó más de una vez.
-Sólo habías bebido una cerveza- aclaró su castaña.
-Ok, entonces mi locura es natural- ambas rieron ante ese comentario.
-Una locura que sólo te invade los jueves-
-¿qué?-
-El día del bar, cuando botaste todo y me llevaste a la playa, cuando compraste todos esos globos, ¡ah! Y cuando trataste de hacer ese pastel y casi incendias...-
-¡OK! Ya, ya me quedó claro- decía la morena agitando los brazos- hago muchas locuras los jueves- Valery sonrió al hacerle notar aquel detalle del que seguramente Leo no se había dado cuenta.
Siguieron su caminata hasta que llegaron al lago congelado, durante el invierno lo adaptaban como una pista de hielo, donde familias enteras iban a patinar, las parejas a deslizarse a la luz de los adornos navideños, Valery siguió caminando observando las otras actividades que se organizaban en el parque.
-¿Val?- preguntó ausente la mayor
-¿uh?-
-¿Hoy es jueves?- preguntó sonriente, observando a la gente patinando.
-Si- respondió extrañada, regresando la mirada en dirección a donde observaba Leonora.
-Ya se cual será mi locura de hoy- esto hizo que Valery dejara de tomar su ponche, dirigiéndole una mirada confusa, a manera de respuesta la morena le señaló la pista.
-No se patinar- dijo simplemente.
-Yo tampoco- contesto riendo mientras tiraba de la mano de su pareja obligándola a correr, hasta la tienda donde se rentaban los patines.
-Esto es mala idea Leo, vamos a matarnos- insistía sujeta al barandal.
-¡claro que no! Sólo haremos el ridículo- decía entusiasmada.
-eso es peor-
-No, lo haremos juntas- le regalo un beso en la nariz, tirando de su mano obligándola a separarse de la orilla, Leonora no era una profesional, pero cuando era niña solía andar en patines, así que al menos se podía mantener en equilibrio, sirviendo de apoyo a una nerviosa Valery que contaba los segundos para resbalar.
-tu si sabes hacerlo ¿donde esta la locura entonces?- reclamaba divertida a la mujer delante suyo mientras se idealizaban, acercándose a la orilla opuesta del lago, lo que provocó una risa en Leonora- ¿qué te divierte?-
-Que olvide como dar vuelta- le respondió riendo, jalandola con fuerza uniéndose en un abrazo, ambas cerraron los ojos para impactarse con la nieve, Leonora reía con ganas mientras Valery se sacudía la nieve de la ropa- fue divertido-
-Definitivamente, algo te pasa los días de hoy, te atreves a muchas cosas, sin pensarlo antes-decia despojándose de los patines.
-Es un mal día para hacer negocios entonces- respondia tratando de contener la risa- procuraré no casarme en jueves-
-¿qué insinuas? ¿Me dirías que no?- preguntaba divertida.
-Bueno, como abogado, conozco a la vida de quienes no tuvieron el matrimonio que deseaban, la persona no resulta ser quien ellos creían, hay que pensarlo muy bien-
-Si es en jueves tu no lo pensarías- dijo sonriendo.
-Pues acabo de descubrir que no, así que te diría que si a todo- sonreía quitándose los patines- así fueras una bruja- bromeó, recibiendo una bola de nieve en su rostro que la mando al suelo nuevamente.
-Pues esta bruja se encargará de que eso pase un jueves- decía Valery riendo, mientras preparaba otro proyectil congelado.
-Eso tengo que verlo- Leonora se había puesto de pie lanzando también una bola de nieve.
***
Valery recordó todas sus vivencias aquella noche, aquel día en la nieve el comentario sobre la boda había sido una simple broma, ahora sonreía pues lo había vuelto realidad y como pequeña travesura había logrado darle fecha de jueves a su boda, Leonora se movió acomodándose entre las mantas para dormir mejor, ella también decidió acompañarla en los brazos de morfeo, nada le perturbaba el sueño de la boda perfecta, o al menos eso suponía ella, no sabía lo que estaba por vivir, no veía la enorme nube que venía a cubrir su luminosa felicidad.